Quien les escucha a ustedes, me escucha a mi
- 05 Octubre 2018
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Celebrado el 5 de octubre
Beata María Teresa Kowalska, virgen y mártir
En el campo de concentración de Dzialdowo, en Polonia, beata María Teresa Kowalska, virgen de la Orden de Clarisas Capuchinas y mártir, la cual, encarcelada en aquel lugar durante la ocupación militar de Polonia, permaneció firme en la fe y alcanzó, así, la vida eterna.
Miecislava Kowalska nació en Varsovia en 1902. No se conocen los nombres de sus padres, pero sí se sabe que el padre era simpatizante socialista que en 1920 se marchó a la Unión Soviética con una parte de la familia. Las ideas políticas de su padre no habían impedido que Miecislava hiciera la primera comunión (21 de abril de 1915) y recibiera la confirmación (21 de mayo de 1920). Miecislava quedó en Polonia y al llegar a los 21 años decidió su vocación religiosa e ingresó en el monasterio de Monjas Capuchinas de Przasnysz el 23 de enero de 1923. Quería reparar la defección de su familia, que se había dejado imbuir del espíritu ateo. Comenzó su noviciado el 15 de agosto de 1923 y tomó el nombre de sor María Teresa del Niño Jesús. Hizo la profesión simple el 15 de agosto de 1924 y la profesión solemne el 26 de julio de 1928. En el convento ejerció sucesivamente estos oficios: portera, sacristana, bibliotecaria, maestra de novicias y consejera.
Llegada la II Guerra Mundial y ocupada Polonia por los alemanes, éstos arrestaron, el 2 de abril de 1941, a todas las monjas del monasterio y las llevaron al campo de concentración de Dzialdowo. Para entonces sor María Teresa estaba ya enferma de tuberculosis. Las 36 monjas capuchinas fueron recluidas en un único local y sometidas a condiciones horribles de vida. La tuberculosis de sor Teresa avanzó de forma rápida e inexorable, sobreviniéndole numerosas hemorragias pulmonares, hasta que murió piadosamente el 25 de julio de 1941, siendo su cuerpo retirado de la sala, sin que se sepa qué se hizo con él. Las hermanas fueron liberadas dos semanas más tarde pero no pudieron volver al monasterio hasta el final de la guerra. Fue beatificada el 13 de junio de 1999 por el papa Juan Pablo II.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
Los milagros cotidianos en tu vida…
Santo Evangelio según San Lucas 10, 13-16. Viernes XXVI de Tiempo Ordinario.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, forma en mí un corazón agradecido para que sepa reconocer tu paso por mi vida y hagas milagros en mí.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En nuestra experiencia de vida como cristianos estamos más acostumbrados a hacer oración de petición. Ponemos en las manos de Dios todos nuestros problemas, los de la gente que nos rodea, nuestros deseos. Sin embargo, ¿cuántas veces le agradecemos a Dios por los regalos que nos da?
El Señor hace milagros todos los días en nuestra vida pero ya nos acostumbramos a ellos. El milagro de nuestra familia, del amor de los que nos rodean, el milagro de estar vivos. Pero a pesar de todos estos milagros, ¿ya hemos vuelto nuestro corazón con todo nuestro amor a Jesús? ¿O aún reservamos una parte que no le hemos querido entregar?
Jesús no se lamenta de haber hecho los milagros, sino de que, a pesar de ellos, nos neguemos a cambiar y seguirle. Cuando esto sucede no le dejamos obrar el único milagro que requiere de nuestro grano de arena, la verdadera conversión. Una conversión sincera no significa ser inmaculado y no pecar, sino evitar a toda costa el pecado con la ayuda de la gracia. Al abandonarnos en sus manos reconociendo que solos no podemos, nuestro amor al Señor se vuelve tan grande que no queremos ofenderle más, no queremos cargar más peso en su espalda llagada.
Hemos escuchado tantas veces de la conversión, pero ¿qué esperamos para tener una experiencia verdadera de Dios? Y si ya hemos ido experimentando ese llamado de vuelta hacia Dios, nuestra conversión es un sí cotidiano, un sí sostenido que nos va acercando a la contemplación de la alegría eterna, del rostro de Dios. Y tú, ¿piensas escalar al cielo como te pregunta Jesús?
