Vengan al banquete de las nupcias
- 23 Agosto 2018
- 23 Agosto 2018
- 23 Agosto 2018
María, Reina del Cielo
Sé mi guía, sé mi senda de llegada al Reino. Toca con tu suave mirada mi duro corazón.
Jesús, elevado en la Cruz, nos regaló una Madre para toda la eternidad. Juan, el Discípulo amado, nos representó a todos nosotros en ese momento y luego se llevó a María con él, para cuidarla por los años que restaron hasta su Asunción al Cielo.
María se transformó así no sólo en tu Madre, sino también en la Madre de nuestra propia madre terrenal, de nuestro padre, hijos, de nuestros hermanos, amigos, enemigos, ¡de todos!.
Una Madre perfecta, colocada por Dios en un sitial muchísimo más alto que el de cualquier otro fruto de la Creación. María es la mayor joya colocada en el alhajero de la Santísima Trinidad, la esperanza puesta en nosotros como punto máximo de la Creación. La criatura perfecta que se eleva sobre todas nuestras debilidades y tendencias mundanas. ¡Por eso es nuestra Madre!.
La Reina del Cielo es también el punto de unión entre la Divinidad de Dios y nuestra herencia de realeza. Nuestro legado proviene del primer paraíso, cuando como hijos auténticos del Rey Creador poseíamos pleno derecho a reinar sobre el fruto de la creación, la cual nos obedecía. Perdido ese derecho por la culpa original, obtuvimos como Embajadora a una criatura como nosotros, elevada al sitial de ser la Madre del propio Hijo de Dios.
¡Y Dios la hace Reina del Cielo, y de la tierra también!. Allí se esconde el misterio de María como la nueva Arca que nos llevará nuevamente al Palacio, a adorar el Trono del Dios Trino. María es el punto de unión entre Dios y nosotros. Por eso Ella es Embajadora, Abogada, Intercesora, Mediadora. ¿Quién mejor que Ella para comprendernos y pedir por nuestras almas a Su Hijo, el Justo Juez?. María es la prueba del infinito amor de Dios por nosotros: Dios la coloca a Ella para defendernos, sabiendo que de este modo tendremos muchas más oportunidades de salvarnos, contando con la Abogada más amorosa y misericordiosa que pueda jamás haber existido. ¿Somos realmente conscientes del regalo que nos hace Dios al darnos una Madre como Ella, que además es nuestra defensora ante Su Trono?.
Si tuvieras que elegir a alguien para que te defienda en una causa difícil, una causa en la que te va la vida. ¿A quien elegirías?.
Dios ya ha hecho la elección por ti, y vaya si ha elegido bien: tu propia Madre es Reina y Abogada, Mediadora e Intercesora.
¿Qué le pedirías a Ella, entonces?.
Reina del Cielo, sé mi guía, sé mi senda de llegada al Reino. Toca con tu suave mirada mi duro corazón, llena de esperanza mis días de oscuridad y permite que vea en ti el reflejo del fruto de tu vientre, Jesús. No dejes que Tus ojos se aparten de mi, y haz que los míos te busquen siempre a ti, ahora y en la hora de mi muerte.
Santa Rosa de Lima
Celebrado el 23 de agosto
En Argentina y México, oficio ferial; en ambos países la fiesta de Santa Rosa de Lima, virgen, Patrona de América Latina, se celebra el 30 Agosto.
(*ver nota aclaración )
Santa Rosa de Lima, virgen
Santa Rosa, virgen, que, insigne desde muy niña por su austera sobriedad de vida, en Lima, en el Perú, vistió el hábito de las Hermanas de la Tercera Orden de Santo Domingo. Entregada a la penitencia y a la oración, y ardiente de celo por la salvación de los pecadores y de la población indígena, aspiraba a dar la vida por ellos, sometiéndose de buena gana a toda clase de sufrimientos para ganarlos para Cristo. Su muerte tuvo lugar el día veinticuatro de agosto. (1617)
patronazgo: patrona de América del Sur, de Perú, Filipinas, y Lima, de los jardineros y floristas; auxilio en las disputas familiares; para pedir un buen parto, protectora contra las lesiones y el sarpullido.
tradiciones, refranes, devociones: El día 30 de agosto (antigua fiesta litúrgica, que aun se celebra en Perú) se asocia con una tormenta a la que se llama precisamente «tormenta de santa Rosa».
Refrán: San Marcos llena los charcos, Santa Rosa los rebosa y Santa Lucía los vacía.
