No hay mejor predicación que la propia vida
- 05 Septiembre 2018
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RD DESVELA LA RED DE MILLONARIOS ESPECULADORES QUE QUIERE COMPRAR CAMBIOS EN LA DOCTRINA
Dinero sucio: la Iglesia capitalista que usa a Viganò para atacar a Francisco
Los medios que publicaron el 'testimonio' del exnuncio están en manos de lobbies ultraliberales
Cameron Doody, 04 de septiembre de 2018 a las 15:58
(Cameron Doody).- ¿Cómo es posible que un medio de comunicación de la Iglesia ataque al Papa? Esa es la pregunta que muchos católicos se están haciendo después de que el National Catholic Register, web que pertenece al conglomerado fundado por la Madre
Ángelica, EWTN, conspirara con el arzobispo Carlo Maria Viganò para intentar manchar a Francisco con acusaciones de encubrimiento de abusos.
Como parte importante de la respuesta, muchos observadores de la actualidad eclesial están señalando a la nueva oleada de multimillonarios conservadores que piensan que dar dinero a la Iglesia y a organizaciones eclesiales les da derecho a voz y voto en la definición de su doctrina.
Mucho antes de que se saltara la bomba del 'informe Viganò', National Catholic Reporter publicó un artículo de investigación que ayuda a explicar las ofensivas contra Bergoglio que han montado en los últimos días el National Catholic Register y medios parecidos como LifeSite News o Church Militant. En dicho artículo, el National Catholic Reporter consiguió poner nombre a los multimillonarios que financian, desde la sombra, a la Iglesia rigorista en los EEUU.
La Fundación Papal es quizás la cara más visible de esta corriente. Dicha Fundación saltó a las portadas en marzo cuando algunos de sus miembros -quienes prometen donativos para fines caritativos de cien mil dólares estadounidenses al año durante al menos diez años- se opusieron a los planes del Papa Francisco de rescatar a un hospital dermatológico del Vaticano con los fondos que la Fundación había recaudado. Pero lejos de ser los únicos, los integrantes de la Fundación Papal son los últimos en una larga lista de benefactores que han estado intentando influir en la Iglesia de los EEUU desde al menos 1986.
Todo empezó hace 32 años, según cuenta el Reporter, cuando los obispos estadounidenses publicaron una carta pastoral, "Justicia Económica para Todos", en la que advirtieron contra los efectos del capitalismo desenfrenado y las teorías libertarias. La reacción ultraconservadora no se hizo esperar. Según contó al Reporter el ex-director del Instituto para la Investigación Política y los Estudios Católicos de la Universidad Católica de América, Stephen Schneck, empezó nada más publicarse la pastoral "un esfuerzo sistemático para crear un tipo de paralelo a la Conferencia Episcopal: un conjunto de organizaciones sin ánimo de lucro, medios, clérigos y académicos que podían afirmar una legitimidad como voces católicas alternativas, pero que también eran auténticos conservadores en el estilo pro-mercado, pro-ejército estadounidense".
Tal conjunto de organizaciones y medios que pretenden ser una especie de Magisterio paralelo existen aún, y su influencia ha ido en aumento, tal y como ha dejado claro el caso Viganò. El artículo del Reporter, por ejemplo, reveló que uno de los medios que ha liderado este último ataque contra Francisco, First Things, está financiado por el especulador financiero Sean Fieler, quien invirtió en 2015 un total de 5,5 millones de dólares en organizaciones dirigidas a todo tipo de causa ultraconservadora, desde la protección de la libertad religiosa hasta la promoción del celibato para católicos homosexuales o la prohibición del uso de anticonceptivos.
Pero el caso del National Catholic Register es aún más flagrante, ya que para atacar a Francisco llegó al extremo de inventarse la fake news de que Benedicto XVI apoyaba el relato de Viganò, lo que fue rápidamente desmentido por el secretario personal del Papa Emérito, Georg Gänswein. Y es que la deriva antipapal de este sitio propiedad de EWTN parece estar relacionada con el hecho de que uno de sus directores y principales benefactores sea Timothy Busch, un acaudalado abogado conservador que, junto con el filántropo controvertido Charles Koch, dio dinero a la Universidad Católica de América para que estableciera una Escuela de Negocios que, en contra de la doctrina católica, promueve la ideología del libre mercado.
El corresponsal en Roma del 'Register', Edward Pentin, con el Papa Francisco
Pese a que el Papa Francisco se ha pronunciado en numerosísimas ocasiones en contra del "capitalismo que mata", Busch va por todo el país proclamando la compatibilidad entre liberalismo y catolicismo. "La evangelización de nuestro país la están llevando a cabo fundaciones privadas, ONGs católicas, como el Napa Institute y Legatus", declaró en octubre de 2017, refiriéndose a su propio Napa Institute y a otra organización católica abierta solo a fieles con sustanciales recursos económicos. Organizaciones como éstas, prosiguió Busch, son "las que está marcando una diferencia en la Iglesia estadounidense, [y la razón por la] que somos tan dinámicos, y el resto del mundo no lo está"
Se podría pensar que con estas palabras Busch reveló la razón última de la conspiración de medios como el Register con el arzobispo Viganò y contra el Papa Francisco. Aunque Busch todavía pudo expresar, el pasado octubre, su deseo de que organizaciones ultras como la suya estuvieran "amarradas a la Iglesia a través de un obispo" -la mayoría de estas organizaciones privadas de fieles no está bajo el patronazgo de ningún prelado- también dijo que gente como él "tiene acceso a capital al que no lo tiene la Iglesia".
