Que vuestra luz brille ante los hombres
- 31 Enero 2019
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Juan Bosco, Santo
Memoria Litúrgica, 31 de enero
Presbítero y Fundador
Martirologio Romano: Memoria de san Juan Bosco, presbítero, el cual, después de una niñez áspera, fue ordenado sacerdote y en la ciudad de Turín, en Italia, se dedicó con todas sus fuerzas a la formación de adolescentes. Fundó la Sociedad Salesiana y, con la ayuda de santa María Dominica Mazzarello, el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, para enseñar oficios a la juventud e instruirles en la vida cristiana. Lleno de virtudes y méritos, voló al cielo en este día en la ciudad de Turín, en Italia (1888).
Fecha de canonización: 1 de abril de 1934 por el Papa Pío XI.
Breve Biografía
San Juan Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo de Asti, y recibió de su madre Margarita Occhiena una sólida educación cristiana y humana. Dotado de inteligencia, memoria, voluntad y agilidad física no comunes, desde niño fue seguido por sus coetáneos, a quienes organizaba juegos que interrumpía al toque de las campanas para llevarlos a la iglesia. Fue ordenado sacerdote en Turín en 1841, y allí comenzó su actividad pastoral con San José Cafasso.
Su programa, o mejor, su pasión era la educación de los jóvenes, los más pobres y abandonados. Reunió un grupito que llevaba a jugar, a rezar y a menudo a comer con él. La incómoda y rumorosa compañía de Don Bosco (así se lo llamaba y se lo llama familiarmente) tenía que estar cambiando de lugar continuamente hasta que por fin encontró un lugar fijo bajo el cobertizo Pinardi, que fue la primera célula del Oratorio.
Con la ayuda de mamá Margarita, sin medios materiales y entre la persistente hostilidad de muchos, Don Bosco dio vida al Oratorio de San Francisco de Sales: era el lugar de encuentro dominical de los jóvenes que quisieran pasar un día de sana alegría, una pensión con escuelas de arte y oficios para los jóvenes trabajadores, y escuelas regulares para los estudios humanísticos, según una pedagogía que sería conocida en todo el mundo como “método preventivo” y basada en la religión, la razón y el amor. “La práctica del método preventivo se base toda en las palabras de San Pablo que dice: La caridad es benigna y paciente; sufre todo, pero espera todo y aguanta todo”.
Para asegurar la continuidad de su obra, San Juan Bosco fundó la Pía Sociedad de San Francisco de Sales (los Salesianos) y Hijas de María Auxiliadora (las Salesianas). Fue un fecundísimo escritor popular, fundó escuelas tipográficas, revistas y editoriales para el incremento de la prensa católica, la “buena prensa”. Aunque ajeno a las luchas políticas, prestó su servicio como intermediario entre la Santa Sede, el gobierno italiano y la casa Saboya.
Fue un santo risueño y amable, se sentía “sacerdote en la casa del pobre; sacerdote en el palacio del Rey y de los Ministros”. Buen polemista contra la secta de los Valdeses, según la mentalidad del tiempo, nunca se avergonzó de sus amistades con los protestantes y los hebreos de buena voluntad: “Condenamos los errores, escribió en el “Católico”, pero respetamos siempre a las personas”. San Juan Bosco murió el 31 de enero de 1888 y fue canonizado por Pío XI en 1934.
Santo Evangelio según San Marcos 4, 21-25. Jueves III del tiempo ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, vengo hoy a encontrarme contigo en este rato de oración. Ayúdame a tener ese silencio interior que tanto necesito para escuchar tu voz y lo que quieres de mí. Y dame la fortaleza que necesito para hacer lo que me pidas.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 4, 21-25
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Un candelabro que no funciona no da luz y no ayuda, pero cuando alumbra todos se dan cuenta. Nos puede pasar que sabemos lo que tenemos que hacer en ciertas circunstancias u ocasiones, pero cuando por miedo o pereza no lo hacemos, nos sentimos como si algo nos faltara. Dios nos pide que seamos sus testigos a los que la gente puede ver irradiando su luz. Es la misión del apóstol de Jesucristo comunicar su mensaje como el candelabro nos transmite luz y calor, no debemos dejarnos llevar por el miedo o las dificultades del anuncio del mensaje de Cristo.
