¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo?

A mi modo de ver, todos estos estudios demuestran que se trata de un proceso que en cierta forma electrocuta a los patógenos, lo que no ocurre en organismos pluricelulares debido a la mayor cantidad de células. Al parecer, se disipa la carga eléctrica y esto explica por qué funciona en tantos patógenos distintos sin afectar al ser humano, que es una agrupación celular grande.

Águeda o Ágata, Santa

Memoria Litúrgica, 5 de febrero

Virgen y Mártir
Patrona de las enfermeras

Martirologio Romano: Memoria de santa Águeda, virgen y mártir, que en Catania, ciudad de Sicilia, siendo aún joven, en medio de la persecución mantuvo su cuerpo incontaminado y su fe íntegra en el martirio, dando testimonio en favor de Cristo Señor (c. 251).

Etimología: Águeda = Ágata = Aquella que es buena y virtuosa, es de origen griego.

Breve Biografía

Santa Águeda de Catania fue una virgen y mártir según la tradición cristiana. Su día se celebra el 5 de febrero.

Fue una joven siciliana de una familia distinguida y de singular belleza que vivió en el siglo III. El senador Quintianus intentó poseerla aprovechando las persecuciones que el emperador Decio realizó contra los cristianos.

El Senador fue rechazado por la joven que ya se había comprometido con Jesucristo. Quintianus intentó con ayuda de una mala mujer, Afrodisia, convencer a la joven Águeda, pero esta no cedió.

El Senador en venganza por no conseguir sus placeres la envía a un lupanar, donde milagrosamente conserva su virginidad. Aún más enfurecido, ordenó que torturaran a la joven y que le cortarán los senos. La respuesta de la luego Santa fue "Cruel tirano, ¿no te da vergüenza torturar en una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?". Aunque en una visión vio a San Pedro y este curó sus heridas, siguió siendo torturada y fue arrojada sobre carbones al rojo vivo en la ciudad de Catania, Sicilia (Italia). Además se dice que lanzó un gran grito de alegría al expirar, dando gracias a Dios.

Según cuentan el volcán Etna hizo erupción un año después de la muerte de la Santa en el 250 y los pobladores de Catania pidieron su intervención logrando detener la lava a las puertas de la ciudad. Desde entonces es patrona de Catania y de toda Sicilia y de los alrededores del volcán e invocada para prevenir los daños del fuego, rayos y volcanes. También se recurre a ella con los males de los pechos, partos difíciles y problemas con la lactancia. En general se la considera protectora de las mujeres. En el País Vasco se le atribuye una faceta sanadora.

Es la Patrona de las enfermeras y fue meritoria de la palma del martirio con la que se suele representar.

Iconografía

Se la ha representado en el martirio, colgada cabeza abajo, con el verdugo armado de tenazas y retorciendo su seno. También sosteniendo ella misma la tenaza y un ángel con sus senos en una bandeja o ella misma portando la bandeja con sus pechos. La escena de la curación por San Pedro también se ha representado.

A menudo se la representa como protectora contra el fuego, con lo que lleva una antorcha o bastón en llamas, o una vela, intentado extinguir el incendio.

Anunciemos a Cristo sin ningún temor

Santo Evangelio según san Lucas 9, 23-26. Viernes IV del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, enséñame a abrazar mi cruz de cada día y dame la fuerza de tu Espíritu para anunciarte sin ningún temor con mi testimonio de vida.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 23-26

En aquel tiempo, Jesús le dijo a la multitud: “Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?

Por otra parte, si alguien se avergüenza de mí y de mi doctrina, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga revestido de su gloria y de la del Padre y de la gloria de los santos ángeles”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Hay un momento en la vida que es crucial: cuando debemos tomar la decisión fundamental de seguir o no a Cristo. Cuando queremos seguirlo, muchas veces tenemos consuelos en la oración y sentimos «muy bonito» cuando oramos; en nuestros grupos eclesiales puede ser que haya un muy buen ambiente y tengamos buenas amistades; pero cuando llega alguna cruz es cuando verdaderamente entramos en el crisol de la prueba para saber si lo que estamos viviendo es verdadero o es una visión romántica de la vida cristiana.

