"Éste es mi Hijo amado; escúchenlo"


Policarpo de Esmirna, Santo

Memoria Litúrgica, 23 de febrero




Obispo y Mártir

Martirologio Romano: Memoria de san Policarpo, obispo y mártir, discípulo de san Juan y el último de los testigos de los tiempos apostólicos, que en tiempo de los emperadores Marco Antonino y Lucio Aurelio Cómodo, cuando contaba ya casi noventa años, fue quemado vivo en el anfiteatro de Esmirna, en Asia, en presencia del procónsul y del pueblo, mientras daba gracias a Dios Padre por haberle contado entre los mártires y dejado participar del cáliz de Cristo (c. 155).

Breve Biografía
 
San Policarpo, obispo de Esmirna, conoció de cerca al apóstol Juan y a los otros que habían vista al Señor", y fue "instruido por testigos oculares de la vida del Verbo". Por eso él se presenta a nosotros como el testigo de la vida apostólica y como el hombre de la tradición viva "siempre de acuerdo con las Escrituras". Los trozos citados pertenecen a una carta suya a los cristianos de Filipos en Macedonia, que le habían pedido alguna exhortación y la copia de eventuales cartas del santo obispo de Antioquía, Ignacio, del que él había sido amigo.



Policarpo era sobre todo un hombre de gobierno. No tenía la cualidad de escritor y pensador como San Ignacio, ni deseaba como él ser "triturado" por las fieras del circo para "llegar a Dios". Al contrario, se mantuvo escondido "a causa de la humilde desconfianza en sí mismo". Era anciano y sabía que no se podía confiar mucho en sus fuerzas. Pero cuando fue descubierto en un granero y reconducido a la ciudad, demostró la serena valentía de su fe.



Conocemos la conmovedora conclusión de su vida gracias a un documento fechado un año después del martirio de San Policarpo, que tuvo lugar el 23 de febrero del año 155. Es una carta de la "Iglesia de Dios peregrinante en Esmirna, a la Iglesia de Dios peregrinante en Filomelio y también a todas las parroquias de cualquier lugar de la Iglesia santa y católica". Es una narración muy importante bajo el aspecto histórico, hagiográfico y litúrgico. A1 procónsul Stazio Quadrato, que lo exhorta a renegar de Jesús, contesta moviendo la cabeza: "Desde hace 86 años lo sirvo y nunca me ha hecho ningún mal: ¿cómo podría blasfemar de mi Rey que me ha redimido?". "Te puedo hacer quemar vivo", insiste el procónsul. Y Policarpo: "EL fuego con que me amenazas quema por un momento, después pasa; yo en cambio temo el fuego eterno de la condenación".



Mientras en el anfiteatro de Esmirna se está quemando vivo, "no como una carne que se asa, sino como un pan que se cocina", el mártir eleva al Señor una estupenda oración, breve pero intensa: "Bendito seas siempre, oh Señor; que tu nombre adorable sea glorificado por todos los siglos, por Jesucristo pontífice eterno y omnipotente, y que se te rinda todo el honor con él y con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos". De improviso ese cuerpo quemado quedó reducido a cenizas. "A pesar de esto – escribe el autor de esa carta, que recomienda hacer leer a las otras Iglesias – nosotros recogimos uno que otro hueso, que conservamos como oro y piedras preciosas".


Mi lugar favorito

Santo Evangelio según San Marcos 9, 2-13. Sábado VI del tiempo ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!



Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)



Señor, ayúdame a estar contigo.



Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 9, 2-13



En aquel tiempo, Jesús se llevó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte alto, y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.

Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". En realidad no sabía lo que decía, porque estaban asustados.

Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo amado; escúchenlo". En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos.

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí que querría decir eso de "resucitar de entre los muertos".

Le preguntaron a Jesús: "¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?". Él les contestó: "Si fuera cierto que Elías tiene que venir primero y tiene que poner todo en orden, entonces ¿cómo es que está escrito que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Por lo demás, yo les aseguro que Elías ha venido ya y lo trataron a su antojo, como estaba escrito de él.


Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio



Mis amigos y yo teníamos un lugar donde siempre nos juntábamos una vez a la semana. A todos nos gustaba ir, era perfecto para nosotros. Con el paso del tiempo se volvió mi lugar favorito, el lugar donde siempre me sentía feliz de estar. En el Evangelio de hoy, Jesús lleva a tres de sus apóstoles más íntimos, por decirlo así, a la cima de una montaña. Nuestro Señor se transfigura delante de ellos y para san Pedro fue algo único, tanto que llega a exclamar: ¡Qué bien se está aquí! Y desea quedarse. San Pedro encontró su lugar favorito, el lugar donde quería siempre estar.



Pero podemos preguntarnos ¿qué tiene un lugar favorito? En mi caso, mi lugar favorito tenía a mis amigos, las personas que quería, y eran ellos los que convertían esa especie de casa en medio de una plaza en mi lugar favorito. Para san Pedro es prácticamente lo mismo, no es la hermosa vista de la cima o algo parecido, es Jesús mismo. Nuestro Señor se transfigura ante ellos, Cristo se da a conocer y solo esto es lo que convierte la cima de la montaña en su lugar favorito, ahí conocen cada vez más a su Dios, a la persona que aman.



Y esto se debe ser para cada cristiano su lugar favorito, la cima donde Jesús se me transfigura, el lugar donde conozco a mi Dios. Lo importante en sí no es el lugar, sino que estoy con Él, estoy con la persona que amo.



Pero, así como yo tenía que irme a mi casa, los apóstoles tuvieron que bajar. Yo me iba con la gratificación de que iba a regresar dentro de una semana, pero para los apóstoles no fue así, ellos no sabían cuándo iban a regresar a su lugar favorito. Entonces, ¿por qué bajar? La repuesta sigue siendo la misma; Jesús, nuestro Señor, bajó; Jesús bajó con ellos y se quedó con ellos. La diferencia que tengo con los apóstoles es que, lo que hace la cima de la montaña su lugar favorito se queda con ellos, haciendo que cada lugar se pueda convertir en su lugar favorito.


Y así debe ser para cada cristiano. Cada lugar en nuestras vidas se debe convertir en un lugar donde conozco y amo a Jesús. Aunque la cima de la montaña es donde mejor conozco a Dios, puedo bajar con la certeza de que se queda conmigo. En cada iglesia Jesús se me transfigura, pero cuando bajo de la montaña, Él está en cada lugar del mundo, Él continua conmigo.

¡Hagamos del mundo nuestro lugar favorito!, pero siempre regresando a la intimidad con Jesús. Participemos de su transfiguración en cada Eucaristía y gritemos con júbilo: ¡Qué bien se está aquí!



«La transfiguración ayuda a los discípulos, y también a nosotros, a entender que la pasión de Cristo es un misterio de sufrimiento, pero es sobre todo un regalo de amor, de amor infinito por parte de Jesús. El evento de Jesús transfigurándose sobre el monte nos hace entender mejor también su resurrección. Para entender el misterio de la cruz es necesario saber con antelación que el que sufre y que es glorificado no es solamente un hombre, sino el Hijo de Dios, que con su amor fiel hasta la muerte nos ha salvado.»
(Homilía de S.S. Francisco, 25 de febrero de 2018).


Diálogo con Cristo


Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.



Propósito



Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado... o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Subir a la cima hoy y bajar con Jesús, visitando al Santísimo yendo con la certeza de su presencia.



Despedida



Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

¡Cristo, Rey nuestro! ¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Creo en Ti, Señor

Creer es fiarse, es tomar la mano del amado y, sin soltarla, caminar juntos siempre, durante las horas de desierto y las horas de primavera. 


Creo en Ti, Señor. Creo que existes, que vives, que eres amor. Creo que eres la misericordia infinita y que la manifiestas a raudales en tantos acontecimientos de nuestra vida.



Creo que eres el camino seguro que lleva al cielo, y que no hay otro. No hay otro cielo ni otro camino que lleve al mismo.



Creo que eres la verdad de la vida y de las cosas. Eres también la vida de todos los seres, eres mi vida... Vida plena, vida eterna...



