Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar
- 30 Marzo 2020
- 30 Marzo 2020
- 30 Marzo 2020
Leonardo Murialdo, Santo
Fundador, 30 de marzo
Martirologio Romano: En Turín, Italia, san Leonardo Murialdo, presbítero, que fundó la Pía Sociedad de San José, para educar en la fe y la caridad cristianas a los niños abandonados († 1900).
Fecha de beatificación: 3 de noviembre de 1963 por S.S. Pablo VI
Fecha de canonización: 3 de mayo de 1970 por S.S. Pablo VI
Breve Biografía
Leonardo Murialdo no es un hombre lejano: nace en Turín (Italia) el 26 de octubre de 1828 y muere en la misma ciudad el 30 de marzo de 1900. Es una persona dulce y noble, un hermano que se entrega todo a otros hermanos que no tienen casa y familia, que están solos y sin cariño, que non conocen a Dios.
A los 17 años, después de una crisis religiosa, decide consagrarse a Dios y en 1851 recibe la ordenación sacerdotal. Es el cura de los barrios pobres, el apóstol de los pequeños limpiachimeneas, de los chicos de la calle, de los encarcelados, de los jóvenes obreros.
Piensa en la formación profesional de los jóvenes, en su capacitación para el mundo adulto y obrero. En 1866 acepta dirigir el colegio "Artesanitos", una institución para chicos pobres y huérfanos.
Dócil a la voluntad de Dios y para dar continuidad a su misión educativa, el 19 de marzo de 1873 dio vida a la Congregación de San José (Josefinos de Murialdo), formada por sacerdotes y laicos.
La pedagogía de san Leonardo se puede resumir "en el espíritu de dulzura, de paciencia y de familiaridad, porque éste es el secreto para realizar el bien entre los niños y los jóvenes". Este estilo educativo encuentra su fuente en el amor misericordioso de Dios que Murialdo experimentó desde su juventud. Todo esto se puede resumir en el vivir con los niños y jóvenes como "amigo, hermano y padre".
Hoy los Josefinos de Murialdo continúan en la Iglesia su amor hacia los niños y los jóvenes en los centros juveniles, colegios, casa-hogar, parroquias, misiones... Están presentes en varios países de América Latina, de Europa y de Africa.
El 3 de mayo de 1970 Leonardo Murialdo es proclamado santo por el Papa Pablo VI. Su fiesta se celebra el 30 de Marzo, los salesianos lo festejan el 18 de Mayo.
Aquel que no tenga pecado, tire la primera piedra
Santo Evangelio según san Juan 8, 1-11. Lunes IV de Cuaresma
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, dame la luz para que pueda ver como Tú ves. Enciende mi corazón para que pueda entregarme en el amor como Tú te entregas. Dame la humildad de espíritu para que pueda reconocerme siempre como un pequeño mendigo que tanto te necesita. Dame la esperanza para que nunca dude de tu amor y misericordia.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 8, 1-11
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y él, sentado entre ellos, les enseñaba.
Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola frente a él, le dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?”.
Le preguntaban esto para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Pero como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: “Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra”. Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo.
Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron a escabullirse uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie, junto a él.
Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?” Ella le contestó: “Nadie, Señor”. Y Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El Evangelio de hoy nos presenta el encuentro entre Jesús y una mujer muy especial. Era una mujer que, por vivir en Jerusalén, seguramente estaba bien enterada de que lo que hacía era considerado por todo el pueblo como una ofensa grave a Dios.
Con toda la humillación de haber sido sorprendida en adulterio, es tomada y conducida hasta Jesús. Para los fariseos, esta era una mujer indigna de Dios, ajena a Él, que merecía ser apedreada. Sin embargo, pese a ser considerados como doctos, lejos estaban de conocer la realidad sobre Dios.
Al poner a la mujer frente a Jesús, lo primero que Él observa no es a una pecadora que lo ha ofendido sino a una hija amada cuyo nombre tiene bien gravado en su corazón. Jesús siente mucha compasión al verla encontrándose en un estado de miseria, engañada por el pecado y desvalorizada por los hombres. Jesús no puede sino conmoverse y desear limpiar en esta hija suya todo lo que se había ensuciado.