Santa Rosa de Lima, Año 1617 .
El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones". Lo cual es mucho decir.
Nacida en Lima, Perú, en 1586 (año de la aparición de la Virgen en Chiquinquirá, [ 9 julio] ) fue la primera mujer americana declarada santa por la Iglesia Católica. En el bautizo le pusieron el nombre de Isabel, pero luego la mamá al ver que al paso de los años su rostro se volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla con el nombre de Rosa.
Y el Sr. Arzobispo al darle la confirmación le puso definitivamente ese nombre, con el cual es conocida ahora en todo el mundo. Desde pequeñita Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a la meditación. Un día rezando ante una imagen de la Virgen María le pareció que el niño Jesús le decía: "Rosa conságrame a mí todo tu amor".
Y en adelante se propuso no vivir sino para amar a Jesucristo. Y al ir a su hermano decir que si muchos hombres se enamoraban perdidamente era por la atracción de una larga cabellera ó de una piel muy hermosa, se cortó el cabello y se propuso llevar el rostro cubierto con un velo, para no ser motivo de tentaciones para nadie. Quería dedicarse únicamente a amar a Jesucristo.
Se propuso irse de monja Agustina. Pero el día en que fue a arrodillarse ante la imagen de la Virgen Santísima para pedirle que le iluminara si debía irse de monja ó no, sintió que no podía levantarse del suelo donde estaba arrodillada. Llamó a su hermano a que le ayudara a levantarse pero él tampoco fue capaz de moverla de allí. Entonces se dio cuenta de que la voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desiste desde ahora de su idea".
Tan pronto pronunció estas palabras quedó totalmente sin parálisis y se pudo levantar del suelo fácilmente. Entonces vino a saber que la más famosa terciaria dominica es Santa Catalina de Siena (29 de abril) y se propuso estudiar su vida e imitarla en todo. Y lo logró de manera admirable. Se fabricó una túnica blanca y el manto negro y el velo también negro para la cabeza, y así empezó a asistir a las reuniones religiosas del templo. Su padre fracasó en el negocio de una mina y la familia quedó en gran pobreza.
Entonces Rosa se dedicó durante varias horas de cada día a cultivar un huerto en el solar de la casa y durante varias horas de la noche a hacer costuras, para ayudar a los gastos del hogar. Es difícil encontrar en América otro caso de mujer que haya hecho mayores penitencias. No las vamos a describir todas aquí porque muchas de ellas no son para imitar. Pero sí tenemos que decir que lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo, su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida. Y en ella, como en todas las cenicientas del mundo se ha cumplido lo que dijo Jesús: "quien se humilla será enaltecido". Una segunda penitencia de Rosa de lima fue la de los alimentos.
Su ayuno era casi continuo. Y su abstinencia de carnes era perpetua. Comía lo mínimo necesario para no desfallecer de debilidad. Aún los días de mayores calores, no tomaba bebidas refrescantes de ninguna clase, y aunque a veces la sed la atormentaba, le bastaba mirar el crucifijo y recordar la sed de Jesús en la cruz, para tener valor y seguir aguantando su sed, por amor a Dios. Dormía sobre duras tablas, con un palo por almohada. Alguna vez que le empezaron a llegar deseos de cambiar sus tablas por un colchón y una almohada, miró al crucifijo y le pareció que Jesús le decía: "Mi cruz, era mucho más cruel que todo esto". Y desde ese día nunca más volvió a pensar en buscar un lecho más cómodo.
Los últimos años vivía continuamente en un ambiente de oración mística, con la mente casi ya más en el cielo que en la tierra. Su oración y sus sacrificios y penitencias conseguían numerosas conversiones de pecadores, y aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes. En la ciudad de Lima había ya una convicción general de que esta muchacha era una verdadera santa. Desde 1614 ya cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, demuestra su gran alegría. Y explica el porqué de este comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a estar para siempre junto al amadísimo Salvador. Tenía 31 años.
Los milagros empezaron a sucederse en favor de los que invocaban la intercesión de Rosa, y el sumo pontífice la declaró santa y la proclamó Patrona de América Latina.-
Rosa de Lima: la más bella rosa que ha producido nuestro continente: no dejes un solo día de rezar a tu gran amigo Jesucristo, por este continente americano tan supremamente necesitado de las bendiciones de Dios.
