Yo os doy la vida eterna
- 12 Mayo 2019
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Pancracio, Santo
Mártir, 12 de Mayo
Mártir Adolescente
Martirologio Romano: San Pancracio, mártir, que, según la tradición, murió en Roma, en plena adolescencia por su fe en Cristo, siendo sepultado en la vía Aurelia, a dos miliarios de la Urbe. El papa san Símaco levantó una célebre basílica sobre su sepulcro y el papa san Gregorio I Magno convocaba a menudo al pueblo en torno al mismo sepulcro, para que recibieran el testimonio del verdadero amor cristiano. En este día se conmemora la sepultura de este mártir romano (s. IV in.).
Etimológicamente: Pancracio = Aquel que es totalmente fuerte, es de origen griego.
Breve Biografía
Huérfano de 14 años traído a Roma por su tío. Se convirtió a la fe y fue martirizado al día siguiente de su bautismo, rechazando premios y ayudas para el futuro si renegaba de su fe. Luego de dar las gracias a sus verdugos, no dudó en sacrificar su juventud para mantenerse fiel a Cristo.
Nacido en Frigia, provincia romana del Asia Menor. Su padre era un noble pagano llamado Cleonio que falleció cuando el niño tenía siete años. Pancracio fue a vivir con su tío paterno, Dionisio, quien fue un excelente modelo. Se trasladaron a Roma cuando el niño tenía diez años.
Dionisio y Pancracio tienen un criado cristiano que los evangeliza y los pone en contacto con el Papa. Así conocen a fondo el cristianismo y se convierten. Fueron bautizados y recibieron la comunión. Enseguida se despojaron de muchas posesiones en favor de los pobres.
El emperador Diocleciano, decretó una persecución (la última del imperio romano) contra el Cristianismo. Al poco tiempo Pancracio fue denunciado al emperador, quien conocía a su difunto padre. Le dijeron "El hijo de Cleonio de Frigia se ha hecho cristiano y está distribuyendo sus haciendas entre viles personas; además, blasfema horriblemente contra nuestros dioses".
Diocleciano mando llamar a Pancracio y conversó largo tiempo con el, tratando de persuadirlo a que renunciase a Jesucristo. Al no lograrlo le condenó a muerte. En el lugar del martirio Pancracio se arrodilló, levantó los ojos y las manos al cielo, dando gracias al Señor porque había llegado a ese momento. Le cortaron la cabeza. Por la noche una noble señora, llamada Octavila, hizo recoger su cuerpo, lo embalsamó, lo amortajó con un lienzo precioso e hizo que lo entierren en un sepulcro nuevo, cerca del lugar del martirio.
El Papa Vitaliano envió sus reliquias desde el cementerio de Calepodius en Roma a Inglaterra para evangelizar y para instalar en los altares. San Agustín de Canterbury dedicó la primera Iglesia de Inglaterra a San Pancracio.
Es titular de una Basílica romana. Aquí los que habían sido bautizados el Sábado de Gloria dejaban sus vestidos blancos en el domingo octava de la Resurrección (llamado Dominica in Albis). Era un acto conclusivo de la Pascua. Sobre la tumba de San Pancrasio renovaban el juramento de fidelidad a Jesucristo. Desde entonces ha sido un santo muy amado, protector de inocentes y de las víctimas de la perjurio.
Patrón contra falsos testimonios, contra perjurio, juramentos, tratados, dolores de cabeza y calambres.
ORACIÓN
Glorioso mártir de Jesucristo,
amable protector mío, San Pancracio,
ya que el Señor escucha tan favorablemente tus ruegos,
ayudando espiritual y temporalmente
a los que piden sus gracias por tu intercesión,
atiende la petición que,
con humilde confianza en la bondad de Dios
y apoyado en tu poderoso valimiento,
elevo al cielo en mi presente necesidad.
(Aquí hágase la petición que se desea conseguir del Santo.)
Ya que tu grande amor a Dios
te animó a ofrecer la vida en testimonio de la fe,
obten para mí este mismo amor y esta
fortaleza en la práctica y en la confesión de la fe.
Para alcanzar tu continua protección sobre mí
y sobre mi familia,
te ofrezco ser fiel en el cumplimiento de la ley de Dios
y en los deberes de mi estado,
y procuraré agradarte con la frecuente recepción de los santos Sacramentos.
Sirviendo a Dios y ayudado por ti,
espero gozar de tu compañía en el cielo.
Amén.
Santo Evangelio según San Juan 10, 27-30. Domingo IV (C) de Pascua
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Que en esta recta final de la Pascua pueda yo, Señor, continuar amándote con mi pequeña entrega de amor. Especialmente ahora, que me dispongo para hablar contigo, concédeme la gracia de no desear nada más que encontrarte a Ti… Tan solo eso me basta.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 10, 27-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Aunque cortos y veloces, estos fragmentos evangélicos llevan consigo tal densidad de lo que es nuestra fe cristiana, que jamás comentario o interpretación alguna logrará cubrir su infinita profundidad, porque es una cuestión entre Dios y yo...
