Ya no os llamo siervos, sino amigos
- 14 Junio 2019
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Metodio de Constantinopla, Santo
Patriarca, 14 de Junio
Patriarca de Constantinopla
Martirologio Romano: En Constantinopla, san Metodio, obispo, que, siendo monje, se dirigió a Roma, en el pontificado del papa Pascual I, para defender el culto de las sagradas imágenes y, elevado al episcopado, celebró solemnemente el triunfo de la fe ortodoxa. († 847)
Breve Biografía
Defensor de imágenes durante la segunda persecución iconoclasta, nació en Siracusa a finales del siglo octavo; murió en Constantinopla el 14 de Junio de 847.
Hijo de una rica familia, vino a Constantinopla cuando era joven intentando obtener un puesto en la corte. Pero un monje lo persuadió de que cambiara de intención y entrara a un monasterio. Bajo el emperador León V (El Armennio, 813-820) se inició la persecución iconoclasta por segunda vez.
Casi todos los monjes eran aguerridos defensores de las imágenes; Metodio permaneció del lado de su orden y se distinguió por su oposición al gobierno. En 815 el patriarca Nicéforo I (806-815) fue depuesto y exiliado por su resistencia a las leyes iconoclastas; en su lugar se impuso a Theodotus I (815-821). En ese mismo año Metodio fue a Roma, aparentemente enviado por el depuesto Patriarca, para reportar el asunto al Papa (Pascual I, 817-824).
Permaneció en Roma hasta que León V fue asesinado en 820 y sucedido por Miguel II (820-829). Esperando cosas mejores del nuevo emperador, Metodio regresó entonces a Constantinopla portando una carta en la que el Papa trataba de persuadir a Miguel de que cambiara la política del gobierno y reinstaurara al Patriarca Nicéforo. Pero Miguel solo aumentó la fiereza de la persecución. Tan pronto regresó a Constantinopla, hubo entregado la carta y exhortado al emperador a actuar de acuerdo a ella, fue severamente castigado (con 70 latigazos), llevado a la isla Antigoni en el Propontis, y ahí fue encarcelado en una tumba fuera de uso. La tumba había sido concebida como un edifico de cierto tamaño; Metodio vivió en ella siete años. En 828 Miguel II, no mucho tiempo antes de su muerte, mitigó la persecución y proclamó una amnistía general. Sacando ventaja de ello, Metodio salió de prisión y regresó a Constantinopla casi agotado por sus privaciones. Su espíritu no estaba roto y retomó la defensa de las imágenes con el mismo celo que antes
Miguel II fue sucedido por su hijo Teófilo (829-842), que causó la última y más fiera persecución de los veneradores de imágenes. Metodio resistió directamente al emperador y fue nuevamente azotado y encarcelado en palacio. Pero esa misma noche escapó ayudado por sus amigos de la ciudad, que lo escondieron en su casa y le vendaron las heridas. Por esta razón, el gobierno confiscó la casa. Pero viendo que Metodio no iba a ser doblegado por el castigo, el emperador trató de convencerlo con argumentos.
El resultado de su discusión fue que Metodio en cierto grado persuadió al emperador. De cualquier manera, hacia el final de su reinado, la persecución fue mitigada. Theophilus murió en 842 e inmediatamente cambió toda la situación. Su esposa Theodora llegó a ser regente para su hijo Miguel III (El Borracho, 842-867). Ella había sido siempre una secreta veneradora de imágenes y ahora que tenía el poder, inmediatamente empezó a restaurar imágenes, liberar los confesores prisioneros y a regresar todo a las condiciones del Segundo Concilio de Nicea (787).
El patriarca de Constantinopla, Juan VII (832-842), era un iconoclasta puesto por el gobierno y al persistir en su herejía, fue depuesto y Metodio fue hecho patriarca en su lugar (842-847). Metodio ayudó entonces a la emperadora-regente en su restauración. Convocó un sínodo en Constantinopla (842) que aprobó la deposición de Juan VII y de su sucesión. No tuvo que hacer nuevas leyes sobre imágenes. Los Decretos de Nicea II que habían recibido el asentimiento del Papa y de toda la iglesia como los de un Concilio Ecuménico fueron puestos nuevamente en efecto.
