Vuelve a tu casa, junto a los tuyos y anúnciales todo lo que el Señor ha hecho por ti
- 03 Febrero 2020
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El Papa en el Ángelus: “Movimiento y asombro, actitudes para servir a los hermanos”
ALBERTO PIZZOLI/AFP/East News
Vatican Media | Feb 02, 2020
Alocución del Santo Padre antes de rezar la oración mariana del Ángelus de este primer domingo de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor y XXIV Jornada Mundial de la Vida Consagrada
“Que la Virgen María nos ayude a contemplar cada día en Jesús el Don de Dios para nosotros, y a dejarnos involucrar por Él en el movimiento del don, con alegre asombro, para que toda nuestra vida se convierta en una alabanza a Dios en el servicio a nuestros hermanos”, lo dijo el Papa Francisco en su alocución antes de rezar la oración mariana del Ángelus de este primer domingo de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor y XXIV Jornada Mundial de la Vida Consagrada.
Modelos de acogida y donación de la propia vida a Dios
Hoy celebramos la Fiesta de la Presentación del Señor, dijo el Santo Padre, y también hoy se celebra el Día de la Vida Consagrada, “que recuerda el gran tesoro en la Iglesia de aquellos que siguen de cerca al Señor profesando los consejos evangélicos”. Comentado el Evangelio de San Lucas que narra la presentación del Niño Jesús en el templo para consagrarlo a Dios, como prescribía la Ley judía, el Obispo de Roma señaló que, “este episodio llama nuestra atención al ejemplo de algunos personajes que son tomados en el momento en el cual hacen experiencia del encuentro con el Señor”. Se trata de María y José, Simeón y Ana, que representan modelos de acogida y donación de la propia vida a Dios y que el evangelista Lucas los describe a todos con una doble actitud: de movimiento y de asombro.
Movimiento: la vida cristiana es dinamismo y disponibilidad
La primera actitud es el movimiento, afirmó el Papa Francisco, vemos a María y José que se ponen en camino hacia Jerusalén; por su parte, Simeón, movido por el Espíritu, va al templo, mientras que Ana sirve a Dios día y noche sin descanso. “De esta manera los cuatro protagonistas del pasaje evangélico – precisó el Pontífice – nos muestran que la vida cristiana requiere dinamismo y disponibilidad de caminar, dejándose guiar por el Espíritu Santo”. El inmovilismo, señalo el Papa, no se acomoda con el testimonio cristiano y la misión de la Iglesia. Por ello, el mundo necesita cristianos que se dejen conmover, que no se cansen de caminar por las calles de la vida, para llevar a todos la palabra consoladora de Jesús.
“¡Todo bautizado ha recibido la vocación al anuncio, a la misión evangelizadora! Las parroquias y las diversas comunidades eclesiales están llamadas a fomentar el compromiso de jóvenes, familias y ancianos, para que todos puedan hacer una experiencia cristiana, viviendo la vida y la misión de la Iglesia como protagonistas”
Asombro: capacidad de maravillarse ante lo que nos rodea
La segunda actitud, subrayó el Santo Padre, con la que San Lucas presenta a los cuatro personajes de la narración es el asombro. María y José «se asombraron de las cosas que se decían de él [de Jesús]». El asombro es también una reacción explícita del viejo Simeón, que en el Niño Jesús ve con sus ojos la salvación obrada por Dios en favor de su pueblo. Y lo mismo ocurre con Ana, que «también comenzó a alabar a Dios». “Estas figuras de creyentes – señaló el Pontífice – están envueltas en el asombro, porque se dejaron capturar e involucrar por los eventos que estaban sucediendo ante sus ojos”.
“La capacidad de maravillarse ante las cosas que nos rodean fomenta la experiencia religiosa y hace fructífero el encuentro con el Señor. Por el contrario, la incapacidad de asombrarse nos hace indiferentes y amplía la distancia entre el camino de la fe y la vida de cada día”
Nuestra vida se convierta en alabanza a Dios en el servicio
Antes de concluir su alocución, el Papa Francisco pidió que la Virgen María nos ayude a contemplar cada día en Jesús el Don de Dios para nosotros, y a dejarnos involucrar por Él en el movimiento del don, con alegre asombro, para que toda nuestra vida se convierta en una alabanza a Dios en el servicio a nuestros hermanos.