Esta misión que Dios nos da no es algo sencillo porque al final de los tiempos Él nos preguntará cómo seguimos su mandato. Por eso necesitamos dejarnos amar por Dios para que Él sea el protagonista de la misión que nos propone.
Dios nos ha dejado la tarea de manifestar su amor a nuestros hermanos los hombres; cada día es una nueva oportunidad para cumplir nuestro encargo con entusiasmo y dedicación, mostrándonos abiertos a su plan, «Señor heme aquí para hacer tu voluntad.» (Cfr. Heb. 10,7)
«La vida del apóstol, que brota de la confesión y desemboca en el ofrecimiento, transcurre cada día en la oración. La oración es el agua indispensable que alimenta la esperanza y hace crecer la confianza. La oración nos hace sentir amados y nos permite amar. Nos hace ir adelante en los momentos más oscuros, porque enciende la luz de Dios.
En la Iglesia, la oración es la que nos sostiene a todos y nos ayuda a superar las pruebas.»
(Homilía de S.S. Francisco, 29 de junio de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hablar de Cristo a una persona que me encuentre hoy.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¿Cómo podemos ser testigos de la misericordia?
El papa Francisco nos ha recordado que la misericordia no está reservada solo a los momentos particulares, sino que abraza toda nuestra existencia cotidiana.
Por: Papa Francisco | Fuente: ZENIT – Roma
El papa Francisco nos ha recordado que la misericordia no está reservada solo a los momentos particulares, sino que abraza toda nuestra existencia cotidiana. De este modo ha explicado las “obras de misericordia corporal” que son las que socorren a las personas en sus necesidades materiales. Y también ha indicado que existen las llamadas obras de misericordia “espirituales”, que se refieren a otras exigencias humanas importantes, sobre todo hoy, porque tocan la intimidad de las personas y a menudo hacen sufrir más.
Publicamos a continuación el texto completo de la catequesis.
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En las catequesis precedentes nos hemos adentrado poco a poco en el gran misterio de la misericordia de Dios. Hemos meditado sobre el actuar del Padre en el Antiguo Testamento y después, a través de los pasajes evangélicos, hemos visto cómo Jesús, en sus palabras y en sus gestos, es encarnación de la Misericordia. Él, a su vez, ha enseñado a sus discípulos: “Sed misericordiosos como el Padre” (Lc 6,36). Es un compromiso que interpela la conciencia y la acción de cada cristiano. De hecho, no basta con experimentar la misericordia de Dios en la propia vida; es necesario que quien la recibe se convierta también en signo e instrumento para los otros. La misericordia, además, no está reservada solo a los momentos particulares, sino que abraza toda nuestra existencia cotidiana.
Entonces, ¿cómo podemos ser testigos de la misericordia? No pensemos que se trata de cumplir grandes esfuerzos o gestos sobrehumanos. No, no es así. El Señor nos indica un camino mucho más sencillo, hecho de pequeños gestos pero que a sus ojos tienen un gran valor, a tal punto que nos ha dicho que seremos juzgados por los gestos. De hecho, una de las páginas más bonitas del Evangelio de Mateo nos lleva a la enseñanza que podemos considerar de alguna manera como el “testamento de Jesús” por parte del evangelista, que experimentó directamente en sí la acción de la Misericordia.
Jesús dice que cada vez que damos de comer a quien tiene hambre y de beber a quien tiene sed, que vestimos a una persona desnuda y acogemos a un forastero, que visitamos a un enfermo a un preso, lo hacemos a Él (cfr Mt 25,31-46). La Iglesia ha llamado estos gestos “obras de misericordia corporal” porque socorren a las personas en sus necesidades materiales.
Hay también otras siete obras de misericordia llamadas “espirituales”, que se refieren a otras exigencias humanas importantes, sobre todo hoy, porque tocan la intimidad de las personas y a menudo hacen sufrir más.
Todos seguramente recordamos una que ha entrado en el lenguaje común: “soportar con paciencia a las personas molestas”. Y las hay, hay personas molestas. Podría parecer algo poco importante, que nos hace reír, sin embargo contiene un sentimiento de profunda caridad; y así es también para los otros seis, que nos viene bien recordar: dar buen consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, perdonar al que nos ofende, consolar al triste, corregir al que se equivoca, rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.