¿Ha conseguido Busch, por lo tanto, imponer este magisterio paralelo del Mammón en EWTN y el Register? Si es así, ya no quedan dudas acerca de por qué van a por Francisco, el Papa que en estos cinco años en la cátedra de San Pedro ha hecho más para que el sistema se centre en las personas, y no en los beneficios.
Timothy Busch, en la Universidad Católica de América
¿Puede el demonio leer nuestros pensamientos y usarlos en nuestra contra?
Vamos a hablar sobre una acción específica del demonio, y comenzamos con la primera pregunta: ¿Puede el diablo conocer nuestros pensamientos? ¿Es capaz de entender lo que estamos pensando en cierto momento de nuestra vida? La respuesta es simple: ¡absolutamente no!
La teología está de acuerdo en esta pregunta. Solo Dios, que es omnisciente, que posee íntimamente los secretos de la realidad creada, la de los hombres y los ángeles, y la de la realidad increada, que es su propia esencia, conoce en profundidad los pensamientos de cada hombre.
El demonio solo puede crear conjeturas
Aunque el demonio es una criatura espiritual, él no comprende lo que está en nuestra mente y en nuestro corazón; él solo puede sacar conjeturas al observar nuestras acciones y comportamiento. No es una operación complicada para él ya que tiene una inteligencia extremadamente fina.
Si un joven fuma marihuana, por ejemplo, el demonio puede deducir que en el futuro también usará drogas más fuertes. En una palabra: de lo que leemos, vemos, decimos y experimentamos, y de los compañeros que elegimos, incluso de nuestras miradas, de todo esto, el demonio puede usar su discernimiento espiritual para saber dónde nos tienta y en qué momento particular hacerlo. Y eso es lo que hace.
Esto trae al recuerdo un pasaje de la primera carta de San Pedro:
"Hermanos y hermanas, estén sobrios, estén atentos. Tu adversario, el demonio, ronda como un león rugiente, buscando a alguien para devorar. Resístalo, firme en tu fe". (1 Pedro 5,8-9)
Mi interpretación de este pasaje, en la que varios académicos están de acuerdo, suena a esto:
"Hermanos y hermanas, estén atentos. El demonio se pasea alrededor de cada uno de ustedes, buscando dónde devorar".
Esa palabra "dónde" es importante: el demonio mira a cada persona precisamente por su punto débil y "trabaja" en ella, creando su próxima ocasión pecaminosa. Será la persona elegida, quien en su propia libertad, cometerá el pecado, después de haber sido bien "cocinado" por la tentación de Satanás.
Los puntos débiles más frecuentes en el hombre son, de vez en cuando, siempre los mismo: orgullo, dinero y lujuria...
Y, notemos bien, no hay límites de edad para pecar. Cuando escucho confesiones, a menudo les digo a mis penitentes, en tono de broma, que sus tentaciones terminarán solo cinco minutos después de que hayan exhalado su último aliento.
Por lo tanto, no debemos suponer o esperar que a una edad avanzada estemos exentos del pecado.
Un vicio que se cultiva en la juventud no disminuirá en la vejez sin algún trabajo e intervención. Consideremos la lujuria: cuando escucho confesiones, no es raro que los ancianos confiesen mirar pornografía con más frecuencia que los jóvenes.
La voluntad de luchar contra el pecado debe cultivarse incluso hasta el final de nuestros días.
Santa Teresa Gonhxa Bojaxhiu
Celebrado El 5 De Septiembre De
Santa Teresa Gonhxa Bojaxhiu, «Madre Teresa de Calcuta», virgen y fundadora
can.: B: Juan Pablo II 19 oct 2003
país: India - n.: 1910 - †: 1997
hagiografía: Vaticano
En Calcuta, en la India, Santa Teresa (Inés) Gonhxa Bojaxhiu, virgen, la cual, nacida en Albania, trató de apagar la sed de Cristo clavado en la cruz atendiendo con eximia caridad a los hermanos más pobres y fundando las congregaciones de Misioneros y de Misioneras de la Caridad, para servir a los enfermos y abandonados.
«De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús.»
De pequeña estatura, firme como una roca en su fe, a Madre Teresa de Calcuta le fue confiada la misión de proclamar la sed de amor de Dios por la humanidad, especialmente por los más pobres entre los pobres. «Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mi para que seamos su amor y su compasión por los pobres”. Fue un alma llena de la luz de Cristo, inflamada de amor por Él y ardiendo con un único deseo: “saciar su sed de amor y de almas.»
Esta mensajera luminosa del amor de Dios nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, una ciudad situada en el cruce de la historia de los Balcanes. Era la menor de los hijos de Nikola y Drane Bojaxhiu, recibió en el bautismo el nombre de Gonxha Agnes, hizo su Primera Comunión a la edad de cinco años y medio y recibió la Confirmación en noviembre de 1916. Desde el día de su Primera Comunión, llevaba en su interior el amor por las almas. La repentina muerte de su padre, cuando Gonxha tenía unos ocho años de edad, dejó a la familia en una gran estrechez financiera. Drane crió a sus hijos con firmeza y amor, influyendo grandemente en el carácter y la vocación de si hija. En su formación religiosa, Gonxha fue asistida además por la vibrante Parroquia Jesuita del Sagrado Corazón, en la que ella estaba muy integrada.
