En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles

Hilario de Poitiers, Santo

Memoria Litúrgica, 13 de enero

Obispo y Doctor de la Iglesia

Martirologio Romano: San Hilario, obispo y doctor de la Iglesia, que fue elevado a la sede de Poitiers, en Aquitania (hoy Francia), en tiempo del emperador Constancio, quien había abrazado la herejía arriana, y luchó denodadamente en favor de la fe nicena acerca de la Trinidad y de la divinidad de Cristo, siendo desterrado, por esta razón, durante cuatro años a Frigia. Compuso unos comentarios muy célebres sobre los Salmos y sobre el evangelio de san Mateo (367).

Etimología; Hilario = Aquel que esta sonriente, es de origen latino.

Breve Biografía

Nació a principios de siglo IV en Poitiers. Fue llamado “el Atanasio de Occidente”, de quien era contemporáneo. Ambos tuvieron que combatir contra el mismo adversario, el arrianismo. Participaron en las polémicas teológicas con discursos y sobre todo con escritos. Hilario fue desterrado a Frigia por el emperador Constancio, que se había alineado con las decisiones del sínodo arriano de Béziers del año 356.

El contacto con el Oriente fue providencial para el obispo de Poitiers. Durante los cinco años de permanencia en Frigia aprendió el griego y descubrió a Orígenes, como también la gran producción teológica de los Padres orientales, obteniendo una documentación importantísima para el libro que le mereció el título de doctor de la Iglesia: De Trinitate, cuyo título original es De Fide adversus Arrianos. En efecto, era el tratado más importante y profundo que había aparecido hasta entonces sobre el dogma principal de la fe cristiana. A pesar de estar desterrado, no permaneció inactivo. Con el opúsculo Contra Maxertiam atacó violentamente al mismo Constancio, acusándole de cesaropapismo y de inmiscuirse en las disputas teológicas y asuntos internos de la disciplina eclesiástica.

De regreso a Poitiers, el valiente obispo continuó su obra pastoral, ayudado eficazmente por el joven Martín, el futuro santo obispo de Tours.

Hilario nació en el seno del paganismo. Su afán por buscar la verdad, le llevó a estudiar las diferentes corrientes filosóficas de la época, recibiendo un influjo especial del pensamiento neoplatónico. La búsqueda de la respuesta sobre el fin del hombre le llevó a la lectura de la Biblia, en donde finalmente encontró lo que buscaba; entonces se convirtió al cristianismo.

Era un noble terrateniente, y cuando se convirtió estaba casado y tenía una hija, Abre, a quien amaba tiernamente. Poco después del bautismo, el pueblo lo aclamó como obispo de su ciudad natal.

Fueron seis años de intenso estudio y predicación, antes de partir para el destierro que, como hemos recordado, perfeccionó su formación cultural y teológica. Junto a la voz retumbante del polemista y del defensor de la ortodoxia teológica, hay en él también otra voz, la del padre y pastor. Humano en la lucha, y humanísimo en la victoria. Defendió a los obispos que reconocían su propio error, y hasta apoyó el derecho a conservar su cargo.
Murió en Poitiers el año 367.

Todos te andan buscando

Santo Evangelio según san Marcos 1, 29-39. Miércoles I del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Permíteme acompañarte un momento, Señor. Quiero rezar contigo y hacerlo como Tú, que en tantas ocasiones te retirabas a hacer oración. Cristo, Tú eres la medicina para mi enfermedad, el pan que me alimenta y da las fuerzas para trabajar. Por eso, Señor, te pido que me acompañes en este día, que no me dejes solo y me ayudes a transmitir tu Evangelio a mi alrededor. Amén.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 1, 29-39

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.

Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que 1os demonios hablaran, porque sabían quién era él.