Son cosas de todos los días, ‘pero yo estoy dolido, Dios te ayudará, no tengo tiempo’. No. Me paro, escucho, pierdo el tiempo y consuelo. Ese es un gesto de misericordia. Y esto no se hace solo a él, se hace a Jesús. En las próximas catequesis nos detendremos en estas obras, que la Iglesia nos presenta como el modelo concreto para vivir la misericordia. A lo largo de los siglos, muchas personas sencillas las han puesto en práctica, dando así genuino testimonio de la fe.
La Iglesia, por otra parte, fiel a su Señor, nutre un amor preferencial por los más débiles. A menudo son las personas más cercanas a nosotros las que necesitan ayuda. No tenemos que ir a la búsqueda de quién sabe qué asuntos. Es mejor iniciar por los más sencillos, que el Señor nos indica como los más urgentes.
En un mundo lamentablemente golpeado por el virus de la indiferencia, las obras de misericordia son el mejor antídoto. Nos educan, de hecho, a la atención hacia las exigencias más elementales de nuestros “hermanos más pequeños” (Mt 25,40), en los que está presente Jesús. Siempre Jesús está presente ahí donde hay una necesidad, una persona que tiene una necesidad, sea material o espiritual, ahí está Jesús.
Reconocer su rostro en el de quien está en la necesidad es un verdadero desafío hacia la indiferencia. Nos permite estar siempre vigilantes, evitando que Cristo nos pase al lado sin que lo reconozcamos. Vuelve a la mente la frase de san Agustín: “Timeo Iesum transeuntem” (Serm., 88, 14, 13). Tengo miedo de que el Señor pase y yo no lo reconozca. Que el Señor pase delante de mí en una de estas personas pequeñas, necesitadas, y yo no me dé cuenta de que es Jesús. Tengo miedo de que el Señor pase y yo no lo reconozca.
Me he preguntado por qué san Agustín ha dicho de temer el paso de Jesús. La respuesta, lamentablemente, está en nuestros comportamientos: porque a menudo estamos distraídos, somos indiferentes, y cuando el Señor pasa cerca de nosotros perdemos la ocasión de encuentro con Él.
Las obras de misericordia despiertan en nosotros la exigencia y la capacidad de hacer viva y operante la fe con la caridad. Estoy convencido de que a través de estos gestos sencillos cotidianos nosotros podemos cumplir una verdadera revolución cultural, como ha ocurrido en el pasado. Si cada uno de nosotros, cada día, hace una de estas, esto será una revolución en el mundo, pero todos, cada uno de nosotros.
¡Cuántos santos son recordados todavía hoy no por las grandes obras que han realizado sino por la caridad que han sabido transmitir! Pensemos en Madre Teresa, canonizada hace poco: no la recordamos por las muchas casas que ha abierto en el mundo, sino porque se arrodillaba ante cada personas que encontraba en el camino para restituirle la dignidad.
¡Cuántos niños abandonados ha tenido entre sus brazos! ¡Cuántos moribundos ha acompañado al umbral de la eternidad dándoles la mano! Estas obras de misericordia son los rasgos del Rostro de Jesucristo que cuida a sus hermanos más pequeños para llevar a cada uno la ternura y la cercanía de Dios. Que el Espíritu Santo nos ayude, que el Espíritu Santo encienda en nosotros el deseo de vivir con este estilo de vida. Al menos hacer una cada día, al menos. Aprendamos de nuevo de memoria las obras de misericordia corporal y espiritual y pidamos al Señor que nos ayude a ponerlas en práctica cada día en el momento en el que vemos a Jesús en una persona que está necesitada.
Debemos acostumbrarnos a vivir siempre en la presencia de Dios, puesto que Él está presente en todo.
Un Santo tan popular, tan universalmente venerado, tan querido de todos. Un hombre tan grande, con una idea fija: ¡Señor, dame almas!... Almas, almas, sobre todo de niños y de jóvenes, para llevarlas a ti.
Al hablar de San Juan Bosco hay que empezar por su madre, la famosa mamá Margarita, porque la madre dejó impresa en Juan una huella indeleble, de mucha trascendencia en su vida y en su misión educadora. Margarita forma a su hijo en el temor santo de Dios, y le dice con gravedad:
- Dios nos ve; Dios está en todas partes; Dios es nuestro Padre, nuestro Redentor y nuestro Juez, que de todo nos tomará cuenta, que castigará a los que desobedecen sus leyes y mandatos, y premiará con largueza infinita a los que le aman y obedecen. Debemos acostumbrarnos a vivir siempre en la presencia de Dios, puesto que Él está presente en todo.
