"Corpus Christi" (6.18)

Tomad y comed: realizad la vida con amor

Poco antes de morir Jesús celebró una comida con sus discípulos prometiéndoles, que seguiría con ellos siempre que se reunieran para compartir como lo estaban haciendo en aquella comida. Fieles a la promesa los primeros cristianos se reunían para compartir el pan y el vino como Jesús lo había hecho. A ese gesto llamaban “la fracción del pan” y en él encontraron el alimento que agrada y sostiene, la fuerza para mantenerse unidos y construir en este mundo la fraternidad entre todos, sin discriminaciones. Celebramos la fiesta del “Corpus Christi” para confesar públicamente la presencia real, viva y operante de Cristo resucitado en el sacramento de la eucaristía.

Este es mi cuerpo y esta es mi sangre que se entregan”. Quiere decir: esta es mi persona, mi forma de vivir y mi forma de morir por amor a los demás; por defender la dignidad de todos poniéndome al lado de los pobres, enfermos, tirados a la vera del camino.

La misma vida de Dios que como amor continuamente está creando y animando todo lo buen y justo que hay en el mundo. Según el concilio de Trento, “en la eucaristía Jesucristo dejó el símbolo de la unidad y del amor, en el que quiso que todos los cristianos vivan unidos”

“Tomad y comed”. Cristo Resucitado se hace presente prioritariamente no para ser adorado sino para ser comido; es decir para que tratemos de re-crear su conducta en nuestra propia historia. Podemos y debemos hacer exposiciones del Santísimo y procesiones solemnes porque el Resucitado está presente en el sacramento del pan y del vino. Pero sin olvidar que esa presencia es para la comunión. Tanto la adoración como la proclamación pública de la fe tienen sentido y deben orientarse a “comer”, asimilar, dejarnos transformar por el Espíritu de vida que animó la conducta de Jesús y venció la oscuridad de la muerte.

“Mis manos, esas manos y Tus manos, Hacemos este gesto, compartida la mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en Tu muerte y en Tu vida Llamados por la luz de Tu memoria
Marchamos hacia el Reino haciendo historia Eterna y subversiva Eucaristía” (P.Casaldáliga)

EL SACRAMENTO DE LA NATURALEZA

San Máximo demuestra que el hombre encuentra su unidad, su integración, la totalidad en sí mismo, pero superándose a sí mismo, saliendo de sí mismo. De este modo, en Cristo, al salir de sí mismo, el hombre se encuentra a sí mismo en Dios, en el Hijo de Dios." (Benedicto XVI, Sobre Máximo el Confesor)

Si Tú, Señor, te has hecho hombre, y por este misterio de tu Encarnación, lo humano se diviniza, ¿podríamos pensar que al hacerte presente en el pan y en el vino, toda la creación se convierte en sacramento?

Si por tu Encarnación el hombre recupera la semejanza divina que el Creador quiso imprimirle, de tal manera que cuanto hagamos al prójimo a ti te lo hacemos, ¿puedo interpretar que por haberte entregado en el pan y en el vino, la creación recupera también la bondad primera, ante la que se admiró el Hacedor de todo? Si acojo en cada huésped tu presencia no idolatro ni mitifico a la persona, sino que por el contrario, la trato como Tú deseas. Tú te has hecho humano, y desde este misterio nos has elevado a todos los descendientes de Adán a la dignidad de ser mediación de tu presencia y persona, y a comprendernos imagen tuya.

Con el mismo argumento, si Tú te has hecho cosa, y desde la Cena Santa te has querido entregar en el pan partido y en el cáliz bendecido, ¿la creación entera adquiere por este misterio de la Eucaristía el destello de lo sagrado?

Desde tu opción de hacerte alimento, ya no es indiferente tratar la creación, sino que el sacramento de tu presencia en la materia reclama respetar todo lo creado, pues si quien acoge a un niño, te acoge a ti, que te has hecho Niño, lo que hagamos a las cosas creadas, ¿te alcanza también a ti?

