"Venid a mí todos los que estáis agobiados...”

El histórico abrazo entre dos papas

El Papa emérito califica de "total estupidez" que se oponga a lo tratado den el Sínodo de la Familia
Benedicto XVI: "El auténtico creyente tiene claro que Francisco es el verdadero Papa"
Ratzinger confiesa que hubiera deseado que lo llamaran "Padre Benedicto" tras su renuncia

La revisión del volumen fue terminada antes de la celebración del Sínodo de Obispos sobre la familia


El Papa emérito, Benedicto XVI, ha afirmado haber deseado que lo llamaran "Padre Benedicto" tras su renuncia al pontificado al tiempo que ha calificado de "total estupidez"el hecho de que se cuestione si ha querido intervenir en las cuestiones tratadas en elSínodo de Obispos sobre la familia.

En este sentido, entre los temas que han sido abordados en la entrevista de media hora publicada en la edición dominical del'Frankfurter Allgemeine Zeitung', destaca la reelaboración de las conclusiones del ensayo de Benedicto XVI que data del año 1972, a propósito de la indisolubilidad del matrimonio y la posibilidad de conceder la eucaristía a losdivorciados vueltos a casar.

De este modo, el periodista Joerg Bremer le ha preguntado si ha querido tomar parte en el Sínodo a lo que Benedicto XVI ha respondido que eso es una "total estupidez" porque la revisión del volumen fue terminada antes de la celebración del Sínodo de Obispos sobre la familia.

Por otro lado, el Papa emérito ha manifestado además que mantiene muy buenas relaciones con el Papa Francisco y ha reafirmado su deseo de permanecer oculto. Así ha comentado que "trata de ser lo más silencioso posible" al tiempo que ha subrayado que para el verdadero creyente está "claro quién es el verdadero Papa".

(RD/Ep)

Francisco vuelve a llamar a la paz

"La disuasión nuclear y la amenaza de destrucción mutua ya no es una doctrina justificable"
El Papa pide que "las armas nucleares estén prohibidas de una vez por todas para beneficio de nuestro planeta"
"Gastar en armas nucleares dilapida la riqueza de las naciones. Dar prioridad a este tipo de gastos es un error"

 La paz debe construirse sobre la justicia, sobre el desarrollo socio-económico, la libertad, el respeto de los derechos humanos fundamentales, en la participación de todos en los asuntos públicos y en la construcción de la confianza entre los pueblos

El papa Francisco ha instado a los países que poseen armas nucleares a deshacerse de sus arsenales porque en el mundo moderno "la disuasión" con este tipo de medios "ya no es una doctrina justificable".

"La disuasión nuclear y la amenaza de destrucción mutua no pueden ser la base de una ética de la fraternidad y la convivencia pacífica entre los pueblos y los estados", subrayó el papa en una carta enviada a la Conferencia de Viena sobre el Impacto Humanitario de las Armas Nucleares'.
La conferencia, que concluye este martes en la capital austriaca, girará en torno al impacto humanitario que provocaría la detonación de una sola de las más de 16.300 armas nucleares que existen en el mundo casi 25 años después del fin de la Guerra Fría.

"La juventud de hoy y mañana se merece mucho más. La paz debe construirse sobre la justicia, el desarrollo socioeconómico, la libertad, el respeto a los derechos humanos fundamentales y la construcción de la confianza entre los pueblos", agregó Francisco en un mensaje dirigido a las delegaciones de más 150 países que asistieron a la conferencia.

"Estoy convencido de que el deseo de paz y fraternidad sembrado en lo profundo del corazón humano dará frutos para garantizar que las armas nucleares estén prohibidas de una vez por todas para beneficio de nuestro planeta", finalizó el sumo pontífice.