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* NOTA: En el caso de santa Rosa de Lima, su vida ocurrió en el cruce de caminos de las tradiciones populares y la fijación normativa de las cuestiones relativas al culto. Así, a pesar de que murió un 23 de agosto, se la comenzó a celebrar el día 30 de agosto, ya desde el principio, posiblemente porque en ese día se haya trasladado alguna reliquia, o por algún otro acontecimiento semejante. Con esa fecha quedó inscripta en el breviario romano, pero cuando se relaizó su proceso canónico, se le asignó la fecha del 26 de agosto (no 23). Un siglo más tarde del proceso, cuando los Bolandistas publican, en 1745, sus "Acta Sanctorum", erudito monumento al saber hagiográfico, ya nadie recuerda exactamente por qué se la celebra el 30 de agosto, así que dicen respectod e esta fecha: "en este día [es decir, el 30 de agosto] la recoge el breviario romano, pero nosotros seguimos la fecha del Calendario Romano [es decir, en ese momento, el 26]" (Acta Sanctorum, agosto, t. VI, pág 543).
Ya más tarde, la fecha del 26 de agosto, que ni era popular ni era la de su muerte, desapareció como fecha de celebración, y la inscripción en el calendario osciló entre el 23 y el 30 de agosto. El 23 por ser la propia, y el 30 por ser la arraiganda popularmente.
En la actualidad, con la reforma dle calendario litúrgico, se tomó la determinación de colocar su fecha litúrgica donde correspondería, es decir, el 23 de agosto, excepto en aquellos territorios donde el 30 de agosto sea tan tradicional, que no tenga sentido moverla, como ocurre en Perú y en muchas diócesis del continente americano.
Claves de este artículo: Fechas de las celebraciones, Historia del santoral,Santoral y Liturgia
San Nersès Snorhali (1102-1173)
Patriarca armenio
Jesús, Hijo único del Padre
«Vengan al banquete de las nupcias» (Trad. ©Evangelizo.org)
A tus nupcias Que el Padre ha preparado para ti, oh Hijo único, La voz de tus servidores también me ha llamado, Para que me alegre en tus inefables alegrías, Desde ya aquí abajo en el misterio de tu altar Y un día allá arriba en la ciudad celestial (Ap 21:2s) En una alegría eterna, Inexpresable inmutable. Pero porque no cargo el espléndido hábito, Digno de la sala de las nupcias, Pues he ensuciado el de la fuente sagrada del bautismo Por los pecados negros del alma, Oh Señor insondable…, Ahora revísteme de ti de nuevo (Ga 3:27), Y regrésale su esplendor de antes A mi primer vestido ahora sucio. Para que no escuche tu voz, Señor, Pronunciar el nombre de «amigo» con la expresión digna de piedad, Y que no sea como él arrojado Al abismo por siempre.
Dichosos, hemos sido invitados.
Santo Evangelio según San Mateo 22, 1-14. Jueves XX de Tiempo Ordinario.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Señor, por la vida, por mi familia y por cada uno de los dones que me concedes. Ayúdame a darme cuenta de la grandeza de tu amor por mí y a obrar de acuerdo a aquello que esperas de mí.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Ninguno de nosotros puede decir que merece una entrada directa al cielo. La invitación a tomar parte en este banquete depende sólo de la generosidad y amor de Dios. Sin embargo, sí depende de nosotros el aceptarla o no; y Él siempre, siempre, respeta esa decisión. Toda decisión lleva consigo sus consecuencias, los que rechazan la invitación no volverán a ver más a su rey y quién la acepta debe de llevar un traje de bodas. Aun así su mensaje es, y siempre será, una invitación y no una imposición.
La generosidad y el amor de Dios no tienen más límite que aquel que el hombre quiera poner, pues es la única creatura que puede decir "no" a su creador. Con esta parábola, Jesús quiere mostrarles a los fariseos y a los sacerdotes la fealdad de su resistencia al mensaje divino y las terribles consecuencias que ésta trae consigo, dándoles una vez más la posibilidad de arrepentirse y cambiar.
Dios está como un mendigo a la espera de que nos demos cuenta de cuanto nos ama, para que, una vez que tomemos una decisión y nos pongamos el traje de bodas, pueda tomarnos en sus brazosy conducirnos al banquete eterno.
"Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero": dice "bodas" porque Jesús es el esposo de la Iglesia- esta invitación nos llama a experimentar la íntima unión con Cristo, fuente de alegría y de santidad. Es una invitación que alegra y juntos empuja hacia un examen de conciencia iluminado por la fe. Si por una parte, de hecho, vemos la distancia que nos separa de la santidad de Cristo, por la otra creemos que su Sangre viene "esparcida para la remisión de los pecados". Todos nosotros fuimos perdonados en el bautismo y todos nosotros somos perdonados o seremos perdonados cada vez que nos acercamos al sacramento de la penitencia. Y no os olvidéis: Jesús perdona siempre. Jesús no se cansa de perdonar. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón.
(Homilía de S.S. Francisco, de 201).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hacer una visita a Cristo Eucaristía pidiendo luz y fortaleza para ser fiel a Dios y saber escuchar y responder a la invitación que hoy quiere hacerme.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Todos invitados a la boda del Hijo del Rey
El banquete de fiesta como una semejanza del Juicio Final
1. Lógicamente, después de escuchar el salmo 129 con que hemos comenzado la celebración eucarística: "Si llevas cuenta de los delitos, Señor, quién podrá resistir" tu presencia, hemos reconocido nuestros pecados, poniendo la confianza absoluta en El, "porque de El procede el perdón" y sólo espera que se lo pidamos para perdonarnos y olvidar nuestros pecados como si los arrojara a lo más profundo del océano.
2. Le está llegando la Hora a Jesús. Le quedan pocos días de vida. Tanto en la parábola de los homicidas de la viña del domingo anterior, como en la de hoy, la invitación a la boda rechazada por unos hombres descorteses que se van a sus negocios, como por otros más vengativos y criminales, que ultrajaron a los criados y les mataron, ya profetizó su próxima muerte. Ambas parábolas son proféticas y en ellas Jesús quiere dejarles claro a sus enemigos que les ve venir y que está dispuesto a obedecer la voluntad del Padre, no huyendo de la muerte que ve cercana, sino manteniéndose firme ante el peligro inminente, que, por otra parte desea con anhelo que llegue, pues para esto ha venido.
Las dos parábolas desvelan igualmente el castigo que recibirá Israel: “El rey, montando en cólera, envió sus ejércitos, hizo matar a aquellos asesinos y prendió fuego a la ciudad”. Este anuncio profético se cumplió pavorosamente, en la invasión de Vespasiano y la destrucción de Jerusalén por los ejércitos romanos de Tito.
3. Iluminado Isaías por la intuición profética, describe un cuadro fascinante, en que resplandece en toda su amplitud el universalismo mesiánico. Presenta Isaías a Dios como un gran Rey, que ofrece el banquete de las bodas de su hijo a todas las naciones, en su palacio, en el Monte Sión, situado en Jerusalén, con "Manjares suculentos, enjundiosos, vinos generosos" Isaías 25,6. Se queda corto el profeta, porque no llegó a vislumbrar en toda su realidad espiritual y universal el banquete mesiánico, la Eucaristía, prenda del banquete de la bienaventuranza. Ah! Si nosotros por una gracia especial, pudiéramos atisbar lo que es la Comunión!
La incorporación a Dios, nuestra unidad con El, como la experimentó al comulgar un día Santa Teresa, que se le llenó la boca de sangre viva y caliente. ¡Qué impresión! Con frase lacónica y certera define el Concilio Vaticano II: “La santísima Eucaristía es el centro y cima de la Palabra y de los otros sacramentos” (Decreto Ad gentes). En Roma se está celebrando el Sínodo sobre la Eucaristía, presidido por el Papa Benedicto XVI.
Pidamos a Dios que se estudien y se sepan poner de relieve los regalos admirables de tan gran sacramento para que el pueblo de Dios lo sepa aprovechar, acudiendo, frecuentando, adorando, contemplando, en sentido contrario a lo que han hecho los invitados que dejándose arrastrar por las cosas urgentes, han omitido la más necesaria: “María ha elegido la mejor parte”. “De qué le sirve al hombre al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma?”.
4. Dios inaugurará con este banquete una era de alegría sin fin. Quitará el velo, signo del luto que pesa sobre los pueblos por la desgracia de su castigo. Dios enjugará las lágrimas de todos los ojos entenebrecidos y aniquilará la muerte, el mal terrible, temido y universal.
Los cananeos que celebraban cada año al comienzo de la primavera la victoria de Baal, dios de las alturas, sobre Mot, dios de la muerte, entendían la inmortalidad, pero no podían entender el grito de la resurrección: "¿Dónde está, muerte, tu victoria?" (1 Cor 15,55). "Muerte, yo seré tu muerte" (Os 13,14).