Hay una gran diferencia entre esta mujer y los fariseos. La mujer, humillada, era consciente de su miseria, su debilidad no estaba oculta para nadie y menos para Dios. Estando necesitada, espiritual y materialmente, fue su pequeñez la que conmovió al Señor y derramó su misericordia, incluso cuando ella ni siquiera pidió explícitamente su perdón. Los fariseos, en cambio, mostraron la dureza de su corazón porque estaban cegados para reconocer tanto la fragilidad ajena, como la propia. Jesús les hace ver que ellos tampoco están limpios, y esto incomoda su orgullo y se marchan.
Dios sabe que tenemos miserias y no se asusta ante ellas, pero somos nosotros los que necesitamos la humildad para mostrarnos ante Él como somos. Con la herida abierta para que Él pueda sanarla.
«Los interlocutores de Jesús están encerrados en los vericuetos del legalismo y quieren encerrar al Hijo de Dios en su perspectiva de juicio y condena. Pero Él no vino al mundo para juzgar y condenar, sino para salvar y ofrecer a las personas una nueva vida. ¿Y cómo reacciona Jesús a esta prueba? En primer lugar, se queda un rato en silencio, y se inclina para escribir con el dedo en el suelo, como para recordar que el único Legislador y Juez es Dios que había escrito la Ley en la piedra.
Y luego dice: “Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra”. De esta manera, Jesús apela a la conciencia de aquellos hombres: ellos se sentían “paladines de la justicia”, pero Él los llama a la conciencia de su condición de hombres pecadores, por la cual no pueden reclamar para sí el derecho a la vida o a la muerte de los demás. En ese momento uno tras otro, empezando por los más viejos, es decir, por los más expertos de sus propias miserias, todos se fueron, renunciando a lapidar a la mujer. Esta escena también nos invita a cada uno de nosotros a ser conscientes de que somos pecadores, y a dejar caer de nuestras manos las piedras de la denigración y de la condena, de los chismes, que a veces nos gustaría lanzar contra otros. Cuando chismorreamos de los demás, lanzamos piedras, somos como estos».
(Ángelus de S.S. Francisco, 7 de abril de 2019).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Ir a confesión, si lo necesito, con mucha fe en que Dios espera encontrarse conmigo ahí y con la humildad para reconocer y aceptar lo que soy, confiando en que su gracia puede sanarme.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Adulterio: infidelidad de corazón
Una aventura amorosa extramatrimonial puede hundir la felicidad de la familia.
El pecado de adulterio: Se comete cuando un hombre y una mujer, de los cuales, al menos uno está casado, establecen una relación sexual, aunque sea ocasional
El adulterio es ya una falta grave desde el momento mismo en que se desee deliberadamente. Ya hay adulterio cuando hay infidelidad de corazón: cuando se pone a alguien por encima del propio consorte. Tal es el sentido de las palabras de Nuestro Señor: Quien mira a una mujer con deseos deshonestos, ya ha cometido adulterio en su corazón
Como pecado externo es uno de esos crímenes enormes que ya entre los judíos y los paganos era castigado con la pena de muerte.
Las personas casadas deben ser de una prudencia extrema en este punto, y cerrar cuidadosamente la puerta de su corazón al menor síntoma de un afecto desordenado naciente hacia tercera persona. Los antiguos amores de la juventud, los actuales amigos de la familia, los subordinados, los superiores, los compañeros de trabajo, pueden constituir un verdadero peligro para la virtud de los esposos.
Hay que evitar los celos infundados , pero también el ser bobalicones poniendo en peligro la fidelidad del otro cónyuge.
Una aventura amorosa extramatrimonial puede hundir la felicidad de la familia, que no podrá recuperar el cariño de antes. Y esto no tiene precio.
No se llega ordinariamente al adulterio de golpe, sino después de una serie de ligerezas, de imprudencias y de concesiones. Al principio se resiste, y se ve con horror avecinarse la tragedia.
Pero si se empieza a hacer concesiones pequeñas está todo perdido.
Cada vez se cederá más.
Siempre menos de lo que la tentación pide, pero las concesiones irán en aumento. La tragedia será casi irremediable. Por eso deben tomarse toda clase de precauciones antes de que sea demasiado tarde. Los esposos deben ayudarse en este punto evitando las ocasiones. Pero también deben evitar el no menos grave peligro de celos infundados que son la ruina de la paz conyugal.
