De esos ninguno nos sigue»: las divisiones hacen tropezar a los pequeños

San Jerónimo

Celebrado el 30 De septiembre

(340 – 420)  La mejor apología que podemos hacer de San Jerónimo son las palabras que el Papa Benedicto XV le dedica en la Encíclica «Spíritus Paráclitus»: «el máximo doctor que dio el cielo, para interpretar la Divina Escritura».   Nace alrededor del los años 330 en Estridón, una ciudad de Dalmacia.

Educado en Roma con los mejores maestros de la época, pronto destaca por su gran inteligencia. Siendo catecúmeno, se deja arrastrar en alguna ocasión por las malas influencias del ambiente, mas movido por la gracia, al terminar sus estudios, recibe el Bautismo.   Renuncia a los caminos de gloria humana que le brindaba su dominio de los clásicos latinos y se entrega al estudio de la Palabra divina y a una vida de intenso ascetismo.

Después de una etapa viajera se traslada al desierto de Calcis. «Oh soledad dichosa, exclama, si tu padre para detenerte se tiende en el umbral de tu puerta, pasa por encima de él» (Carta a Heliodoro). 

Allí el santo anacoreta, entregado de lleno a la oración y el ayuno, se ve envuelto en un mar de tentaciones. Pero sale triunfante de ellas y con la virtudes más acrisolada,  «...porque fiel es Dios que no permite que seamos tentados sobre nuestras fuerzas» (1 Cor. 10, 13).

Poco más de treinta años contaría San Jerónimo cuando se ordena sacerdote.   Hacia el año 382, invitado por el Papa San Dámaso, se traslada a Roma donde llegó a ser nombrado secretario del Sumo Pontífice. Aureolado por el brillo de su santidad y ciencia, se le consulta siempre como defensor de la fe. Por orden del Papa emprende su obra cumbre: la traducción de los Sagrados Libros, que con el nombre de VULGATA, adoptó oficialmente la Iglesia. Hasta que se extinga su vida jamás dejará el estudio de la Sagradas Escrituras.

La Orden Jerónima Merced a su influencia saludable, algunas damas de la nobleza dejarán el mundo para llevar vida escondida en Cristo. Muerto el Pontífice, se levantan tal serie de calumnias contra San Jerónimo que, pese a ser probada su inocencia, decide abandonar Roma. «Doy gracias a Dios, decía, porque me ha juzgado digno de que el mundo me odie».

Tras recorrer los Santos lugares, se establece en la gruta de Belén, donde se le unen muchos discípulos y son fundados varios monasterios femeninos por su dirigida Santa Paula, y uno masculino dirigido por el mismo doctor.

Junto a sus trabajos bíblicos, fue inagotable sus labor en defensa del dogma ante la multitud de herejías reinantes..Tras muchos sufrimientos murió el 30 de septiembre del año 420. «Amad la ciencia de la Escritura y no amareis los vicios de la carne», repetía San Jerónimo, «...Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo».

Nadie tiene la exclusiva de Jesús

24.09.18 | 17:44.

La escena es sorprendente. Los discípulos se acercan a Jesús con un problema. Esta vez, el portador del grupo no es Pedro, sino Juan, uno de los dos hermanos que andan buscando los primeros puestos. Ahora pretende que el grupo de discípulos tenga la exclusiva de Jesús y el monopolio de su acción liberadora.

Vienen preocupados. Un exorcista no integrado en el grupo está echando demonios en nombre de Jesús. Los discípulos no se alegran de que la gente quede curada y pueda iniciar una vida más humana. Solo piensan en el prestigio de su propio grupo. Por eso han tratado de cortar de raíz su actuación. Esta es su única razón: «No es de los nuestros».

Los discípulos dan por supuesto que, para actuar en nombre de Jesús y con su fuerza curadora, es necesario ser miembro de su grupo. Nadie puede apelar a Jesús y trabajar por un mundo más humano sin formar parte de la Iglesia. ¿Es realmente así? ¿Qué piensa Jesús?

