Ésta es mi fortaleza, Señor, pues sólo conociendo mi miseria es como he experimentado tu amor
- 15 Diciembre 2020
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Virgen y Fundadora, 15 de diciembre
Martirologio Romano: En Brescia, de la Lombardía, Italia, santa María Crucificada de Rosa, virgen, que gastó sus riquezas, y se entregó ella misma, por la salud de las almas y de los cuerpos del prójimo, para lo cual también fundó el Instituto de Esclavas de la Caridad († 1855).
Fecha de beatifricación: 26 de mayo de 1940 por el Papa Pío XII
Fecha de canonización: 12 de junio de 1954 por el Papa Pío XII
Breve Biografía
Nació en Brescia (Italia) en 1813. Quedó huérfana de madre cuando apenas tenía 11 años.
Cuando ella tenía 17 años, su padre le presentó un joven diciéndole que había decidido que él fuera su esposo. La muchacha se asustó y corrió donde el párroco, que era un santo varón de Dios, a comunicarle que se había propuesto permanecer siempre soltera y dedicarse totalmente a obras de caridad. El sacerdote fue donde el papá de la joven y le contó la determinación de su hija. El señor De la Rosa aceptó casi inmediatamente la decisión de María, y la apoyó más tarde en la realización de sus obras de caridad, aunque muchas veces le parecían exageradas o demasiado atrevidas.
El padre de María tenía unas fábricas de tejidos y la joven organizó a las obreras que allí trabajaban y con ellas fundó una asociación destinada a ayudarse unas a otras y a ejercitarse en obras de piedad y de caridad.
En la finca de sus padres fundó también con las campesinas de los alrededores una asociación religiosa que las enfervorizó muchísimo.
En su parroquia organizó retiros y misiones especiales para las mujeres, y el cambio y la transformación entre ellas fue tan admirable que al párroco le parecía que esas mujeres se habían transformado en otras. ¡Así de cambiadas estaban en lo espiritual!.
En 1836 llegó la peste del cólera a Brescia, y María con permiso de su padre (que se lo concedió con gran temor) se fue a los hospitales a atender a los millares de contagiados. Luego se asoció con una viuda que tenía mucha experiencia en esas labores de enfermería, y entre las dos dieron tales muestras de heroísmo en atender a los apestados, que la gente de la ciudad se quedó admirada.
Después de la peste, como habían quedado tantas niñas huérfanas, el municipio formó unos talleres artesanales y los confió a la dirección de María de la Rosa que apenas tenía 24 años, pero ya era estimada en toda la ciudad. Ella desempeñó ese cargo con gran eficacia durante dos años, pero luego viendo que en las obras oficiales se tropieza con muchas trabas que quitan la libertad de acción, dispuso organizar su propia obra y abrió por su cuenta un internado para las niñas huérfanas o muy pobres. Poco después abrió también un instituto para niñas sordomudas. Todo esto es admirable en una joven que todavía no cumplía los 30 años y que era de salud sumamente débil. Pero la gracia de Dios concede inmensa fortaleza.
La gente se admiraba al ver en esta joven apóstol unas cualidades excepcionales. Así por ejemplo un día en que unos caballos se desbocaron y amenazaban con enviar a un precipicio a los pasajeros de una carroza, ella se lanzó hacia el puesto del conductor y logró dominar los enloquecidos caballos y detenerlos. En ciertos casos muy difíciles se escuchaban de sus labios unas respuestas tan llenas de inteligencia que proporcionaban la solución a los problemas que parecían imposibles de arreglar. En los ratos libres se dedicaba a leer libros de religión y llegó a poseer tan fuertes conocimientos teológicos que los sacerdotes se admiraban al escucharla. Poseía una memoria feliz que le permitía recordar con pasmosa precisión los nombres de las personas que habían hablado con ella, y los problemas que le habían consultado; y esto le fue muy útil en su apostolado.
En 1840 fue fundada en Brescia por Monseñor Pinzoni una asociación piadosa de mujeres para atender a los enfermos de los hospitales. Como superiora fue nombrada María de la Rosa. Las socias se llamaban Esclavas de la Caridad. Al principio sólo eran cuatro jóvenes, pero a los tres meses ya eran 32.
Muchas personas admiraban la obra que las Esclavas de la Caridad hacían en los hospitales, atendiendo a los más abandonados y repugnantes enfermos, pero otros se dedicaron a criticarlas y a tratar de echarlas de allí para que no lograran llevar el mensaje de la religión a los moribundos. La santa comentando esto, escribía: "Espero que no sea esta la última contradicción. Francamente me habría dado pena que no hubiéramos sido perseguidas".
