«Háganlas producir»
- 19 Noviembre 2014
- 19 Noviembre 2014
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Evangelio según San Lucas 19,11-28.
Como la gente seguía escuchando, añadió una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. El les dijo: "Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: 'Háganlas producir hasta que yo vuelva'. Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: 'No queremos que este sea nuestro rey'. Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y le dijo: 'Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más'. 'Está bien, buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades'.
Llegó el segundo y le dijo: 'Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más'. A él también le dijo: 'Tú estarás al frente de cinco ciudades'. Llegó el otro y le dijo: 'Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo.
Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado'. El le respondió: 'Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigentes, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré, ¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses'. Y dijo a los que estaban allí: 'Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más'. '¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!'. Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia". Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén.
Benedicto XVI, papa de 2005 a 2013. Encíclica “Caritas in veritate”, § 48.50 (trad. © copyright Libreria Editrice Vaticana).
«Háganlas producir»
El ambiente natural es un don de Dios para todos, y su uso representa para nosotros una responsabilidad para con los pobres, las generaciones futuras y toda la humanidad. […] El creyente reconoce en la naturaleza el maravilloso resultado de la intervención creadora de Dios, que el hombre puede utilizar responsablemente para satisfacer sus legítimas necesidades —materiales e inmateriales— respetando el equilibrio inherente a la creación misma. Si se desvanece esta visión, se acaba por considerar la naturaleza como un tabú intocable o, al contrario, por abusar de ella. Ambas posturas no son conformes con la visión cristiana de la naturaleza, fruto de la creación de Dios.
La naturaleza es expresión de un proyecto de amor y de verdad. Ella nos precede y nos ha sido dada por Dios como ámbito de vida. Nos habla del Creador (cf. Rm 1,20) y de su amor a la humanidad. Está destinada a encontrar la «plenitud» en Cristo al final de los tiempos (cf. Ef 1,9-10;Col 1,19-20). También ella, por tanto, es una «vocación». La naturaleza está a nuestra disposición no como un «montón de desechos esparcidos al azar», sino como un don del Creador que ha diseñado sus estructuras intrínsecas para que el hombre descubra las orientaciones que se deben seguir para «guardarla y cultivarla» (cf. Gn 2,15). […]
Es lícito que el hombre gobierne responsablemente la naturaleza para custodiarla, hacerla productiva y cultivarla también con métodos nuevos y tecnologías avanzadas, de modo que pueda acoger y alimentar dignamente a la población que la habita. En nuestra tierra hay lugar para todos: en ella toda la familia humana debe encontrar los recursos necesarios para vivir dignamente […]. Pero debemos considerar un deber muy grave el dejar la tierra a las nuevas generaciones en un estado en el que puedan habitarla dignamente y seguir cultivándola.
Santa Cecilia
"Queridas y Queridos miembros de la COMUNIDAD DE JESUS y Familias:
El próximo 22 de noviembre, celebramos Santa Cecilia, festividad de SISTER CECILIA y de SISTER CECILIA SANSOUR. Es patrona de los músicos, es por ello que este curso hemos decidido celebrarlo de una manera especial, por la actividad del BALLET de este día 21 en SANTA URSULA.
Durante todo el día en el aula de música habrá audiciones realizadas por los propios alumnos.
Esperamos disfrutar mucho! Viva la música!
Como cada año cuando llega este día, todos los amantes de la música nos sentimos emocionados.
La música es como un huerto del que hay que tener cuidado; trabajamos la tierra, plantamos las semillas, regamos y cuidamos las plantas que comienzan a crecer y tenemos paciencia hasta que da fruto. Para poder interpretar música tenemos que hacer más o menos lo mismo; trabajar con esfuerzo, practicar sin pereza y tener paciencia hasta que nos empiece a sonar bien. Cuando la música se interpreta con ilusión y con sentimiento el que nos escucha queda atrapado en un sentimiento muy especial, casi mágico. ¿Qué tiene la música que nos hace sentir alegres? ¿Por qué cuando sentimos música nos sentimos más amigos, más cerca?
Padre, te damos gracias por la música y por la gente que nos la hace sentir. Que no se cansen nunca de componer y de hacerla sonar y bailar. Gracias, Señor por el don de la música.