El Hijo de Dios da la vuelta a cada esquema humano: nos son los discípulos quienes lavaron los pies al Señor, sino que es el Señor quien lavó los pies a los discípulos. Este es un motivo de escándalo y de incredulidad no solo en aquella época, sino en cada época, también hoy. El cambio hecho por Jesús compromete a sus discípulos de ayer y de hoy a una verificación personal y comunitaria. También en nuestros días, de hecho, puede pasar que se alimenten prejuicios que nos impiden captar la realidad. Pero el Señor nos invita a asumir una actitud de escucha humilde y de espera dócil, porque la gracia de Dios a menudo se nos presenta de maneras sorprendentes, que no se corresponden con nuestras expectativas.
(Homilía de S.S. Francisco, 8 de julio de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy pediré a Dios la gracia para evitar el pecado que más fácil cometo, y si es necesario me acercaré a la confesión.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Nunca dudes de Dios, confía en Él, y Él actuará
La fe mueve montañas y la oración sencilla de una niña hace milagros. Esta historia fue escrita por una doctora que trabajó en Sudáfrica, para que veas cómo Dios siempre nos escucha; solo basta tener fe, pero fe de verdad.
Una noche, yo había trabajado duro para ayudar a una madre en su trabajo de parto; pero a pesar de todo lo que pudimos hacer, ella murió dejándonos con un bebé prematuro diminuto y una hija de dos años que lloraba. Habíamos tenido dificultad en mantener con vida al bebé, ya que no teníamos incubadora (ni siquiera teníamos electricidad para hacer funcionar una incubadora).Tampoco teníamos facilidades para darle alimentación especial.
A pesar de vivir en el ecuador geográfico, las noches a menudo eran frías, con corrientes de aire traicioneras. Una comadrona estudiante fue a traer la caja que teníamos para esos bebés y la frazada de algodón en la que debería envolverse al bebé; 0tra fue a avivar el fuego y a llenar una bolsa con agua caliente. Regresó rápido, apenada, a decirme que al llenar la bolsa, ésta se había reventado (el plástico fácilmente se echa a perder en los climas tropicales). Exclamó: ¡y es nuestra última bolsa para agua caliente!
Igual que en occidente no es bueno llorar sobre la leche derramada, así también es en el África Central, no es bueno llorar sobre una bolsa para agua caliente estallada; estas no se dan en los árboles, y no hay farmacias en los extravíos de la selva.
Está bien -le dije-, ponga al bebé tan cerca del fuego con todo el cuidado que pueda, y duerma entre el bebé y la puerta para librarlo de los vientos. Su trabajo es mantener al bebé con calor. La tarde siguiente, tal como lo hacía la mayoría de los días, fui a orar con algunos de los niños del orfanato que elegían reunirse conmigo. Les di a los más jóvenes varias sugerencias de cosas por las cuales orar y les conté del diminuto bebé. Les expliqué nuestro problema de mantener al bebé lo suficientemente cálido, mencionando lo de la bolsa para agua caliente, y que el bebé podría morir demasiado fácil si se enfriaba. También les conté de la hermanita de dos años, llorando porque su mamá había muerto.
Durante el tiempo de oración, una niña de diez años, Ruth, oró con la forma usual concisa y sin remilgos de nuestros niños africanos. Por favor, Dios -oró ella-, envíanos una bolsa para agua caliente. No nos servirá mañana, Dios, porque el bebé ya estará muerto, así que por favor envíanosla esta tarde .
En lo que me tragaba una bocanada de aire frente a la audacia de la oradora, ella agregó: ¿Y a la vez, podrías por favor enviarnos una muñeca para la pequeña hermana para que sepa que realmente la amas?
Como pasa con la oración de los niños, fui puesta en un apuro. Podía decir yo, honestamente, Amén . Simplemente no creí que Dios pudiera hacer esto.
Oh, sí, yo sé que Dios todo lo puede, la Biblia dice así. Pero hay límites, ¿o no? La única forma en que Dios podía responder a esta oradora muy particular sería enviándome un paquete desde mi país. Yo había estado en África por casi cuatro años para ese entonces, y nunca, nunca, había recibido un paquete enviado desde mi país. De todos modos, si alguien me envió un paquete, ¿quién pondría una bolsa para agua caliente? ¡Yo estaba viviendo en el ecuador geográfico!
A media tarde, cuando estaba dando clases a las enfermeras, recibí el mensaje de que un carro estaba estacionado en la puerta de enfrente de mi residencia.