5. A este festín están invitados todos los pueblos de la tierra. Aquí toma origen la parábola de hoy, que se basa en otra, procedente de la cultura religiosa judía. Jesús conoce la cultura de su pueblo y la utiliza. Del Cántico de la viña de Isaías sacó la parábola del domingo anterior, y hoy, la de la boda del hijo del rey, que tiene este precedente: Murió un publicano rico y fue enterrado con todos los honores. Se declaró luto en la ciudad y acudieron todos a su entierro. Murió también un escriba pobre, pero piadoso, y a su entierro no fue nadie. Y se preguntaban: ¿Dónde está la justicia de Dios que no vela por los suyos y permite que los impíos sean glorificados por todos, mientras que el escriba pobre y piadoso, muere en el anonimato?
La explicación era la siguiente: el publicano rico había hecho una obra buena y, merecía ser recompensado por ella. ¿Cuál? Preparó un banquete e invitó a toda la gente representativa: fariseos, escribas, sacerdotes. Estos no quisieron acudir a la invitación del publicano, para no rebajarse comiendo con él pues era pecador. Ante el desaire a su invitación, el publicano rompió con la aristocracia religiosa y puritana, e invitó a los pobres al banquete para que no se estropease la comida. Con este trasfondo, Jesús crea su parábola, y para poner de relieve la bondad de Dios, compara al rey con este publicano que ofrece el banquete sin distinciones racistas.
Los oyentes, escuchaban complacidos la parábola porque ellos eran los puros que habían rehusado el banquete del publicano; los santos que habían respetado la pureza legal. Pero Jesús, según Lucas, ha terminado de hablar, diciendo: "Os digo que ninguno de aquellos invitados gustará mi cena" (Lc 14,24). ¿Qué ha querido decir Jesús? Mi invitación a entrar en el Reino, a aceptar mi persona y mi mensaje, es la invitación de Dios mismo.
Ninguno de vosotros tendrá parte en el banquete del Reino de los cielos. Mateo 22, 1. Vosotros mismos os habéis autoexcluido. Pero si podéis excluiros, lo que no podéis es impedir que se celebre la boda y que participen los publicanos, pecadores y meretrices, que vagan despreciados por los caminos, pero que han sido capaces de cambiar interiormente.
6. Siempre que Jesús habla de la felicidad eterna del Reino de los cielos, comienza así: El reino de los cielos se parece a..., es decir, nos habla de un parecido, no de la realidad por nuestra incapacidad de entenderla. En la parábola de hoy, el reino de los cielos se parece a una boda, porque en la boda reina la alegría, se estrecha la amistad, en medio de la euforia se inician nuevos amigos, se cierran heridas, hay regalos, flores, coches, baile, trajes lujosos, tocados artísticos, abundancia gratuita, luces, perfumes, belleza, alfombras ornamentales, fiesta. Y, cuando, como en este caso se trata nada menos que la boda del Príncipe, del Hijo del rey, enardece la imaginación para sugerirnos con mayor relieve las bodas del Hijo de Dios con la Iglesia, como camino universal de la entera humanidad, a la que se entrega por amor eterno, universal y para siempre. Y esa boda prefigura y es camino de las bodas eternas del Cordero: “Comed, amigos y bebed, embriagaos, mis queridos” (Cant 5,1).
“Entonces te desposaré conmigo para siempre, en la benignidad y en el amor” (Os 3,21). “Oí una voz como de grandes aguas, que decía: Alegrémonos y gocémonos, porque ha llegado la boda del Cordero, y su Esposa se ha embellecido, y le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura, las buenas obras de los santos. ¡Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero” (Ap 19,7).
7. "Cuando el rey entró a saludar a los comensales, en un acto judicial que evoca el juicio final, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta". El vestido de boda significa la acción santificadora de Dios sobre el hombre: "me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo" (Is 61,10), el triunfo de la justicia y la santidad de Dios, participada por el hombre mediante la gracia santificante y la riqueza de los Dones del Espíritu Santo. Y como no llevaba el traje de gala, la gracia, fue excluido del banquete, "atadlo de pies y manos y arrojadlo a las tinieblas exteriores", lejos de Dios, de la luz a las tinieblas, a la gehena del fuego: "Allí será el llanto y el rechinar de dientes".
La invitación al banquete es gratuita, pero su aceptación requiere el vestido que también se da gratis: basta con despojarse de los andrajos del pecado del hombre viejo, en el sacramento de la misericordia y tejerlo con las buenas obras de la conversión: “Por esto quien comiere el pan del Señor o bebiere el cáliz del Señor indignamente, será reo del cuerpo y de la sangre del Señor. Examínese pues el hombre, y entonces coma del pan y beba del cáliz” (1 Cor 11,27).