Esto dice una madre cristiana, tan amorosa pero tan seria, que sabe poner un fundamento indestructible. Juan aprende bien la lección, y ese temor de Dios será la base de su sistema educativo.
Pronto descubre el niño Juan, a sólo nueve años de edad, lo que va a ser su vida.
Tiene una visión extraordinaria. Contempla en una pradera a muchos niños que gesticulan, blasfeman, roban y se entregan a toda suerte de fechorías. Entonces él, Juan Bosco, se tira en medio de ellos, y empieza a repartir golpes y bastonazos furiosos... Hasta que le detiene el Señor, que se le aparece y le amonesta:
- ¡No; así no se hace! Ponte en medio de ellos, y enséñales lo feo que es el pecado y lo bella que es la vida cristiana.
Aparece también la Señora, que le muestra una manada de animales extraños y feroces, cambiados después en corderos juguetones y que balan amorosos, mientras la Señora le dice:
- ¡Mira lo que te espera! Hazte bien humilde, fuerte, bueno, y verás lo que vas a hacer.
Juan se echa a llorar. Pero sigue la Señora:
- Llegará un tiempo en que lo comprenderás todo.
Y desapareció la visión. En ella está encerrada la misión que le espera a Juan Bosco: Jesucristo y la Virgen le encomiendan la salvación de los niños y los jóvenes. En vez de ser unos maleantes y unos perdidos en la sociedad, como los animales aquellos, serán ciudadanos dignos y unos cristianos ejemplares, como corderitos mansos.
Ya sacerdote, Juan Bosco está en la sacristía y ve cómo el sacristán golpea sin compasión a un muchacho de quince años porque no sabe ayudar a Misa. Juan Bosco se enternece.
- Ven, muchacho. Vamos a rezar.
- Yo no sé rezar, Padre.
- No tengas miedo, ya lo harás conmigo.
Se arrodillan los dos, y rezan a la Virgen. Don Bosco le encarga:
- Vente aquí el domingo por la tarde.
Y allí que se presenta el chico con otros compañeros. ¡Nacía entonces en Turín la obra de los Ora-torios festivos, y con ella toda la obra inmensa de Don Bosco! Los Salesianos, las Hijas de María Auxiliadora... Y por doquier, oratorios, escuelas, templos de fuerte espiritualidad...
Nos hemos acostumbrado a pensar en un Don Bosco que pasa la vida riendo y haciendo reír. Pero hay que adentrarse en aquella alma de santo troquelada en la pobreza, el abandono y la comprensión de los principios del Oratorio, que era emigrante hasta que se asentó de manera estable. Los chicos le vieron por primera vez llorar. Y su madre, la clásica mamá Margarita, mujer santa de veras, aunque vivía feliz en el seno del hogar con su hijo José y sus nietecitos, abandona decidida todo para vivir en plenitud la pobreza y las angustias de su hijo Juan, el sacerdote de quien está tan orgullosa. La madre de Don Bosco es también la madre también de cientos y de miles de muchachos del Oratorio bendito.
¿Dónde está el secreto de Don Bosco? Está en su Sistema Preventivo, que se ha hecho famoso.
Al niño, al joven, hay que darle Religión, Temor santo de Dios, Sacramentos, Oración. Para cuando el demonio venga, llegará tarde.
Después, meter grandes convicciones en el niño y en el joven, para que actúen siempre con sentido de responsabilidad, por sí mismos, y no por miedo.
Y, finalmente, tratarlos con mucho amor. La familiaridad con ellos, les llevará al amor. El amor, les inspirará confianza. Con la confianza en el educador, se tiene todo ganado. Así lo hacía Don Bosco. Su mejor alumno, Domingo Savio, que con sus quince años está en los altares, dirá: -Nosotros aquí hacemos consistir la santidad en mucha alegría. En 1887, poco antes de morir, Don Bosco llega a Roma para inaugurar la Basílica del Sagrado Corazón, hasta quince veces interrumpe la Misa con el llanto. ¿Por qué llora?... Le han venido a la mente las palabras de la Virgen en aquella visión: -A su tiempo lo entenderás todo. Así es. Tantos niños y jóvenes como se hubieran perdido, son en sus oratorios y escuelas una gloria de la sociedad y de la Iglesia. ¡Miles y miles de jóvenes en camino de salvación!... Su sed de almas está saciada...