Tan solo miremos dentro de nosotros mismos y contemplemos: Cristo es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas... ya es decir mucho que un hombre pueda dar la vida por un simple animal, pues demuestra un amor enorme. Si de este modo nos ama Jesús, que es Dios y hombre, ¿por qué no pensar más seguido en el amor con el que nos ama el Padre?... «Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre».
¿Puede alguien conocer exactamente cómo es en realidad la relación que yo tengo con Dios? ¿Sería acaso capaz de describir cuánto me ama a MÍ? ... Él nos ama a cada uno con entrega especial, y yo también puedo amarle de modo especial, de una forma totalmente diferente respecto a nuestro afecto hacia las personas, por más cercanas que éstas sean.
La resurrección de Jesucristo será siempre el vivo recuerdo del amor de Dios por nosotros, el recuerdo perenne de que Él venció a la muerte, destino que tendríamos si el pecado continuase encadenado a nosotros... con Cristo, nuestras únicas cadenas son las del amor.
«Jesús sana siendo un pastor que da vida. Dando su vida por nosotros. Jesús le dice a cada uno: “tu vida es tan valiosa para mí, que para salvarla yo doy todo de mí mismo”. Es precisamente esta ofrenda de vida lo que lo hace el buen Pastor por excelencia, el que sana, el que nos permite vivir una vida bella y fructífera. La segunda parte de la misma página evangélica nos dice en qué condiciones Jesús puede sanarnos y puede hacer nuestra vida bella y fecunda: “Yo soy el buen pastor, —dice Jesús— conozco a mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco al Padre”. Jesús no habla de un conocimiento intelectual, sino de una relación personal, de predilección, de ternura mutua, un reflejo de la misma relación íntima de amor entre Él y el Padre. Esta es la actitud a través de la cual se realiza una relación viva y personal con Jesús: dejándonos conocer por Él. No cerrándonos en nosotros mismos, abrirse al Señor, para que Él me conozca. Él está atento a cada uno de nosotros, conoce nuestro corazón profundamente: conoce nuestras fortalezas y nuestras debilidades, los proyectos que hemos logrado y las esperanzas que fueron decepcionadas.»
(Homilía de S.S. Francisco, 22 de abril de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Poner especial atención a los signos de amor de Dios en este día.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dios Existe y yo lo Encontré
La Experiencia de Dios es algo Personal
La libertad del hombre, y su experiencia de Dios, es única y personal. Cada hombre pasa por esta tierra, y cada uno, en algún momento, se ha tenido que cuestionar sobre la existencia de Dios, sobre su actuación en el mundo, en su vida, en su alrededor; unos han encontrado la respuesta, otros, por su modo de actuar, han optado por rechazar a Dios; a otros no les gusta que nadie rija sus vidas y les ponga límites, etc. La experiencia de Dios es algo tan personal, pero al mismo tiempo tan necesaria, pues por ella encontraremos sentido no solo a la vida, sino a tantas situaciones que tendremos que enfrentar. Te comparto esta reflexión esperando sea de ayuda para fortalecer tu fe en Él.
Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y entabló una conversación con la persona que le atendió. De pronto, tocaron el tema de Dios.
El barbero dijo: “Yo no creo que Dios exista, como usted dice”.
“¿Por qué dice usted eso?” -preguntó el cliente.
“Es muy fácil, al salir a la calle se da cuenta de que Dios no existe; o dígame, acaso si Dios existiera, ¿habría tantos enfermos?, ¿habría niños abandonados? Si Dios existiera, no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad. No puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas” –respondió el barbero.
El cliente se quedó pensando y no quiso responder para evitar una discusión.
Al terminar su trabajo, el cliente salió del negocio y vio a un hombre con la barba y el cabello largo. Entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero:
“¿Sabe una cosa? Los barberos no existen”.
“¿Cómo? Si aquí estoy yo” –replicó el barbero.
“!No...!” -dijo el cliente, “no existen. Si existieran, no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre”.
“Los barberos sí existen”, -respondió el barbero, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mí”.
“!Exacto...!” -dijo el cliente. “Ese es el punto. Dios si existe, lo que pasa es que las personas no van hacia Él y no lo buscan, por eso hay tanto dolor y miseria”.
Vivimos en un mundo incierto, porque el hombre ha preferido tomar el rumbo incierto de creerse autosuficiente, independiente, sin necesidad de Dios; ha preferido ser faro para sí mismo y brújula de sus propios pasos; en su actuar, ha dejado de lado al único que le puede dar la seguridad y la certeza en su caminar, DIOS. Ha roto con la armonía de la naturaleza, se ha empeñado en darle valor a las cosas que pasan y que son como oropeles, que brillan sin tener ningún valor ni sentido de trascendencia.
Vivir sin Dios es vivir a la deriva, es vivir expuestos a injusticias, corrupción y violencia, es escoger el camino del mal, donde está Dios no puede haber esto.
