El Evangelio es una invitación y un derecho gratuito para todos aquellos que quieren escuchar
- 21 Julio 2020
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Doctor de la Iglesia, 21 de Julio
Sacerdote capuchino - Doctor de la Iglesia
Martirologio Romano: San Lorenzo de Brindisi, presbítero y doctor de la Iglesia, de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, predicador incansable por varias naciones de Europa, que de caracter sencillo y humilde, cumplió fielmente todas las misiones que se le encomendaron, como la defensa de la Iglesia ante los turcos que intentaban dominar Europa, la reconciliación de príncipes enfrentados y el gobierno de su Orden religiosa. Murió en Lisboa, en Portugal, el veintidós de julio de 1619.
Etimológicamente: Lorenzo = laurel, de la lengua latina.
Fecha de beatificación: 1 de junio de 1783 por S.S. Pío VI
Fecha de canonización: 8 de diciembre de 1881 por S.S. León XIII.
Iconografía: con hábito, un libro, la hostia alusiva a su veneración a la Eucaristía y la imagen de María Santísima, por la especial devoción que le manifestó.
Breve Biografía
Cesar de Rossi nació en Brindis, ciudad del reino de Nápoles, en 1559. Pertenecía a una familia veneciana de cierto renombre. A los seis años ya asombraba a todos por la facilidad de aprender de memoria páginas enteras, que declamaba en público.
Primero se educó en el convento de los franciscanos de su ciudad natal y, después, bajo la dirección de un tío suyo en el colegio de San Marcos de Venecia. Hizo rápidos progresos, tanto desde el punto de vista intelectual como espiritual y a los dieciséis años ingresó en el convento de los capuchinos de Verona. Cuando pidió ser admitido, el superior le advirtió que le iba a ser muy difícil soportar aquella vida tan dura y tan austera. El joven le preguntó: "Padre, ¿en mi celda habrá un crucifijo?." "Sí, lo habrá", respondió el superior. "Pues eso me basta. Al mirar a Cristo Crucificado tendré fuerzas para sufrir por amor a El, cualquier padecimiento". Con el hábito religioso recibió el nombre de Lorenzo.
Durante sus estudios de filosofía y teología en la Universidad de Padua, se distinguió por su extraordinario dominio de lenguas: aprendió el griego, el hebreo, el alemán, el bohemio, el francés, el español y llegó a conocer muy a fondo el texto de la Biblia.
Por su gran don de prédica, siendo diácono, le fue encomendado el predicar los 40 días de Cuaresma en la Catedral de Venecia por dos años consecutivos. La gente vibraba de emoción al oír sus sermones, y muchas eran las conversiones.
Después de su ordenación sacerdotal, predicó con gran fruto en Padua, Verona, Vicenza y otras ciudades del norte de Italia. En 1596, pasó a Roma a ejercer el cargo de definidor de su orden, y el Papa Clemente VIII le pidió que trabajase especialmente por la conversión de los judíos. Tuvo en ello gran éxito, ya que a su erudición y santidad de vida unía un profundo conocimiento del hebreo.
Un sacerdote le preguntó: "Frai Lorenzo, ¿a qué se debe su facilidad para predicar? ¿A su formidable memoria?" Y él respondió: "En buena parte se debe a mi buena memoria. En otra buena parte a que dedico muchas horas a prepararme. Pero la causa principal es que encomiendo mucho a Dios mis predicaciones, y cuando empiezo a predicar se me olvida todo el plan que tenía y empiezo a hablar como si estuviera leyendo en un libro misterioso venido del cielo".
Dormía sobre tablas. Se levantaba por la noche a rezar salmos. Ayunaba con frecuencia comiendo casi siempre pan y verduras. Huía de recibir honores, y se esforzaba por mantenerse siempre alegre y de buen humor con todos.
Cuando Lorenzo era vicario general, el emperador Rodolfo II le envió en misión diplomática a conseguir la ayuda de los príncipes alemanes contra los turcos, cuya amenaza se cernía sobre toda Hungría. El santo tuvo éxito en su misión y fue nombrado capellán general del ejército que se había formado gracias a sus esfuerzos. En algunas ocasiones, San Lorenzo fue prácticamente general en jefe del ejército; por ejemplo, antes de la batalla de Szekes-Fehervar, en 1601, los generales le consultaron, el santo les aconsejó que atacasen, arengó personalmente a las tropas y partió al frente de las fuerzas de ataque, sin más armas que un crucifijo. La aplastante derrota que sufrieron los turcos fue atribuida por todos a San Lorenzo.