Abrir las puertas a nuevas formas de fraternidad solidaria
Después de rezar a la Madre de Dios, el Santo Padre recordó que, hoy en Italia se celebra la Jornada por la Vida, que tiene como tema: “Abran las puertas a la vida”. “Me asocio al Mensaje de los Obispos – señaló el Pontífice – y espero que esta Jornada sea una oportunidad para renovar el compromiso de custodiar y proteger la vida humana desde el principio hasta su fin natural. También es necesario contrastar toda forma de violación de la dignidad, incluso cuando están en juego la tecnología o la economía, abriendo las puertas a nuevas formas de fraternidad solidaria”.
En el Día de la Vida Consagrada, el Pontífice invitó a todos los fieles a rezar por todas las personas consagradas. Ave María…
Asimismo, el Papa Francisco saludó a los fieles y peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, en particular, a los estudiantes de Badajoz (España); a los fieles de Cremona, Spoleto, Fano, Palau y Roseto degli Abruzzi, a los peregrinos Polacos y Japoneses. Para luego despedirse con su acostumbrado saludo de “buen domingo” y de no olvidarse de rezar por él. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!
Blas, Santo
Memoria Litúrgica. 3 de febrero
Obispo de Sebaste de Armenia
Martirologio Romano: San Blas, obispo y mártir, que, por ser cristiano, padeció en tiempo del emperador Licinio en la ciudad de Sebaste de Armenia (Sivas de la actual Turquía) (c. 320).
Etimología: Blas = Aquel que es tartamudo, de origen latino
Breve Biografía
"Blas, obispo de Sebaste de Armenia, es un personaje bastante incierto desde el punto de vista histórico, pero todavía goza de mucha popularidad por un milagro que se le atribuye y que ha perpetuado la conocida bendición contra el mal de la garganta. En efecto, se conoce en su Pasión que mientras llevaban al santo al martirio, una mujer se abrió paso entre la muchedumbre y colocó a los pies del santo obispo a su hijo que estaba muriendo sofocado por una espina de pescado que se le había atravesado en la garganta. San Blas puso sus manos sobre la cabeza del niño y permaneció en oración. Un instante después el niño estaba completamente sano. Este episodio lo hizo famoso como taumaturgo en el transcurso de los siglos, y sobre todo para la curación de las enfermedades de la garganta.
Gracias a esta tradición, el nuevo calendario litúrgico ha colocado en este día la memoria del santo, aunque se trata de un personaje históricamente incierto. San Blas fue obispo de Sebaste a comienzos del siglo IV, y sufrió la persecución de Licinio, el colega del emperador Constantino. Puede, pues, considerarse como uno de los últimos mártires cristianos de esa época.
Era el año 316. Parece que San Blas, siguiendo la advertencia del Evangelio, huyó de la persecución y se refugió en una gruta.
La leyenda, como de costumbre, abunda en particulares amenos y nos presenta al anciano obispo rodeado de animales salvajes que lo visitan y le llevan alimento; pero como los cazadores van detrás de estos animales, el santo fue descubierto y llevado amarrado como un malhechor a la cárcel de la ciudad. A pesar de los prodigios que el santo hacía en la cárcel, lo llevaron a juicio y como no quiso renegar de Cristo y sacrificar a los ídolos, fue condenado al martirio: primero lo torturaron y después le cortaron la cabeza con una espada.
El encuentro redentor con Cristo
Santo Evangelio según san Marcos 5, 1-20. Lunes IV del Tiempo Ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, cúrame de mis heridas, mis enfermedades y todo aquello que me aleje de ti; ayúdame a reconocerme pecador y necesitado de tu gracia para poder vivir en carne propia tu amor y comunicarlo a los demás.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 5, 1-20
En aquel tiempo, después de atravesar el lago de Genesaret, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Apenas desembarcó Jesús, vino corriendo desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu inmundo, que vivía en los sepulcros.
Ya ni con cadenas podían sujetarlo; a veces habían intentado sujetarlo con argollas y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba las argollas; nadie tenía fuerzas para dominarlo. Se pasaba días y noches en los sepulcros o en el monte, gritando y golpeándose con piedras.
Cuando aquel hombre vio de lejos a Jesús, se echó a correr, vino a postrarse ante él y gritó a voz en cuello: “Qué quieres tú conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? Te ruego por Dios que no me atormentes”.