Cuando llegué a mi casa, el carro ya se había ido, pero allí, sobre la baranda, había un paquete grande de veintidós libras. Sentí lágrimas mojando mis ojos. No podía abrir el paquete yo sola, así que mandé a llamar a los niños del orfanato.
Juntos tiramos de las cintas, deshaciendo cuidadosamente cada nudo. Doblamos el papel, cuidando de no romperlo demasiado. La excitación iba en aumento.
Algunos treinta o cuarenta pares de ojos estaban enfocados en la gran caja de cartón.
De hasta arriba, saqué unos jersey de punto de colores brillantes. Los ojos relumbraban conforme los levantaba. Después había las vendas de punto para los pacientes leprosos, y los niños mostraron un leve aburrimiento. Luego venía una caja de pasas mixtas con pasas de Esmirna -estas harían una porción para el pan del fin de semana. A continuación, cuando volví a meter la mano, pensé ¿...estoy sintiendo lo que en realidad es? Agarré y saqué, si, una bolsa para agua caliente, nueva. Lloré. No le había pedido a Dios que me la enviara; porque realmente no creí que Él pudiera hacerlo. Ruth estaba al frente de la fila que formaban los niños. Ella se abalanzó afirmando: ¡Si Dios nos envió la bolsa, debió mandarnos también la muñeca!
Hurgando hasta el fondo de la caja, ella sacó la muñeca pequeña y bellamente vestida. ¡Sus ojos brillaron! ¡Ella nunca dudó!
Viendo hacia mí, preguntó: ¿Puedo ir con usted y darle esta muñeca a la niña, para que ella sepa que Jesús la ama en realidad?
El paquete había estado en camino por cinco meses completos. Empacado por mis antiguos alumnos de la escuela dominical, cuyo líder había escuchado y obedecido a Dios urgiéndole a enviar una bolsa para agua caliente, a pesar de que iba para el ecuador geográfico. Y una de las niñas había puesto una muñeca para una niña africana -cinco meses antes, en respuesta a la oradora de diez años que creyó y pidió que lo trajera ´esa tarde´.
Antes de que pidan, yo responderé (Isaías 65:24). Orar es uno de los mejor dones que recibimos. No tiene costo y trae muchas recompensas. Nunca dudes de Dios, confía en Él, y Él actuará, la Providencia Divina nunca nos fallará.
¿Cómo motivar a niños a rezar el Rosario?
¿Qué estrategias usó nuestra Sra. de Fátima para lograr que esos tres niños rezaran el Rosario cada día con devoción
A lo largo de los años he intentado animar a mis hijos a rezar el Rosario con una mezcla de éxitos y fracasos, y por tanto admiro a las madres que me dicen que rezan el Rosario todas las noches en familia y también la labor de la Armada Blanca. Uno podría pensar que quizá es demasiado pedir a niños pequeños rezar el Rosario todos los días, pero eso es precisamente lo que hizo la Santísima Virgen María cuando se apareció a tres pastorcillos en Fátima. Cuando empezaron sus apariciones el 13 de mayo de 1917, Lucía tenía 10 años, Francisco 8 años, y Jacinta solo 7 años y no se pasaban todo el día en la iglesia.
¿Qué estrategias usó nuestra Sra. de Fátima para lograr que esos tres niños rezaran el Rosario cada día con devoción?
1) Dar ejemplo de cómo rezar, hasta antes de mencionar el Rosario.
Antes de las apariciones de la Virgen, Dios mandó al Ángel de Portugal para decirles a los niños: “¡Orad conmigo!”. Les dio ejemplo y les enseñó simples oraciones, asegurándoles: “Los Corazones de Jesús y María están atentos a la voz de vuestras súplicas”. Cuando les encontró no rezando al aparecerse a ellos la segunda vez, les exhortó: “¿Qué estáis haciendo? ¡Rezad! ¡Rezad mucho!” y les reveló: “Los corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia”. En su 3ª. aparición, les demuestra la Presencia del Señor en el Santísimo Sacramento, postrándose ante Él. Ya les demuestra la necesidad de la oración y la actitud que deberían de tener, como podemos hacer los padres con nuestros hijos desde su infancia.
2) Insistir amablemente.