Jesús nos dice muy claro que para seguirle hay que seguir el camino que Él mismo nos trazó en el Gólgota. La cruz no es agradable, da vértigo y miedo, pero abrazarla como Él lo hizo es la mejor decisión para llegar al cielo y llevar con nosotros a muchos más. A través de la cruz nos unimos al sacrificio de Cristo más íntimamente. Así lo hizo san Felipe de Jesús a quien recordamos hoy. Él fue uno de los primeros misioneros nacidos en América (México, 1572) y no se avergonzó de Aquel en quien tenía puesta toda su esperanza. Predicó incansablemente el Evangelio en Japón hasta abrazar la cruz cuando, a los 25 años, derramó su sangre, al ser crucificado. A los ojos del mundo perdió su vida, a los ojos de Dios ganó el premio de la vida eterna.

En nuestra vida cotidiana, aunque no nos toque vivir un martirio cruento, podemos dar testimonio (martirio significa testimonio en griego) de nuestro amor a Jesús venciendo el respeto humano que puede generarse en algunos ambientes laborales y de estudio. La valentía, a ejemplo de Cristo, es una de las virtudes más profundas del cristiano.

Pidámosle a María que podamos abrazar la cruz y anunciar a Cristo sin ningún temor., como lo hicieron los apóstoles después de Pentecostés y lo continúan haciendo tantos hombres y mujeres alrededor del mundo.

«Salvar lo que es propio es caminar según la carne; perderse siguiendo a Jesús es caminar según el Espíritu. Solo así se da fruto en la viña del Señor. Como Jesús mismo enseña, no son los que acaparan los que dan fruto en la viña del Señor, sino los que, sirviendo, siguen la lógica de Dios, que continúa dando y entregándose».

(Homilía de S.S. Francisco, 21 de junio de 2018).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Abrazaré mi cruz de este día y ofreceré este sacrificio para que más personas conozcan y amen a Jesús.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Hasta donde hemos perdido el valor de la vida

¿Por qué parece que cada vez más ponemos a los animales por encima de los seres humanos?

“Yo de plano no salgo para no ver sufrir a los animalitos, para eso mejor me quedo en mi casa”, comentó una persona hace poco cuando se le preguntó qué haría el fin de semana.  Sinceramente, me dio mucho tema para reflexionar.  No estoy a favor del maltrato de los animales, de ninguna manera, pues son seres vivos que dependen del ser humano para subsistir, en el caso de los domésticos, o bien, como los animales salvajes, coexisten diversas especies en distintos ecosistemas para que el mundo mantenga su equilibrio.  Como creaturas hechas por Dios, ocupan un sitio importante dentro de la creación y nos corresponde a los seres pensantes mantenerlos vivos y a salvo de la violencia innecesaria que pueda cometerse en su contra.

Sin embargo, hemos perdido de vista que se trata de seres irracionales que no pueden equipararse con el ser humano, a razón de que nosotros tenemos voluntad y entendimiento.  Es decir, tenemos la capacidad de distinguir el bien del mal, de decidir qué hacer con nuestras vidas y de responder por nuestras acciones, por lo tanto, aquello que llamamos “derechos” no podrían aplicarse a los animales, y para ello es necesario puntualizar que  cuando hablamos de derecho, nos referimos a un conjunto de normas y deberes  que regulan la convivencia social y cuyo fin es dotar a todos los miembros de la sociedad de los mínimos de seguridad, certeza, igualdad, libertad y justicia.