Dijo esto porque Jesús le había mandado al espíritu inmundo que saliera de aquel hombre. Entonces le preguntó Jesús: “Cómo te llamas?”. Le respondió: “Me llamo Legión, porque somos muchos”. Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.
Había allí una gran piara de cerdos, que andaban comiendo en la falda del monte. Los espíritus le rogaban a Jesús: “Déjanos salir de aquí para meternos en esos cerdos”. Y él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y todos los cerdos, unos dos mil, se precipitaron por el acantilado hacia el lago y se ahogaron.
Los que cuidaban los cerdos salieron huyendo y contaron lo sucedido, en el pueblo y en el campo. La gente fue a ver lo que había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al antes endemoniado, ahora en su sano juicio, sentado y vestido. Entonces tuvieron miedo. Y los que habían visto todo, les contaron lo que le había ocurrido al endemoniado y lo de los cerdos. Ellos comenzaron a rogarle a Jesús que se marchara de su comarca.
Mientras Jesús se embarcaba, el endemoniado le suplicaba que lo admitiera en su compañía, pero él no se lo permitió y le dijo: “Vete a tu casa a vivir con tu familia y cuéntales lo misericordioso que ha sido el Señor contigo”. Y aquel hombre se alejó de ahí y se puso a proclamar por la región de Decápolis lo que Jesús había hecho por él. Y todos los que lo oían se admiraban.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El endemoniado, después de haber tenido una experiencia fuerte de la misericordia de Dios, se siente impulsado por el Espíritu Santo a seguir a Cristo más de cerca; podríamos decir como sacerdote, consagrado o monja pero, para su sorpresa y la nuestra, Él le dice que le tiene otra misión en la que puede compartir las maravillas que Dios ha hecho en su vida; él mismo, con su vida, ya es un ejemplo de lo que Dios puede hacer con un alma que se deja tocar por Él. Después de haber experimentado la misericordia de Dios, se convierte en testigo de este amor divino y discípulo del Señor en sus circunstancias ordinarias como su vida en familia, el trabajo, con la gente y sus amigos que trata todos los días.
Así es como el Señor quiere tocar nuestra vida hoy porque no hay pecador sin futuro ni santo sin pasado; lo que tenemos que hacer es dejarnos tocar por su gracia, que es un amor inmensamente tierno, porque Él es nuestro padre y nosotros, sus hijos queridos. Es difícil porque la acción de su perdón implica reconocer nuestras debilidades y pecados y, también, un morir a nosotros mismos porque, con el perdón de Dios, una parte de nosotros muere y nos convertimos en personas renovadas que se preocupan por comunicar a los demás las maravillas de Dios que nos ha salvado, nos convertimos en apóstoles de la misericordia de Dios para que otros, también, puedan experimentar el amor de Dios y se extienda, así, su gracia entre los hombres.
«Es importante no pensar en el tema “Vete a tu casa" como una simple invitación a volver. No penséis en la “casa” como algo cerrado y limitado. Por el contrario, todo camino dado por el Señor es siempre un andar misionero para contar “lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti”. No olvidéis que seguís siendo una minoría entre vuestra gente. Todavía hay una mayoría que tiene el derecho y está esperando escuchar el anuncio del Evangelio. El mandato de Cristo, por lo tanto, sigue siendo urgente hoy para vosotros. Ahora os toca a vosotros construir una Iglesia-casa joven y alegre, llena de vida y de fraternidad. ¡Qué mediante vuestro testimonio los mensajes salvíficos de Dios lleguen al corazón de vuestros vecinos y compatriotas! ¡Siempre el testimonio nunca el proselitismo! “¿Cómo llevar a cabo esta tarea?” ? podríais preguntarme. Os propongo estas tres características para vuestro testimonio en este tiempo: honradez, responsabilidad y optimismo. Las tres van acompañadas del discernimiento.».