El salmista entonó: “¡Qué admirable es tu nombre en toda la tierra!” Y los jóvenes de Babilonia dieron voz de alabanza a todas las criaturas. Desde estas referencias, comprendo mi vocación sagrada de hacer que todos los seres entonen el himno que exprese la identidad esencial de todo lo creado. Al igual que desde tu Encarnación comprendo la semejanza que tiene el ser humano contigo, Primogénito de los hombres, desde tu opción de entregarte a nosotros en el pan y en el vino, fruto de la tierra y del trabajo del labrador, comprendo que a todo lo creado lo define la bondad, pues en ello se contiene tu donación amorosa. Es fascinante el trato de amistad con una persona que nos atrae, y aun en la esquiva, pues en cada rostro te haces presente, y has querido incluir, para facilitar nuestro encuentro contigo, que te podamos tratar también bajo las especies de pan y de vino, materia amasada entrañablemente por manos artesanas de padre y de madre de familias.

Si el Creador se complace en su obra, hasta el extremo de reconocer la bondad que reside en cada ser, si cuando un joven se dirigió a ti llamándote: “Maestro bueno” le respondiste “bueno solo es Dios”; si Dios, al principio, proclamó que todo es bueno, ¿dónde radica el motivo de tu advertencia? ¿Acaso en restringir el tratamiento dirigido solo a ti, porque bueno es Dios, y porque bueno es todo lo que Él ha creado? Quizá solo la fe permite sentir el abrazo de tanta bondad del universo. Gracias al don de Sabiduría podemos sumergirnos en la mirada divina sobre la realidad, y sentir en el aliento de vida la respiración divina, y en lo más pequeño, el rastro del destello del Creador, al admirar hermosura que envuelve la naturaleza, la belleza del corazón humano y la presencia invisible en cada cosa de quien lo sostiene todo. Ante esta contemplación, surge la invitación del salmista: “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”. Y porque su misericordia nos alcanza gracias a la entrega del Creador en sus criaturas, gracias a Jesucristo que no solo se hizo hombre en las entrañas de María, sino que se quedó para siempre entre nosotros hecho alimento. Ahora comprendo mejor la bendición que los creyentes hacemos antes de comer. En ella debiéramos recordar no solo la provisión providente que nos dispensa el Creador, sino también el momento, en clave sacerdotal, de reconocer en el sustento de cada día la referencia al Pan Santo, a la Bebida de salvación, a la Eucaristía. “El Señor es mi Pastor, en verdes praderas me hace repostar. Prepara una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos, y mi copa rebosa”

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

Corpus Christi: "Cuerpo de Cristo", en latín.  

Ver también: la Eucaristía | Culto | Lecturas del día y comentarios 

¡Oh banquete precioso y admirable! -Sto. Tomas de AquinoEsta fiesta conmemora la institución de la Santa Eucaristía el Jueves Santo con el fin de tributarle a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, amor y gratitud. Por eso se celebraba en la Iglesia Latina el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad. En los Estados Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad.La Solemnidad de Corpus Christi se remonta al siglo XIII. Dos eventos extraordinarios contribuyeron a la institución de la fiesta: Las visiones de Santa Juliana de Mont Cornillon y El milagro Eucarístico de Bolsena/Orvieto. Urbano IV, amante de la Eucaristía, publicó la bula “Transiturus” el 8 de septiembre de 1264, en la cual, después de haber ensalzado el amor de nuestro Salvador expresado en la Santa Eucaristía, ordenó que se celebrara la solemnidad de “Corpus Christi” en el día jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, al mismo tiempo otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la santa misa y al oficio. Este oficio, compuesto por el doctor angélico, Santo Tomás de Aquino, por petición del Papa, es uno de los más hermosos en el breviario Romano y ha sido admirado aun por Protestantes. La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta. La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306. El Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. Publicó un nuevo decreto incorporando el de Urbano IV. Juan XXII, sucesor de Clemente V, instó su observancia.

Procesiones. Ninguno de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV y se hicieron bastante comunes en a partir del siglo XIV.

El Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad, y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Juan Pablo II ha exhortado a que se renueve la costumbre de honrar a Jesús en este día llevándolo en solemnes procesiones.

En la Iglesia griega la fiesta de Corpus Christi es conocida en los calendarios de los sirios, armenios, coptos, melquitas y los rutinios de Galicia, Calabria y Sicilia.

Adoro Te Devote

El Himno

EN LATIN

EN ESPAÑOL

Adóro te, devóte, latens déitas,

Te adoro con devoción, Dios escondido,

quæ sub his figúris vere latitas.

oculto verdaderamente bajo estas apariencias.

