Busquen primero el Reino y su justicia
- 21 Junio 2014
- 21 Junio 2014
- 21 Junio 2014
Estancados
El Papa Francisco está repitiendo que los miedos, las dudas, la falta de audacia... pueden impedir de raíz impulsar la renovación que necesita hoy la Iglesia. En su Exhortación “La alegría del Evangelio” llega a decir que, si quedamos paralizados por el miedo, una vez más podemos quedarnos simplemente en “espectadores de un estancamiento infecundo de la Iglesia”.
Sus palabras hacen pensar. ¿Qué podemos percibir entre nosotros? ¿Nos estamos movilizando para reavivar la fe de nuestras comunidades cristianas, o seguimos instalados en ese “estancamiento infecundo” del que habla Francisco? ¿Dónde podemos encontrar fuerzas para reaccionar?
Una de las grandes aportaciones del Concilio fue impulsar el paso desde la “misa”, entendida como una obligación individual para cumplir un precepto sagrado, hacia la “eucaristía” vivida como celebración gozosa de toda la comunidad para alimentar su fe, crecer en fraternidad y reavivar su esperanza en Cristo.
Sin duda, a lo largo de estos años, hemos dado pasos muy importantes. Quedan muy lejos aquellas misas celebradas en latín en las que el sacerdote “decía” la misa y el pueblo cristiano venía a “oír” la misa o “asistir” a la celebración. Pero, ¿no estamos celebrando la eucaristía de manera rutinaria y aburrida?
Hay un hecho innegable. La gente se está alejando de manera imparable de la práctica dominical porque no encuentra en nuestras celebraciones el clima, la palabra clara, el rito expresivo, la acogida estimulante que necesita para alimentar su fe débil y vacilante.
Sin duda, todos, pastores y creyentes, nos hemos de preguntar qué estamos haciendo para que la eucaristía sea, como quiere el Concilio, “centro y cumbre de toda la vida de la comunidad cristiana”. Pero, ¿basta la buena voluntad de las parroquias o la creatividad aislada de algunos, sin más criterios de renovación?
La Cena del Señor es demasiado importante para que dejemos que se siga “perdiendo”, como “espectadores de un estancamiento infecundo” ¿No es la eucaristía el centro de la vida cristiana”. ¿Cómo permanece tan callada e inmóvil la jerarquía? ¿Por qué los creyentes no manifestamos nuestra preocupación y nuestro dolor con más fuerza?
El problema es grave. ¿Hemos de seguir “estancados” en un modo de celebración eucarística, tan poco atractivo para los hombres y mujeres de hoy? ¿Es esta liturgia que venimos repitiendo desde hace siglos la que mejor puede ayudarnos a actualizar aquella cena memorable de Jesús donde se concentra de modo admirable el núcleo de nuestra fe?
José Antonio Pagola. Cuerpo y Sangre de Cristo. Juan 6, 51-58.
Evangelio según San Mateo 6,24-34.
Dijo Jesús a sus discípulos: Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida? ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! No se inquieten entonces, diciendo: '¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?'. Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción.
San Silvano (1866-1938), monje ortodoxo Escritos
«No os preocupéis tanto por vuestra vida»
El Señor dijo a sus discípulos: «Os doy mi paz» (Jn 14,27). Es necesario pedir a Dios esta paz de Cristo, y el Señor la dará al que se la pida. Cuando la recibimos hemos de velar santamente por ella y hacerla crecer. Aquel que en sus aflicciones no se abandona a la voluntad de Dios, no puede conocer la misericordia de Dios. Si te sobreviene una desgracia, no te dejes abatir, sino acuérdate de que el Señor te mira con bondad. No aceptes este pensamiento:
«¿El Señor me mirará con amor siendo así que le he ofendido?», porque el Señor es bueno por naturaleza. Vuélvete con fe a Dios y di como el hijo pródigo del Evangelio: «No soy digno de ser llamado hijo tuyo» (Lc 15,21). Entonces verás cuán querido eres del Padre, y tu alma conocerá un gozo indescriptible.