Sus primeras palabras son rotundas: «No se lo impidáis». El nombre de Jesús y su fuerza humanizadora son más importantes que el pequeño grupo de sus discípulos. Es bueno que la salvación que trae Jesús se extienda más allá de la Iglesia establecida y ayude a las gentes a vivir de manera más humana. Nadie ha de verla como una competencia desleal.

Jesús rompe toda tentación sectaria en sus seguidores. No ha constituido su grupo para controlar su salvación mesiánica. No es rabino de una escuela cerrada, sino Profeta de una salvación abierta a todos. Su Iglesia ha de apoyar su Nombre allí donde es invocado para hacer el bien.

No quiere Jesús que entre sus seguidores se hable de los que son nuestros y de los que no lo son, los de dentro y los de fuera, los que pueden actuar en su nombre y los que no pueden hacerlo. Su modo de ver las cosas es diferente: «El que no está contra nosotros está a favor nuestro».

En la sociedad actual hay muchos hombres y mujeres que trabajan por un mundo más justo y humano sin pertenecer a la Iglesia. Algunos ni son creyentes, pero están abriendo caminos al reino de Dios y su justicia. Son de los nuestros. Hemos de alegrarnos en vez de mirarlos con resentimiento. Hemos de apoyarlos en vez de descalificar.

Es un error vivir en la Iglesia viendo en todas partes hostilidad y maldad, creyendo ingenuamente que solo nosotros somos portadores del Espíritu de Jesús. Él no nos aprobaría. Nos invita a colaborar con alegría con todos los que viven de manera humana y se preocupan de los más pobres y necesitados.

José Antonio Pagola

Domingo 26 Tiempo ordinario - B (Marcos 9,38-43.45.47-48)

30 de septiembre 2018

XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO “B”
(Núm 11, 25-29; Sal 18; St 5, 1-6; Mc 9, 38-43. 45. 47-48)

COMENTARIO
Las lecturas de este domingo son, por una parte, iluminadoras para el momento recio que vivimos en la Iglesia: Jesús denuncia de la manera más severa el daño que se puede hacer a los pequeños. Y por otra parte, se afirma la presencia del Espíritu más allá de los límites confesionales y jerárquicos. La expresión de Moisés: “¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!”, no solo es un anhelo en las comunidades cristianas, sino una necesidad. Y no porque merme el número de presbíteros, sino porque los bautizados deberemos ser corresponsables de la misión evangélica.

Es muy importante que la preocupación por la extensión de la Buena Noticia esté en el corazón de los agentes de pastoral y en el de cada uno de los bautizados. La escasez de vocaciones de especial consagración, debe avivar la conciencia de los creyentes y tomar como llamada no solo la santidad de vida, sino también la misión evangelizadora.

Es momento propicio para que las comunidades cristianas asuman responsabilidad pastoral. ¡Cuántas veces en la historia de la Iglesia una crisis ha suscitado una mayor respuesta y radicalidad! Lo comprobamos en el siglo XIX, cuando parecía que la diosa Razón iba a imperar, y acontecieron hechos que desconcertaron los sistemas políticos racionalistas.

Hoy, en una cultura líquida, se observa cómo hay muchas personas que buscan comprometer su vida. Florecen movimientos religiosos y asociaciones de fieles, son numerosos los que afluyen a los lugares de peregrinación, lo que indica la búsqueda interior. El Espíritu Santo se derrama en los fieles y nos conduce por caminos paradójicos, para que se vea con más claridad que ni el que siembra, ni el que siega es el que causa la cosecha abundante, sino Quien concede el incremento.

Quizá tengamos que rezar como el salmista: “Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine: así quedaré libre e inocente del gran pecado”. Y solicitar que el Espíritu renueve la faz de la tierra. No pongamos vallas al campo, ni bóveda al firmamento.