Se cuenta que, al volver de la campaña, se detuvo en el convento de Gorizia, donde el Señor se le apareció en el coro y le dio la comunión por su propia mano.
Los príncipes y gobernantes, por muy irreligiosos que sean, suelen apreciar los servicios de los hombres verdaderamente santos. Los principales señores de Nápoles acudían a San Lorenzo para presentarle sus quejas por la tiranía del virrey español, duque de Osuna y le pedían que fuese a la corte del rey Felipe para evitar que el pueblo se levantase en armas. El santo no era aún muy viejo, pero estaba enfermo y achacoso. Cuando llegó a Madrid, supo que el rey no estaba en la ciudad, sino en Lisboa. Así pues, prosiguió su camino a Portugal, en pleno calor del estío. Usó de toda su elocuencia y su poder de persuasión y logró que el monarca prometiese relevar del cargo de virrey al duque de Osuna.
San Lorenzo regresó entonces a su convento y ahí falleció el día de su cumpleaños, 22 de julio de 1619. Cumplía 60 años. Fue sepultado en el cementerio de las Clarisas Pobres de Villafranca.
Lo canonizó León XIII en 1881. Juan XXIII lo declaró Doctor de la Iglesia en 1959, con el título de Doctor Evangélico, por lo elevado de su inspiración evangélica.
La familia que somos
Santo Evangelio según san Mateo 12, 46-50. Martes XVI del Tiempo Ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Prepara Señor mi corazón para que escuche tu voz y dame la gracia de saberme parte de tu Iglesia para que junto con mis hermanos vivamos haciendo tu voluntad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 12, 46-50
En aquel tiempo, Jesús estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus parientes se acercaron y trataban de hablar con él. Alguien le dijo entonces a Jesús: “Oye, ahí fuera están tu madre y tus hermanos, y quieren hablar contigo”.
Pero él respondió al que se lo decía: “¿Quién es mi madre y quienes son mis hermanos?” Y señalando con las manos a sus discípulos, dijo: “Éstos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¿Alguna vez has mordido un ajo? ¿O en alguna ocasión has comido sal? ¿Cuándo fue la última vez que tomaste una cucharada de pimienta o de orégano? Estos son algunos de tantos de los condimentos que se añaden a una comida, pero generalmente estamos acostumbrados a degustarlos como parte de un todo, pues sazonan nuestras comidas favoritas: pero es muy interesante ver cómo lo que da sabor, por sí solo tiene un sabor muy desagradable.
La fe, del mismo modo, se vive como parte de un todo. Como el condimento, da sabor, pero aislado, separado, sabe feo, o se vive muy pobremente. En el Evangelio de hoy Jesús llama hermanos a aquellos que hacen la voluntad del Padre. ¿Te suena la palabra hermano? ¡Claro que sí! Esta palabra evoca a la familia que somos: la Iglesia. Que el Evangelio de hoy te ayude a descubrir que eres parte de esta familia y que la vivencia de la fe se da siendo parte de ese todo.
«Jesús desafió a toda aquella multitud que lo escuchaba a preguntarse por algo que puede parecer tan obvio como seguro: ¿quiénes son los miembros de nuestra familia, aquellos que nos pertenecen y a quienes pertenecemos? Dejando que la pregunta hiciera eco en ellos de forma clara y novedosa responde: “Todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre”. De esta manera rompe no sólo los determinismos religiosos y legales de la época, sino también todas las pretensiones excesivas de quienes podrían creerse con derechos o preferencias sobre él. El Evangelio es una invitación y un derecho gratuito para todos aquellos que quieren escuchar. Es sorprendente notar cómo el Evangelio está tejido de preguntas que buscan inquietar, despertar e invitar a los discípulos a ponerse en camino, para que descubran esa verdad capaz de dar y generar vida; preguntas que buscan abrir el corazón y el horizonte al encuentro de una novedad mucho más hermosa de lo que pueden imaginar. Las preguntas del Maestro siempre quieren renovar nuestra vida y la de nuestra comunidad con una». (Homilía de S.S. Francisco, 21 de noviembre de 2019).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Pedir conscientemente por la Iglesia de la cual formo parte.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Sentido evangélico de la autoridad
El sentido que Cristo le da a la autoridad queda bien claro en los siguientes versículos del Evangelio:
El sentido que Cristo le da a la autoridad queda bien claro en los siguientes versículos del Evangelio: "Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No será así entre vosotros, sino que el que quiera ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos"(Mt. 20, 25-27) Vemos pues, que Cristo define su autoridad en términos de servicio y no de mando.