“BUSCARSE LA VIDA”
2 Crónicas 24, 17-25; Sal 88, 4-5. 29-30. 31-32. 33-34; Mateo 6, 24-34
… Así lo decimos. “¡Búscate la vida, chaval!” Es una frase tan lapidaria, que merecería coronar las sepulturas. Tras ella se oculta el convencimiento de que, si no nos ayudamos a nosotros mismos, nadie nos ayudará a salir adelante. Hay que moverse, hay que poner en marcha la imaginación, hay que echar mano de todas las tretas a nuestro alcance para abrirnos paso en este mundo tan hostil. “Aquél que da primero, da dos veces”, y “el que se fue a Sevilla, perdió su silla”. “Si no te mueves, te pudrirás”, vinieron a decirme el otro día, en una versión adaptada del “¡Búscate la vida, chaval!”… Para “buscarnos la vida”, somos capaces de emplear a Dios como ariete que nos abra el camino a través de una selva de hombres, olvidando que son nuestros hermanos. Los muy “piadosos”, mientras se buscan la vida, procuran dar un contenido profético a sus tretas: “Lo hago por el Reino; lo hago por Dios; lo hago por los demás”… Es extraño que todo les salga tan “a su gusto”, que parezca “su reino”, y que siempre se beneficien “sus demás”.
“¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?”. Y, al final… Todo para nada. Te buscaste la vida, y de todas formas te encontró la muerte. ¿Qué voy a decir en tu funeral? ¿Diré que en el nombre de Dios te abriste a codazos un espacio, y que desplegaste allí, a tus anchas, todas tus capacidades? ¿Diré que conseguiste que te dejaran mostrar tus talentos ante un público rendido, y que te gustaba que te halagasen para responder “yo soy un pecador”? ¿Diré que lograste abrir tus alas de par en par, como una mariposa, y que en ellas habías grabado el nombre de Cristo? Quizá, si lo hago, se levante alguno de aquellos a quienes apartaste del camino de un alazo… ¿Diré que glorificaste a Dios con tu vida…
Pero tendré que callar que no quisiste glorificarlo con tu muerte? Perdona mi insolencia: preferiría estar ante uno que ha muerto por Cristo que ante uno que ha vivido, y mucho -quizá demasiado- “por Él”.
“Buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura”. Sé que los “listos” de este mundo apostillan: “sí, buscar el Reino, pero con inteligencia”… Y, con esa glosa, profanan la inteligencia, consideran que ellos conocen la Voluntad de Dios mejor que nadie, y logran que la frase de Jesús signifique “¡Búscate la vida, chaval!”… Sé que conlleva un riesgo no desear en esta vida sino obedecer y cumplir la Voluntad de Dios. Tememos que, en lugar de esas alas tan bonitas, Dios nos pida que extendamos los brazos en la Cruz, que pasemos a través del desprecio y la humillación, y que ofrezcamos el silencioso sacrificio de unas alas plegadas por Amor… Sé todo eso y, sabiéndolo, prefiero mantener mi apuesta y no retirar mi ficha: buscar solamente el Reino de Dios, y dejar que Dios se ocupe de mi vida y ponga su misteriosa “añadidura”.
El mundo, y sus “piadosas” gentes, podrá considerarlo un desperdicio o una insensatez…
Pero, a fin de cuentas, también el mundo, este mismo “mundo” quiso convencer a María de que su Hijo estaba loco. ¡Que se busquen la vida ellos!
San Luis Gonzaga
El Patrón de la Juventud Católica, San Luis Gonzaga, nació el 9 de marzo de 1568 cerca de Mantua, en Lombardía, hijo de los príncipes de Castiglione. Su madre lo educó cristianamente, y muy pronto dio indicios de su inclinación a la vida religiosa. Su entrega a Dios en su infancia fue completa y absoluta y ya en su adolescencia, decidió ingresar a la Compañía de Jesús, pese a la rotunda negativa de su padre, que soñaba para él una exitosa carrera militar.
