Estos son mi madre y mis hermanos
- 29 Enero 2019
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Sulpicio Severo, Santo
Obispo de Bourges, 29 de enero
Martirologio Romano: En la ciudad de Bourges, en Aquitania (hoy Francia), san Sulpicio Severo, obispo, de familia de senadores de las Galias, de quien san Gregorio de Tours ensalza su sabiduría, su ministerio pastoral y su empeño en restaurar la disciplina (591).
Etimología: Sulvicio = caritativo. Viene de la lengua latina.
Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.
Breve Biografía
Sulpicio sufrió una gran transformación para mejor a lo largo de su vida. Llegada la edad normal, contrajo matrimonio con una joven de su ciudad, Agen (Lot- et –Garona), Francia hacia el año 553.
Las cosas no le iban mal pero no se sentía completamente en la felicidad en la que tanto soñaba y para la cual le llamaba Dios.
Era un buen abogado. Ganaba su buen dinero ya en aquel lejano tiempo. Pero no dejaba de pensar en el camino para escalar la perfección que sentía muy adentro.
Por eso, cuando menos se lo esperaba, habló con su mujer acerca de sus planes.
Todo el mundo, al enterarse, lo tomaron por loco. Sin embargo, su suegra – menos mal – fue la única que lo entendió muy bien.
No solamente aprobó su decisión, sino que incluso le hizo ofertas de tierras al lado de la bellísima ciudad medieval de Carcasona.
Le convenía mucho para su nueva vida y vocación.
Sulpicio se pasó en ese lugar todo el resto de su larga vida, rezando, haciendo penitencia y escribiendo muchos libros, basados en los estudios que iba haciendo de san Paulino de Nola, san Jerónimo y otros personajes célebres de tiempos anteriores.
De sus muchas obras tan sólo se conserva la biografía que escribió de su maestro y buen amigo san Martín.
Es el único documento que existe acerca del que llevó a Francia a la conversión.
Desde entonces, todos los que se dedicaban a escribir hagiografías lo imitaron de tal forma que parecían suyas.
San Gregorio de Tours, quien nos da el dato de su nombramiento a la sede de Tours (584) en vez de otros candidatos simoníacos, habla de San Sulpicio con gran respeto y nos dice que convocó un concilio provincial en Auvernia. El santo tomó también parte en el Concilio de Maçon, en 585.
No se sabe exactamente la edad que tenía cuando murió.
Dios quiere que seamos parte de su familia
Santo Evangelio según San Marcos 3, 31-35. Martes III del tiempo ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Padre, te doy gracias por el don infinito de tu amor, Tú has demostrado ser mi Padre, mi hermano y mi amigo; dame la gracia y el amor suficiente para cumplir tu voluntad y, así, ser cada día más parte de tu familia.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 3, 31-35
En aquel tiempo, llegaron a donde estaba Jesús, su madre y sus parientes; se quedaron fuera y lo mandaron llamar. En torno a él estaba sentada una multitud, cuando le dijeron: “Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan”.
Él les respondió: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
1. Dios nos acoge en su familia.
Tal vez nos hemos acostumbrado a escuchar que «somos hijos de Dios», o que «Dios debe ser parte de nuestra familia». Expresiones como éstas son muy comunes en nuestro día a día, sin embargo, no siempre somos conscientes de la magnitud e implicaciones contenidas en estas verdades. Dios, en su infinito amor, nos ha hecho parte de su familia divina. Como padre, busca lo mejor para nosotros, lo que más nos conviene; como hermano, siempre está allí para ayudarnos y caminar junto a nosotros; como hijo, sí, también Dios quiere ser nuestro hijo, Él quiere que le prestemos atención y le demos cariño
2. La Voluntad Divina, medio de crecimiento en el amor.
El amor se demuestra en las obras. Qué puede complacer más a un padre que un hijo fiel que sigue sus consejos y hace cuanto se le pide. El amor mueve al hijo a buscar satisfacer los deseos de la persona amada; sus deseos y aspiraciones son también nuestros deseos y aspiraciones. Como familia aprendemos a querer lo que el otro quiere, a disfrutar lo que el otro disfruta. Dios quiere que crezcamos y seamos exitosos, y esto lo hace feliz.
La expresión «la voluntad divina» es sólo otro modo de decir «el plan amoroso de Dios para sus hijos». Dios que nos ama tanto nos muestra el camino hacia la felicidad.
«El único lenguaje que entendían era el del amor. Por lo tanto, supo identificar una forma particular de sociedad en la que no hay lugar para el aislamiento o la soledad, sino que se rige por el principio de colaboración entre las diferentes familias, donde los miembros se reconocen como hermanos en la fe. Así en Nomadelfia, en respuesta a una vocación especial del Señor, se establecen lazos mucho más sólidos que los del parentesco. Se actúa una consanguinidad con Jesús, propia de quien ha renacido del agua y del Espíritu Santo y según las palabras del divino Maestro: "Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre". Este vínculo especial de consanguinidad y de familiaridad, también se manifiesta en las relaciones mutuas entre las personas: todos se llaman por nombre, nunca por apellido, y en las relaciones diarios se usa el familiar "tú".»
(Discurso de S.S. Francisco, 10 de mayo de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Rezar un misterio del rosario pidiéndole a María que me conceda la gracia de saberme hijo(a) de Dios.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Se puede afirmar que una familia es cristiana cuando alguno de sus miembros hace presente a Cristo en ella
Supongamos una familia muy deteriorada, con graves problemas de diverso tipo. Si en ella uno de sus miembros quiere hacer presente a Cristo en ella, y persevera en este esfuerzo, la irá transformando por la Comunión de los Santos.
Ese miembro de la familia sabe que por sí solo, nada puede. Pero que unido a Cristo, todo lo puede alcanzar. Y que la vía para ser otro Cristo es practicar la oración personal y frecuentar los sacramentos, especialmente la Confesión y la Eucaristía.
Un cristiano que reza, que quizá a imitación de Cristo se levanta a primera hora de la mañana y dedica un tiempo a hablar con Jesucristo de su vida, de su familia, es un foco de evangelización de su familia. Un católico que busca tener una cada vez más intense vida eucarística –asistiendo a la Santa Misa, si es posible a diario, acompañando al Señor en sagrario físicamente o con el corazón, o diciendo comuniones espirituales en su interior–, por fuerza santifica su familia. Porque la lucha por ser santo, siempre es una oración a Dios por los que le rodean: su esposo, sus hijos.
Pero el cristianismo no termina en la práctica de la oración y de los sacramentos. Lleva a conocer la doctrina cristiana, a asimilarla, a ponerla en práctica. A vivir todas y cada una de las virtudes humanas (la sinceridad, la generosidad, la laboriosidad, la alegría y otras muchas), las virtudes morales (la prudencia, que es la principal, y también la justicia, la fortaleza y la templanza), y las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), entre las cuales destaca la virtud más perfecta, que es la caridad.
Hacer presente a Cristo en la vida familiar es vivir la caridad de muchos modos, la mayor parte de los cuales pasan desapercibidos a los ojos de los hombres. Pero a los ojos de Jesucristo, la caridad despierta en él una sonrisa. Una alegría profunda porque ve el amor que se pone en esas cosas pequeñas.
El modelo de familia: La Sagrada Familia
De un modo consciente o no, quien se esfuerza por hacer presente a Cristo en su familia, tiene como modelo a la Sagrada Familia.
Jesús es el centro de la familia, porque es el Niño-Dios. Todo a su alrededor se contagia del fin amoroso de la Encarnación. La Virgen es Corredentora, y San José se une a los planes divinos.
La casa de Nazaret es un remanso de paz. Reina la alegría. Una sonrisa de Jesús ilumina la vida y todo está al servicio del plan redentor. La Virgen realiza su trabajo con diligencia –que es amor–, y realiza los trabajos humildes del hogar. Es la única criatura perfecta de la creación y pone toda su inteligencia –la más alta imaginable–, todo su corazón –un amor grande y perfecto como no podemos imaginar– en servir a Jesús.
La Virgen trabaja en tutelar, lava la ropa, cultiva el jardín, prepara la comida. Ve en cada flor una caricia de amor de Dios Padre hacia ella, y adorna con esas flores su hogar. Se respira sosiego.
San José es laborioso. Gana con su trabajo el sustento de su familia. Y, cuando puede, realiza un trabajo extra para comprar una manzana al Niño-Dios, o adquiere una oveja para que juegue con sus primos.
Jesús aprende pronto el trabajo de José. Éste acrecienta su vida interior en el trabajo y el trato con Jesús hasta convertirse así en “maestro de vida interior”.
Tanto amor en la Sagrada Familia tiene su origen en una intensa vida de oración. La Sagrada Familia es una familia donde se reza mucho, donde se reza con las Sagradas Escrituras, donde se procura ser delicadamente fiel a la tradición judía.
Una característica de la Sagrada Familia es el verdadero y casto amor esponsal entre María y José. En la mirada de María se advierte de mil maneras su amor vigilante por José. El cuidado de sus vestidos, hacer el plato que a él le gusta, realizar sin que lo advierta el trabajo más costoso y un sinfín de detalles más. José emplea su habilidad manual en los mil detalles de la casa o del jardín, sabe prolongar un trabajo para adquirir algunos ingresos más, y a pesar de ser el cabeza de familia, se sabe el ultimo y servidor de todos.