El 19 de Febrero de 842, las imágenes fueron regresadas a los templos en solemne procesión. Esta fue la primera "Fiesta de la Ortodoxia", observada en memoria de aquel evento en el primer domingo de Cuaresma de cada año por toda la Iglesia Bizantina. Metodio entonces procedió a deponer a todos los obispos iconoclastas por todo su patriarcado, reemplazándolos por veneradores de imágenes. Al hacerlo, parece haber actuado severamente. Se formó una oposición contra él que por poco se vuelve un cisma organizado. El Patriarca fue acusado de violación; pero la mujer en cuestión, al ser interrogada admitió que había sido comprada por los enemigos de Metodio.
El 13 de Marzo de 842, Metodio, con gran honor para Constantinopla, compró las reliquias de su predecesor Nicéforo (que había muerto en el exilio). Fueron expuestas por algún tiempo en el templo de la Sagrada Visión y luego enterrados en el de los Apóstoles. Metodio fue sucedido por Ignacio, en cuyo tiempo se inició el gran cisma de Photius.
Metodio es un santo para católicos y ortodoxos. Es mencionado en el Martirologio Romana (14 Junio), en ese día la Iglesia Bizantina mantiene su fiesta junto a la del profeta Eliseo.
Con los otros patriarcas es aclamado defensor de imágenes, en el servicio de la fiesta de la Ortodoxia: "A Germanus, Tarasius, Nicephorus y Metodio, verdaderos altos sacerdotes de Dios y defensores y maestros de la Ortodoxia, R. Memoria Eterna (triple)." Los Sirios Uniatos (N.T.: miembros de la Iglesia Oriental que están en unión con la Iglesia Católica Romana, y reconocen al Papa romano como supremo en cuestiones de fe, pero mantienen su propia liturgia, rito y disciplina) celebran su fiesta el mismo día. Los ortodoxos tienen una curiosa leyenda: que sus oraciones y las de Teodora salvaron a Theophilus del infierno. Está narrada en el Synaxarion para la fiesta de la Ortodoxia.
Santo Evangelio según San Mateo 5, 27-32. Viernes X del tiempo ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor Jesús, te entrego este momento de mi vida y revélame, cada vez más, el amor que diariamente me entregas.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 27-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No cometerás adulterio; pero yo les digo que quien mire con malos deseos a una mujer, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Por eso, si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecado, arráncatelo y tíralo lejos, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de castigo. Y si tu mano derecha es para ti ocasión de pecado, córtatela y arrójala lejos de ti, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de castigo.
También se dijo antes: El que se divorcie, que le dé a su mujer un certificado de divorcio; pero yo les digo que el que se divorcia, salvo el caso de que vivan en unión ilegítima, expone a su mujer al adulterio, y el que se casa con una divorciada comete adulterio”.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Desmonta pieza por pieza nuestras interpretaciones diluidas de sus mandamientos... Cuántas veces nos acercamos a la fe como si Dios fuera el Ministerio de Hacienda: hay que pagar impuestos, pero ¡cuanto menos paguemos, mejor! Tenemos que creer en algo, pero si tenemos que convertirnos para creer, entonces convirtámonos lo menos posible.
En los afectos, por ejemplo: algún pensamiento obsceno ciertamente no hace daño, alguna fantasía, no causa daño, tanto es así que me mantengo fiel a mi cónyuge...¡Sí, claro! Jesús propone una actitud completamente diferente: Desde el principio, Dios quiso que la pareja, un hombre y una mujer que se amaran el uno al otro por el resto de sus vidas, fueran compañeros en el camino hacia la plenitud, hacia la santidad. La interpretación reductora de la relación de pareja no es el sueño de Dios, no es el proyecto que Él quería. Jesús nos recuerda esto, diciendo que vale la pena sacrificarlo todo para perseguir este sueño, para realizar este proyecto.