Cuando tenía dieciocho años, animada por el deseo de hacerse misionera, Gonxha dejó su casa en septiembre de 1928 para ingresar en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María, conocido como Hermanas de Loreto, en Irlanda. Allí recibió el nombre de Hermana María Teresa (por Santa Teresa de Lisieux). En el mes de diciembre inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta el 6 de enero de 1929. Después de profesar sus primeros votos en mayo de 1931, la Hermana Teresa fue destinada a la comunidad de Loreto Entally en Calcuta, donde enseñó en la Escuela para chicas St. Mary. El 24 de mayo de 1937, la Hermana Teresa hizo su profesión perpétua convirtiéndose entonces, como ella misma dijo, en “esposa de Jesús” para “toda la eternidad”. Desde ese momento se la llamó Madre Teresa. Continuó a enseñar en St. Mary convirtiéndose en directora del centro en 1944. Al ser una persona de profunda oración y de arraigado amor por sus hermanas religiosas y por sus estudiantes, los veinte años que Madre Teresa transcurrió en Loreto estuvieron impregnados de profunda alegría. Caracterizada por su caridad, altruismo y coraje, por su capacidad para el trabajo duro y por un talento natural de organizadora, vivió su consagración a Jesús entre sus compañeras con fidelidad y alegría.
El 10 de septiembre de 1946, durante un viaje de Calcuta a Darjeeling para realizar su retiro anual, Madre Teresa recibió su “inspiración,” su “llamada dentro de la llamada”. Ese día, de una manera que nunca explicaría, la sed de amor y de almas se apoderó de su corazón y el deseo de saciar la sed de Jesús se convirtió en la fuerza motriz de toda su vida. Durante las sucesivas semanas y meses, mediante locuciones interiores y visiones, Jesús le reveló el deseo de su corazón de encontrar “víctimas de amor” que “irradiasen a las almas su amor”. “Ven y sé mi luz”, Jesús le suplicó. “No puedo ir solo”. Le reveló su dolor por el olvido de los pobres, su pena por la ignorancia que tenían de Él y el deseo de ser amado por ellos. Le pidió a Madre Teresa que fundase una congregación religiosa, Misioneras de la Caridad, dedicadas al servicio de los más pobres entre los pobres. Pasaron casi dos años de pruebas y discernimiento antes de que Madre Teresa recibiese el permiso para comenzar. El 17 de agosto de 1948 se vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul y atravesó las puertas de su amado convento de Loreto para entrar en el mundo de los pobres.
Después de un breve curso con las Hermanas Médicas Misioneras en Patna, Madre Teresa volvió a Calcuta donde encontró alojamiento temporal con las Hermanitas de los Pobres. El 21 de diciembre va por vez primera a los barrios pobres. Visitó a las familias, lavó las heridas de algunos niños, se ocupó de un anciano enfermo que estaba extendido en la calle y cuidó a una mujer que se estaba muriendo de hambre y de tuberculosis. Comenzaba cada día entrando en comunión con Jesús en la Eucaristía y salía de casa, con el rosario en la mano, para encontrar y servir a Jesús en “los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba”. Después de algunos meses comenzaron a unirse a ella, una a una, sus antiguas alumnas.
El 7 de octubre de 1950 fue establecida oficialmente en la Archidiócesis de Calcuta la nueva congregación de las Misioneras de la Caridad. Al inicio de los años sesenta, Madre Teresa comenzó a enviar a sus Hermanas a otras partes de India. El Decreto de Alabanza, concedido por el Papa Pablo VI a la Congregación en febrero de 1965, animó a Madre Teresa a abrir una casa en Venezuela. Ésta fue seguida rápidamente por las fundaciones de Roma, Tanzania y, sucesivamente, en todos los continentes. Comenzando en 1980 y continuando durante la década de los años noventa, Madre Teresa abrió casas en casi todos los países comunistas, incluyendo la antigua Unión Soviética, Albania y Cuba.
Para mejor responder a las necesidades físicas y espirituales de los pobres, Madre Teresa fundó los Hermanos Misioneros de la Caridad en 1963, en 1976 la rama contemplativa de las Hermanas, en 1979 los Hermanos Contemplativos y en 1984 los Padres Misioneros de la Caridad. Sin embargo, su inspiración no se limitò solamente a aquellos que sentían la vocación a la vida religiosa. Creó los Colaboradores de Madre Teresa y los Colaboradores Enfermos y Sufrientes, personas de distintas creencias y nacionalidades con los cuales compartió su espíritu de oración, sencillez, sacrificio y su apostolado basado en humildes obras de amor. Este espíritu inspiró posteriormente a los Misioneros de la Caridad Laicos. En respuesta a las peticiones de muchos sacerdotes, Madre Teresa inició también en 1981 el Movimiento Sacerdotal Corpus Christi como un“pequeño camino de santidad” para aquellos sacerdotes que deseasen compartir su carisma y espíritu.
Durante estos años de rápido desarrollo, el mundo comenzó a fijarse en Madre Teresa y en la obra que ella había iniciado. Numerosos premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri en 1962 y de modo mucho más notorio el Premio Nobel de la Paz en 1979, hicieron honra a su obra. Al mismo tiempo, los medios de comunicación comenzaron a seguir sus actividades con un interés cada vez mayor. Ella recibió, tanto los premios como la creciente atención “para gloria de Dios y en nombre de los pobres”.