Fueron luego llamadas a ayudar en el hospital militar pero los médicos y algunos militares empezaron a pedir que las echaran de allí porque con estas religiosas no podían tener los atrevimientos que tenían con las otras enfermeras. Pero las gentes pedían que se quedaran porque su caridad era admirable con todos los enfermos.
Un día unos soldados atrevidos quisieron entrar al sitio donde estaban las religiosas y las enfermeras a irrespetarlas. Santa María de la Rosa tomó un crucifijo en sus manos y acompañada por seis religiosas que llevaban cirios encendidos se les enfrentó prohibiéndoles en nombre de Dios penetrar en aquellas habitaciones. Los 12 soldados vacilaron un momento, se detuvieron y se alejaron rápidamente. El crucifijo fue guardado después con gran respeto como una reliquia, y muchos enfermos lo besaban con gran devoción.
En la comunidad se cambió su nombre de María de la Rosa por el de María del Crucificado. Y a sus religiosas les insistía frecuentemente en que no se dejaran llevar por el "activismo", que consiste en dedicarse todo el día a trabajar y atender a las gentes, sin consagrarle el tiempo suficiente a la oración, al silencio y a la meditación. En 1850 se fue a Roma y obtuvo que el Sumo Pontífice Pío Nono aprobara su consagración. La gente se admiraba de que hubiera logrado en tan poco tiempo lo que otras comunidades no consiguen sino en bastantes años. Pero ella era sumamente ágil en buscar soluciones.
Solía decir: "No puedo ir a acostarme con la conciencia tranquila los días en que he perdido la oportunidad, por pequeña que esta sea, de impedir algún mal o de hacer el bien". Esta era su especialidad: día y noche estaba pronta a acudir en auxilio de los enfermos, a asistir a algún pecador moribundo, a intervenir para poner paz entre los que peleaban, a consolar a quien sufría alguna pena.
Por eso Monseñor Pinzoni exclamaba: "La vida de esta mujer es un milagro que asombra a todos. Con una salud tan débil hace labores como de tres personas robustas".
Aunque apenas tenía 42 años, sus fuerzas ya estaban totalmente agotadas de tanto trabajar por pobres y enfermos. El viernes santo de 1855 recobró su salud como por milagro y pudo trabajar varios meses más.
Pero al final del año sufrió un ataque y el 15 de diciembre de ese año de 1855 pasó a la eternidad a recibir el premio de sus buenas obras.
Si Cristo prometió que quien obsequie aunque sea un vaso de agua a un discípulo suyo, no quedará sin recompensa, ¿qué tan grande será el premio que habrá recibido quien dedicó su vida entera a ayudar a los discípulos más pobres de Jesús?
Para subir, primero hay que bajar
Santo Evangelio según san Mateo 21, 28-32. Martes III de Adviento
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Simplemente quisiera estar en tu presencia, Señor. Es difícil, me encuentro distraído… pensado en muchas cosas. Sé que aquí estás, no importando como esté yo y eso me basta.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 21, 28-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: ‘Hijo, ve a trabajar hoy en la viña’. Él le contestó: ‘Ya voy, Señor’, pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: ‘No quiero ir’, pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». Ellos le respondieron: «El segundo».
Entonces Jesús les dijo: «Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas si le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él».
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
No sé por qué solía pensar que mientras más te conociera, más fuerte iba a ser. Hoy me doy cuenta de todo lo contrario… Cada día que pasa siento que me torno más débil, me voy haciendo más consciente de no poder hacer nada sin ti.
Ésta es mi fortaleza, Señor, pues sólo conociendo mi miseria es como he experimentado tu amor. No se trata de subir… sino de bajar. Basta contemplar cada momento de tu vida.
No es la perfección de mis actos lo que te conquistará. Es la rendición ante ti de mi vida entera la que me dará la ventaja. Así como el conocer que sin ti no puedo nada es el camino, la escalera. Cuando mi dirección es el amor hay que bajar para subir.
Jesús, te pido la gracia de verme como Tú me ves, sabiendo que mi pobreza es el tesoro que me ha permitido conocerte. Permíteme en estas vísperas de navidad, viajar hacia tus misterios; misterios iluminados por la humildad, tomado de tu mano.