Tomemos en serio las palabras del Maestro: la fe puede iluminar y cambiar radicalmente nuestras vidas, incluso cuando se trata de la vida afectiva y de pareja. ¡Qué hermoso es poder decir esto en estos tiempos frágiles en los que hasta se teme amar!
«Tengamos muy en cuenta que todos los mandamientos tienen la tarea de indicar el límite de la vida, el límite más allá del cual el hombre se destruye y destruye a su prójimo, estropeando su relación con Dios. Si vas más allá, te destruyes, también destruyes la relación con Dios y la relación con los demás. Los mandamientos señalan esto. Con esta última palabra, se destaca el hecho de que todas las transgresiones surgen de una raíz interna común: los deseos malvados. Todos los pecados nacen de un deseo malvado. Todos. Allí empieza a moverse el corazón, y uno entra en esa onda, y acaba en una transgresión. Pero no en una transgresión formal, legal: en una transgresión que hiere a uno mismo y a los demás.»
(Audiencia de S.S. Francisco, 21 de noviembre de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Me examinaré y seré sincero sobre la vivencia de mi vida afectiva; le pediré a Dios que la ilumine.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Cristo, Rey nuestro! ¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
No se conforma con una entrega a medias, quiere nuestro corazón totalmente para Él, pide todo.
Suele suceder que al escuchar hablar de la santidad, nos sentimos poco aludidos, poco comprometidos. Más bien solemos dejar este tema para otros, para los especialistas, para "los que sí pueden". Quizá para los religiosos y consagrados, pero no para un cristiano de la calle, con sus cotidianos obstáculos y ocupaciones. Por supuesto que el problema fundamental está en que nunca nos planteamos seriamente la pregunta sobre la santidad. Nos parece un edificio demasiado alto, posible sí, pero... para otro.
Al leer el Evangelio, podemos percibir la llamada alentadora de Cristo: "Siéntate y haz cuentas, ya verás que tienes recursos suficientes para construir una torre más alta de lo que tú crees".
Jesucristo es exigente, no se conforma con una entrega a medias, quiere nuestro corazón totalmente para Él; pide todo. Nos dice: Si alguno viene y no aborrece a su padre, a su madre,... y aun su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Más aún, incluso cuando ya lo hemos dejado todo nos pide una cosa más: El que no toma su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Es preciso dar la vida por Él, como Él mismo la dio por nosotros. En definitiva, vemos que Cristo nos pide ser santos, quiere que todos los que asuman su doctrina como norma de vida, sean verdaderos hombres de Dios, desprendidos de todo, dedicados a Él.
Y lógicamente nos parece demasiado arduo. Incluso es posible que hayamos dejado de considerarlo como una posibilidad. Cristo en este pasaje nos invita a hacer cuentas para ver si tenemos o no para terminar la obra de la santidad. Pero su idea no es para que nos retiremos decaídos y desanimados: "No, no soy capaz de construirla". Jamás ha pretendido Cristo que hagamos las paces con el enemigo de nuestras almas. Por tanto, si nos invita a deliberar si podemos hacerle frente, es para que nos convenzamos de que realmente somos capaces de vencer, de que somos más fuertes de lo que nos imaginamos. Podemos atrevernos a atacar con la plena seguridad de que saldremos victoriosos.
Tenemos el material suficiente para levantar ese gran edificio de nuestra santidad. Contamos con las tropas necesarias para vencer al enemigo de Cristo en nosotros. Basta que hagamos cuentas, conscientes de que nunca seremos tentados más allá de nuestras fuerzas.
Cuando Dios llama a alguien, lo toma y lo coloca en estado excepcional de avanzada, de exigencia de perfección y de responsabilidad, ante el cual el elegido se encuentra ahí, solo, inerme, vulnerable por todas partes, débil y pecador. Ante ello, sólo queda una alternativa: o la de huir aterrorizado o la de creer en la fidelidad de Dios.
