El Todopoderoso hizo en mí maravillas
- 23 Diciembre 2018
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San Juan de Kety
Celebrado el 23 de diciembre
San Juan de Kety, presbítero
San Juan de Kety, presbítero, el cual, siendo sacerdote, se dedicó a la enseñanza durante muchos años en la Academia de Cracovia, después recibió el encargo pastoral de la parroquia de Olkusia, en donde, añadiendo a la recta fe un cúmulo de virtudes, se convirtió para los cooperadores y discípulos en ejemplo de piedad y caridad hacia el prójimo, y después emigró a los gozos celestiales en Cracovia, ciudad de Polonia.
Juan de Kety, llamado también Juan Cancio, nació en la ciudad polaca de Kety (o Kanty). Sus padres eran campesinos de buena posición, que al comprender que su hijo era muy inteligente, le enviaron a estudiar en la Universidad de Cracovia. Juan hizo una brillante carrera y, después de su ordenación sacerdotal, fue nombrado profesor de la Universidad. Como llevaba una vida muy austera, sus amigos le aconsejaron que mirase por su salud a lo que él respondió, simplemente, que la austeridad no había impedido a los padres del desierto vivir largo tiempo. Se cuenta que un día, mientras comía, vio pasar frente a la puerta de su casa a un mendigo famélico. Juan se levantó al punto y regaló su comida al mendigo; cuando volvió a entrar en su casa, encontró su plato lleno. Según se dice, desde entonces se conmemoró ese suceso en la Universidad, dando todos los días de comer a un pobre; al empezar la comida, el subprefecto de la Universidad decía en voz alta: «Un pobre va a entrar», y el prefecto respondía en latín: «Va a entrar Jesucristo».
El éxito de San Juan como profesor y predicador suscitó la envidia de sus rivales, quienes acabaron por lograr que fuese enviado como párroco a Olkusz. El santo se entregó al trabajo con gran energía; sin embargo, no consiguió ganarse el cariño de sus feligreses, y la responsabilidad de su cargo le abrumaba. A pesar de todo, no cejó en la empresa y, cuando fue llamado a Cracovia, al cabo de varios años, sus fieles le querían ya tanto, que le acompañaron buena parte del camino.
El santo se despidió de ellos con estas palabras: «La tristeza no agrada a Dios. Si algún bien os he hecho en estos años, cantad un himno de alegría». San Juan pasó a ocupar en la Universidad de Cracovia la cátedra de Sagrada Escritura, que conservó hasta el fin de su vida. Su reputación llegó a ser tan grande, que durante muchos años se usaba su túnica para investir a los nuevos doctores. Por otra parte, san Juan no limitó su celo a los círculos académicos, sino que visitaba con frecuencia tanto a los pobres como a los ricos.
En una ocasión, los criados de un noble, viendo la túnica desgarrada de San Juan, no quisieron abrirle la puerta, por lo que el santo volvió a su casa a cambiar de túnica. Durante la comida, uno de los invitados le vació encima un plato y san Juan comentó sonriendo: «No importa: mis vestidos merecían ya un poco de comida, puesto que a ellos debo el placer de estar aquí».
Los bienes y el dinero del santo estaban a disposición de los pobres de la ciudad, quienes de vez en cuando le dejaban casi en la miseria. San Juan no se cansaba de repetir a sus discípulos: «Combatid el error; pero emplead como armas la paciencia, la bondad y el amor. La violencia os haría mal y dañaría la mejor de las causas». Cuando corrió por la ciudad la noticia de que san Juan, a quien se atribuían ya varios milagros, estaba agonizante, la pena de todos fue enorme. El santo dijo a quienes le rodeaban: «No os preocupéis por la prisión que se derrumba; pensad en el alma que va a salir de ella dentro de unos momentos». Murió la víspera del día de Navidad de 1473, a los ochenta y tres años de edad. En 1767, tuvo lugar su canonización y su fiesta se extendió a toda la Iglesia de Occidente. Adán de Opatow (Acta Sanctorum, oct., vol. VIII). En Analecta Bollandiana, vol. VIII (1889), pp. 382-388, hay una nota sobre el sitio y la fecha del nacimiento de san Juan. E. Benoit publicó en 1862 una biografía en francés; en polaco existen numerosas biografías.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Los hombres terminamos por acostumbrarnos a casi todo. Con frecuencia, la costumbre y la rutina van vaciando de vida nuestra existencia. Decía Ch. Peguy que «hay algo peor que tener un alma perversa, y es tener un alma acostumbrada a casi todo». Por eso no nos puede extrañar demasiado que la celebración de la Navidad, envuelta en superficialidad y consumismo alocado, apenas diga ya nada nuevo ni gozoso a tantos hombres y mujeres de «alma acostumbrada».