En cada una de sus seis apariciones en Fátima, la Santísima Virgen María repite su petición de que los pastorcillos recen el Rosario todos los días y que continúen a hacerlo. Si la Virgen María no se contentó con decirlo una vez, no deberíamos de desanimarnos si hemos de insistir con cariño una y otra vez para que nuestros hijos tomen la costumbre de rezar el Rosario todos los días.
3) Demostrar que nos importa.
La Virgen se mostró a veces triste, apelando a la compasión de los pastorcillos. Explica Lucía: “Delante de la palma de la mano derecha de nuestra Señora estaba un corazón rodeado de espinas que parecían clavarse en él. Entendimos que era el Corazón Inmaculado de María, ultrajado por los pecados de la humanidad, y que quería reparación.” (2ª. Aparición Virgen) Añade también que en su última aparición a los pastorcillos, la Ssma. Virgen María “tomando aspecto más triste dijo: -‘Que no se ofenda más a Dios Nuestro Señor, que ya es muy ofendido.” Si de verdad nos importa la oración, los niños se darán cuenta de ello.
4) Recordarles la necesidad de reparación para evitar el infierno.
A veces podríamos pensar que hablar sobre el infierno y sobre los pecados podría asustar demasiado a los niños, pero la Santísima Virgen María no se anduvo con rodeos y hasta les mostró una visión del infierno en su tercera aparición, pidiéndoles: “Cuando recéis el rosario, decid después de cada misterio: ‘Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas’”. En su cuarta aparición insistió: “Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellas". Si la más tierna de las Madres no les evitó a los pastorcillos pensar en el infierno, tampoco deberíamos de tener miedo de hacerlo con nuestros hijos, por su bien.
5) Recordarles que el esfuerzo será premiado.
La Virgen motivó a los pastorcillos también revelándoles lo que podrían obtener rezando el Rosario. En su primera aparición dijo que Francisco iría al Cielo, “pero tiene que rezar antes muchos rosarios” y les animó a todos: “Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra". Dio el mismo fin en su tercera aparición, añadiendo además que se rezara para impedir mayores castigos. En sus cuartas y quintas apariciones prometió hasta la cura física de algunos enfermos. Les alentó con recompensa inmediata, apareciéndose su segunda y tercera vez tras el rezo del Rosario. Para que no se desanimaran, les aseguró: “Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará” (3ª. Aparición).
La Iglesia Católica anima de la misma forma a los fieles, concediendo indulgencia plenaria al rezo del Rosario en la iglesia o en familia, según el “Manual de Indulgencias de la Penitenciaría Apostólica” (1986) bajo las condiciones usuales indicadas en las“Normas sobre las indulgencias” [Si no se cumplen las condiciones, la indulgencia es parcial]:
“1. Basta el rezo de sólo una tercera parte del rosario: pero las cinco decenas deben rezarse seguidas.
2. A la oración vocal hay que añadir la piadosa meditación de los misterios.
3. En el rezo público, los misterios deben enriquecerse de acuerdo con la costumbre admitida en cada lugar; en el rezo privado, basta con que el fiel cristiano junte a la oración vocal la meditación de los misterios. (48)”
De esta forma concreta los fieles están asegurados de que sus oraciones hacen una gran diferencia a sí mismos o a las almas en el Purgatorio (a quienes se les puede aplicar las indulgencias obtenidas). El mismo Señor concedió a la Iglesia por medio de sus apóstoles este poder como administradora de gracia: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Juan 20, 23).
Confiemos, pues, en los consejos de la Virgen María de rezar el Rosario todos los días y también en el poder de su intercesión ante el Señor.
¿Sabías que un matrimonio feliz te puede ayudar a vivir más años?
El matrimonio proporciona a las personas roles e identidad significativas que pueden influir en la salud
Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos llegó a la conclusión de que un matrimonio feliz puede ayudar a las parejas a vivir más años y con mejor salud, a diferencia de aquellas que se sienten insatisfechas con su compromiso.
El estudio, publicado recientemente en la revista Health Psychology, examinó la relación entre la felicidad conyugal y la mortalidad por todas las causas, con datos de la Encuesta Social General y del Índice Nacional de Muertes entre 1978 y 2019.
Los científicos investigaron las respuestas de 19 mil personas encuestadas. Descubrieron que los que vivían su matrimonio “muy felices” o “bastante felices”, tenían 20% menos probabilidades de morir antes que aquellas que se sentían “no muy felices” en su matrimonio.