Éste es el mensaje papal:

"Las consecuencias humanitarias de las armas nucleares son predecibles y planetarias -escribe el Santo Padre- Y mientras a menudo nos centramos en el potencial de las armas nucleares en los asesinatos en masa, habría que prestar más atención a los "sufrimiento innecesarios" causado por su utilización. Los códigos militares y el derecho internacional, entre otros, condenan desde hace tiempo a las personas que infligen sufrimientos innecesarios. Si esos sufrimiento se condenan durante una guerra convencional, tendrían que condenarse todavía más en el caso de una guerra nuclear. Hay algunos entre nosotros que han sido víctimas de este tipo de armas y nos advierten para no cometer los mismos errores irreparables que devastaron a los pueblos y a la creación''.

''La disuasión nuclear y la amenaza de destrucción mutua asegurada -prosigue- no pueden ser la base de una ética de la fraternidad y la convivencia pacífica entre los pueblos y los Estados... El tiempo de contrarrestar la lógica del miedo con la ética de la responsabilidad es ahora, para promover un clima de confianza y diálogo sincero. Gastar en armas nucleares dilapida la riqueza de las naciones. Dar prioridad a este tipo de gastos es un error y un derroche de recursos que sería mucho mejor invertir en los sectores del desarrollo humano integral, la educación, la salud y la lucha contra la pobreza extrema.

Cuando se despilfarran estos recursos, los pobres y los débiles que viven en los márgenes de la sociedad pagan el precio''.

'El deseo de paz, de seguridad y estabilidad es uno de los deseos más profundos del corazón humano, porque está arraigado en el Creador, que hace miembros de la familia humana a todos los pueblos. Esta aspiración no puede ser satisfecha sólo por medios militares, y menos aún por la posesión de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva... La paz debe construirse sobre la justicia, sobre el desarrollo socio-económico, la libertad, el respeto de los derechos humanos fundamentales, en la participación de todos en los asuntos públicos y en la construcción de la confianza entre los pueblos. El Papa Pablo VI resumió todo esto en su encíclica Populorum progressio: "El desarrollo es el nuevo nombre de la paz''. Tenemos la responsabilidad de emprender acciones concretas que promuevan la paz y la seguridad, estando siempre atentos al límite que suponen los enfoques a corto plazo de los problemas de seguridad nacional e internacional''.

'En el marco de esta Conferencia, deseo alentar un diálogo sincero y abierto entre las partes que están dentro de cada Estado que tiene armas nucleares, entre los varios Estados que tienen armas nucleares, y entre éstos y los Estados desprovistos de armas nucleares. Este diálogo -puntualiza el Papa- debe ser inclusivo, involucrando a las organizaciones internacionales, a las comunidades religiosas y a la sociedad civil; debe estar orientado hacia el bien común y no a la protección de los intereses especiales. "Un mundo sin armas nucleares" es un objetivo compartido por todas las naciones -del que se han hecho portavoces los líderes mundiales- así como la aspiración de millones de hombres y mujeres. El futuro y la supervivencia de la familia humana se centran en ir más allá de este objetivo y en asegurar que se convierta en una realidad''.

Francisco y la defensa de la alegría

El Papa invita a ser "cristianos alegres" que "salen a buscar a los que están lejos"
Francisco: "La Iglesia es madre, no vale un organigrama perfecto"
"Una Iglesia que tiene más de solterona que de madre no sirve, es una Iglesia de museo"

 Todo en su lugar, todo limpio, pero falta la alegría, falta la fiesta, falta la paz, y así se convierte en una Iglesia desalentada, ansiosa, triste, una Iglesia que tiene más de solterona que de madre, y esta Iglesia no sirve, es una Iglesia de museo

(RV).- La alegría de la Iglesia es ser madre, ir a buscar a las ovejas perdidas. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. El Obispo de Roma reafirmó quea la Iglesia no le sirve tener "un organigrama perfecto" si después es un ambiente triste y cerrado, si no es madre. De ahí la invitación del Pontífice a ser "cristianos alegres" con la "consolación de la ternura de Jesús".

"Abrir las puertas a la consolación del Señor". Francisco se inspiró en su homilía partiendo de la primera lectura en la que el profeta Isaías habla del fin de la tribulación de Israel después del exilio en Babilonia. "El pueblo - comentó el Papa - tiene necesidad de consuelo. La misma presencia del Señor consuela". Una consolación - añadió - que también existe en la tribulación.