Estamos acostumbrados a escuchar que «Dios ha nacido en un portal de Belén». Ya no nos sorprende ni conmueve un Dios que se ofrece como niño. Lo dice A. Saint-Exupéry en el prólogo de su delicioso Principito: «Todas las personas mayores han sido niños antes. Pero pocas lo recuerdan». Se nos olvida lo que es ser niños. Y se nos olvida que la primera mirada de Dios al acercarse al mundo ha sido una mirada de niño.
Pero esa es justamente la gran noticia de la Navidad. Dios es y sigue siendo Misterio. Pero ahora sabemos que no es un ser tenebroso, inquietante y temible, sino alguien que se nos ofrece cercano, indefenso, entrañable, desde la ternura y la transparencia de un niño.
Y este es el mensaje de la Navidad. Hay que salir al encuentro de ese Dios, hay que cambiar el corazón, hacernos niños, nacer de nuevo, recuperar la transparencia del corazón, abrirnos confiadamente a la gracia y el perdón. A pesar de nuestra aterradora superficialidad, nuestros escepticismos y desencantos, y, sobre todo, nuestro inconfesable egoísmo y mezquindad de «adultos», siempre hay en nuestro corazón un rincón íntimo en el que todavía no hemos dejado de ser niños.
Atrevámonos siquiera una vez a mirarnos con sencillez y sin reservas. Hagamos un poco de silencio a nuestro alrededor.Apaguemos el televisor. Olvidemos nuestras prisas, nerviosismos, compras y compromisos.
Escuchemos dentro de nosotros ese «corazón de niño» que no se ha cerrado todavía a la posibilidad de una vida más sincera, bondadosa y confiada en Dios. Es posible que comencemos a ver nuestra vida de otra manera. «No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos» (A. Saint-Exupéry).
Y, sobre todo, es posible que escuchemos una llamada a renacer a una fe nueva. Una fe que no anquilosa sino que rejuvenece; que no nos encierra en nosotros mismos sino que nos abre; que no separa sino que une; que no recela sino confía; que no entristece sino ilumina; que no teme sino que ama.
OCTAVARIO ANTES DE NAVIDAD, 23 DE DICIEMBRE
PERSONAJE BÍBLICO: DIOS PADRE
IMAGEN: DIOS PADRE
En el lienzo “La Sagrada Familia y san Juanito” de Bartolomé Murillo, que se expone el Louvre, se puede observar la paternidad divina en lo alto del cielo, protegiendo con la acción del Espíritu Santo a su Hijo, hecho hombre de María Virgen, junto a la anciana Isabel, quien presenta a su pequeño Juan.
PERSONAJE: DIOS PADRE
En sus diálogos con Nicodemo Jesús le explica el misterio entrañable de su misión. “Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él” (Jn 3, 16-17). Ya había escrito san Lucas: “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto” (Lc 1, 78).
CONSIDERACIÓN
En nuestros días se hace difícil comprender la identidad de Dios Padre, cuando en tantos casos se rompen las familias, y los más pequeños quedan sin una referencia entrañable, armónica y cálida. Pero el error consiste en proyectar sobre Dios nuestras relaciones familiares, cuando para comprender la paternidad divina debemos contemplar la relación que mantiene Jesús con Dios.
Dice san Juan: “A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer” (Jn 1, 18). Jesús mismo va a decir a su apóstol Tomás: “Quien me ha visto a mí, ha visto a mi Padre”. En el portal de Belén se nos revela hasta dónde nos ama Dios para hacerse uno de nosotros en su Hijo.
San Francisco quedaba extasiado cuando contemplaba el misterio divino: “Dios, mi Dios”. “Dios, mi Todo”. Y san Juan María Vianney no podía aguatar la emoción cuando iniciaba sus sermones invocando el misterio trinitario: “En el nombre del Padre…”. El misterio de la Navidad nos introduce en las entrañas de Dios, y nos permite descubrir hasta qué punto somos amados por Él.
PROPUESTA
¿Qué te supone creer en Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo?
RECUERDA A DOS DÍAS DE LA NAVIDAD A LOS QUE ESTÁN LEJOS DE SUS FAMILIAS Y TIERRAS
El Papa pide la "solidaridad y apoyo de la comunidad internacional" para los afectados por el tsunami en Indonesia
"Que la Iglesia sea una verdadera familia, donde se pueda experimentar la calidez del amor fraternal"
Cameron Doody, 23 de diciembre de 2018 a las 12:46
Ángelus del Papa
A todos los que están lejos de sus familias, cristianos y no cristianos, os digo: las puertas de la comunidad cristiana están abiertas, Jesús nace para todos y les da a todos el amor de Dios
(Cameron Doody).- El tsunami que este domingo ha golpeado las islas indonesias de Sumatra y Java ha dejado hasta el momento más de 200 muertos y 800 heridos. Una tragedia que el Papa Francisco ha tenido presente este mediodía en su rezo del ángelus, y ante la que ha solicitado la "solidaridad y apoyo de la comunidad internacional".