Creo que has formado los cielos y la tierra, con todo su ornato. Si en Ti no creyera, todo sería destrucción, desorden, caos. Creo en Ti, Señor.



Crecer en la fe es crecer en el amor. Por eso, porque creo en Ti con toda mi mente, te amo con todo mi corazón. Creer es fiarse, es tomar la mano del amado y, sin soltarla, caminar juntos siempre, durante las horas de desierto y las horas de primavera.



Te gusta, Señor, que tengamos fe en Ti: "Tu fe te ha salvado", y te apena mucho nuestra falta de fe: "Hombres de apoca fe, ¿porqué habéis dudado?"



Quiero ser un hombre o una mujer que se fía de Ti totalmente, que camina por la vida no con la seguridad de sus pies o de su mente sino con la seguridad de su Dios.



1. Jesucristo, creo que eres el Hijo eterno del Padre.



Creo en la Santísima Trinidad. La celebramos en su fiesta. Eres un Dios único pero en tres personas que son amor. Y creo que las tres personas habitan en mi alma por la gracia.
Tú eres el Hijo del Padre desde toda la eternidad, el hijo en el cual tiene el Padre todas sus complacencias. El Hijo enviado al mundo no para juzgarlo, sino para salvarlo.
Eres tan parecido al Padre. Nosotros debemos ser tan parecidos a Ti. No fuiste enviado por el Padre para condenarme, sino para salvarme. A mí y a cada uno de los hombres.
Pagaste un precio tremendo. Pagaste todo Tú para comprarme a mí. Hasta sin sangre en las venas te quedaste, sin vestidos, sin vida. Para salvarme a mí. Pues, ¿quién soy yo? Te quedaste infinitamente pobre, Tú que eras infinitamente rico.
Soy el precio de tu sangre, de tu muerte, de tus infinitas humillaciones. ¿Qué clase de amor es éste? ¿Puede un mendigo sentirse más feliz que yo? ¿Puede un encarcelado, prisionero de por vida experimentar más alegría que yo? ¿Puede un condenado al infierno sentirse más afortunado que yo? Pues soy un pobre hambriento convertido en rico, un encarcelado a quien han dado el indulto, un condenado al infierno liberado del eterno dolor.



2.Jesucristo, creo que eres el salvador de los hombres

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Lo que implicó la salvación: Belén, Nazaret -ocultamiento perfecto-. La pasión y la Cruz -amor sin límites-
Belén, Nazaret, Jerusalén son ciudades que me recordarán eternamente el amor de mi Dios. En Belén nació por amor a mí en la máxima pobreza. Una cueva, un pesebre de amor. En Nazaret vivió por amor a mí en el ocultamiento perfecto. En Jerusalén sufrió la pasión y la muerte de un esclavo y de un "maldito" por amor a mí.
En esas ciudades me amó hasta el extremo mi Creador, mi Redentor. Siempre que te mire, veré el rostro y los ojos de mi Salvador, unos ojos que me miran con amor, con compasión y con inmensa esperanza. Siempre que piense en Ti, sentiré renacer la esperanza, porque eres Luz, Resurrección, Buen Pastor, Camino, Vedad y Vida.
Contigo siempre hay remedio, hay salida. Por tanto camino por la vida con la frente alta, el corazón alegre y paso seguro. Voy con Jesús, con el que prometió: "Yo estaré con vosotros todos los días, también hoy."



3. Jesucristo, creo que te encarnaste en el seno de la Virgen María por obra del Espíritu Santo.

Se puede decir que actuaste como si no fueras Dios durante treinta y tres años. Humillación total. Por amor.
Somos hermanitos de carne y hueso con la diferencia de que Tú eres Dios. Pero, para que no sintiéramos complejo frente a Ti, quisiste divinizarnos, convertirnos en pequeños dioses en el cielo.
Como todos los niños, como yo, estuviste encerrado en el seno de tu madre, creciendo día a día hasta que estuviste maduro para nacer. Lo mismo que yo, lo mismo que todos los niños.
Recién nacido eras como todos los bebés. La cosa más débil del mundo, Tú el Dios de los ejércitos. Quisiste sentir lo que siente un niño creciendo en el seño de su madre. Y a María le hiciste sentir tu presencia y tus movimientos.
Oh divino bebé, maravilloso niño que sobreviste al aborto. Hoy millones de niños no tienen la suerte que tuviste tú de nacer. Ten compasión de todos ellos y de sus mamás porque no saben lo que hacen.