Ese resultado se mantuvo incluso después de segmentar el estudio por edad, sexo, raza, educación y región geográfica.
La revista Time informa que el coautor del estudio, Mark Whisman, profesor de psicología y neurociencia en la Universidad de Colorado, señaló que hay varias maneras en que un buen matrimonio parece mejorar la salud.
Por ejemplo, las personas casadas pueden alentar a sus cónyuges a adoptar hábitos saludables, como comer bien, hacer ejercicio y ver a un médico regularmente, dijo Whisman. Por el contrario, los matrimonios infelices llevan a los cónyuges a tener mayor riesgo de enfermedad cardíaca, presión arterial alta, entre otros.
Por otro lado, Whisman dijo que una relación matrimonial fuerte también ayuda a la salud mental, que luego se traduce en bienestar físico.
“En general el matrimonio proporciona a las personas roles e identidad significativas, un propósito en la vida, una sensación de seguridad. Esos tipos de factores psicológicos pueden influir en la salud”, sostuvo.
Finalmente, agregó que un matrimonio feliz proporciona un grado de apoyo social superior al que brindan amigos y familia.
“Un matrimonio de alta calidad puede servir como un amortiguador contra los factores de estrés crónicos o agudos en la vida”, concluyó.
El sínodo no es un congreso de obispos, sino que es una asamblea de carácter consultivo
Este año, el Papa Francisco ha convocado un Sínodo de Obispos con el lema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. A través de esta Asamblea, la Iglesia busca escuchar y comprender la voz de los jóvenes de este siglo para que vuelvan a reconectarse con su fe; hecho que me parece muy importante y de interés para toda la Iglesia. Estoy seguro que, más de alguno, pudiera preguntarse ¿Qué es un sínodo? ¿Cuál es su objetivo? Vamos a descubrirlo.
El sínodo es una asamblea de obispos de carácter internacional, la cual se lleva a cabo cuando un Papa lo convoca. El Código de Derecho Canónico lo define así: “El sínodo de los Obispos es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos, y ayudar al Papa con sus consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservación y fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, y estudiar las cuestiones que se refieren a la acción de la Iglesia en el mundo” (CIC 342). De modo que, esta asamblea episcopal, permite al Papa estar en comunión con toda la Iglesia universal, a través de los obispos a quienes convocó para pedir su consejo en temas específicos.
El sínodo no es un congreso de obispos, sino que es una asamblea de carácter consultivo, en el que los obispos pueden discutir, discernir y aportar propuestas al Papa sobre temas de gran importancia para la Iglesia y el mundo. Entre los asuntos que han sido razón suficiente para convocar un sínodo han sido: la familia, la Biblia, la Eucaristía, la Nueva Evangelización, etc.
Las conclusiones que arrojan estos encuentros son presentadas al Santo Padre, para que, luego, como ya es tradición, se publique una exhortación apostólica, misma que resume las ideas y aportaciones que surgieron entre todos los participantes.
Existen dos tipos de sínodos: los generales y los especiales. Los primeros, versan sobre asuntos que tienen que ver con la Iglesia universal. Los especiales, por su parte, trata sobre temas en específico que tienen que ver con algún sector o región de la Iglesia. Los sínodos generales pueden ser ordinarios y extraordinarios.Los ordinarios son los más comunes y se suelen celebrar cada tres años en el mes de octubre en Roma. Mientras que, los extraordinarios, se convocan sólo para tratar cuestiones que exigen una resolución rápida y urgente.
Un sínodo suele durar entre dos y tres semanas. En él participan entre 200 y 250 obispos, junto con el Santo Padre. De los purpurados que participan en este encuentro, acuden de todo el mundo y son elegidos por los obispos de sus respectivas conferencias episcopales y a otros los puede elegir directamente el Santo Padre. Reunidos en asamblea plenaria, cada obispo puede hablar solamente tres minutos. Pero ya en los pequeños grupos que se forman se profundiza con detenimiento cada tema hasta obtener conclusiones específicas.
Con la celebración de este nuevo sínodo, la Iglesia busca acercarse y conectarse con la juventud, ayudándolos a vivir su fe y a descubrir su vocación. En élparticiparán casi 270 obispos y además 34 jóvenes de todo el mundo. Pidamos por el fruto de este encuentro que es para bien de toda la Iglesia.
