No hizo muchos milagros en aquel lugar a causa de su falta de fe

Evangelio según San Marcos 6,1-6. 

Jesús salió de allí y se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos. 
Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: "¿De dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos? 
¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?". Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. 
Por eso les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa". 
Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos. 
Y él se asombraba de su falta de fe. Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente. 

San Hilario (c. 315-367), obispo de Poitiers y doctor de la Iglesia La Trinidad, 12, oración final

“No hizo muchos milagros en aquel lugar a causa de su falta de fe”

 

Te lo ruego, Padre Santo, Dios todopoderoso, conserva intacto el fervor de mi fe y, hasta mi último suspiro, concédeme que mi voz y mi convicción profunda sean acordes. Sí, que conserve siempre lo que he afirmado en el credo, proclamado en mi nuevo nacimiento, cuando he sido bautizado en el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Concédeme adorarte a ti nuestro Padre, a tu Hijo que contigo es un solo Dios; haz que obtenga tu Espíritu que procede de ti, a través de tu Hijo único.
 Mi fe tiene por ella un excelente testimonio: aquél que declara: “Padre, todo lo que es mío es tuyo, y todo lo que es tuyo es mío” (Jn 17,10). Este testimonio es mi Señor Jesucristo, que es siempre Dios, en ti, de ti y contigo, y es bendito por los siglos de los siglos. Amén.

Rechazado entre los suyos

Jesús no es un sacerdote del Templo, ocupado en cuidar y promover la religión. Tampoco lo confunde nadie con un maestro de la Ley, dedicado a defender la Torá de Moisés. Los campesinos de Galilea ven en sus gestos curadores y en sus palabras de fuego la actuación de un profeta movido por el Espíritu de Dios.

Jesús sabe que le espera una vida difícil y conflictiva. Los dirigentes religiosos se le enfrentarán. Es el destino de todo profeta. No sospecha todavía que será rechazado precisamente entre los suyos, los que mejor lo conocen desde niño.

Al parecer, el rechazo de Jesús en su pueblo de Nazaret era muy comentado entre los primeros cristianos. Tres evangelistas recogen el episodio con todo detalle. Según Marcos, Jesús llega a Nazaret acompañado de discípulos y con fama de profeta curador. Sus vecinos no saben qué pensar.

Al llegar el sábado, Jesús entra en la pequeña sinagoga del pueblo y «empieza a enseñar». Sus vecinos y familiares apenas le escuchan. Entre ellos nacen toda clase de preguntas. Conocen a Jesús desde niño: es un vecino más. ¿Dónde ha aprendido ese mensaje sorprendente del reino de Dios? ¿De quién ha recibido esa fuerza para curar? Marcos dice que Jesús «los tenía desconcertados»¿Por qué?

Aquellos campesinos creen que lo saben todo de Jesús. Se han hecho una idea de él desde niño. En lugar de acogerlo tal como se presenta ante ellos quedan bloqueados por la imagen que tienen de él. Esa imagen les impide abrirse al misterio que se encierra en Jesús. Se resisten a descubrir en él la cercanía salvadora de Dios.

Pero hay algo más. Acogerlo como profeta significa estar dispuestos a escuchar el mensaje que les dirige en nombre de Dios. Y esto puede traerles problemas. Ellos tienen su sinagoga, sus libros sagrados y sus tradiciones. Viven con paz su religión. La presencia profética de Jesús puede romper la tranquilidad de la aldea.

Los cristianos tenemos imágenes bastante diferentes de Jesús. No todas coinciden con la que tenían los que lo conocieron de cerca y lo siguieron. Cada uno nos hacemos nuestra idea de él. Esta imagen condiciona nuestra forma de vivir la fe. Si nuestra imagen de Jesús es pobre, parcial o distorsionada, nuestra fe será pobre, parcial o distorsionada.

¿Por qué nos esforzamos tan poco en conocer a Jesús?
¿Por qué nos escandaliza recordar sus rasgos humanos?
¿Por qué nos resistimos a confesar que Dios se ha encarnado en un profeta?
¿Intuimos tal vez que su vida profética nos obligaría a transformar profundamente nuestras comunidades y nuestra vida?

Domingo 14 Tiempo ordinario – B (Marcos 6,1-6) 8 de julio 2018

XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (Ez 2, 2-5; Sal 122; 2Cor 12, 7b-10; Mc 6, 1-6)

COMENTARIO

Conducido por el Espíritu Santo, Jesús se presenta en la sinagoga en medio de sus paisanos para testimoniar el Evangelio: “Fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga”.

