El agua se convirtió en vino
- 20 Enero 2019
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Fabián, Santo
Memoria Litúrgica, 20 de enero
Papa y Mártir
Martirologio Romano: San Fabián, papa y mártir, que, siendo simple laico, fue llamado al pontificado por indicación divina y, después de dar ejemplo de fe y virtud, sufrió el martirio en la persecución bajo el emperador Decio. San Cipriano, al hacer el elogio de su combate, afirma que dejó el testimonio de haber regido la Iglesia de modo irreprochable e ilustre. Su cuerpo fue sepultado en este día en el cementerio de Calixto, en la vía Apia de Roma (250).
Etimología: Fabián = Aquel que pertenece a la familia de Fabio, es de origen latino.
Breve Biografía
Sucedió en el papado a San Antero y gobernó la Iglesia unos quince años (236-250), hasta la persecución de Decio, durante la cual sufrió el martirio. Fue sepultado en el cementerio de San Calixto, donde se lee su epitafio. — Fiesta: el 20 de enero, junto con la de San Sebastián. Misa propia.
Sabemos muy poca cosa de este pontífice. Pero figura en el Catálogo Liberiano y en el Liber Pontificalis, y nos hablan de él San Cipriano de África, San Jerónimo y el historiador Eusebio de Cesarea. Este último refiere que en una ocasión en que Fabián regresaba del campo con algunos amigos, la multitud de los cristianos se hallaba congregada para la elección de nuevo Papa. Nadie pensaba en él, cuando una paloma vino a posarse sobre su cabeza. Lo muchedumbre, conmovida por el hermoso espectáculo, empezó a gritar y repetir: «¡Fabián, pontífice!». Y él no tuvo más remedio que acceder.
El Liber Pontificalis lo hace natural de Roma, aunque alguna leyenda le atribuye procedencia extranjera. Es también legendaria la atribución que se le adjudica de tres cartas de la colección llamada del Seudo-Isidoro y del decreto 21 del Código de Graciano.
De su pontificado, pueden reseñarse varias cosas hermosas y notables. Menciónanse algunos edificios mandados erigir por él encima de los cementerios o catacumbas, aprovechando, por cierto, un período de tranquilidad que gozó la Iglesia después de la persecución de Maximino Tracio.
Distribuyó los distritos urbanos a los siete diáconos, para que fuese mejor atendida la beneficencia y estuviesen bien administrados los fondos de la Iglesia. Medida que estuvo en vigor durante muchos siglos y que señala los comienzos de las regiones eclesiásticas y de la administración religiosa.
Instituyó también siete subdiáconos, para que recogiesen y archivasen las actas y gestas de los mártires, redactadas asimismo por siete notarios. En toda esa organización podemos ver un esquema oficial del clero, necesario para el ordenado ejercicio del culto y de la caridad cristiana.
Fue el suyo un tiempo de controversias teológicas, especialmente en Roma. Uno de los efectos que las ocasionaron fue el cisma llamado de Novaciano, que estalló en el pontificado siguiente (el de San Cornelio), pero se había incubado durante el del Papa Fabián, gracias tal vez a la bondad y dulzura del Pontífice.
En efecto, Novaciano, de Roma, y Novato, de Cartago, íntimos amigos, defendieron un error de tipo puritanista, enfrentándose con el criterio del Papa Cornelio. Sus numerosos adeptos eligieron Papa a Novaciano.
Duró el cisma poco tiempo. Consistía el error en acusar de indulgente al Papa con respecto a los lapsos, es decir, a los caídos en apostasía u otro pecado enorme, y en propugnar que la Iglesia no había de estar integrada más que por personas puras (cátaros), no debiendo ni pudiendo ser readmitidos en su seno los que pecaban después del Bautismo, pues el poder de perdonar no pertenecía más que a Dios.
Ahora bien: la rebelión de Novaciano no obedecía a una razón doctrinal, sino a una razón moral y síquica. Novaciano era un escritor brillante, que en tiempo de San Fabián había dado a luz un tratado sobre la Trinidad —no de gran valor teológico, por cierto—, con el cual quiso refutar doctrinas heréticas gnósticas; pero, a pesar de su magnífico estilo y de su buena intención en este caso, se caracterizaba por su índole altanera.