….Para subir; quisiste bajar…
«Esta es la ternura. Es abajarse al nivel del otro. Es el camino que hizo Jesús. Jesús no consideró un privilegio ser Dios: se abajó. Y habló nuestra lengua, habló con nuestros gestos. Y el camino de Jesús es el camino de la ternura. Esto, el hedonismo, el miedo a la libertad, esto es precisamente individualismo contemporáneo. Hay que salir a través del camino de la ternura, de la escucha, del acompañar, sin preguntar». (Discurso de S.S. Francisco, 16 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Reflexionar sobre alguna actitud o virtud de Jesús que más me guste y tratar de vivirla hoy en un aspecto sencillo y concreto.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Reflexión sobre la obediencia
La obediencia supone confianza en el que obedece y responsabilidad en el que manda; observancia y docilidad en el que acata y justicia y humildad en el que ordena. Obediencia y autoridad son virtudes en relación permanente.
“He aquí que vengo para hacer, oh Dios, tu voluntad” (Hb 10, 9). Nada más repugna al hombre de nuestro tiempo que cumplir una voluntad que no sea la propia. En el fondo subyace esa actitud tan actual de rechazo a todo aquello que frene “la libertad”. En definitiva: que obedecer no está de moda.
Y sin embargo todos los días nuestra vida pasa girando en torno a la obediencia. Es más, desde que nacemos hasta que nos despedimos de este mundo vivimos en actitud constante de obediencia: obediencia a leyes del mundo que ordenan nuestra relación para con la naturaleza; obediencia a unas leyes del Estado que regulan las relaciones entre los hombres; obediencia a una ley interior que regula nuestra relación con Dios.
Ciertamente, para que se dé la obediencia como virtud hace falta mucho más que la simple vivencia inconsciente. Obedecer la ley de la gravedad no tiene mérito. Se vive y ya. Por mucho que alguno deseara omitirla, por más que mueva los brazos, no volará. Sí hay valor en el vivir la obediencia en relación a los demás hombres y en relación con Dios. Es aquí donde nos encontramos con maneras de obedecer que le darán el toque de virtud.
Se puede obedecer por miedo a un castigo, por el prurito de un premio o por amor. Durante el régimen de Hitler muchos se enrolaban en el ejército por temor a ser asesinados en caso de rehusarse: obedecían por temor. En la Edad Media muchos príncipes y caballeros se alistaban en los ejércitos convocados por los reyes y Emperadores pensando en el botín que alcanzarían en caso de ganar la batalla: obedecían por el prurito de un premio. En la guerra cristera mexicana los “soldados” se incorporaban a los regimientos por amor a su fe (que era amor a Dios).
¡He aquí la diferencia! ¡He aquí el detalle donde radica la virtud al obedecer! Y es que la obediencia supone confianza en el que obedece y responsabilidad en el que manda; observancia y docilidad en el que acata y justicia y humildad en el que ordena. Obediencia y autoridad son virtudes en relación permanente. En buena medida, si en el plano de las relaciones entre los hombres se ha dado una crisis en la obediencia es porque antes hubo una crisis en la autoridad. Todos obedecen con ecuanimidad donde hay personas dignas. Mas como todos ejercitamos el mando-autoridad en algún momento de nuestra existencia, en magnitudes y sobre números de personas distintos, no estamos como para echarle la culpa de esta crisis a los otros y sí para comprometernos en un buen desempeño de ella y en una mejora de su imagen.
En el plano de nuestras relaciones con Dios no tenemos nada que argüir. Ante Él no queda más que repetir aquello que decía Virgilio en la Eneida (5, 467): “Cede Deo” (“cede ante Dios”). ¿Y cómo saber ante qué debo ceder? ¿Qué modelos de obediencia puedo tomar de ejemplo? ¿Qué actitudes tomar cuando obedecer me cueste?
Sabemos qué debemos obedecer. Ya lo decía Jesús: “Ya sabes los mandamientos: no cometerás adulterio, no mates, no robes, no levantes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre” (Lc 18, 20); y además nuestro interior nos lo dicta: hacer el bien y evitar el mal. Obedecer sólo tiene sentido y plenitud cuando de las intenciones se baja a los hechos. ¿Modelos? Abraham, Moisés, María… ¿Actitudes? Las del amor y la confianza. Dios jamás pedirá algo que esté fuera de nuestro alcance, algo que no podamos darle. Podrá parecernos humanamente imposible pero no será así en el fondo. Uno que ama sólo pedirá al amado más amor.