Vivir sin Dios, es exponernos a vivir con los criterios del mundo, con las seguridades humanas que son caducas, insuficientes, pasajeras y superficiales.
Vivir sin Dios, es enfrascarse en lo inmediato y perder el horizonte de lo Bueno, Bello y Verdadero.
Vivir sin Dios, es vivir sin Esperanza, es perder la visión de la Vida Eterna; cuando pierdo la seguridad y la claridad de mi futuro, mi presente se convierte en un presente incierto.
Vivir sin Dios, es creer que no hay solución ante los problemas, o pensar que yo solo los puedo solucionar.
Vivir sin Dios, es ver sufrir al hombre en su soledad, en su enojo con la vida, en el vacío de su existencia, con ira, resentimientos, buscando llenarse con una felicidad momentánea que cuando pasa lo deja más triste y herido
Llegar a conocer a Dios, al Dios verdadero, eso es lo que significa recibir esperanza, el encuentro con el Dios Vivo. Y Con Él se superan todos los miedos, dudas, temores y desesperanzas. La esperanza no es algo, sino Alguien: no se fundamenta en lo que pasa, sino en Dios que se entrega para siempre. Esta es la ESPERANZA QUE NOS SALVA, y que tú y yo necesitamos descubrir.
La Virgen de Fátima: Señora más brillante que el sol
13 de mayo, festividad de la Virgen de Fátima
Por: Jesús Martí Ballester | Fuente: Catholic.net
El 13 de mayo de 1981, festividad de la Virgen de Fátima, el Papa Juan Pablo II sufrió un atentado en Roma. Desde entonces la imagen de la Virgen de Fátima tiene en su corona la bala que fue extraída del vientre de Juan Pablo II. El 13 de junio de 1994 el Papa, reunido en Roma con los Cardenales de todo el mundo, dijo: «A mí se me ha dado comprender, de modo especial, el mensaje de la Virgen de Fátima; la primera vez el 13 de mayo de 1981 en el momento del atentado a la vida del Papa, y después de nuevo hacia final de la década de los ochenta con ocasión del hundimiento del comunismo en los países del bloque soviético. Pienso que se trata de una experiencia bastante transparente para todos».
SE CUMPLEN LAS PROFECIAS
Hemos contemplado estos últimos años el desmantelamiento imprevisto del marxismo en los países del Este europeo, sojuzgados por él durante 73 años. Se ha cumplido hasta el último ápice la profecía de la Señora de Fátima: Rusia se convertirá. Por fin mi Corazón Inmaculado triunfará. Hay que entender la conversión de Rusia, en su carácter de atea y beligerante contra Dios y la religión, no en una conversión individual de cada persona, que esa no se da ni en Roma.
El caso es que aparte de la apertura de los templos y catedrales, hay datos significativos como el de la felicitación de Vladimir Putin, recién elegido Presidente de Rusia, al archimandrita Ioann Krestyankin, quien el 11 de abril de 2000, se encontró con la sorpresa de recibir una expresiva carta del presidente, en su noventa cumpleaños. El archimandrita Ioann, monje en el Monasterio de las Cuevas Pskov, cercano a la frontera con Estonia, atrae la devoción de muchos ortodoxos que lo consideran un monje que ha recibido el don del discernimiento espiritual. «Su vida -dice el presidente Putin en su carta- es un ejemplo de una gran y auténtica actividad y un sincero servicio a la Iglesia Ortodoxa Rusa, de un esfuerzo por reforzar la fe y el espíritu de nuestro pueblo». «Todos los rusos ortodoxos-añade- le conocen y le aman. Seguramente gracias a maestros como usted, Rusia está retornando a sus raíces espirituales y morales». El ha sobrevivido a la represión comunista contra la Iglesia y a los rigores de la vida ascética, como subraya Putin. Es la primera vez en su vida que los medios de comunicación rusos se ocupan de él.
El mensaje de felicitacón de Putin es un hecho extraordinario, pues desde el zar Alejandro III y Nicolás II, que felicitaron al santo Ioann de Kronshtadt, que murió en 1908, ningún «starets» había recibido una felicitación oficial. El monasterio del archimandrita Joann, ha sido el centro espiritual de la vida ortodoxa no oficial en la URSS. Hasta su anexión a la Unión Soviética, en 1940, pertenecía al territorio de Estonia, y permaneció abierto durante el período comunista. El archimandrita Ioann dio su bendición a todos aquellos que preferían la tortura, la privación y los campos de trabajos forzados, a la sumisión a las autoridades ateas.