Toda la vida y el trabajo de Madre Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios. Pero, existía otro lado heroico de esta mujer que salió a la luz solo después de su muerte. Oculta a todas las miradas, oculta incluso a los más cercanos a ella, su vida interior estuvo marcada por la experiencia de un profundo, doloroso y constante sentimiento de separación de Dios, incluso de sentirse rechazada por Él, unido a un deseo cada vez mayor de su amor. Ella misma llamó “oscuridad” a su experiencia interior. La “dolorosa noche” de su alma, que comenzó más o menos cuando dio inicio a su trabajo con los pobres y continuó hasta el final de su vida, condujo a Madre Teresa a una siempre más profunda unión con Dios. Mediante la oscuridad, ella participó de la sed de Jesús (el doloroso y ardiente deseo de amor de Jesús) y compartió la desolación interior de los pobres.
Durante los últimos años de su vida, a pesar de los cada vez más graves problemas de salud, Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia. En 1997 las Hermanas de Madre Teresa contaban casi con 4.000 miembros y se habían establecido en 610 fundaciones en 123 países del mundo. En marzo de 1997, Madre Teresa bendijo a su recién elegida sucesora como Superiora General de las Misioneras de la Caridad, llevando a cabo sucesivamente un nuevo viaje al extranjero. Después de encontrarse por última vez con el Papa Juan Pablo II, volvió a Calcuta donde transcurrió las últimas semanas de su vida recibiendo a las personas que acudían a visitarla e instruyendo a sus Hermanas. El 5 de septiembre, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin. El Gobierno de India le concedió el honor de celebrar un funeral de estado y su cuerpo fue enterrado en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad. Su tumba se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y oración para gente de fe y de extracción social diversa (ricos y pobres indistintamente). Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida, de una esperanza invencible y de una caridad extraordinaria. Su respuesta a la llamada de Jesús, “Ven y sé mi luz”, hizo de ella una Misionera de la Caridad, una “madre para los pobres”, un símbolo de compasión para el mundo y un testigo viviente de la sed de amor de Dios.
Menos de dos años después de su muerte, a causa de lo extendido de la fama de santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían, el Papa Juan Pablo II permitió la apertura de su Causa de Canonización. El 20 de diciembre del 2002 el mismo Papa aprobó los decretos sobre la heroicidad de las virtudes y sobre el milagro obtenido por intercesión de Madre Teresa.
HOMILÍA DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
Domingo 19 de octubre de 2003
1
"El que quiera ser el primero, sea esclavo de todos" (Mc 10, 44). Estas palabras de Jesús a sus discípulos, que acaban de resonar en esta plaza, indican cuál es el camino que conduce a la "grandeza" evangélica. Es el camino que Cristo mismo recorrió hasta la cruz; un itinerario de amor y de servicio, que invierte toda lógica humana. ¡Ser siervo de todos!
Por esta lógica se dejó guiar la madre Teresa de Calcuta, fundadora de los Misioneros y de las Misioneras de la Caridad, a quien hoy tengo la alegría de inscribir en el catálogo de los beatos. Estoy personalmente agradecido a esta valiente mujer, que siempre he sentido junto a mí. Icono del buen samaritano, iba por doquier para servir a Cristo en los más pobres de entre los pobres. Ni siquiera los conflictos y las guerras lograban detenerla.
De vez en cuando, venía a hablarme de sus experiencias al servicio de los valores evangélicos. Recuerdo, por ejemplo, sus intervenciones en favor de la vida y en contra del aborto, también cuando le fue conferido el premio Nobel de la paz (Oslo, 10 de diciembre de 1979). Solía decir: "Si oís que una mujer no quiere tener a su hijo y desea abortar, tratad de convencerla de que me traiga a ese niño. Yo lo amaré, viendo en él el signo del amor de Dios".
2
¿No es acaso significativo que su beatificación tenga lugar precisamente en el día en que la Iglesia celebra la Jornada mundial de las misiones? Con el testimonio de su vida, madre Teresa recuerda a todos que la misión evangelizadora de la Iglesia pasa a través de la caridad, alimentada con la oración y la escucha de la palabra de Dios. Es emblemática de este estilo misionero la imagen que muestra a la nueva beata mientras estrecha, con una mano, la mano de un niño, y con la otra pasa las cuentas del rosario.
Contemplación y acción, evangelización y promoción humana: madre Teresa proclama el Evangelio con su vida totalmente entregada a los pobres, pero, al mismo tiempo, envuelta en la oración.
3
"El que quiera ser grande, sea vuestro servidor" (Mc 10, 43). Con particular emoción recordamos hoy a madre Teresa, una gran servidora de los pobres, de la Iglesia y de todo el mundo. Su vida es un testimonio de la dignidad y del privilegio del servicio humilde. No sólo eligió ser la última, sino también la servidora de los últimos. Como verdadera madre de los pobres, se inclinó hacia todos los que sufrían diversas formas de pobreza. Su grandeza reside en su habilidad para dar sin tener en cuenta el costo, dar "hasta que duela". Su vida fue un amor radical y una proclamación audaz del Evangelio.
El grito de Jesús en la cruz, "tengo sed" (Jn 19, 28), expresa que la profundidad del anhelo de Dios por el hombre, penetró en el alma de madre Teresa y encontró un terreno fértil en su corazón. Saciar la sed de amor y de almas de Jesús en unión con María, la madre de Jesús, se convirtió en el único objetivo de la existencia de la madre Teresa, y en la fuerza interior que la impulsaba y la hacía superarse a sí misma e "ir deprisa" a través del mundo para trabajar por la salvación y la santificación de los más pobres de entre los pobres.