El Papa Fabián, prendado de su ingenio, dejó que fuese ordenado presbítero, confiando en los buenos servicios que podía prestar a la Iglesia. No pensó que sus defectos pudieran hacer de él un antipapa. Así fue, sin embargo. Su espíritu soberbio y ambicioso le convirtieron en tal, cuando, en 251, en vez de su propia elección, vio que era elevado al solio pontificio San Cornelio.
Fuera del ámbito de Roma, intervino Fabián en la deposición del obispo africano Privato, y mantuvo correspondencia con Orígenes, el gran pensador y exegeta de Alejandría, que quería justificar algunos puntos controvertidos de su doctrina.
Atribúyesele asimismo el primer envío de misioneros a las Galias.
En el orden litúrgico-sacramental, fue Fabián el pontífice que mandó fuese quemado y renovado todos los años, en Jueves Santo, el santo crisma. Además, hizo cinco ordenaciones, todas en el mes de diciembre, en las cuales creó veintidós presbíteros, siete diáconos y once obispos para diversas diócesis.
La efigie de San Fabián aparece en los plafones pictóricos de la Capilla Sixtina, y la antigua cristiandad le tributó una veneración saturada de simpatía.
Santo Evangelio según San Juan 2, 1-11. Domingo II (C) del tiempo ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Haz, Señor, de mí, un instrumento de tu amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
María es madre de Jesús y madre nuestra, y como tal se preocupa muchísimo por sus hijos. Ella es la madre atenta que reconoce nuestras necesidades, aun antes de que nos atrevamos a expresarlas. María no estaba obligada a hacer nada por esta pareja pero ella intuía que su hijo era la respuesta a todas las necesidades de los hombres. Contemplemos por un instante la escena: no hay vino y los nuevos esposos... no se enteran. Tan felices están que no se dan cuenta de lo que sucede a su alrededor. Los sirvientes, por otro lado, saben el desastre que está por suceder. ¡Una fiesta sin vino!
María sabe que ella sola no puede hacer nada, se sabe criatura, reconoce sus límites. Acude a Jesús y, por su generosa atención, Jesús decide actuar. Éste es, quizá el servicio más grande que la madre de Jesús hace a esta familia y en especial a los sirvientes: señalarles a Jesús. Él sí puede ayudarlos.
Nosotros, como María, estamos llamados a ver las necesidades de los demás, pues es Jesús mismo quien vive en nuestros hermanos. Negarnos a ver sus necesidades es negarnos a ver a Jesús. Por eso, debemos tomar la iniciativa y obrar de acuerdo a nuestras posibilidades; y cuando no podamos, debemos ser humildes, reconocer nuestra debilidad y encomendar sus necesidades al Señor. A fin de cuentas éste es el servicio más grande que podemos hacer al prójimo: con nuestra oración y nuestras obras llevarlos a Jesús.
«Queridos hermanos, no hay mayor medicina para curar tantas heridas que un corazón que sepa de misericordia, que un corazón que sepa tener compasión ante el dolor y la desgracia, ante el error y las ganas de levantarse de muchos y que no saben cómo hacerlo. La compasión es activa porque “hemos aprendido que Dios se inclina hacia nosotros” para que también nosotros podamos imitarlo inclinándonos hacia los hermanos, Inclinándonos especialmente ante aquellos que más sufren. Como María, estar atentos a aquellos que no tienen el vino de la alegría, así sucedió en las bodas de Caná.»
(Homilía de S.S. Francisco, 20 de enero de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado... o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Daré de comer a un pobre.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
¡Cristo, Rey nuestro! ¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Había una boda en Galilea. Así comienza este relato en el que se nos dice algo inesperado y sorprendente. La primera intervención pública de Jesús, el Enviado de Dios, no tiene nada de religioso. No acontece en un lugar sagrado. Jesús inaugura su actividad profética «salvando» una fiesta de bodas que podía haber terminado muy mal.
En aquellas aldeas pobres de Galilea, la fiesta de las bodas era la más apreciada por todos. Durante varios días, familiares y amigos acompañaban a los novios comiendo y bebiendo con ellos, bailando danzas festivas y cantando canciones de amor.
El evangelio de Juan nos dice que fue en medio de una de estas bodas donde Jesús hizo su «primer signo», el que nos ofrece la clave para entender toda su actuación y el sentido profundo de su misión salvadora.