Este movimiento sigue siendo emblemático, pues se nos ha confiado la verdad revelada para ser anunciadores del tiempo de gracia. El profeta anticipaba la actitud del Maestro de Nazaret cuando dice: “El espíritu entró en mí, me puso en pie”.

Suelo decir que los carismas no se inventan, se obedecen. Y en la gracia bautismal hemos recibido todos el don misionero, que nos debe llevar a compartir la fe y a ser testigos de lo que sabemos que es bueno.

Cabe que como san Pablo, sintamos la espina en nuestra carne y nos de pudor anunciar el Evangelio si somos frágiles y necesitados de misericordia. Es conocida la experiencia del Apóstol, que deseaba verse libre de su debilidad y así se lo pidió al Señor; pero Él le respondió de forma distinta a su deseo, y san Pablo llegó a comprender una ley extraña según las categorías culturales: “Cuando soy débil, entonces soy fuerte”.

Para llegar a la sabiduría de la pobreza y de la debilidad, se debe haber experimentado la gracia. Como nos enseña el salmista, la oración es la fuente de sabiduría, y desde la relación teologal que expresa el salmo cabe comprender la paradoja evangélica de sentir fuerza en la misma debilidad.

La súplica que nos corresponde nos la ofrece el salterio: “A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo”. Es diferente el deseo de ser invulnerable de conocer que la gracia nos acompaña en la tarea.

¿Qué llamada tienes?

¿Qué don debes compartir?

¿Te atreves a dar testimonio de la fe?

¿Te echas atrás por sentirte débil y hasta pecador?

 

FRANCISCO DENUNCIA EL "TRABAJO INDIGNO" MARÍTIMO EN EL DOMINGO DEL MAR
El Papa agradece a los patriarcas el encuentro en Bari, "signo elocuente de la unidad de los cristianos"

Da las gracias por "un día especial de oración y reflexión por la paz" en Oriente Medio

Cameron Doody, 08 de julio de 2018 a las 12:48

 Ángelus del Papa FranciscoAgencias

Pedimos al Señor, por intercesión de la Virgen María, que disuelva nuestra dureza de corazón y estrechez de mente, para que estemos abiertos a su gracia y su verdad

(Cameron Doody).- El Papa Francisco hoy en el ángelus ha dado gracias a Dios por su encuentro ayer en Bari con los patriarcas de las Iglesias orientales, un "día especial de oración por la paz" en Oriente Medio y jornada que fue "un signo elocuente de la unidad de los cristianos". En el Domingo del Mar, el pontífice también ha tenido un "recuerdo especial" para quienes viven en situaciones de "trabajo indigno" en el mar, así como para los que luchan contra la contaminación de los océanos. 

Algunas frases de la catequesis del Papa

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! El Evangelio de hoy presenta a Jesús, que regresa a Nazaret y el sábado comienza a enseñar en la sinagoga Desde que se fue y comenzó a predicar en las aldeas vecinas, no ha puesto un pie en su tierra natal. Él ha vuelto

Todo el país ha escuchado a este hijo del pueblo, cuya fama de sabio maestro y poderoso sanador se estaba extendiendo a través de Galilea y más allá

Pero lo que podría considerarse un éxito, se convirtió en un rechazo rotundo

La gente de Nazaret primero escucha y se queda asombrada; luego se pregunta perpleja, y al final se escandaliza

Jesús concluye con la expresión que se ha convertido en proverbial: "Nadie es profeta en su propia tierra"

Nos preguntamos: ¿cómo es que los conciudadanos de Jesús pasan de la maravilla a la incredulidad?

Hacen una comparación entre el origen humilde de Jesús y sus capacidades actuales... En lugar de abrirse a la realidad, se escandalizan

Según los habitantes de Nazaret, ¡Dios es demasiado grande para rebajarse a hablar a través de un hombre tan simple!

Es el escándalo de la encarnación: el evento desconcertante de un Dios hecho carne

El Hijo de Dios revoca todo esquema humano: no son los discípulos los que han lavado los pies del Señor, sino el Señor el que ha lavado los pies a los discípulos

El cambio hecho por Jesús compromete a sus discípulos de ayer y de hoy a una comprobación personal y comunitaria

En nuestros días, podemos tener prejuicios que nos impiden captar la realidad. Pero el Señor nos invita a adoptar una actitud de escucha humilde y de espera dócil

La gracia de Dios a menudo se nos presenta de manera sorprendente, que no corresponde a nuestras expectativas

Pensemos juntos, por ejemplo, en la Madre Teresa de Calcuta...