Algunas frases de la catequesis del Papa
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La liturgia de este cuarto domingo de Adviento se centra en la figura de María, la Virgen Madre, que espera dar a luz a Jesús, el Salvador del mundo
Fijemos nuestra mirada en ella, modelo de fe y caridad
Podemos preguntarnos: ¿cuáles fueron sus pensamientos durante los meses de espera?
La respuesta proviene del pasaje del Evangelio de hoy, la historia de la visita de María a Isabel
La Virgen, que acababa de concebir a Jesús por la obra de Dios, partió apresuradamente de Nazaret, en Galilea, para llegar a las montañas de Judea y encontrar a su prima
Es evidente el contraste entre María, que tenía fe, y Zacarías, el marido de Isabel, que había dudado, no había creído la promesa del ángel y, por lo tanto, permaneció en silencio hasta el nacimiento de Juan. Es un contraste
Este episodio nos ayuda a leer con una luz muy especial el misterio del encuentro del hombre con Dios
Un encuentro que no va de prodigios asombrosos, sino de la fe y la caridad
María es bendecida porque creyó: el encuentro con Dios es fruto de la fe
Zacarías en cambio, quien dudó y no creyó, permaneció sordo y mudo. ¿Por qué?
Sin fe, permanecemos sordos a la voz consoladora de Dios, y no podemos decir palabras de consuelo y esperanza para nuestros hermanos. Lo vemos todos los días...
La fe se nutre de la caridad
El evangelista dice que "María se levantó...". Podría haberse quedado en casa para prepararse para el nacimiento de su hijo, pero en lugar de eso, se preocupa primero de los demás antes que de sí misma El evento del nacimiento de Jesús comenzó así, con un simple gesto de caridad... la auténtica caridad es siempre fruto del amor de Dios La visita del evangelio de María a Isabel... nos prepara para vivir bien la Navidad, comunicando el dinamismo de la fe y la caridad Este dinamismo es obra del Espíritu Santo: el Espíritu de amor que fecundó el útero virginal de María y que la instó a acudir al servicio de su pariente Un dinamismo lleno de alegría, como vemos en el encuentro entre las dos madres, que es todo un himno de júbilo de alegría en el Señor, que hace grandes cosas con los pequeños que confían en él Que la Virgen María obtenga para nosotros la gracia de vivir una Navidad extrovertida pero no dispersa: que en el centro no esté nuestro "Yo", sino el Tú de Jesús y tú de los hermanos, especialmente aquellos que necesitan una mano Entonces dejaremos espacio para el amor que, incluso hoy, quiere hacerse carne y venir a vivir entre nosotros
Algunas frases de su saludo
¡Queridos hermanos y hermanas!
Mis pensamientos se dirigen ahora mismo a las poblaciones de Indonesia, afectadas por desastres naturales violentos, que han causado graves pérdidas en vidas humanas, numerosas personas desaparecidas y un gran daño material
Invito a todos a unirse a mí en oración por las víctimas y sus seres queridos. Que estemos cercanos espiritualmente a los desplazados... implorando a Dios que los alivie en su sufrimiento
Solicito a nuestros hermanos y hermanas que no falten nuestra solidaridad y el apoyo de la comunidad internacional
Os saludo a todos vosotros, fieles de Roma y peregrinos de Italia y de diversos países
Pasado mañana será la Navidad y mis pensamientos se dirigen especialmente a las familias que se reúnen en estos días
En Navidad es hermoso e importante estar juntos, en familia. Pero muchas personas no tienen esta posibilidad, por diferentes motivos; y hoy me gustaría dirigirme de manera especial a todos aquellos que estén lejos de su familia y su tierra
Nuestro Padre celestial no te olvida y no te abandona. Si eres cristiano, deseo que encuentres en la Iglesia una verdadera familia, donde puedas experimentar la calidez del amor fraternal
Y a todos los que están lejos de sus familias, cristianos y no cristianos, os digo: las puertas de la comunidad cristiana están abiertas, Jesús nace para todos y les da a todos el amor de Dios
Buen domingo. No os olvidéis de orar por mí. Buena comida y adiós
Eva Fernández@evaenlaradio
En esta #Navidad me acuerdo especialmente de quienes están lejos de su familia y de su tierra: “Dios no te olvida y no te abandona. A todos os digo: las puertas de la comunidad cristiana están abiertas. Jesús nace para todos y da el amor de Dios”#PapaFrancisco #Ángelus@COPE