El evangelista Juan no habla de «milagros». A los gestos sorprendentes que realiza Jesús los llama siempre «signos». No quiere que sus lectores se queden en lo que puede haber de prodigioso en su actuación. Nos invita a que descubramos su significado más profundo. Para ello nos ofrece algunas pistas de carácter simbólico. Veamos solo una.
La madre de Jesús, atenta a los detalles de la fiesta, se da cuenta de que «no les queda vino» y se lo indica a su hijo. Tal vez los novios, de condición humilde, se han visto desbordados por los invitados. María está preocupada. La fiesta está en peligro. ¿Cómo puede terminar una boda sin vino? Ella confía en Jesús.
Entre los campesinos de Galilea el vino era un símbolo muy conocido de la alegría y del amor. Lo sabían todos. Si en la vida falta la alegría y falta el amor, ¿en qué puede terminar la convivencia? María no se equivoca. Jesús interviene para salvar la fiesta proporcionando vino abundante y de excelente calidad.
Este gesto de Jesús nos ayuda a captar la orientación de su vida entera y el contenido fundamental de su proyecto del reino de Dios. Mientras los dirigentes religiosos y los maestros de la ley se preocupan de la religión, Jesús se dedica a hacer más humana y llevadera la vida de la gente.
Los evangelios presentan a Jesús concentrado, no en la religión sino en la vida. No es solo para personas religiosas y piadosas. Es también para quienes viven decepcionados por la religión, pero sienten necesidad de vivir de manera más digna y dichosa. ¿Por qué? Porque Jesús contagia fe en un Dios en el que se puede confiar y con el que se puede vivir con alegría, y porque atrae hacia una vida más generosa, movida por un amor solidario. 2 Tiempo ordinario – C (Jn 2,1-11) 20 de enero 2019
II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, “C”
LECTURAS
(Is 62, 1-5; Sal 95; 1Co 12, 4-11; Jn 2, 1-11)
“Ya no te llamarán «Abandonada», ni a tu tierra «Devastada»; a ti te llamarán «Mi favorita», y a tu tierra «Desposada», porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá marido.” (Is 62, 4)
“En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: -«No les queda vino.» (Jn 2, 1-2).
COMENTARIO
Acabamos de celebrar el tiempo de Navidad. Como culmen de la revelación de Dios hecho hombre en el Hijo de María, la Iglesia nos presenta tres manifestaciones de la identidad divina de Jesús: la Epifanía, el día de Reyes; el Bautismo, el domingo pasado y las Bodas de Caná, este domingo.
En Caná de Galilea, Jesús realiza el primer signo por intercesión de su Madre, a la que llama “mujer”. En el contexto de la boda, la Liturgia de la Palabra nos trae como texto concurrente con el Evangelio, la profecía de Isaías, en la que se describe la relación de Dios con su pueblo como un verdadero desposorio.
El primer signo que realiza Jesús contiene marcados acentos esponsales, y la alianza que se promete en el Antiguo Testamento es llevada a cabo, de manera definitiva, por Jesús, quien se nos presenta como verdadero novio, que consumará su entrega en la Cruz, cuando derrame su sangre, donación anticipada en la noche de la Última Cena, cuando brinda la copa de vino, convertido en su propia sangre.
La presencia de María, a la que su Hijo llama “mujer”, representa la nueva humanidad. Ella es la primera beneficiaria de la Alianza nueva y eterna, y ella se convierte en mujer eucarística, en expresión de san Juan Pablo II.
Estamos invitados no solo al banquete de bodas, sino a ser una misma cosa con Cristo, acontecimiento que se realiza cuando participamos del banquete pascual, de la Eucaristía.
Interpretar el pasaje del Evangelio de san Juan como una anécdota más o menos simpática, en la que Jesús socorre el bochorno de unos novios reglándoles vino bueno, es un reduccionismo de la escena y se pierde el sentido teológico e intencional del evangelista.