Los pasos del adulterio pueden ser éstos:
Un marido absorbido por su trabajo.
** Su mujer se siente sola.
** Ella se encuentra casualmente con un hombre que resulta amable y atento.
** Se deja llevar con la imaginación lo que sería un matrimonio con este segundo hombre.
** Una circunstancia ocasional y un beso furtivo con este segundo hombre. Necesidad de repetir este momento.
** Después, el adulterio, una familia deshecha, y, puede ser, que la condenación eterna.
Es un proceso lento pero seguro, si no se corta al principio radicalmente.
El sentimentalismo suele ser una de las causas por las que una persona buena puede llegar también al adulterio:
** Se encuentra con otra que atraviesa una situación difícil.
** Su buen corazón le inclina a ayudarla, no viendo ningún peligro en ello.
** Nace el afecto entre los dos.
** Ella se siente agradecida y comprometida a complacerle en todo, etc.
En ambientes pervertidos, algunos matrimonios practican el intercambio de parejas, como un juego inofensivo: pero con esto han preparado una bomba de relojería que, antes o después, hará saltar, hecho añicos, su matrimonio.
La amante del hombre puede ser una profesional que va buscando hombres casados para vaciarles la cartera. Es una mujer de cuatro letras, que en lugar de trabajar en la calle lo hace en lugares lujosos: es una profesional del vicio. Otras veces puede ser una mujer ingenua que insensiblemente se enreda en un amor prohibido. Aunque ingenua no deja de ser culpable pues sabe que aquel corazón ya tiene dueño.
«¡Quiten la piedra de su corazón! Dejen que Dios devuelva la vida»
Ángelus del Papa, 29 de marzo de 2020.
“Que la Virgen María nos ayude a ser compasivos como su Hijo Jesús, que ha hecho suyo nuestro dolor. Que cada uno de nosotros esté cerca de los que están en la prueba, convirtiéndose para ellos en un reflejo del amor y la ternura de Dios, que libera de la muerte y hace vencer la vida”, lo dijo el Papa Francisco en su alocución antes de rezar la oración mariana del Ángelus de este 29 de marzo, V Domingo de Cuaresma.
«El que crea en mí, aunque muera, vivirá»
El Santo Padre, comentando el Evangelio de este Domingo (cf. Jn 11, 1-45), que narra la Resurrección de Lázaro recordó que, Jesús era muy amigo de Lázaro, Marta y María. Y cuando Él llega a Betania, Lázaro llevaba ya cuatro días muerto; Marta corre al encuentro del Maestro y le dice: «¡Si tú hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto!». Jesús responde a Marta: «Tu hermano resucitará»; «Yo soy la resurrección y la vida; el que crea en mí, aunque muera, vivirá». Luego Jesús «conmovido profundamente se echó a llorar» por la muerte del amigo. Con esta perturbación en su corazón, fue al sepulcro, agradece al Padre que siempre le escucha, hace abrir la tumba y grita en voz alta: «¡Lázaro, ven afuera!». Y Lázaro salió con «los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario».
“Tu hermano resucitará; Yo soy la resurrección y la vida; el que crea en mí, aunque muera, vivirá”.
¡Quiten la piedra de su corazón!
Después de relatar los momentos más sobresaliente de la narración del Evangelio, el Papa Francisco dijo que, “aquí tocamos con la mano que Dios es vida y dona vida, pero asume el drama de la muerte. Jesús habría podido evitar la muerte de su amigo Lázaro, pero ha querido hacer suyo nuestro dolor por la muerte de nuestros seres queridos, y sobre todo ha querido mostrar el dominio de Dios sobre la muerte”. En el Evangelio, precisa el Pontífice, vemos que la fe del hombre y la omnipotencia del amor de Dios se buscan y finalmente se encuentran. Lo vemos en el grito de Marta y María y todos nosotros con ellas: «¡Si hubieras estado aquí!...». Y la respuesta de Dios no es un discurso, es Jesús.
“Yo soy la resurrección y la vida... ¡Tengan fe! En medio del llanto sigan teniendo fe, aunque la muerte parezca haber ganado. ¡Quiten la piedra de su corazón! Dejen que la Palabra de Dios devuelva la vida donde hay muerte”.