19 de noviembre 2014 Miércoles XXXIII Ap 4, 1-11
El apocalipsis, recordémoslo, es un mensaje de esperanza dirigido a las iglesias en situaciones, básicamente, de persecución. Hoy, con este espíritu de ánimo, describe la corte celestial de una manera solemne, majestuosa. Nos dice que el trono había cuatro seres vivientes: «El primer viviente parecía un león, el segundo, un novillo, el tercero era como si tuviera una cara humana, y el cuarto, como un águila en pleno vuelo». En estos cuatro vivientes la Iglesia ha visto la representación de los cuatro evangelios. Más adelante nos dice que: "aquellos vivientes glorificaban el que está en el trono y vive por los siglos de los siglos». ¿Te das cuenta que los evangelios, tal como nos habla del apocalipsis, proclaman la gloria de Dios? Cuando tú lees el Evangelio, tienes ese espíritu? Señor, tres veces santo, que siempre sepa honrar hacerte.
Grabe bien estas palabras en su interior
Estas palabras las dijo Jesús a sus discípulos cuando todo el pueblo se admiraba de los signos liberadores que Él hacía. El texto dice "Grabar bien estas palabras dentro de vosotros; el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres ". El significado es claro: en unos momentos de éxito popular, y en especial ante unos discípulos que aspiraban a un poder político, Jesús predice que pronto será traicionado y entregado en manos de las autoridades religiosas, económicas y militares. Como si dijera ... por lo tanto deje de soñar el poder que tanta ambición le provoca.
Grabe BIEN ESTAS PALABRAS EN SU MUNDO INTERIOR.
1.- ¿Cuál EXPRESIÓN imaginativa más potente! Una expresión de maestro, de amigo y de sabio. Incluso una forma muy clara de manifestar su amor. No sólo dirigida a sus discípulos ... también a nosotros; "Grabe bien ..."
2.- No es un tipo de tatuaje, ni una grabación hecha con fuego y con hierro. ES UNA INVITACIÓN. Una forma de decir que lo que les explicará es importante; es para ser guardado. Una invitación emotiva: grabar dentro de nosotros.
3.- Él prevé lo que se acerca, y sabe que ellos pensando en poder temporal y político no lo entenderán. Jesús manifiesta que su deseo de amigo es que lo recuerden cuando lleguen los golpes. Él nos invita a grabar dentro de nosotros no sólo estas palabras ... todas sus palabras. Grabar en el corazón a Él.
4.- Hay realidades que no entendemos, hay muchas situaciones no previstas, hay dolor, injusticias, exclusiones que no entendemos. Jesús no nos quiere dar explicaciones metafísicas sino que potencia nuestra MEMORIA INTERIOR, porque hasta en situaciones límite nos fiamos de Él. También aquí es más una cuestión de amor que de lógica.
5.- Estas y todas las demás palabras que Jesús nos invita a grabar dentro de nosotros no son palabras escritas y muertas. Son palabras vivas y dinámicas, porque ÉL ES LA PALABRA. Abre la puerta a la dimensión inefable, que no se puede definir. Él es la Palabra viva para aquellos discípulos ... y para nosotros.
6.- Llegados a este punto de nuestra reflexión intentamos hacer silencio y vamos desvelando en este "dentro nuestro" la presencia del Amigo, de la Palabra, del Amor de nuestra alma, y pedimos ser grabados. Él, su rostro, su mirada, su amor, lo que dice, lo que siente ... su sueño ... el REINO DE DIOS.
El Papa, en la capilla de Santa Marta
El Papa critica a los cristianos tibios, a los corruptos, y a "los que viven de las apariencias"
Francisco: "Los cristianos cómodos están desnudos"
"No siempre tenemos el coraje de creer en la Palabra de Dios, de recibir esa Palabra que nos cura dentro"
Cuando la conversión llega a los bolsillos, es segura. ¿Cristianos de corazón? Sí, todos. ¿Cristianos de alma? Todos. Pero, cristianos de bolsillos, ¡pocos , eh! Pocos
Cuidado con ser o convertirse en «cristianos tibios, cómodos o de la apariencia». «Cuando la conversión llega a los bolsillos, es segura». Son las palabras que pronunció Papa Francisco esta mañana en su homilía matutina durante la misa en la capilla de la Casa Santa Marta.