PIDE A LOS ROSMINIANOS QUE "SEAN HOMBRES CON LAS MANOS SIEMPRE EXTENDIDAS HACIA LOS SUFRIENTES"
Francisco: "La santidad es el verdadero camino de la reforma de la Iglesia"
Recalca que la fidelidad a Pedro "exrpesa la unidad en la diversidad y en la comunión eclesial"
Redacción, 01 de octubre de 2018 a las 15:26
Pide a los Rosminianos que "sean hombres con las manos siempre extendidas hacia los sufrientes"Vatican News
Con la luz del Espíritu Santo, encontrarán formas para continuar con entusiasmo renovado, captando los signos de los tiempos, las urgencias sociales y la pobreza espiritual y material de quienes esperan palabras y gestos de salvación y esperanza
El Papa Francisco ha recibido esta mañana a 30 participantes en el Capítulo General del Instituto de la Caridad- Rosminianos. Su fundador, el beato Antonio Rosmini, afirmó el Papa, decía siempre que "el cristiano debe nutrir en sí mismo un afecto, un apego y un respeto sin límite alguno por la Santa Sede y el Pontífice".
Esta fidelidad a la sede de Pedro, les dijo el Papa, expresa la unidad en la diversidad y en la comunión eclesial, elemento imprescindible para una misión fructífera. La santidad es el camino de la verdadera reforma de la Iglesia poniendo al centro el primado de la ‘virtud de la caridad'".
Además, como recordó Francisco, Rosmini "acompañaba la caridad con una fuerte ‘firmeza interior'". El Papa les pidió que el ejemplo de Rosmini les estimule para avanzar en la fecundidad del silencio interior y en el heroísmo del silencio exterior. El Fundador quiso atribuir a su familia religiosa la denominación de "Instituto de la caridad", para evidenciar la supremacía de la virtud de la caridad, que, va por "encima de todo". También es importante mantener la "santa indiferencia" que su Fundador extrajo de San Ignacio de Loyola: sin ella no es posible implementar una auténtica caridad universal.
El Santo Padre les dijo que su visita manifiesta el apego a la Iglesia y a la Santa Sede, que recomendó y vivió su Fundador. Durante la asamblea, los Rosminianos, reflezionaron el tema: "Sean perfectos... sean misericordiosos". Un tema, les dijo el Papa, donde se trata de poner en primer lugar la alegre noticia que todo cristiano está llamado a la santidad, y recorrer juntos este camino en la caridad.
Esta perspectiva, exquisitamente evangélica, es un punto focal de la enseñanza de su Fundador, que se puede encontrar de manera especial en el libro de las Máximas, añadió el Papa. La santidad y el ejercicio de las virtudes no están reservadas a pocos, y mucho menos a algún momento particular de la existencia. Todos pueden vivirlas en la cotidiana fidelidad a la vocación cristiana: los consagrados en particular, en la fiel adhesión a la profesión religiosa. En este sentido, el Beato Rosmini oraba: « Oh Dios, envíanos tus héroes». Fue evidente en él lo que enfaticé en el reciente Motu proprio Majorem hac dilection sobre el heroísmo de la vida, es decir, "una ofrenda de vida para otros, mantenida hasta la muerte" (No. 5). La santidad es el camino de la verdadera reforma de la Iglesia, que, como vio claramente Rosmini, transforma el mundo en la medida en que se reforma.
Francisco les pidió que en su actividad eclesial, organicen las obras de caridad corporal, intelectual, espiritual y pastoral de manera que siempre sigan al Espíritu Santo que indica dónde, cuándo y cómo amar. En lo que respecta a la acción educativa, les dijo, no se debe limitar a la instrucción simple, sino que es caridad intelectual. De hecho, el centro viviente de la educación cristiana es la ciencia que se transmite a partir de la Palabra de Dios, cuya plenitud es Jesucristo, la Palabra hecha carne.
Su presencia apostólica se ha irradiado en la India, Tanzania y Kenia, así como en los Estados Unidos de América y Europa: El Santo Padre les animó a que sean hombres con las manos siempre extendidas hacia los sufrientes,para traerles la ayuda de la fe y la caridad. Estoy pensando, en particular, en sus hermanos y en las Hermanas Rosminianas que trabajan en Venezuela, llamados a ser testigos de la cercanía espiritual y material con las poblaciones duramente afectadas.
