"Se arrojó a los pies de Jesús, dándole gracias."
- 12 Noviembre 2014
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- 12 Noviembre 2014
La presidencia de la asmablea de Confer
Inauguración de la XXI Asamblea general de Confer
Renzo Fratini pide a la vida religiosa que “haga crecer la Iglesia a través de la atracción”
Luis Ángel de las Heras denuncia: “Estamos ante un modelo social que no se sostiene”
Monseñor Jiménez Zamora: “La vida religiosa española está encantada de sumarse al gran proyecto evangelizador del Papa”
(José M. Vidal).- Han estado relegados y hasta mal vistos, en algunos casos. Pero, de la mano del Papa Francisco, vuelven a colocarse en la avanzadilla de la Iglesia, en las "fronteras existenciales". Es la Vida religiosa española. Frailes y monjas que celebran suXXI asamblea general con la vista puesta en la misión y en seguir a pié juntillas "el proyecto evangelizador de Francisco", que quiere una Iglesia "hospital de campaña". En la mesa presidencial, el Nuncio de Su Santidad, Renzo Fratini, el obispo presidente de la comisión episcopal para la vida consagrada, Vicente Jiménez Zamora, el presidente de la Confer, Luis Ángel de las Heras, la vicepresidenta y la moderadora de la asamblea. Entre los invitados, el presidente y el secretario general de Cáritas o el presidente de Escuelas Católicas. Y tres de los expresidentes de la Confer, Royón, Barrajón y Zavala, especialmente invitados al acto. A Renzo Fratini se le nota "franciscano". Es lo obvio en un Nuncio de Su Santidad. Y, por eso, insiste en las claves del Papa: "ir a la otra orilla, a las periferias, tras salir de nuestra comodidades". Llevando por bandera "el testimonio capaz de hacerse interrogar a los demás". O dicho de otra forma, los religiosos tienen que "hacer crecer a la Iglesia a través de la atracción". Atrás queda la época del palo y tentetieso o de la Iglesia aduana, para caminar hacia una Iglesia seductora. Porque "una persona que no está entusiasmada y enamorada no convence a nadie".
Tras el Nuncio, intervino el presidente de la comisión episcopal de vida consagrada,Vicente Jiménez. El obispo de Santander, que ha realizado una extraordinaria labor de pacificación durante todos estos años, se mostró agradecido hacia frailes y monjas "por lo que sois y hacéis en la Iglesia española".
Según monseñor Jiménez, la vida religiosa tiene, en la actualidad, una urgencia pastoral, la de "hacer pedagogía de la santidad" y ser, como recomienda el Papa, "memoria agradecida, amor apasionado y apasionante...y ungüento de la misericordia".
En esta clave, monseñor Jiménez Zamora, está absolutamente convencido de que la vida religiosa española está encantada de sumarse "a este gran proyecto evangelizador del Papa". Eso sí, al igual que Francisco, "sin dejarse robar el entusiasmo misionero, la alegría, la esperanza, la comunidad, el Evangelio, el amor fraterno y la misión".
"Vayamos a la otra orilla"
Tras el obispo, turno para el presidente de la CONFER. En un discurso marcadamente poético, pero lleno de guiños "franciscanos" concretos y audaces, Luis Ángel de las Heras, proclama abiertamente "la fidelidad y el afecto de la vida religiosa española hacia el Papa". También reiteró, de entrada, el ansia de comunión de frailes y monjas con el episcopado. De hecho, aparte de los obispos presentes (monseñor Jiménez y monseñor Eusebio Sola), pasarán por la asamblea muchos de los prelados miembros de la comisión, asi como el presidente y el vicepresidente del episcopado, Ricardo Blázquez y Carlos Osoro, respectivamente. El presidente de la Confer comenzó glosando el lema de la asamblea: "Vayamos a la otra orilla", en un momento delicado para la vida religiosa, en el que "somos menos y mayores". Pero aún así, "la "misión nos invita a despertanos y movilizarnos", conscientes de que "Dios, con su mano abierta, toma nuestra sencilla barca que, entre sus manos, se estremece". En estos tiempos "recios y complejos", porque son los tiempos del ébola o porque"continuamos en tiempos de crisis en España y no sabemos cuándo va a terminar". O dicho de otra forma, según el padre Ángel de las Heras, "estamos ante un modelo social que no se sostiene". Ante esta situación, el objetivo de la vida religiosa es "ofrecer esperanza. Pero en la sociedad actual no todos son sombras. También hay luces y "tiempos hermosos, llenos de retos positivos, tiempos para profundizar en las causas de la crisis y para ser profetas de la alegría y constructores de la paz". Tiempos para "dar a conocer nuestra identidad y misión, para salir del aislamiento y llegar a ser peligrosos en sentido evangélico". Por eso, el claretiano presidente de la Confer terminó con una llamada a la esperanza: "Seguimos avanzando. La misión es tarea, es estado permanente de tensión transformadora que camina hacia el Reino". Con gestos concretos, que les hagan creíbles, como el de "transformar nuestras casas en lugares de cercanía o en pequeños hospitales de campaña". Eso mismo dice y sueña el Papa Francisco.