El Pontífice subrayó que los cristianos siempre deben responder a la llamada de Jesús a la conversión, de lo contrario pasan de ser pecadores a corruptos. Convertirse es una gracia, «es una visita de Dios». Reflexionando sobre el pasaje del Apocalispis de Juan y sobre el encuentro entre Jesús y Zaqueo, Francisco desarrolló el tema de las conversiones y habló de las «tres llamadas».
En la primera Lectura, observó, el Señor pide a los cristianos de Laodicea que se conviertan porque han caído en «la tibieza». Viven en la «espiritualidad de la comodidad». Y piensan: «hago las cosas como puedo, pero estoy en paz sin que nadie venga a molestarme con cosas extrañas».
Quien vive así, afirmó el Papa, piensa que no le falta nada: «Voy a Misa los domingos, rezo algunas veces, me siento bien, estoy en gracia de Dios, soy rico» y «no tengo necesidad de nada, estoy bien». Este «estado de ánimo - advirtió el Pontífice- es uno estado de pecado: la comodidad espiritual es un estado de pecado». Y con estas personas el Señor «no ahorra palabras»; les dice: «Porque eres tibio estoy por vomitarte de mi boca». Sin embargo, prosiguió Francisco, les da el consejo de «vestirse», porque «los cristianos cómodos están desnudos».
Y añadió que «hay una segunda llamada» a los «que viven de las apariencias, los cristianos de las apariencias». Estos creen que están vivos, pero están muertos. Y a ellos el Señor les pide que estén atentos. «Las apariencias -dijo el Papa- son el sudario de estos cristianos: están muertos». Y el Señor los «llama a la conversión»: «"¿Yo soy uno de estos cristianos de apariencias? ¿Estoy vivo dentro?, ¿tengo una vida espiritual? ¿Siento al Espíritu Santo?, ¿escucho al Espíritu?, ¿voy adelante?", o: "Pero, si parece que todo está bien, no tengo nada que reprocharme: tengo una buena familia, la gente no habla mal de mí, tengo todo lo necesario, estoy casado por la Iglesia... estoy ‘en gracia de Dios', estoy tranquilo". ¡Las apariencias! Cristianos de apariencia... ¡Están muertos! Pero hay que buscar algo vivo dentro y con la memoria y la vigilancia, reavivar esto para que vaya adelante. Convertirse: de las apariencias a la realidad. De la tibieza al fervor».
Parábola de los talentos
Lucas 19, 11-28. Tiempo Ordinario. Ser fieles en lo pequeño para serlo también en lo grande.
Oración introductoria
Señor, inicio mi oración dándote las gracias por todos los dones que me has concedido, ayúdame a saber duplicarlos para corresponderte con generosidad. No permitas que el miedo o la mediocridad me separen del camino que me puede llevar a la santidad.
Petición
Jesucristo, enséñame a ser perseverante en el buen uso de mis talentos, para servirte a Ti y a los demás.
Meditación del Papa san Juan Pablo II
El hombre no es un testigo inerte del ingreso de Dios en la historia. Jesús nos invita a "buscar" activamente "el reino de Dios y su justicia" y a considerar esta búsqueda como nuestra preocupación principal. A los que "creían que el reino de Dios aparecería de un momento a otro", les recomienda una actitud activa en vez de una espera pasiva, contándoles la parábola de las diez monedas encomendadas para hacerlas fructificar. Por su parte, el apóstol san Pablo declara que "el reino de Dios no es cuestión de comida o bebida, sino -ante todo- de justicia" e insta a los fieles a poner sus miembros al servicio de la justicia con vistas a la santificación.
Así pues, la persona humana está llamada a cooperar con sus manos, su mente y su corazón al establecimiento del reino de Dios en el mundo. Esto es verdad de manera especial con respecto a los que están llamados al apostolado y que son, como dice san Pablo, "cooperadores del reino de Dios", pero también es verdad con respecto a toda persona humana» (S.S. san Juan Pablo II, 6 de diciembre de 2000).