Realmente la Sagrada Familia es un modelo admirable.
La oración en la familia
Un cristiano que verdaderamente lo es, reza. Reserva para hablar con Dios el mejor momento del día y evita toda posible distracción. ¿Cuánto debe rezar? Eso dependerá, pero se ha dicho que lo mínimo debería ser lo que uno tarda en despachar a una persona con la que no desea hablar. Pongamos que un mínimo de quince minutos.
Una persona que no se aisla de todo al menos quince minutos para orar, quizá es que no sea verdaderamente cristiana. Y por eso hay que ser fiel a ese momento previsto, pues en la puntualidad y en el esfuerzo, se demuestra el amor.
Un miembro de la familia que reza, es un tesoro. Cuando un hijo o el esposo no rezan, hay que rezar por él con mayor empeño.
La fuerza de la oración es tan grande, que ha hecho grandes santos, también en la familia. Santa Mónica, con sus lágrimas y oraciones, logró la conversión de Agustín, que llegaría a ser un gran santo en la Iglesia.
Ese rato de oración personal se ha considerado muchas veces como “la caldera” de la vida interior. Cuando una casa de un país frío, funciona, el hogar está caldeado y da gusto. En cambio, si permanece apagada, reina el frío. En la vida interior ocurre algo similar. Si dedicamos buenos ratos de oración, la vida interior sube de temperatura, y bastarán otras prácticas de piedad –la Santa Misa, el Santo Rosario, etc. – para estar vibrantes y convertirse cada uno en un foco de evangelización.
“Una familia que reza unida, permanece unida”, se ha dicho muchas veces y con gran sabiduría. Porque se unen así a Cristo. Por eso es conveniente rezar el Santo Rosario. Y bendecir la mesa para agradecer todo alimento, pues viene de Dios. Y, siempre que sea posible, acudir a Misa los domingos toda la familia. Y así, cuando el amor se hace grande, de descubren mil modos de rezar juntos. Por ejemplo, cuando hay una contrariedad o un pariente enfermo, o los padres cuando saben afrontar sobrenaturalmente las dificultades de un hijo acudiendo al Señor.
Rezar juntos es amar. Y a una familia que ama, Dios no la abandona.
Cristo presente en la Biblia
Muchas familias tienen una especial presencia de Dios en ellas de muchos modos. Algunas colocan en algún lugar destacado una imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Otras han puesto la imagen de la Divina Misericordia de un modo visible. O una imagen de la Virgen como protectora de la familia.
Pero hay otro modo de una cierta presencia de Cristo en nuestros hogares que es tener una buena edición de la Biblia. Este es un libro cuyo autor es el mismo Dios, quien se ha servido de los hombres para ofrecernos este libro sagrado, maravilloso, que debemos tener en mucho.
Ocurre, sin embargo, que este libro de origen divino ha pasado por las manos de los hombres, y nosotros lo hemos desdibujado con malas traducciones o comentarios que desfiguran su originario sentido. Por eso es bueno asesorarse bien y tener una Biblia bien traducida, que sea agradable utilizar. Esa es una de las mejores inversions que puede hacer una familia.
Se ha dicho muchas veces que la Biblia es la Palabra de Dios. Y sabemos que Jesucristo es la Palabra, el Verbo Encarnado. Y en Dios la Palabra solo es una, de modo que la Palabra de Dios de algún modo supone la presencia de Dios en nuestras vidas. Un cristiano debe amar la Biblia, tener en mucho las Sagradas Escrituras, meditarlas y hacerlas vida propia.
Dentro de la Biblia, conviene muy especialmente meditar el Nuevo Testamento. Si hace veinte siglos hubiera existido la posibilidad de grabar imágenes de Jesucristo, hoy las guardaríamos con gran cariño y las veríamos una y otra vez. Pero no las había. En cambio, varios testigos directos –o indirectos, como San Lucas– nos cuentan lo que vieron, y lo que nos han escrito es verdadero. Por eso hemos de meditar vida de Jesús y aprender de Cristo mil detalles.
De igual modo que quien ama contempla con amor la fotografía de quien ama, un cristiano debe estimar en mucho el Nuevo Testamento, pues Cristo es el modelo de nuestra vida.
La revolución de los besos: la fidelidad
El autor cuestiona la frágil seguridad del escéptico, precisamente por la debilidad de su propio relativismo. Pero no se queda ahí, y continúa afirmando que “un valor vulnerado y una ilusión desenmascarada” se parecen mucho, “y no hay nada más fácil que confundirlos”.
Un diálogo de Milan Kundera de su libro La broma vale por un tratado filosófico de mil páginas: “Si es usted tan escéptico, ¿no ha puesto nunca en duda que las ilusiones de las que se ríe sean solo ilusiones? ¿Qué ocurriría si se equivocase? ¿Si se tratara de valores [reales] y usted fuera un destructor de valores?”. Así, para empezar, cuestiona la frágil seguridad del escéptico, precisamente por la debilidad de su propio relativismo. Pero no se queda ahí, y continúa afirmando que “un valor vulnerado y una ilusión desenmascarada” se parecen mucho, “y no hay nada más fácil que confundirlos”.
Y esta afirmación es genial. Porque viene a explicar que cuando alguien confía en un valor y queda defraudado -por ejemplo, confió en la fidelidad de su pareja y esa ilusión se quebró-, es muy posible que en lugar de reconocer el fracaso -o alguna parte de culpa-, se niegue la existencia del valor de la fidelidad: es absurdo confiar en el amor para toda la vida, es una idea anticuada, es un sueño infantil. O sea, que se confunda el valor vulnerado -la fidelidad- con el desenmascaramiento de su inexistencia, confirmando la afirmación de Kundera.
Quiere decir esto que en tiempos en que tantas parejas se rompen -sin jamás juzgar a nadie, esto lo primero y por delante- hay mucho riesgo de que se generalice la negación de la posibilidad de ser fiel.
Pero resulta que la idea que se tenga sobre la fidelidad, a su vez, influye mucho sobre la propia relación afectiva: ¡qué distintas resultan las crisis para las pareja que en su fondo insobornable -la expresión tan bella de Ortega y Gasset – piensan que su relación es para siempre y meditan mil modos para solucionar los problemas, de los conflictos en la vida sentimental para las personas que empiezan a cuestionar la continuidad de su relación!
Porque la duda mina la relación amorosa, la enrarece, la distorsiona. Y la conduce a un círculo vicioso: a quien tiene dudas se le percibe distante y se le trata, por ello, con menor cercanía, con menor sencillez, de modo más cerebral -menos espontáneo- para no equivocar la palabra o la conducta, y no ampliar esa distancia que se percibe; pero ese trato menos directo y, de algún modo, menos sincero, agranda y refuerza la incertidumbre de la otra persona, con lo que el círculo de la duda se amplía hasta terminar en desamor, a veces ya irrecuperable.
“Solamente si alguna vez amaste / con uñas y con dientes / sin red / sin salvavidas / aciertes a entender el vértigo insondable / que se extiende a los pies del desengaño”, reza el poema de Raquel Lanseros que titula “La mujer herida”. ¿No les parece una expresión profundísima del dolor humano escondido tras la ruptura de una relación que se esperaba fiel?
Pero Lanseros no confunde los valores, y además de plasmar maravillosamente el desgarro de la traición, también sabe cantar la poderosa fuerza del amor fiel. Y en el poema “Propósito de la enmienda”, cuyo título por sí solo ya habla de perdón, de lucha por mejorar, deja escrito:
“A veces me visita -ciego ahínco- / el monstruo de los celos, la pereza, / la gula o el azote de la culpa. // De toda falta humana, yo me acuso. // Si alguna vez te hiere por ejemplo / mi torpeza, mi miedo o mi desidia, / perdóname, amor mío // Que más preciada empresa no concibo / que deshojar mi vida mereciéndote”.
El amor se acompaña de sentimientos, pero se forja con una voluntad firme. Por eso, me parece que hace falta una auténtica revolución de los besos. Y es ésta, la de la persona que hace todo lo que puede por construir un amor para toda la vida: no todo depende de ella, claro, pero ella es siempre fiel.
¿Cuál es nuestra idea de la felicidad? ¿Existe realmente?
¿Qué es la felicidad? ¿Dónde está? ¿Cómo se consigue? La humanidad ha estado detrás de estas preguntas desde el despertar de la vida del hombre, como especie y como individuo. De ahí que la mayoría de nuestras decisiones -si no todas- vienen dictadas por un anhelo profundo de felicidad, ya sea inmediata: diversión; o de largo plazo: realización personal. Al respecto, el Papa Francisco usa un ejemplo bastante simple: “Si yo debo hacer las tareas del colegio y no las hago y me escapo…es una elección equivocada. Y esa elección será divertida, pero no te dará alegría”.
Existen 4 tipos de felicidad. El primero es el Placer. Éste nos da una sensación de felicidad inmediata y efímera. Es una experiencia fundamentalmente sensorial que puede ser satisfecha con cosas materiales y que se encuentran netamente en el exterior. El segundo tipo es la felicidad Ego-comparativa, es decir, la ilusión de felicidad que te da el saberte o creerte mejor que los demás o por lo menos que la gente te perciba como mejor: el ya conocido efecto Facebook.