4. Jesucristo, creo que padeciste y morirse en la cruz para redimirnos de nuestros pecados.



Y tengo que decir como san Pablo: Líbreme Dios de gloriarme en nada si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Me amaste y te entregaste por mí en la cruz.
Amor escrito con sangre. Para que no me quedaran dudas de que me amas. "Si fuera necesario para salvarte, volvería a sufrir de buena gana por ti solo todo lo que sufrí por el mundo entero"...Palabras dichas por Ti a una santa. Cuanto amor, cuánto dolor. Cuánto dolor, cuanto amor. Por mí.
Pordiosero miserable, condenado al infierno, todo esto y más he sido. Pero de todo esto me ha librado Jesús. A costa de tormentos, salivazos, flagelos, espinas y humillaciones he sido arrancado del infierno que era mi lugar merecido.
La eternidad no será suficiente para agradecer, para amar, para bendecir y adorar a la persona que mizo tanto bien. Con Pablo digo y diré: "Líbreme Dios de gloriarme en nada si no es en la cruz de mi Salvador."
¿Será tan difícil amar entrañablemente a un ser que tanto amor me ha demostrado? ¿Podré negar yo, criatura miserable, algo a mi Dios Omnipotente, sobre todo en el amor?



5. Jesucristo, creo que resucitaste al tercer día.



Recuperaste tu divinidad. Te enterraron como hombre y resucitaste como Hombre-Dios glorificado. Y ya la muerte no podrá dominarte jamás. Vives eternamente en el cielo para interceder por nosotros ante el Padre.
Con san Pablo afirmamos: Cristo ha resucitado. Ahí se apoya nuestra fe y nuestra religión triunfadora. La religión de un Dios-Hombre que se dejó vencer y humillar hasta un grado inaudito para resucitar y vencer tan solo tres días después a todos sus enemigos de un solo golpe.
El fundador de nuestra religión es un gran triunfador. Seguimos a un Caudillo que nos lleva a la victoria segura. "Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella". Un optimismo radical debe prevalecer en muestra vida en medio de las tormentas del mundo moderno.
De los fundadores de religiones -que son numerosos- sólo uno vive resucitado, habiendo vencido a la muerte. Los demás son un puñado más de polvo que hay dentro de la Tierra.
Al resucitar con tu cuerpo humano nos has confirmado que nosotros, de manera semejante y a su tiempo, resucitaremos contigo para vivir eternamente contigo felices en el cielo. Así como creo en tu resurrección, creo también en la mía.



6. Jesucristo, creo que estás sentado a la derecha del Padre.



Es decir, tu Humanidad ha sido glorificada y está junto a Dios. Eres un Dios Hombre para siempre con una humanidad glorificada y, como eres hombre, nos has elevado hasta el trono de Dios, buscando hacernos semejantes a Ti.


Todo lo ha puesto Dios bajo tus pies. Eres el rey del universo no sólo como Dios sino también como hombre. Pero al mismo tiempo has elevado a la naturaleza humana hasta el trono de Dios, la has divinizado.


Tu amor va mucho más allá de lo que pidiéramos imaginar o anhelar. La frase "seréis como dioses" se realizará. San Juan lo confirma: "Seremos semejantes a Él porque lo verismos al cual es." ¿Qué mas podías hacer por nosotros, por mí?


Por eso, el no corresponder a tanto amor, el dar la espalda a semejante bondad representa una ingratitud tan grande como el universo. Aún desconozco la altura, la anchura y la profundidad de semejante amor. Si yo conociera, si yo creyera en semejante amor...



¿Por qué es importante la Cátedra de San Pedro?