Grupo se sacerdotes en el Vaticano
Reclama a los obispos italianos "unidad, paz y fuerza"
El Papa advierte de los "sacerdotes clericales y funcionarios" que "alejan a la gente del Señor"
Insta a "confirmar, sostener y consolidar a estos sus primeros colaboradores"
Radio Vaticano, 11 de noviembre de 2014 a las 08:38
Aún es tiempo de presbíteros de este espesor, "puentes" para el encuentro entre Dios y el mundo, centinelas capaces de dejar intuir una riqueza que de otra forma se pierde
(RV).- La tarde del lunes se dio a conocer el Mensaje del Papa Francisco a la LXVII Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana, que se lleva a cabo en la ciudad de Asís del 10 al 13 de noviembre, y que discute entre otros temas la formación de los presbíteros. El Obispo de Roma recuerda a los prelados italianos que entre las principales responsabilidades que el ministerio episcopal les confía se encuentra la de confirmar, sostener y consolidar a sus primeros colaboradores, a través de los cuales la maternidad de la Iglesia alcanza al entero pueblo de Dios.
"Solamente quien tiene fija la mirada en aquello que es verdaderamente esencial puede renovar el propio sí al don recibido y, en las diversas estaciones de la vida, no dejar de hacer don de sí mismo, solamente quien se deja conformar al Buen Pastor encuentra unidad, paz y fuerza en la obediencia del servicio; solamente quien respira en el horizonte de la fraternidad presbiteral sale de la falsificación de una consciencia que se pretende epicentro de todo, única medida del propio sentir y de las propias acciones".
"No sirven sacerdotes clericales, cuyo comportamiento corre el riesgo de alejar a la gente del Señor, ni sacerdotes funcionarios que, mientras desarrollan un rol, buscan lejos de Él la propia consolación", advierte también el Papa.
DISCURSO COMPLETO DEL SANTO PADRE
Queridos Hermanos en el episcopado,
con estas líneas deseo expresar mi cercanía a cada uno de ustedes y a las Iglesias en medio a las cuales el Espíritu de Dios los ha colocado como Pastores. Este mismo Espíritu pueda animar con su sabiduría creativa la Asamblea general que están iniciando, dedicada especialmente a la vida y a la formación permanente de los presbíteros.
Con este motivo, su converger en Asís hace inmediatamente pensar al gran amor y a la veneración que san Francisco nutría por la Santa Madre Iglesia Jerárquica, y en particular precisamente por los sacerdotes, incluidos aquellos por él reconocidos como "pauperculos huius saeculi" (del Testamento).
Entre las principales responsabilidades que el ministerio episcopal les confía se encuentra aquella de confirmar, sostener y consolidar a estos sus primeros colaboradores, a través de los cuales la maternidad de la Iglesia alcanza al entero pueblo de Dios ¡Cuántos hemos conocido! ¡Cuántos con su testimonio han contribuido a atraernos a una vida de consagración! ¡De cuántos de ellos hemos aprendido y hemos sido plasmados!
Cada uno de nosotros conserva sus nombres y sus rostros en la memoria reconocida del corazón.
Los hemos visto gastar la vida entre la gente de nuestras parroquias, educar a los jóvenes, acompañar a las familias, visitar a los enfermos en casa y en el hospital, hacerse cargo de los pobres, en la certeza que "separarse para no ensuciarse con los otros es la suciedad más grande" (L. Tolstoj).
Libres de las cosas y de sí mismos, nos recuerdan a todos que abajarse sin conservar nada es el camino para aquella altura que el Evangelio llama caridad; y que la verdadera alegría se saborea en la fraternidad vivida.
Los sacerdotes santos son pecadores perdonados e instrumentos de perdón. Su existencia habla la lengua de la paciencia y de la perseverancia; no han permanecido como turistas del espíritu, eternamente indecisos e insatisfechos, porque saben que están en las manos de Uno que no falta a las promesas y cuya Providencia hace que nada pueda jamás separarlos de tal pertenencia. Esta certeza crece con la caridad pastoral con la que rodean de atención y de ternura a las personas a ellos confiadas, hasta conocerlas una por una.
Si, aún es tiempo de presbíteros de este espesor, "puentes" para el encuentro entre Dios y el mundo, centinelas capaces de dejar intuir una riqueza que de otra forma se pierde.
Sacerdotes así no se improvisan: los forja el precioso trabajo formativo del Seminario y la Ordenación los consagra para siempre hombres de Dios y servidores de su pueblo. Pero puede ocurrir que el tiempo entibie la generosa dedición de los inicios y, entonces, es vano poner nuevos remiendos sobre un vestido viejo: la identidad del presbítero, precisamente porque viene de lo alto, exige de él un camino cotidiano de recuperación, a partir de lo que lo ha hecho un ministro de Jesucristo.
La formación de la que hablamos es una experiencia de discipulado permanente, que acerca a Cristo y permite de conformarse cada vez más a Él. Por ello no tiene un término, porque los sacerdotes jamás dejan de ser discípulos de Jesús, de seguirlo. Por lo tanto, la formación como discipulado acompaña toda la vida del ministro ordenado y concierne integralmente a su persona y a su ministerio. La formación inicial y aquella permanente son dos momentos de una sola realidad: el camino del discípulo presbítero, enamorado de su Señor y constantemente tras sus huellas (cfr Discurso a la Plenaria de la Congregación para el Clero, 3 de octubre 2014).
Por lo demás, hermanos, ustedes saben que no sirven sacerdotes clericales, cuyo comportamiento corre el riesgo de alejar a la gente del Señor, ni sacerdotes funcionarios que, mientras desarrollan un rol, buscan lejos de Él la propia consolación.
Solamente quien tiene fija la mirada en aquello que es verdaderamente esencial puede renovar el propio sí al don recibido y, en las diversas estaciones de la vida, no dejar de hacer don de sí mismo ; solamente quien se deja conformar al Buen Pastor encuentra unidad, paz y fuerza en la obediencia del servicio; solamente quien respira en el horizonte de la fraternidad presbiteral sale de la falsificación de una consciencia que se pretende epicentro de todo, única medida del propio sentir y de las propias acciones.