Tibi se cor meum totum súbiicit,

A ti se somete mi corazón por completo,

quia te contémplans totum déficit.

y se rinde totalmente al contemplarte.

Visus, tactus, gustus in te fállitur,

Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto,

sed audítu solo tuto créditur;

pero basta con el oído para creer con firmeza;

credo quidquid dixit Dei Fílius:

creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios;

nil hoc verbo veritátis vérius.

nada es más verdadero que esta palabra de verdad.

In Cruce latébat sola déitas,

En la cruz se escondía sólo la divinidad,

at hic latet simul et humánitas;

pero aquí también se esconde la humanidad;

ambo tamen credens atque cónfitens,

creo y confieso ambas cosas,

peto quod petívit latro pœnitens.

y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.

Plagas, sicut Thómas, non intúeor,

No veo las llagas como las vio Tomás,

Deum tamen meum te confíteor;

pero confieso que eres mi Dios;

fac me tibi semper magis crédere,

haz que yo crea más y más en ti,

in te spem habére, te dilígere.

que en ti espere, que te ame.

O memoriále mortis Dómini!

¡Oh memorial de la muerte del Señor!

Panis vivus, vitam præstans hómini;

Pan vivo que da la vida al hombre;

præsta meæ menti de te vívere,

concédele a mi alma que de ti viva,

et te illi semper dulce sápere.

y que siempre saboree tu dulzura.

Pie pellicáne, Iesu Dómine,

Señor Jesús, bondadoso pelícano,

me immúndum munda tuo sánguine:

límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre,

cuius una stilla salvum fácere

de la que una sola gota puede liberar

totum mundum quit ab omni sælere.

de todos los crímenes al mundo entero.

Iesu, quem velátum nunc aspício,

Jesús, a quien ahora veo escondido,

oro, fiat illud quod tam sítio;

te ruego que se cumpla lo que tanto ansío:

ut te reveláta cernens fácie,

que al mirar tu rostro ya no oculto,

visu sim beátus tuæ gloriæ.

sea yo feliz viendo tu gloria.

Amen.

Amén.

Descripción

(“Yo te adoro devotamente”)

Un himno llamado a veces Rhythmus, u OratioS. Thomas (sc. Aquinatis) escrito cerca del año 1260 (?), el cual no forma parte del Oficio o la Misa del Santísimo Sacramento, aunque fue encontrado en el Misal Romano (In gratiarum actione post missam) con cien días de indulgencia para sacerdotes (posteriormente extendida a todos los fieles por decreto de la Sagrada Comición para las Indulgencias, 17 de junio de 1895). También se halla comúnmente en devocionarios e himnarios. Ha recibido diesiséis traducciones a la versión en inglés. El texto en latín, con traducción al inglés, puede ser encontrado en el “Manual de Oraciones” de Baltimore (659, 660). Uno de cada dos estribillos está insertado después de cada cuarteta (una variación de uno de los que aparece en el Manual), pero originalmente el himno carecía de estribillo.

El mejor amigo

En el núcleo de la fe cristiana en un Dios trinitario hay una afirmación esencial. Dios no es un ser tenebroso e impenetrable, encerrado egoístamente en sí mismo. Dios es Amor y solo Amor.

Los cristianos creemos que, en el Misterio último de la realidad, dando sentido y consistencia a todo, no hay sino Amor. Jesús no ha escrito ningún tratado acerca de Dios. En ningún momento lo encontramos exponiendo a los campesinos de Galilea doctrina sobre él. Para Jesús, Dios no es un concepto, una bella teoría, una definición sublime. Dios es el mejor Amigo del ser humano.

Los investigadores no dudan de un dato que recogen los evangelios. La gente que escuchaba a Jesús hablar de Dios y le veía actuar en su nombre experimentaba a Dios como una Buena Noticia. Lo que Jesús dice de Dios les resulta algo nuevo y bueno. La experiencia que comunica y contagia les parece la mejor noticia que pueden escuchar de Dios. ¿Por qué?

Tal vez lo primero que captan es que Dios es de todos, no solo de los que se sienten dignos para presentarse ante él en el Templo. Dios no está atado a un lugar sagrado. No pertenece a una religión. No es propiedad de los piadosos que peregrinan a Jerusalén. Según Jesús, «hace salir su sol sobre buenos y malos». Dios no excluye ni discrimina a nadie. Jesús invita a todos a confiar en él: «Cuando oréis, decid: “¡Padre!”».