Esto es lo que debes saber de esta fiesta


La Iglesia celebra hoy la Fiesta de la Cátedra de San Pedro para recordar la autoridad del Vicario de Cristo en la tierra; por tal motivo, el sacerdote, escritor y funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano, Mons. Florian Kolfhaus, reflexionó sobre su importancia tanto en la Iglesia como en el mundo entero.

“La Santa Sede, cuyo concepto se remonta al banco de madera de un pescador, a quien el Señor nombró Pastor de su Iglesia, es la más alta autoridad moral en todo el mundo actual”.

“También los no cristianos prestan atención a las palabras del Papa sobre la paz, migración y protección climática”, escribió Mons. Kolfhaus en una columna publicada en CNA Deutsch –agencia alemana del Grupo ACI– el 22 de febrero de 2017.

El Papa “goza del reconocimiento de alrededor de 170 estados y 20 organizaciones internacionales” y “es reconocido en virtud de sus relaciones de siglos con otros estados”, añadió el experto, al recordar que el Pontífice es también un soberano sujeto de derecho internacional.

“El Papa, y solo él entre todos los demás líderes religiosos, es quien goza de la autoridad de un jefe de estado, equiparada a la de los presidentes. Y todo esto se lo debe, por así decir, al banquillo de madera sobre el que se sentó San Pedro, cuando enseñaba a la comunidad de Roma”, agregó.

No obstante, el sacerdote dijo que más importante que los temas políticos es “la preservación y auténtica interpretación de la fe, que le fue confiada a Pedro y a sus sucesores”.

“A él le fue prometida –tal como bellamente muestra el altar en San Pedro– la especial asistencia del Espíritu Santo al explicar el Evangelio de Cristo desde la Tradición de la Iglesia y sus padres”.

“El Papa, y solamente él, tiene la potestad de las llaves, para atar y desatar. Él tiene poder directo, inmediato, limitado solo por la Ley Divina sobre toda la Iglesia. Él es el pastor supremo a quien le es confiado la totalidad del rebaño del Señor. La Iglesia celebra hoy este elevado servicio del servidor de los siervos de Dios”, enfatizó.

A pesar de estas características, Mons. Kolfhaus recordó que cada Papa debe tener conciencia de que es un “hombre frágil y débil” y “necesita constantemente purificación y conversión”.

“Pero debe tener también conciencia de que del Señor le viene la fuerza para confirmar a sus hermanos en la fe y mantenerlos unidos en la confesión de Cristo crucificado y resucitado”, añadió.

Por otra parte, el sacerdote indicó que el Obispo de Roma se sienta en su cátedra para dar “testimonio de Cristo” y que ese poder conferido por Cristo a Él y a sus sucesores “es, en sentido absoluto, un mandato para servir”.

“La potestad de enseñar, en la Iglesia, implica un compromiso al servicio de la obediencia a la fe”, recalcó.

Finalmente, Mons. Kolfhaus recordó que el Papa “no es un soberano absoluto cuyo pensamiento y voluntad son ley”.

“Al contrario: el ministerio del Papa es garantía de la obediencia a Cristo y a su Palabra. No debe proclamar sus propias ideas, sino vincularse constantemente a sí mismo y la Iglesia a la obediencia a la Palabra de Dios, frente a todos los intentos de adaptación y alteración, así como frente a todo oportunismo”, concluyó.

Si hubiera vida en otros planetas, ¿cambiaría la fe católica?

Dios, en su libertad, podría haber creado otras criaturas inteligentes y ellas serían también parte de la creación


Este miércoles, 22 de febrero de 2017, la NASA anunció el descubrimiento de un sistema solar con planetas similares a la Tierra, y en la redes sociales surgió la interrogante sobre cómo el eventual hallazgo de vida extraterrestre podría cambiar el cristianismo y su visión del universo.

Según informó la NASA, el nuevo sistema solar está a 40 años luz de la Tierra y posee siete planetas con una masa similar al nuestro. Además, tres de estos se encuentran en una zona habitable y podrían albergar océanos de agua en la superficie, aumentando la posibilidad de que puedan acoger vida.

Ya en el año 2012 el entonces director del Observatorio Astronómico del Vaticano, el jesuita argentino José Gabriel Funes, afirmó que si bien hay grandes probabilidades de que exista vida fuera del planeta Tierra, esto no cambia la visión cristiana del universo.