Ciertamente, estos 2 primeros tipos de felicidad son los que las empresas, la publicidad, redes sociales y en general, la sociedad nos vende. Y en realidad, tenemos que estar conscientes que son modelos defectuosos -en extremo- de felicidad, puesto que son en esencia transitorios y vacíos. Ya son varios los ejemplos de gente exitosa, con fama y dinero que encontraron el placer y la complacencia de creerse superiores y que terminaron deprimidos, sumidos en la droga, quitándose la vida. Para la Iglesia, sin embargo, esto no resulta extraño pues ya nos ha sido revelado que: “Nuestro deseo natural de felicidad es de origen divino. Dios lo ha puesto en el corazón del hombre a fin de atraerlo hacia Él, el Único que lo puede satisfacer”. (CIC 1718).
Teniendo esto en cuenta, llegamos al tercer y cuarto tipo de felicidad: Contributiva y Trascendental, respectivamente. La felicidad contributiva es aquella que sentimos al hacer algo por alguien y marcar la diferencia en su vida. Desde grandes acciones, como aquellas que hacen los misioneros en lugares alejados o el hacer voluntariado en tu comunidad, hasta “pequeños” actos de misericordia: visitar al enfermo, dar buen consejo al que lo necesita, entre otros, generan en nosotros un sentido mucho más profundo y concreto de felicidad puesto que va más allá de nosotros mismos. El último y probablemente más sublime tipo de felicidad es la trascendental. Ésta tiene que ver con anhelos más elevados y que venimos buscando, conscientemente o no, desde que somos niños: Verdad, Justicia, Belleza, Amor y sensación de Hogar. En efecto, éstos últimos son mucho más difíciles de encontrar, pero su sola búsqueda es ya motivo de alegría.
“Claramente, vivir el Evangelio -con todos los desafíos que eso representa, pero ayudados por la gracia- es un camino a la felicidad plena pues nos enseña que la verdadera dicha no reside ni en la riqueza o el bienestar, ni en la gloria humana o el poder, ni en ninguna obra humana […] ni en ninguna criatura, sino sólo en Dios, fuente de todo bien y de todo amor”. (CIC 1723). El beato John Henry Newman, nacido en Inglaterra en el siglo XIX, escribe al respecto con palabras que tienen la frescura de hoy:
El dinero es el ídolo de nuestro tiempo. A él rinde homenaje instintivo la multitud, la masa de los hombres. Estos miden la dicha según la fortuna y, según la fortuna, la honorabilidad […] Todo esto se debe a la convicción […] de que con la riqueza se puede todo. La riqueza, por tanto, es uno de los ídolos de nuestros días, y la notoriedad es otro […] La notoriedad, el hecho de ser reconocido y de hacer ruido en el mundo (lo que podría llamarse una fama de prensa), ha llegado a ser considerada como un bien en sí mismo, un bien soberano, un objeto de verdadera veneración.
Al leer estas líneas, es imposible no pensar en tantos participantes de reality shows y otras “celebridades” que hoy día en nuestros países están dispuestos a cualquier cosa y ser protagonistas de cualquier escándalo con tal de tener un poco de prensa, de fama, de atención que viene suscitada por esta sed instintiva de felicidad. Más aún, si pensamos en ejemplos más cercanos, seremos capaces de identificar a amigos e incluso a nosotros mismos compartiendo cosas privadas y/o fuera de lugar en nuestras redes sociales solamente para tener un “like” más o un “retweet” que al fin y al cabo se traduce en la búsqueda de sentirnos aceptados y reconocidos. ¿Es que acaso estas actitudes no reflejan un anhelo insondable del amor de Dios y de la felicidad que su saciedad significaría?
San Agustín supo reconocer esta ansia de felicidad cuando se preguntaba: “¿Cómo es, Señor, que yo te busco? Es porque al buscarte, Dios mío, busco la vida feliz. Haz que te busque para que viva mi alma, porque mi cuerpo vive de mi alma y mi alma vive de Ti” (Confesiones, 10, 20, 29).
En el evangelio, camino hacia la felicidad plena, las bienaventuranzas ocupan el centro de la predicación de Jesús. Esto no es una mera coincidencia pues mediante el sermón de la montaña, Jesús quiere iluminar nuestra búsqueda de la felicidad con la paradoja de las bienaventuranzas. En ellas se invierten los criterios del mundo pues se ven las cosas en la perspectiva correcta, esto es, desde la escala de valores de Dios. Precisamente, los que según los criterios del mundo son considerados pobres y perdidos son los realmente felices: Jesús llama dichosos a los que tienen espíritu de pobre, no porque seamos juzgados por nuestro estatus socioeconómico pues sabemos que hay pobres con espíritu de avaricia. Sino que Jesús los llama felices porque habrán encontrado que su felicidad no está en lo material, en la satisfacción de sus placeres ni en creerse mejor que lo demás. Aquellos con espíritu de pobre son dichosos puesto que habrán encontrado su felicidad en la solidaridad, la ayuda a los demás y en el caminar al lado de su Salvador. Y aunque muchas de las promesas de las bienaventuranzas parecen comenzar en el más allá, «cuando el hombre empieza a mirar y a vivir a través de Dios, entonces ¡ya ahora! algo de lo que está por venir está presente»”.
Benedicto XVI
Para terminar podemos afirmar que el primer paso para encontrar la felicidad es saber qué tipo de plenitud estoy buscando. Escuchemos a Santo Tomás de Aquino que ya nos da la respuesta: “Solo Dios sacia”.
Rueda de prensa del Papa en el vuelo de regreso desde Panamá
Durante el vuelo de regreso a Roma, luego de haber participado en laJMJ, Papa Francisco concedió una rueda de prensa
Por: Redacción | Fuente: ACI Prensa
Durante el vuelo de regreso a Roma, luego de haber participado en la Jornada Mundial de la Juventud realizada en Panamá, el Papa Francisco concedió una rueda de prensa en la que respondió preguntas sobre Venezuela, los migrantes, el encuentro de febrero con los presidentes de los episcopados para tratar los casos de abusos sexuales, entre otros temas.
A continuación el texto completo de la rueda de prensa:
Alessandro Gisotti, Director Interino de la Sala de Prensa de la Santa Sede:
Buenas noches, Santo Padre tenemos todavía en el oído el grito “la juventud del Papa”, la juventud de Jesucristo, que decía Mons. Ulloa, esta alegría grande, días intensos que han dado tanta energía y lo hemos visto en su rostro, la alegría de este encuentro, así como también en la alegría de los jóvenes.
He traído algo que muchos de los periodistas, casi todos, conocen, no será un documento que entra en el magisterio del Papa, pero que a usted le gusta mucho. Esta canción en contra del bullismo, elemento presente del dolor; así como la alegría que vimos en muchas ocasiones… Una imagen que me ha tocado mucho: cuando pasaba con el papamóvil los jóvenes se abrazaban, compartir la alegría, lección para nosotros los adultos, cuando los jóvenes son felices comparten la alegría, no se la guardan. Usted ha tenido también, entre las muchas sorpresa que ha tenido en estos días, un encuentro con UNICEF precisamente en los momentos antes de la despedida en la Nunciatura. No sé si antes de dar la palabra a los periodistas quiere dar alguna palabra de saludo.
Papa Francisco:
Buenas tardes, y después, buen descanso, porque seguro que todos están cansados después de este viaje así de fuerte. Gracias por su trabajo. También para mí fueron cosas que no imaginaba. Sorpresas. Como esta chica, que comentó Gisotti, de esta chica de 16 años de Honduras, víctima del bullying, que ha cantado con una voz bellísima y ha escrito ella esta canción, y también el encuentro antes de salir de la Nunciatura con gente de UNICEF de Centroamérica, con el testimonio de dos chicas y de aquellos que trabajan con ellos. Escuché cosas que tocan el corazón. Ha sido un viaje fuerte, la palabra a ustedes.
Gisotti:
Un viaje que tiene tantos viajes dentro.Les pido permanecer en el tema de este gran viaje que ha representado a todo el mundo por medio de los jóvenes que estaban presentes. La primera palabra va a la prensa local, a Panamá. Edwin Cabrera Uribe de Radio Panamá hace dos preguntas a nombre de todo el grupo de periodistas panameños.
Edwin Cabrera Uribe – Radio Panamá:
Santo Padre primero lo primero, muchas gracias. En nombre de mis seis compañeros y el mío como panameños lo que usted nos ha regalado a los panameños es muy grande.
La pregunta, Santo Padre:
Usted habló hoy a los voluntarios sobre que han de vivir una misión. Usted les dijo hoy: ustedes ahora saben cómo palpita el corazón cuando se vive una misión. La pregunta es: ¿Y la misión del Papa Francisco en Panamá? ¿Qué le impactó? ¿Qué le movió? ¿Cumplió el Papa Francisco la misión en la JMJ centroamericana? Porque fue en Panamá, pero desde Polonia se dijo que era centroamericana. Y en el camino Santo Padre tenemos una misión pendiente con Nicaragua, me da la impresión.
Papa Francisco:
Mi misión en una Jornada de la Juventud es la misión de Pedro, confirmar en la fe. Y eso no con mandatos fríos, o preceptivos, sino dejándome tocar el corazón y respondiendo lo que ahí venía. Yo no concibo, porque en mí lo vivo así, me cuesta pensar que alguien pueda cumplir una misión solo con la cabeza. Osea, para cumplir una misión hay que sentir. Y cuando sentís, te golpean.