RUSIA. EL MARXISMO
En el año 1917 se implantó en Rusia la dictadura del marxismo materialista y ateo de carácter estatal. Lenín y Trostki pensaban y ambicionaban dominar el mundo formando un supremo estado totalitario y ateo. Caída Rusia en sus garras, su plan se dirigía a conquistar España y Portugal para, desde allí, dominar toda Europa. El año anterior, 1916, Dios comenzó también a trazar su estrategia. Y así como para la Encarnación envió a un ángel, para anunciar este plan envió a Aljustrel, en Fátima, al Ángel de Portugal, para preparar a los instrumentos de sus planes, que eran tres humildes pastorcitos, Jacinta, Francisco y Lucía, de 7, 8, y 10 años. Cuando nació Jesús, ¿a qué reyes famosos suscitó el Señor, para que le adorasen? Es el mismo Evangelio quien nos responde: «Había en la región unos pastores...» (Lc 2, 8).
LOS PEQUEÑOS
Fátima, 1917. Cristo quiere enviar a su Madre para dar un mensaje al mundo. ¿Quién lo recibirá? El plan de Dios sobre los hombres no ha variado: «Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y discretos y las revelaste a los pequeñuelos» (Mt 11,25). Lucía, la mayor, diez años, es la última de los seis hijos de Antonio y Maria Rosa dos Santos. Francisco, primo de Lucía, nueve años, es hijo de Pedro Marto y Olimpia de Jesús. Jacinta, siete años, hermana de Francisco, son los más pequeños de once hermanos. No son santos de leyenda: en su nacimiento ni hubo voces ni señales misteriosas, ni amor a la soledad, ni seriedad impropia de la niñez. Niños sanos y robustos, crecidos en el campo, eran poco inclinados a visiones enfermizas. Tímidos y alegres, como hijos del pueblo humilde. Ninguno de los tres sabía leer ni escribir. Carecen de malicia, son puros y sencillos de corazón. Con la franqueza y la confianza de la niñez: «¿De qué país es usted?», le preguntarán a la visión celeste. Obedientes y amantes de sus padres: sólo una fuerza sobrenatural podrá atraer a Lucía hacia el prado de las apariciones, contra la prohibición de su madre. Tienen sus defectos. Como todos los niños, son naturalmente inclinados al egoísmo y a la comodidad. Ninguno de ellos ha nacido santo. Francisco revela siempre un carácter varonil, muy fuerte, en ocasiones violento. Jacinta, la pequeña de la casa, está acostumbrada a los mimos y pequeños caprichos de niña consentida.
RELATO DE SOR LUCÍA AL OBISPO DE LEIRÍA
Entrevistaron a Sor Lucía dos Cardenales y le preguntaron: —Hay muchos libros sobre Fátima. ¿Cuál recomienda como el más auténtico? ¿Sus propias memorias?—Sí, hay muchos libros. Yo no los tengo todos: Mis memorias continúan siendo el libro más correcto, a pesar de contener algunos errores de fechas y lugares, porque originalmente, no tenía la intención de que las memorias fueran publicadas. Voy a seguir pues el relato de Lucía, que después de muertos los dos videntes más niños, Lucía, carmelita ya en Coimbra, presentó a petición del Obispo de Leiría, Don Alberto Cosme do Ameral, una Relación. Las memorias de Sor Lucía son el relato más correcto y auténtico de las apariciones de Fátima:
UN ANGEL PRECURSOR PREPARA A LOS TRES PASTORCITOS.
Primera aparición: «Soy el Ángel de la Paz».
En el verano de 1916, en la semicueva del Cabeço. «Soy el Ángel de la Paz», les saludó, y después rezó con ellos: «Dios mió, creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman».
Me parece, dice Lucía, que el ángel se nos apareció por primera vez, en la primavera de 1916, en nuestra Loca de Cabeço. Subimos la pendiente en busca de abrigo, y después de merendar y rezar allí, comenzamos viendo sobre los árboles que se extendían en dirección al oriente, una luz más blanca que la nieve, en forma de un joven transparente más brillante que un cristal herido por los rayos del sol. Estábamos sorprendidos y medio absortos. No decíamos ni una sola palabra. Al llegar junto a nosotros, dijo:—¡No temáis! Soy el Ángel de la paz. Orad conmigo. Y arrodillándose en tierra inclinó la frente hasta el suelo. Le imitamos y repetimos las palabras que le oímos pronunciar: —Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran no esperan y no te aman. Después de repetir esto por tres veces, se levantó y dijo: — ¡Orad así! Los Corazones de Jesús y de María están atentos a la voz de vuestras súplicas. Y desapareció. La atmósfera de lo sobrenatural que nos envolvía, era tan intensa que casi no nos dábamos cuenta de la propia existencia, permaneciendo en la posición en que el ángel nos había dejado, repitiendo siempre la misma oración. La presencia de Dios se sentía tan inmensa e íntima que no nos atrevíamos a hablar. El día siguiente todavía sentíamos el espíritu envuelto en esa atmósfera que sólo muy lentamente fue desapareciendo.
ERA UNA SEÑORA MÁS BRILLANTE QUE EL SOL.