Por supuesto, cualquier ser vivo debe ser protegido. Lo que me lleva a la siguiente reflexión: ¿por qué parece que cada vez más ponemos a los animales por encima de los seres humanos? Y creo que de esto todos nos hemos dado cuenta. Hace días se anunciaba con bombo y platillo la creación del primer hospital para perros en la Ciudad de México, mientras el Seguro Social sufre una de las peores crisis de su historia, obligando a los derechohabientes a comprar sus medicamentos de forma externa. Hay gente que se horroriza con las corridas de toros pero no reacciona igual al saber que el aborto se quiere legalizar en muchos estados de la República.  Otros sienten impotencia cuando se enteran de los abusos cometidos contra especies en peligro de extinción y hasta reúnen firmas para detenerlos  pero no se interesan por los niños que mueren de hambre y frío en lugares poco afortunados.

Nuestros valores han cambiado, la mercadotecnia nos ha convencido de que las relaciones humanas son desechables y que lo que más interesa es el placer por el placer.  Nadie quiere sufrir, pero no importa si para conseguir bienestar hay que atropellar los deseos de otros. Queremos tener pero no dar.  Somos sensibles cuando los problemas nos afectan directamente pero si se trata de algo ajeno a nuestra conveniencia actuamos con indolencia.

Muerte y destrucción se siembran a diario en el mundo entero pero a nosotros no nos afecta, ¿qué nos está pasando?  Debemos de sensibilizarnos ante el dolor ajeno y procurar ayudarnos unos a otros.  Pensemos en que a todos nos tocará la desgracia, pues vivimos en una rueda de la fortuna, unas veces estamos arriba y otras nos tocará caer, por eso, meditemos qué valdrá más para los tiempos de infortunio, pues no siempre tendremos todo lo necesario para vivir, quizá en una de tantas vueltas que de la vida Dios permita que nos toque la catástrofe para sacudir nuestros duros corazones, y en ese momento desearemos tener a alguien que se apiade de nosotros y nos ayude a salir del bache.  Lo que siembres, cosecharás; como dice la Escritura: Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo ustedes con ellos (Mateo 7,12).

El Papa Francisco, durante del Ángelus del domingo 6 de marzo, hizo referencia a la violencia sinsentido que se vive en Yemen, donde dos días antes fueron asesinadas cuatro  misioneras de la Caridad, fundadas por la Madre Teresa de Calcuta.  Las religiosas atendían ancianos cuando fueron víctimas del ataque.  El Papa comentó con dolor:

“Expreso mi viva cercanía a las Misioneras de la Caridad por el grave luto que las ha golpeado hace dos días con el asesinato de cuatro Religiosas en Adén, en Yemen, donde asistían a ancianos. Rezo por ellas y por las otras personas asesinadas en el ataque, y por sus familiares. Estos son los mártires de hoy. Y esto no es titular en los periódicos ¡no es noticia! Estos mártires que dan su sangre por la Iglesia son víctimas de sus asesinos y también de la indiferencia. De esta globalización de la indiferencia. Que no importa. Que la Madre Teresa acompañe en el paraíso a estas hijas suyas mártires de la caridad, e interceda por la paz y el sagrado respeto de la vida humana”.

La vida humana es frágil y necesita de nuestro cuidado, pero es indispensable que reacomodemos nuestra escala de valores y entendamos que lo más sagrado en el mundo es la vida de una persona, no importando si apenas es del tamaño de la cabeza de un alfiler o tiene ya cien años.  Y urge inculcar eso en niños, adolescentes  y jóvenes, que creen que pueden jugar con sus cuerpos sin consecuencias, porque el día que se enfrenten a los problemas de un embarazo, una enfermedad, una vicio o un accidente  no se darán cuenta de que es el resultado de una decisión mal tomada por ellos, que a lo mejor no tuvieron quien les pusiera límites y les formara como personas e hijos de Dios. Alguien que da su justo valor a la vida humana sabrá respetar la existencia de las demás especies. Por eso, de principio a fin hay que defender la vida y todos sus ciclos, porque si no comprendemos que es lo único que merece ser preservado, estaremos condenados a desaparecer.

El Papa: la fraternidad es el desafío del siglo

"O somos hermanos, o nos destruimos".