De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: “Todos te andan buscando”. Él les dijo: “Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido”. Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

Salir al encuentro es el corazón de la fe cristiana. Cristo, antes de nosotros, ha tomado la iniciativa de acercarse. Vino al mundo, vivió entre nosotros, salió a las calles. Vino a buscar amigos, como Santiago, Juan, Simón, Andrés. Vino a curar a los enfermos, a compartir la Buena Noticia.

Cristo ni siquiera piensa en su propio descanso, pues en el Evangelio lo vemos curando y predicando todo el día. Y cuando todavía es de madrugada, no se queda durmiendo hasta que lo despierten otros: sale de casa y dedica esas preciosas horas de soledad para su Padre en oración. En definitiva, dio su vida por los demás, con el corazón hacia fuera, es decir, para su Padre y para cada uno de nosotros.

Su cercanía nos sana, como sucede con la suegra de Pedro. La salvación que nos ofrece nos invita, a su vez, a seguir su ejemplo. Nos levanta para que podamos salir de nosotros mismos. Nos sana para poder atender a otros que lo necesitan. Nos libera para ir en busca de hombres y mujeres que viven aún en algún tipo de esclavitud. Pues la gracia de Cristo es como el agua de un río: si se estanca sólo produce suciedad y enfermedades, pero cuando fluye, da vida a lo largo de todo su recorrido.

No nos cansemos de buscar a Cristo, la fuente de vida eterna. Dejémonos encontrar por Él, que nos ha buscado primero. Y una vez que lo encontramos, salgamos al camino, y transmitamos el Agua de Vida a todos aquellos que aún la están buscando.

«Hoy más que nunca se traduce principalmente en salir al encuentro de las heridas del hombre, llevando la presencia fuerte y sencilla de Jesús, su misericordia que consuela y anima. Dios desea habitar entre los hombres, pero puede hacerlo solamente a través de hombres y mujeres que, al igual que los grandes evangelizadores del continente, estén tocados por él y vivan el Evangelio sin buscar otras cosas».

(Discurso de S.S. Francisco, 6 de mayo de 2016).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Voy a salir al encuentro de alguien que me necesite hoy en casa o en el trabajo para ayudarle.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Claves para ser una buena Suegra

Si tu esposo sabe amar, es que sus padres le enseñaron a amar.

El día de hoy platicaremos de la otra cara de la moneda, es decir, no el papel como suegra, sino como ser una “buena nuera”, y compartiré contigo algunos de los consejos propuestos por Isabel Llorente en su libro “Suegras y nueras”

Evita reacciones de ira; no te precipites ni actúes de manera nerviosa o asustadiza. La seguridad en ti misma te dará la tranquilidad que anhelas.

No creas que la familia política o la suegra está observando todos los pasos que das. Si fuera así, ignóralo para evitar sufrimientos. Entre más serena, estés, el clima de la relación será más estable y tu tendrás mayor tranquilidad para actuar asertivamente.

Sé inteligente: actúa con ecuanimidad y madurez emocional desde el principio de tu matrimonio. Esto dará más estabilidad a tu hogar, evita ser demasiado susceptible.

Quizá al principio tengas ciertos sentimientos o reacciones molestos, pero con tu inteligencia los puedes encauzar positivamente.

Es lógico que tu suegra, como madre de tu esposo, conozca muchos detalle sobre su vida. ¡Que esto no cause celos en ti!, Mejor disfruta lo que te platique sobre sus años de niñez y juventud. Finalmente acabarás conociéndolo más tu, por ser él ya parte de ti.

Si amas tanto a tu esposo y es un hombre valioso, agradece a tu suegra que fue quien lo formó. Si tu esposo sabe amar, es que sus padres le enseñaron a amar y tú estás recibiendo los frutos.

Quiere a tus suegros, pues tu hogar finalmente tendrá rasgos únicos, pero hay que agradecer lo que se recibido de familias precedentes.

Respétala mucho. No sabes a ciencia cierta que hay dentro de su corazón. Además de la soledad, quizá años de lucha y cansancio muy comprensibles.