Quitar las piedras de todo lo que sabe a muerte
También hoy, afirma el Santo Padre, Jesús nos repite: "Quiten la piedra". Dios no nos ha creado para la tumba, nos ha creado para la vida, hermosa, buena, gozosa, a pesar que «la muerte ha entrado en el mundo por envidia del diablo» como dice el Libro de la Sabiduría, y Jesucristo ha venido a liberarnos de sus ataduras. Por lo tanto, subraya el Papa, estamos llamados a quitar las piedras de todo lo que sabe a muerte: la hipocresía con la que vivimos la fe, es muerte; la crítica destructiva a los demás es muerte; la ofensa, la calumnia, es muerte; la marginación de los pobres es muerte. “El Señor nos pide que quitemos estas piedras de nuestros corazones, y la vida entonces volverá a florecer a nuestro alrededor. Cristo vive, y quien lo acoge y se adhiere a Él entra en contacto con la vida. Sin Cristo, o fuera de Cristo, no sólo no hay vida, sino que se vuelve a caer en la muerte”.
“La resurrección de Lázaro es también un signo de la regeneración que se actúa en el creyente a través del Bautismo, con la plena inserción en el Misterio Pascual de Cristo. Por la acción y la fuerza del Espíritu Santo, el cristiano es una persona que camina en la vida como una nueva criatura: una criatura para la vida”.
7 razones para ir de misiones.
No dejes pasar esta oportunidad de participar en las Megamisiones de este año, te aseguro que no te arrepentirás.
¿Aún no te decides a ir de Misiones en esta Semana Santa? Puede ser que estés dudoso y necesites de poderosas razones para tomar la maleta junto con el Evangelio y atender al llamado que hace la Iglesia de llevar a los rincones del mundo el mensaje de Jesucristo.
Dentro de mi vida como Misionero, he tenido la oportunidad de experimentar los beneficios de participar activamente en las Misiones de Semana Santa. En este año, estaré viviendo una nueva aventura, pero ahora en familia, con mi esposa y mi hija. Por lo cual, estoy muy emocionado y deseoso de compartirte algunas de las razones principales por las que debes decidirte a ir de Misiones.
1. Se refuerza la fe.No hay mejor manera de conocer y fortalecer tu fe que compartiéndola con los demás. La experiencia Misionera genera un conocimiento más profundo de Dios, de las almas y del llamado a dar a conocer el Evangelio a todo el mundo.
2. Unión familiar. Se practica de una manera muy especial. Es un apostolado donde padres e hijos trabajan juntos, desde la organización y durante las actividades de la Semana Santa. Una excelente oportunidad de convivencia fuera de la rutina y con el objetivo de que, juntos como familia, participen en la Misión de la Iglesia.
3. Santas amistades. La convivencia con otras familias que comparten intereses provoca extraordinarias amistades para el matrimonio y para los hijos. Los equipos misioneros están formados por personas que están en la misma sintonía. Esto porpicia amistades en un ambiente sano y por lo regular son amistades para toda la vida.
4. Vives una gran aventura. Llevar el Evangelio es una gran aventura, ahora imagina cargar con toda tu familia y unirte a esta Misión. Los niños y los adolescentes suelen ser los mas emocionados por el reto que representa llegar y establecerse (aunque sea sólo por una semana) en alguna comunidad con limitaciones. Lejos de causar desagrado, se produce un efecto de motivación por superar las incomodidades a las que se enfrentan.
5. Se refuerza la vocación. Cualquiera que sea, las Misiones provocan la práctica continua de la donación. Desde la organización, donde se tienen que dejar cosas a un lado por asistir a las sesiones de formación, invertir en los gastos de transportación, material, etc. El ir casa por casa para escuchar a las personas que ven en el Misionero la figura de Jesucristo que va a su encuentro, donando su tiempo para atenderlos. Cualquier vocación, ya sea al matrimonio o a la vida religiosa, es una práctica constante de donación y en las Misiones se vive esta actitud cada día.
6. Conoces la Misión de la Iglesia. Estoy seguro que aquellos que hablan y critican acerca de las “riquezas” de la Iglesia nunca se han dado la oportunidad de experimentar las Misiones. Al ser Misionero y convivir con la Iglesia del pueblo, te darás cuenta de las limitaciones que tienen, pero que a pesar de eso, la Misión de la Iglesia está muy alejada y es más grande que cualquier bien económico. Es simplemente llevar a Jesucristo y su Evangelio a las personas que más lo necesitan, sin ningún tipo de interés personal.
