El Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza
- 03 Octubre 2018
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Francisco de Borja, Santo
Memoria Litúrgica, 3 de octubre
Tercer Superior General de la Compañía de Jesús
Martirologio Romano: Memoria de san Francisco de Borja, presbítero, que, muerta su mujer, con quien había tenido ocho hijos, ingresó en la Compañía de Jesús y, pese a que abdicó de las dignidades del mundo y recusó las de la Iglesia, fue elegido prepósito general, siendo memorable por su austeridad de vida y oración (1572).
Etimología: Francisco = el abanderado, viene del germano
Breve Biografía
San Francisco Borja nació en Gandía (Valencia) el 28 de octubre de 1510, primógenito de Juan de Borja y entró muy joven al servicio de la corte de España, como paje de la hermana de Carlos V, Catalina. A los veinte años el emperador le dio el título de marqués. Se casó a los 19 años y tuvo ocho hijos. A los 29 años de edad, después de la muerte de la emperatriz, que le hizo comprender la caducidad de los bienes terrenos, resolvió “no servir nunca más a un señor que pudiese morir” y se dedicó a una vida más perfecta. Pero el mismo año fue elegido virrey de Cataluña (1539-43), cargo que desempeñó a la altura de las circunstancias, pero sin descuidar la intensa vida espiritual a la que se había dedicado secretamente.
En Barcelona se encontró con San Pedro de Alcántara y con el Beato Pedro Favre de la Compañía de Jesus. Este último encuentro fue decisivo para su vida futura. En 1546, después de la muerte de la esposa Eleonora, hizo la piadosa práctica de los ejercicios espirituales de san Ignacio y el 2 de junio del mismo año emitió los votos de castidad, de obediencia, y el de entrar a la Compañía de Jesús, donde efectivamente ingresó en 1548, y oficialmente en 1550, después de haberse encontrado en Roma a San Ignacio de Loyola y haber renunciado al ducado de Gandía. El 26 de mayo de 1551 celebraba su primera Misa.
Les cerró las puertas a los honores y a los títulos mundanos, pero se le abrieron las de las dignidades eclesiásticas. En efecto, casi inmediatamente Carlos V lo propuso como cardenal, pero Francisco renunció y para que la renuncia fuera inapelable hizo los votos simples de los profesos de la Compañía de Jesús, uno de los cuales prohíbe precisamente la aceptación de cualquier dignidad eclesiástica. A pesar de esto, no pudo evitar las tareas cada vez más importantes que se le confiaban en la Compañía de Jesús, siendo elegido prepósito general en 1566, cargo que ocupó hasta la muerte, acaecida en Roma el 30 de septiembre de 1572.
Fue un organizador infatigable (a él se le debe la fundación del primer colegio jesuita en Europa, en su sierra natal de Gandía, y de otros veinte en España), y siempre encontró tiempo para dedicarse a la redacción de tratados de vida espiritual. Se destacó por su gran devoción a la Eucaristía y a la Santísima Virgen. Incluso dos días antes de morir, ya gravemente enfermo, quiso visitar el santuario mariano de Loreto. Fue beatificado en 1624 y canonizado en 1671, uno de los primeros grandes apóstoles de la Compañía de Jesús.
Si quieres ahondar más en la vida de Francisco de Borja, consulta San Francisco de Borja en Corazones.org
Santo Evangelio según San Lucas 9, 57-62. Miércoles XXVI de Tiempo Ordinario.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, que aprenda a escuchar tu voz en medio de las dificultades del día a día.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El Evangelio nos muestra tres situaciones distintas con un punto en común (el seguimiento de Jesús): El primero expresa seguir a Jesús sin condición alguna. El segundo a quien Jesús llama a que le siga y el tercero que expresa querer seguir a Jesús pero bajo algunas condiciones.
El seguir a Jesús se hace más claro en el segundo caso, pues Jesús es quien dice «sígueme»; en las otras dos situaciones, aunque Jesús tuvo la iniciativa de mostrarse, dejó que los otros hablaran y dijesen "te seguiré".