15. Día 13 de mayo de 1917. Primera aparición de la Virgen.
En Cova de Iría, a tres kilómetros de Fátima, el 13 de mayo de 1917. La Señora parecía tener entre 15 y 18 años; llevaba un vestido blanco hasta los pies, cerrado el cuello con un cordón de oro; un manto blanco la cubría desde la cabeza; las manos juntas y un rosario entre ellas...«Ni triste, ni alegre, sino seria». La Señora busca víctimas. Una vez prometido el cielo a los tres pequeños, les dijo: « ¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todo el sufrimiento que a El plazca enviaros como un acto de reparación, por todos los pecados con los que El es ofendido y para pedir por la conversión de los pecadores?». —Sí, queremos.
Cuenta Lucía: Estando jugando con Jacinta y Francisco, en lo alto de la pendiente de Cova de Iría, haciendo una pared alrededor de una mata, vimos de repente algo como un relámpago. —Es mejor que nos vayamos a casa —dije a mis primos—, está relampagueando; puede haber tormenta. —Pues, si. Y comenzamos a bajar la cuesta, llevando las ovejas hacia la carretera.
Al llegar a la mitad de la pendiente, muy cerca de una encina grande, vimos otro relámpago, y habiendo dado algunos pasos adelante, vimos sobre una encina una Señora, vestida toda de blanco, más brillante que el sol, esparciendo luz más clara e intensa que un vaso de cristal lleno de agua cristalina, atravesado por los rayos del sol más ardiente. Nos paramos sorprendidos por la Aparición. Estuvimos tan cerca que nos quedamos dentro de la luz que la rodeaba o que Ella esparcía. Tal vez a metro y medio de distancia, más o menos. Entonces Nuestra Señora nos dijo: —1No tengáis miedo! No os quiero hacer ningún mal.—¿De dónde es Vd? —le pregunté.—Soy del Cielo. —¿Y qué es lo Vd. quiere?—Vengo a pediros que vengáis aquí seis meses seguidos, el día 13, a esta misma hora. Después os diré quién soy y qué quiero. Después volveré aquí otra vez.—Y ¿yo también iré al Cielo?—Sí, irás. —Y ¿Jacinta? -También.—Y ¿Francisco? También; pero tiene que rezar muchos rosarios.
¿QUERÉIS OFRECEROS A DIOS PARA SUFRIR LO QUE OS ENVIE?
En reparación de los pecados con que El es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?—Sí, queremos. -Tendréis que sufrir mucho, pero la gracia de Dios os dará fuerza. Al decir estas últimas palabras abrió por primera vez las manos comunicándoles una luz tan intensa como reflejo que de ellas despedía, que penetraba en el pecho y en lo más íntimo del alma, haciéndonos vernos a nosotros mismos en Dios, más claramente que nos vemos en el mejor de los espejos. Entonces por impulso íntimo, caímos de rodillas y repetíamos íntimamente: “Oh Santísima Trinidad, yo te adoro, Dios mío; yo te amo en el Santísimo Sacramento. Pasados los primeros momentos, Nuestra Señora añadió: —Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz en el mundo y el fin de la guerra. En seguida comenzó a elevarse serenamente, hasta desaparecer en la inmensidad del espacio. La luz que la circundaba parecía que abría el camino a través de los astros. Los relámpagos no eran propiamente relámpagos, sino el reflejo de una luz que se aproximaba. Al ver esta luz decíamos a veces que veíamos venir a Nuestra Señora; pero a Nuestra Señora propiamente sólo la distinguíamos en esa luz cuando estaba ya sobre la encina.
LA VISIÓN DEL INFIERNO
Francisco y Jacinta tuvieron sendas visiones sobre el Papa. Francisco le vio llorando y a la multitud tirándole piedras e insultándole. Jacinta, rezando con mucha gente ante una imagen del Corazón de María.
Hasta 25 años más tarde no se conoció el contenido de la aparición con la visión del infierno. La Señora abrió las manos como en los meses pasados. El reflejo parecía penetrar en la tierra, y vimos como un mar de fuego: sumergidos en este fuego a los demonios y a las almas, como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana, que fluctuaban en el incendio, llevadas por las llamas que salían de las mismas juntamente con nubes de humo, cayendo hacia todos los lados, semejante al caer de pavesas en los grandes incendios, sin peso ni equilibrio, entre gritos y gemidos de dolor y desesperación, que horrorizaban y hacían estremecer de pavor.
A la vista de esto di aquel “ay”, que dicen haberme oído. Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes como negros carbones en brasa. Asustados y como para pedir socorro, levantamos la vista hacia Nuestra Señora que nos dijo entre bondad y tristeza:—Habéis visto el infierno, adonde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacéis lo que os digo se salvarán muchas almas y habrá paz. La guerra va a terminar. Pero si no dejan de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando viereis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, del hambre y de persecuciones de la Iglesia y del Santo Padre.—Para impedirlo, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados.
Si se atienden mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz. Si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia. Los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá y será concedido al mundo algún tiempo de paz. Esto no lo digáis a nadie. A Francisco sí, se lo podéis decir
LA SEÑAL CELESTIAL.