Y sin embargo - prosiguió - "nosotros, habitualmente huimos de la consolación; tenemos desconfianza; estamos más cómodos en nuestras cosas, más cómodos también en nuestras faltas, en nuestros pecados. Ésta - dijo el Santo Padre - es tierra nuestra". En cambio - añadió - "cuando viene el Espíritu y viene la consolación nos conduce a otro estado que nosotros no podemos controlar: es precisamente el abandono en la consolación del Señor".

Francisco subrayó que "la consolación más fuerte es la de la misericordia y la del perdón". Y aludió al final del capítulo 16 de Ezequiel, cuando después "del elenco de tantos pecados del pueblo", dice: "Pero yo no te abandono; yo te daré más; ésta será mi venganza: la consolación y el perdón", "así es nuestro Dios". Por esto - reafirmó el Papa - "es bueno repetir: déjense consolar por el Señor, es el único que puede consolarnos".

Si bien "estamos habituados a alquilar consolaciones pequeñas, un poco hechas por nosotros", pero que después "no sirven". Y al detenerse sobre el Evangelio del día, tomado de San Mateo, sobre la parábola de la oveja perdida, el Santo Padre dijo:

"Yo me pregunto cuál es la consolación de la Iglesia. Así como cuando una persona es consolada; cuando siente la misericordia y el perdón del Señor, la Iglesia hace fiesta, es feliz cuando sale de sí misma. En el Evangelio, ese pastor que sale, va a buscar aquella oveja perdida, podía hacer la cuenta de un buen comerciante: por, 99, si pierde una no hay problema; el balance... Ganancias, pérdidas... Pero va bien, podemos ir así. No. Tiene corazón de pastor. Sale a buscarla hasta que la encuentra y allí hace fiesta, está feliz".

"La alegría de salir para buscar a los hermanos y a las hermanas que están lejos. Ésta - evidenció Francisco - es la alegría de la Iglesia. Allí la Iglesia se convierte en madre, se hace fecunda":

"Cuando la Iglesia no hace esto, cuando la Iglesia se detiene en sí misma, se cierra en sí misma, tal vez se ha organizado bien, un organigrama perfecto, todo en su lugar, todo limpio, pero falta la alegría, falta la fiesta, falta la paz, y así se convierte en una Iglesia desalentada, ansiosa, triste, una Iglesia que tiene más de solterona que de madre, y esta Iglesia no sirve, es una Iglesia de museo. La alegría de la Iglesia es dar a luz; la alegría de la Iglesia es salir de sí misma para dar vida; la alegría de la Iglesia es ir a buscar aquellas ovejas que están perdidas; la alegría de la Iglesia es precisamente aquella ternura del pastor, la ternura de la madre".

El Papa explicó que en el final del pasaje de Isaías "se retoma esta imagen: como un pastor él hace pastorear al rebaño y con su brazo lo reúne". "Ésta - dijo Francisco - es la alegría de la Iglesia: salir de sí misma y llegar a ser fecunda":

"Que el Señor nos de la gracia de trabajar, ser cristianos alegres en la fecundidad de la madre Iglesia y nos libre de caer en la actitud de ser cristianos tristes, impacientes, desalentados, ansiosos, que tienen todo perfecto en la Iglesia, pero no tienen ‘niños'. Que el Señor nos consuele con la consolación de una Iglesia madre que sale de sí misma y nos consuele con la consolación de la ternura de Jesús y de su misericordia en el perdón de nuestros pecados".

Evangelio según San Mateo 11,28-30. 

Jesús tomó la palabra y dijo: "Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana." 

Regla del Maestro (regla monástica del s. VI). SC 105, Cerf.

"Venid a mí todos los que estáis agobiados...”

Atravesamos esta vida en medio de la ignorancia y la inseguridad. Nuestro viaje por este mundo nos ha cargado con un pesado fardo de negligencia culpable... De repente, sin esperarlo, hacia oriente, hemos descubierto un manantial de agua viva.