Renunció a favor de su hermano al título de príncipe que le correspondía por derecho de primogenitura, e ingresó en la Compañía de Jesús, en Roma.
Cuidando enfermos en los hospitales, contrajo él mismo una enfermedad que lo llevó al sepulcro el año 1591. Durante los años siguientes, el santo dio pruebas de ser un novicio modelo. Estando en Milán y por revelación divina, San Luis comprendió que no le quedaba mucho tiempo de vida. Aquel anuncio le llenó de júbilo y apartó aún más su corazón de las cosas de este mundo. Por consideración a su precaria salud, fue trasladado de Milán a Roma para completar sus estudios teológicos, siendo los atributos de Dios los sus temas de meditación favoritos. En 1591 atacó con violencia a Roma una epidemia de fiebre; los jesuitas abrieron un hospital y el santo desplegó una actividad extraordinaria; instruía, consolaba y exhortaba a los enfermos, y trabajaba con entusiasmo y empeño en las tareas más repugnantes del hospital. San Luis falleció en la octava del corpus Christi, entre el 20 y 21 de junio de 1591, a los 23 años de edad. Fue canonizado en 1726.
Oremos: Dios nuestro, fuente y origen de todos los dones celestiales, tú que uniste en San Luis Gonzaga una admirable pureza de vida con la práctica de la penitencia, concédenos, por sus méritos e intercesión, que los que no hemos podido imitarlo en la inocencia de su vida lo imitemos en su espíritu de penitencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Ahora, en Dios
Este Dios insondable y misterioso, que entendiste algo cuando te salió al encuentro, superando los miles logaritmos de la cultura racionalista occidental. Porque siempre pasa lo mismo, es Él que nos viene a encontrar. Muchas veces cuando menos lo esperamos.
Quizá nos encuentra en el desierto, no el de las dunas arenosas sin fin, sino el interior que nunca acaba de llegar al oasis definitivo. Vueltas y vueltas sobre el terreno ya pisado cuando te parece que definitivamente has encontrado una plenitud duradera; pero no, todavía no, seguimos caminando.
El Papa saluda a los niños en Cassano
Les pide que huyan de la cutura "que ensalza el 'yo' hasta idolatrarlo"
El Papa a los curas de Calabria: "Os animo a seguir trabajando con la familia y por la familia"
Ensalza la "alegría de ser sacerdote y la belleza de la fraternidad"
En el encuentro que mantuvo con los sacerdotes y religiosos del pueblo calabrés de Cassano allo Jonio
El papa Francisco animó hoy a los sacerdotes de Cassano allo Jonio (Calabria, sur), el pueblo en el que la mafia local, la Ndranghetta, asesinó a comienzos de año a un niño de 3 años, a trabajar por el bien de las familias en estos momentos de crisis, informó la Santa Sede en un comunicado.
"Os animo a seguir trabajando con la familia y por la familia. Es un trabajo que el Señor nos pide hacer de un modo particular en este tiempo, que es un tiempo difícil tanto para la familia como institución, como para las familias a causa de la crisis", afirmó.
En estos términos se expresó el pontífice argentino durante el encuentro que mantuvo con los sacerdotes y religiosos del pueblo calabrés de Cassano allo Jonio, después de visitar esta mañana la cárcel de Castrovillari, en la provincia de Cosenza.
Durante su discurso, el obispo de Roma instó a los sacerdotes a mantenerse unidos y a desarrollar su labor al servicio de la Iglesia, huyendo de "la cultura subjetiva actual que ensalza el 'yo' hasta idolatrarlo", dijo.
El papa Francisco llegó a primera hora de la mañana a Calabria para visitar primero la cárcel de Castrovillari, donde cumple condena el padre del niño que fue asesinado por la mafia local por un ajuste de cuentas, según establecieron entonces los investigadores.