Les deseo jornadas de escucha y de confrontación, que lleven a delinear nuevos itinerarios de formación permanente, capaces de conjugar la dimensión espiritual con aquella cultural, la dimensión comunitaria con aquella pastoral: son éstos los pilares de vidas formadas según el Evangelio, custodiadas en la disciplina cotidiana, en la oración, en la custodia de los sentidos, en el cuidado de sí, en el testimonio humilde y profético; vidas que restituyen a la Iglesia la confianza que ella primero ha colocado en ellos.
Los acompaño con mi oración y mi Bendición, que extiendo, por intercesión de la Virgen María, a todos los sacerdotes de la Iglesia en Italia y a cuantos trabajan al servicio de su formación; y les agradezco por sus oraciones por mí y por mi ministerio.
FRANCISCO -En el Vaticano, 8 de noviembre 2014
Encuentro de Movimientos Populares en el Vaticano
El Papa a los movimientos populares
Veinte claves sociales de Francisco
"Tierra, techo y trabajo son derechos sagrados"
Redacción, 11 de noviembre de 2014 a las 07:33
Ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo
Este encuentro de Movimientos Populares es un signo, es un gran signo: vinieron a poner en presencia de Dios, de la Iglesia, de los pueblos, una realidad muchas veces silenciada. ¡Los pobres no sólo padecen la injusticia sino que también luchan contra ella!
Ustedes sienten que los pobres ya no esperan y quieren ser protagonistas, se organizan, estudian, trabajan, reclaman y, sobre todo, practican esa solidaridad tan especial que existe entre los que sufren,...
Solidaridad... Es pensar y actuar en términos de comunidad, de prioridad de vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos. También es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, la tierra y la vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales.
Este encuentro nuestro no responde a una ideología.
No se puede abordar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos.
Un anhelo que debería estar al alcance de todos, pero hoy vemos con tristeza cada vez más lejos de la mayoría: tierra, techo y trabajo. Es extraño pero si hablo de esto para algunos resulta que el Papa es comunista.
No se entiende que el amor a los pobres está al centro del Evangelio. Tierra, techo y trabajo, eso por lo que ustedes luchan, son derechos sagrados.
Tercero, Trabajo. No existe peor pobreza material - me urge subrayarlo-, no existe peor pobreza material, que la que no permite ganarse el pan y priva de la dignidad del trabajo.
El desempleo juvenil, la informalidad y la falta de derechos laborales no son inevitables, son resultado de una previa opción social, de un sistema económico que pone los beneficios por encima del hombre, ...si el beneficio es económico, sobre la humanidad o sobre el hombre, son efectos de una cultura del descarte ... los que no se pueden integrar, los excluidos son desechos, "sobrantes".
Cuando la persona es desplazada y viene el dios dinero, sucede esta trastocación de valores.
Se descartan los ancianos, porque, bueno, no sirven, no producen, ni chicos ni ancianos producen, entonces con sistemas más o menos sofisticados se les va abandonando lentamente
Desde ya, todo trabajador, esté o no esté en el sistema formal del trabajo asalariado, tiene derecho a una remuneración digna, a la seguridad social y a una cobertura jubilatoria... Hoy quiero unir mi voz a la suya y acompañarlos en su lucha.
Hace poco dije, y lo repito, que estamos viviendo la tercera guerra mundial pero en cuotas. Hay sistemas económicos que para sobrevivir deben hacer la guerra.
Un sistema económico centrado en el dios dinero necesita también saquear la naturaleza, saquear la naturaleza, para sostener el ritmo frenético de consumo que le es inherente... Ustedes quizá sepan que estoy preparando una encíclica sobre Ecología.
Pero ¿por qué en vez de eso nos acostumbramos a ver cómo se destruye el trabajo digno, se desahucia a tantas familias, se expulsa a los campesinos, se hace la guerra y se abusa de la naturaleza? Porque el mundo se ha olvidado de Dios, que es Padre; se ha vuelto huérfano porque dejó a Dios de lado.
Este sistema ya no se aguanta. Tenemos que cambiarlo, tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro...
Los cristianos tenemos algo muy lindo, una guía de acción, un programa, podríamos decir, revolucionario. Les recomiendo vivamente que lo lean, que lean las bienaventuranzas que están en el capítulo 5 de San Mateo y 6 de San Lucas, (cfr. Mt 5, 3 y Lc 6, 20) y que lean el pasaje de Mateo 25. Se lo dije a los jóvenes en Río de Janeiro, con esas dos cosas tienen el programa de acción. Estos movimientos, estas experiencias de solidaridad que crecen desde abajo, desde el subsuelo del planeta, confluyan, estén más coordinadas,...mucho menos es bueno intentar absorberlo, dirigirlo o dominarlo... Los movimientos populares expresan la necesidad urgente de revitalizar nuestras democracias, tantas veces secuestradas por innumerables factores. Es imposible imaginar un futuro para la sociedad sin la participación protagónica de las grandes mayorías y ese protagonismo excede los procedimientos lógicos de la democracia formal. La perspectiva de un mundo de paz y justicia duraderas nos reclama superar el asistencialismo paternalista, nos exige crear nuevas formas de participación que incluya a los movimientos populares y anime las estructuras de gobiernos locales, nacionales e internacionales con ese torrente de energía moral que surge de la incorporación de los excluidos en la construcción del destino común. Y esto con ánimo constructivo, sin resentimiento, con amor.