Acepta de buen agrado los consejos que te dé tu suegra. Comprende que las madres tienen un instinto maternal que les impulsa a seguir cuidando a sus hijos, aunque sean mayores.

Trata de no ver sus defectos. Llevas su apellido, que será también el apellido de tus hijos. Da a tus hijos ejemplo de gran corazón. No rompas la armonía familiar.

Tan abuela es la abuela “materna” como la “paterna”. Llévale también tus hijos a tu suegra, y enséñalos a amar a las dos por igual.

Generalmente un buen hijo se convierte en un buen esposo. Permítele que cumpla libremente con sus deberes de hijo. ¿Te gustaría acaso no poder ver a tus padres más que solo una vez al año, o que tus hijos no pudieran visitarlos y disfrutarlos?. Actúa en consecuencia y no hagas a tu esposo lo que no te gustaría que te hicieran a ti Se objetiva y congruente.

Irás madurando, y debes aprender a tomar en cuenta lo bueno de las personas, principalmente de tu suegra.

Los celos pueden extenderse también a las cuñadas. Tu eres la esposa. Confía en ti misma. El amor de esposo no significa que deje el de amar al mundo entero, incluyendo a sus hermanos, hermanas y amigos.

¡Que el matrimonio no sea para ti una manera de manipular a tu esposo para alejarlo no sólo de su madre, sino de la familia entera!

Procura tener salud mental; no le des tantas vueltas a las cosas. Cuando haya un malentendido, habla con tu suegra y entre las dos decidan que actitudes deben mejorar comprendiendo la percepción y sentimientos de ambas. Perdonen y olviden, dando pronto vuelta a la página.

Usa el sentido común en lugar de iniciar una batalla contra tu suegra. ¿Estas siendo objetiva o la perspectiva con la que manejas las cosas te hace exagerar las cosas o acontecimientos?

Así como entre tu esposo y tus hijos querrás crear un vínculo familiar amoroso que dure muchos años, inclusive hasta cuando ellos se casen, procura cuidar el vínculo con tu familia política. El querer a tus suegros y cuñados te hará aprender a hacer familia.

Podrás vincularte con tu suegra mientras más comprensión haya en el corazón de las dos. Recuerda la importancia de enfrentar sencilla y llanamente todo sentimiento encontrado y comunicarse con respeto. 

Trasmite a tus hijos la herencia familia de sus abuelos paternos y maternos, y verás como en un futuro esto te permitirá tener a todos tus hijos juntos, con tus nietos felices, en un cálido ambiente familiar. 

Y no me cabe la menor duda que si tu eres una “buena nuera”, tendrás como consecuencia a una muy “buena suegra”, y ante todo a una familia en armonía.

¿Cuál es tu opinión?

Modificado el rito del Miércoles de Ceniza en tiempo de pandemia

La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha publicado una nota.

Para poder respetar las medidas sanitarias de seguridad y evitar el contagio del COVID-19, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha modificado el rito del Miércoles de Ceniza adaptándose a este tiempo de pandemia.

Tal como se lee en la nota difundida por la Congregación, "pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: «Convertíos y creed en el Evangelio», o bien: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás».

Después, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada".

La nota fue firmada en la sede de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el 12 de enero de 2021 por el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos desde 2014 y Monseñor Arthur Roche, Arzobispo Secretario.

Superando la depresión

El corazón alegre mejora la salud, espíritu abatido seca los huesos

“El corazón alegre mejora la salud, espíritu abatido seca los huesos”  Prov 17, 22

Todas las personas estamos llamados a vivir con alegría, plenitud, gozo. Pero hay cosas que llevan al hombre a sentirse triste momentáneamente, esto es natural y parte de la vida del hombre.

Cuando la tristeza que se presenta es profunda, permanece todo el día y se prolonga en el tiempo, haciendo sentir a la persona que se encuentra en un  pozo profundo sin salida aparente,  ha llegado, con querer y sin querer, a un estado de depresión.