Don Bosco, San Juan Bosco, es uno de los hombres más providenciales suscitados por Dios en la Iglesia de nuestros días.
10 falacias que los católicos estamos cansados de escuchar
Respondemos a las mentiras que con más frecuencia suelen usar para atacar nuestra fe
1. “Los católicos adoran imágenes”
No solo es completamente falso, sino que es absurdo. A pesar de que existen 801 millones de protestantes en el mundo, de acuerdo con el Centro de Investigaciones Pew, mi rango se orientará hacia nuestros hermanos y hermanas en los Estados Unidos. En ese país, el 51,5% de las personas son cristianos protestantes. Siendo realistas la mayoría de esas personas tiene fotos en sus casas, lo cual es completamente normal ¿correcto? Tienen fotos de sus seres queridos, tanto de los vivos como de los que han fallecido. ¿No es entonces algo hipócrita decir que los católicos son idolatras cuando estas familias tienen retratos de sus seres queridos en las paredes? Si ellos pueden tener fotos del tío Bernie colgadas en la pared, entonces la Iglesia católica puede tener fotos de nuestro amado Jesús, sus discípulos y los santos.
2. “Los católicos le rezan a María en lugar de a Dios”
Este es un error muy común en toda la comunidad protestante, y aunque puedo entender su motivo, me desanima el hecho de que muchos de ellos saltan de inmediato con una dura conclusión sobre la fe católica.
Los Católicos le oramos a María, pero pidiendo su poerosa intercesión, que ore por nosotros ante Dios, al igual como un protestante le pide a su abuelo fallecido que vele por ellos.
3. “Los santos no pueden oír sus oraciones porque están muertos”
Siento disentir pero ¿desde cuándo una persona que está en el Cielo se considera un muerto? Lo llamamos el más allá por una razón. De hecho hay una prueba bíblica de que los santos pueden escuchar nuestras plegarias: “Cuando lo tomó, los cuatro Seres Vivientes se postraron ante el Cordero. Los mismo hicieron los veinticuatro acianos que tenían en sus manos arpas y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos.” (Ap 5,8). Otro ángel vino y se paró delante del altar de los perfumes con un incensario de oro. Se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iban a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono; y la nube de perfumes, con las oraciones de los santos, se elevó de las manos del ángel hasta la presencia de Dios.” (Ap 8,3-4).
4. “La Virgen María no es importante; ella es como cualquier otra persona”
Si nuestra Santísima Madre no es importante, entonces cada mujer hubiese tenido una Concepción Inmaculada. Es por esa razón que la anterior declaración no tiene sentido, por supuesto que la Virgen María es importante, ella dio a luz a nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Una de las cosas que hace tan asombrosa a la fe católica, es que reconocemos la importancia de María y la veneramos. Ella es un modelo a seguir y una santa para todos los cristianos, alguien a quien admirar porque ella se rindió ante Dios por completo. Hasta el día en que otra mujer dé a luz a Jesús, nadie será como María, ella es muy especial, una mujer sagrada.
5. “Los católicos han inventado todas sus reglas”
Cada tradición que tenemos en la Iglesia Católica tiene raíces bíblicas. Por no mencionar el hecho de que Jesús es el fundador de la Iglesia. No sé ustedes, pero Jesús no se equivoca.
6. “Dios dijo que le confesáramos los pecados a Él, no a un sacerdote”
Esta es una de mis favoritas, lo que realmente dice la Biblia es:
El mismo día de la Resurrección, Jesucristo se apareció a los apóstoles, sopló sobre sus cabezas y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les quedarán perdonados y a quienes se los retengan, les quedarán retenidos» (Jn. 20, 22-23).
Es cierto que debemos orar directamente a Dios y pedirle perdón, sin embargo, para ser absueltos de los pecados mortales que cometemos Él otorgó -directa y específicamente a sus discípulos- la facultad para que, por medio de Él, ellos fuesen capaces de perdonar los pecados. Este poder fue transmitido a cada sacerdote, sucesivamente hasta nuestros días
7. “El catolicismo es un culto”
Jesucristo fundó esta iglesia hace más de 2.000 años, difícilmente lo llamaría un culto.