Papa: no son números sino personas que necesitan ayuda
Los pobres son tratados como basura, sin embargo, el Reino de Dios les pertenece y en ellos hay un poder salvador. Dice el Papa
«La esperanza de los pobres nunca se frustrará» (Sal 9,19). Las palabras del Salmo son el título del Mensaje del Papa en esta Tercera Jornada Mundial de los pobres que el Pontífice ha instituido al concluir el Jubileo de la Misericordia que es el 17 de noviembre. Los protagonistas son hombres, mujeres, jóvenes, niños: víctimas de la nueva esclavitud que los convierte en inmigrantes, huérfanos, personas sin hogar, marginados. Los pobres son el fruto cada vez más numeroso de una sociedad con fuertes desequilibrios sociales que construye muros y barras en las entradas y que le gustaría deshacerse de ellos; pero también son aquellos que "confían en el Señor" y la Iglesia, como todo cristiano, está llamada a un compromiso particular hacia ellos.
Desarrollo, desigualdad y nueva esclavitud
El tema del Mensaje es, por lo tanto, el Salmo cuyas palabras, explica el Papa, manifiestan ante todo una "actualidad increíble". Hoy, como en el momento de la composición del Salmo, un "gran desarrollo económico" ha generado una desigualdad como para enriquecer a grupos de personas a costa de una masa cada vez más pobre: personas indigentes que "carecen de lo necesario" y "privilegiadas" que "sin ningún sentido de Dios" dan la caza a los pobres para "tomar incluso lo poco que tienen" y esclavizarlos.
Aquí están los "nuevos esclavos" que Francesco designa: familias obligadas a emigrar a vivir, huérfanos explotados, jóvenes desempleados por "políticas miopes", inmigrantes "víctimas de intereses" y explotación, prostitutas, drogadictos, muchos "sin hogar y marginados" que caminan sin rumbo en nuestras ciudades:
“¡Cuántas veces vemos a los pobres en los basureros recogiendo el fruto del descarte y de lo superfluo, para encontrar algo para alimentarse o vestirse! Al convertirse en parte de un vertedero humano, son tratados como basura, sin que ningún sentimiento de culpa invierta en aquellos que son cómplices de este escándalo. Considerados a menudo parásitos de la sociedad, a los pobres no se le perdona ni siquiera su pobreza. El juicio está siempre en alerta. No pueden darse el lujo de ser tímidos o desanimados, son percibidos como amenazantes o incapaces, simplemente porque son pobres”.
Pobre sin esperanza en la sociedad
Y "el drama en el drama" agrega el Papa, a los pobres de hoy se les ha quitado la esperanza de "ver el final del túnel de la miseria", tan es así que se ha llegado a "teorizar y realizar una arquitectura hostil para deshacerse de su presencia también en las calles, últimos lugares de acogida ". Los pobres "tratados con retórica", "soportados con molestia", "cazados" como en una "expedición de caza", no quieren al final nada más que volverse "invisibles", "transparentes":
“Deambulan de una parte a la otra de la ciudad, con la esperanza de conseguir un trabajo, una casa, un afecto ... Toda eventual posibilidad ofrecida se convierte en un destello de luz; sin embargo, incluso cuando al menos la justicia debería vislumbrar, a menudo se enfurece contra ellos con la violencia del abuso. Se ven obligados a pasar interminables horas bajo el sol abrasador para cosechar los frutos de la temporada, pero son recompensados con una paga miserable; no tienen seguridad laboral ni condiciones humanas que les permitan sentirse iguales a los demás. Para ellos no hay pagos redundantes, indemnizaciones, ni siquiera la posibilidad de enfermarse”.
Los pobres confían en el Señor: su clamor abraza la tierra
La descripción que hace el salmo está coloreada de "tristeza por la injusticia, el sufrimiento y la amargura que afecta a los pobres". Pero a pesar de esto, señala el Papa, el Salmo "ofrece una hermosa definición de los pobres". Él es el que "confía en el hermoso Señor" (ver v.11) y en esta confianza —señala— existe la "certeza de que nunca será abandonado", por lo tanto, siempre vive en la presencia de ese Dios que lo recuerda ". Y Dios, el Papa subraya nuevamente retomando las palabras del Salmo, es "quien hace justicia y no olvida":
Se pueden construir muchos muros y se pueden bloquear las entradas para ilusionarse con sentirse seguros con las riquezas propias en detrimento de quienes dejan afuera. No será así para siempre. El "día del Señor", como lo describen los profetas (ver Am 5.18; Is 2-5; Gl 1-3), destruirá las barreras creadas entre los países y reemplazará la arrogancia de unos pocos con la solidaridad de muchos. La condición de marginación en la que se acosa a millones de personas no durará mucho. Su grito aumenta y abraza a toda la tierra.