Mientras nos apresuramos para llegar hacia la fuente, la voz de Dios nos llega con gran clamor: “Venid por agua todos los sedientos” (Is 55,1)

Al vernos llegar, cargados con pesadas cargas, la voz nos insiste: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, yo os aliviaré.”(Mt 11,29)Y cuando hemos escuchado esta voz llena de bondad, hemos tirado nuestras cargas al suelo. Angustiados por la sed nos hemos tendido por tierra para llegar, ávidos de alivio, a la fuente. Hemos bebido hasta saciarnos y nos hemos levantado, renovadas nuestras fuerzas.

Después de habernos levantado, nos hemos quedado junto a la fuente, estupefactos por la desmesura de nuestra alegría. Miramos el yugo que habíamos arrastrado a lo largo del camino y toda la carga que nos oprimía hasta morir... Mientras estábamos absorbidos por estas consideraciones, de nuevo escuchamos la voz que venía de la fuente de la vida: “Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.” (Mt 11,30) Al oír estas palabras nos dijimos unos a otros: “No nos echemos atrás después de haber encontrado la vida, gracias a esta fuente... No nos carguemos de nuevo el peso de nuestros pecados que habíamos tirado lejos de nosotros mientras íbamos hacia la fuente del bautismo... Ahora hemos recibido la sabiduría de Dios... Por la voz del Señor hemos sido invitados al reposo.”

 

Santa Eulalia de Mérida

virgen y mártir

Santa Eulalia, virgen y mártir, que, según se cuenta, en Mérida, población de Lusitania, siendo aún joven no dudó en ofrecer su vida por confesar a Cristo.

El santoral español registra tradicionalmente dos Eulalias vírgen y mártir: la de Mérida y la de Barcelona, las dos en el siglo IV. Sus noticias se han esparcido de manera mezclada, y no es raro encontrar, ya desde la antigüedad, escritos donde se cuenta de la de Barcelona lo que corresponde a la de Mérida. El Martirologio Romano actual, en su edición 2004, ha optado por retirar la inscripción de santa Eulalia de Barcelona, por considerarla una duplicación de la Eulalia que conmemoramos hoy.

Santa Eulalia de Mérida es una mártir conocida y querida en España, en especial en Mérida, naturalmente, pero también en Andalucía, en Murcia y en Asturias. La encontraremos en las tradiciones populares con el nombre original de Eulalia («de hermoso hablar»), Olalla u Olaya. El primer poema completo en lengua ástur que se conserva, del siglo XVII, está referido a esta santa, y trata de la cuestión de las reliquias de Eulalia, que están -incluso hasta la actualidad- en Oviedo. Su culto se extendió también fuera de las fronteras de España.

Era conocida en África, donde san Agustín predicó un sermón en su homenaje (313G); también Beda el Venerable la menciona en el himno que compuso en honor de santa Etelreda y san Adelmo, y el poema francés más antiguo que existe, la «Cantiléne de Sainte Eulalie», del siglo IX, relata la vida de la santa. Su martirio se nos narra en uno de los poemas de Prudencio «Peristephanon» («Sobre las coronas», dedicados a los mártires): el martirio de santa Eulalia ocupa el Canto III. Puesto que se puede datar el poema de Prudencio como anterior al 410, podemos asegurarnos de que escribía acerca de una tradición que él mismo pudo haber recibido de primera mano, y nos muestra también que el culto de la mártir gozaba ya para esa época de difusión entre las grandes historias que circulaban.

Eulalia habría sido una cristiana muy joven, de apenas doce años, que, aleccionada por el ejemplo de los mártires, se enciende en deseos de dar su sangre por Cristo. Habiéndose proclamado por orden de Daciano, el cruel prefecto de Diocleciano, en el 304, un decreto obligando a la adoración de los dioses paganos, sus padres la retiran (al campo o a una torre, según distintas versiones), pero ella escapa y va a la ciudad de Mérida, se presenta ante el juez y da allí un testimonio público en favor de los cristianos:

«Os ruego respondáis: ¿qué significa ese furioso empeño, que a las almas de perdición en el tremendo abismo anhela ver al fin, precipitadas; y a corazones, de su ruina pródigos, al escollo de eterno mal arrastra?