Junto a este texto tenemos otro en que Cristo se compara al Buen Pastor cuando habla sobre su autoridad. Hay que tener en cuenta que para el oriental la imagen del Pastor era el símbolo de la autoridad política. El cetro que usan incluso los reyes de los países occidentales, es una estilización del cayado del pastor.
El cetro nace en Oriente y es el símbolo del rey, que es el pastor del pueblo, el que lo dirige. Cuando el Señor dice "Yo soy el Buen Pastor" lo que quiere decir es que "Yo soy la buena autoridad", en contraposición de aquellos malos pastores de los que hablaron los profetas.
En el Antiguo Testamento aparecen duramente condenados los malos pastores (los reyes de Israel y los sumos sacerdotes) porque en lugar de servir al rebaño se apacentaron a sí mismos y engordaron a costa de las ovejas que se les confiaron.
Los judíos entendieron muy bien que Jesús quería decirles que Él venía como la buena autoridad, no a aprovecharse de ellos y a explotarles como tantas veces habían hecho las malas autoridades religiosas o políticas. Y les añadió la bella frase: "Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia" (Jn.10,10)
Cabría preguntarse si es posible compaginar esta visión religiosa de la autoridad y la que normalmente se experimenta en la vida cotidiana: una autoridad como poder de mando mas que nada.
Pero ambas visiones pueden compaginarse. Si vemos la etimología de la palabra autoridad descubriremos que viene de la palabra latina "auctor", que viene del verbo "augere", que significa hacer aumentar, hacer crecer. El autor es el que es fuente u origen de algo.
El padre en sentido propio, es aquel que da la existencia a otro y se preocupa de su bienestar y crecimiento El significado por tanto, de la palabra "autoridad" no es mandar, sino engendrar, dar vida, hacer crecer.
Luego ser autoridad, etimológicamente hablando, es ser fuente de vida, y al mismo tiempo es servir a esa vida. Lo que nos lleva a poder definir la autoridad como paternidad. Ambos términos significan ser fuente de vida y servir a la vida que de uno brotó.
Es importante corregir mentalmente la relación que hacemos entre autoridad y paternidad, pues es corriente pensar que la paternidad en una forma de autoridad, cuando la paternidad es el fundamento de toda autoridad.
Parroquias, transformarse para evangelizar
Un instrumento canónico-pastoral relativo a los diversos proyectos de reforma.
En la Iglesia hay lugar para todos y todos pueden encontrar su lugar, en el respeto de la vocación de cada uno: el sentido de la Instrucción sobre la parroquia está todo aquí. El documento no contiene novedades legislativas, pero propone formas de aplicar mejor la legislación vigente, a fin de fomentar la corresponsabilidad de los bautizados y promover una pastoral de cercanía y cooperación entre las parroquias. Lo que emerge, sobre todo, es la urgencia de una renovación misionera, de una conversión pastoral de la parroquia, para que vuelva a descubrir ese dinamismo y esa creatividad que la llevan a ser siempre "en salida", con la contribución de todos los bautizados. Compuesta por once capítulos, la Instrucción podría dividirse en dos macroáreas: la primera (cap. 1-6) ofrece una amplia reflexión sobre la conversión pastoral, el sentido misionero y el valor de la parroquia en el contexto contemporáneo; la segunda (cap. 7-11), en cambio, se ocupa de la distribución de las comunidades parroquiales, los diferentes papeles que se desempeñan en ellas y las modalidades de aplicación de las relativas normas.