Jesús a ti también te dice sígueme, sin importar tu condición, sin importar que tan cerca de la Iglesia te encuentres. Te puedes preguntar, ¿Cristo puede llamar a alguien que no sea cristiano? Y la respuesta es sí porque su misericordia y su bondad no tienen límites, basta con querer escucharle y meditar sus palabras para hacerlas parte de tu vida y así vivas el Evangelio. Cuando Jesús te dice sígueme, lo hace porque quiere compartir su vida contigo, pues para Él eres muy importante. Probablemente sea muy difícil para ti aceptar entrar en esa relación de amistad porque implica que te dejes guiar y que esa amistad sea siempre una relación reciproca para corresponder a ese Amor.
Cuando frecuentes los sacramentos, hazlo con el corazón en la mano, de manera que Él lo moldee en cada encuentro, especialmente en cada Eucaristía. Evita convertir a los sacramentos en meras obligaciones y que el ser católico practicante se convierta en pertenecer a un club social; no dejes que la rutina invada tu vida sobrenatural, tu relación con Dios.
Que san José y la santísima Virgen María nos guíen en el seguimiento fiel y sincero de su Hijo Jesucristo.
La disposición a acercarse a Jesús dejando atrás “lo que fuimos, para que seamos lo que no éramos”. Les recomiendo vigilar no sólo individualmente, sino colegialmente, dóciles al Espíritu Santo, sobre este permanente punto de partida. Sin este núcleo languidecen los rasgos del Maestro en el rostro de los discípulos, la misión se atasca y disminuye la conversión pastoral, que no es otra cosa que rescatar aquella urgencia de anunciar el Evangelio de la alegría hoy, mañana y pasado mañana, premura que devoró el Corazón de Jesús dejándolo sin nido ni resguardo, reclinado solamente en el cumplimiento hasta el final de la voluntad del Padre. ¿Qué otro futuro podemos perseguir? ¿A qué otra dignidad podemos aspirar?
(Homilía de S.S. Francisco, 7 de septiembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
En algún momento del día rezaré una oración pidiendo por el aumento de las vocaciones misioneras.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Ángeles Custodios: Nos ayudan a caminar
Este es el compañero que, según el Papa, te ayudará a avanzar en el camino de la salvación
Este martes 2 de octubre, día que la Iglesia dedica a festejar a los Ángeles Custodios, el Papa Francisco dedicó la Misa celebrada en la Casa Santa Marta a reflexionar sobre su importancia en el camino de salvación de la humanidad: “Son ellos, los Ángeles de la Guarda, la ayuda particular que el Señor promete a su pueblo y a nosotros que caminamos en el camino de la vida”.
Francisco insistió en su homilía que este camino de la vida es un camino “en el que debemos ser ayudados por acompañantes, por protectores, por brújulas humanas que nos custodian de los peligros”.
Porque el principal peligro, aseguró, es “el peligro de no caminar. Hay mucha gente que se acomoda y que no camino, y que se pasa la vida entera parado, sin moverse, sin hacer nada. Y eso es un peligro”, advirtió.
Como ejemplo de esas personas que pasan la vida sin moverse, el Santo Padre habló de “aquel hombre del Evangelio que tenía miedo de invertir su talento. Lo había enterrado y pensó: ‘Así me quedo en paz, me quedo tranquilo porque no podré cometer un error. Mejor no arriesgarse’”.
“Hay mucha gente que, como ese hombre, no sabe caminar, que tiene miedo de arriesgarse y, como resultado, se paraliza. Frente a esa actitud, nosotros sabemos que la regla es que quien en la vida se queda parado, termina por corromperse. Es como el agua: cuando el agua se estanca, llegan los mosquitos, depositan sus huevos y todo se ponzoña. Todo”.
Por eso, “el Ángel nos ayuda y nos empuja a caminar”, explicó.
No obstante, los peligros a los que se enfrenta el pueblo de Dios en su camino no se limitan a la tentación de quedarse paralizado. El Papa citó otros dos: el peligro de equivocarse de camino y el camino de abandonar el camino para dispersarse por una ‘plaza’”.
“Es ahí donde el Ángel nos ayuda a no equivocarnos de camino y a avanzar por el correcto”. “No sólo te ayudan a caminar bien, sino que incluso te muestran adónde debemos llegar”. Para ello, “debemos recurrir a la oración, debemos pedir ayuda”.
Porque “nuestro Ángel no sólo está con nosotros, sino que al mismo tiempo ve a Dios Padre. Está en contacto con Él. Por lo tanto, es el puente cotidiano desde la hora en que nos despertamos hasta la hora en que nos vamos a dormir, que nos acompaña y que establece el vínculo entre nosotros y Dios Padre”.