8. “Los católicos no son cristianos”
La palabra cristiano se relaciona con cualquier persona que siga las enseñanzas de Cristo, y ya que la Iglesia Católica hace justamente eso, entonces somos cristianos. Por no decir que los católicos somos realmente los primeros cristianos.
9. “Los católicos agregaron libros a la Biblia”
Durante 300 años no hubo Biblia, solo escritos al azar de los apóstoles, como San Pedro por ejemplo, hasta que los católicos compilaron y establecieron un canon con lo que hoy se conoce como Santa Biblia. (Eso hasta que ocurrió la reforma protestante y un hombre llamado Martin Lutero eliminó siete libros sólo porque quiso).
10. “Los católicos creen que puedes pagar el camino hacia el Cielo”
En definitiva no creemos eso, esto es un malentendido enorme que se produjo durante la Reforma Protestante.
A pesar de los muchos estereotipos que se ciernen sobre nuestra fe, lo importante es recordar que nuestra Iglesia ha resistido la prueba del tiempo y que se ha mantenido durante más de 2.000 años- Ya sea usted católico o protestante, todos somos seguidores de Cristo, y Él es la meta final.
“La verdad es como un León.
Usted no tiene que defenderla,
déjelo suelto y se defenderá a sí mismo.”
(San Agustín de Hipona)
EL FUNDADOR DE LOS SALESIANOS ESTÁ CONSIDERADO "PADRE Y MAESTRO DE LA JUVENTUD"
La Familia Salesiana en España celebra la fiesta de Don Bosco
En la JMJ, el Papa destacó la capacidad del educador italiano de mirar a los jóvenes “con los ojos de Dios”
Salesianos, 31 de enero de 2019 a las 09:44
Don Bosco
Más de 173.000 jóvenes en toda España son atendidos en las obras salesianas gracias a la labor de 944 salesianos, 653 salesianas y unos 12.500 educadores y colaboradores
- Alberto y Cristina: "Los refugiados en Uganda valoran de los salesianos la esperanza"
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- Monseñor Divasson: "Los salesianos tenemos que reflexionar sobre las nuevas situaciones de los jóvenes en la Amazonía"
(Salesianos).- San Juan Bosco ha sido uno de los ocho patronos de la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Panamá. El Papa Francisco, antiguo alumno salesiano, lo recordó con cariño en la vigilia celebrada el pasado sábado 26 :
"Pienso por ejemplo en Don Bosco, que no se fue a buscar a los jóvenes a ninguna parte lejana o especial, sino que aprendió a ver todo lo que pasaba en la ciudad con los ojos de Dios y, así, fue golpeado por cientos de niños y jóvenes abandonados sin estudio, sin trabajo y sin la mano amiga de una comunidad. Muchos vivían en la misma ciudad, muchos criticaban a esos jóvenes, pero no sabían mirarlos con los ojos de Dios. Él lo hizo y se animó a dar el primer paso: abrazar la vida como se presenta y, a partir de ahí, no tuvo miedo de dar el segundo: crear con ellos una comunidad, una familia donde con trabajo y estudio se sintieran amados. Darles raíces desde donde sujetarse para que puedan llegar al cielo".
Don Bosco dejó como legado la Familia Salesiana, que hoy celebra la fiesta de su fundador. Más de 173.000 jóvenes en toda España son atendidos en las diversas obras salesianas gracias a la labor de 944 salesianos, 653 salesianas y unos 12.500 educadores y colaboradores.
Evangelizar educando, educar evangelizando
Este binomio define la misión salesiana. En la actualidad, se está ultimando un nuevo Itinerario de Educación en la Fe, con el objetivo de orientar en este sentido a niños y jóvenes con edades comprendidas entre los 9 y los 25 años.
Esta tarea se complementa con la formación de agentes de pastoral y educadores para el acompañamiento pastoral, espiritual y vocacional de los destinatarios.
Además, las parroquias salesianas, desde la celebración de su último Congreso Nacional, siguen la estela de la acogida, la salida a las periferias, la misión compartida con los laicos y el protagonismo juvenil.