4
"Os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis" (Mt 25, 40). Este pasaje evangélico, tan fundamental para comprender el servicio de la madre Teresa a los pobres, fue la base de su convicción llena de fe de que al tocar los cuerpos quebrantados de los pobres, estaba tocando el cuerpo de Cristo. A Jesús mismo, oculto bajo el rostro doloroso del más pobre de entre los pobres, se dirigió su servicio. La madre Teresa pone de relieve el significado más profundo del servicio: un acto de amor hecho por los hambrientos, los sedientos, los forasteros, los desnudos, los enfermos y los prisioneros (cf. Mt 25, 34-36), es un acto de amor hecho a Jesús mismo.
Lo reconoció y lo sirvió con devoción incondicional, expresando la delicadeza de su amor esponsal. Así, en la entrega total de sí misma a Dios y al prójimo, la madre Teresa encontró su mayor realización y vivió las cualidades más nobles de su feminidad. Buscó ser un signo del "amor, de la presencia y de la compasión de Dios", y así recordar a todos el valor y la dignidad de cada hijo de Dios, "creado para amar y ser amado". De este modo, la madre Teresa "llevó las almas a Dios y Dios a las almas" y sació la sed de Cristo, especialmente de aquellos más necesitados, aquellos cuya visión de Dios se había ofuscado a causa del sufrimiento y del dolor.
5
"El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate de todos" (Mc 10, 45). La madre Teresa compartió la pasión del Crucificado, de modo especial durante largos años de "oscuridad interior". Fue una prueba a veces desgarradora, aceptada como un "don y privilegio" singular.
En las horas más oscuras se aferraba con más tenacidad a la oración ante el santísimo Sacramento. Esa dura prueba espiritual la llevó a identificarse cada vez más con aquellos a quienes servía cada día, experimentando su pena y, a veces, incluso su rechazo. Solía repetir que la mayor pobreza era la de ser indeseados, la de no tener a nadie que te cuide.
6
"Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti". Cuántas veces, como el salmista, también madre Teresa, en los momentos de desolación interior, repitió a su Señor: "En ti, en ti espero, Dios mío".
Veneremos a esta pequeña mujer enamorada de Dios, humilde mensajera del Evangelio e infatigable bienhechora de la humanidad. Honremos en ella a una de las personalidades más relevantes de nuestra época. Acojamos su mensaje y sigamos su ejemplo.
Virgen María, Reina de todos los santos, ayúdanos a ser mansos y humildes de corazón como esta intrépida mensajera del amor. Ayúdanos a servir, con la alegría y la sonrisa, a toda persona que encontremos. Ayúdanos a ser misioneros de Cristo, nuestra paz y nuestra esperanza. Amén. fuente: Vaticano
Servir y predicar a quien tienes cerca
Santo Evangelio según San Lucas 4, 38-44. Miércoles XXII de Tiempo Ordinario.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Aumenta, Señor, mi fe para que pueda verte cuando pases a mi lado.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¡Tengo sed! Fueron las palabras de Cristo crucificado que motivaron a santa Teresa de Calcuta a dar su vida por los más pobres entre los pobres, puesto que eran imagen verdadera de Cristo sufriente.
Nuestra misión como cristianos tiene su máximo ejemplo en el mismo Jesús. En el Evangelio de hoy encontramos uno de los deseos más profundos del corazón de Jesús, sanar, servir y predicar. Esto aplica tanto de Jesús hacia nosotros, como de nosotros hacia otros.
El Señor desea ardientemente que nosotros le pidamos, con fe, ser sanados. A menudo pedimos por la sanación del cuerpo cuando hemos estado enfermos, o tenemos algún ser querido en esa situación; no obstante, la sanación del alma es algo aún mucho más profundo, sólo lo puede hacer Jesús. Hoy vemos como Él, con sólo pasar, hizo tantas sanaciones que ni siquiera son contabilizadas. No dejemos que el Señor pase a nuestro lado como un desconocido.
En segundo lugar, vemos también un detalle que suele pasar desapercibido. La suegra de Pedro, cuando es sanada, se pone a servir inmediatamente. En el servicio desinteresado demostramos el rostro del amor de Dios, la alegría verdadera que brota del encuentro real con Él. Por eso santa Teresa decía siempre "Amar hasta que duela, y cuando duela, amar más".
Por último, no hay mejor predicación que la propia vida. Las buenas obras quedan vacías si no están fundadas en transmitir la buena noticia de Cristo. Una persona que ama, habla instintivamente de aquello que lleva dentro, por eso, alguien que ha sido sanado por Jesús, no puede quedarse callado.
La jornada de Jesús en Cafarnaúm empieza con la sanación de la suegra de Pedro y termina con la escena de la gente de todo el pueblo que se agolpa delante de la casa donde Él se alojaba, para llevar a todos los enfermos. La multitud, marcada por sufrimientos físicos y miserias espirituales, constituye, por así decir, "el ambiente vital" en el que se realiza la misión de Jesús, hecha de palabras y de gestos que resanan y consuelan. Jesús no ha venido a llevar la salvación en un laboratorio; no hace la predicación de laboratorio, separado de la gente: ¡está en medio de la multitud! ¡En medio del pueblo! (Homilía de S.S. Francisco, 4 de febrero de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Haré un acto de caridad ya sea con alguien necesitado o con una persona que se me dificulte el trato.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro! ¡Venga tu Reino! Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia. Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Servir a Dios y a los demás
Vivir en constante disponibilidad a las necesidades ajenas es una forma de imitar a Jesús, quien siendo Dios, no vino a ser servido sino a servir.