Con Jesús van descubriendo que Dios no es solo de los que se acercan a él cargados de méritos. Antes que a ellos escucha a quienes le piden compasión, porque se sienten pecadores sin remedio. Según Jesús, Dios anda siempre buscando a los que viven perdidos. Por eso se siente tan amigo de pecadores. Por eso les dice que él «ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido».

También se dan cuenta de que Dios no es solo de los sabios y entendidos. Jesús le da gracias al Padre porque le gusta revelar, a los pequeños, cosas que les quedan ocultas a los ilustrados. Dios tiene menos problemas para entenderse con el pueblo sencillo que con los doctos que creen saberlo todo.

Pero fue sin duda la vida de Jesús, dedicado en nombre de Dios a aliviar el sufrimiento de los enfermos, liberar a poseídos por espíritus malignos, rescatar a leprosos de la marginación, ofrecer el perdón a pecadores y prostitutas..., lo que les convenció de que Jesús experimentaba a Dios como el mejor Amigo del ser humano, que solo busca nuestro bien y solo se opone a lo que nos hace daño. Los seguidores de Jesús nunca pusieron en duda que el Dios encarnado y revelado en Jesús es Amor y solo Amor hacia todos.

Santísima Trinidad - B
(Mateo 28,16-20)
27 de mayo 2018

DEL "MILAGRO DE BOLSENA" A LA CUSTODIA DE TOLEDO
Corpus Christi: devoción y procesiones
"Una de las festividades más solemnes y grandiosas del calendario litúrgico"

Antonio Aradillas, 03 de junio de 2018 a las 08:41

El 'milagro de Bolsena'RD

Con las Sagradas Formas se bendecían los campos y sus cosechas, los grupos de personas, entidades e instituciones y se increpaban las tormentas con sus rayos y truenos

(Antonio Aradillas).- La del "Corpus" es una de las festividades más solemnes y grandiosas del calendario litúrgico de la Iglesia. Ya inminente la floración y ulterior cosecha de las espigas de trigo -pan eucarístico-, la naturaleza y el sentimiento religioso se dan cita por calles y plazas de los pueblos y ciudades hasta lograr que tal día, "junto con el Jueves Santo y la Ascensión, reluzcan más que el sol", en el firmamento de la devoción popular.

Unas pinceladas históricas podrían contribuir a ilustrar la fe en el misterio que entraña y define la Eucaristía. Sus protagonistas fueron y son, dicho a la manera clásica, "el clero, la nobleza y el pueblo".

Un sueño, una revelación y un "portentoso" milagro, se hallan en la raíz de tan solemne fiesta en honor del Santísimo Sacramento. A la Beata Juliana de Rétine, priora del monasterio de Monte Carmelo de Lieja, le fue revelado un día que el "círculo luminoso de fiestas litúrgicas" de la Iglesia, estaba incompleto, por faltarle un espacio importante, que necesariamente habría de serle dedicado a la Eucaristía. Por aquél mismo tiempo, el llamado "milagro de Bolsena" conmovió a la cristiandad.

Historia del Corpus Christi

Resulta que, al dudar un sacerdote que celebraba la misa acerca de la veracidad de la conversión del pan y del vino en el cuerpo y la sangre de Cristo, ante sus ojos y los de los fieles, se hizo presente un trozo de carne del propio cuerpo de Cristo y un reguero de sangre se derramó sobre los corporales, la mesa del altar y el mismo pavimento del templo. El corporal se guarda y venera en la catedral de Orvieto, y el fervor y el convencimiento del milagro instaron al papa Urbano IV en 1246 a la institución en la Iglesia universal de la fiesta eucarística, que faltaba en el disco soñado por la priora de Lieja.

Alto y bajo clero, reyes, príncipes y nobles, monjes y monjas se prestaron a extender 
la devoción eucarística por todos los lugares de la cristiandad, organizando procesiones con las "Especies Sacramentales", en honor del "Rey de la Gloria", que se presentaban y exhibían en cálices, copones, vasos sagrados, ostensorios, cruces exornadas con piedras preciosas y custodias, portadas solo por los sacerdotes.