“No veo ninguna dificultad para la fe católica”, aseguró.

En declaraciones a ACI Prensa, el sacerdote señaló que de haber vida extraterrestre, “los católicos no tenemos necesidad de cambiar nuestra visión del universo”, pues “Dios, en su libertad, podría haber creado otras criaturas también inteligentes y poder ser parte de la creación”.

Según el P. Funes, estos seres "se podrían relacionar con Dios, así como lo hemos hecho nosotros" y su existencia no estaría lidiada con la existencia de Jesucristo.

El sacerdote explicó que todo se reduce a probabilidad. Considerando que el universo está hecho de cien mil millones de galaxias y "si dividimos las galaxias por la población mundial, a cada uno le tocarían 14 galaxias, cada una estas galaxias están hechas de unos cien mil millones de estrellas".

Es posible, entonces, "que cada una de estas estrellas tengan planetas que giran alrededor de otras estrellas, como lo hacen alrededor del Sol. Y por lo tanto, sería posible la existencia de vida en el universo".

"Es mucho lo que sabemos, porque podemos reconstruir la historia del universo desde los primeros instantes hasta la formación de la tierra, de los planetas, esto no está en contradicción con la fe. Lo que aprendemos del mensaje bíblico, y también con la reflexión teológica. Lo que sabemos por la fe, y también por la razón, no solo por la fe, es que Dios es el creador, un Padre bueno, que nos sostiene en el ser, en el existir", dijo.

Dentro de este marco, recordó que el universo "existe gracias a la voluntad de Dios, y como dice la Biblia, "cuando al terminar de crear vio Dios que era bueno...", también nos tiene que ayudar a nosotros viendo la bondad del universo, mirar también con ojos de bondad en la historia de la humanidad y también nuestra propia historia en la tierra".

"De todos modos, por ahora, no tenemos ningún resultado. No hay ninguna evidencia de que exista vida fuera de la Tierra. Este descubrimiento podría suceder mañana. Tal vez dentro de mil años, o tal vez jamás suceda", y "que alguna vez tengamos una evidencia de que haya vida, depende de la ciencia, si no, es inútil especular", señaló.

El P. Funes se licenció en Astronomía en el año 1985, posteriormente ingresó en la Compañía de Jesús, y después de su ordenación sacerdotal, se doctoró en astrofísica en la Universidad de Padua, Italia. Posteriormente, los superiores de su congregación lo destinaron como astrónomo al Observatorio Vaticano, y en el año 2006, el Papa Benedicto XVI, lo nombró director del organismo.

El P. Funes señaló entonces que el Observatorio "trata de hacer de puente, un puente entre la Iglesia Católica y los científicos, en particular los astrónomos. Es un desafío que entusiasma, que también permite llegar a más público, porque hay temas muy interesantes, el origen del universo, la posibilidad de vida extraterrestre".

En este sentido, explicó que la relación entre ciencia y fe ocupa un lugar muy importante para el Santo Padre, "se puede ver en sus homilías, en sus discursos...en particular, para el Observatorio Vaticano y para los otros observatorios también en el mundo, 2009 fue una época muy importante, porque fue el año internacional para la astronomía, durante ese año, el Papa (Benedicto XVI) se refirió varias veces a la astronomía en particular, y en ese año, el Papa inauguró las nuevas instalaciones del observatorio".

Se puede afirmar que el origen de Observatorio Vaticano, como se le conoce hoy, se puede fijar al año 1891, cuando el Papa León XIII quiso demostrar que la Iglesia no se opone al desarrollo científico y que, por el contrario, promueve la ciencia de gran calidad.

Hoy en día, el Observatorio Astronómico del Vaticano se divide en dos grupos, uno con una sede histórica en los jardines pontificios de Castel Gandolfo, y otro en Monte Graham, Tucson, Arizona (Estados Unidos), donde los investigadores, principalmente sacerdotes jesuitas, tienen su telescopio más importante. Es uno de los centros astronómicos más importantes del mundo.

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