Este momento, en muchas de las veces, va acompañado de sentimientos de angustia, soledad, de poca valía y de culpabilidad, desgano, agitación, fatiga, dificultad para concentrarse, insomnio o sueño excesivo, pérdida o aumento de apetito, irritabilidad, llanto frecuente, baja autoestima, desesperanza. Esta es una enfermedad que de manera segura afecta los pensamientos, sentimientos, conducta y salud física.

Cuando la depresión proviene de cambios químicos cerebrales se le llama endógena. Por ejemplo cuando hay cambios en los neurotransmisores, la serotonina provoca insomnio. Los cambios o la baja en la noradrenalina, que es la que nos da energía, causan desgano, cansancio, fatiga. Si disminuye la dopamina, que es la que regula el dolor y produce placer, la persona se hace más susceptible al dolor y las actividades normales ya no le ilusionan. Esta depresión, sin duda, debe ser tratada con medicamentos.

La exógena tiene que ver con los eventos externos en la vida de las personas como son: pérdidas de seres queridos, reveses económicos, de trabajo, enfermedad, divorcios, violencia intrafamiliar, traiciones, etc.

La depresión en el varón se da más por pérdida de status o laboral. En la mujer por pérdidas emocionales.

Cómo se supera

Si es endógena la solución casi segura llega a través de medicamentos y psicoterapia, la dosis y duración dependen del grado de depresión.
Tanto si es exógena o endógena la persona con ayuda espiritual y de psicoterapia debe buscar resolver los problemas de raíz. Quien se somete a este tratamiento tendrá en cuenta que hay mucho trabajo personal.

Trabajo personal

La labor de quien se encuentra en un estado de depresión es tener paciencia y acciones concretas para lograr salir de esta situación. Los siguientes puntos que ayudan son:

-Tomar conciencia del precio que se está pagando por permitir pensamientos negativos y cambiarlos por positivos, para evitar que afecten su salud.

-Importante fortalecer la autoestima, valorarse, hacer un recuento de las propias  fortalezas, de las cosas positivas que haces o has hecho.
-Atender las necesidades personales tales como  alimentación rica en vitamina B 12 y folato, deportes, descanso, momentos de recreación.

-Evitar el consumo de drogas y alcohol.

-Reconocer y expresar de forma constructiva sus sentimientos, pensamientos y necesidades.

- Apoyo familiar y social.

-Poner límites para evitar el abuso de los demás o de uno mismo.

-Cambiar lo que se pueda cambiar de la situación y manejar en forma positiva lo imposible de cambiar.

-Recordar si es posible qué evento desencadenó la depresión. Si se toma conciencia se puede re-significar el evento, es decir verlo desde un enfoque positivo para salir de la depresión.

-Tener la convicción de que con la ayuda necesaria, se puede manejar la propia depresión.

-La percepción de uno mismo es de gran importancia para la salud emocional y física. Si es positiva habrá más probabilidad de responder de forma adecuada y asertiva a situaciones externas.

-Ver la depresión como una oportunidad de crecer  facilita la tarea.

-Centralizar o ubicar el problema y no totalizarlo pensando que todo está mal, que la vida es un desastre.

-Ver de lejos el problema, para lograr ser objetivo en la observación de la realidad, enfatizar las cosas positivas, lo que si se tiene.

-Evitar hacer recuento permanente de la (s) experiencia (s) dolorosa (s) del pasado; traumas, desilusiones, injusticias.

-Realizar acciones concretas en el aquí y ahora realistas, alentadoras.

-No tomar las cosas a nivel personal, pensando por ejemplo que esa persona quería hacerte daño.

-Agradecer las cosas positivas de cada día, la salud, la vista, el amanecer, etc.

-Buscar motivaciones, sentido de vida. Quien vive con fe y trasciende los hechos no puede sufrir depresión de manera permanente.

-Aunque por el momento sienta que no hay mejora, es necesario perseverar en el sentido contrario al que se venía caminando.