El Papa Francisco participó hoy en la celebración del Día Internacional de la Fraternidad Humana. El evento virtual organizado por el jeque Mohammed Bin Zayed en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, contó también con la participación del Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb; el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres y otras personalidades.

La fraternidad, nueva frontera de la humanidad
“Hermanas y hermanos, esa es la palabra: hermanas y hermanos”: al iniciar su intervención el Santo Padre Francisco  quiso afirmar el concepto de fraternidad, dirigiéndose, de modo especial, a su “hermano, amigo, compañero de desafíos y de riesgos en la lucha por la fraternidad”, el Gran Imán Ahmed el Tayeb, a quien expresó su gratitud por la compañía “en el camino por la reflexión y la redacción” del Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y Convivencia común, presentado hace dos años, en ocasión de su Viaje Apostólico a los Emiratos Árabes Unidos.

“Su testimonio – expresó el Sumo Pontífice al Gran Imán – me ayudó mucho porque fue un testimonio valiente. Yo sé que no era una tarea fácil. Pero con usted pudimos hacerla juntos, y ayudarnos mutuamente. Lo más lindo de todo es que ese primer deseo de fraternidad se fue consolidando en verdadera fraternidad. Gracias hermano, gracias”.

El agradecimiento del Papa Francisco fue también para su Alteza Sheikh Mohammed bin Zayed, por todos los esfuerzos que ha puesto para lograr seguir adelante en el camino de la fraternidad: “Creyó en el proyecto. Creyó”, subrayó. Y el agradecimiento fue también hacia el juez Abdel Salam, Secretario General del Alto Comité,  “amigo, trabajador lleno de ideas”, “l’enfant terrible”, como lo llamó cariñosamente Francisco, de todo este proyecto, que ayudó a que el mismo saliera adelante.

“Gracias a todos por apostar por la fraternidad, porque hoy la fraternidad es la nueva frontera de la humanidad. O somos hermanos, o nos destruimos mutuamente”.

No hay tiempo para la indiferencia, la fraternidad es el desafío del siglo
Para el Papa Francisco “hoy no hay tiempo para la indiferencia”, “no nos podemos lavar las manos con la distancia, con la prescindencia, con el menosprecio”. “O somos hermanos —sentenció—, o se viene todo abajo. Y es que la fraternidad es “la frontera” sobre la cual “tenemos que construir”:  se trata del desafío de “nuestro siglo”, aseveró Francisco; de “nuestros tiempos”.

Fraternidad quiere decir mano tendida, fraternidad quiere decir respeto. Fraternidad quiere decir escuchar con el corazón abierto. Fraternidad quiere decir firmeza en las propias convicciones. Porque no hay verdadera fraternidad si se negocian las propias convicciones.

Somos hermanos, nacidos de un mismo Padre
Con el mismo espíritu de esa “invitación a la reconciliación y a la fraternidad entre todos los creyentes, incluso entre creyentes y no creyentes, y entre todas las personas de buena voluntad”, ya manifestada al final del Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz y la Convivencia Común, o también como durante su catequesis al regreso de su Viaje Apostólico en Marruecos, cuando habló de la paternidad que compartimos, por ejemplo, con los musulmanes, al decir que “somos descendientes del mismo Padre, Abraham”, también hoy, en la Jornada Mundial sobre la Fraternidad humana el Papa Francisco reafirmó esa paternidad compartida, al subrayar que “Somos hermanos, nacidos de un mismo Padre”:

Con culturas, tradiciones diferentes, pero todos hermanos. Y respetando nuestras culturas y tradiciones diferentes, nuestras ciudadanías diferentes, hay que construir esta fraternidad. No negociándola.

O hermanos, o enemigos. La prescindencia forma sutil de enemistad
Y porque el desafío de la fraternidad es nuestro, de nuestro tiempo, de nuestro siglo, es que el Santo Padre señaló que “es el momento de la escucha” y “de la aceptación sincera”:

Es el momento de la certeza que un mundo sin hermanos es un mundo de enemigos. Quiero subrayar esto. No podemos decir: o hermanos o no hermanos. Digámoslo bien: o hermanos, o enemigos. Porque la prescindencia es una forma muy sutil de la enemistad. No sólo hace falta una guerra para hacer enemigos.