Te golpea la vida, te golpean los problemas. Estaba en el aeropuerto despidiéndome del presidente, y trajeron a un chico, un negrito simpático, azabache. Chiquito así. Y me dijo: este chico estaba pasando la frontera de Colombia. La madre muerta, quedó solo. No sé, qué tendría, 5 años. Es de África, pero no sabemos de qué país, porque no habla ni el inglés, ni el portugués, ni el francés…, bueno habla la lengua tribal. Y lo adoptamos un poco nosotros, me dice. Y el chico muy fresco, se movía muy bien. Pero el drama de un chico abandonado por la vida, porque su mamá murió ahí. Y un policía lo entregó a las autoridades para que se hicieran cargo. Eso te abofetea, y eso hace que la misión empiece a tener color. Que vos podrás decir algo, acariciarlo..., no es una razón.
La misión siempre te involucra. Al menos a mí me involucra. Será porque soy tano, y me sale de adentro. Me involucra. Les digo siempre a los jóvenes: ustedes lo que tienen que hacer en la vida, lo tienen que hacer caminando y con los tres lenguajes: el de la cabeza, el del corazón y el de la mano. Y los tres lenguajes armónicos. De tal manera que piensan lo que sienten y lo que hagan, sientan lo que piensan y lo que hacen, hagan lo que sientan y piensan, etc.
Yo no sé hacer un balance de la misión. Yo con todo esto siempre voy a la oración, y me quedo allí, delante del Señor. A veces me duermo delante del Señor, pero llevando todas estas cosas que he vivido en la misión. Y le pido que Él confirme en la fe a través de mí. Esto es cómo confirmo la misión del Papa, y cómo la vivo yo. Hubo casos, por ejemplo, que se plantearon algunas dificultades de tipo dogmática. Y a mí no me sale contestarle sólo la razón, me sale actuar de otra manera.
Edwin Cabrera Uribe – Radio Panamá:
¿La JMJ panameña llenó sus expectativas?
Papa Francisco:
Sí, evidentemente. El termómetro de si un viaje llena las expectativas es el cansancio. Y estoy “refiltrado”.
Edwin Cabrera Uribe – Radio Panamá:
Y finalmente, Santo Padre, hay un problema que es común en todo Centroamérica incluyendo Panamá y buena parte de Latinoamérica. Embarazos de niñas, de jóvenes. Embarazos precoces... Solamente en Panamá hubo 10 mil y tantos el año pasado, y en Centroamérica no ha sido diferente. Los detractores de la Iglesia Católica responsabilizan a la Iglesia porque se oponen a que se dé educación sexual… La Iglesia Católica tiene muchas escuelas en Latinoamérica y universidades. Me gustaría conocer la opinión del Papa Francisco sobre la educación sexual.
Papa Francisco:
Yo creo que en las escuelas hay que dar educación sexual. El sexo es un don de Dios. No es el cuco. Es el don de Dios para amar. Que algunos te lo usan para ganar plata, para explotar a otros, es otro problema. Pero hay que dar educación sexual. Objetiva, como es sin colonizaciones ideológicas. Porque si de entrada le das una educación sexual llena de colonizaciones ideológicas destruís a la persona. El sexo como don de Dios necesita ser educado. No con rigidez. Educar es sacar lo mejor de la persona, acompañarlo en el camino. El problema es en los responsables de la educación, ya a nivel nacional, provincial o de cada unidad escolar, qué maestros escogen para esto o qué libros de texto, etcétera. Yo vi cualquier verdura de estos. Hay cosas realmente que maduran, y cosas que hacen daño. Pero creo que eso…, no sé si es objetivo o no que no haya educación sexual en Panamá. Yo digo esto sin meterme en el problema político en Panamá: tiene que haber educación sexual en los chicos. Lo ideal es que empiecen en la casa, con los padres. No siempre es posible por tantas situaciones en las familias, o porque no saben cómo hacerlo. Entonces es la escuela que suple eso, porque si no, se crea un vacío que lo va a llenar cualquier ideología.
Gisotti:
Santo Padre, le dirige ahora la pregunta Javier Martínez Brocal, de Rome Reports.
Javier Martínez Brocal - Rome Reports:
Santo Padre, quería darle primero la enhorabuena porque ha marcado un record, en cuatro días se ha hecho panameño. Han bastado sólo cuatro días para llevarse el corazón de Panamá. Quería hacerle una pregunta. Usted estos días ha hablado con muchas personas, con muchos chicos. Seguramente también ha hablado con jóvenes que se han alejado de la Iglesia o que se encuentran en dificultades. Según usted, ¿cuál es la dificultad que encuentran los jóvenes? ¿Cuáles son los motivos que los alejan de la Iglesia? Gracias.
Papa Francisco:
Son tantos … Algunos son personales. Pero el más general, creo que el primero, es la falta de testimonio de los cristianos, de los sacerdotes, de los obispos, no digo de los papas porque es demasiado (ríe)… Pero también. La falta de testimonio. Si un pastor es empresario o es organizador de un plan pastoral, si un pastor no es cercano a la gente, este pastor no da testimonio de pastor. El pastor debe estar con la gente. Pastor de la grey, digámoslo con en este término.
El pastor debe estar adelante de la grey, para marcar el camino, en medio a la grey para sentir el olor de la gente y entender qué siente, qué necesita, cómo siente, y detrás de la grey para custodiar la retaguardia.
Pero si un pastor no vive con pasión, la gente se siente abandonada, o con cierto sentido de desprecio, se siente huérfana. Y donde hay orfandad..., creo que he subrayado los pastores, pero también a los cristianos, los católicos, hipócritas, católicos hipócritas, que van todos los domingos a Misa pero no pagan lo que corresponde, pagan en negro, explotan a la gente, y después se van al Caribe…, no solo a los papeles, sino de vacaciones, con la explotación de la gente. “No, yo soy católico, voy todos los domingos a Misa pero”…, si tú haces esto, tú das un contratestimonio. Y esto, según mi opinión, es lo que más aleja a las personas de la Iglesia.
También los laicos, todos. No digas que eres católico si no das testimonio. Di que tienes educación católica, pero eres tibio, mundano. “Pido disculpa, pero no me miren a mí como ejemplo”, esto se podría decir. Yo tengo miedo de los católicos así, que se creen perfectos. Pero la historia se repite, el mismo Jesús con los doctores de la ley: “Te agradezco Señor porque no soy como estos, pobre pecador”, no vale.
Esta es la falta de testimonio. Hay otros, dificultades personales, discusiones a veces, pero el más general es ese.
Gisotti:
Santo Padre, le dirige ahora una pregunta Caroline Pigozzi de Paris Match
Papa Francisco:
Antes de nada, quiero darle las gracias, localicé al Padre Benoist de Sinety, ha concelebrado conmigo, un gran hombre, y también los 200 jóvenes de París. Gracias por darme aquel libro.
Caroline Pigozzi - Paris Match:
Santo Padre hemos visto por cuatro días a todos estos jóvenes rezar con mucha intensidad, se puede imaginar que todos estos jóvenes algunos quieran entrar a la vida religiosa, se puede también pensar que algunos tengan vocación, quizá alguno está dudando, pensando que es un camino difícil sin poder casarse ¿es posible pensar que en la Iglesia Católica, siguiendo el rito oriental, usted permitirá a hombres casados ser sacerdotes?
Papa Francisco:
La Iglesia Católica en el rito oriental pueden hacerlo. Se hace la opción al celibato o a casarse antes del diaconado.
Caroline Pigozzi - Paris Match:
¿Se puede hacer en el rito latino?
Papa Francisco:
En el rito latino, me viene a la mente una frase de San Pablo VI “Prefiero dar la vida antes de cambiar la ley del celibato”. En este momento esto me ha venido a la mente y quiero decirlo porque es una frase valiente y lo dijo en una época más difícil que esta. En el 68, 70.
Personalmente, pienso que el celibato es un don para la iglesia.
Segundo, yo no estoy de acuerdo con permitir el celibato opcional. No. Solamente, quedaría alguna posibilidad en los puestos lejanísimos, pienso las islas del Pacífico, pero algo es pensar cuando hay necesidad pastoral, ahí el pastor debe pensar en los fieles.
Hay un libro del padre Lobinger. Él es interesante, esto es una cosa en discusión entre teólogos, no es una decisión mía. Mi decisión es el celibato. El celibato opcional antes del diaconado, no. Cuestión mía, personal. Yo no lo haré. Esto queda claro. Soy cerrado, quizás. No me siento para ponerme frente a Dios con esta decisión.
Después, el padre Lobinger dice: la Iglesia hace la Eucaristía y la Eucaristía la hace la Iglesia. Pero donde no hay Eucaristía ni comunidad. Piensa en las islas del Pacífico,
Caroline Pigozzi - Paris Match:
¿También la Amazonía?
Papa Francisco:
En tantos lugares dice Lobinger, ¿quien hace la Eucaristía? Esas comunidades, los organizadores de la comunidad son diáconos, religiosas o laicos. ¿Se podría ordenar a un anciano casado? Es la tesis de él ¿Se podría ordenar a un anciano casado? Pero que solo ejercite el munis (misión) santificante: es decir, que celebre la Misa, que administre el Sacramento de la Reconciliación y dé la Unción de los Enfermos.
La ordenación sacerdotal da tres formas de tareas: el regendi, lo que manda el pastor, el docendi, lo que enseña; y el santificante, todo esto viene con el orden. Pero el Obispo da la licencia solo para santificante. Esta es la tesis. El libro es interesante.