La parroquia, "casa en medio de las casas"
Signo de la presencia permanente del Señor Resucitado en medio de su Pueblo, la parroquia es "casa en medio de las casas" - se lee en la primera parte del documento - y su sentido misionero es fundamental para la evangelización. La globalización y el mundo digital han cambiado su vínculo específico con el territorio, que ya no es sólo un espacio geográfico, sino un espacio existencial. Pero es precisamente en este contexto que surge la "plasticidad" de la parroquia, capaz de captar las exigencias de los tiempos y adaptar su servicio a los fieles y a la historia. Por este motivo, la Instrucción subraya la importancia de una renovación en clave misionera de las estructuras parroquiales: lejos de autorreferencialidad y esclerotizaciones, deben centrarse en el dinamismo espiritual y en una conversión pastoral basada en el anuncio de la Palabra de Dios, la vida sacramental y el testimonio de la caridad. La "cultura del encuentro" deberá ser además el contexto necesario para promover el diálogo, la solidaridad y la apertura a todos: de este modo, las comunidades parroquiales podrán desarrollar un verdadero "arte de la cercanía". En particular, la Instrucción recomienda el testimonio de la fe en la caridad y la importancia de la atención a los pobres que la parroquia evangeliza y por quienes se deja evangelizar. Todo bautizado debe ser protagonista activo de la evangelización -reitera la Congregación para el Clero- y, por tanto, es esencial un cambio de mentalidad, una renovación interior para que se pueda llevar a cabo una reforma misionera de la pastoral. Naturalmente, estos procesos de cambio deberán ser flexibles y graduales, porque todo proyecto debe situarse en la vida real de una comunidad, sin imponerse desde arriba y sin "clericalizar" el servicio pastoral.
Divisiones parroquiales
La segunda parte de la Instrucción se abre con el análisis de las divisiones parroquiales: en primer lugar, se explica que deberán seguir el factor clave de la proximidad, teniendo en cuenta la homogeneidad de la población y las características del territorio. A continuación, el documento se centra en los procedimientos específicos relativos a la incorporación, la fusión o la división de las parroquias, así como en los relativos a los Vicariatos Foráneos que agrupan varias unidades parroquiales y las áreas pastorales que agrupan varios Vicariatos Foráneos.
El párroco, "pastor propio" de la comunidad
Espacio, también al tema del cuidado pastoral de las comunidades parroquiales, tanto en forma ordinaria como extraordinaria: en primer lugar, se subraya el papel del párroco como "pastor propio" de la comunidad. Está al servicio de la parroquia, y no al revés -recuerda la Instrucción- y cuida de las almas. Por consiguiente, el párroco debe haber recibido la Orden del presbiterio; cualquier otra posibilidad está excluida. Administrador de los bienes de la parroquia y representante jurídico de la misma, el párroco debe ser nombrado por tiempo indeterminado, ya que el bien de las almas requiere estabilidad e implica el conocimiento de la comunidad y su cercanía. Sin embargo, la Instrucción recuerda que, cuando una Conferencia Episcopal lo establezca por decreto, el Obispo puede nombrar un párroco por un tiempo determinado, siempre que no sea inferior a cinco años. Además, una vez cumplidos los 75 años, el párroco tiene el "deber moral" de presentar su renuncia, pero no se retirará del cargo hasta que el Obispo la haya aceptado y comunicado por escrito. En cualquier caso, la aceptación siempre será por una "causa justa y proporcionada", para evitar una concepción "funcionalista" del ministerio.
Los diáconos: ministros ordenados, no “mitad curas y mitad laicos”
Una parte del octavo capítulo está dedicada a los diáconos: colaboradores de los Obispos y de los presbíteros en la única misión evangelizadora, son ministros ordenados y participan, aunque de manera diferente, del Sacramento del Orden, en particular en el ámbito de la evangelización y de la caridad, incluso en la administración de los bienes, la proclamación del Evangelio y el servicio de la mesa eucarística. No deben ser considerados, por lo tanto, "mitad sacerdotes y mitad laicos", dice la Instrucción citando al Papa Francisco, ni deben ser vistos desde la perspectiva del clericalismo y el funcionalismo.
El testimonio de los consagrados y el compromiso generoso de los laicos
La Congregación para el Clero reflexiona también sobre los consagrados y los laicos al interno de las comunidades parroquiales: de los primeros, se recuerda no tanto “el hacer”, como “el ser testigos de un seguimiento radical de Cristo”, mientas de los laicos se subraya la participación en la acción evangelizadora de la Iglesia y se les pide “un compromiso generoso” para ser un testimonio de vida conforme al Evangelio y al servicio de la comunidad parroquial. Los fieles laicos, por otra parte, pueden ser instituidos lectores y acólitos (o para el servicio del altar) de forma estable, con el rito pertinente, establecida su plena comunión con la Iglesia Católica, de una formación adecuada y de una conducta personal y pastoral ejemplar. En circunstancias excepcionales, podrán recibir otros encargos del Obispo, “con su prudente criterio”: celebrar la Liturgia de la Palabra y el rito de las exequias, administrar el Bautismo, asistir los matrimonios, con previa licencia de la Santa Sede, y predicar en la iglesia o en un oratorio en caso de necesidad. Sin embargo, bajo ninguna circunstancia pueden dar la homilía durante la misa.