Obediencia también dice relación con la fe. ¿Cómo entender sino los modelos antes mencionados? A Abraham Dios le prometió una descendencia más grande que las arenas del mar y las estrellas del cielo. Y cuando tuvo a su hijo Isaac ¡Dios le pide sacrificárselo! ¿Cómo no imaginar la lucha interior, el humano pensamiento donde la razón no da para comprender aquellas palabras divinas, “multiplicaré tu descendencia”, y la petición de sacrificio del vástago prometido? Vamos, que si Abraham fuese un chavalito tendría tiempo de sobra para tener más hijos que ofrecerle a Dios y multiplicarse según aquellas promesa; pero era hombre anciano como su esposa Sara. Y qué decir de María: dijo que se hiciera en ella la voluntad de Dios, ¡obedeció libremente! Su sí no era uno cualquiera; no lo estaba dando a una orden de hamburguesas en el restaurante como quien no se entera de lo que está aceptando. Con su respuesta se jugaban muchas otras cosas…; tenía 15 años, era hija única, estaba comprometida… y de repente, ¡embarazada! “¿De quién es María?”, debieron preguntarle sus padres y el mismo José. Y qué iba a responder ella sino la verdad. Verdad verdadera –valga la redundancia- pero costosísima de creer. Y todo por obedecer porque amaba y confiaba en Dios.
Sabemos en qué terminaron aquellas historias: en la paz, en la serenidad de quien sabe ha obedecido. En Cristo hallamos el modelo más perfecto de obediencia -¡y qué obediencia!-. Y mirad qué beneficios nos dio su obedecer la voluntad de Dios al morir de la forma como lo hizo: la paz de sabernos redimidos. Como decía el lema del Papa Juan XXIII: “obediencia y paz”. La consecuencia de la obediencia es la paz. Tan sencillo y tan profundo como eso. Y no se puede olvidar.
No robemos a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro mejor
Papa Francisco a la Cumbre Virtual de Alto Nivel sobre Ambición Climática.
Durante la Cumbre Virtual de Alto Nivel sobre Ambición Climática, High Level Virtual Climate Ambition Summit, organizada este 12 de diciembre por Gran Bretaña y Francia, en asociación con Chile e Italia, el Santo Padre, a través de un video-mensaje, anunció la adopción por parte de la Santa Sede de una estrategia de reducción de emisiones netas cero, net-zero emission.
Promoción ecología integral
En su video mensaje, el Papa dijo que esta estrategia, se moverá en dos niveles: 1. Compromiso del Estado de la Ciudad del Vaticano de reducir las emisiones netas a cero para el 2050. 2. Compromiso de la Santa Sede para promover la educación en ecología integral.
Reducir emisiones netas a cero
Para alcanzar el objetivo de la neutralidad climática para 20502 , el Estado de la Ciudad del Vaticano, SCV, pondrá en marcha proyectos tanto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como para mejorar las fuentes de su absorción mediante, por ejemplo, procesos de reforestación. Para ello, intensificará sus esfuerzos de gestión ambiental en favor del uso racional de los recursos naturales como el agua y la energía, la eficiencia energética, la mejora de su patrimonio tecnológico, la movilidad sostenible, la reforestación y la economía circular como la gestión de los desechos.
Durante muchos años el SCV se ha comprometido a promover el desarrollo sostenible para la protección de la Casa común. Cabe destacar, de hecho, las políticas ambientales y energéticas aplicadas en la SCV para reforzar el uso de las fuentes de energía renovables mediante la construcción de plantas fotovoltaicas y de refrigeración solar, así como la modernización de las centrales térmicas y los sistemas conexos de control de la temperatura con el fin de obtener un mejor rendimiento en cuanto a la eficiencia energética y las emisiones contaminantes a la atmósfera.
También se lograron progresos significativos en la optimización del uso del recurso hídrico, la reducción de los desechos comunes, el desarrollo del catastro arbóreo del Estado Vaticano y la promoción del consumo responsable (en 2019 se suprimió la venta de plástico de un solo uso). Otros aspectos importantes son los relativos a la puesta en marcha de un proceso de sustitución de su parque automovilístico por automóviles de tracción eléctrica o híbrida y la mejora del concepto de recuperación y reutilización en el ámbito de la gestión de los desechos.
De hecho, cabe destacar el fomento de la recogida selectiva de residuos urbanos (de una diferenciación del 42% en 2016 al 65% en 2020 con el objetivo de alcanzar el 75% en 2023) y la diferenciación de los residuos especiales igual al 99%. Se trata de claros ejemplos de economía circular, como la recuperación de los materiales de desecho del mantenimiento de las zonas verdes y los residuos orgánicos, transformándolos en abono de calidad y devolviendo al territorio los productos extraídos del medio ambiente.