7. Llevar la paz. En esta cultura del descarte y de la violencia, llevas la palabra de Dios a personas que prácticamente han sido olvidadas por la sociedad, que las han arrinconado y privado incluso de servicios básicos. Tienes la oportunidad de ser un embajador de paz para aquellos a quienes las dificultades han atrapado en la desesperación y el dolor. Además, de que un Misionero puede llevar la paz a una comunidad dañada por el rencor, la pobreza y los vicios.
Tanto familias y jóvenes de todas las edades pueden hacer una gran contribución a la Misión de la Iglesia, pero más que nada, a las personas que con mucha alegría y esperanza desean que llegue el tiempo de Semana Santa para recibir a los Misioneros. Y aunque pareciera contradictorio, estas comunidades dan ejemplo y testimonio de lo que es la donación y la alegría de vivir el Evangelio.
No dejes pasar esta oportunidad de participar en las Megamisiones de este año, te aseguro que no te arrepentirás.
Aprende a apreciar el esfuerzo
Un hijo debe aprenda a apreciar el esfuerzo y tener la experiencia de la dificultad y aprender la habilidad de trabajar con los demás
Por: Fray Nelson Medina, OP | Fuente: fraynelson.com
Aprende a apreciar el esfuerzo
Un joven fue a solicitar un puesto importante en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial e… iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: ” ¿Recibió alguna beca en la escuela?” el joven respondió “no”.
“¿Fue tu padre quien pagó tus estudios? “
” Si.”-respondió.
“¿Dónde trabaja tu padre? “
“Mi padre hace trabajos de herreria.”
El director pidió al joven que le mostrara sus manos. El joven mostró un par de manos suaves y perfectas.
“¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo? “
“Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo.
El director dijo:
“Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana.”
El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta.
Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le permitiera lavar sus manos.
Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos poco a poco. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su piel se estremeció cuando él la tocó.
Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder pagar su estudio. Los moretones en las manos eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro.
Después de limpiar las manos de su padre, el joven se puso en silencio a ordenar y limpiar el taller. Esa noche, padre e hijo hablaron durante un largo tiempo.
A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.
El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: “¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?”
El joven respondió: -“lavé las manos de mi padre y también terminé de asear y acomodar su taller”
“Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mis padres, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi padre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia.
El director dijo: “Esto es lo que yo busco en mi gente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida”. “Estás contratado”.
Un niño que ha sido protegido y habitualmente se le ha dado lo que él quiere, desarrolla una “mentalidad de tengo derecho” y siempre se pone a sí mismo en primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus padres.
Si somos este tipo de padres protectores ¿realmente estamos demostrando el amor o estamos destruyendo a nuestros hijos?
Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida, clases de computación, ver en una gran pantalla de televisión. Pero cuando estás lavando el piso o pintando una pared, por favor que también él lo experimente. Después de comer que lave sus platos junto con sus hermanos y hermanas. No es porque no tengas dinero para contratar quien lo haga, es porque quieres amarlos de la manera correcta. No importa cuán rico seas, lo que quieres es que entienda. Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese joven.
Lo más importante es que tu hijo aprenda a apreciar el esfuerzo y tenga la experiencia de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar con los demás para hacer las cosas.
33 Maneras de vivir profundamente la Oración en Cuaresma
Estas sencillas ideas te servirán para vivir mejor la oración en Cuaresma, y ¿por qué no? en toda tu vida
San Pablo nos motiva a que “oremos sin cesar”. Toda nuestra vida puede ser una oración si elevamos nuestra mente y corazón a Dios en cada momento y acción de nuestra vida. Lo central de la Cuaresma (y de nuestra vida entera) es que oremos lo más frecuente y profundamente que podamos. He aquí algunas maneras en que podrá incorporar la oración a lo largo de su día. Por favor, elija las que le ayuden a alcanzar esa meta.
1. Repita una pequeña oración a lo largo del día. Puede ser: “Señor, ten misericordia de mí”, o “Jesús, ayúdame a conocerte y a hacer tu voluntad”. También puede usar sus propias palabras.
2. Haga una lista de las cosas por las cuales está agradecido(a). Escriba diariamente diez cosas por las que está agradecido(a): familia, talentos, amigos, éxitos, etcétera.