Negar a Dios, omnipotente Padre, ¿no es el colmo, decidme, de la insania?

Isis, Apolo, Venus; todos estos, y el mismo Maximiano, ¿qué son? nada.

Aquellos porque son sólo figuras hechas por mano humana, éste porque a las frívolas hechuras, de las manos adora y las ensalza.
Nada son ambas cosas: una y otra son fútiles y vanas.

Maximiano, que es dueño de riquezas, y a las piedras, no obstante, sirve y ama, prostituya y ofrezca su persona a sus númenes: sea. Mas, ¿qué alcanzacon afligir, injusto, y molestar a generosas almas?»

Ante semejante discurso la apresan inmediatamente y es el turno ahora del procurador de hacerla «razonar» de qué poco se le pide para dejarla en paz, y cuán fácil le sería librarse de los tormentos, basta sólo ofrecer un sacrificio mínimo a los dioses:

«... un poquito de sal, no más, tocaras o exiguos granos de aromoso incienso...»

Pero Eulalia, lejos de retroceder ante las amenazas, se enciende aun más en su testimonio. Mientras los soldados la hieren «penetrando sus hierros hasta el hueso», Eulalia dialoga con Jesús, a quien le dice que está escribiendo su Pasión (la de Jesús) con los caracteres de su propia sangre (la de Eulalia). Finalmente la queman, y muere asfixiada. Su alma sale en forma de paloma de su cuerpo, y vuela hacia la eternidad a la vista de todos, y el cielo, para enfriar el cuerpo y cubrir la desnudez de la virgen, descarga sobre el anfiteatro una copiosa nevada.

Es difícil evaluar qué debe admirarse más, si la gesta de Eulalia o la maestría del poeta al contarla, pero ¿qué duda cabe? sea como hayan sido los hechos, sea cuanto haya de adorno literario, el martirio de Eulalia emociona, no por la narración sino porque deja al desnudo la nada de lo que el mundo hace gala, y muestra que la Verdad no es la aliada natural de la fuerza, sino de la debilidad, y que aunque tengamos «sólo palabras» y el mundo hierros, el «buen hablar», el hablar de Dios, es quien finalmente se impone por sobre el ruido de los hierros del mundo.

Otro poeta, esta vez del siglo XX, cantará a santa Eulalia en su martirio:

Nieve ondulada reposa.
Olalla pende del árbol.
Su desnudo de carbón
tizna los aires helados.
Noche tirante reluce.
Olalla muerta en el árbol.
Tinteros de las ciudades
vuelcan la tinta despacio.
Negros maniquíes de sastre
cubren la nieve del campo
en largas filas que gimen
su silencio mutilado.
Nieve partida comienza.
Olalla blanca en el árbol.
Escuadras de níquel juntan
los picos en su costado.
Una custodia reluce
sobre los cielos quemados
entre gargantas de arroyo
y ruiseñores en ramos.
¡Saltan vidrios de colores!
Olalla blanca en lo blanco.

(Martirio de santa Olalla, parte III, de Federico García Lorca, en el Romancero Gitano)

Oremos:
Tú, Señor, que nos alegras hoy con la fiesta anual de Santa Eulalia, concédenos la ayuda de sus méritos, ya que has querido iluminarnos con el ejemplo de su virginidad y de su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. 

10 de diciembre 2014 Miércoles II Adviento Is 40, 25-31

Este tiempo de adviento siempre es una llamada a la esperanza. Ahora bien, sucede que no todo el mundo espera, porque cree que ya lo tiene todo; en cambio puede tener una cierta necesidad de esperanza el que se da cuenta de que la vida puede dar más de sí; pero, a pesar de desearlo, cree que le falta mucho camino por recorrer, y se siente cansado. Para este último, las palabras de Isaías: «El Señor no se cansa ni poco ni mucho, y su inteligencia • Inteligencia es inmensa. Da fuerzas a los que están rendidos, y los débiles, los hace robustos », le pueden ir muy bien. Hay que hacer memoria. Señor, que cuando me sienta cansado o abatido, sienta el aliento que da vida.