Promover la educación en ecología integral
"Las medidas políticas y técnicas deben unirse con un proceso educativo que favorezca un modelo cultural de desarrollo y de sostenibilidad centrado en la fraternidad y en la alianza entre ser humano y ambiente", dijo el Papa y mencionó el Pacto educativo global, que él inauguró, este pacto acompañará a las escuelas y universidades católicas, frecuentadas por más de 70 millones de estudiantes en todos los continentes; "he apoyado la Economía de Francisco, a través de la cual jóvenes economistas, empresarios, expertos en finanzas y en el mundo del trabajo, promueven nuevos caminos que superen la pobreza energética, que pongan el cuidado de los bienes comunes en el centro de las políticas nacionales e internacionales, y que favorezcan la producción sostenible también en países con baja renta compartiendo tecnologías avanzadas apropiadas".
Al anunciar estos compromisos, el Santo Padre recordó la importancia de que "la actual pandemia y el cambio climático [...] nos llaman a la responsabilidad de promover, con un compromiso colectivo y solidario, una cultura del cuidado, que ponga en el centro la dignidad humana y el bien común ". Ha llegado el momento de un cambio de rumbo., dijo, no robemos a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro mejor.
¿Por que celebramos el tiempo de Adviento?
El Adviento es un período para esperar y preparar la venida del Señor Jesús
La Navidad está cerca y los cristianos lo reconocemos cada que llega el Adviento. Es un tiempo litúrgico que se caracteriza por el color morado en el ornamento de los sacerdotes y la corona de adviento, la cual es de color verde y va acompañada de cinco velas en colores morado, rosa y blanco. Es una tradición que se hace presente en todas las Iglesias católicas del mundo, a partir de la última semana de noviembre o la primera de diciembre, según sea el caso.
Cada domingo se enciende una vela que va precedida de lecturas muy significativas y que marcan el camino hasta llegar a la celebración de la Navidad. En el primer domingo de Adviento se da también comienzo con un nuevo año, litúrgicamente hablando, cerrándose el anterior con la celebración de la fiesta de Jesucristo Rey del Universo.
¿Pero qué significa “adviento”? La palabra viene del latín ad-venio que quiere decir: “llegada, venida”. Por lo tanto, es un período para esperar y preparar la venida del Señor Jesús. No solamente recordamos su primera venida a este mundo, sino que también nos preparamos para su segunda venida al final de los tiempos.
Ambas venidas están totalmente relacionadas una con la otra, de tal modo que, “al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda Venida” (CEC 524).
Por eso, la Iglesia, a través de las lecturas que se proclaman en este tiempo, quiere renovar en el corazón de sus fieles el deseo ardiente de la espera del Hijo de Dios. De tal forma, en las primeras semanas veremos cómo en la Palabra de Dios resuena el anuncio de la venida inminente de Cristo. Asimismo, nos invita a estar siempre preparados y en vela, pues no conocemos el día ni la hora en que vendrá el Hijo de Dios.
En este tiempo, el espíritu que debe predominar especialmente es el de la expectación y la esperanza. Esa inquietud y emoción que produce poder ver a Dios, Señor de todo cuando existe, quien se ha querido hacer pequeño para formar parte de nuestra vida, de nuestra existencia y que quiere caminar junto con nosotros.
Igualmente, el adviento debe invitarnos a la conversión y al arrepentimiento. Debemos sentir dolor por los pecados que se han arraigado en el fondo de nuestro corazón, para poder cambiar y dejar atrás nuestra vida de pecado, pues como ya lo dijo Jesús: “bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5, 8).
De tal modo que, sólo a través de esa pureza espiritual que se alcanza con la participación en el sacramento de la reconciliación y la penitencia, es que podremos ver y reconocer al Dios que nace, que ya está aquí.
Que este tiempo de espera, nos ayude a ser conscientes de lo que está por venir. Cristo viene y quiere que todos participemos de ese momento abriendo nuestro corazón de par en par y así pueda tomar un lugar dentro de él.
10 consejos para mejorar el pensamiento catastrófico en nuestra vida
Existen personas que tienen incorporado en su forma de pensar: El pensamiento catastrófico
Una de mis amigas suele boicotear mis planes cada vez que le propongo hacer algo con nuestros hijos. –"Llevemos a los chicos al parque"– Inmediatamente responde: –"Y si se caen de los juegos y se rompen un hueso…", "y si los secuestra alguien mientras estamos distraídas…", "y si un carro pierde el control y se mete al parque y los atropella…", "y si comen una flor venenosa y se mueren…" Ir al parque empieza a parecer una terrible y peligrosísima aventura que solo a un desquiciado se le podría ocurrir.