Yo los acompaño de corazón en ese camino. Digamos juntos desde el corazón: Ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo. (Resumió José Ignacio Calleja)
El Papa escribe al G20
El Papa vuelve a denunciar los "abusos en el sistema financiero" que desembocaron en la crisis de 2008
Francisco, al G-20: "La responsabilidad con los pobres y marginados debe ser un elemento esencial de toda decisión política"
Reclama que la Agenda post-2015 incluya "los temas vitales del trabajo decente y el cambio climático"
Cada vez es más evidente que la solución a este grave problema no puede ser exclusivamente de naturaleza militar, sino que también debe centrarse en aquellos que de una u otra manera alientan a los grupos terroristas
(VIS).- El Santo Padre ha escrito una carta pontificia a Tony Abbott, Primer Ministro de Australia, que presidirá la Cumbre de los Jefes de Estado y Gobierno de 20 países (G-20) que tendrá lugar el 15 y 16 de noviembre en Brisbane. La agenda de la reunión se concentrará en los esfuerzos para relanzar un crecimiento sostenible de la economía y en el imperativo -surgido durante la preparación de la Cumbre- de crear oportunidades de trabajo dignas y estables para todos. Ofrecemos a continuación amplios extractos del mensaje del Papa.
'Quisiera pedir a los Jefes de Estado y de Gobierno del G-20 que no olviden que detrás de estas discusiones políticas y técnicas están en juego muchas vidas y que sería lamentable que tales discusiones se quedasen sólo en declaraciones de principio. En el mundo, incluso dentro de los países pertenecientes al G-20, hay demasiadas mujeres y hombres que sufren a causa de la desnutrición severa, del crecimiento en el número de parados, por el altísimo porcentaje de jóvenes sin trabajo y por el aumento la exclusión social que puede desembocar en la actividad criminal e, incluso, en el reclutamiento de terroristas. Además, hay una agresión constante al ambiente natural, resultado de un consumismo desenfrenado y todo ello producirá graves consecuencias en la economía mundial''.
''Tengo la esperanza de que se logre un consenso sustancial y real sobre los temas del programa. Del mismo modo, espero que la evaluación de los resultados de este consenso no se limite a los índices mundiales, sino que tenga también en cuenta la mejora real en las condiciones de vida de las familias más pobres y la reducción de todas las formas de desigualdad inaceptable. Expreso estas esperanzas de cara a la Agenda post-2015, que será aprobada durante la actual Asamblea de las Naciones Unidas y que debería incluir los temas vitales del trabajo decente para todos y del cambio climático''.
''El mundo entero espera del G-20 un acuerdo cada vez más amplio que pueda llevar, en el marco de la ordenación de las Naciones Unidas, al fin definitivo en Oriente Medio de la injusta agresión contra diferentes grupos, religiosos y étnicos, incluidas las minorías. También tendría que llevar a la eliminación de las causas profundas del terrorismo que ha alcanzado proporciones hasta ahora inimaginables; entre esas causas están la pobreza, el subdesarrollo y la exclusión. Cada vez es más evidente que la solución a este grave problema no puede ser exclusivamente de naturaleza militar, sino que también debe centrarse en aquellos que de una u otra manera alientan a los grupos terroristas con el apoyo político, el comercio ilegal de petróleo o el suministro de armas y tecnología. También es necesario un esfuerzo educativo y una conciencia más clara de que la religión no puede utilizarse como forma de justificar la violencia''.
''Estos conflictos dejan cicatrices profundas y producen en varias partes del mundo situaciones humanitarias insoportables. Aprovecho esta oportunidad para pedir a los Estados Miembros del G20 que sean ejemplo de generosidad y solidaridad a la hora de hacer frente a las necesidades de las víctimas de estos conflictos, especialmente de los refugiados''.
''La situación en Oriente Medio ha replanteado el debate sobre la responsabilidad de la Comunidad internacional de proteger a los individuos y los pueblos de los ataques extremos a los derechos humanos y del total desprecio del derecho humanitario. La Comunidad internacional y en particular los Estados Miembros del G20, deberían también preocuparse de la necesidad de proteger a los ciudadanos de cada país de formas de agresión, que son menos evidentes, pero igualmente reales y graves. Me refiero específicamente a los abusos en el sistema financiero, tales como las transacciones que condujeron a la crisis de 2008, y en particular a la especulación desligada de vínculos políticos o jurídicos, y a la mentalidad que ve en el máximo beneficio el objetivo final de toda actividad económica. Con una mentalidad que, en último término descarta a las personas nunca se logrará la paz y la justicia. Tanto a nivel nacional como a nivel internacional, la responsabilidad con los pobres y marginados debe ser, por lo tanto, un elemento esencial de toda decisión política''.
Evangelio según San Lucas 17,11-19.
Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea. Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia y empezaron a gritarle: "¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!". Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Y en el camino quedaron purificados. Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. Jesús le dijo entonces: "¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?". Y agregó: "Levántate y vete, tu fe te ha salvado".
Santa Faustina Kowalska (1905-1938), religiosa
Diario, 1286
"Se arrojó a los pies de Jesús, dándole gracias."
Santa Faustina Kowalska (1905-1938), religiosa
Diario, 1286
Te agradezco, oh Dios, por todas las gracias.
De las cuales me colmas continuamente,
Las que me iluminan como los rayos de sol,
Y con las cuales me indicas el camino seguro.
Gracias, oh Dios, por haberme creado,
Por haberme llamado a la existencia de la nada,
Y por grabar en mí Tu divino sello,
Y lo has hecho únicamente por amor.