Es muy esperanzadora la expresión de Jesús: “El que no está contra nosotros está a favor nuestro”. Quizá, como el muchacho que corrió a Moisés para pedirle que prohibiera profetizar a dos ancianos porque no habían estado presentes en el momento preciso, nos venga la tentación de vincular la gracia a la ley. El Espíritu supera nuestras fronteras. Necesitamos creer que la Iglesia está guiada por el Espíritu de Dios.

FRANCISCO REZA EN EL ÁNGELUS POR LOS CASI MIL MUERTOS EN EL TSUNAMI EN LA ISLA INDONESIA DE CÉLEBES
El Papa llama a superar el pensamiento "amigo/enemigo" y a amar "sin celos ni cerrazones"

"Se trata de estar más atentos a la autenticidad de lo bueno que a la procedencia de quienes lo hacen"

Cameron Doody, 30 de septiembre de 2018 a las 12:21

Ángelus del Papa

La gran libertad de Dios que se entrega a nosotros es un desafío y una exhortación a cambiar nuestras actitudes y nuestras relaciones

(Cameron Doody).- Superar "las categorías de 'amigo / enemigo', 'nosotros / ellos' y 'dentro / fuera'", de modo que podamos "abrir el corazón", reconocer la presencia de Dios "incluso en las situaciones más inesperadas e inusuales", y "amar sin celos ni cerrazones". Este es el reto que el Papa Francisco ha lanzado hoy en su rezo del ángelus, en el que también ha dedicado un recuerdo especial para los casi mil muertos en el tsunami en la isla indonesia de Célebes.

Algunas frases de la catequesis del Papa Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! El Evangelio de este domingo nos presenta uno de esos detalles muy instructivos de la vida de Jesús con sus discípulos Habían visto que un hombre, que no formaba parte del grupo de seguidores de Jesús, expulsaba demonios en el nombre de Jesús, y por lo tanto querían prohibírselo Juan, con el celo entusiasta típico de los jóvenes, refiere el asunto al Maestro buscando su apoyo; pero Jesús, por el contrario, responde, "no se lo prohibáis" Juan y los otros discípulos manifiestan una actitud de cerrazón ante un evento que no encaja en sus esquemas En cambio, Jesús se presenta muy libre, totalmente abierto a la libertad del Espíritu de Dios, que en su acción no está limitado por ningún límite Y con su actitud, Jesús quiere orientar a sus discípulos, incluso hoy, a esta libertad Nos hace bien reflexionar sobre este episodio y hacer un examen de conciencia

La actitud de los discípulos de Jesús es muy humana, muy común, y podemos encontrarla en las comunidades cristianas de todos los tiempos De buena fe, de hecho, con celo, uno quisiera proteger la autenticidad de una cierta experiencia, especialmente carismática, protegiendo al fundador o al líder de falsos imitadores Pero al mismo tiempo existe el temor a la "competencia", y esto es feo, que alguien puede robar nuevos seguidores, y luego no se puede apreciar el bien que otros hacen... Es una forma de autorreferencialidad, a la raíz del proselitismo, y como decía Benedicto, la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción, por el testimonio La gran libertad de Dios que se entrega a nosotros es un desafío y una exhortación a cambiar nuestras actitudes y nuestras relaciones

Esta es la invitación que Jesús nos dirige hoy. Nos llama a no pensar en las categorías de "amigo / enemigo", "nosotros / ellos", "dentro / fuera", "mío / tuyo", sino a ir más allá, a abrir el corazón para poder reconocer su presencia y la acción de Dios incluso en ámbitos insólitos e impredecibles y en personas que no forman parte de nuestro grupo

Se trata de estar más atentos a la autenticidad de lo bueno, lo bello y lo verdadero que se hace, que al nombre y procedencia de quienes lo hacen