Quizá esto puede ayudar a pensar el problema. Yo creo que el problema tiene que ser abierto en este sentido. Donde hay problema pastoral por la falta de sacerdote, no digo que se deba hacer, porque no he reflexionado, no he rezado lo suficiente sobre esto, pero los teólogos deben estudiar. Por ejemplo, el P. Lobinger, él es un fidei donum en Sudáfrica. Uso este ejemplo para significar los puntos donde se debe hacer.
Hablaba con un oficial de la Secretaría de Estado, un obispo que tuvo que trabajar en un país comunista al inicio de la revolución, cuando vieron cómo venía la revolución, en los años 50 más o menos: los obispos ordenaron a escondidas campesinos. Buenos, religiosos. Después, pasada la crisis, 30 años después, la cosa se resolvió, y él me decía la emoción que tuvo cuando en una concelebración veía a estos hermanos campesinos con las manos de campesinos revestirse con el alba para concelebrar con los obispos. En la historia de la Iglesia, esto se dio. Es algo para pensar y para rezar.
Caroline Pigozzi - Paris Match:
¿Pero hay también sacerdotes protestantes casados que se han convertido en católicos?
Papa Francisco:
Me pregunta sobre lo que el Papa Benedicto XVI hizo. Preguntaré, yo había olvidado eso. Anglicanorum coetibus: Sacerdotes anglicanos que se hicieron católicos y mantienen la vida como si fueran orientales. Recuerdo en una audiencia del miércoles, vi tantos con el cuello, y mujeres y niños, y me explicaron cómo era la cosa. Es verdad. Gracias por recordarme esto.
Lena Klimkeit - DPA
Santo Padre, durante el Vía Crucis el viernes, un joven dijo unas palabras muy fuertes sobre el aborto. Le quiero repetir una parte: “Hay una tumba que clama al cielo, y denuncia la terrible crueldad de la humanidad, es la tumba que se abre en el vientre de las madres y arranca la vida inocente, Dios nos conceda humanizarnos de verdad y defender con firmeza la vida, hacer que las leyes que matan la vida inocente se borren para siempre”. Esta posición es muy radical en mi opinión, le quisiera preguntar: si esta posición respeta también el sufrimiento de las mujeres en estas situaciones y si corresponde con su mensaje de la misericordia.
Papa Francisco:
El mensaje de la misericordia es para todos, también para la persona humana en gestación. Es para todos. Después de haber hecho este fracaso, hay misericordia también. Una misericordia difícil porque el problema no está en dar el perdón, el problema está en acompañar a una mujer que ha tomado conciencia de haber abortado. Son dramas terribles. Una vez escuché a una doctora que hablaba de una teoría, no recuerdo bien, que una célula del feto apenas concebido va a la médula de la madre y allí hay una memoria física. Es una teoría, pero sirve para decir que una mujer, cuando piensa en aquello que ha hecho, yo te digo la verdad, hace falta estar en el confesionario, y ahí dar consuelo no puedo decir nada, por eso he abierto la potestad de absolver el aborto por misericordia porque muchas veces deben encontrarse con el hijo.
Yo aconsejo muchas veces, cuando lloran y tienen esta angustia. Yo les digo que su hijo esté en el cielo, habla con él, cántale la canción que no pudiste cantarle. Y ahí se da una reconciliación de la madre con el hijo, con Dios ya ha perdonado. Dios perdona siempre. La misericordia es algo que ella elabore esto.
El drama del aborto, para entenderlo bien, hace falta estar en un confesionario. Es terrible.
Valentina Alazraki - Televisa:
Papa Francisco, usted ha dicho en estos días aquí en Panamá que estaba muy cerca de Venezuela, que se sentía muy cerca de los venezolanos, y hoy ha pedido una solución justa, pacífica, en el respeto de los derechos humanos de todos. Los venezolanos quisieran entender qué significa esto. Quieren saber si esta solución pasa por el reconocimiento de Juan Guaido, que ha sido respaldado por muchos países, otros piden elecciones a corto plazo, elecciones libres para que la gente pueda votar. Sienten que usted es un Papa latinoamericano y quieren sentir su apoyo, su ayuda y su consejo.
Papa Francisco:
Yo apoyo en este momento a todo el pueblo venezolano porque es un pueblo que está sufriendo. Incluso los que están de una parte y de otra. Todo el pueblo sufre. Y si yo entrara a decir “háganle caso a estos países, háganle caso a estos otros que dicen esto”, me metería en un rol que no conozco. Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño.
Las palabras las pensé, las repensé, y creo que con esto expresé mi cercanía, lo que siento. Yo sufro por lo que está pasando en Venezuela en este momento. Y por eso deseo que se pongan de acuerdo, no sé, tampoco decir ponerse de acuerdo está bien. Una solución justa y pacífica. ¿Qué es lo que me asusta? el derramamiento de sangre. Y ahí también pido grandeza para ayudar a los que pueden ayudar a resolver el problema.
El problema de la violencia, a mí me aterra. Después de todo el esfuerzo hecho en Colombia, lo que pasó en la escuela de cadetes el otro día fue terrorífico. No es solución la sangre. Por eso tengo que ser…no me gusta la palabra “equilibrado”. Tengo que ser pastor, todos, a ver Y si necesitan ayuda, de común acuerdo, la pidan. Eso creo. Gracias.
Juno Arrocho - Catholic News Service:
Durante su almuerzo con un grupo de jóvenes peregrinos, una joven estadounidense nos dijo que le había hablado del dolor de tantos católicos, particularmente en Estados Unidos, por la crisis de los abusos. Tantos católicos estadounidenses rezan por la Iglesia, pero muchos se sienten traicionados, abatidos ante las recientes noticias de abusos y encubrimiento de parte de algunos obispos y han perdido la confianza en los obispos.
Santidad, ¿cuáles son sus expectativas o esperanzas para el encuentro de febrero para que la Iglesia pueda reconstruir la confianza entre los fieles y sus obispos?
Papa Francisco:
Este es “furbo”…Empezó por la JMJ y después terminó allí… felicidades. Gracias por la pregunta.
La idea de esto nació en el G9. Nosotros ahí veíamos que algunos obispos no entendían bien o no sabían qué hacer o hacían una cosa buena y otra equivocada.
Sentimos la responsabilidad de dar una catequesis sobre este problema a las conferencias episcopales, y por eso se llama a los presidentes. Una catequesis que en primer lugar, se tome conciencia del drama.
¿Qué es un niño abusado? Yo recibo con regularidad a gente abusada. Recuerdo a uno, de 40 años que no podía rezar. Es terrible el sufrimiento. Primero, que sean conscientes de esto.
Segundo, que sepan qué se debe hacer, el procedimiento. Porque a veces el Obispo no sabe qué hacer, es algo que creció muy fuerte pero no llegó a todos los ángulos, digamos así. Y después, que se hagan programas generales pero que lleguen a todas las conferencias episcopales. Qué tiene que hacer el obispo, qué cosa tiene que hacer el arzobispo, el metropolitano, qué cosa debe hacer el presidente de la conferencia, pero que sea claro. De tal manera que haya protocolos que sean claros. Esto es lo principal.
Pero antes del qué se debe hacer, es lo que he dicho antes, ser conscientes. Allí se hará oración, habrá algún testimonio para ayudar a tomar consciencia, y luego alguna liturgia penitencial para pedir perdón por toda la Iglesia. Están trabajando bien en la preparación de esto.
Yo me permito decir que he percibido un poco una expectativa inflada. Hace falta desinflar las expectativas a estos puntos que digo, porque el problema de los abusos continuará. Es un problema humano. Humano en todos lados. Leí estadísticas el otro día, de aquellas estadísticas que dicen que el 50% es denunciado, el 20% escuchado y disminuye. Y terminaba así: el 5% es condenado. Es terrible. Terrible.
Es un drama humano del que tenemos que tomar consciencia. Incluso nosotros, resolviendo el problema en la iglesia, pero tomando conciencia ayudaremos a resolverlo en la sociedad, en las familias. Donde la vergüenza hace encubrir todo y la víctima, y tantas otras cosa, no sé. Pero primero debemos tomar conciencia, tener los protocolos, y seguir adelante.
Manuella Tulli - ANSA:
Usted durante esta JMJ ha dicho que es absurdo e irresponsable considerar a los migrantes los portadores de males sociales. En Italia, las nuevas políticas sobre los migrantes han llevado a cerrar Cara de Castelnuovo di Porto, que usted conoce bien. Era una experiencia donde se veían semilla de integración. Los niños iban a la escuela, y ahora estas personas están en riesgo de ser desraizadas. Usted escogió celebrar con ellos el Jueves Santo del 2016. ¿Qué siente ante esta decisión de cerrar el Cara de Castelnuovo?
Papa Francisco:
Yo sentí rumores de lo que pasaba en Italia, pero estaba sumergido en esto (la JMJ). Precisamente no conozco bien este asunto, pero me lo imagino. Es verdad que el problema de los migrantes es muy complejo, muy complejo. Es un problema que requiere memoria, preguntarse si mi patria estuvo hecha de migrantes. Nosotros, los argentinos, todos migrantes. Estados Unidos, todos migrantes. Memoria. Un obispo o cardenal no recuerdo, escribió un artículo bellísimo, “Un problema de falta de memoria”, se llamaba.