Día 13 de octubre de 1917. 70.000 personas venidas desde todos los puntos de Portugal
Salimos de casa temprano. Había masas de gente. Caía una lluvia torrencial. Mi madre, temiendo que fuese aquel el último día de mi vida, con el corazón partido por la incertidumbre de lo que iba a suceder, quiso acompañarme. Por el camino se repetían las escenas del mes pasado, más numerosas y conmovedoras. Ni el lodo en los caminos impedía a esa gente arrodillarse en la actitud más humilde y suplicante. Pedí a la gente que cerrase los paraguas para rezar el rosario. Poco después vimos el reflejo de la luz y en seguida a Nuestra Señora sobre la encina.—¿Qué es lo que usted quiere?—Quiero decirte que hagan aquí una capilla en honor mío; que soy la Señora del Rosario; que continúen siempre rezando el rosario todos los días. La guerra va a acabar, y los militares volverán en breve a sus casas. Es necesario que se enmienden; que pidan perdón de sus pecados; —y tomando un aspecto más triste—, No ofendan más a Dios Nuestro Señor que está ya muy ofendido. Y abriendo las manos, las hizo reflejarse en el sol. Y mientras se elevaba, continuaba el reflejo de su propia luz proyectándose en el sol.
LA DANZA DEL SOL
El sol giró rápidamente como una gigantesca rueda de fuego. Se detuvo un momento, y giró de nuevo con una velocidad vertiginosa, irradiando haces de llamas rojo sangre. Finalmente, la esfera ígnea, pareció temblar, estremecerse y después arrojarse precipitadamente en ingente zigzag hacia la multitud. Al principio se oyó un tremendo grito de terror: “¡Señor, sálvanos!”. Cuando el sol se normalizó, resonó otra exclamación de asombro y alegría: ¡Milagro!... He aquí a María, enfrentada con el poder de las tinieblas, en una lucha cuyos triunfos y derrotas están condicionadas a nuestra conversión y arrepentimiento.
He aquí, señor Obispo, la Historia de las Apariciones de Nuestra Señora en Cova de Iría en 1917. "¿Quién es ésta que se asoma como el alba, hermosa como la luna y límpida como el sol, terrible como escuadrón a banderas desplegadas? Cantares 6,10. "Arrepentíos, que ya llega el reinado de Dios" Mateo 3,2."Velad y orad para no caer en la tentación. El espíritu está pronto, pero la carne es débil" Mateo 26,41
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Ordenaciones Sacerdotales En San Pedro, 12 De Mayo De 2019 © Vatican Media
Ordenaciones en San Pedro: buscando agradar a Dios, el secreto de la alegría sacerdotal
Homilía del Papa Francisco
MAYO 12, 2019 12:46 RAQUEL ANILLOPAPA
FRANCISCO, ROMA, UNCATEGORIZED
(ZENIT – 12 mayo 2019).- “La alegría sacerdotal se encuentra solo en este camino, buscando agradar a Dios que nos ha elegido”, dijo el Papa Francisco a los nuevos sacerdotes que ordenó el 12 de mayo de 2019, en la Basílica de San Pedro.
El obispo de Roma confirió el sacramento del orden a 19 diáconos en este domingo del “Buen Pastor” y 56 ° Día Mundial de Oración por las Vocaciones. Los nuevos sacerdotes proceden de diversas nacionalidades: Austria, Perú, Italia. El más joven tiene 27 años y el más mayor tiene 46 años.
El sacerdocio, les dijo, “no es una asociación cultural, no es una sindicato”. Ustedes serán participantes en el ministerio de Cristo. También los alentó a ser “hombres de oración, hombres de sacrificio” y no a cansarse de ser misericordiosos.
Esta es la homilía que pronunció durante la celebración, sacada en gran parte del ritual romano para la ordenación sacerdotal.
AK
Homilía del Santo Padre
¡Queridos hermanos y hermanas!
Estos hijos nuestros han sido llamados a la orden de los presbíteros y es necesario reflexionar con atención a qué ministerio acceden en la Iglesia. Como bien saben hermanos el Señor Jesús es el único Sumo Sacerdote del Nuevo Testamento, aunque en verdad de todo el pueblo santo de Dios que ha sido constituido Sacerdocio Real en Cristo. sin embargo el Gran Sacerdote Jesucristo eligió algunos sacerdotes para que desempeñasen en la Iglesia en su nombre el oficio sacerdotal para bien de todos los hombres, así para que pueda continuar con su misión de Maestro, sacerdote y Pastor.
De hecho, él mismo fue enviado por el Padre, a su vez, él envió a los apóstoles en el mundo para continuar sin interrupción su obra, luego a los obispos y sus sucesores, los presbíteros sus colaboradores con quienes unidos en el ministerio sacerdotal han sido llamados al servicio del Pueblo de Dios.