Así como esta amiga existen muchísimas personas que tienen incorporado en su forma de pensar una distorsión que no los deja vivir en paz y los llena de temor y ansiedad: El pensamiento catastrófico.
Estos puntos nos explican un punto interesante sobre él y nos deja unos cuantos consejos para poder sobreponerse, conocerse y con amor y caridad ayudar a nuestros amigos a tener una mirada más realista, segura y esperanzada de la realidad, confiar más en Dios y en nosotros mismos.
1. El pensamiento catastrófico nos quita libertad. Aprender a no dejar que nos impida actuar
Pensar de esta manera quita libertad, llena de angustia a la persona y la sume en una situación de estrés y ansiedad que en casos extremos puede hacer insoportable la vida. Todo representa una amenaza y un peligro inminente del que se cree incapaz de escapar. Si le duele la cabeza seguro es a causa de un tumor maligno y pronto morirá. Si suena el teléfono lo más probable es que sólo sean malas noticias. Si el esposo se demoró media hora sin avisar seguro está con otra y el matrimonio de pronto acabó… La preocupación y el miedo a vivir son una constante. Se trata de pensar objetivamente y actuar aunque nuestros pensamientos nos digan lo contrario.
2. Mantener la calma. No querer controlar todo
¿Cómo poder tener una bola de cristal que nos diga exactamente todo lo que va a pasar en el futuro? De esa manera estaríamos preparados para afrontar todos los peligros y decepciones que se pudieran presentar. El deseo más grande de un pensador catastrófico es tener control total sobre cada evento que la vida depara. Este pensamiento puede ser aprendido, puede ser influenciado por la información a la que estamos expuestos y es alimentado por una falta de confianza y de fe. En este sentido se hay que tratar de soltar un poco las cosas y dejar que la realidad nos enseñe.
3. Buscar evidencia real del peligro que creemos nos aqueja
Cada vez que los pensamientos catastróficos vengan a nuestra mente es necesario confrontarlos con la realidad. Por ejemplo: ¿Es real que existan flores venenosas en el parque y que tus hijos las coman? Si en tu matrimonio te llevas bien con tu esposo, es real que por media hora de retraso tu matrimonio haya acabado? Confrontarse con la realidad es un buen ejercicio.
4. La ausencia de Dios en nuestra vida, el verdadero temor
Fernando Robas Rebaque en su libro: "Terapia de las enfermedades espirituales en los Padres de la Iglesia" nos dice que el temor tiene dos lados: el temor-virtud que está relacionado a nuestra supervivencia y rechaza todo lo que va en contra de la vida, especialmente la muerte. Este temor se expresa a través del temor de Dios y no es un temor que tiene que ver con el castigo, sino es el temor a estar separado de Dios. Estar separado de Dios significa estar separado de la vida. Se me viene a la mente el miedo que siente un niño al separarse de su madre y verse desamparado, privado de su amor y todo lo que ese amor significa.
La otra cara del temor es el temor-pasión que a diferencia del anterior nos aleja de Dios y coloca en su lugar preocupaciones. Considera a las posesiones, los bienes como dioses. En el fondo nos ponemos a nosotros mismos como el centro, como los únicos que tienen el control de la vida. Viviendo en una realidad deformada sin Dios. Sin Él la persona siempre imagina lo peor.
"Cobarde es, en efecto, la maldad y ella así misma se condena; acosada por la conciencia imagina siempre lo peor; pues no es otra cosa el miedo sino el abandono del apoyo que presta la reflexión.Sap 17, 11-12."
5. Sobreponiéndonos al temor en el espíritu
La confianza en Dios es el primer paso para combatir estos pensamientos. El crecimiento espiritual, la oración, la amistad con Dios. No saldremos del todo de estos pensamientos sino vamos aceptando que es Dios, quien nos ama, el que saldrá al encuentro en todas las situaciones de nuestra vida. Orar frecuentemente y pedirle a Dios que aumente la fe es una excelente practica. La fe es una virtud que Dios nos otorga, hay que pedirla siempre.
6. No dejar que nuestros pensamientos nos controlen. Es importante cambiar esa manera de pensar
Es importante tomar el control de los pensamientos. Cada vez que nos descubramos esperando lo peor de la vida es fundamental reflexionar un momento y evaluar honestamente la situación, medir el riesgo objetivamente. ¿Cuál es la posibilidad que un carro pierda el control y se estrelle justo en el lugar dónde juegan tus hijos? Es bueno medir estas probabilidades en porcentajes. Analizar las auténticas posibilidades de que ocurran catástrofes y buscar evidencias en la realidad. Enfocar las emociones, simplifica la vida.