Revivir la esperanza y restaurar la confianza
Qué apremiante es el llamado que las Sagradas Escrituras confían a los pobres, oprimidos y postrados, pero siempre amados: "Jesús nunca tuvo el temor de identificarse con cada uno de ellos", a ellos en las Bienaventuranzas les dio el Reino de Dios a ellos y a ellos, Jesús "siempre ha demostrado ser un padre generoso e inagotable en su bondad". Aquí, escribe el Papa, lo que Jesús comenzó, colocando a los pobres en el centro, nos debe servir como enseñanza:
“Él inauguró, pero nos encomendó a nosotros, sus discípulos, la tarea de llevarlo adelante, con la responsabilidad de dar esperanza a los pobres. Es necesario, especialmente en un período como el nuestro, revivir la esperanza y restaurar la confianza. Es un programa que la comunidad cristiana no puede subestimar. La credibilidad de nuestra proclamación y el testimonio de los cristianos depende de ello.
Tocar la carne de Cristo, comprometerse en el servicio
La Iglesia es “pueblo”, aclara una vez más Francisco, con la vocación de “no hacer sentir a nadie extranjero o excluido” porque todos están involucrados en el mismo "camino de salvación":
“Más bien, estamos llamados a tocar la carne para comprometidos en un servicio que es la auténtica evangelización. La promoción social de los pobres no es un compromiso externo en el anuncio del Evangelio, por el contrario, muestra el realismo de la fe cristiana y su validez histórica. El amor que da vida a la fe en Jesús no permite a sus discípulos encerrarse en sí mismos, en un individualismo asfixiante, oculto en segmentos de intimidad espiritual, sin ninguna influencia en la vida social.
Como Jean Vanier, testigos de la esperanza cristiana
Un ejemplo de "el gran apóstol de los pobres", capaz de escuchar "su clamor" y de producir esperanza en ellos, fue Jean Vanier, a quien el Papa menciona en su Mensaje definiéndolo el "santo de al lado". Fallecido el pasado mayo a la edad de 90 años, Vanier fundó L'Arche, una comunidad de acogida para personas con discapacidades, activa en todo el mundo con cerca de 150 centros: con su compromiso diario, el Papa escribe, "creó signos tangibles del amor concreto, y así ha producido una esperanza inquebrantable ". Aquí está entonces, el compromiso que Francisco le pide a los cristianos para que no se traicione su credibilidad. La "opción para los últimos" debe ser una "elección prioritaria" y no debe consistir únicamente en "iniciativas de asistencia". Necesitamos un "cambio de mentalidad" y un "compromiso continuo a lo largo del tiempo":
No es fácil ser testigos de la esperanza cristiana en el contexto de la cultura del consumo y del descarte, siempre orientada a aumentar el bienestar superficial y efímero. Es necesario un cambio de mentalidad para redescubrir lo esencial y dar cuerpo e incisión al anuncio del reino de Dios. La esperanza también se comunica a través del consuelo, que se realiza acompañando a los pobres no por unos momentos llenos de entusiasmo, sino con un compromiso que continúa en el tiempo. Los pobres adquieren verdadera esperanza no cuando nos ven gratificados por haberles dado algo de nuestro tiempo, sino cuando reconocen en nuestro sacrificio un acto de amor gratuito que no busca recompensa.