8. En el Salmo 22, David, que conocía por experiencia su solicitud como pastor por cada una de las ovejas de su rebaño, ha elegido la figura del pastor para significar la acción de Dios en cada hombre y en cada suceso de la historia. Con gran belleza compara a Dios con el pastor que se preocupa de sus ovejas, y les busca y elige los pastos mejores y las conduce a las aguas más frescas, tan codiciadas en las zonas semiesteparias de Palestina, y siente que nada le falta, porque descansa en el oasis buscado y encontrado por El. ¡Qué consolador en medio de la tormenta y de la duda de las horas bajas conocer que tenemos tan buen y gran Dios, que va delante de nosotros, su rebaño escogido y amado y cuidado con tanto cariño!
Participemos con gratitud en el banquete Eucarístico, que "es la mesa que prepara para nosotros la bondad y la misericordia del Señor. Las verdes praderas en que nos hace recostar, y las fuentes tranquilas en las que repara nuestras fuerzas, para seguir caminando, si es preciso, por cañadas oscuras, hasta llegar a habitar en la casa del Señor, por años sin término".
9. Terminemos como hemos comenzado: "Si llevas cuenta de los pecados, Señor, ¿quién podrá resistir" tu juicio?" Pensando esto, a la vez que se cura nuestro orgullo y nuestra suficiencia, no nos deprime la confesión de nuestras debilidades e impotencia y nos cuesta menos abandonar nuestro cuidado entre las azucenas olvidado. Dios no es un ser oscuro, una energía anónima y bruta, un hecho incomprensible. Es una persona que siente, que obra y actúa, ama y participa en la vida de sus criaturas y no es indiferente a sus obras, y menos a sus hijos los hombres."Es la magnificencia con que el Padre nos provee, conforme a su riqueza en Cristo Jesús" Filipenses 4,12. Jesús Martí Ballester
No pronunciarás el nombre de Dios en vano
Papa Francisco invita a huir de la hipocresía y pide ser cristianos coherentes y sin falsedad
Por: Redacción | Fuente: ACI Prensa
El mandamiento “No pronunciarás el nombre de Dios en vano” centró la catequesis del Papa Francisco de la Audiencia General de este miércoles, en la que el Pontífice pidió llevar una vida coherente para que el anuncio de la Iglesia sea mejor escuchado.
En la catequesis, aseguró que “si se multiplican los cristianos que se hacen cargo del nombre de Dios sin falsedad, el anuncio de la Iglesia será escuchado mejor y resultará más creíble”.
“Si nuestra vida concreta manifiesta el nombre de Dios se verá qué hermoso es el Bautismo y qué grande es el don de la Eucaristía”, añadió.
El Santo Padre expresó que “de la cruz de Cristo en adelante ninguno puede despreciarse a sí mismo y pensar mal de su propia existencia” “a pesar de cualquier cosa que haya hecho”, “porque el nombre de cada uno de nosotros está sobre los hombros de Cristo. Vale la pena tomar en nosotros el nombre de Dios porque Él se ha hecho cargo de nuestro nombre hasta el fondo, también del mal que hay en nosotros, para poner en nuestro corazón su amor”.
“Justamente leemos esta Palabra como la invitación a no ofender el nombre de Dios y evitar usarlo de forma inoportuna. Este claro significado nos prepara para profundizar más sobre estas preciosas palabras”, dijo el Papa.
Francisco dijo que “en la Biblia, el nombre es la verdad íntima de las cosas y sobre todo de las personas”. “El nombre representa a menudo la misión”, dijo para poner de ejemplo a continuación a Abraham o a Simón Pedro en los Evangelios, quienes reciben un nombre nuevo para indicar el cambio de la dirección de su vida”.
“Conocer verdaderamente el nombre de Dios lleva a la transformación de la propia vida”, indicó.
El Papa también dijo que “el nombre de Dios, en los ritos hebreos, viene proclamado solemnemente en el Dios del Gran Perdón y el pueblo viene perdonado porque por medio del nombre se entra en contacto con la vida misma de Dios que es misericordia”.