"¿Estás listo para la Navidad?", Me espetó un chico que veo cada día en la estación de tren. De seguido la cabeza se fue a la lista de regalos pendientes de comprar y el calendario lleno de eventos sociales ... "Casi", le dije, y ambos nos pusimos a reír sabiendo que no era así.

Durante el trayecto en tren hacia el centro apagué mi iPod y dejé que mi mente se pusiera a pensar en la pregunta de una manera más profunda. "Estoy listo para la Navidad?" Esta vez pensé en el significado de la fiesta: el Hijo de Dios que viene a la tierra para habitar en medio de nosotros y mostrarnos el camino de la vida eterna. Una vez más negué con la cabeza y murmuré ... "me parece que no".

Fue entonces cuando me di cuenta de la necesidad de aprovechar todas las oportunidades para preparar mi corazón para la venida del Niño Jesús en el mundo, el mundo en que tú y yo vivimos.
La pregunta me hizo dar cuenta, pues, de que si sabemos realmente para qué nos estamos preparando, todo lo que encontramos en el camino hacia la Navidad puede ayudarnos a preparar la venida de Cristo, no sólo en Belén hace 2000 años, sino también en nuestros hogares, nuestras familias, nuestros puestos de trabajo y nuestras comunidades. Incluso, las distracciones habituales de cada diciembre pueden convertirse en momentos sagrados donde hacer lugar al Niño Jesús en medio de nosotros.

Tener la actitud y la perspectiva correctas nos ayudará a evitar perdernos en los excesos que hacen de ciertos preparativos de la Navidad un activismo frenético, y también decepcionante. Como dice el teólogo John Shea "La tarea más difícil es poner las costumbres y tradiciones de la Navidad al servicio del Espíritu".

Mira pues todos los preparativos con nuevos ojos, ojos que esperan encontrarse plenamente con Dios en este tiempo de esperanza.

El Papa, en la audiencia, con el árbol de Navidad en la Plaza

"No hubo lucha entre facciones, sino una confrontación entre obispos"
Francisco: "En el Sínodo no hubo censura previa, sino absoluta transparencia"Da las gracias a los medios, pero los acusa de reflejarlo en categorías políticas de "conservadores y progresistas"

José Manuel Vidal, 10 de diciembre de 2014 a las 10:27

El Sínodo no es un Parlamento. Es un espacio protegido, para que pueda operar el Espíritu Santo

(José M. Vidal).- En una fría y soleada mañana romana, el Papa Francisco aprovechó la catequesis de la audiencia pública del miércoles para hacer una crónica detallada del proceso sinodal en el que está inmerso la Iglesia. Según Bergoglio, el Sínodo no es un Parlamento y sus sesiones, en contra de lo que publicaron los medios, no consistieron en un enfrentamiento entre conservadores y progresistas. Fue una asamblea "sin censura previa", "con confrontación entre obispos", en la que no se puso en cuestión ningún punto doctrinal. Y el proceso del Sínodo continúa, con un nuevo cuestionario, remitido a las iglesias particulares.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles: "En aquellos días, después de una fuerte discusión, se levantó pedro y dijo...El Espíritu Santo no ha hecho discriminación alguna entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe"