Gracias, oh Dios, por el santo bautismo,
Que me insertó en la familia divina,
Es un gran e inconcebible don de la gracia,
Que nos transforma las almas.
Gracias, oh Señor, por la confesión,
Por esta fuente de grandísima misericordia,
Que es inagotable,
Por este manantial inconcebible de gracias,
En el cual blanquean las almas manchadas por el pecado.
Gracias, oh Jesús, por la Santa Comunión,
En la cual Tu Mismo Te nos das.
Siento Tu Corazón latir en mi pecho,
Mientras Tu Mismo desarrollas en mí la vida divina.
Gracias, oh Espíritu Santo, por el sacramento de la confirmación,
Que me arma Tu caballero
Y da fuerza al alma en cada momento,
Y me protege del mal.
Gracias, oh Señor, por el sacramento de la unción,
Que me fortificará en los últimos momentos
Para luchar y me ayudará a salvarme,
Y dará fuerzas al alma
para que podamos gozar eternamente.
Gracias, oh Dios, por todas las inspiraciones,
De las cuales me colma Tu bondad,
Por estas iluminaciones interiores del alma,
Que es imposible expresar, pero que el corazón percibe.
Gracias, oh Santísima Trinidad, por esta inmensidad de gracias,
De las cuales me has colmado incesantemente durante toda la vida.
Mi gratitud crecerá al despuntar la eterna aurora,
Cuando por primera vez entone Tus alabanzas.
Josafat Kunsevich, Santo. Obispo y mártir, 12 de noviembre
En Octubre de 1595, el metropolitano de los ortodoxos disidentes de Kiev y otros cinco obispos, que representaban a millones de rutenos (hoy llamados ucranios), hallándose reunidos en Brest-Litovsk, ciudad de Lituania, decidieron someterse al Papa y estar en comunión con la Iglesia católica. Se trata de la histórica Unión de Brest. Esta unificación dio lugar a grandes controversias llegándose hasta la violencia. San Josafat por aquel tiempo era muy jovencito, pero aquellos eventos tendrían un profundo impacto en su vida ya que el mismo daría su vida por la unidad de la Iglesia.
Su nombre de bautismo era Juan Kunsevich. Su padre, que era un católico de buena familia, puso a su hijo en la escuela de su pueblo natal. Después Juan entró a trabajar como aprendiz en una tienda de Vilna, pero en vista de que el comercio no estaba en su corazón, empleaba sus tiempos libres aprendiendo el eslavo eclesiástico para comprender mejor los divinos oficios y poder recitar diariamente el oficio bizantino. Juan conoció por entones a Pedro Arcudius, rector del colegio oriental de Vilna, así como a los jesuitas Valentín Fabricio y Gregorio Gruzevsky, quienes se interesaron por él y le alentaron a seguir adelante. Al principio, el amo de Juan no veía con muy buenos ojos sus inquietudes religiosas, pero el joven supo cumplir tan bien con sus obligaciones, que el comerciante acabó por ofrecerle que se asociase con él y tomase por esposa a una de sus hijas. Juan rehusó ambas proposiciones, pues estaba decidido a hacerse monje.
En 1601 ingresó en el monasterio de la Santísima Trinidad de Vilna. El santo indujo también a seguir su ejemplo a José Benjamín Rutsky, un hombre muy culto, convertido del calvinismo. Los dos jóvenes monjes empezaron juntos a trazar planes para promover la unión y reformar la observancia en los monasterios rutenos. Desde entonces se llamó Josafat, recibió el diaconado, después el sacerdocio y pronto adquirió fama por sus sermones sobre la unión con Roma.
Su vida personal era muy austera, ya que añadía a las penitencias acostumbradas en las reglas monásticas del oriente, otras mortificaciones tan severas, que en más de una ocasión le criticaron los mismos monjes. En el proceso de beatificación el burgomaestre de Vilna declaró que "no había en el pueblo ningún religioso más bueno que el P. Josafat."
Josafat, al notar que su superior, Samuel, el abad del monasterio de la Santísima Trinidad, manifestaba tendencia a separarse de Roma, se lo advirtió a sus superiores. El arzobispo de Kiev sustituyó a Samuel por Josafat. Bajo su gobierno, el monasterio se repobló. Ello movió a sus superiores a retirarle del estudio de los Padres orientales para que fundase otros monasterios en Polonia.
En 1614, Rutsky fue elegido metropolitano de Kiev y Josafat Ie sucedió en el cargo de abad de Vilna. Cuando el nuevo metropolitano fue a tomar posesión de su catedral, Juan le acompañó en el viaje y aprovechó la ocasión para visitar el famoso monasterio de las Cuevas de Kiev. Pero la comunidad de dicho monasterio, que se componía de más de 200 monjes, estaba relajada y el reformador católico estuvo a punto de ser arrojado al río Dnieper. Aunque sus esfuerzos por hacer volver a la unidad a la comunidad fracasaron, su ejemplo y sus exhortaciones consiguieron hacer cambiar un tanto la actitud de los monjes.
Obispo ejemplar
En 1617, el P. Josafat fue consagrado obispo de Vitebsk con derecho de sucesión a la sede de Polotsk. Pocos meses después murió el anciano arzobispo de esa sede y Josafat se halló al frente de una eparquía extensa pero poco fervorosa. Muchos se inclinaban al cisma porque temían que Roma interfiriese en sus ritos y costumbres. Las iglesias estaban en ruinas y se hallaban manos de los laicos. Muchos miembros del clero secular habían contraído matrimonio, algunos varias veces. La vida monástica estaba en decadencia. Josafat pidió ayuda a algunos de sus hermanos de Vilna y emprendió la tarea: reunió sínodos en las ciudades principales, publicó e impuso un texto de catecismo, redactó una serie de ordenaciones sobre la conducta del clero y combatió la interferencia de los "señores" en los asuntos de las iglesias locales. A todo ello añadió el ejemplo de su vida, su celo en la instrucción, la predicación, la administración de sacramentos y la visita a los pobres, a los enfermos, a los prisioneros y a las aldeas más remotas.