El pasado 20 de enero, se encontró el cuerpo carbonizado de Nicola Campolongo, al que se conocía como "Coco", junto con los cadáveres de su abuelo y la nueva compañera sentimental de éste, dentro de un coche en medio de un campo a las afueras de Cassano.
El suceso conmocionó a Italia y también al pontífice argentino quien pidió a los responsables que se arrepintieran de sus delitos, durante un encuentro que mantuvo con víctimas de la mafia.
Ahora, cinco meses después, Francisco ha decidido visitar el pueblo para condenar in situ las acciones de estas organizaciones criminales y pedir a los responsables que pongan fin a sus actividades delictivas.
Tras su visita a la cárcel de Castrovillari, donde el papa intercambió unas palabras con los familiares de "Coco", un acto que no estaba previsto en su programa inicial, el obispo de Roma se dirigió al hospicio "San Giuseppe Moscati" en el pueblo de Cassano para saludar y conversar con los enfermos ingresados en este centro. (RD/Agencias)
El Papa en Cassano (Calabria)
Pide a las instituciones penitenciarias que ayuden a los presos a su reinserción
"Rezo todos los días por él", dijo el papa a la familia del niño de 3 años asesinado por la mafia
Francisco pide a los reclusos de una cárcel que se arrepientan de sus pecados
Sin reinserción, la ejecución de la pena se convierte en un instrumento de castigo y represalia social
Francisco ante la cárcel de Cassano
El papa Francisco se reunió hoy con los familiares de Nicola Campolongo, el niño de 3 años asesinado el pasado enero en el municipio italiano de Cassano allo Jonio (Calabria, sur) por la mafia local, la Ndranghetta, según apuntaron medios italianos.
"Rezo todos los días por él", dijo el papa a la familia, según confirmó el obispo de Cassano allo Jonio, Nunzio Galantino, a los medios presentes en el pueblo calabrés.
El encuentro entre el papa Francisco y los familiares del niño, que no estaba previsto inicialmente en la agenda del pontífice argentino, se produjo durante la visita de éste a la cárcel de Castrovillari, en la provincia de Cosenza, en la región de Calabria (sur de Italia).
Durante su visita a los presos de la cárcel, entre los que se encontraba el padre de "Coco", como todo el mundo conocía al niño, el papa Francisco pidió a los reclusos que se arrepintiesen de sus pecados e instó, al mismo tiempo, a las autoridades penitenciarias a trabajar para lograr la reinserción social de los condenados.
De esta manera, añadió, el cumplimiento de sus penas no será simplemente un instrumento de castigo y represalia.
Tras su visita a la penitenciaría, Bergoglio viajó en helicóptero hasta Cassano allo Jonio, el pueblo en el que el pasado 20 de enero se encontró el cuerpo carbonizado de Nicola, junto con los cadáveres de su abuelo y la nueva compañera sentimental de éste, dentro de un coche en medio de un campo a las afueras de la localidad.
Según los investigadores, el crimen fue cometido por la mafia local por un ajuste de cuentas.
El suceso conmocionó a Italia y también al pontífice argentino quien pidió entonces que los responsables se arrepintieran del delito.
Tras su visita a la cárcel
El papa Francisco afirmó hoy que las instituciones penitenciarias deben ayudar a los presos que cumplen condena a reinsertarse en la sociedad para que el cumplimiento de sus penas no sea simplemente un instrumento de castigo y represalia.
"Es esencial que los detenidos comprendan la importancia de respetar los derechos fundamentales del ser humano", afirmó el pontífice argentino al tiempo que señaló que "las instituciones penitenciarias deben trabajar para lograr una efectiva reinserción de los presos en la sociedad".
"Cuando este requisito no se cumple, la ejecución de la pena se convierte en un instrumento de castigo y represalia social, y al mismo tiempo, dañino para el individuo y la sociedad", añadió.