En lugar de juzgar a los demás, debemos examinarnos a nosotros mismos

Que la Virgen María, modelo de dócil acogida de las sorpresas de Dios, nos ayude a reconocer los signos de la presencia del Señor en medio de nosotros... incluso en las situaciones más inesperadas e inusuales

Enséñanos a amar a nuestra comunidad sin celos ni cerrazones

Algunas frases de su saludo

Queridos hermanos y hermanas:

Expreso mi cercanía con las poblaciones de la isla de Célebes, en Indonesia, afectadas por un fuerte tsunami

Rezo por los muertos, lamentablemente muchos, por los heridos y por los que han perdido sus hogares y trabajos

Que el Señor los consuele y apoye los esfuerzos de aquellos que están tratando de llevar socorro. Rezamos juntos por nuestros hermanos y hermanas... (Ave Maria...)

Hoy, en Marsella, ha sido proclamado Beato Jean-Baptiste Fouque, sacerdote diocesano, quien permaneció vice-párroco toda su vida, un hermoso ejemplo

Promovió numerosas obras sociales y de bienestar a favor de los jóvenes, los ancianos, los pobres y los enfermos

Que el ejemplo y la intercesión de este apóstol de la caridad nos sostenga en el compromiso de acoger y compartir con las personas más débiles. ¡Un aplauso para el nuevo Beato!

Saludo con afecto a todos ustedes, romanos y peregrinos procedentes de diferentes países

En particular, saludo a los fieles de Calpe (España), al grupo de alcaldes y administradores de la región de Salzburgo y a la delegación internacional de personas sordas con motivo de la Jornada Mundial de los Sordos

Saludo a los miembros de la Comunidad de Sant'Egidio de Campania, a los jóvenes del Movimiento Shalom de Fucecchio, a los fieles de Foggia y a los de Rapallo

Os deseo a todos un buen domingo. Y por favor, no os olvidáis de rezar por mí

¡Buena comida y adiós!

Reflexión del evangelio del Domingo 30 de septiembre del 2018

Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela; XXVI Domingo Ordinario

Jesús nos enseña que ni el sectarismo ni la intolerancia tienen sitio en la comunidad cristiana

Lecturas:

Números 11, 25-29: “Ojalá que todo el pueblo de Dios fuera profeta”
Salmo 18: “Los mandamientos del Señor alegran el corazón”
Santiago 5, 1-6: “Sus riquezas se han corrompido”
San Marcos 9, 38-43. 45. 47-48: “El que no está con nosotros, está a nuestro favor. Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela”

La comunidad de Jesús experimenta las alegrías y las dificultades de todo grupo. Se entusiasma con los ideales de su Maestro pero también experimenta las limitaciones y miserias de cada uno de sus componentes. Se reconocen momentos de entusiasmo y generosidad desbordados y también momentos de desconsuelo y frustración. Así de humana es la comunidad de Jesús.

Cuando todo parece a favor, cuando hay muchas cosas que nos unen, ¿por qué tienen que aparecer esas pequeñas diferencias que vienen a obstaculizar la unión frente a los gravísimos problemas? ¿Por qué la mezquindad y el sectarismo que no permite que enlacemos los brazos y las fuerzas para afrontar las dificultades? Hay ejemplos maravillosos de lo que puede lograr un pueblo unido. Recordábamos en estos días el impresionante ejemplo que dio México en el sismo del año pasado. Se recuerda la tragedia, pero también se recuerda con emoción la entrega y generosidad de un pueblo que se une para levantarse de tan ingente desastre. Pero después aparecen los individualismos, las envidias y el egoísmo. Pasa en todos lados, lo mismo en el gobierno, en las organizaciones y hasta en la Iglesia. En el episodio que nos narra San Marcos nos revela que también sucede entre los apóstoles. En la narración se pone en evidencia un estridente contraste entre la mezquindad de los apóstoles, su puntilloso celo de grupo, y la generosidad, la tolerancia y el espíritu abierto de Jesús. Los apóstoles descalifican a aquel hombre “porque no era de los nuestros” y se lo prohíben, aunque lo que estaba haciendo era expulsar demonios como era la misión de ellos mismos.