Este es un punto.
Después, las palabras que yo uso: “recibir”. El corazón abierto para recibir, acoger, acompañar, hacer crecer, e integrar. Y también digo: el gobernante tiene que usar la prudencia, porque la prudencia es la virtud del gobernante. Esto lo he dicho aquí en el último vuelo.
Es una ecuación difícil. Me viene a la mente el ejemplo sueco que en los años 70, con las dictaduras, el operativo Cóndor, en América Latina ha recibido tantos, tantos, pero todos integrados. También veo qué hace San Egidio, por ejemplo: integra inmediatamente. Los suecos dijeron “esperen, porque no podemos terminar el camino”. Esta es la prudencia del gobernante.
Es un tema de caridad, de amor, de solidaridad. Y yo reitero que las naciones más generosas, en recibir, en lo otro no todas pueden, han sido Italia y Grecia, y un poco Turquía. Pero Grecia, fue muy generosa, e Italia también.
Cuando fui a Lampedusa era el inicio. Pero es verdad que se debe pensar realísticamente. Después hay otra cosa importante para tener en cuenta: un modo de resolver el problema de la migración es ayudar a los países de donde vienen. Los migrantes vienen por hambre o por guerra. Invertir donde hay hambre. Europa es capaz de hacerlo, es un modo de ayudar a crecer. Ayudar a crecer.
Pero hablando del África, siempre está en el imaginario colectivo que tenemos en la conciencia: África es explotada. Esto es histórico y esto hace mal. Los migrantes de Medio Oriente encontraron otras vías para salir. El Líbano es una maravilla de generosidad: tiene más de un millón de sirios. Lo mismo Jordania, abierta, hacen lo que pueden. Y también Turquía ha recibido algunos. Y en Italia también hemos recibido. Es un problema complejo del cual se debe hablar sin prejuicios. Todas estas cosas me vienen en mente.
Les agradezco mucho por su trabajo, solo quiero decir una cosa sobre Panamá. Sentí un sentimiento nuevo, yo conozco América Latina, pero no Panamá. Y me vino esta palabra: Panamá es una nación noble. Yo encontré nobleza. Esto quiero decir. Y otra cosa que dije volviendo de Colombia, hablando de Cartagena y otras ciudades. Una cosa que en Europa no vemos. Cual es el orgullo de los panameños: alzar a los hijos y dicen esta es mi victoria, mi futuro, mi orgullo. Este en el invierno demográfico que estamos viviendo en Europa, en Italia, bajo cero, nos debe hacer pensar. ¿Cual es mi orgullo? ¿El turismo, la villa, el cachorro, o alzar un hijo?.
Recen por mí, lo necesito.
Rueda de prensa del Papa en el vuelo de regreso desde Panamá
Durante el vuelo de regreso a Roma, luego de haber participado en laJMJ, Papa Francisco concedió una rueda de prensa
Durante el vuelo de regreso a Roma, luego de haber participado en la Jornada Mundial de la Juventud realizada en Panamá, el Papa Francisco concedió una rueda de prensa en la que respondió preguntas sobre Venezuela, los migrantes, el encuentro de febrero con los presidentes de los episcopados para tratar los casos de abusos sexuales, entre otros temas.
A continuación el texto completo de la rueda de prensa:
Alessandro Gisotti, Director Interino de la Sala de Prensa de la Santa Sede:
Buenas noches, Santo Padre tenemos todavía en el oído el grito “la juventud del Papa”, la juventud de Jesucristo, que decía Mons. Ulloa, esta alegría grande, días intensos que han dado tanta energía y lo hemos visto en su rostro, la alegría de este encuentro, así como también en la alegría de los jóvenes.
He traído algo que muchos de los periodistas, casi todos, conocen, no será un documento que entra en el magisterio del Papa, pero que a usted le gusta mucho. Esta canción en contra del bullismo, elemento presente del dolor; así como la alegría que vimos en muchas ocasiones… Una imagen que me ha tocado mucho: cuando pasaba con el papamóvil los jóvenes se abrazaban, compartir la alegría, lección para nosotros los adultos, cuando los jóvenes son felices comparten la alegría, no se la guardan. Usted ha tenido también, entre las muchas sorpresa que ha tenido en estos días, un encuentro con UNICEF precisamente en los momentos antes de la despedida en la Nunciatura. No sé si antes de dar la palabra a los periodistas quiere dar alguna palabra de saludo.
Papa Francisco:
Buenas tardes, y después, buen descanso, porque seguro que todos están cansados después de este viaje así de fuerte. Gracias por su trabajo. También para mí fueron cosas que no imaginaba. Sorpresas. Como esta chica, que comentó Gisotti, de esta chica de 16 años de Honduras, víctima del bullying, que ha cantado con una voz bellísima y ha escrito ella esta canción, y también el encuentro antes de salir de la Nunciatura con gente de UNICEF de Centroamérica, con el testimonio de dos chicas y de aquellos que trabajan con ellos. Escuché cosas que tocan el corazón. Ha sido un viaje fuerte, la palabra a ustedes.
Gisotti:
Un viaje que tiene tantos viajes dentro.Les pido permanecer en el tema de este gran viaje que ha representado a todo el mundo por medio de los jóvenes que estaban presentes. La primera palabra va a la prensa local, a Panamá. Edwin Cabrera Uribe de Radio Panamá hace dos preguntas a nombre de todo el grupo de periodistas panameños.
Edwin Cabrera Uribe – Radio Panamá:
Santo Padre primero lo primero, muchas gracias. En nombre de mis seis compañeros y el mío como panameños lo que usted nos ha regalado a los panameños es muy grande.
La pregunta, Santo Padre:
Usted habló hoy a los voluntarios sobre que han de vivir una misión. Usted les dijo hoy: ustedes ahora saben cómo palpita el corazón cuando se vive una misión. La pregunta es: ¿Y la misión del Papa Francisco en Panamá? ¿Qué le impactó? ¿Qué le movió? ¿Cumplió el Papa Francisco la misión en la JMJ centroamericana? Porque fue en Panamá, pero desde Polonia se dijo que era centroamericana. Y en el camino Santo Padre tenemos una misión pendiente con Nicaragua, me da la impresión.
Papa Francisco:
Mi misión en una Jornada de la Juventud es la misión de Pedro, confirmar en la fe. Y eso no con mandatos fríos, o preceptivos, sino dejándome tocar el corazón y respondiendo lo que ahí venía. Yo no concibo, porque en mí lo vivo así, me cuesta pensar que alguien pueda cumplir una misión solo con la cabeza. Osea, para cumplir una misión hay que sentir. Y cuando sentís, te golpean.
Te golpea la vida, te golpean los problemas. Estaba en el aeropuerto despidiéndome del presidente, y trajeron a un chico, un negrito simpático, azabache. Chiquito así. Y me dijo: este chico estaba pasando la frontera de Colombia. La madre muerta, quedó solo. No sé, qué tendría, 5 años. Es de África, pero no sabemos de qué país, porque no habla ni el inglés, ni el portugués, ni el francés…, bueno habla la lengua tribal. Y lo adoptamos un poco nosotros, me dice. Y el chico muy fresco, se movía muy bien. Pero el drama de un chico abandonado por la vida, porque su mamá murió ahí. Y un policía lo entregó a las autoridades para que se hicieran cargo. Eso te abofetea, y eso hace que la misión empiece a tener color. Que vos podrás decir algo, acariciarlo..., no es una razón.
La misión siempre te involucra. Al menos a mí me involucra. Será porque soy tano, y me sale de adentro. Me involucra. Les digo siempre a los jóvenes: ustedes lo que tienen que hacer en la vida, lo tienen que hacer caminando y con los tres lenguajes: el de la cabeza, el del corazón y el de la mano. Y los tres lenguajes armónicos. De tal manera que piensan lo que sienten y lo que hagan, sientan lo que piensan y lo que hacen, hagan lo que sientan y piensan, etc.
Yo no sé hacer un balance de la misión. Yo con todo esto siempre voy a la oración, y me quedo allí, delante del Señor. A veces me duermo delante del Señor, pero llevando todas estas cosas que he vivido en la misión. Y le pido que Él confirme en la fe a través de mí. Esto es cómo confirmo la misión del Papa, y cómo la vivo yo. Hubo casos, por ejemplo, que se plantearon algunas dificultades de tipo dogmática. Y a mí no me sale contestarle sólo la razón, me sale actuar de otra manera.
Edwin Cabrera Uribe – Radio Panamá:
¿La JMJ panameña llenó sus expectativas?
Papa Francisco:
Sí, evidentemente. El termómetro de si un viaje llena las expectativas es el cansancio. Y estoy “refiltrado”.
Edwin Cabrera Uribe – Radio Panamá:
Y finalmente, Santo Padre, hay un problema que es común en todo Centroamérica incluyendo Panamá y buena parte de Latinoamérica. Embarazos de niñas, de jóvenes. Embarazos precoces... Solamente en Panamá hubo 10 mil y tantos el año pasado, y en Centroamérica no ha sido diferente. Los detractores de la Iglesia Católica responsabilizan a la Iglesia porque se oponen a que se dé educación sexual… La Iglesia Católica tiene muchas escuelas en Latinoamérica y universidades. Me gustaría conocer la opinión del Papa Francisco sobre la educación sexual.