En estos términos se expresó el pontífice durante el discurso pronunciado delante de 200 presos, hombres y mujeres, que cumplen condena en la cárcel de Castrovillari, en el municipio italiano de Cassano allo Jonio (Calabria, sur).
Se trata de la primera vez que Francisco visita este pueblo en el que la mafia local, la Ndranghetta, asesinó a comienzos de año a Nicola Campolongo, un niño de 3 años y cuyo padre cumple condena en esta cárcel.
Bergoglio instó a los presos a arrepentirse de sus delitos y les confesó que la reinserción plena se logra escuchando la palabra de Dios, quien "siempre perdona, acompaña y comprende", dijo.
"Este tiempo de detención no tiene por qué ser una pérdida, sino que puede ser un tiempo precioso para obtener la gracia de Dios. Esto repercutirá en vuestro bien, pero también en el de la comunidad porque, tanto para bien como para mal, nuestras acciones influyen en los demás y en toda la familia humana", sostuvo el obispo de Roma.
El papa ha llegado esta mañana a esta localidad, situada en la provincia de Consenza, y su visita durará doce horas. Durante este periodo, Francisco verá a los enfermos ingresados en el hospicio "San Giuseppe Moscati" y se reunirá con los sacerdotes en la catedral de la localidad antes de almorzar con los pobres de la zona. Además, pronunciará dos discursos y ofrecerá una misa a los 17.000 habitantes de Cassano allo Jonio. El pasado 20 de enero, se encontró el cuerpo carbonizado de Nicola Campolongo, al que se conocía como "Coco", junto con los cadáveres de su abuelo y la nueva compañera sentimental de éste, dentro de un coche en medio de un campo en las afueras de Cassano. Según los investigadores, el crimen fue cometido por la mafia local por un ajuste de cuentas. El suceso conmocionó a Italia y también al pontífice argentino quien pidió entonces que los responsables se arrepintieran del delito. (RD/Agencias)
Con María, en busca del Sagrado Corazón de Jesús
Amar el Corazón de Cristo es tratar de imitarle, en todo, en cada momento, tratar de comprender, cuánto te ama.
María Santísima, el próximo viernes celebramos la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, quisiera prepararme bien para ella... pero... ¿Cómo prepararme para aquello que aún no comprendo bien?. Sí, asistiré a misa, dejaré mis peticiones y agradecimientos en el Corazón de tu Hijo. ¿Puedes ayudarme a comprender lo que realmente significa amar el Corazón de Jesús?.
Puedo sentir que me miras desde tu imagen, puedo y quiero leer en tus ojos la respuesta….
- ¿Por qué no se lo preguntas a Jesús mismo?... vamos, atrévete… Él está muy ansioso por hacerte comprender.
- Señora mía... es que… no me atrevo, soy tan pecadora, tengo tanto de que arrepentirme. - Vengan a mí todos los que estén cansados, que yo los aliviaré.
Y las palabras de tu Hijo resuenan en mi corazón.
- ¿Has comprendido, hija mía? Jesús te espera desde siempre, no debes rendir examen para acercarte a Él, solo ámale, camina hacia Él con toda tu carga y deposítala a sus pies. Él hará el resto. Siento que somos tres conversando, que Jesús me vuele a repetir…
- "... Aprende de mí, que soy paciente y humilde de corazón..." (Mt. 11,29).
- ¿Ves hija, cómo te va mostrando el camino? Amar el Corazón de Cristo es tratar de imitarle, en todo, en cada momento, tratar de comprender, dentro de lo que puedas, cuánto, cuánto, cuánto te ama.
- Señora...imitarle... sí, pero es que, no sé como se hace eso en mi día a día...