Llamamiento a los voluntarios: más dedicación y diálogo fraterno
Con un llamamiento específico, el Papa se dirige a los voluntarios que "percibieron por primera vez la importancia de prestar atención a los pobres" y les pide que se unan en la dedicación, "para buscar lo que realmente necesita cada persona pobre", "bondad de su corazón" más allá de las culturas, de “formas de expresarse". Esto requiere dejar de lado "las divisiones que provienen de visiones ideológicas o políticas":
“En primer lugar, los pobres necesitan a Dios, su amor hecho visible por las personas santas que viven a su lado, que en la sencillez de sus vidas expresan y resaltan la fuerza del amor cristiano. Dios usa tantos caminos e infinitas herramientas para alcanzar los corazones de las personas. Por supuesto, los pobres también se acercan a nosotros porque les estamos distribuyendo alimentos, pero lo que realmente necesitan va más allá del plato caliente o el sándwich que ofrecemos. Los pobres necesitan de nuestras manos para levantarse, nuestros corazones para sentir nuevamente el calor del afecto, de nuestra presencia para superar la soledad. Simplemente necesitan amor.
Los pobres no son números sino personas a las que hay que ayudar
En este sentido, el Papa enfatiza lo poco que se necesita para "restaurar la esperanza" y qué "fuerza salvadora" hay en los pobres, una fuerza visible y experimentable con la fe y no con los "ojos humanos":
A veces se necesita poco para restaurar la esperanza: basta detenerse, sonreír, escuchar. Por un día, dejamos de lado las estadísticas; Los pobres no son números a los que apelar para presumir de obras y proyectos. Los pobres son personas a las que hay que ayudar: son jóvenes y viejos solos, que se les invita a compartir una comida; Hombres, mujeres y niños esperando una palabra amistosa. Los pobres nos salvan porque nos permiten encontrarnos con el rostro de Jesucristo.
Sembrando signos tangibles de esperanza
Esta fuerza de salvación "palpita en el corazón del pueblo de Dios en el camino", señala el Papa y no "excluye a nadie", sino que involucra a todos en una "verdadera peregrinación de conversión para reconocer a los pobres y amarlos". Al final del Mensaje, por lo tanto, la nueva invitación se dirigió "a los discípulos del Señor" para que puedan ser "evangelizadores consistentes": sembrando signos tangibles de esperanza.
“A todas las comunidades cristianas y a quienes sienten la necesidad de brindar esperanza y consuelo a los pobres, les pido que trabajen para que esta Jornada Mundial pueda fortalecer en muchos la voluntad de colaborar eficazmente para que nadie se sienta privado de la cercanía y la solidaridad”.
¿Por qué junio es el mes del Sagrado Corazón de Jesús?
Cuenta la historia que el 16 de junio de 1675, Jesús se le apareció a Margarita María de Alacoque y le mostro su Corazón
La Iglesia Católica dedica el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, para que los fieles veneren, honren e imiten más intensamente el amor generoso y fiel de Cristo por todas las personas.
Es un mes donde se le demuestra a Jesús a través de las obras cuánto se le ama, correspondiendo a su gran amor demostrado al entregarse a la muerte por sus hijos, quedándose en la Eucaristía y enseñando el camino a la vida eterna.
En ocasión de esta fiesta, en Buenos Aires, Argentina, se realizará la 56º Peregrinación anual a pie al Sagrado Corazón de Jesús, que saldrá el sábado 24 de junio a las 2:30 pm, desde el atrio de la Catedral hacia la Basílica de Barracas donde se celebrará la Misa. Así también en Mendoza, el sábado 17 de junio a las 4:00 pm se celebrará la Eucaristía en la Catedral.
Sobre esta fiesta, el Papa Benedicto XVI afirmó que "al ver el corazón de Señor, debemos de mirar el costado traspasado por la lanza, donde resplandece la inagotable voluntad de salvación por parte de Dios, no puede considerarse culto pasajero o de devoción: la adoración del amor de Dios, que ha encontrado en el símbolo del ‘corazón traspasado’ su expresión histórico-devocional, la cual sigue siendo imprescindible para una relación viva con Dios".
La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los inicios de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el corazón abierto del Señor.
Cuenta la historia que el 16 de junio de 1675, el Hijo de Dios se le apareció a Santa Margarita María de Alacoque y le mostro su Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior del mismo salía una cruz.
Santa Margarita escuchó al Señor decir: "he aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres recibo ingratitud, irreverencia y desprecio".