Papa Francisco:
Yo creo que en las escuelas hay que dar educación sexual. El sexo es un don de Dios. No es el cuco. Es el don de Dios para amar. Que algunos te lo usan para ganar plata, para explotar a otros, es otro problema. Pero hay que dar educación sexual. Objetiva, como es sin colonizaciones ideológicas. Porque si de entrada le das una educación sexual llena de colonizaciones ideológicas destruís a la persona. El sexo como don de Dios necesita ser educado. No con rigidez. Educar es sacar lo mejor de la persona, acompañarlo en el camino. El problema es en los responsables de la educación, ya a nivel nacional, provincial o de cada unidad escolar, qué maestros escogen para esto o qué libros de texto, etcétera. Yo vi cualquier verdura de estos. Hay cosas realmente que maduran, y cosas que hacen daño. Pero creo que eso…, no sé si es objetivo o no que no haya educación sexual en Panamá. Yo digo esto sin meterme en el problema político en Panamá: tiene que haber educación sexual en los chicos. Lo ideal es que empiecen en la casa, con los padres. No siempre es posible por tantas situaciones en las familias, o porque no saben cómo hacerlo. Entonces es la escuela que suple eso, porque si no, se crea un vacío que lo va a llenar cualquier ideología.
Gisotti:
Santo Padre, le dirige ahora la pregunta Javier Martínez Brocal, de Rome Reports.
Javier Martínez Brocal - Rome Reports:
Santo Padre, quería darle primero la enhorabuena porque ha marcado un record, en cuatro días se ha hecho panameño. Han bastado sólo cuatro días para llevarse el corazón de Panamá. Quería hacerle una pregunta. Usted estos días ha hablado con muchas personas, con muchos chicos. Seguramente también ha hablado con jóvenes que se han alejado de la Iglesia o que se encuentran en dificultades. Según usted, ¿cuál es la dificultad que encuentran los jóvenes? ¿Cuáles son los motivos que los alejan de la Iglesia? Gracias.
Papa Francisco:
Son tantos … Algunos son personales. Pero el más general, creo que el primero, es la falta de testimonio de los cristianos, de los sacerdotes, de los obispos, no digo de los papas porque es demasiado (ríe)… Pero también. La falta de testimonio. Si un pastor es empresario o es organizador de un plan pastoral, si un pastor no es cercano a la gente, este pastor no da testimonio de pastor. El pastor debe estar con la gente. Pastor de la grey, digámoslo con en este término.
El pastor debe estar adelante de la grey, para marcar el camino, en medio a la grey para sentir el olor de la gente y entender qué siente, qué necesita, cómo siente, y detrás de la grey para custodiar la retaguardia.
Pero si un pastor no vive con pasión, la gente se siente abandonada, o con cierto sentido de desprecio, se siente huérfana. Y donde hay orfandad..., creo que he subrayado los pastores, pero también a los cristianos, los católicos, hipócritas, católicos hipócritas, que van todos los domingos a Misa pero no pagan lo que corresponde, pagan en negro, explotan a la gente, y después se van al Caribe…, no solo a los papeles, sino de vacaciones, con la explotación de la gente. “No, yo soy católico, voy todos los domingos a Misa pero”…, si tú haces esto, tú das un contratestimonio. Y esto, según mi opinión, es lo que más aleja a las personas de la Iglesia.
También los laicos, todos. No digas que eres católico si no das testimonio. Di que tienes educación católica, pero eres tibio, mundano. “Pido disculpa, pero no me miren a mí como ejemplo”, esto se podría decir. Yo tengo miedo de los católicos así, que se creen perfectos. Pero la historia se repite, el mismo Jesús con los doctores de la ley: “Te agradezco Señor porque no soy como estos, pobre pecador”, no vale.
Esta es la falta de testimonio. Hay otros, dificultades personales, discusiones a veces, pero el más general es ese.
Gisotti:
Santo Padre, le dirige ahora una pregunta Caroline Pigozzi de Paris Match
Papa Francisco:
Antes de nada, quiero darle las gracias, localicé al Padre Benoist de Sinety, ha concelebrado conmigo, un gran hombre, y también los 200 jóvenes de París. Gracias por darme aquel libro.
Caroline Pigozzi - Paris Match:
Santo Padre hemos visto por cuatro días a todos estos jóvenes rezar con mucha intensidad, se puede imaginar que todos estos jóvenes algunos quieran entrar a la vida religiosa, se puede también pensar que algunos tengan vocación, quizá alguno está dudando, pensando que es un camino difícil sin poder casarse ¿es posible pensar que en la Iglesia Católica, siguiendo el rito oriental, usted permitirá a hombres casados ser sacerdotes?
Papa Francisco:
La Iglesia Católica en el rito oriental pueden hacerlo. Se hace la opción al celibato o a casarse antes del diaconado.
Caroline Pigozzi - Paris Match:
¿Se puede hacer en el rito latino?
Papa Francisco:
En el rito latino, me viene a la mente una frase de San Pablo VI “Prefiero dar la vida antes de cambiar la ley del celibato”. En este momento esto me ha venido a la mente y quiero decirlo porque es una frase valiente y lo dijo en una época más difícil que esta. En el 68, 70.
Personalmente, pienso que el celibato es un don para la iglesia.
Segundo, yo no estoy de acuerdo con permitir el celibato opcional. No. Solamente, quedaría alguna posibilidad en los puestos lejanísimos, pienso las islas del Pacífico, pero algo es pensar cuando hay necesidad pastoral, ahí el pastor debe pensar en los fieles.
Hay un libro del padre Lobinger. Él es interesante, esto es una cosa en discusión entre teólogos, no es una decisión mía. Mi decisión es el celibato. El celibato opcional antes del diaconado, no. Cuestión mía, personal. Yo no lo haré. Esto queda claro. Soy cerrado, quizás. No me siento para ponerme frente a Dios con esta decisión.
Después, el padre Lobinger dice: la Iglesia hace la Eucaristía y la Eucaristía la hace la Iglesia. Pero donde no hay Eucaristía ni comunidad. Piensa en las islas del Pacífico,
Caroline Pigozzi - Paris Match:
¿También la Amazonía?
Papa Francisco:
En tantos lugares dice Lobinger, ¿quien hace la Eucaristía? Esas comunidades, los organizadores de la comunidad son diáconos, religiosas o laicos. ¿Se podría ordenar a un anciano casado? Es la tesis de él ¿Se podría ordenar a un anciano casado? Pero que solo ejercite el munis (misión) santificante: es decir, que celebre la Misa, que administre el Sacramento de la Reconciliación y dé la Unción de los Enfermos.
La ordenación sacerdotal da tres formas de tareas: el regendi, lo que manda el pastor, el docendi, lo que enseña; y el santificante, todo esto viene con el orden. Pero el Obispo da la licencia solo para santificante. Esta es la tesis. El libro es interesante.
Quizá esto puede ayudar a pensar el problema. Yo creo que el problema tiene que ser abierto en este sentido. Donde hay problema pastoral por la falta de sacerdote, no digo que se deba hacer, porque no he reflexionado, no he rezado lo suficiente sobre esto, pero los teólogos deben estudiar. Por ejemplo, el P. Lobinger, él es un fidei donum en Sudáfrica. Uso este ejemplo para significar los puntos donde se debe hacer.
Hablaba con un oficial de la Secretaría de Estado, un obispo que tuvo que trabajar en un país comunista al inicio de la revolución, cuando vieron cómo venía la revolución, en los años 50 más o menos: los obispos ordenaron a escondidas campesinos. Buenos, religiosos. Después, pasada la crisis, 30 años después, la cosa se resolvió, y él me decía la emoción que tuvo cuando en una concelebración veía a estos hermanos campesinos con las manos de campesinos revestirse con el alba para concelebrar con los obispos. En la historia de la Iglesia, esto se dio. Es algo para pensar y para rezar.
Caroline Pigozzi - Paris Match:
¿Pero hay también sacerdotes protestantes casados que se han convertido en católicos?
Papa Francisco:
Me pregunta sobre lo que el Papa Benedicto XVI hizo. Preguntaré, yo había olvidado eso. Anglicanorum coetibus: Sacerdotes anglicanos que se hicieron católicos y mantienen la vida como si fueran orientales. Recuerdo en una audiencia del miércoles, vi tantos con el cuello, y mujeres y niños, y me explicaron cómo era la cosa. Es verdad. Gracias por recordarme esto.
Lena Klimkeit - DPA
Santo Padre, durante el Vía Crucis el viernes, un joven dijo unas palabras muy fuertes sobre el aborto. Le quiero repetir una parte: “Hay una tumba que clama al cielo, y denuncia la terrible crueldad de la humanidad, es la tumba que se abre en el vientre de las madres y arranca la vida inocente, Dios nos conceda humanizarnos de verdad y defender con firmeza la vida, hacer que las leyes que matan la vida inocente se borren para siempre”. Esta posición es muy radical en mi opinión, le quisiera preguntar: si esta posición respeta también el sufrimiento de las mujeres en estas situaciones y si corresponde con su mensaje de la misericordia.