Dios no se ajusta a los prejuicios. Debemos esforzarnos por abrir el corazón y la mente, para dar la bienvenida a la realidad divina que viene a nuestro encuentro

Se trata de tener fe: la falta de fe es un obstáculo para la gracia de Dios

Muchos bautizados viven como si no existiera Cristo. Repiten los gestos y los signos de la fe, pero no se corresponden a una verdadera adhesión a la persona de Jesús y a su Evangelio

Cada cristiano... está llamado a profundizar en esta pertenencia fundamental, tratando de atestiguar a ella con una conducta coherente de vida

Pedimos al Señor, por intercesión de la Virgen María, que disuelva nuestra dureza de corazón y estrechez de mente, para que estemos abiertos a su gracia y su verdad

Algunas frases de su saludo

¡Queridos hermanos y hermanas!

Ayer, en Bari, con los Patriarcas de las Iglesias del Medio Oriente y sus representantes, vivimos un día especial de oración y reflexión por la paz en esa región

Doy gracias a Dios por este encuentro, que fue un signo elocuente de la unidad de los cristianos

Una vez más, doy gracias a los hermanos jefes de las Iglesias y a aquellos que los representan

Agradezco al arzobispo de Bari, a los colaboradores y a todos los fieles que nos acompañaron y apoyaron con su oración y presencia

Hoy es el "Domingo del Mar", dedicado a la gente del mar y a los pescadores

Rezo por ellos y por sus familias, así como también por los capellanes y voluntarios del Apostolado del Mar

Un recuerdo especial para quienes viven en situaciones de trabajo indigno en el mar, así como para aquellos que están comprometidos a limpiar los mares de la contaminación

¡Os extiendo un saludo cordial a todos vosotros, romanos y peregrinos! Saludo a los fieles que vinieron de Polonia (y hay muchos...), con un pensamiento especial para los participantes en la gran peregrinación anual de la familia Radio Maria al Santuario de Częstochowa

Os deseo a todos un buen domingo. Por favor, no os olvidáis de rezar por mí

Buen almuerzo y adiós

 

Misa con migrantes y refugiados

El Papa clama contra la cultura del descarte que aplasta a pobres y migrantes

“¡Cuántos pobres son hoy aplastados! ¡Cuántos pequeños resultan exterminados! Son todos víctimas de esa cultura del descarte que en cada vez se denuncia más”, clamó el Papa Francisco durante la Misa por los migrantes celebrada en la Basílica de San Pedro del Vaticano este viernes 6 de julio con motivo del quinto aniversario de la visita del Santo Padre a la isla de Lampedusa.

Ante cerca de las 200 personas, entre los que había numerosos refugiados, migrantes y otros desfavorecidos, el Pontífice quiso recordar de forma especial“a los migrantes y a los refugiados, que continúan llamando a las puertas de las naciones que gozan de un mayor bienestar”.

“Hace cinco años, recordando a las víctimas de los naufragios, durante mi visita a Lampedusa, me hice eco de este permanente llamado a la responsabilidad humana: ‘¿Dónde está tu hermano? La voz de su sangre llega hasta mí’, dice el Señor Dios”.

Francisco explicó que “no se trata de una pregunta que se les plantee a otros: es una pregunta que se me hace a mí, a cada uno de nosotros. Lamentablemente, a pesar de las generosas respuestas, no ha sido suficiente y hoy lloramos a miles de muertos”.

“La aclamación del Evangelio de hoy –continuó– contiene esta invitación de Jesús: ‘Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, que yo os aliviaré’. El Señor promete descanso y liberación a todos los oprimidos del mundo, pero nos necesita a nosotros para que su promesa sea eficaz. Necesita nuestros ojos para ver las necesidades de los hermanos y hermanas. Necesita nuestras manos para socorrerlos. Necesita nuestra voz para denunciar las injusticias cometidas ante el silencio de muchos”.

En realidad, matizó el Papa, “debería hablar de muchos silencios: el silencio del sentido común, el silencio del ‘siempre se ha hecho así’, el silencio del ‘nosotros’ siempre contrapuesto al ‘vosotros’. Sobre todo, el Señor necesita de nuestros corazones para manifestar el amor misericordioso de Dios por los últimos, los rechazados, los abandonados, los marginados”.