(Video mensaje a los jóvenes de S.S. Francisco, noviembre de 2019).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Ir a confesión, si lo necesito, e invitar a alguien más reflexionar sobre la misericordia de Dios y el sacramento de la reconciliación.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
7 verdades sobre el exorcismo y los exorcistas
Estos puntos puedan brindar un poco de luz en cuanto a lo que de exorcismos y exorcistas se refiere
Es muy frecuente hoy en día que al encender la televisión o al mirar la cartelera de cine, nos encontremos con que gran cantidad de las historias que se cuentan tienen como protagonista al demonio. Las opiniones al respecto son diversas: hay quienes creen que todo aquello no es más que fruto del pensamientos del siglo pasado que la industria de Hollywood aprovecha para llenar sus salas; también están aquellos que tienen una postura de indiferencia, por lo que si el demonio existe o no es algo que no les quita el sueño; también hay quienes se obsesionan con el diablo y lo ven hasta en la sopa; y finalmente, están aquellos que sí creen en su existencia. Dentro de todos estos grupos de personas, nosotros nos encontramos en el último, es decir, creemos que el demonio existe y su accionar en este mundo es constante.
«Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales» (Ef 6, 11-12).
Creer en Dios pero no creer en el diablo es no creerle a Dios, ya que Él mismo nos advierte de su existencia en reiteradas oportunidades, en las Sagradas Escrituras. Sin embargo, su accionar no siempre es tan evidente, ya que el diablo puede disfrazarse de ángel de luz, presentándonos algo malo como si fuera bueno. Por algo se le llama «el padre de la mentira». Pero cuando ocurren posesiones, los exorcistas a través de un rito determinado, contando con las debidas licencias para ejercerlo y actuando bajo la autoridad de Jesucristo, expulsan a los espíritus impuros de una persona.
Cuando me puse a investigar acerca de este tema, no pensé que podía llegar a ser tan complejo y extenso. Por ello, no intento que este post sea un tratado de demonología, que de hecho existen varios y muy buenos, sino que pretendo que los siguientes puntos puedan brindar un poco de luz en cuanto a lo que de exorcismos y exorcistas se refiere.
1. Los exorcistas no son super héroes, ni tienen super poderes
El exorcista no tiene ningún poder sobre el demonio, el poder lo tiene Dios. Mediante el rito que realiza el sacerdote, con el poder de Cristo, se expulsa al demonio. Los sacerdotes no hacen más que seguir el mandato dado por Jesús a sus discípulos: «Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia» (Mt 10, 1).
2. No todos los sacerdotes están autorizados a realizar exorcismos
En los exorcismos simples o menores, también llamados oraciones de liberación, se invoca al Espíritu Santo, pidiendo la liberación de las personas de la influencia de Satanás, como se hace en el bautismo, por ejemplo, donde el rito contempla una oración de exorcismo. Este tipo de exorcismos puede realizarlo cualquier sacerdote.
Sin embargo, en el caso de los exorcismos solemnes o mayores, el Código de Derecho Canónico establece que éstos solo pueden «ser realizados por un obispo o sacerdote “piadoso, docto, prudente y con integridad de vida”, que cuente con una licencia particular y expresa de un obispo», quien puede otorgar al sacerdote un permiso para cada caso, o hacerlo, formalmente, con la venia de la Santa Sede. Aquellos que reciban este ministerio, además, deben tomar cursos de formación que se imparten en instituciones de la Santa Sede.
Los laicos no pueden realizar exorcismos, pero pueden acompañar a los sacerdotes durante los mismos, si éstos lo consideran oportuno, y también pueden prepararse para el ministerio de la liberación, bajo la dirección de un sacerdote.
3. El exorcismo es un sacramental, no un sacramento
Según el Catecismo de la Iglesia Católica los sacramentales son los «signos sagrados instituidos por la Iglesia, cuyo fin es preparar a los hombres para recibir el fruto de los sacramentos y santificar las diversas circunstancias de la vida» (número 1677), dentro de los cuales se encuentran los exorcismos, junto con las bendiciones y las consagraciones como los más importantes.
4. No todos los casos que parecen posesiones lo son
Los exorcistas, mediante un examen cuidadoso y de extrema prudencia, deben distinguir entre la verdadera posesión diabólica y los males psiquiátricos, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica, aunque pueden darse ambos a la vez. Por tanto, según el Catecismo (número 1673): «es importante, asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de la presencia del Maligno y no de una enfermedad»
5. Los exorcismos reales tienen poco o nada que ver con los que nos muestran las películas de Hollywood
Diversos exorcistas popularmente reconocidos aseguran que la mayoría de las personas creen que en un rito de exorcismo el demonio saldrá volando por una ventana o que todo poseso actúa como puede verse en la película “El exorcista.” El demonio, al ser un ser superior, tiene la capacidad de hacer todo aquello que podamos imaginar, pero, generalmente, los posesos no actúan como estamos acostumbrados a ver en el cine. Incluso existen casos que pueden durar años, hasta que una persona quede totalmente librada del demonio.