Papa Francisco:
El mensaje de la misericordia es para todos, también para la persona humana en gestación. Es para todos. Después de haber hecho este fracaso, hay misericordia también. Una misericordia difícil porque el problema no está en dar el perdón, el problema está en acompañar a una mujer que ha tomado conciencia de haber abortado. Son dramas terribles. Una vez escuché a una doctora que hablaba de una teoría, no recuerdo bien, que una célula del feto apenas concebido va a la médula de la madre y allí hay una memoria física. Es una teoría, pero sirve para decir que una mujer, cuando piensa en aquello que ha hecho, yo te digo la verdad, hace falta estar en el confesionario, y ahí dar consuelo no puedo decir nada, por eso he abierto la potestad de absolver el aborto por misericordia porque muchas veces deben encontrarse con el hijo.
Yo aconsejo muchas veces, cuando lloran y tienen esta angustia. Yo les digo que su hijo esté en el cielo, habla con él, cántale la canción que no pudiste cantarle. Y ahí se da una reconciliación de la madre con el hijo, con Dios ya ha perdonado. Dios perdona siempre. La misericordia es algo que ella elabore esto.
El drama del aborto, para entenderlo bien, hace falta estar en un confesionario. Es terrible.
Valentina Alazraki - Televisa:
Papa Francisco, usted ha dicho en estos días aquí en Panamá que estaba muy cerca de Venezuela, que se sentía muy cerca de los venezolanos, y hoy ha pedido una solución justa, pacífica, en el respeto de los derechos humanos de todos. Los venezolanos quisieran entender qué significa esto. Quieren saber si esta solución pasa por el reconocimiento de Juan Guaido, que ha sido respaldado por muchos países, otros piden elecciones a corto plazo, elecciones libres para que la gente pueda votar. Sienten que usted es un Papa latinoamericano y quieren sentir su apoyo, su ayuda y su consejo.
Papa Francisco:
Yo apoyo en este momento a todo el pueblo venezolano porque es un pueblo que está sufriendo. Incluso los que están de una parte y de otra. Todo el pueblo sufre. Y si yo entrara a decir “háganle caso a estos países, háganle caso a estos otros que dicen esto”, me metería en un rol que no conozco. Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño.
Las palabras las pensé, las repensé, y creo que con esto expresé mi cercanía, lo que siento. Yo sufro por lo que está pasando en Venezuela en este momento. Y por eso deseo que se pongan de acuerdo, no sé, tampoco decir ponerse de acuerdo está bien. Una solución justa y pacífica. ¿Qué es lo que me asusta? el derramamiento de sangre. Y ahí también pido grandeza para ayudar a los que pueden ayudar a resolver el problema.
El problema de la violencia, a mí me aterra. Después de todo el esfuerzo hecho en Colombia, lo que pasó en la escuela de cadetes el otro día fue terrorífico. No es solución la sangre. Por eso tengo que ser…no me gusta la palabra “equilibrado”. Tengo que ser pastor, todos, a ver Y si necesitan ayuda, de común acuerdo, la pidan. Eso creo. Gracias.
Juno Arrocho - Catholic News Service:
Durante su almuerzo con un grupo de jóvenes peregrinos, una joven estadounidense nos dijo que le había hablado del dolor de tantos católicos, particularmente en Estados Unidos, por la crisis de los abusos. Tantos católicos estadounidenses rezan por la Iglesia, pero muchos se sienten traicionados, abatidos ante las recientes noticias de abusos y encubrimiento de parte de algunos obispos y han perdido la confianza en los obispos.
Santidad, ¿cuáles son sus expectativas o esperanzas para el encuentro de febrero para que la Iglesia pueda reconstruir la confianza entre los fieles y sus obispos?
Papa Francisco:
Este es “furbo”…Empezó por la JMJ y después terminó allí… felicidades. Gracias por la pregunta.
La idea de esto nació en el G9. Nosotros ahí veíamos que algunos obispos no entendían bien o no sabían qué hacer o hacían una cosa buena y otra equivocada.
Sentimos la responsabilidad de dar una catequesis sobre este problema a las conferencias episcopales, y por eso se llama a los presidentes. Una catequesis que en primer lugar, se tome conciencia del drama.
¿Qué es un niño abusado? Yo recibo con regularidad a gente abusada. Recuerdo a uno, de 40 años que no podía rezar. Es terrible el sufrimiento. Primero, que sean conscientes de esto.
Segundo, que sepan qué se debe hacer, el procedimiento. Porque a veces el Obispo no sabe qué hacer, es algo que creció muy fuerte pero no llegó a todos los ángulos, digamos así. Y después, que se hagan programas generales pero que lleguen a todas las conferencias episcopales. Qué tiene que hacer el obispo, qué cosa tiene que hacer el arzobispo, el metropolitano, qué cosa debe hacer el presidente de la conferencia, pero que sea claro. De tal manera que haya protocolos que sean claros. Esto es lo principal.
Pero antes del qué se debe hacer, es lo que he dicho antes, ser conscientes. Allí se hará oración, habrá algún testimonio para ayudar a tomar consciencia, y luego alguna liturgia penitencial para pedir perdón por toda la Iglesia. Están trabajando bien en la preparación de esto.
Yo me permito decir que he percibido un poco una expectativa inflada. Hace falta desinflar las expectativas a estos puntos que digo, porque el problema de los abusos continuará. Es un problema humano. Humano en todos lados. Leí estadísticas el otro día, de aquellas estadísticas que dicen que el 50% es denunciado, el 20% escuchado y disminuye. Y terminaba así: el 5% es condenado. Es terrible. Terrible.
Es un drama humano del que tenemos que tomar consciencia. Incluso nosotros, resolviendo el problema en la iglesia, pero tomando conciencia ayudaremos a resolverlo en la sociedad, en las familias. Donde la vergüenza hace encubrir todo y la víctima, y tantas otras cosa, no sé. Pero primero debemos tomar conciencia, tener los protocolos, y seguir adelante.
Manuella Tulli - ANSA:
Usted durante esta JMJ ha dicho que es absurdo e irresponsable considerar a los migrantes los portadores de males sociales. En Italia, las nuevas políticas sobre los migrantes han llevado a cerrar Cara de Castelnuovo di Porto, que usted conoce bien. Era una experiencia donde se veían semilla de integración. Los niños iban a la escuela, y ahora estas personas están en riesgo de ser desraizadas. Usted escogió celebrar con ellos el Jueves Santo del 2016. ¿Qué siente ante esta decisión de cerrar el Cara de Castelnuovo?
Papa Francisco:
Yo sentí rumores de lo que pasaba en Italia, pero estaba sumergido en esto (la JMJ). Precisamente no conozco bien este asunto, pero me lo imagino. Es verdad que el problema de los migrantes es muy complejo, muy complejo. Es un problema que requiere memoria, preguntarse si mi patria estuvo hecha de migrantes. Nosotros, los argentinos, todos migrantes. Estados Unidos, todos migrantes. Memoria. Un obispo o cardenal no recuerdo, escribió un artículo bellísimo, “Un problema de falta de memoria”, se llamaba.
Este es un punto.
Después, las palabras que yo uso: “recibir”. El corazón abierto para recibir, acoger, acompañar, hacer crecer, e integrar. Y también digo: el gobernante tiene que usar la prudencia, porque la prudencia es la virtud del gobernante. Esto lo he dicho aquí en el último vuelo.
Es una ecuación difícil. Me viene a la mente el ejemplo sueco que en los años 70, con las dictaduras, el operativo Cóndor, en América Latina ha recibido tantos, tantos, pero todos integrados. También veo qué hace San Egidio, por ejemplo: integra inmediatamente. Los suecos dijeron “esperen, porque no podemos terminar el camino”. Esta es la prudencia del gobernante.
Es un tema de caridad, de amor, de solidaridad. Y yo reitero que las naciones más generosas, en recibir, en lo otro no todas pueden, han sido Italia y Grecia, y un poco Turquía. Pero Grecia, fue muy generosa, e Italia también.
Cuando fui a Lampedusa era el inicio. Pero es verdad que se debe pensar realísticamente. Después hay otra cosa importante para tener en cuenta: un modo de resolver el problema de la migración es ayudar a los países de donde vienen. Los migrantes vienen por hambre o por guerra. Invertir donde hay hambre. Europa es capaz de hacerlo, es un modo de ayudar a crecer. Ayudar a crecer.
Pero hablando del África, siempre está en el imaginario colectivo que tenemos en la conciencia: África es explotada. Esto es histórico y esto hace mal. Los migrantes de Medio Oriente encontraron otras vías para salir. El Líbano es una maravilla de generosidad: tiene más de un millón de sirios. Lo mismo Jordania, abierta, hacen lo que pueden. Y también Turquía ha recibido algunos. Y en Italia también hemos recibido. Es un problema complejo del cual se debe hablar sin prejuicios. Todas estas cosas me vienen en mente.
Les agradezco mucho por su trabajo, solo quiero decir una cosa sobre Panamá. Sentí un sentimiento nuevo, yo conozco América Latina, pero no Panamá. Y me vino esta palabra: Panamá es una nación noble. Yo encontré nobleza. Esto quiero decir. Y otra cosa que dije volviendo de Colombia, hablando de Cartagena y otras ciudades. Una cosa que en Europa no vemos. Cual es el orgullo de los panameños: alzar a los hijos y dicen esta es mi victoria, mi futuro, mi orgullo. Este en el invierno demográfico que estamos viviendo en Europa, en Italia, bajo cero, nos debe hacer pensar. ¿Cual es mi orgullo? ¿El turismo, la villa, el cachorro, o alzar un hijo?.
Recen por mí, lo necesito.