Reflexión
Esta meditación está dedicada a los pequeños de la casa; a los niños. Porque nos ayuda a valorar la importancia que tiene este periodo de la vida para los planes de Dios.
Un niño no tiene que dirigir una empresa, pero tiene una tarea escolar que debe cumplir.
No sabe qué es la Constitución de su país, pero tiene unos padres a los que debe obedecer. Porque, de lo que aprenda ahora, aunque sean cosas pequeñas, dependerá todo su futuro.
Así dice la parábola de los talentos (o las minas). Si un niño es capaz de sacar adelante sus compromisos de niño será una garantía para cuando sea adulto. Porque cuando sea mayor, se le pondrá al frente de "diez ciudades" y las gobernará con la misma fidelidad con la que hoy hace su cama, ayuda a las tareas del hogar, mantiene su habitación limpia y ordenada, etc.
Por tanto, no hay que despreciar las cosas pequeñas. Todo es importante en esta vida. Y las personas no cambian de la noche a la mañana, sino que se forjan día a día. El niño que no reza las oraciones de la noche a la Virgen o no va todos los domingos a Misa, ¿cómo puede esperar que lo hará cuando sea adulto?
Propósito
Diariamente, antes de dormir, hacer un balance sobre el uso que hice de los dones que Dios me ha dado.
Diálogo con Cristo
Jesús, no quiero ser un espectador pasivo, sino un colaborador infatigable de tuyo. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad y hacer multiplicar todos los dones que me has confiado. Tengo mucho que dar, pero mucho más que ganar, si uso mis talentos para ayudar a los demás.
¿Qué hacer cuando Dios calla?
Aunque Dios calle y permanezca oculto, en el fondo del corazón percibimos su presencia, quien nos ama no nos abandona.
¿Por qué Dios está oculto? ¿Por qué, luego de encontrarlo, se esconde? ¿Por qué es tan difícil entenderle? ¿Por qué calla? ¿Por qué no siempre responde?
¿No le importan mis problemas? ¿Es que no me ama? ¿Se ha olvidado de mí?
Hay momentos en la vida en que gritamos a Dios como el salmista: Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado? A pesar de mis gritos mi oración no te alcanza.
Dios mío, de día te grito, y no respondes; De noche, y no me haces caso… (Sal 22 (21))
¡Despierta ya! ¿Por qué duermes, Señor?
¡Levántate, no nos rechaces para siempre!
¿Por qué ocultas tu rostro y olvidas nuestra miseria y opresión? (Sal 44)
Cuando Dios calla nos sentimos perdidos
El silencio de una persona amada es doloroso. Se percibe como ausencia, vacío, desinterés, soledad… El silencio del otro provoca inseguridad y puede ser el origen de resentimientos y desconfianza.
Por eso el silencio de Dios es terriblemente doloroso. Jesucristo también lo padeció en la cruz, se sintió abandonado por el Padre. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mc 15, 34b)
Sabemos que Dios salió de su eterno silencio, reveló su secreto, desveló su misterio en la Palabra: Jesucristo. Y que Cristo está vivo. Lo sabemos, pero eso no quita su misterioso silencio.
Pero percibimos su presencia
Creo que todos hemos experimentado la pérdida de un ser querido. Cuando muere alguien a quien amamos, tenemos la impresión de que no ha muerto del todo. Sabemos que, de alguna manera, está vivo. Nuestro corazón guarda la seguridad, o al menos la esperanza, de que esa persona a la que amamos sigue existiendo y está presente en nuestra vida, aunque de manera diferente. Lo experimentamos así, porque la memoria del amor nos fortalece la seguridad de que quien nos ama no nos abandona.
Aunque Dios calle y permanezca oculto, casi como si estuviera muerto, en el fondo del corazón percibimos su presencia. Esta percepción interior crece a medida que se desarrolla en nosotros la semilla de las virtudes teologales. La experiencia nos va demostrando el amor que Dios nos tiene. La memoria iluminada por la fe nos ayuda a recordarlo. Y así, progresivamente, nos va invadiendo la confianza de que Dios está presente. Poco a poco la gracia de Dios va trabajando en nosotros y de esa manera en el fondo de nosotros mismos crece y se va fortaleciendo una percepción interior de la que el corazón está seguro y que, gracias a la fe, se convierte en certeza: Aunque no lo vea, aunque no lo sienta, Él está aquí, conmigo, y me ama.