Una Pastoral Juvenil de la mano de las familias
La Pastoral Juvenil de los Salesianos ha emprendido un camino para que la familia sea verdadero sujeto dentro de las Comunidades educativo-pastorales. Toda la Familia Salesiana está implicada en este proceso, para que las familias se sientan protagonistas en la tarea de educar y transmitir la fe a los hijos. También se está promoviendo el acompañamiento a los jóvenes en vistas al matrimonio y a todas las familias, en especial a aquellas con dificultades.
I+I: Innovación e identidad
Las escuelas salesianas constituyen una de las redes educativas no universitarias más numerosas del país. Salesianos y Salesianas dirigen 139 colegios, a los que acuden 96.600 alumnos, atendidos por 5.750 profesores.
Se sigue apostando por el trabajo en red y la formación de directivos, equipos de pastoral y profesores. En el marco de la propuesta 'Escuelas Salesianas 2020', el cuidado del carisma salesiano, la reflexión familia-escuela y el impulso de innovación pedagógica con nuevas metodologías son otros de los objetivos primordiales.
La Formación Profesional, respuesta al paro juvenil
La Formación Profesional es el buque insignia de la enseñanza salesiana, con 63 centros en los que se forman cerca de 18.500 alumnos atendidos por más de 1.400 profesores. Los centros salesianos mantienen acuerdos con numerosas empresas con los que mejorar la formación ofrecida a los alumnos. Se está avanzando en la FP Dual, una modalidad que permite a los alumnos formarse profesionalmente en empresas que colaboran con los centros salesianos.
Salesianos España@SalesianosEs
Es 31 de enero. Hoy celebramos la fiesta de #DonBosco, nuestro fundador, el Padre y Maestro de la juventud.
¡Feliz día de San Juan Bosco!
Por otro lado, se ha reforzado la FP Básica con el objetivo de ofrecer una nueva oportunidad a alumnos que han tenido dificultades para finalizar los estudios obligatorios.
Más participación de los jóvenes
Los centros juveniles salesianos están abriendo nuevos horizontes más allá de la educación en el tiempo libre. 41.500 jóvenes participan en las actividades de estos centros, 137 en España, en los que hay 4.800 animadores.
La Confederación de Centros Juveniles Don Bosco de España promueve una participación juvenil real y de calidad, animando a los jóvenes a participar en redes salesianas, foros y plataformas sociales y eclesiales. Cabe destacar también la difusión que está alcanzando el Proyecto Reconoce, una iniciativa para poner en valor las habilidades y las competencias adquiridas por los jóvenes en el ejercicio de actividades de voluntariado.
elJartista@elJartista
Con corazón salesiano, hoy es un día muy especial para mi. #DonBosco2019 ¡Felicidades a toda la familia salesiana!
Nuevas emergencias sociales, nuevas respuestas
Las plataformas sociales salesianas continúan respondiendo a diferentes situaciones de riesgo de exclusión social existentes en la sociedad española. Las entidades pertenecientes a la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas cuentan con unos 300 proyectos, de los que se benefician 35.000 personas y en los que están involucrados más de 1.800 trabajadores y voluntarios.
Entre los programas puestos en marcha en el último año, destaca la atención que se está ofreciendo a jóvenes refugiados y a MENAS (Menores Extranjeros No Acompañados). Se han abierto pisos de acogida con el objetivo de poder realizar un acompañamiento para que estos menores y jóvenes puedan emanciparse.
Capítulos inspectoriales
En España hay dos Inspectorías o Provincias salesianas: la Inspectoría María Auxiliadora, con sede en Sevilla, y la Inspectoría Santiago el Mayor, con sede en Madrid. Ambas están inmersas en sus respectivos capítulos inspectoriales, asambleas en las que participan salesianos y algunos laicos para analizar el estado de la Inspectoría y determinar líneas de acción para el futuro.
En esta ocasión, están abordando el tema '¿Qué salesianos para los jóvenes de hoy?', que será la pregunta que tratará de responder el próximo Capítulo General 28 de la Congregación a nivel mundial.
Rubén Ponce@rubenponcepe
Porque tú, como Él, fuiste capaz de mirar al mundo, de dejarte interpelar por él, para anunciar que otra realidad era posible a tantos jóvenes que la necesitaban. Gracias. #DonBosco