Algunas frases de la catequesis papal

"Hemos concluido un ciclo de catequesis sobre la Iglesia, descubriendo la belleza y la responsabilidad de pertenecer y ser Iglesia todos nosotros"
"Una nueva etapa, un nuevo ciclo sobre el tema de la familia, entre dos asambleas del Sínodo, dedicado a este tema tan importante"
"Hoy deseo partir precisamente de la asamblea sinodal"
"¿Cómo se desarrolló y cuáles fueron sus fritos"
"Los medios hicieron su labor. Y le damos las gracias, porque lo hicieron con abundancia"
"Gracias a la Sala Stampa"
"A menudo las visiones de los medios eran al estilo de los partidos políticos o de fútbol: conservadores y progresistas..."
"Les pedí a los padres sinodales que hablasen con valentía y escuchasen con humildad"
"En el Sínodo no hubo censura previa. Todos podían y debían decir lo que pensaban sinceramente"
"Hemos escuchado que, entre los apóstoles, también tuvieron una fuerte discusión"
"Cuando se busca la voluntad de Dios en una asamblea sinodal hay diversos puntos de vista y discusión y eso no es malo, siempre que se haga con humildad y con ánimo de servicio a los hermanos"
"La censura previa hubiera sido muy mala"
"Todos los padres han podido hablar y todos escucharon"
"Un momento de gran libertad para exponer el pensamiento con parresía y con fidelidad"
"Gracias a la Secretaría del Sínodo por su labor durante el Sínodo y antes"
"Ninguna intervención puso en discusión la indisolubilidad, la unidad, la fidelidad y la apertura a la vida"
"Después se llegó a la primera relación o propuesta de síntesis"
"Discusión en los grupos, divididos por lenguas, porque se comunica mejor"
"Todos los grupos presentaron sus relaciones, que se publicaron"
"Hubo absoluta transparencia". "Una comisión examinó todo las sugerencias y se hizo la relación final"
"Aprobado un mensaje final del Sínodo"
"¿Se han peleado los padres? No han peleado, pero sí se han hablado fuerte. Eso es cierto"
"Todo cum Petro y sub Petro, garantía de libertad, fidelidad y ortodoxia"
"Los documentos oficiales salidos del Sínodo son tres: mensaje, relación y discurso final del Papa"
"La relación final se publicó ayer y fue enviada a las conferencias episcopales"
"Con las preguntas que se hacen a las conferencias episcopales"
"El Sínodo no es un Parlamento. Es un espacio protegido, para que pueda operar el Espíritu Santo"
"No hubo lucha entre facciones, sino una confrontación entre obispos"
"Es un proceso, el normal camino sinodal". "Ahora, esta Relatio vuelve a las iglesias particulares y continúa el trabajo de oración y reflexión". "Que la Virgen nos ayude a seguir la voluntad de Dios"
"Les pido que acompañen este recorrido sinodal con la oración"
"Que el Señor nos haga caminar hacia la madure"

Saludo del Papa en español

Queridos hermanos y hermanas:

La Asamblea sinodal extraordinaria del pasado mes de octubre trató sobre "Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización". Un Sínodo no es un parlamento donde debaten diversos partidos o grupos de poder, sino un espacio privilegiado y protegido de comunión, en el que actúa el Espíritu Santo. Con este convencimiento, pedí a los Padres sinodales que no tuviesen reparo en hablar con franqueza y libertad, escuchando a los demás con respeto y humildad. No hubo censura previa.

El Documento de trabajo, fruto de la consulta a toda la Iglesia, fue la base de la primera Relación, previa al diálogo fraterno que se produjo en el Aula sinodal, sin poner jamás en duda las verdades fundamentales del sacramento del matrimonio: la indisolubilidad, la unidad, la fidelidad y la apertura a la vida. Seguidamente, los grupos lingüísticos trabajaron a partir de una segunda Relación que recogía las diversas opiniones manifestadas en el Aula. Y, con estas aportaciones, se elaboró una Relación final, que será enviada a las Conferencias Episcopales de todo el mundo para que preparen la próxima Asamblea ordinaria del 2015.

Por tanto, aunque todos estos pasos han sido publicados, los únicos documentos "oficiales" del Sínodo son tres: la Relación final, el Mensaje a las familias y mi Discurso conclusivo, que espero ayuden al Pueblo de Dios.

Saludo a los peregrinos venidos de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos. Queridos hermanos, el camino sinodal continúa. Les ruego que acompañen este proceso con la oración, pidiendo a la Virgen María que nos ayude a tomar las decisiones pastorales más adecuadas para el bien las familias. Gracias.

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