Hacia 1620, prácticamente toda la eparquía era ya sólidamente católica, el orden estaba restaurado y el ejemplo de aquel puñado de hombres buenos había producido un renacimiento de la vida cristiana. Pero en ese mismo año, disidentes en la región que se había unido a Roma, establecieron obispos paralelos, contrarios a Roma. Así, un tal Melecio Smotritsky fue nombrado arzobispo de Polotsk, sede de San Josafat, y se dedicó enérgicamente a destruir la obra del arzobispo católico, diciendo que Josafat se había "convertido al latinismo", que iba a obligar a sus fieles a seguir su ejemplo y que el catolicismo no era la forma tradicional del cristianismo ruteno. La nobleza y la mayoría del pueblo estaban por la unión, pero habían zonas disidentes. Un monje llamado Silvestre Smotritsky recorrió las poblaciones de Vitebsk, Mogilev y Orcha sublevando a la gente contra el catolicismo. Cuando el rey de Polonia proclamó un decreto afirmando que Josafat era el único arzobispo legítimo de Polotsk, se produjeron desórdenes no sólo en Vitebsk, sino en la misma Vilna. El decreto fue leído públicamente en presencia del santo y éste estuvo a punto de perder la vida.
El canciller de Lituania, León Sapieha, que era católico, temeroso de los resultados políticos de la inquietud general, prestó oídos a los rumores esparcidos por los disidentes que, fuera de Polonia, acusaban a San Josafat de haber sido el causante de los desórdenes con su política. Así pues, en 1622, Sapieha escribió al santo acusándole de emplear la violencia para mantener la unión, de exponer el reino al peligro de una invasión de los cosacos, de sembrar la discordia entre el pueblo, de haber clausurado por la fuerza ciertas iglesias no católicas y de otras cosas por el estilo. Tan solo era cierto que Josafat había pedido el auxilio del gobierno para recobrar la iglesia de Mogilev, de la que se habían apoderado los disidentes. El arzobispo tuvo que hacer frente también a la oposición, las críticas y la falta de comprensión de algunos católicos. Una de las razones por la que que una parte del pueblo fácilmente se dejó llevar por las falsas acusaciones era para evitar la disciplina y las exigencias morales del renacimiento católico.
En octubre de 1623, sabedor de que Vitebsk era todavía el centro de la oposición, decidió ir allá personalmente. Sus amigos no lograron disuadirle ni convencerle de que llevase una escolta militar. "Si Dios me juzga digno de merecer el martirio, no temo morir´", respondió San Josafat. Así pues, durante dos semanas predicó en las iglesias de Vitebsk y visitó a los fieles sin distinción alguna. Sus enemigos le amenazaban continuamente y provocaban a sus acompañantes para poder asesinarle aprovechando el desorden. El día de la fiesta de San Demetrio, una turba enfurecida rodeó al mártir, el cual les dijo: "Sé que queréis matarme y que me acecháis en todas partes: en las calles, en los puentes, en los caminos, en la plaza central. Pero yo estoy entre vosotros como vuestro pastor y quiero que sepáis que me consideraría muy feliz de dar la vida por vosotros. Estoy pronto a morir por la sagrada unión, por la supremacía de San Pedro y del Romano Pontífice."
Martirio
Smotritsky, fomentador de la agitación, probablemente solo pretendía obligar al santo a salir de la ciudad. Pero sus partidarios empezaron a tramar una conspiración para asesinar a Josafat el 12 de noviembre, a no ser que se excusase ante ellos por haber empleado la violencia. Un sacerdote llamado Elías fue el encargado de penetrar en el patio de la casa del arzobispo e insultar a sus criados por su religión y al amo a quien servían. Como la escena se repitiese varias veces, San Josafat dio permiso a sus criados de arrestar al sacerdote, si volvía a presentarse. En la mañana del 12 de noviembre, cuando el arzobispo se dirigía a la iglesia para el rezo del oficio de la aurora, Elías le salió al encuentro y comenzó a insultarle. El santo dio entonces permiso a su diácono para que mandase encerrar al agresor en un aposento de la casa. Eso era precisamente lo que deseaban sus enemigos que buscaban pretexto para atacarle. Al punto, echaron a vuelo las campanas, y la multitud empezó a clamar que se pusiese en libertad a Elías y se castigase al arzobispo. Después del oficio, San Josafat volvió a su casa y devolvió la libertad a Elías, no sin antes haberle amonestado. A pesar de ello, el pueblo penetró en la casa, exigiendo la muerte de Josafat y golpeando a sus criados. El santo salió al encuentro de la turba y preguntó: "¿Por qué golpeáis a mis criados, hijos míos? Si tenéis algo contra mí, aquí estoy; dejadlos a ellos en paz." (Palabras muy parecidas a las de Santo Tomás Becket en ocasión semejante). La turba comenzó entonces a gritar: "¡Muera el Papista!", y San Josafat cayó atravesado por una alabarda y herido por una bala. Su cuerpo fue arrastrado por las calles y arrojado al río Divna.