También es bueno, añadió Francisco, que su Instituto continúe a reflexionar atentamente sobre su propio carisma y, considerando los frutos que han madurado a lo largo de los años, pueda abrirse cada vez más a las expectativas de la Iglesia y del mundo. Con la luz del Espíritu Santo, encontrarán formas para continuar con entusiasmo renovado, captando los signos de los tiempos, las urgencias sociales y la pobreza espiritual y material de quienes esperan palabras y gestos de salvación y esperanza. A esta labor apostólica se le unen los "Ascritti", clérigos y laicos que, viviendo en el mundo, desean alcanzar la perfección evangélica en comunión con su Instituto. Es bueno que se involucren cada vez más en su vida comunitaria.
Queridos hermanos, dijo por último, su Instituto, con la especificidad del carisma rosminiano, todavía puede ofrecer un servicio válido en la proclamación del Evangelio. Les insto a proponer con constancia y previsión la herencia espiritual y doctrinal que han heredado. Que las dificultades inevitables no les desanimen, sino que les animen a confiar siempre en Diospara continuar con alegría y esperanza la misión que Él les ha confiado.
(RD/Vatican News)
EN LA ESCUELA DEL ESPÍRITU SANTO
RESUMEN II
¿CÓMO FAVORECER LA IRRUPCIÓN DE LAS INSPIRACIONES ?
Cierto número de condiciones que favorecen su manifestación:
- A) DESEARLAS Y PEDIRLAS.
- B) ESTAR DECIDIDOS A NO NEGAR A DIOS COSA ALGUNA.
- C) VIVIR UNA OBEDIENCIA FILIAL Y CONFIADA
D)VIVIR EL ABANDONO «la obediencia a los acontecimientos».
- E) VIVIR EL DESPRENDIMIENTO : El apego a nuestro propio «saber», es quizá el peor obstáculo a la docilidad al Espíritu Santo.
- F) VIVIR EL SILENCIO Y LA PAZ: …las mociones del Espíritu son toques delicados, que no se manifiestan en el estrépito, y sólo pueden emerger en nuestra consciencia espiritual si existe en ella una zona de calma, de serenidad y de paz.
- G) PERSEVERAR FIELMENTE EN LA ORACIÓN
- H) EXAMINAR LOS MOVIMIENTOS DE NUESTRO CORAZÓN …con un poco de experiencia, llegaremos a ser capaces de identificar como invitaciones del Espíritu Santo, que nos impulsa a hacer (o no hacer) determinadas cosas.
- I) ABRIR EL CORAZÓN A UN DIRECTOR ESPIRITUAL
¿CÓMO SE RECONOCE QUE UNA INSPIRACIÓN PROCEDE DE DIOS?
¿Cómo identificar lo que viene del Espíritu Santo sin confundirlo con lo que quizá es fruto de nuestra imaginación, de la autosugestión, o de las tentaciones del demonio, etc.?
Evidentemente, no existe una respuesta automática.
Nuestro «yo», y las diferentes influencias de orden psicológico o espiritual que actúan sobre él, forman un universo demasiado complejo como para reducir el discernimiento de las mociones del Espíritu Santo a algunas reglas que bastaría aplicar mecánicamente.
En definitiva, lo que nos permitirá reconocer con mayor facilidad y prontitud las mociones divinas y corresponder a ellas, es el desarrollo en nosotros de una especie de «sentido espiritual… La adquisición progresivo de un «SENTIDO ESPIRITUAL»,, que puede afinarse mucho gracias a la experiencia, y sobre todo a la fidelidad en nuestro firme caminar en seguimiento del Señor.
ALGUNOS CRITERIOS QUE PERMITEN DECIR QUE UNA INSPIRACION VIENE DE DIOS
- A) Coherencia con la Sagrada Escritura y la enseñanza de la Iglesia
- B) Criterio interno: el árbol se conoce por su fruto: frutos de paz, de alegría, de caridad, de unidad, de humildad... Una inspiración que procede de nuestra carne o del demonio será estéril, es decir dará frutos negativos: tristeza, amargura, soberbia, etc.
- C) Adquirir la experiencia ….Al constatar el resultado obtenido tras ciertas decisiones fruto de lo que pensamos ser inspiraciones, con frecuencia estaremos en condiciones de darnos cuenta de si nuestra «idea» procedía de Dios o si era solamente producto de nuestra psicología.