Con las Sagradas Formas se bendecían los campos y sus cosechas, los grupos de personas, entidades e instituciones y se increpaban las tormentas con sus rayos y truenos, sirviéndose de los textos sagrados redactados nada menos que por santo Tomás de Aquino, el gran teólogo dominico, por encargo del papa y de la curia romana. Los cantos litúrgicos del "Pange lingua" , "Sacris solemniis" y "Verbum Supremum", son obras del referido autor de la "Summa theológica", en cuyos capíulos destacan los relacionados con la Eucaristía como memorial de la Pasión del Señor, expresión de la Verdad Suprema y de la unidad de todos en el Cuerpo de Cristo, y el sentido de la posesión y adoración de Dios por la Comunión -común unión- en la Iglesia.

Pese a tanta teología y piedad, y sin esforzarse en arrancar el comentario del contexto de circunstancias concretas de lugar y de tiempo, con criterios entonces vigentes, siguen siendo objetos de lamentaciones terribles comprobar históricamente cómo en las procesiones organizadas oficialmente por reyes y obispos, en sus respectivas "estaciones", eran sacrificados -sí, sacrificados-, herejes y paganos.

En las procesiones eucarísticas del Corpus, participa de modo especial y activo el pueblo, en determinadas ciudades, entoldando sus calles, revistiendo sus casas con colgaduras, tapices y telas, macetas y guirnaldas -símbolo de la Eucaristía-, alfombrándolas con haces de tomillo, romero y hierbas olorosas, presentes las cofradías y gremios, con sus hábitos y símbolos festivos.

Custodia de la catedral de Toledo Como expresión de devoción eucarística monumental y religiosa por antonomasia,-en conformidad con los criterios hoy convocados a urgente y profunda reforma eucarística eclesial y aún cristiana-, es imprescindible aportar el nombre de la ciudad de Toledo y en la misma, y también fuera de ella, el apellido de los Arfe. Enrique, Antonio y Juan, poseedores de tan ilustre apellido familiar, procedían de la ciudad alemana de Colonia, colaborando con sus respectivos magisterios artísticos al enaltecimiento de la Eucaristía, labrando el primero de ellos -a. 1514-1521-, la custodia de la catedral primada obra cumbre del arte de la orfebrería, dentro y fuera de España.

Fue Enrique quien labró esta custodia, de estructura gótica, considerada por propios y extraños como "el más suntuoso trono que para la Santísima Eucaristía pueda existir en toda la faz de la tierra". Aseguran las crónicas que el coste total fue de "un "cuento" (millón en matemáticas) y 533,357 maravedíes, habiéndosele antes entregado como "refacción" 25 ducados, con el compromiso por parte del Cabildo catedralicio del obsequio por las fiestas de la Navidad de cada año, de varios pares de gallinas". Las custodias labradas por su hijo Antonio, de estilo plateresco, son las de Santiago de Compostela y Medina de Rioseco. De Juan, hijo de Antonio, -severidad greco-romana-, son las de Ávila, Sevilla y Valladolid, perdidas las de León, Burgo de Osma y Burgos.

Al igual que en tantas otras festividades litúrgicas, en la del "Corpus Christi", más se echa de menos una formación-información de la fe y criterios cristianos, con que despejar el camino para comprender y practicar lo extremadamente difícil -imposible- que resulta la equiparación de la "Cena del Señor" y las primeras celebraciones eucarísticas, con las actuales misas solemnes, pontificales o no y, por supuesto, con las procesiones presididas por las autoridades religiosas, militares y civiles.

LLAMAMIENTO A RESPETAR "LA VIDA Y LA DIGNIDAD" PARA "RETOMAR EL DIÁLOGO"
Francisco exige a Ortega el fin de la "grave violencia" en Nicaragua
El Papa defiende en el Angelus el "testamento de amor" del cuerpo y la sangre de Cristo

Jesús Bastante, 03 de junio de 2018 a las 12:24

El Papa hizo un llamamiento a respetar “la vida y la dignidad” para “retomar el diálogo”RD

"Nos aleja de actitudes egoístas, de dar solo cuando hemos recibido, y enciende el deseo de hacernos nosotros, en unión con Jesús, pan partido y sangre derramada por los demás", especialmente "por los que buscan comprensión, aliento, y están solos"

(Jesús Bastante).- "Me uno a mis hermanos obispos de Nicaragua expresando el dolor por las graves violencias, con muertos y heridos, realizadas por grupos armados para reprimir protestas sociales". Un día después de que se conociera la carta enviada a Daniel Ortega, Francisco exigió durante el rezo del Angelus "que cese toda violencia y se aseguren las condiciones para retomar el diálogo".