El Ángel de la Guarda “es la puerta diaria a la trascendencia, al encuentro con el Padre: es el Ángel que me ayuda a andar porque mira al Padre y conoce el camino. No olvidemos a este compañero en el camino”, terminó el Papa.
El Santo Padre invita pedir a la Virgen y a San Miguel Arcángel que protejan a la Iglesia
Acompañemos al Papa: un Rosario cada día durante octubre
El Papa Francisco invita a todos los fieles del mundo a rezar diariamente el Santo Rosario, durante todo el mes mariano de octubre y a unirse así en comunión y penitencia.
De acuerdo con un comunicado del Vaticano, el objetivo de este llamado es unirnos como pueblo de Dios para pedir a la Santa Madre de Dios y a San Miguel Arcángel que protejan a la Iglesia del diablo, que siempre pretende separarnos de Dios y entre nosotros.
El Santo Padre pide a los fieles que recen para que la Santa Madre de Dios ponga a la Iglesia bajo su manto protector, para defenderla “de los ataques del maligno, el gran acusador, y hacerla, al mismo tiempo, cada vez más consciente de las culpas, de los errores y de los abusos cometidos en el presente y en el pasado”.
Para terminar el rezo del Rosario, el Papa Francisco recomienda la antigua invocaciónSub Tuum Praesidium (Bajo Tu Protección), y con la oración a San Miguel Arcángel escrita por León XIII:
Sub Tuum Praesidium
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la lucha.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio.
Que Dios manifieste sobre él su poder,
es nuestra humilde súplica.
Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial,
con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás,
y a los demás espíritus malignos
que vagan por el mundo para la perdición de las almas.
Amén.
¿Quiénes son los ángeles de la guarda?
Los ángeles nos asisten desde antes de nacer y hasta la muerte, somos sus protegidos
Son seres espirituales, no corporales. Se les describe tradicionalmente como fuertes, con alas y sonrientes. Invisibles pero luminosos. Son los ángeles de la guarda o ángeles custodios. Son la ayuda precisa en el momento justo.
“Los ángeles nos asisten desde antes de nacer y hasta la muerte, somos sus protegidos. Tienen una misión importantísima, porque todos lo ángeles adoran a Dios, pero a algunos se les envía a la tierra como ángeles de la guarda, para custodiar a cristianos y no cristianos; a todos los hombres”.
Marcello Stanzione
Experto en ángeles Y es que los ángeles son un punto de encuentro entre las religiones, porque tanto judíos, musulmanes como católicos creen en ellos y en su ayuda efectiva en la vida de las personas. “Los ángeles nos cuidan de dos maneras. La primera es la más sencilla, la natural: nos protegen de accidentes o nos inspiran buenas acciones. La segunda manera es sobrenatural. Los ángeles son maestros de ascética y de mística. Llevan a las personas hacia Cristo”.
Marcello Stanzione Experto en ángeles
El catecismo de la Iglesia católica los define como criaturas espirituales que tienen inteligencia, ; voluntad, son inmortales y superan en perfección a todas las criaturas. Los ángeles de la guarda, una ayuda sobrenatural las 24 horas del día durante toda la vida.
EL PAPA SE EMOCIONA Y CASI LLORA AL CITAR LA PRESENCIA DE "LOS DOS HERMANOS OBISPOS DE CHINA CONTINENTAL"
Francisco pide a los jóvenes, con palabras del Concilio: "Edificad con entusiasmo un mundo mejor que el de vuestros mayores"
"La memoria no se deja asfixiar ni aplastar por los profetas de calamidades y desventuras ni por nuestros propios límites, errores y pecados"
José Manuel Vidal, 03 de octubre de 2018 a las 09:50
Francisco, en la misa de apertura Sínodo jóvenes
Nos exige estar alertas y velar para que no domine la lógica de autopreservación y autorreferencialidad que termina convirtiendo en importante lo superfluo y haciendo superfluo lo importante
(José M. Vidal).- Misa solemne de apertura de la XV Asamblea del Sinodo de los obispos dedicado a los jóvenes, presidida por el Papa Francisco. En su homilía, el Papa pidió padre sinodales "ungidos con el don de los sueños y de la esperanza", recordó, emocionado y casi a punto de llorar, la presencia, por vez primera, de obispos de la China continental, e instó a la Iglesia que no se deje "asfixiar por los profetas de calamidades" y a los jóvenes, con palabras del Concilio, que edifiquen con entusiasmo " un mundo mejor que el de vuestros mayores".