De ahí la exhortación nacida del corazón del pontífice: “basta con prescindir”. “Basta con esa técnica —se ha transformado en técnica— esa actitud de mirar para otra parte, prescindiendo del otro, como si no existiera”, instó.

La paz sólo se va a lograr con un corazón fraterno
Al “querido hermano Gran Imán”, vuelven las palabras del Papa al final de su discurso: “gracias por su ayuda, gracias por su testimonio, gracias por este camino que hemos hecho juntos”.

Las últimas palabras están dirigidas a los galardonados por el Premio Zayed a la Fraternidad Humana, inspirado en el documento firmado en Abu Dabi: primero, al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, a quien felicita y agradece por “todos los esfuerzos que hace por la paz”. Una paz- asegura el pontífice- que sólo se va a lograr con un corazón fraterno. Y segundo, a Latifa Ibn Ziaten, presidenta de la asociación IMAD, que trabaja por la reconciliación y el diálogo, especialmente en las escuelas:

Querida hermana, - le dice el Papa - tus últimas palabras no son dichas de oídas o convencionalmente, “somos todos hermanos”. Son el convencimiento. Y un convencimiento plasmado en el dolor, en tus llagas. Vos jugaste tu vida por la sonrisa, jugaste tu vida por el no resentimiento y a través del dolor de perder un hijo —solamente una madre sabe lo que es perder un hijo— a través de ese dolor tú te animas a decir “somos todos hermanos” y a sembrar palabras de amor. Gracias por tu testimonio. Y gracias por ser madre de tu hijo, de tantos chicos y chicas; por ser madre hoy de esta humanidad que te está escuchando y que aprende de vos: o el camino de la fraternidad, o hermanos, o perdemos todo. Gracias, gracias.

El 4 de febrero de 2019, durante su viaje apostólico a los Emiratos Árabes Unidos, el Papa y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb, firmaron el Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común. Unos meses más tarde, se creó el Alto Comité para la Fraternidad Humana para traducir las aspiraciones del Documento en compromisos y acciones concretas. El Alto Comité tiene previsto establecer una Casa de la Familia Abrahámica, con una sinagoga, una iglesia y una mezquita, en la isla de Saadiyat, en Abu Dabi. Ha creado un jurado independiente para recibir las candidaturas al Premio Zayed a la Fraternidad Humana, seleccionando a los ganadores cuyo trabajo haya destacado por su compromiso permanente con la fraternidad humana. El 21 de diciembre de 2020, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró por unanimidad el 4 de febrero como el Día Internacional de la Fraternidad Humana. El Papa exhortó a la Santa Sede a participar en la celebración del Día Internacional de la Fraternidad Humana bajo la dirección del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso. El pasado mes de enero, el Santo Padre dio inicio a este año 2021 con un llamado a la fraternidad, en el video con su intención de oración, a que personas de distintas religiones, culturas, tradiciones y creencias vuelvan a lo esencial: el amor al prójimo.

¿Cómo le hago para verme bien?

Esta vez te sientes más segura que nunca, desde que saliste del gym, ya sabías lo que te ibas a poner. Mil combinaciones pasaron por tu cabeza pero ¡oh sorpresa!

Esta vez te sientes más segura que nunca, desde que saliste del gym, ya sabías lo que te ibas a poner. Mil combinaciones pasaron por tu cabeza pero ¡oh sorpresa! De seguro cuando pasaste cerca de una torre de electricidad la energía te hizo que olvidaras tus más de 20 posibles combinaciones… ¿O habrá sido un OVNI? No lo sabes, lo que sí es un hecho es que nuevamente no sabes qué te vas a poner y tendrás que invertir otras dos horas en hacer esa dura elección; así que te apuras por llegar a casa, sacar todo de tu closet, revolver todos los cajones y, al final, terminas poniéndote la misma combinación de la semana pasada y aún y así, dudas sobre si elegiste o no la mejor opción ¿cierto?