6. Aunque la persona se encuentre poseída, puede estar en gracia de Dios
La razón y la voluntad de las personas posesas actúan independientemente de lo que ocurre con ellas en los procesos de exorcismos. Dependiendo del caso, habrá ocasiones en las que éstas puedan acercarse a los sacramentos o no, pero en un exorcismo lo que se intenta hacer es expulsar a Satanás del cuerpo de la persona, y no de su alma que puede permanecer en gracia.
7. Dios siempre tiene la última palabra
La acción del maligno en este mundo, por más espanto que pueda causarnos, nunca será mayor que la acción de Dios en nuestras vidas. Si así no fuera, el demonio no se escandalizaría con tan solo escuchar pronunciar el nombre de Jesús. Con su sacrificio en la Cruz, Él ha vencido para siempre al pecado y a la muerte. Creámosle, entonces, cuando nos dice: «En el mundo tendrán tribulaciones, pero ¡ánimo!, yo he vencido al mundo» (Jn 16, 33).
Las sectas actuales han cambiado sus métodos de captación
Estos grupos saben cómo adaptarse a los nuevos tiempos dejando atrás la imagen de una comuna liderada por un gurú
Miguel Perlado lleva más de 16 años trabajando con víctimas de las sectas. Desde el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña coordina el Grupo de Trabajo sobre Derivas Sectarias que persigue difundir los conocimientos existentes en este ámbito y denunciar la manipulación y el abuso psicológico que practican. Lo cuenta Ana Soteras en este reportaje publicado por Efe Salud.
Perlado también tienen otro objetivo claro: formar a psicólogos, educadores, pedagogos, abogados… para que logren identificar y atender a los afectados por las sectas en España, donde existe un “agujero” legal y jurídico por el que pueden escapar los que llegan a ser denunciados y los que continúan impunes.
Una realidad, bajo diferentes prismas, que se abordará en el III Encuentro Nacional de Profesionales, Familiares y Ex Miembros de Sectas que se celebrará del 3 al 4 de marzo en Marbella (Málaga).
¿A quiénes buscan las sectas?
Con un fin didáctico y preventivo, en 2014 se realizó el documental “Sectas”, realizado por Estudios Molécula, y a iniciativa del Grupo de Derivas Sectarias y la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP), y que cuenta la experiencia de seis personas ex miembros de diferentes grupos sectarios.
Algunos son ejemplos de adeptos que responden a los perfiles que hoy son carne de cañón:
- Jóvenes idealistas, universitarios, con inteligencia por encima de la media, con tendencias algo obsesivas, perseverantes y con un componente de insatisfacción que les lleva a buscar algo diferente. Son productivos, no unos locos. Los que más interesan a las sectas.
- Personas entre 30 y 40 años con antecedentes de alguna adicción a tóxicos o dependencias afectivas o emocionales y aquellos que sufren la crisis de la mitad de la vida y que buscan nuevos caminos.
- Y los que están continuamente buscando: hoy con un chamán, mañana con una terapia revolucionaria, y pasado, orando en el monte, retrata el psicólogo.
La secta en el siglo XXI
El Grupo de Derivas Sectarias tiene localizadas unas 200 sectas activas en España y calcula que 600.000 personas están afectadas. Estos grupos saben cómo adaptarse a los nuevos tiempos dejando atrás la imagen de una comuna liderada por un gurú de túnica blanca. En pleno siglo XXI existe una amplia diversidad de sectas, un cajón de sastre que dificulta su identificación y su verdadero cometido.
Dentro de la multitud de ofertas de terapias alternativas “hay grupos que se adueñan de determinadas prácticas (chamanes, constelaciones familiares, conexiones con los ángeles…) que, precisamente por su nivel de indefinición, puede tener más calado sobre la persona”, señala el experto. Pero, en general, utilizan tácticas mundanas de influencia social pero llevadas al extremo.
Las sectas han cambiado sus estilos doctrinales: “Si antes esperaban platillos voladores, ahora siguen nuevas pseudoterapias, se adaptan al tiempo actual en aquellos temas que mayor penetración social tienen”, indica el psicólogo.