7. Utilizar nuestro cuerpo para descansar la mente
Ocupar el día, hacer deporte ayuda mucho. Realizar actividades que ayuden a callar las voces en el interior, salir a caminar, a conversar con otras personas, pintar, cantar. Ocupar la vida en actividades diferentes y enseñar al cuerpo a caminar con seguridad, esa seguridad de estar en la presencia de Dios, quien sale a nuestro encuentro.
8. No olvidarnos de la paciencia
Cambiar los pensamientos no es cosa fácil, requiere de tiempo y paciencia. Así que es importante tomarse el tiempo y avanzar un día a la vez. Empecemos a ser consientes del presente y olvidar los futuros catastróficos. En estos momentos resulta fundamental buscar consuelo y ayuda en los demás, pero sobre todo en Dios.
9. Conversarlo con alguien para que te muestren la realidad que no ves
Compartir nuestros problemas con personas cercanas siempre es bueno. Decírselo a alguien que esté cerca y al que estemos dispuestos a escuchar. Que esta persona nos ayude a ver con objetividad nuestra vida.
10. Llevar un diario. Escribir lo que experimentamos cuando un pensamiento catastrófico viene a la mente.
Para descubrir y evidenciar que podemos ser pensadores catastrófico llevar un diario en el que escribas que emociones se experimentan cuando el pensamiento viene a la mente es un excelente ejercicio. De esta manera iremos conociendo el tipo de pensamiento que se produce y en qué momentos. Esta es una buena forma de diseñar estrategias para combatirlo.
Espero sinceramente este artículo ayude a conocernos un poco mejor y a entender un poco más a los demás. Cuéntanos qué te pareció y qué otros puntos agregarías.
Un vaso con agua, ¡por favor!
Sales del gimnasio después de una hora intensísima de spinning y tus amigas te invitan a desayunar. Mueres de hambre, pero frente a ti pasa, a pasito de tortuga, la frase: ¡Detente, estás a dieta!
Sales del gimnasio después de una hora intensísima de spinning y tus amigas te invitan a desayunar. Mueres de hambre, pero frente a ti pasa, a pasito de tortuga, la frase: “¡Detente, estás a dieta!”
Discretamente tomas el menú, finges un poco de incomodidad y prisa y le dices al mesero que sólo piensas pedir algo de beber. En ese momento un gran escalofrío recorre tu cuerpo y piensas: “si estoy a dieta, ¿qué debo pedir: té o café o algún jugo que contenga hierro?… Volteas hacia el mesero, sonríes para ocultar tu nerviosismo y ordenas: “un vaso con agua, ¡por favor!”
Ya sea porque viste un documental sobre las dietas, te lo comentó una amiga o lo leíste en una revista, una gran cantidad de veces terminas ingiriendo alimentos o bebidas que consideras serán lo mejor para bajar de peso, ayudar a tu piel a conservarse joven, tener un tono muscular envidiado por cualquier atleta, o simplemente, porque la moda te lo impone. Si lees bien lo que hemos preparado para ti, tendrás una mejor referencia para no quedarte sedienta y haciendo el oso de tu vida.
¿TÉ O CAFÉ?
Pregunta típica cuando estás en un restaurante sea, en el desayuno, en la comida o en la cena... O también en la casa. Se tiene la idea de que el café es un oxidante y mejor estar lejos de él porque acelera el envejecimiento y la aparición de arrugas en la cara.
De ahí que algunas personas piensen que es mejor tomar té que café. En realidad, la mayoría de los tés comerciales también contienen cafeína; además del ácido tánico que es nocivo para tu salud. Para favorecer a tu organismo lo ideal sería que consumieras té de hierbas naturales. Si bebes mucho té y quieres evitar la retención de agua, sería conveniente que tomes té de Jamaica. Para retardar el proceso de envejecimiento, podrías ingerir té verde, rico en antioxidantes.
LA MODA DEL TÉ
Al parecer, el té es la bebida de moda; ahora te lo sirven en el desayuno, a media mañana, a la inglesa, por la tarde, después de cenar, para platicar… y, sobre todo, para sustituir al café, los refrescos y el alcohol.