FRANCISCO DENUNCIA A LOS RESPONSABLES DE LOS NAUFRAGIOS DURANTE EL REZO DEL ANGELUS
"Hoy tengo dos dolores en mi corazón... Colombia y el Mediterráneo"
El Papa inaugura la plataforma 'Click to Pray', para rezar por las intenciones de la Iglesia
Jesús Bastante, 20 de enero de 2019 a las 12:29
El Papa inaugura la plataforma 'Click to Pray', para rezar por las intenciones de la IglesiaRD
En Caná, los siervos obedecen (...) En esta boda se estipula una nueva alianza, y a los servidores del Señor (la Iglesia), se les encomienda una nueva misión: hacer lo que él nos diga. Seguir al señor significa escuchar y seguir su Palabra
(Jesús Bastante).- "Hoy tengo dos dolores en mi corazón... Colombia y el Mediterráneo". El Papa Francisco, antes de partir hacia Panamá, quiso denunciar la violencia en el país latinoamericano y la trágica muerte de 170 personas, muertas en un naufragio sin que nadie hiciera nada por ayudarlas. Una muestra más de ese "inmenso cementerio en alta mar", el mismo día en que la Iglesia celebra el primer milagro público de Jesús: las bodas de Caná.
En los saludos posteriores al Angelus, Francisco quiso mostrar "mi cercanía al pueblo colombiano tras el grave ataque terrorista del jueves a la Escuela de Policía", y pidió oraciones por las víctimas, sus familiares, y por "el camino de paz en Colombia".
También, el Papa quiso dedicar un Ave María por las 170 personas muertas en el Mare Nostrum, que "buscaban un futuro para sus vidas". Víctimas, añadió, "de traficantes de seres humanos". "Roguemos por ellos, y por los que tienen la responsabilidad de lo que ocurrió", apuntó, visiblemente afectado, Bergoglio. Sin decir una palabra más, dejando que cada uno mirase a ambos lados de la orilla para encontrar a los culpables de esas y otras muchas muertes.Papa Francisco #Angelus “Deseo asegurar mi cercanía al pueblo colombiano luego del grave ataque terrorista el pasado jueves en la Escuela Nacional de Policía. Ruego por las víctimas y sus familias, y sigo rezando por el camino de la paz en Colombia”g @WRadioColombia @Pontifex_es
Francisco también pidió oraciones para su próximo viaja a Panamá para la JMJ, y recordó que esta semana será publicado el mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que este año hablará específicamente de Internet y las redes sociales. "Son un recurso de nuestro tiempo, una ocasión para estar en contacto con los demás, y para expresar el deseo de hacer comunidad".
"La red puede ayudarnos a rezar juntos", añadió el Papa, quien llamó a su lado al jesuita Frederic Fornos, responsable de la plataforma de oración por el Papa, Click to Pray, al que el Papa se sumó en ese momento y en la que "meteré las intenciones de oración por la Iglesia", comenzando por la JMJ de Panamá.
En la reflexión previa al Angelus, Francisco habló del milagro de Caná, que "no por casualidad" tuvo lugar en una boda. "Porque en Jesús, Dios se ha casado con la Humanidad, y ésa es la buena noticia", aclaró.
"Todo el misterio del signo de Caná se basa en la presencia de este novio divino que comienza a revelarse", señaló el Papa, quien añadió que "Jesús se manifiesta como el novio del pueblo de Dios, anunciado por los profetas y nos revela la profundidad de la nueva alianza de amor".
Fin de l'#Angélus @Pontifex Place Saint-Pierre des jeunes souhaitent au #pape en italien "Bon voyage" au Panama pour la #JMJPanama2019
Un gesto, un milagro, en el que el vino tendrá una gran relevancia. El mismo que después, en la Última Cena, servirá para convertirse en su sangre. "El vino se termina, la Virgen se da cuenta y le dice a Jesús 'Ya no tienen vino'.Hubiera sido horrible seguir la fiesta con el agua, una vergüenza para esta gente", subrayó. Y es que el vino, "elemento típico del banquete mesiánico", expresa "la abundancia del banquete y la alegría de la fiesta. Una fiesta sin vino... no sé".
"Al convertir en vino el agua que usaban para purificarse, Jesús transforma la ley de Moisés en el Evangelio: lleva la alegría", recalcó el Papa, quien hizo hincapié en la importancia de Maria y sus palabras: "Haced lo que él os diga". "Estas palabras son una herencia valiosa para hoy".
"En Caná, los siervos obedecen (...) En esta boda se estipula una nueva alianza, y a los servidores del Señor (la Iglesia), se les encomienda una nueva misión: hacer lo que él nos diga. Seguir al señor significa escuchar y seguir su Palabra", concluyó Francisco. "Ese es el programa de vida del cristiano".