Por último, señaló que “ante los desafíos migratorios de la actualidad, la única respuesta sensata es la solidaridad y la misericordia; una respuesta que no hace demasiados cálculos, pero que exige una decisión equitativa de las responsabilidades, una evaluación honesta y sincera de las alternativas y una gestión prudente”.

“Política justa es aquella que se coloca al servicio de la persona, de todas las personas interesadas, que prevé soluciones idóneas para garantizar la seguridad, el respeto por los derechos y la dignidad de todos; que sabe mirar al bien de su país teniendo en cuenta el de los otros países en un mundo cada vez más interrelacionado”, concluyó.

La Nueva Cruz en fachada de la Sagrada Familia.

La cruz de 18 toneladas fue colocada en la fachada de la Iglesia

Una impresionante cruz de 18 toneladas fue colocada en el pórtico superior de la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia, la gran obra arquitectónica de Antonio Gaudí ubicada en Barcelona (España). 

La Cruz Gloriosa, de 7,5 metros de alto y 4,25 metros de ancho, fue instalada el lunes 2 de julio sobre el cimacio, a 30 metros de altura, en una compleja operación que exigió el uso de una grúa autopropulsada desde las 7:00 a.m. hasta las 8:30 a.m.

 Se trata de una cruz triunfal, representada sin la imagen de Cristo  Según se informó, la cruz figura en las descripciones del proyecto original y en el primero de los croquis de la fachada de la Pasión, realizado por Gaudí en 1892.  El lunes 9 se instalarán tres ángeles a los pies de la cruz, uno en actitud de veneración que alza las manos como si levantase la cruz, otro que muestra su amor y respeto acariciándola y, el tercero está arrodillado y levantando con una mano el cáliz de la sangre de Cristo.

Jesús sabe que le espera una vida difícil y conflictiva. Los dirigentes religiosos se le enfrentarán. Es el destino de todo profeta. No sospecha todavía que será rechazado precisamente entre los suyos, los que mejor lo conocen desde niño.

Al parecer, el rechazo de Jesús en su pueblo de Nazaret era muy comentado entre los primeros cristianos. Tres evangelistas recogen el episodio con todo detalle. Según Marcos, Jesús llega a Nazaret acompañado de discípulos y con fama de profeta curador. Sus vecinos no saben qué pensar.

Al llegar el sábado, Jesús entra en la pequeña sinagoga del pueblo y «empieza a enseñar». Sus vecinos y familiares apenas le escuchan. Entre ellos nacen toda clase de preguntas. Conocen a Jesús desde niño: es un vecino más. ¿Dónde ha aprendido ese mensaje sorprendente del reino de Dios? ¿De quién ha recibido esa fuerza para curar? Marcos dice que Jesús «los tenía desconcertados»¿Por qué?

Aquellos campesinos creen que lo saben todo de Jesús. Se han hecho una idea de él desde niño. En lugar de acogerlo tal como se presenta ante ellos quedan bloqueados por la imagen que tienen de él. Esa imagen les impide abrirse al misterio que se encierra en Jesús. Se resisten a descubrir en él la cercanía salvadora de Dios.

Pero hay algo más. Acogerlo como profeta significa estar dispuestos a escuchar el mensaje que les dirige en nombre de Dios. Y esto puede traerles problemas. Ellos tienen su sinagoga, sus libros sagrados y sus tradiciones. Viven con paz su religión. La presencia profética de Jesús puede romper la tranquilidad de la aldea.

Los cristianos tenemos imágenes bastante diferentes de Jesús. No todas coinciden con la que tenían los que lo conocieron de cerca y lo siguieron. Cada uno nos hacemos nuestra idea de él. Esta imagen condiciona nuestra forma de vivir la fe. Si nuestra imagen de Jesús es pobre, parcial o distorsionada, nuestra fe será pobre, parcial o distorsionada.

¿Por qué nos esforzamos tan poco en conocer a Jesús?
¿Por qué nos escandaliza recordar sus rasgos humanos?
¿Por qué nos resistimos a confesar que Dios se ha encarnado en un profeta?
¿Intuimos tal vez que su vida profética nos obligaría a transformar profundamente nuestras comunidades y nuestra vida?

Domingo 14 Tiempo ordinario - B
(Marcos 6,1-6)
8 de julio 2018

PAXTV.ORG