I. Como el discípulo ante el maestro, como el niño junto a su madre, así ha de estar el cristiano en todas las ocupaciones ante Cristo. El hijo aprende a hablar oyendo a su madre, esforzándose en copiar sus palabras; de la misma forma, viendo obrar y actuar a Jesús, aprendemos a conducirnos como Él.
La vida cristiana es imitación de la del Maestro, pues Él se encarnó y os dio ejemplo para que sigáis sus pasos [1]. San Pablo exhortaba a los primeros cristianos a imitar al Señor con estas otras palabras: Tened los mismos sentimientos de Cristo Jesús [2]. Él es la causa ejemplar de toda santidad, es decir, del amor a Dios Padre. Y esto no sólo por sus hechos, sino por su ser, pues su modo de obrar era la expresión externa de su unión y amor al Padre.
Nuestra santidad no consiste tanto en una imitación externa de Jesús como en permitir que nuestro ser más profundo se vaya configurando con el de Cristo. Despojaos del hombre viejo con todas sus obras y vestíos del hombre nuevo... [3], anima San Pablo a los colosenses. Esta diaria renovación significa desear constantemente limar nuestras costumbres, eliminar de nuestra vida los defectos humanos y morales, lo que no es conforme con la vida de Cristo ... ; pero, sobre todo, procurar que nuestros sentimientos ante los hombres, ante las realidades creadas, ante la tribulación, se parezcan cada día más a los que tuvo Jesús en circunstancias similares, de tal manera que nuestra vida sea en cierto sentido prolongación de la suya, pues Dios nos ha predestinado a ser semejantes a la imagen de su Hijo [4].
La misma gracia divina, en la medida en que correspondemos a la acción continua del Espíritu Santo, nos hace semejantes a Dios. Seremos santos si Dios Padre, puede afirmar de nosotros lo que un día dijo de Jesús: Éste es mi Hijo muy amado, en quien, tengo puestas mis complacencias [5]. Nuestra santidad consistirá, pues, en ser por la gracia lo que es Cristo por naturaleza: hijos de Dios.
El Señor lo es todo para nosotros. «Este árbol es para mí una planta de salvación eterna; de él me alimento, de él me sacio. Por sus raíces me enraízo y por sus ramas me extiendo, su rocío me regocija y su espíritu como viento delicioso me fertiliza. A su sombra he alzado mi tienda, y huyendo de los grandes calores allí encuentro un abrigo lleno de rocío. Sus hojas son mi follaje, sus frutos mis perfectas delicias, y yo gozo libremente sus frutos, que me estaban reservados desde el principio. Él es en el hambre mi alimento, en la sed mi fuente, y mi vestido en la desnudez, porque sus hojas son espíritu de vida: lejos de mí desde ahora las hojas de la higuera. Cuando temo a Dios, Él es mi protección; y cuando vacilo, mi apoyo; cuando combato, mi premio; y cuando triunfo, mi trofeo. Es para mí el sendero estrecho y el sendero angosto» [6]. Nada deseo fuera de Él.
II. El Evangelio [7] nos relata la petición que hicieron Santiago y Juan a Jesús de dos puestos de honor- en su Reino. Después, los diez comenzaron a indignarse contra estos dos hermanos. Jesús les dijo entonces: Sabéis que los que figuran como jefes de los pueblos los oprimen, y los poderosos los avasallan. No ha de ser así entre vosotros; por el contrario, quien quiera llegar a ser grande entre vosotros, sea vuestro servidor,- y quien entre vosotros quiera ser el primero, sea esclavo de todos. Y les da la suprema razón: porque el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en redención de muchos.
En diversas ocasiones proclamará el Señor que no vino a ser servido sino a servir: Non ven¡ ministrari sed ministrare [8]. Toda su vida fue un servicio a todos, y su doctrina es una constante llamada a los hombres para que se olviden de sí mismos y se den a los demás. Recorrió constantemente los caminos de Palestina sirviendo a cada uno -singulis manus imponens [9]- de los que encontraba a su paso. Se quedó para siempre en su Iglesia, y de modo particular en la Sagrada Eucaristía, para servirnos a diario con su compañía, con su humildad, con su gracia.
En la noche anterior a su Pasión y Muerte, como enseñando algo de suma importancia, y para que quedara siempre clara esta característica esencial del cristiano, lavó los pies a sus discípulos, para que ellos hicieran también lo mismo [10].
La Iglesia, continuadora de la misión salvífica de Cristo en el mundo, tiene como quehacer principal servir a los hombres, por la predicación de la Palabra divina y la celebración de los sacramentos. Además, «tomando parte en las mejores aspiraciones de los hombres y sufriendo al no verles satisfechos, desea ayudarles a conseguir su pleno desarrollo, y esto precisamente porque les propone lo que ella posee como propio: una visión global del hombre y de la humanidad» [11].