La situación en el país es dramática, con informaciones que ya hablan de ataques a iglesias y de una protección especial para el obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez. Francisco toma partido por los obispos nicaragüenses y por el pueblo, exigiendo "el compromiso por respetar la vida y la dignidad". "La Iglesia está siempre a favor del diálogo", clamó.

En su reflexión para el Angelus de hoy, festividad el Corpus Christi, Bergoglio recordó el "testamento de amor" que Jesús nos dejó con su cuerpo y su sangre. "En esa fuerza -apuntó-, la comunidad cristiana se une alrededor de la Eucaristía, atraídos por su presencia real" a través del símbolo del pan.

"Cada vez que celebramos la Eucaristía, nosotros experimentamos la nueva alianza, que realiza en plenitud la alianza entre Dios y nosotros, y como partícipes, nosotros, aunque pequeños y pobres, colaboramos en la construcción del Reino de Dios", recordó Francisco, quien añadió que, así, "nos asimilamos a Él, recibimos en nosotros su amor, no para retenerlo celosamente, sino para compartirlo con los demás".

Así, "en la Eucaristía contemplamos a Jesús, pan partido. Esta es la lógica eucarística. Pan partido y donado, sangre derramada para nuestra salvación", una presencia que "nos aleja de actitudes egoístas, de dar solo cuando hemos recibido, y enciende el deseo de hacernos nosotros, en unión con Jesús, pan partido y sangre derramada por los demás", especialmente "por los que buscan comprensión, aliento, y están solos".

Al término de la oración, el Papa recordó que hoy se cumplen 55 años de la muerte de "San Juan XXIII, un pontífice tan amado por el pueblo", cuyos restos se encuentran en Sotto il Monte, siendo venerados por el pueblo. "Que genere en todos propósitos de bien". Bergoglio recordó que esta tarde celebrará en Ostia la procesión y Eucaristía por el Corpus Christi.

Reflexión del Evangelio de la misa del domingo 3 de Junio de 2018

Esclavitudes; IX Domingo ordinario

Son muchas las esclavitudes que ahora sujetan y oprimen al hombre y lo más triste es que él mismo se ha colocado esas cadenas.

Lecturas:

Deuteronomio 5, 12-15: “Recuerda que fuiste esclavo en Egipto”.
Salmo: “El Señor es nuestra fortaleza”.
2 Corintios 4, 6-11: “La vida de Jesús se manifiesta en nuestra carne mortal”.
San Marcos 2, 23- 3,6: “El Hijo del hombre también es dueño del sábado”.

La esclavitud es una aberración que durante siglos sufrió la humanidad y que parecería que con muchos esfuerzos ha logrado superar. Sin embargo, no podremos decir que la hemos superado del todo cuando no se respeta la dignidad de la persona, cuando se manipula su libertad y cuando se le encadena con nuevas ataduras disfrazadas de los más nobles ideales. El hombre puede permanecer esclavo sin darse cuenta. El hombre puede esclavizar a los demás para ponerlos a su servicio. Las lecturas de este día nos invitan a luchar contra toda esclavitud: “Recuerda que fuiste esclavo en Egipto”, nos pide el Deuteronomio y Jesús en el Evangelio desenmascara nuevas esclavitudes.

Quizás en nuestro tiempo no tendrían mucho sentido las palabras de Jesús sobre el sábado ni aún diciendo que “el domingo se hizo para el hombre y no el hombre para el domingo”. Hemos dejado a un lado estas fiestas y nos hemos enfocado en otros ritos y celebraciones. Pero creo que las palabras de Jesús tendrían mucho sentido si miramos lo que ahora nos esclaviza y quizás podríamos parodiar su reflexión diciendo: “el dinero se hizo para el hombre y no el hombre para el dinero”, o también podríamos aplicarlas a otras esclavitudes modernas: “El placer se hizo para el hombre y no el hombre para el placer”. Alguien me decía que para muchos el domingo es sinónimo de futbol y de alcóhol… Son muchas las esclavitudes que ahora sujetan y oprimen al hombre y lo más triste es que él mismo se ha colocado esas cadenas. La misma miopía con que veían las autoridades judías el sábado, que se convirtió de un día de descanso y de liberación en un día de opresión, la misma sucede en la actualidad. Revisemos nuestra vida y encontraremos nuevas esclavitudes.