Los organismos de corresponsabilidad eclesial
La Instrucción reflexiona también sobre los organismos parroquiales de corresponsabilidad eclesial, incluyendo el Consejo de Asuntos Económicos: de carácter consultivo, presidido por el párroco y compuesto por al menos tres miembros, es necesario ya que la gestión de los bienes de una parroquia es “un ámbito importante de evangelización y de testimonio evangélico para la Iglesia y la sociedad civil”. Los bienes son de la parroquia y no del párroco, recuerda la Congregación para el Clero; por lo tanto será tarea del Consejo de Asuntos Económicos hacer crecer una “cultura de la corresponsabilidad, de la transparencia administrativa y de apoyo a las necesidad de la Iglesia”. Es también consultivo el Consejo pastoral parroquial, cuya institución está “recomendada vivamente”: lejos de ser un mero organismo burocrático, este Consejo debe generar una espiritualidad de comunión, poniendo en evidencia la centralidad del Pueblo de Dios como sujeto activo de la evangelización. Su principal función es la investigación y el estudio de propuestas prácticas para iniciativas pastorales y caritativas de la parroquia, en sintonía con el camino de la diócesis. Para ser operativas, tales propuestas deben ser aceptadas por el párroco.
No a los “tarifarios” para los Sacramentos, que la ofrenda sea libre
El último capítulo se detiene sobre las ofrendas por la celebración de los sacramentos: deben ser “un acto libre” de parte del oferente y no deben ser exigidos como si fueran un impuesto o un arancel. La vida sacramental no “mercantilizada –recomienda la Instrucción- y la celebración de la Misa, como las otras acciones ministeriales, no pueden estar sujetas a aranceles, negociación o comercio. Por el contrario, se exhorta a los sacerdotes a dar un ejemplo virtuoso en el uso del dinero, a través de un estilo de vida sobrio y una administración transparente de los bienes de la parroquia. De esta manera, se podrán sensibilizar a los fieles para que contribuyan voluntariamente a las necesidades de la parroquia que también “son suyas propias”.
Textos anteriores
Hay que recordar que la presente Instrucción viene después de la Instrucción interdicasterial de 1997, dedicada al tema "Ecclesia de mysterio, sobre algunas cuestiones relativas a la colaboración de los fieles laicos en el ministerio de los sacerdotes", y de la Instrucción de 2002, publicada por la Congregación para el Clero y centrada en "El presbítero pastor y guía de la comunidad parroquial".
¿Tienen alma los animales?
Las palabras animales y animación provienen del latín anima, que se traduce como alma.
¿Quién no ha disfrutado de la compañía y lealtad de un perro? En los momentos en que disfrutamos de la compañía un animal no se puede ocultar que hay cierta comunicación no verbal entre los dos, hombre y animal, más aún si son animales queridos. Esto nos puede impulsar a creer que, los animales tienen alma semejante a la nuestra. ¿Pero la tienen?
Sabemos que los animales tienen movimiento y facultades que no son sólo el cuerpo, sino del cuerpo como la nutrición, la sensación, imaginación, etc. Recordemos que los animales están animados. Ambas palabras, "animales" y "animación" provienen del latín: anima, que se traduce como alma. Así que, en cierto modo, animales como perros, gatos y hasta peces de colores tienen alma. Sin embargo, el alma de los animales no es como la de los seres humanos, porque no tiene una tendencia la vida espiritual, de reconocimiento personal de Dios.
En suma digamos que el alma humana es de naturaleza espiritual, mientras que el alma de los animales no lo es. Este reconocimiento no demerita a los animales como compañeros leales y creaturas útiles al hombre. Más bien nos mueve a reflexionar sobre las actitudes exageradas que se toman con los animales. Si bien muchos de ellos pueden ser nuestros compañeros leales, esto no significa que sean idénticos a nosotros y que deban recibir las mismas atenciones espirituales que un ser humano.