-Es importante cambiar la forma en que manejas el origen de la depresión, para prevenir que te lleven de nuevo a la depresión.
 
Finalmente recordar que si tenemos fe y creemos en Dios, si nos dejamos abrazar por su amor estamos seguros. “Aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú estás conmigo; tu vara y tu bastón me dan seguridad”. Sal 23, 4

¿Pueden nuestras faltas acercarnos a Dios?

Servirnos de cada una de nuestras faltas para adquirir un nuevo grado de humildad.

«Dios permite nuestras pequeñas infidelidades, a fin de convencernos más íntimamente de nuestra debilidad, y para hacer morir poco a poco en nosotros esta desdichada estima de nosotros mismos, que nos impediría adquirir la verdadera humildad de corazón. Ya lo sabemos; nada hay más agradable a Dios que este absoluto desprecio de sí, acompañado de una entera confianza puesta solamente en El.

Grande es, pues, la gracia que este Dios de bondad nos hace cuando nos constriñe a beber, las más de las veces a pesar de nuestra repugnancia, este cáliz temido por nuestro amor propio y nuestra naturaleza caída. De no hacerlo así, jamás curaríamos de una presunción secreta y de una orgullosa confianza en nosotros mismos. Nunca llegaremos a comprender, cual conviene, que todo el mal viene de nosotros, y todo bien sólo de Dios; y para hacernos habitual este doble sentimiento, se precisa un millón de experiencias personales, y tanto más, cuanto que estos vicios ocultos en nuestra alma son mayores y más arraigados.

Son, pues, para nosotros muy saludables estas caídas, en cuanto que sirven para conservarnos siempre pequeños y humillados delante de Dios, siempre desconfiados de nosotros mismos, siempre anonadados a nuestros propios ojos.

Nada más fácil, en efecto, que servirnos de cada una de nuestras faltas para adquirir un nuevo grado de humildad, y de este modo ahondar más en nosotros el fundamento de la verdadera santidad. ¿Por qué no admirar y bendecir la infinita bondad de Dios, que así sabe sacar nuestro mayor bien hasta de nuestras faltas? Basta para esto no amarlas, humillarse dulcemente y levantarse con infatigable constancia después de cada una de ellas, y después trabajar en corregirse».

Dom Vital Lehodey es un teólogo trapense autor de diversos tratados ascéticos y místicos inspirados en la espiritualidad cisterciense. Es conocido mundialmente por sus obras “Los caminos de la oración mental” (1908) y “El santo abandono” (1948) que indican un camino íntimo y místico de experiencia de abandono desinteresado en el amor de Dios.

Jean Pierre de Caussade (7 de marzo de 1675–8 de diciembre de 1751) que fue un reconocido sacerdote y escritor jesuita francés. Es conocido por su obra “El abandono en la Divina Providencia” y por su labor espiritual en el Convento de las hermanas de la Visitación en Nancy, Francia.

Tomado de “El santo abandono”, Dom Vital Lehodey.
Ediciones Rialp. ISBN 9788432141942 | Páginas: 333–334.

Preces

Jesús mostró su compasión curando a los enfermos. En la mañana de este día, le pedimos:

R/MSeñor, que no dejemos de confiar en ti.

Mirando a Jesús, descubrimos la importancia de la oración,

– haz que sepamos encontrar tiempo para ella.MR/

Mirando a Jesús, recordamos que debemos dar testimonio de nuestra fe,

– que sepamos encontrar el lenguaje adecuado para hacerlo y nuestra vida sea conforme a lo que creemos.MR/

Mirando a Jesús, vemos que en todo cumplía la voluntad del Padre,

– que durante este día nos mantengamos en presencia de Dios.MR/

Intenciones libres

Padre nuestro…

Oración

Señor, Dios salvador nuestro, danos tu ayuda, para que siempre deseemos las obras de la luz y realicemos la verdad: así los que de ti hemos nacido como hijos de la luz seremos tus testigos ante los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo.

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