Pese a todas esas horas y el gran dolor de cabeza que te cargas, lo importante no siempre es lo que te pones, sino cómo lo luces y lo que proyectas con eso que has elegido para ese día o para esa ocasión. La ropa dice mucho de ti, pero dice más tu actitud.

La elegancia, lo cool, lo in, no radica en la marca o en lo que está de moda, sino –aunque no lo creas- en la sencillez de formas y colores. Si has pensado que ser elegante es llamar la atención, ya te me fuiste por la vereda tropical. No hay como la discreción a la hora de vestir. Aunque muchas veces la moda dicta que puedes portar lo que sea, a la hora que sea y como sea, esto no es cierto. El buen gusto lo puedes reflejar de otra manera:

* No utilizando ropa que no te quede bien.
* No usando ropa que deje tu cuerpo al descubierto a toda hora o en cualquier lugar.
* No haciendo combinaciones de forma y color que te hagan ver como salida de un cómic de la familia Burrón o una película de Almodovar.
* Estando siempre presentable y limpia aunque no tengas planeado salir.
* Escogiendo la prenda correcta para la ocasión idónea.

Te doy algunos tips para que puedas identificar diversos tipos de ocasiones; y también, lo que sería indispensable para tu guardarropa de otoño-invierno.

FORMAL
La ropa formal generalmente la utilizas para eventos sociales; ya sean en la tarde o en la noche y donde estén invitadas más de 50 personas.

SEMIFORMAL
La ropa semiformal la llevas a todas horas del día y la utilizas para ir a cualquier parte; siempre y cuando te quieras ver arreglada más no over dressed.

INFORMAL
La ropa informal la usas para ir a la universidad, tomar un café con tus amigas, o de compras; también es ideal para recibir a tu novio en tu casa o para hacer cualquier tipo de labor doméstica.

Es importante que cuentes con un guardarropa estándar que te ayude a estar preparada para cualquier eventualidad:

LO BÁSICO
- Pantalones negros.
- Camisa de vestir lisa (en cualquier color).
- Una bolsa mediana.
- Zapatos cerrados de tacón mediano (negros y café oscuros).
- Un cuello de tortuga (en cualquier color).

LO PRÁCTICO
- Jeans.
- Chamarra de mezclilla.
- Tennis.
- T shirt blanca.
- Un conjunto de pants y chamarra o sudadera (Negro, gris o blanco).
- Una bolsa grande (en donde te quepa absolutamente todo).
- Un suéter largo.

LO “COOL”
- Pantalones a la cadera.
- Top de seda o satín en tonos pasteles.
- Bolso pequeño.
- Mini falda negra.
- Falda a la rodilla con apertura hasta el muslo.
- Arracadas grandes (plateadas y doradas).
- Cualquier prenda con motivo oriental.

Por último, además de verte arreglada, de acuerdo a la ocasión, emana una presencia agradable, lo que implicará que tu trato, tu actitud y tus valores -donde quiera que te encuentres- dejarán siempre una buena impresión.

¿Mamá vs. Niñera?

3 consejos geniales para la crianza de los hijos

Actualmente existe una realidad: muchas madres trabajan y deben delegar el cuidado de sus hijos a terceros, ya sean parientes, niñeras o instituciones como guarderías o colegios. Las razones son tan diversas como las situaciones familiares y no es motivo de este post analizar o juzgar qué tipo de dinámica familiar es mejor que otra. El hecho es que existen y que hay que asumirlas y manejarlas de la mejor manera para bien de todos los protagonistas.

En este video se ven casos particulares en los que la niñera conoce aspectos específicos del niño que cuida que la madre ignora. No sabemos si es que la filmación recogió también los casos en los que la madre sí acierta y la nana no, o en las que ambas coinciden. No es relevante para el fin de esta producción centrada en el llamado a ser caritativos y justos con las personas que se emplean en las casas. Pero para el caso de esta reflexión, vamos a centrarnos en la dinámica afectiva entre madre-niñera–niño.