En todas sus preparaciones, el té puede ser un aliado de tu salud y tu belleza. Si pensabas que no eran más que pura agua con sabor a canela, lima e hierbabuena, has de saber que la industria de productos de belleza y salud han encontrado en ellos un componente estrella por su elevado poder antioxidante y sus propiedades anticancerosas.
Sus virtudes son innumerables por sus potentes cualidades de antienvejecimiento; esencialmente por los polifenoles que contiene el té, y, en particular, el verde; y los flavonoides catequinas que son antitumorales.
Numerosos estudios han demostrado que tiene propiedades cicatrizantes, bactericidas y refrescantes, además de que producen un efecto estimulante en tu sistema nervioso central.
Otras razones para tomarlo son:
* Disminuye el riesgo de que adquieras enfermedades cardiovasculares.
* Baja tus niveles de colesterol en la sangre.
* Te ayuda a combatir la fatiga.
* Estimula tus defensas y tu funcionamiento mental,
* Y sobre todo, es un bebida natural que no te engorda pues no contiene azúcar ni calorías.
Los expertos en té aseguran que para disfrutarlo de verdad, debes tomar en cuenta el siguientes tip: calienta el agua y antes de que empiece a hervir, echa un chorrito en la tetera vacía para evitar que se quemen las hojas. Vacíala, incorpora el té y añade agua caliente. Déjalo reposar unos 10 minutos y tómalo con leche, azúcar, miel o limón.
DOS DE CAFÉ Y UNA DE AZÚCAR
Si lo tuyo es el café, te tengo una muy buena noticia, tomándolo con moderación, no resulta perjudicial para tu salud; incluso algunos investigadores consideran que dos tazas pueden ser beneficiosas.
La creencia de que el café producía algún tipo de cáncer ha sido erradicada por la Sociedad Americana del Cáncer, que demostró que no hay ninguna relación entre el consumo moderado y este padecimiento; también informó que la cafeína, tomada en altas dosis, no disminuye la fertilidad, ni aumenta tu riesgo a sufrir osteoporosis, o te desencadene enfermedades cardiovasculares.
Aún cuando se han hecho estudios que indican que tomar café regularmente podría disminuir el riesgo de que contraigas la enfermedad de Parkinson y, que a diferencia de las sustancias adictivas, tu cuerpo no desarrolla tolerancia a la cafeína y no requieres niveles más y más altos para sentir sus efectos estimulantes, la cafeína tiene sus riesgos: puede causar nerviosismo e insomnio en algunas personas; su acidez puede producirte problemas digestivos y cierta dependencia; y puede afectar tu presión arterial.
Si eres amante del café y no piensas dejarlo por nada, considera que el “expresso” es el que cuenta con más cantidad de cafeína y se recomienda que se tome, por ello, en una taza más pequeña.
UN JUGUITO POR FAVOR
Los jugos y batidos naturales a base de frutas, leche, hierbas y verduras son bebidas muy ricas en nutrientes, vitaminas y sustancias antioxidantes. Incorporarlas en tu alimentación diaria supone una fuente interminable de salud.
Tienen muchos beneficios que van desde frenar el proceso de envejecimiento, aumentar las defensas de tu organismo, prevenirte de una multitud de dolencias y enfermedades, desde un simple resfriado a dolores de cabeza, menstruales, cáncer, enfermedades coronarias y ansiedad.
Los jugos son muy buenos para curarte una gripe o permitirte que concilies el sueño después de varias noches de insomnio; pueden relajarte o proporcionarte energía. No los descartes jamás de tu dieta, pues siempre te aportarán salud, juventud y vitalidad.
PRECES
Dios lo ha creado todo por su Verbo; así ha hecho un mundo bueno y ordenado del que nos enseña a cantar sus alabanzas:
R/MTe damos gracias, Señor.
Por el planeta Tierra, por su atmósfera que hace posible la vida,
– y porque nos acoge, abriga y alimenta.MR/
Por la belleza de toda la creación,
– que inspira a los artistas, alegra a los tristes y nos ayuda a tener esperanza.MR/
Por las leyes que rigen la naturaleza,
– que estimulan la inteligencia de los científicos y manifiestan tu sabiduría.MR/
Porque has repartido tus dones entre todos los hombres,
– y te alegras cuando nos ponemos al servicio de los demás.MR/
Intenciones libres
Padre nuestro…
ORACIÓN
Oh, Dios, que por medio de tu Unigénito has hecho de nosotros criaturas nuevas, mira con amor esta obra de tu misericordia y, por la venida de tu Hijo, límpianos de todas las manchas de nuestra antigua vida de pecado. Por nuestro Señor Jesucristo.