La Plaza de San Pedro luce como en las grandes ocasiones. Decenas de cardenales y obispos participantes en el Síndo, con el secretario general del Sínodo, Lorenzo Baldiseri, al frente. Entre los asistentes no concelebrantes, los cardenales y obispo de la Curia.
Primera lectura de la carta del apóstol Pablo a los Filipenses. Lectura del Evangelio de Juan: "Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno me ama, guardará mi palabra y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada en él...
Radio Watykańskie@rwatykanskie
Na Placu Świętego Piotra trwa Eucharystia rozpoczynająca #Synod2018 @synod2018
3:29 - 3 oct. 2018
Texto completo de la homilía del Papa
«El Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho» (Jn 14,26). De esta forma tan sencilla, Jesús les ofrece a sus discípulos la garantía que acompañará toda la obra misionera que les será encomendada: el Espíritu Santo será el primero en custodiar y mantener siempre viva y actuante la memoria del Maestro en el corazón de los discípulos. Él es quien hace que la riqueza y hermosura del Evangelio sea fuente de constante alegría y novedad.
Al iniciar este momento de gracia para toda la Iglesia, en sintonía con la Palabra de Dios, pedimos con insistencia al Paráclito que nos ayude a hacer memoria y reavivar esas palabras del Señor que hacían arder nuestro corazón (cf. Lc 24,32).
Ardor y pasión evangélica que engendra el ardor y la pasión por Jesús. Memoria que despierte y renueve en nosotros la capacidad de soñar y esperar. Porque sabemos que nuestros jóvenes serán capaces de profecía y de visión en la medida que nosotros, ya mayores o ancianos, seamos capaces de soñar y así contagiar y compartir esos sueños y esperanzas que anidan en el corazón (cf. Jl 3,1).
Que el Espíritu nos dé la gracia de ser Padres sinodales ungidos con el don de los sueños y de la esperanza para que podamos, a su vez, ungir a nuestros jóvenes con el don de la profecía y la visión; que nos dé la gracia de ser memoria operante, viva, eficaz, que de generación en generación no se deja asfixiar ni aplastar por los profetas de calamidades y desventuras ni por nuestros propios límites, errores y pecados, sino que es capaz de encontrar espacios para encender el corazón y discernir los caminos del Espíritu.
El #PapaFrancisco ha mencionado la participación de dos hermanos #obispos de #China Continental: "Démosles nuestra afectuosa bienvenida: gracias a su presencia, la comunión de todo el Episcopado con el Sucesor de #Pedro es aún más visible" #Synod2018 #PadresSinodales
3:29 - 3 oct. 2018
Con esta actitud de dócil escucha de la voz del Espíritu, hemos venido de todas partes del mundo. Hoy, por primera vez, están también aquí con nosotros dos hermanos obispos de China Continental. Démosles nuestra afectuosa bienvenida: gracias a su presencia, la comunión de todo el Episcopado con el Sucesor de Pedro es aún más visible.
Ungidos en la esperanza comenzamos un nuevo encuentro eclesial capaz de ensanchar horizontes, dilatar el corazón y transformar aquellas estructuras que hoy nos paralizan, nos apartan y alejan de nuestros jóvenes, dejándolos a la intemperie y huérfanos de una comunidad de fe que los sostenga, de un horizonte de sentido y de vida (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 49). La esperanza nos interpela, moviliza y rompe el conformismo del «siempre se hizo así» y nos pide levantarnos para mirar de frente el rostro de nuestros jóvenes y las situaciones en las que se encuentran.
La misma esperanza nos pide trabajar para revertir las situaciones de precariedad, exclusión y violencia a las que están expuestos nuestros muchachos. Nuestros jóvenes, fruto de muchas de las decisiones que se han tomado en el pasado, nos invitan a asumir junto a ellos el presente con mayor compromiso y luchar contra todas las formas que obstaculizan sus vidas para que se desarrollen con dignidad.