“Tomar sobre uno el nombre de Dios quiere decir asumir en nosotros su realidad, entrar en una relación fuerte, estrecha con Él. Para nosotros los cristianos, este mandamiento es el reclamo a recordarnos de que somos bautizados ‘en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo’, como afirmamos cada vez que hacemos en nosotros mismos el signo de la cruz, para vivir nuestras acciones cotidianas en comunión sentida y real con Dios, es decir, en su amor”.
Pero el Papa advirtió de que “se puede vivir un relación falsa con Dios” y “esta Palabra del Decálogo es la invitación a una relación con Dios sin hipocresías, a una relación en la cual nos confiamos a Dios con todo aquello que somos”.
“En el fondo –continuó–, hasta el día en el que no arriesgamos la existencia con el Señor tocando con la mano que en Él se encuentra la vida, hacemos solo teorías”.
“Esto es el cristianismo que toca los corazones. ¿Por qué los santos son capaces de tocar el corazón?”, se preguntó. “Porque en los santos vemos aquello que nuestro corazón desea profundamente: autenticidad, relaciones verdaderas, radicalidad”, y esto se observa también en esos ‘santos de la puerta de al lado que son, por ejemplo, los padres que dan a los hijos ejemplo de una vida coherente, simple, honesta y generosa”.
La Iglesia: una familia de familias
Del 22 al 26 de agosto miles de personas se reunirán en Irlanda para participar en el encuentro Mundial de las Familias
Mañana, 22 de agosto de 2018, empieza el Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en Dublín, Irlanda y que contará con la presencia del Papa Francisco durante el festival de las familias y la Misa de Clausura.
Mientras se lleva a cabo los últimos preparativos para este gran evento de la Iglesia Universal, compartimos este video promocional difundido por la Arquidiócesis de Dublín en su página web y que está disponible en varios idiomas.
EL GOBIERNO APROBARÁ ESTE VIERNES SACAR LOS RESTOS DEL 'GENERALÍSIMO"
Aradillas, ante la exhumación del dictador: "No pocos de los obispos españoles siguen siendo franquistas"
"Siguen siéndolo de verdad y hasta sus penúltimas consecuencias anti-conciliares y anti-franciscanas"
Antonio Aradillas, 23 de agosto de 2018 a las 12:34
Franco bajo palio
El cambio-cambio en la Iglesia - también por lo que respecta, recuerda y reprodujo el franquismo-, sigue llamando a las puertas de la religiosidad, con aldabonazos de hipocresías y fariseísmos
- Las visitas al Valle de los Caídos se disparan tras el anuncio de la exhumación de Franco
- El prior del Valle da la clave para entregar los restos de Franco: que la orden provenga del Rey
- El Gobierno ya tiene lista la fórmula jurídica para sacar a Franco del Valle
(Antonio Aradillas, sacerdote y escritor).- Me atengo asépticamente a lo referido por la RAE acerca del "franquismo", cuya definición es la del "movimiento político y social de tendencia totalitaria, iniciado en España durante la Guerra Civil de 1936-1939 en torno al General Franco y desarrollado durante los años que ocupó la Jefatura de Estado".
Tal y como andan de revueltos los tiempos, con "Memorias Históricas" y el Valle de los Caídos, creo de especialísimo interés la reflexión sobre el tema, aceptando su complejidad y las limitaciones inherentes a un artículo, aunque con algunas referencias a mi libro titulado "La Iglesia en el cambio", que en su día, -enero de 1986- fuera editado por "Plaza y Janés".
Está de más destacar que, con Concordatos o sin ellos, todos -absolutamente todos- los obispos de la Iglesia española, con sus cascadas de canónigos, arciprestes, párrocos y sub-párrocos, también los dirigentes laicos de los movimientos católicos, Superiores de Órdenes y Congregaciones Religiosas, priores/as, abades y abadesas, fueron franquistas convencidos y "por la gracia de Dios". Está de más destacar que no pocos de ellos siguen siéndolo todavía, de verdad y hasta sus penúltimas consecuencias anti conciliares y anti "franciscanas". El cambio-cambio en la Iglesia - también por lo que respecta, recuerda y reprodujo el franquismo-, sigue llamando a las puertas de la religiosidad, con aldabonazos de hipocresías y fariseísmos.