El martirio del santo produjo como resultado inmediato un movimiento en favor de la unidad católica. Desgraciadamente, la controversia se prolongó con violencia y los disidentes tuvieron también un mártir, el abad Anastasio de Brest, quien fue ejecutado en 1648. Por otra parte, el arzobispo Melecio Smotritsky se reconcilió más tarde con la Santa Sede.
La gran reunión rutena existió, con altos y bajos, hasta que, después de la repartición de Polonia, los soberanos rusos obligaron por la fuerza a los rutenos católicos a unirse con la Iglesia Ortodoxa de Rusia. El comunismo favoreció la opresión de la fe católica. Hoy como ayer es necesaria la intercesión y el ejemplo de San Josafat a favor de la unión en la verdad y el amor.
San Josafat Kunsevich fue canonizado en 1867 por el Papa Pío IX. Fue el primer santo de la Iglesia de oriente canonizado con proceso formal de la Sagrada Congregación de Ritos. Quince años más tarde, León XIII fijó el 14 de noviembre como fecha de la celebración de su fiesta en toda la Iglesia de occidente. La reforma litúrgica movió la fiesta al 12 de noviembre.
El Papa Pío XI declaró a San Josafat Patrón de la Reunión entre Ortodoxos y Católicos el 12 de noviembre de 1923, III centenario de su martirio. El 25 de Noviembre de 1963, durante el Concilio Vaticano II y por petición del Papa Juan XXIII, quién estaba muy interesado en la unidad, el cuerpo de San Josafat finalmente encontró su descanso en el altar de San Basilio en la Basílica de San Pedro.
Curación de diez leprosos
Lucas 17, 11-19. Tiempo Ordinario. Agradece a Dios todo lo que te da cada día. Pero sobre todo darle gracias por la fe.
Oración introductoria
Señor, aumenta mi fe para que pueda alcanzar la salvación. Ten compasión y permite que esta oración me ayude a vivir este día con humildad, con esperanza y alegría, sirviendo a todos, especialmente a los que tengo más cerca.
Petición
Señor, dame la gracia de saber agradecerte todos los dones que me das.
Meditación del Papa Francisco
En los evangelios, algunos reciben la gracia y se van: de los diez leprosos curados por Jesús, solo uno volvió a darle las gracias. Incluso el ciego de Jericó encuentra al Señor mediante la sanación y alaba a Dios. Pero debemos orar con el "valor de la fe", impulsándonos a pedir también aquello que la oración no se atreve a esperar: es decir, a Dios mismo: Pedimos una gracia, pero no nos atrevemos a decir: ‘Ven Tú a traerla’. Sabemos que una gracia siempre es traída por Él: es Él que viene y nos la da. No demos la mala impresión de tomar la gracia y no reconocer a Aquel que nos la porta, Aquel que nos la da: el Señor. Que el Señor nos conceda la gracia de que Él se dé a nosotros, siempre, en cada gracia. Y que nosotros lo reconozcamos, y que lo alabemos como aquellos enfermos sanados del evangelio. Debido a que, con aquella gracia, hemos encontrado al Señor.(Cf. S.S. Francisco, 10 de octubre de 2013, homilía en Santa Marta).
Reflexión
¡Cuánto se agradece cuando una persona se detiene en la carretera para ayudarnos cuando nuestro coche se ha averiado! "Jamás me había visto antes, sabía que muy probablemente no nos volveríamos a encontrar para que yo le agradeciera este favor... y sin embargo, tuvo el detalle de detenerse para hacerlo." Parece obligado que ante este hecho, brote del corazón la gratitud.
Pero suele suceder que las personas que saben agradecer las cosas grandes, son las que también lo hacen ante pequeños detalles, que podrían pasar inadvertidos. A quien le cede el paso en medio del tráfico, al que sabe sonreír en el trabajo los lunes por la mañana, a la persona que atiende en la farmacia o en el banco... Son felices porque les sobran motivos para decir esa palabra que para otros es extraña y humillante.
Quien la pronuncia con sinceridad, al mismo tiempo llena de alegría a los demás, y crea "el círculo virtuoso" de la gratitud, en el que cada uno cumple su deber con mayor gusto y perfección.
Y si estas personas agradecen a los hombres los pequeños favores y detalles, ¡cuánto más a Dios que es quien a través de canales tan variados nos hace llegar todo lo bueno que hay en nuestra vida! ¡Gracias!
Es frecuente que nos olvidemos de dar gracias a Dios por los beneficios recibidos. Somos prontos para pedir y tardos para agradecer. A veces las cosas nos parecen tan naturales que no se nos ocurre ageradecerlas a Dios: Darle gracias por las maravillas de la naturaleza: del aire que es gratis para todo el mundo. Del agua: ese tesoro de la naturaleza.
Dar gracias a Dios por las maravillas del cuerpo humano. De tener ojos: esas maravillosas máquinas fotográficas. De tener oídos: esa maravilla de la técnica. Supongamos que fuéramos ciegos o mudos.
Dar gracias Dios por la familia en la que hemos nacido. Quizás tengamos problemas, pero si miramos para atrás veremos tragedias espantosas.
Dar gracias Dios por nuestra Patria. Las hay mejores, pero también las hay mucho peores. Supongamos que hubiéramos nacido en Etiopía o en Somalia: donde tantos mueren de hambre.
Pero sobre todo darle gracias por la fe. Es el mayor tesoro que podemos tener en la Tierra.
Y la principal petición es en ella morir. Tener la suerte inmensa de una santa muerte.
Propósito
Iniciar mis actividades, especialmente la oración, pidiendo a Dios que aumente mi fe.