El católico actúa de forma respetuosa y considerada con los animales porque sabe que sienten y pueden sufrir, pues tienen alma y una dignidad como creaturas de Dios. Además de esto sabe que un animal no tiene la misma dignidad, en cuanto a facultades espirituales, que un ser humano. Esto es porque el hombre es espíritu y cuerpo animado, mientras que los animales son cuerpos animados que no han alcanzado un desarrollo espiritual.
A eso se refería Juan Pablo II cuando declaró en una audiencia semanal en 1990 que el reino animal participa del aliento de vida que procede de Dios, y que por tanto debemos amar y respetar a los animales como criaturas de Él que son.
Nunca debemos olvidar que sólo el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios y está destinado a la inmortalidad, que consistirá en participar de los deleites del Cielo o las penas del infierno.
¿Vamos a ver a nuestros perritos despúes de la muerte?
Hoy el Padre Seba nos da tres elementos para comprender lo que nos dice la Revelación sobre este tema
La felicidad en el cielo debería contemplar que allí también estén nuestras mascotas. Ésta es una cuestión que despierta alguna sensibilidad en muchos de nosotros, pues quién no se ha encariñado o con un perro, gato, pájaro, hamster, pecesito, etc,. Hoy el Padre Seba nos da tres elementos para comprender lo que nos dice la Revelación sobre este tema. En ningún lado del depósito de la fe se nos manifiesta si los perros van al cielo explícitamente, pero el Padre nos explica cómo es que debemos entender este tema para confiar en la bondad y la providencia de Dios que quiere nuestra felicidad. Nada nos garantiza que en sus designios no estén contempladas nuestras mascotas.
Recuerden que en estos videos responderé a todas las preguntas que me hagan. La idea es que me manden todas sus dudas (sobre cualquier tema de fe) a mi cuenta de twitter @Padre_Seba.
Ver video: https://www.youtube.com/watch?v=MgeTicnNbSY&feature=emb_title
La esposa la da Dios
Por: P. Horacio Bojorge S.J. | Fuente: Clínica del Buen Amor
4. -ERNESTO
LA ESPOSA LA DA DIOS
"Luego de conocer a la chica que ahora es mi novia,
me di cuenta de que fue Dios el que la puso en mi vida" [...]
"Siento que quiero hacer bien las cosas,
tratando de no caer en pecado.
La veo de otra manera a ella...
La veo como Hija de Dios..."
Hola Padre Horacio,
la paz de nuestro Señor Jesucristo sea con usted.
Lo saludo, desde Ciudad del Este, República del Paraguay, tengo 23 años.
Le quería dar las gracias por los artículos que publicó en la página Catholic.net
Estuve descargando los Pod-casts sobre noviazgo y matrimonio, los grabé en el celular y estuve escuchando.
También le grabé a mi novia para que escuche.
Muy buen artículo... me llegó mucho!! Me dio mucha luz, iluminará mi visión sobre la relación que debo tener con mi novia. Son invalorables las enseñanzas que da.
Deseo de todo corazón hacer bien las cosas y no caer en pecado, la amo mucho a mi novia, Dorita se llama, ella tiene 16 años. Sin dudas sus enseñanzas me ayudaran a entender mejor las cosas cómo deben de ser.
Espero poder vivir de cara al Padre como hijo de Dios y hacer su voluntad. Bueno muchísimas gracias Padre Horacio, que el Señor Jesús y su Madre la Virgen Santísima la acompañen en su tarea evangelizadora. Bendiciones.
Ernesto
MI RESPUESTA A ERNESTO
Hola querido Ernesto!
¡No te imaginas el alegrón que me das con tu correo electrónico!
Me llena de gozo saber que esas cosas que el Señor me ha dado a decir están encaminando a jóvenes y los salvan de la destrucción de la lujuria que Satanás usa para destruirlos. No sé si me conociste en Ciudad del Este cuando estuve dando unas charlas en el Seminario entre agosto y octubre del año pasado ¿es así?
Espero que des a conocer esos escritos y audios a otros jóvenes.
Pues puedes hacer copias en CD de esos audios y difundirlos por ahí. O enseñarles a otros a bajarlos al celular.