Lecciones aprendidas ante el silencio de Dios
En mi vida he aprendido tres lecciones ante los silencios de Dios:
1. Que no debo perder la paz interior, aunque sufra lo indecible. Se vale quejarse, pero sin perder la paz interior. Esta es la gran lección del salmista.
Dios mío, de día clamo, y no respondes,
también de noche, no hay silencio para mí.
¡Mas tú eres el Santo,
que moras en las laudes de Israel!
En ti esperaron nuestros padres,
esperaron y tú los liberaste;
a ti clamaron, y salieron salvos,
en ti esperaron, y nunca quedaron confundidos(Sal 22(21), 2-6)
El Salmo 22 (21) nos enseña que no hay que desesperar, no hay que rebelarse contra Dios. Cuando Dios calla es tiempo de más oración, de súplica humilde y confiada.
Sí, tú del vientre me sacaste,
me diste confianza a los pechos de mi madre;
a ti fui entregado cuando salí del seno,
desde el vientre de mi madre eres tú mi Dios.
¡No andes lejos de mí, que la angustia está cerca, no hay para mí socorro! (Sal 22(21), 10-12)
Si Dios calla en tu vida, te recomiendo que pronuncies pausadamente, con plena conciencia, en actitud abierta y confiada, el Salmo 22.
2. Que debo aceptar mis límites y tener confianza. En la comunicación, el silencio tiene un significado. Y si el silencio viene de Dios puedo tener la certeza de que no puede ser más que un gesto de amor, algo que Él me ofrece para mi bien. En Dios el silencio no puede significar rechazo o desinterés, simplemente Dios no puede hacerme una cosa así.
El silencio de Dios se convierte para mí en un reclamo para que yo guarde silencio, que acepte que hay algo de Dios que no alcanzo a comprender y que aprenda a escucharlo y acoger su voluntad con plena confianza en la Providencia. Job nos da lecciones estupendas. Él llegó a aceptar que no alcanzaba a comprender muchas cosas que le sucedían y que debía abrazar el Plan de Dios, renunciando a su propia lógica.
Sé que eres todopoderoso: ningún proyecto te es irrealizable. Era yo el que empañaba el Consejo
con razones sin sentido.
Sí, he hablado de grandezas que no entiendo,
de maravillas que me superan y que ignoro. (Job 42, 2-3)
Y después del silencio de Dios, Job alcanzó el culmen de su relación filial con Dios, hizo experiencia personal de la bondad y del amor de Dios aún en medio del misterio: “Sólo de oídas te conocía, pero ahora te han visto mis ojos” (Job 42, 5)
Esto me hace pensar en lo injustos que somos a veces con Dios: nos quejamos de que nos deja huérfanos cuando somos nosotros los que tantas veces nos comportamos como huérfanos, y Él, nuestro Padre y Hermano querido, allí está esperando pacientemente en silencio en el Sagrario, en nuestro corazón, en el prójimo, en todas partes…
3. Que debo perseverar en oración (cf. Mt 26, 41; cf 1 Tes 5, 17) y ser como el amigo inoportuno que llama a la puerta hasta que abre (cf Lc 18,1-8), con la certeza de que mi Padre me escuchará:
Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan! (Lc 11, 9-13)
Tarde o temprano escucharás tu nombre
Cuando Dios calla es tiempo de fe y libertad.
El silencio de Dios, no a pesar, sino precisamente por su complejidad y ambivalencia, es el espacio en el que se juega la libertad y la dignidad del hombre frente al tiempo y frente al Eterno (…), los tiempos de silencio de Dios son los tiempos de la libertad humana. (Bruno Forte)
Libertad para saber esperar, para optar por el amor sin condiciones. Cuando Dios calla, nos enseña a amar. El silencio de Dios no es ausencia, es otra forma de estar presente, un lenguaje diferente. Lo que pasa es que somos impacientes y queremos respuestas inmediatas y siempre a nuestro estilo. Algo importante en el amor es aceptar al otro como es. También Dios merece este trato.