Los cristianos, que queremos imitar al Señor, hemos de disponernos para un servicio alegre a Dios y a los demás, sin esperar nada a cambio; servir incluso al que no agradece el servicio que se le presta. En ocasiones, muchos no entenderán esta actitud de disponibilidad alegre. Nos bastará saber que Cristo sí la entiende y nos acoge entonces como verdaderos discípulos suyos. El «orgullo» del cristiano será precisamente éste: servir como el Maestro lo hizo. Pero sólo aprendemos a darnos, a estar disponibles, cuando estamos cerca de Jesús. «Al emprender cada jornada para trabajar junto a Cristo, y atender a tantas almas que le buscan, convéncete de que no hay más que un camino: acudir al Señor. »
-¡Solamente en la oración, y con la oración, aprendemos a servir a los demás!» [12]. De ella obtenemos las fuerzas y la humildad que todo servicio requiere.
III. Nuestro servicio a Dios y a los demás ha de estar lleno de humildad, aunque alguna vez tengamos el honor de llevar a Cristo a otros, como el borrico sobre el que entró triunfante en Jerusalén [13]. Entonces más que nunca hemos de estar dispuestos a rectificar la intención, si fuera necesario. «Cuando me hacen un cumplido -escribe el que más tarde sería Juan Pablo I-, tengo necesidad de compararme con el jumento que llevaba a Cristo el día de ramos. Y me digo: "¡Cómo se habrían reído del burro si, al escuchar los aplausos de la muchedumbre, se hubiese ensoberbecido y hubiese comenzado -asno como era- a dar las gracias a diestra y siniestra!... ¡No vayas tú a hacer un ridículo semejante...!"» [14], nos advierte.
Esta disponibilidad hacia las necesidades ajenas nos llevará a ayudar a los demás de tal forma que, siempre que sea posible, no se advierta, y así no puedan darnos ellos ninguna recompensa a cambio. Nos basta la mirada de Jesús sobre nuestra vida. ¡Ya es suficiente recompensa!
Servicio alegre, como nos recomienda la Sagrada Escritura: Servid al Señor con alegría [15], especialmente en aquellos trabajos de la convivencia diaria que pueden resultar más molestos o ingratos y que suelen ser con frecuencia los más necesarios. La vida se compone de una serie de servicios mutuos diarios. Procuremos nosotros excedernos en esta disponibilidad, con alegría, con deseos de ser útiles. Encontraremos muchas ocasiones en la propia profesión, en medio del trabajo, en la vida de familia..., con parientes, amigos, conocidos, y también con personas que nunca más volveremos a ver.
Cuando somos generosos en esta entrega a los demás, sin andar demasiado pendientes de si lo agradecerán o no, de si lo han merecido.... comprendemos que «servir es reinar» [16].
Aprendamos de Nuestra Señora a ser útiles a los demás, a pensar en sus necesidades, a facilitarles la vida aquí en la tierra y su camino hacia el Cielo. Ella nos da ejemplo: «En medio del júbilo de la fiesta, en Caná, sólo María advierte la falta de vino... Hasta los detalles más pequeños de servicio llega el alma si, como Ella, se vive apasionadamente pendiente del prójimo, por Dios» [17]. Entonces hallamos con mucha facilidad a Jesús, que nos sale al encuentro y nos dice: cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a Mí me lo hicisteis [18].
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[1] 1 Pdr 2, 21.
[2] Flp 2, 5.
[3] Col 3, 9.
[4] Rom 8, 29.
[5] Mt 3, 17.
[6] SAN HIPÓLITO, Homilía de Pascua.
[7] Mc 10, 35-45.
[8] Mt 20, 8.
[9] Lc 4, 40.
[10] Cfr. Jn 13, 4 ss.
[11] PABLO VI, Ene. Populorum progressio, 26-III-1967,
[12] J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Forja, n. 72.
[13] Cfr. Lc 19, 35.
[14] A. LUCIANI, Ilustrísimos señores, p. 59.
[15] Sal 99, 2.
[16] Cfr. JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis, 4-III-1979, 21.
[17] J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Surco, n. 631.
[18] Mt 25, 40.
¿Qué sucede en nuestro corazón?
Papa Francisco: No somos animales, somos hijos de Dios bautizados
El Papa Francisco, durante la Misa celebrada este martes 4 de septiembre en la Casa Santa Marta, destacó la importancia de hacer examen de conciencia para conocer lo que ocurre en el corazón y ser capaces de avanzar movidos por el Espíritu Santo y no por el instinto: “No somos animales, somos hijos de Dios”, afirmó.
El examen de conciencia, aseguró el Papa, permite “conocer qué es lo que sucede en el corazón. Si no lo hacemos, si no sabemos qué ocurre en nuestro corazón, y esto no lo digo yo, lo dice la Biblia, seremos como animales que no comprenden nada y que sólo avanzan por instinto. Pero no somos animales, somos hijos de Dios, bautizados con el don del Espíritu Santo. Por ello es importante comprender qué sucede hoy en mi corazón”.
El Santo Padre explicó que “hay dos espíritus, dos modos de pensar, de sentir, de actuar: aquel que me lleva al Espíritu de Dios, y el que me lleva al espíritu del mundo”.
“Esto sucede en nuestra vida: todos nosotros tenemos estos dos ‘espíritus’, digámoslo así. El Espíritu de Dios, que nos lleva a las buenas obras, a la caridad, a la fraternidad, a adorar a Dios, a conocer a Jesús, a hacer muchas buenas obras de caridad, a rezar”.
Y, por otro lado, “el espíritu del mundo, que nos lleva a la vanidad, al orgullo, a la suficiencia, a las murmuraciones”.