Y han variado las estrategias de captación: “Ya no practican el proselitismo callejero, ahora funciona el boca a oreja, a través de amigos, conocidos o compañeros de trabajo que te proponen ir a una charla, a una reunión…”, añade.
También se suben al carro de las nuevas tecnologías haciendo un uso expansivo de las redes sociales y exhibiendo presentaciones multimedia, “atractivas y seductoras, mientras ocultan su verdadera naturaleza”.
Y es que mientras estos grupos ofrecen, por un lado, algo distinto y atrayente, por otro necesitan legitimar sus prácticas y se parapetan detrás de registros como asociaciones, ONG, grupos de ayuda y grupos religiosos.
El abuso psicológico
Miguel Perlado define a la secta como “aquel grupo o movimiento que exige una dedicación o devoción hacia una persona, idea u objeto y que para la consecución de sus fines emplean mecanismos de control de la personalidad o de manipulación”.
“Puede ser –añade– un producto, un sistema aparentemente comercial, una dinámica que despliega grados de dependencia patológica con consecuencias como la restricción de miras, pensamiento monotemático, incapacidad critica, negación del problema, fanatización y radicalización de la mente”.
Encabezando la lista figura el terrorismo, el yihadismo o ETA son dos ejemplos de sectas radicalizadas mencionadas por el especialista. Y a medio camino hay grupos que no se consideran sectas pero sí comparten la mecánica. Se trata de bandas juveniles violentas, fanáticos deportivos, equipos deportivos de élite…
Detrás de los movimientos sectarios hay una clave: el abuso psicológico que practican a través del miedo y la generación de un sentimiento de culpa, además de vejaciones con el fin de doblegar al adepto.
In crescendo
“El maestro gritaba y se comportaba de una forma muy violenta, sin violencia física pero sí verbal”, relata en el documental un joven informático que se introdujo en un grupo budista atraído por terapias alternativas tipo reiki.
Pero la captación de una persona vulnerable empieza siendo una seducción suave: “te ayudaremos, aquí nos apoyamos entre todos, no comentes lo que hacemos porque los demás no lo entenderán”… Una estrategia sibilina que te va enredando hasta que te convierte en un adicto, en un dependiente.
“Entramos buscando ayuda de pareja y al final nos ofrecieron participar en un grupo espiritual que reforzaría la terapia”, relata un ingeniero de caminos, mientras que una maestra, por su parte, reconoce que estaba pasando por una depresión y que una falsa psicóloga la fue introduciendo en el grupo.
Se les exige un compromiso creciente y el objetivo final es controlar a la persona para obtener un beneficio económico y en ocasiones sexual. Personas que buscaban cierta espiritualidad para superar sus vacíos han acabado participando en prácticas sexuales colectivas.
“Nos teníamos que desnudar en grupo y participar de ritos iniciáticos, eran los momentos de más presión”, recuerda el ingeniero, quien asegura que a las parejas las acababan separando.
El dinero suele estar también en el horizonte. Los miembros empiezan contribuyendo con cantidades de dinero de forma sistemática y algunos acaban perdiendo hasta sus propiedades.
“Lo que había empezado de forma voluntaria se convirtió en exigencia. Habíamos perdido todos nuestros ahorros, habíamos hipotecada nuestra casa y seguíamos haciendo esfuerzos” para seguir asistiendo a los cursos y pagando, manifiesta en el vídeo un realizador audiovisual que entró al grupo animado por su esposa que ya formaba parte.
¿Cómo se puede llegar hasta ese punto?
El psicólogo Miguel Perlado considera que el poder y el control que ejerce el grupo sobre la persona hace que se llegue a esos extremos.
“Cuando todo un grupo va al unísono en una dirección, ilusionado y que replica lo mismo que el líder, eso te va envolviendo. Un día entras en una sala y te quitas los zapatos porque todos están descalzos y el día que te quitas todo dices que lo haces por la evolución espiritual”, explica.
Y recuerda el caso de una paciente que entró en un grupo de yoga para mejorar el dolor de espalda y al cabo de un año se dedicaba a limpiar el centro argumentando que así trabajaba el desapego y purificaba el karma. “Hubo un proceso de trasformación de la personalidad sostenido por la influencia del grupo”, apunta el especialista.