Cuando Dios calla es sábado santo. Tarde o temprano (tal vez hasta el día de nuestra muerte), escucharemos la voz tan esperada que nos llama por nuestro nombre, como aquél: “María” (Jn 20,16) de Cristo Resucitado. De todos modos, la pregunta permanece abierta: ¿Por qué Dios calla?
Pregúntaselo tú mismo y espera con paciencia su respuesta.
Papa, rodeado de gente, en la audiencia
"Que el dinero no sea un ídolo a quien servir, sino un medio"
El Papa condena la violencia en Tierra Santa: "Construir la paz es difícil, pero vivir sin paz es un tormento"
"La santidad no es una prerrogativa de obispos, sacerdotes y monjas"
José Manuel Vidal, 19 de noviembre de 2014 a las 11:35
El camino hacia la santidad no se hace en solitario, sino en común con los demás. Sigamos adelante, con valentía, por el camino de la santidad
(José M. Vidal).-Vehemente llamada del Papa Francisco, en la catequesis de los miércoles, a la santidad en la vida ordinaria. Una santidad que es para todos, que no es prerrogativa de unos pocos y que se consigue dando pequeños pasos, en la vida de todos los días, repartiendo amor entre los que nos rodean. Además, condena la violencia en Tierra Santa y pide, una vez más, que "el dinero no sea un ídolo a quien servir".
Algunas frases del Papa
"Un gran don del Vaticano II fue el de haber recuperado una visión de Iglesia fundada sobre la comunión"
"Todos los bautizados tienen igual dignidad ante el Señor"
"Y están llamados a la santidad"
"¿Cómo podemos realizar esta vocación?"
"La santidad no es algo que conseguimos con nuestras capacidades. La santidad es un don, que nos hace el Señor, cuando nos toma con Él y nos hace como Él"
"La santidad es el rostro más bello de la Iglesia"
"No es una prerrogativa sólo de algunos, sino un don que se ofrece a todos"
"Para ser santos no se necesita ser obispo, sacerdote o religiosos. Todos estamos llamados a ser santos"
"La santidad no es cerrar los ojos y ponerse en actitud de imagen"
"Trabajo en una fábrica...Allí también se puede ser santo. Donde trabajes, puedes ser santo"
"Hace falta mucha paciencia para ser un buen padre y un buen abuelo. Ejercitando la paciencia viene la santidad"
"Todo estado de vida lleva a la santidad"
"Hagamos examen de conciencia: ¿Cómo hemos respondido hasta ahora a la llamada de Dios a la santidad?"
"Ser un don de amor para las personas que están a nuestro lado"
"Una señora que va al mercado y encuentra a la vecina y vienen las murmuraciones...No hablaré de los demás...Es el primer paso para la santidad"
"O escucha a tu hijo, que te necesita...Éste es un paso a la santidad"
"Termina la jornada, estamos cansados, rezamos a pesar de todo...Es un paso hacia la santidad"
"Hay que dar pequeños pasos hacia la santidad. Pequeñas cosas son pequeños pasos hacia la santidad"
"El camino hacia la santidad no se hace en solitario, sino en común con los demás"
"Sigamos adelante, con valentía, por el camino de la santidad"
Texto integro del saludo del Papa en español
Queridos hermanos y hermanas: La catequesis de hoy está centrada en la vocación universal a la santidad. ¿En qué consiste esta vocación y cómo podemos realizarla? La santidad no la obtenemos por nuestras capacidades o cualidades personales. Es ante todo un don de Dios que nos hace el Señor Jesús revistiéndonos de Él mismo. Por lo tanto, la santidad es un descubrirse en plena comunión con Él, en la plenitud de su vida y de su amor. De esta manera, nadie queda excluido de la llamada a la santidad, la cual constituye el carácter distintivo de todo cristiano, urgido a vivirla en el amor y en el testimonio diario, cada uno en las condiciones y en el estado de vida en el cual se encuentra.
En la Primera Carta de San Pedro escuchamos: "Que cada uno viva según la gracia recibida, poniéndola al servicio de los demás, como buenos administradores de la gracia de Dios". La llamada a la santidad no es una carga pesada, sino una invitación a vivir con alegría y amor cada momento de nuestra vida, transformándolo al mismo tiempo en un don para las personas que nos rodean. Cada paso hacia la santidad hace a las personas mejores, libres de egoísmo y abiertas a los hermanos y a sus necesidades.
Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, México, Costa Rica y República Dominicana, así como a los venidos de otros países latinoamericanos. Acojamos con alegría la invitación a la santidad y sostengámonos los unos a los otros en este camino que no se recorre solo, sino en comunión con aquel único cuerpo que es la Iglesia, nuestra Santa Madre jerárquica. Muchas gracias y que el Señor les bendiga.
Texto completo del saludo en italiano. "Sigo con preocupación el alarmante aumento de la tensión en Jerusalén y en otras zonas de Tierra Santa, con episodios inaceptables de violencia, que no respetan ni siquiera los lugares de culto. Aseguro una oración especial para todas las víctimas de esa dramática situación y para todos los que sufren sus consecuencias. Desde lo profundo del corazón, dirijo un llamamiento a las partes implicadas, con el fin de que se ponga fin a la espiral de odio y de violencia y se tomen decisiones valientes para la reconciliación y la paz. Construir la paz es difícil, pero vivir sin paz es un tormento"
Santísima Virgen de la Divina Providencia
Advocación Mariana, 19 de noviembre
Patrona de Puerto Rico
La devoción a la Virgen de la Divina Providencia se origina en el siglo XIII en Italia, de donde llegó poco tiempo después a España, en donde se construyó un santuario en Tarragona, Cataluña.Se dice que el nombre de Divina Providencia, le fue asignado a la Virgen por San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María, quien en una ocación en la que él y sus frailes no tenían nada que comer, invocó la protección de su Patrona, al poco tiempo se oyó toques en la puerta del convento encontrando al abrirla dos canastas llenas de alimentos.La imagen original venerada por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, es un hermoso óleo en el que aparece la Virgen con el Divino Niño dormido plácidamente en sus brazos. Se cuenta que el título "de la Divina Providencia", se debe a San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María, quien al invocar la protección de la Virgen un día en que sus frailes no tenían nada que comer, encontró a la puerta del convento dos cestas repletas de alimentos sin que se pudiese conocer su procedencia.La imagen mandada a hacer por Don Gil Esteve fue tallada en Barcelona según el gusto de la época. Es una hermosa imagen sentada, "de ropaje, (es decir, hecha para ser vestida), y estuvo expuesta al culto en la catedral durante 67 años, hasta que en 1920 fue sustituida por otra magnífica talla, toda de madera, que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia más familiar y conocida por las comunidades puertorriqueñas.
María se inclina sobre el Niño, que en total actitud de confianza duerme plácidamente en su regazo. Las manos de la Virgen se unen en oración mientras sostiene suavemente la mano izquierda del Divino Infante. El conjunto sugiere ternura, abandono, devoción y paz.
El Papa Pablo VI declaró a Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, como patrona principal de la isla de Puerto Rico mediante un decreto firmado el 19 de noviembre de 1969. En ese documento se decretó también que la solemnidad de la Virgen debía trasladarse del dos de enero, aniversario de su llegada a la isla, al 19 de noviembre, día en que fue descubierta la isla de Borinquen. Se quiso unir así los dos grandes afectos de los puertorriqueños; el amor por su preciosa isla y el amor por la Madre de Dios.
La talla más antigua, que data del 1853, fue la elegida para ser coronada solemnemente durante la reunión del Consejo Episcopal Latino Americano celebrada en San Juan de Puerto Rico el 5 de noviembre de 1976. La víspera del acontecimiento esta imagen fue vilmente quemada en la Parroquia de Santa Teresita de Santurce. Pero eso no detuvo la solemne coronación, que ocurrió en medio de la emoción y las lágrimas de millares de sus hijos y la presencia de cardenales, arzobispos y obispos venidos de toda Latinoamérica. La imagen quemada fue enviada a España para ser restaurada. Actualmente espera la construcción del proyectado gran santuario nacional para ser allí colocada
La imagen quemada fue enviada a España para ser restaurada. Actualmente espera la construcción del proyectado gran santuario nacional para ser allí colocada