Religión católica y Estado político llegaron a compenetrarse de manera tal, y con tan amplios asentimientos, hasta constituir una unidad de trabajo y destino en lo particular, en lo nacional y en lo universal, en esta vida y hasta en la otra. Todas las instituciones del Estado eran Iglesia y todas las eclesiásticas eran, a su vez, y de manera unánime, cívico- política o estatales.Unas y otras olían a incienso. Ambas se sometían - o las sometían- entre sí, y los pecados contra unas tenían valoración y penitencias similares. Los obispos habrían de ser, y estar, de por sí, tan sumisos al estamento político, como los gobernadores civiles al eclesiástico. Y todo ello, avalado por el Concordato y decretos complementarios. La idea de la "Cruzada" lo informaba todo, o casi todo, y el propio Franco fue incluso reconocido y proclamado como "enviado de Dios", con su liturgia, privilegios y parafernalias.
En este primer recuento de canonizaciones laudatorias a propósito de la muerte de Franco, me limito a extractar lo predicado y escrito en los Boletines Oficiales por los Cardenales de Nuestra Santa Madre la Iglesia en sus respetivas diócesis en "acontecimiento tan luctuoso para la Iglesia y para el Estado".
Prologo los textos con el telegrama que envió Su Santidad Pablo VI, expresando su condolencia, a don Alejandro Rodríguez de Valcárcel, presidente del Consejo de Regencia, uno de cuyos miembros era el arzobispo de Zaragoza, monseñor Cantero Cuadrado:
"En el momento en el que el Generalísimo Francisco Franco Bahamonde es llamado a la eternidad, queremos expresar al Consejo del Reino y al pueblo español nuestros sentimientos de profunda congoja, mientras ofrecemos fervientes sufragios por el eterno descanso de su alma, e invocamos sobre esta amada nación copiosas bendiciones divinas en señal de concordia y de progreso cristianos".
En honor a la verdad histórica, y sin comentario alguno, ofrezco a continuación una breve antología de párrafos de las homilías que nuestros Cardenales pronunciaron en las exequias del Jefe del Estado, en las catedrales de sus respectivas diócesis:
"En esta hora nos sentimos todos acongojados ante la desaparición de esta figura auténticamente histórica. Nos sentimos, sobre todo, doloridos ante la muerte de alguien a quien sinceramente queríamos y admirábamos. Hay lágrimas en muchos ojos, y yo quiero que mis primeras palabras de obispo sean para recordar a todos, a la luz de nuestra fe cristiana, que los muertos no mueren del todo... Y este amor de Franco a Dios es el que sí puedo elogiar en esta hora. Cada hombre tiene distintas maneras de amar. La del gobernante es la entrega total, incansable -llena a veces, de errores inevitables- , incomprendida casi siempre, al servicio de la comunidad nacional... Creo que nadie dudará en reconocer aquí conmigo la absoluta entrega, la obsesión diría, con la que Francisco Franco se entregó a trabajar por España, por el engrandecimiento material y espiritual de nuestro país, con olvido incluso de su propia vida. Ha muerto uniendo los nombres de Dios y de España... Gozoso porque moría en el seno de la Iglesia de la que siempre ha sido hijo fiel... Si todos cumplimos con nuestro deber, con la entrega con que lo cumplió Francisco Franco, nuestro país no debe temer por el futuro". (Cardenal Tarancón, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española).
"Ante ese cadáver han desfilado tantos, que necesariamente han tenido que ser pocos, en comparación con los muchos más que hubieran querido poder hacerlo para dar testimonio de su amor al Padre de la Patria que con tan perseverante desvelo se entregó a su servicio... Brille la luz del agradecimiento por el inmenso legado de realidades positivas que nos deja ese hombre excepcional. Esa gratitud que está expresando el pueblo y que le debemos todos, la sociedad civil y la Iglesia, la juventud y los adultos, la justicia social y la cultura extendida a todos los sectores... La civilización cristiana a la que quiso servir Francisco Franco, y sin la cual la libertad es una quimera, nos habla de la necesidad de Dios en nuestrasvidas...". (Cardenal González Martín, arzobispo de Toledo y Primado de España). "Nosotros somos testigos de las múltiples manifestaciones de los sentimientos religiosos del ilustre difunto. Hemos constatado su gran espíritu patriótico y hemos admirado su total dedicación al servicio de España". (Cardenal Jubany, arzobispo de Barcelona).
"Es muy natural que la nación entera -y con ella nuestra ciudad- se sienta sacudida por este fallecimiento, y que todos nosotros, como ciudadanos españoles, llenemos los templos, primero para orar por el alma de Francisco Franco, cuya persona ha estado vinculada a todas las nuestras, y luego, para implorar de Dios una asistencia especial sobre nuestro pueblo". (Cardenal Bueno Monreal, arzobispo de Sevilla).