Reconstruir una personalidad dañada
A veces la cuerda se rompe de tanto tensar y el individuo acaba abandonando la secta o la intervención de los familiares, por ejemplo, acaba logrando arrancar al adepto de las garras del grupo. “La salida –subraya Perlado– puede tardar años porque uno no se da cuenta y acaba justificando su propia explotación”.
Cuando lo consiguen el paso más adecuado es buscar ayuda psicológica, “de lo contrario el riesgo de recaída y de entrar en otra relación de abuso se incrementa a medida que pasa el tiempo”, señala el profesional.
La víctima se sienta frente al psicólogo con sentimiento de culpa, con miedo y con vergüenza, además de temer represalias del grupo, lo que dificulta el principal objetivo: reconstruir la identidad anulada.
“Los primeros seis meses son críticos porque tienen problemas de autoestima, de confianza en los demás, de concentración, de ansiedad, pesadillas… Dudan si han hecho lo correcto al irse o si el grupo tenía razón. En torno al año empiezan a estabilizarse (ya sé dónde estoy y lo que me ha pasado) y a partir de ahí la reconstrucción”, precisa el psicólogo.
Pero quedan las secuelas, a veces muy hondas: distorsión de la visión de uno mismo y de los demás, dificultades a la hora de relacionarse fuera del grupo, daño económico, daño emocional, la culpa, la sensación de ser un bicho raro y de estar loco.
Los casos más difíciles son los de aquellos niños que crecieron y fueron educados por sus padres en una secta. Cuando piden ayuda ya de adultos sufren un choque brutal con la realidad porque no han tenido otro referente que el grupo.
Pero el panorama es diverso y se producen todo tipo de situaciones con un factor común: “La persona entra en un proceso de transformación sin controlar las consecuencias, aun creyendo que las controla. Ese es el punto de riesgo para la salud mental”, concluye Miguel Perlado.
Los "Millenials" y las vocaciones
Jóvenes de la generación menos religiosa de EEUU producen oleada de vocaciones sacerdotales
La generación actual de jóvenes en Estados Unidos, conocidos como los "Millennials" por su nacimiento en la cercanía del fin del milenio, está produciendo el aumento en las vocaciones sacerdotales. Este hecho contrasta con los estudios que identifican a esa generación como la menos religiosa, con menor asistencia al Eucaristía, menos posibilidad de unirse en matrimonio sacramental o identificarse a sí mismos como católicos. Y, sin embargo, son justamente los jóvenes quienes están dando la vuelta a las estadísticas sobre vocaciones.
Un ejemplo de esta realidad es el Seminario de Santa María en El Ateneo de Ohio, que realiza actualmente su primera expansión en 60 años y cuyo crecimiento llamó la atención de la prensa secular. De contar con más de 200 seminaristas en los años 60, el seminario llegó a un número de 40 en 2011, un oscuro panorama para la Iglesia local. Sin embargo, el Seminario registra actualmente 82 estudiantes, mayoritariamente de edades de 18 a 35 años, quienes según las estadísticas serían los menos probables.
"Yo admiro su valentía", comentó el Arzobispo de Cincinnati, Mons. Dennis Schnurr, según informó Crux. "Es una sociedad mucho más secular. Es más difícil ir que cuando yo estaba contemplando el sacerdocio". Es posible que justamente la contradicción haya animado a los fieles a asumir un compromiso más decidido en rechazo de la fuerte presión cultural. "Vinieron de esa cultura. Ellos vivieron en esa cultura", comentó el P. Benedict O'Cinnsealaigh, Presidente del Seminario de Santa María. "Ellos saben que la cultura no tiene las respuestas que estaban buscando".
Los seminaristas resultan siendo un ejemplo de transformación y novedad a pesar de pertenecer a una institución con dos mil años de historia, porque la sociedad ha cambiado tanto que son ellos quienes viven fuera de las convenciones. "Vamos a predicar el Evangelio a una cultura que lo necesita desesperadamente", afirmó Jarred Kohn, uno de los seminaristas. "Tratar de vencer a una cultura va a ser difícil, pero podemos recuperarlo". Otro de los seminaristas, Andrew Smith, veterano de la Fuerza Aérea de 35 años de edad, respalda su opinión. "Ciertamente, va a ser duro. No será todo duraznos y crema".