Después de muchos años de reflexión, reflexión de los superiores, reflexión personal, de aquellos que los han acompañado en este camino, hoy se presentan aquí para que se les confiera el Orden Sacerdotal, ellos serán configurados a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, serán consagrados como verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento y con este título se reúnen y se unen a los obispos en el Orden Sacerdotal, serán Pastores del Pueblo de Dios, dispensarán el culto, especialmente el sacrificio del Señor, es decir, la Eucaristía.
En cuantos a ustedes hermanos queridos, están por ser promovidos al Orden Presbiterial, consideren que ejercitando el ministerio de la Sagrada Doctrina, serán partícipes de la misión de Cristo, como Maestro. Esta no es una asociación cultural, no es un sindicato, no, ustedes serán partícipes del Ministerio y del Misterio de Cristo. Dispensen a todos esa palabra que ustedes mismos han recibido de Cristo, por esto, lean y mediten frecuentemente la Palabra del Señor, porque para creer lo que han leído y enseñar lo que han aprendido y vivir lo que han enseñado. Jamás se puede hacer una homilía, una predicación sin mucha oración, con la Biblia en la mano, no se olviden de esto, que sea de alimento al Pueblo de Dios vuestra doctrina unida a la oración será muy fecunda, que sea de alegría y gozo para los fieles, el perfume de su vida, hombres de oración, hombres de sacrificio, porque con la palabra y el ejemplo, edifican la casa de Dios, la Iglesia y ustedes continuarán así la obra salvadora de Cristo. Mediante vuestro ministerio y el sacrificio espiritual de los fieles, se unen al sacrificio de Cristo y por sus manos en nombre de toda la Iglesia les es ofrecido el sacrificio cruento en el altar de los sagrados misterios. Estén atentos a la celebración de la Eucaristía, reconozcan ustedes entonces lo que hacen, imiten lo que celebren porque participando en el misterio de la muerte y resurrección del Señor, puedan llevar la muerte de Cristo a sus miembros puedan cambiar de vida.
El Señor nos ha querido salvar gratuitamente, él mismo nos han dicho: “den gratis lo que gratis han recibido”.La celebración de la Eucaristía es lo máximo de la gratuidad del Señor, por favor, no la ensucien con intereses mezquinos.
Por el bautismo agregarán nuevos fieles al Pueblo de Dios, con el sacramento de la Penitencia darán el perdón de Cristo, de la Iglesia y por favor les pido, no se cansen de ser misericordiosos, misericordiosos, como el Padre, como Jesús ha sido misericordioso con todos nosotros. Con el Óleo Santo, darán alivio a los enfermos. Pierdan el tiempo visitando a los enfermos. Al celebrar los ritos sagrados y elevar la oración de alabanza y súplica en diferentes momentos del día, se convertirán en la voz del Pueblo de Dios y de toda la humanidad.
Conscientes de haber sido elegidos entre los hombres y constituidos en su favor para ocuparos en las cosas de Dios, ejerciten con alegría y sincera caridad la obra sacerdotal de Cristo, buscando solo agradar a Dios y no a ustedes mismos. La alegría sacerdotal está solo en este camino, buscando agradar a Dios que nos ha elegido. Finalmente, al participar en la misión de Cristo, Jefe y Pastor, en comunión filial con su obispo, comproméntanse a unir a los fieles en una sola familia. Aquí están las proximidades propias de los sacerdotes: próximos de Dios en oración, próximos del obispo que es vuestro padre, próximos del presbiterio, de otros sacerdotes, como hermanos, sin decirse una palabra, y cerca del Pueblo de Dios. Siempre tengan en sus ojos el ejemplo del Buen Pastor, que no vino para ser servido, sino para servir y para buscar y salvar lo que se perdió.
MAYO 12, 2019 12:46 PAPA FRANCISCO, ROMA, UNCATEGORIZED
FELIZ DIA DE LAS MADRES EN LA UNION DE LAS MADRES CON LA VIRGEN SANTA MARIA
DESEANDO QUE EN SUS CORAZONES BRILLE TODO EL AMOR POR SU GRAN DIGNIDAD
HECHA DE BENDICIONES Y DE DULCE TERNURA CON AMOR DE DIOS Y DE PATRIA.
LLENE SUS VIDAS DE TODA LA FUERZA Y EL GOZO DE SER PORTADORAS DE AMOR Y
DE LA GRANDEZA DE DAR AL MUNDO NUEVOS HIJOS E HIJAS PARA SERVIR AL SEÑOR
MUCHAS FELICIDADES A TODAS LAS SISTERS Y LAS MAMAS CON AMOR.
Regina Coeli Desde El 12 De Mayo De 2019, Captura De Medios Del Vaticano
Día de las vocaciones: Seguir a Jesús es “un riesgo”, se necesita “coraje”
El Papa invita a orar por los sacerdotes y consagrados
MAYO 12, 2019 17:08 ANNE KURIANANGELUS Y REGINA COELI
(ZENIT – 12 mayo 2019).- “Seguir a Jesús siempre es un riesgo”, se necesita “coraje”, subrayó el Papa Francisco durante el Regina Coeli de este domingo, 12 de mayo de 2019, domingo del “Buen Pastor” y el Día Mundial de Oración por las Vocaciones.