- Pues... paso a paso, en cada decisión que tomes piensa: "¿Le será agradable a Jesús?". Cuando hables con las personas piensa: "¿Si fuese Jesús quien está escondido tras ese rostro?". Sobre todo cuando te enojes con alguien o cuando tu orgullo herido reclame a gritos una reparación, piensa: "¿Jesús verá con buenos ojos mi reacción?" Si ya hablaste por tu vanidad herida, medita: "¿Me alcanzarán estos argumentos ante Cristo?". Hija querida, no hacen falta, para imitar a Cristo, grandes y titánicas obras. No pretendas abrir tú sola las aguas del mar… no, pequeña, sólo trata de actuar en cada momento como Él espera que lo hagas. No por presión, no como un amo severo que se la pasa controlándote para , al menor descuido, volcar su ira sobre ti. Nada más lejos de eso.
Míralo como un compañero de viaje que te indica la ruta más segura. Como un maestro que te enseña el camino. Como un padre que no quiere que te lastimes. Cada palabra, cada consejo, nacido del profundo amor de su Sagrado Corazón, es para que tú no te pierdas.
- Voy entendiendo...poco a poco, voy entendiendo.
- ¿Recuerdas cuando un leproso se le acercó?, suplicándole de rodillas: "Si quieres puedes curarme... a Él se le conmovió el Corazón" (Mc. 1,41). Así pasa contigo. Pero analiza bien este hecho, el leproso "se le acercó" o sea, caminó hacia Jesús, recorrió la distancia que lo separaba de Él, con todo lo que significaba esa decisión. Luego le dijo "si quieres... puedes..." o sea, reconoció que Cristo podía hacer lo que Él le pedía, mas nada le exigía, sólo aceptaba su voluntad. Es entonces cuando a Jesús "se le conmovió el Corazón". ¿Comprendes, hija?. Conmover el corazón de Cristo no es difícil sólo debes: acercarte a Él, pedirle, confiar y por último, aceptar su voluntad.
- Señora mía, me hablas con tu corazón, le hablas al mío. ¿Quién soy yo para que te dignes explicarme tanto?.
- Eres mi hija ¿Lo has olvidado? Una y mil veces te hablaría hasta que encontraras el camino y la paz.
- "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba, si cree en mí. Pues como dice la Escritura: brotarán de su Corazón ríos de agua viva" (Jn. 7,37-39).
- ¿Escucha tu alma las promesas de mi Hijo?.
Claro que mi alma las escucha. Poco a poco voy comprendiendo que no existe mejor lugar para el alma, que el Corazón de Cristo. Es un sitio lleno de amor, de paz, de profunda serenidad, tiene la calma de todos los atardeceres, el perfume de todas las flores, el canto de todos los pájaros, y el amor más grande, más profundo, más exquisito que hubiera existido jamás.
- Los apóstoles ya habían descubierto el inmenso tesoro del Corazón del Mesías. San Agustín lo notó, por eso dijo: "San Juan, en la Cena, se reclinó en el pecho del Señor para significar así que bebía de su Corazón los más profundos secretos..." Para que entiendas más aún, te contaré lo que es para mí ese Corazón amado… cuyos primeros latidos imaginaba al colocar mi mano temblorosa sobre mi vientre, en aquellos días de Nazaret..., después, en Belén, cuando José puso su pequeño cuerpecito entre mis brazos, sentí ese suave y acompasado latido. A medida que iba creciendo, fui aprendiendo el lenguaje de ese corazón, en cada palabra, en cada gesto, en cada mirada, ERA Y ES un corazón rebosante de amor y misericordia... El día que lo comprendas desde el fondo de tu alma, ya nunca estarás sola.
Me besas la frente y te vas. Lentamente, te mezclas entre la gente… tus palabras quedan en mi alma… esperando…esperando…esperando... sigo orando para que yo sepa ver, poco a poco, cuán bello es el sitio que me tienes reservado en tu SAGRADO CORAZÓN.
¡Oh Corazón de Jesús!
Pongo toda mi confianza en Ti.
De mi debilidad todo lo temo,
pero todo lo espero de tu bondad.
A tu Corazón confío... (petición).
¡Jesús mío!, yo cuento contigo,
me fío de Ti, descanso en Ti.
¡Estoy seguro en tu Corazón!