Ahora que la crisis arrecia cómo nos vienen bien estos ejemplos. Hay muchos que están buscando el bien de nuestra patria, hay quienes se dicen dispuestos a grandes sacrificios, pero se necesita abrir el corazón y los oídos a las propuestas de los demás.

Hay descalificaciones tan sólo porque no es de nuestro grupo y se cierran grandes posibilidades.

La solución es la acogida, la escucha y la colaboración, más que la descalificación o el tratar de imponer nuestra idea por la fuerza. A veces es más fácil criticar que abrir el camino, descalificar que poner manos a la obra. Sin embargo hoy Jesús nos enseña que ni el sectarismo ni la intolerancia tienen sitio en la comunidad cristiana. No debe haber envidias porque otros hagan el bien ¡Lo importante es que se haga! Jesús nos hace una llamada a la tolerancia, al respeto, a la alegría por el bien hecho sin importar quién lo haga. El discípulo, de ayer y de hoy, ha de saber valorar y trabajar, hombro con hombro, con todo aquel que busque el bien y luche por un mundo más justo y fraterno. Nadie que esté en búsqueda de la justicia deberá sentirse sólo y menos en oposición con el verdadero cristiano. Quien se entrega a favor de los débiles, de los humillados y abandonados, sea quien sea, en realidad está buscando el Reino de Dios, se de él cuenta o no, pero Dios lo sabe y debemos unirnos a su tarea.

Pero Jesús quiere que quede bien clara su opción por el Reino, por una parte está abierto a todos los hombres y mujeres, sean quienes sean, vengan de donde vengan, pero exige radicalidad. Y si de momento pareció todo generosidad, después pronuncia palabras fuertes y claras sobre el escándalo de los pequeños y ser ocasión de pecado. Así como el vaso de agua y los detalles que se han tenido en favor de los pequeños, no quedarán sin recompensa; los hechos y gestos que dañen y perjudiquen a estos mismos pequeños, no quedarán impunes. Se ha visto tradicionalmente como escándalo, la descomposición y corrupción de costumbres en modas y espectáculos, sobre todo en el campo del sexo. Y tienen su importancia, pues a veces nos hemos acostumbrado a un ambiente de hedonismo, permisividad y de desprecio de la persona que ya nada nos escandaliza. En esto debemos tener mucho cuidado, pero no sólo en eso: la desigualdad y la injusticia hoy son verdaderos escándalos que nos están llevando al individualismo, a la falta de solidaridad y a la marginación de los más débiles. La violencia, los crímenes, los ataques a la libertad, son verdaderos escándalos que debemos “cortar” en nuestra sociedad.

Hay quien ha tomado en serio estas exigencias de Jesús y ha comenzado a mutilar sus miembros, como si con tan sólo con cortar el miembro tuviera asegurada la participación en el Reino. Pero Jesús no propone esto, va mucho más allá: no mutilar, sino unir. Expresa una exigencia de radicalidad en nuestra vida y una apertura a los valores del Reino que nos llevan a dejar a un lado todo lo que sea egoísmo. Miremos la misma actitud de Jesús. Abramos los ojos y descubramos la gran cantidad de personas y grupos que trabajan por la vida y siembran el Reino, que ayudan, sonríen y luchan. Acojámoslos y alegrémonos con ellos, unamos nuestros esfuerzos a los de ellos. Después miremos nuestra vida: ¿qué necesito para ampliar en mis horizontes? ¿Qué cáncer debo cortar? ¿Cómo voy a construir el Reino con los que son diferentes?

Señor Jesús, que con tu misericordia, nos das la prueba más delicada de tu amor, apiádate de nosotros, pecadores, para que seamos capaces de abrir nuestros brazos al que es diferente y no desfallezcamos en la lucha por construir tu Reino. Amén.

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