“En todas las comunidades, oramos en particular por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada”, dijo el Papa después de la oración mariana en la Plaza de San Pedro, refiriéndose al tema de este Día: “El coraje para arriesgarse. por la promesa de Dios”.
“Esta mañana, en la Basílica de San Pedro, tuve la alegría de ordenar a nuevos sacerdotes”, agregó: “Mientras saludo con afecto a los nuevos sacerdotes y sus familiares y amigos. Los invito a recordar a todos aquellos a quienes el Señor sigue llamando por su nombre, como lo hizo una vez con los Apóstoles en la orilla del lago de Galilea, para convertirse en “pescadores de hombres”.
Dos de los diecinueve sacerdotes que el Papa acababa de ordenar lo rodeaban, sonrientes, para bendiciones y saludos finales.
Regina Coeli: “Viviendo una vida plena”
Palabras del Papa antes de la oración mariana
MAYO 12, 2019 14:18
(ZENIT – 12 mayo 2019).- Jesús “nos ofrece la oportunidad de vivir una vida plena sin fin”, dijo el Papa Francisco al celebrar la oración de Regina Coeli el 12 de mayo de 2019, el cuarto domingo de Pascua, llamado “Domingo del Buen Pastor”.
Escuchar y reconocer la voz de Dios “implica una intimidad con Él, que se consolida en la oración, en el encuentro sincero de corazón a corazón con el Divino Maestro y Pastor de nuestras almas”, dijo, al presentar la oración mariana en la plaza San Pedro.
El Papa nos invitó a salir “del laberinto de caminos erróneos”, a abandonar “el comportamiento egoísta”, a “emprender los nuevos caminos de la fraternidad y el don de nosotros mismos, a su imitación”.
Aquí está nuestra traducción de su meditación.
Palabras del Papa Francisco antes Regina Coeli
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En el Evangelio de hoy (ver Jn 10.27-30), Jesús se presenta a sí mismo como el verdadero Pastor del Pueblo de Dios. Habla de la relación que lo une a las ovejas de la grey, es decir a sus discípulos, e insiste en el hecho que es una relación de conocimiento recíproco. «Mis ovejas – dice él – escuchan mi voz y yo las conozco y ellas me siguen, yo les doy a ellas la vida eterna y no se perderán “(vv. 27-28). Leyendo atentamente esta frase, vemos que la obra de Jesús se expresa en algunas acciones: Él habla, Jesús conoce, Jesús da la vida eterna, Jesús custodia.
El Buen Pastor, Jesús, está atento a cada uno de nosotros, nos busca y nos ama, dirigiéndonos su palabra, conociendo en profundidad nuestro corazón, nuestros deseos y nuestras esperanzas, como también nuestros fracasos y nuestras decepciones. Nos acoge y nos ama como somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes. Para cada uno de nosotros, Él “da la vida eterna”: es decir, nos ofrece la posibilidad de vivir una vida plena, sin fin. Además, nos cuida y guía con amor, ayudándonos a atravesar los senderos difíciles y los caminos muchas veces arriesgados que se presentan en el camino de la vida.
A los verbos y gestos que describen en el modo en el cual Jesús, el Buen Pastor, se relaciona con nosotros, hacen eco los verbos que se refieren a las ovejas: “escuchan mi voz”, “me siguen”. Son acciones que muestran cómo debemos corresponder a las actitudes tiernas del Señor. De hecho, escuchar y reconocer su voz implica intimidad con Él, que se fortalece en la oración, en el encuentro de corazón a corazón con el divino Maestro y Pastor de nuestras almas. Esta intimidad con Jesús fortalece en nosotros el deseo de seguirlo, saliendo del laberinto de caminos equivocados, abandonando las actitudes egoístas, para encaminarnos en el camino de la nueva fraternidad y del don de nosotros mismos, siguiendo la imitación de Jesús. No lo olvidemos, Jesús es el único Pastor que nos habla,nos conoce, nos da la vida eterna y nos custodia. Nosotros somos la única grey y tenemos que esforzarnos por escuchar la voz de Jesús, mientras que con amor, Él profundiza el amor de nuestro corazón y de este diálogo, de este coloquio, surge la alegría de seguirlo, dejándonos conducir a la plenitud de la Vida Eterna. Ahora nos dirigimos a María, Madre de Cristo, el Buen Pastor. Ella, que respondió con prontitud a la llamada de Dios, ayude de modo particular a todos aquellos que son llamados al sacerdocio y a la vida consagrada para acoger con alegría y disponibilidad la invitación de Cristo a ser sus colaboradores más directos en el anuncio del Evangelio y en el servicio del Reino de Dios en nuestro tiempo.