Diálogo con Cristo
Señor, permite que sepa reconocer los muchos dones que me has dado, utilizarlos bien y darte gracias por ellos. Tú no necesitas mi agradecimiento, soy yo quien necesita reconocer que, sin tu gracia, nada puedo y de nada me sirven los dones terrenales que pueda tener.
El Papa besa a una niña en la audiencia
El Papa denuncia el asesinato de los estudiantes mexicanos
Las cualidades del obispo según el Papa: "Acogida, sobriedad, paciencia, sencillez, credibilidad y bondad de corazón"
Pide una "movilización internacional" para detener el asesinato y la persecución de los cristianos. El obispo no debe caer en la tentación de colocarse en el centro de la atención y confiar sólo en si mismo. El ministro de la Iglesia debe ser siempre humilde y comprensivo
(José M. Vidal).- Un miércoles más el Papa es aclamado en una repleta Plaza de San Pedro, mientras de fondo suena el 'Cielito lindo'. Francisco dedica su catequesis a los ministerios consagrados en la Iglesia. Y hace un perfil de las cualidades que quiere en los obispos y curas: "Acogida, sobriedad, paciencia, sencillez, credibilidad y bondad de corazón". Y, por supuesto, nada de autoritarismo ni de ser el centro de atención.
Algunas frases de la catequesis del Papa
"Podemos preguntarnos: ¿qué se les pide a los ministro de la Iglesia,. para que puedan vivir su propio servicio?"
"Pablo se detiene en las figuras de los obispos, sacerdotes, diáconos y laicos"
"Cualidades humanas: acogida, sobriedad, paciencia, sencillez, credibilidad y bondad de corazón"
"Este es el alfabeto, la gramática de base de todo obispo o sacerdote"
"Sin esta predisposición no es posible ofrecer un servicio y un testimonio realmente creíble y gozosa"
"Hay una actitud de fondo que recomienda a sus discípulos para el ministerio. El Apóstol exhorta a reavivar continuamente el don recibido"
"No se es obispo o sacerdote por ser inteligente o mejor que los demás, sino sólo por un don de amor de Dios"
"No podrá asumir nunca una actitud autoritaria, como si toda la comunidad estuviese a sus pies"
"El obispo no debe caer en la tentación de colocarse en el centro de la atención y confiar sólo en si mismo". "El ministro de la Iglesia debe ser siempre humilde y comprensivo". "Custodiar el depósito de la fe a la escucha de la gente". "Actitud de corresponsabilidad". "Que los pastores sean imagen viva de la comunión y del amor de Dios"
En su saludo en español el Papa recuerda a los estudiantes desaparecidos en México y el trigésimo aniversario de la firma de la paz entre Chile y Argentina
"Cercanía a los mexicanos en este momento doloroso de la desaparición y asesinato de los estudiantes. Se hace visible la realidad dramática de toda la criminalidad que existe detrás del comercio y tráfico de drogas. Estoy cerca de ustedes y de sus familias"
"Me agradó ver este grupo de militares chilenos, en estos días que conmemoramos el trigésimo aniversario de la firma del tratado de paz entre Argentina y Chile. Los límites ya están claros. No nos vamos a seguir peleando por los límites. Por otras cosas, quizás, pero no por eso. Eso se dio gracias a la voluntad de diálogo. Sólo se solucionan las cosas cuando hay voluntad de diálogo.
Pensamiento de gratitud a Juan Pablo II y al cardenal Samoré, que tanto hicieron por lograr la paz entre nosotros. Ojalá que todos los pueblos se animen a solucionar los conflictos en la mesa del diálogo y no en la crueldad de una guerra"
Saludo en italiano
"Cristianos que, en varias partes del mundo, son perseguidos y asesinados"
"Mi profunda cercanía espiritual a las comunidades cristianas golpeadas por una absurda violencia e invito a los pastores y fieles a ser fuertes y sabios en la esperanza".
"Llamamiento a los que tienen responsabilidad política a nivel local e internacional con el fin de que se ponga en marcha una amplia movilización en favor de los cristianos perseguidos, que tienen derecho a encontrar seguridad en sus países, profesando su fe". "Invito a rezar un padrenuestro por los cristianos perseguidos por ser cristianos". Agradece a las escalabrinianas su trabajo en favor de refugiados y emigrantes. Recuerda a los que murieron en accidentes de tráfico.
Texto completo del resumen de la catequesis del Papa en castellano
Queridos hermanos y hermanas: En la catequesis de hoy, nos preguntamos qué se pide a los obispos, presbíteros y diáconos para que su servicio sea auténtico y fecundo. San Pablo, en sus cartas pastorales, además de una fe firme y una vida espiritual sincera, enumera algunas cualidades humanas, esenciales para estos ministerios: la acogida, la sobriedad, la paciencia, la afabilidad, la bondad de corazón... cualidades, que hacen posible que su testimonio del Evangelio sea alegre y creíble.
El Apóstol recomienda, además, reavivar continuamente el don que han recibido por la imposición de manos. La conciencia de que todo es don, todo es gracia, los ayuda a no caer en la tentación de ponerse en el centro y de confiar sólo en ellos mismos. Uno no es obispo, presbítero o diácono porque sea más inteligente o tenga más talentos que los demás, sino en virtud del poder del Espíritu Santo y para el bien del santo Pueblo de Dios.
La actitud de un ministro no puede ser nunca autoritaria, sino misericordiosa, humilde y comprensiva.
Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, México, Guatemala, Chile y otros países latinoamericanos. Invito a todos a dar gracias a Dios por las personas que ejercen un ministerio de guía en la Iglesia y la hacen crecer en santidad. Recemos para que sean siempre imagen viva del amor de Dios. Muchas gracias.