3. Ore por la gente que le hace pasar un mal rato. Hay días en los que estas personas sobreabundan.
4. Repita continuamente las palabras de San Ignacio de Loyola: “Toma Señor y recibe toda mi libertad”
5. Utilice su imaginación al hacer oración. Imagínese usted mismo(a) como una de las personas que están frente a Jesús en una escena de los Evangelios. Imagine su respuesta y reacción al mensaje que ha escuchado de Jesús.
6. Haga una lectura pausada de alguno de los cuatro relatos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Por ejemplo, puede leer Lucas 22,39 a 24,12.
7. Convierta en oración alguna actividad amorosa que haga por los demás. Por ejemplo, cuando saca la basura de la casa, cambia el rollo de papel higiénico o le ayuda a su hijo a hacer la tarea. Hágalo de todo corazón y esa acción será una oración.
8. Haga oración mientras realiza una caminata.
9. Concédase tiempo para la meditación, para estar en calma por un momento, para vaciarse de las distracciones y para abrir su corazón a Dios.
10. Participe en uno de los servicios litúrgicos que su parroquia ha organizado.
11. Ore junto con su familia a la hora de los alimentos. Oren siempre por las personas necesitadas.
12. Ore mientras realiza sus mandados. Pídale a Dios que le ayude a reconocer su presencia en cada uno de los lugares a los que se dirige.
13. Cuando escuche o vea noticias respecto a alguien que está en problemas, ore por esa persona. Invite a sus hijos a que oren también por ella.
14. Cuando esté en el mercado, ore por los campesinos y todas aquellas personas que hacen posible que los alimentos lleguen hasta su mesa.
15. Al momento de acostarse, concédase un momento para orar por aquellas personas que no tienen hogar y que esa noche dormirán en la calle.
16. Deje que una de sus canciones católicas favoritas se repita en su mente como una forma de oración. Seleccione una frase o palabras que tengan un significado especial para usted.
17. Rece diariamente el rosario y otras oraciones que son parte de la tradición católica. Dese cuenta de que está uniendo su voz a millones de personas que han orado estas plegarias a lo largo de los siglos.
18. Bendiga a sus hijos y a otros miembros de la familia cuando se retiran o regresan a casa. Trace sobre su frente la señal de la cruz.
19. Ore en los momentos de mayor tráfico, especialmente cuando se encuentra con un mal conductor. Ore por él o ella y pídale a Dios que le ayude a mantener la calma a lo largo del día.
20. Haga oración mientras está haciendo fila o cuando alguien lo ha puesto en llamada de espera. Ore por los servidores públicos que atienden a la gente todo el día.
21. Ore mientas trabaja en el jardín; deje que esa actividad sea su oración.
22. Si en su barrio puede escuchar las campanas de alguna iglesia, ore al escucharlas. Si no le es posible, ore al momento de escuchar otro sonido, por ejemplo, al timbrar el teléfono, cuando ladra algún perro o cuando suena el toque de salida en una fábrica cercana.
23. Ore al escuchar el ruido de una sirena. Ore por las personas que posiblemente estén en un problema serio.
24. Haga oración por las personas que necesita perdonar y que le cuesta mucho perdonar. Pida que disfruten las bendiciones que usted mismo espera recibir de Dios.
25. Eleve una oración a Dios que le ayude a pedir perdón a las personas que ha herido de alguna manera.
26. Ore por la persona que lo ha dirigido espiritualmente, sea que esté viva o muerta.
27. Ore mientras lleva a pasear a su mascota.
28. Si toca un instrumento musical, deje que ese momento sea su oración.
29. Ore mientras crea una pieza de arte. Haga algo creativo cada día de la Cuaresma y hágalo para dar gloria a Dios.
30. Ore por la persona desconocida quien, en este preciso momento está al borde del suicidio. Pídale a Dios que tranquilice a esa alma desolada.
31. Escoja a un miembro de su familia nuclear o extendida y ore por él o ella a lo largo del día. Elija uno diariamente.
32. Asista a misa siempre que pueda hacerlo. La Eucaristía es la oración más grande que tenemos los católicos y es un lugar seguro para encontrarse con Jesús.
33. Al final del día, concédase un momento para agradecerle a Dios las gracias y bendiciones que recibió a lo largo del día.