La política es ciertamente un bien muy necesario para el progreso y el bienestar de los pueblos, pero cuando se manipula la política y se le convierte en instrumento de opresión, pierde todo su sentido. Cuando se sacrifican pueblos y personas en aras de ambición y de desmedido deseo de poder, se pierde todo el equilibrio y se deforma la autoridad cuyo eje central sería el servicio y el cuidado de la comunidad. Los bienes materiales y la producción están dentro del plan de Dios para alimentar al hombre y otorgarle los bienes necesarios para su salud y su bienestar, pero después convertimos en un dios al comercio, la empresa y el negocio, a tal punto que acaban destrozando a las personas en aras del capital. Y así, muchas cosas se convierten en opresión: el deporte  que debería ser descanso y convivencia, se convierte en fanatismo, causa de divisiones y abandono del hogar, de la familia y de Dios; el vino, signo de alegría, se apodera de las personas y las embrutece; el poder que debería ser servicio, se transforma en opresión… y cada uno de nosotros podemos revisar si lo que nos mueve o nos atrae, está en función de la realización de la persona o bien si ya se ha convertido en fuente de esclavitud. Aun cosas muy buenas: el estudio, la religión, o el servicio, cuando se vuelven obsesión e ideología, llegan a ser cadenas. ¿Qué nos diría Jesús? ¿Tenemos el corazón libre?

Continuando el texto nos encontramos con el hombre tullido. Las actitudes de los escribas y fariseos nos parecen estúpidas y llenas de egoísmo. ¿Por qué no son capaces de mirar más allá de sus prejuicios? ¿Por qué prefieren dejar a un hombre imposibilitado en su miseria con tal de conservar sus principios y sus intransigencias? Pero nosotros no estamos muy lejos de estas incongruencias y nos aferramos a nuestros egoísmos y a nuestras ideologías. Sufre mucho nuestro país y todos los sistemas porque lejos de mirar por el bien de la persona humana, se anteponen los intereses de partidos, de sistemas o de trasnacionales. No es raro escuchar entre nosotros: “Si esto no va a ser para mí mejor que no sea para nadie, que se pudra o se destruya…” Y todo por ideologías. De derecha o de izquierda, con apariencia de servicio o con apariencia de seguridad… pero la dignidad de la persona sale lastimada al tomarse decisiones que no están sostenidas por una recta intención, sino con el afán de imponer nuestros criterios y nuestros poderes. En todos lados se presenta: entre las grandes naciones, en los pequeños poblados; entre los partidos y entre los carteles; en la familia y en los grupos.

Nos importa más imponer nuestra ley que buscar el bienestar de la persona. ¿Cuántos mueren de hambre porque los grandes consorcios quieren hacer sentir su fuerza y su poder? ¿Cuántas personas quedan al margen de la salud, no por lo costoso de la medicina, sino por los caprichos de quienes poseen los recursos? ¿Cuántas leyes y propuestas han sido boicoteadas por uno u otro partido, no tanto porque no parezcan buenas, sino porque provienen de alguien distinto? Y esto que miramos entre los pueblos, en los partidos y en la política, sucede también entre nuestros grupos y hasta en nuestra familia. Se toman decisiones no buscando el desarrollo integral de cada una de las personas, sino imponiendo caprichos y criterios manipulados. Hoy pido al Señor que nos permita abrir los ojos y el corazón para descubrir a los “tullidos” que están a nuestro alrededor, a los que no hemos permitido tener acceso a la salud sólo por nuestros caprichos e ideologías. Hoy le pido al Señor Jesús que también a mí me sane de mi mano seca y corta, tan corta que sólo alcanza para mis propios beneficios, que me haga que estire mi mano en servicio y en solidaridad con todos los que están a mi lado. “Señor, sana mi mano seca y tullida”.

Señor Jesús, que has venido a dar libertad plena a la humanidad, concédenos vivir libres de esclavitudes engañosas y tener un corazón dispuesto al amor y a la verdad. Amén.


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