Ellos nos piden y reclaman una entrega creativa, una dinámica inteligente, entusiasta y esperanzadora, y que no los dejemos solos en manos de tantos mercaderes de muerte que oprimen sus vidas y oscurecen su visión.Esta capacidad de soñar juntos que el Señor hoy nos regala como Iglesia, reclama, como nos decía san Pablo en la primera lectura, desarrollar entre nosotros una actitud definida: «No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás» (Flp 2,4). E inclusive apunta más alto al pedir que con humildad consideremos estimar a los demás superiores a nosotros mismos (cf. v. 3).Con este espíritu intentaremos ponernos a la escucha los unos de los otros para discernir juntos lo que el Señor le está pidiendo a su Iglesia. Y esto nos exige estar alertas y velar para que no domine la lógica de autopreservación y autorreferencialidad que termina convirtiendo enimportante lo superfluo y haciendo superfluo lo importante.
El amor por el Evangelio y por el pueblo que nos fue confiado nos pide ampliar la mirada y no perder de vista la misión a la que nos convoca para apuntar a un bien mayor que nos beneficiará a todos. Sin esta actitud, vanos serán todos nuestros esfuerzos.
#Sinodo #PapaFrancesco a Messa: così ci parlarono i Padri conciliari: “Siate generosi, puri, rispettosi, sinceri. E costruite nell’entusiasmo un mondo migliore di quello attuale” #Synod2018 https://www.avvenire.it/chiesa/pagine/al-via-sinodo-sui-giovani …
El don de la escucha sincera, orante y con el menor número de prejuicios y presupuestos nos permitirá entrar en comunión con las diferentes situaciones que vive el Pueblo de Dios. Escuchar a Dios, hasta escuchar con él el clamor del pueblo; escuchar al pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama (cf. Discurso durante el encuentro para la familia, 4 octubre 2014). Esta actitud nos defiende de la tentación de caer en posturas «eticistas» o elitistas, así como de la fascinación por ideologías abstractas que nunca coinciden con la realidad de nuestros pueblos (cf. J. M. BERGOGLIO, Meditaciones para religiosos, 45-46).
Hermanos: Pongamos este tiempo bajo la materna protección de la Virgen María. Que ella, mujer de la escucha y la memoria, nos acompañe a reconocer las huellas del Espíritu para que, «sin demora» (cf. Lc 1,39), entre sueños y esperanzas, acompañemos y estimulemos a nuestros jóvenes para que no dejen de profetizar.
Padres sinodales: Muchos de nosotros éramos jóvenes o comenzábamos los primeros pasos en la vida religiosa al finalizar el Concilio Vaticano II. A los jóvenes de aquellos años les fue dirigido el último mensaje de los padres conciliares. Lo que escuchamos de jóvenes nos hará bien volverlo repasar en el corazón recordando las palabras del poeta: «Que el hombre mantenga lo que de niño prometió» (F. HÖLDERLIN).
Así nos hablaron los Padres conciliares: «La Iglesia, durante cuatro años, ha trabajado para rejuvenecer su rostro, para responder mejor a los designios de su fundador, el gran viviente, Cristo, eternamente joven. Al final de esa impresionante "reforma de vida" se vuelve a vosotros. Es para vosotros los jóvenes, sobre todo para vosotros, porque la Iglesia acaba de alumbrar en su Concilio una luz, luz que alumbrará el porvenir.
La Iglesia está preocupada porque esa sociedad que vais a constituir respete la dignidad, la libertad, el derecho de las personas, y esas personas son las vuestras [...] En el nombre de este Dios y de su hijo, Jesús, os exhortamos a ensanchar vuestros corazones a las dimensiones del mundo, a escuchar la llamada de vuestros hermanos y a poner ardorosamente a su servicio vuestras energías. Luchad contra todo egoísmo. Negaos a dar libre curso a los instintos de violencia y de odio, que engendran las guerras y su cortejo de males. Sed generosos, puros, respetuosos, sinceros. Y edificad con entusiasmo un mundo mejor que el de vuestros mayores» (PABLO VI, Mensaje a los jóvenes, con ocasión de la clausura del Concilio Vaticano II, 8 diciembre 1965). Padres sinodales: la Iglesia los mira con confianza y amor.
"Padres Sinodales: la Iglesia los mira con confianza y amor" #Francisco invoca al #EspírituSanto en la #MISA de apertura del #Synod2018
3:25 - 3 oct. 2018 · Vatican City