“Nuestro corazón, decía un santo, es como un campo de batalla, un campo de guerra donde luchan estos dos espíritus”. Por lo tanto, “en la vida cristiana se debe combatir para dejar espacio al Espíritu de Dios, echar al espíritu de lo mundano”.
“Es muy sencillo: tenemos este gran regalo, que es el Espíritu de Dios, pero somos frágiles, somos pecadores y tenemos también la tentación del espíritu del mundo. En este combate espiritual, en esta guerra del espíritu es necesario ser vencedores como Jesús”, subrayó.
¡CUÁNTA GENTE QUE TIENE MUCHAS POSIBILIDADES DE DIVERTIRSE NO VIVE EN PAZ CON LA VIDA!
Francisco, en la audiencia: "¿Os habéis reconciliado con vuestra propia historia?"
"La industria de la distracción es floreciente y la publicidad diseña el mundo ideal como un gran parque de atracciones"
José Manuel Vidal, 05 de septiembre de 2018 a las 10:32
Saludo del Papa en la audiencia
El reposo es también un momento propicio para la reconciliación, para confrontarnos con las dificultades sin escapar de ellas, para encontrar la paz y la serenidad de quien sabe valorizar lo bueno que tiene
(José M. Vidal).-El Papa Francisco centra su catequesis de la audiencia de los miércoles en el precepto del descanso dominical. Y advierte contra el descanso entendido como simple "evasión". Para él, el auténtico descanso es "vivir en paz con la vida y reconciliarse con la propia historia".
Baño de multitudes del Papa, como cada miércoles, antes de la audiencia general. Pero esta vez se nota en el ambiente una mayor intensidad en el apoyo al Papa, que está siendo atacado por los rigoristas, dispuestos a romper la comunión eclesial, uno de los bienes más preciados de la institución. La gente le quiere y el Papa se deja querer.
Del libro del Éxodo:. "Acuérdate del día de reposo[a] para santificarlo.Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;mas el séptimo día es reposo[b] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo[c] y lo santificó".
Algunas frases de la catequesis del Papa "El viaje a través del Decálogo nos lleva hoy al mandamiento del día de descanso"
"Parece un mandamiento fácil de cumplir, pero resposarse de verdad no es fácil, porque hay reposo falso y auténtico" "La industria de la distracción es floreciente y la publicidad diseña el mundo ideal como un gran parque donde todos se divierten" "El concepto de vida hoy dominante se centra en la evasión"
"La imagem modelo es la de una persona de éxito, que puede permitirse amplios espacios de placer"
"Existencias anestesiadas por la diversión, que no es reposo, sino huida de la libertad"
"Las posibilidades de divertirse, cruceros, viajes no dan la plentidud del corazón ni siquiera el descanso"
"El descanso en el nombre del Señor tiene un motivo preciso" "El día del descanso es el día de la contemplación y de la bendición"
"El descanso es el momento de la contemplación, de la alabanza, no de la evasión"
"El descanso como bendición de la realidad"
"El domingo es el día para dar gracias al Señor"
El Papa pregunta: ¿Nos hemos reconciliado con nuestra propia historia? La vida se convierte en preciosa cuando se combate la insatisfacción. Cuando se abre el corazón a la Providencia y se redescubren estas palabras del Salmo: “Mi alma sólo reposa en Dios”
"Día para hacer paz con la vida. ¡Cuánta gente que tiene muchas posibilidades de divertirse no vive en paz con la vida! El domingo es el día para hacer paz con la vida"
"La vida a veces es dolorosa, pero es preciosa"
"Laz paz se elige"
"Es necesario reconciliarse con la propia historia, con la parte difícil de la propia existencia"
"Os pregunto: ¿Os habéis reconciliado con vuestra propia historia?"
"Acoger y valorar la propia historia, tal y como ha sido"
"Elige la vida"
"La vida es bella, cuando se piensa bien de ella"
"La vida es bella, cuando se abre el corazón a la providencia y se descubre lo que dice el Salmo: 'Sólo en Dios reposa mi alma'".
"Es bello este salmo. Gracias".
Texco ompleto del saludo del Papa en español
Queridos hermanos: Hoy reflexionamos sobre el tercer mandamiento: «Fíjate en el sábado para santificarlo». Se debe distinguir entre el verdadero descanso y la evasión, tan común en nuestros días. Hoy se intenta evadir la realidad buscando una diversión que oculte nuestro descontento.
El sentido del auténtico reposo lo encontramos en las palabras del Éxodo: «Dios hizo el mundo en seis días, y el séptimo descansó». Ese descanso es la alegría de Dios por su creación, que era muy buena.
Para nosotros cristianos, el día del Señor es el domingo, y en la eucaristía, que significa "dar gracias", se encuentra el culmen de esa jornada de contemplación y bendición, en la que acogemos la realidad y alabamos al Señor por el don de la vida, dándole gracias por su misericordia y por todos los bienes que nos concede.
El reposo es también un momento propicio para la reconciliación, para confrontarnos con las dificultades sin escapar de ellas, para encontrar la paz y la serenidad de quien sabe valorizar lo bueno que tiene, incluso en el lecho del dolor o en la pobreza.
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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina. Los animo a abrir el corazón a la Providencia divina y a descubrir la profunda verdad del Salmo: «Solo en Dios descansa mi alma»; y que, junto con la Virgen María, acojamos al Espíritu Santo para seguir las huellas de Cristo en el camino de la vida.
Ya saben aquello de que
una imagen vale más
que mil palabras.