En catholic.net también encontrarás un libro titulado Una Historia de Amor
"José y Felicita. Una historia de amor. Cartas 1926-1932"
Son 250 cartas de amor entre un muchacho de 22 y una chica de 16. Pero se leen como si fuera una novela y al mismo tiempo contienen una escuela de buen amor, maravillosamente bien escrita.
Búscalo en esta página
Te ayudará mucho para entender a tu novia y para tratar y cultivar su alma.
El novio tiene que ser el pastor del alma de la novia y la novia tiene que ser el ángel guardián del cuerpo y alma de su novio.
Puedes leer estas cartas o dárselas a leer a ella, o leer algunas juntos, las que te parezcan apropiadas para las situaciones que se vayan dando.
El libro Una historia de amor, está editado en Buenos Aires por la Editorial Lumen.
Es aconsejable tenerlo porque es más práctico tenerlo en libro que andar bajándolo de Internet. Pídelo a través de alguna librería católica. El libro da motivo para hablar y comentar en los encuentros con tu novia. Ella también puede leerlo y le hará mucho bien para entenderte y entenderse a sí misma. Las jovencitas desean ardientemente ser amadas y que se les manifieste el amor del novio. A veces no se dan cuenta que provocan así acercamientos físicos que para ellas no son peligrosos pero sí lo son para el novio. Igualmente quieren complacer y atraer con su aspecto físico y pueden no darse cuenta de que se muestran excesivamente y con eso acosan sexualmente al varón. Estas cosas tienes que enseñárselas tú a tu noviecita. Por eso es muy favorable la diferencia de edad que hay entre tú y ella. Es un regalo del Señor esta hija suya que te da para esposa y madre de tus hijos, cuídala mucho y respétala, porque deben ser el uno para el otro ministros del amor de Cristo.
Además, si no conoces mi
2) "Blog del Buen Amor", pueden consultarlo .
Y cualquier duda, estoy a tus órdenes y te atenderé como a hijo muy querido. Bendiciones y tenme al tanto de cómo van las cosas.
Padre Horacio
RESPUESTA DE ERNESTO
Buenas tardes Padre Horacio:
¡Me alegra mucho que haya leído mi correo y haberme respondido!
Estuve apuntando cada uno de los libros que usted cita en los Podcasts, algunos los encuentro, otros no. Ya tengo "La Casa sobre roca": es exactamente lo que andaba buscando .
Para compartir un poco con usted mi vida quiero comentarle lo siguiente.
La verdad que antes andaba perdido, buscando otros tipos de materiales en otras páginas de internet (que por cierto hay gran cantidad de basura), como por ejemplo "El Arte de seducir" "la Ciencia de la seducción", "la Biblia de la seducción", y cosas así... que hablaban de cómo conseguir tener relaciones con la mayor cantidad de mujeres... pero me di cuenta que no era eso lo que yo quería; no es eso el mandamiento de Dios y va contra lo que Él manda.
Luego de conocer a la chica que ahora es mi novia, me di cuenta de que fue Dios el que la puso en mi vida.
Al ir consolidando nuestra relación (nos tratamos desde hace seis meses), siento que quiero hacer bien las cosas, tratando de no hacerla caer en pecado. La veo de otra manera a ella... La veo como Hija de Dios. Le comento que es una chica de la Iglesia, estamos en el mismo grupo dentro de la Parroquia, en el "Camino Neocatecumenal" (¿conoce usted?)
El solo hecho de tener pensamientos desordenados, me pone mal. Por esa razón por medio de la oración empecé a pedirle al Padre que me corrija y me puse en campaña para cambiar mi mentalidad y busqué en Internet temas que traten de cómo comportarse en el noviazgo, cómo hacer las cosas según la voluntad del Padre. Fue ahí que me topé con esta página web. En donde encontré materiales, artículos que escriben personas iluminadas, así como Usted, sobre mensajes que realmente vienen de Dios.
Voy a leer también la historia de José y Felicita… la verdad que miré pero no me detuve a leer, no sabía que era un libro suyo… ¡Ah! también ya visité su “Blog del Buen Amor”, y voy a ir siguiéndolo… A mi hermana, Laura (tiene 16 años), también le comenté sobre sus Podcasts y los está escuchando, le gustan mucho me dijo, y quiere hacerle escuchar a su novio también…
Desde ya muchas Gracias por todo Padre Horacio!!
Ernesto