 ¿Mamá vs. Niñera? El error en el que normalmente se cae cuando se habla sobre estos casos es enfrentar negativamente el rol de la madre con el de la niñera. ¿Está bien o mal que el niño quiera a su niñera? ¿Si la quiere significa que no ama a su mamá o que ella está haciendo un mal trabajo? ¿Debe tener, una criatura de corta edad, la capacidad racional para categorizar sentimientos diciendo algo así como “a mi nana no la voy a querer tanto porque es una empleada doméstica y no debo sentir nada por ella —a pesar de que me cuida, me quiere mucho, juega conmigo, y me prepara la comida—porque sino mi mamá se va a sentir culpable y se ve muy mal socialmente”?

La maravilla de la inocencia infantil es que nos enseña algo más profundo: un niño ama espontáneamente, porque lo aman, porque la persona existe. Para los niños el amor no es un pedazo de pizza que se reparte y se acaba. Ellos saben, sin haber leído nada al respecto, que el amor “no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad” (1 Cor 13, 5-6). El amor de un niño respeta la dignidad de cada una de las personas como hijos de Dios. No discrimina por posición social, trabajo, ingreso económico o color de piel. Si discrimina, de alguna manera, es por lo que recibe de la otra persona.

Por eso las madres deben ser sabias para manejar la relación con la niñera, y no sentirse culpables o celosas si sus hijos la quieren. Sentimientos de ese tipo sólo cabrían en el corazón materno si es que la madre siente que está haciendo algo incorrecto al dejar a sus hijos a cargo de otra persona teniendo otras opciones. Si es así, hay que revisar las prioridades, las decisiones tomadas y reacomodarlas. Pero ese no es un problema ni de la niñera, ni del niño, ni de la relación de cariño que se genera entre ambos.

Si la realidad es que las madres tienen que trabajar porque así lo demanda la situación económica o es una decisión tomada a conciencia por otros motivos, ¿de qué sirve la culpa? ¿Qué más da que la niñera sepa algunas cosas que ellas no? Seguramente sucede lo mismo con algún profesor del colegio o con alguno de los abuelos en los que los niños confían. En todo caso, no sería ésta la única medida que un experto usaría para diagnosticar un problema en la relación madre-hijo.

Cada una con su rol. La madre es la madre. La niñera es la niñera. Desde su posición ambas son importantes en el corazón del niño. Cada una, desde su lugar, sabrá dar lo mejor.

Lo que no puede hacer una madre es estar siempre ausente o delegar absolutamente todas las tareas de crianza y educación. La madre es irremplazable, y debe estar presente para ir cultivando la relación con los pequeños. Y mientras más crecen, más la necesitarán sobre todo para el diálogo y la guía. Una madre debe buscar compartir con sus hijos los momentos importantes como el baño, la hora de dormir, del cuento, de alguna de las comidas, los fines de semana, los eventos sociales importantes, etc. Lo más que se pueda. Dar pautas. Poner límites. También debe repetirle a los niños que los ama y enseñarles con el ejemplo a ser personas virtuosas, responsables, caritativas y generosas.

¿Qué rol juega la niñera en este proceso de crianza? Debe ser una aliada en la educación cotidiana y en la afectiva. ¡Qué mejor regalo que la persona que cuide a un hijo lo quiera y lo cuide como una madre! ¿O se prefiere la indiferencia, la falta de cariño o de humanidad por simple competencia entre los amores?

Pero ese regalo se debe retribuir. ¿Cómo? Mediante el trato justo, el diálogo constante y abierto no sólo sobre el niño sino sobre la vida y necesidades de la niñera, el pago generoso, el respeto a su dignidad como ser humano que tiene las mismas preocupaciones y los mismos anhelos de felicidad que cualquiera. Inclusive,  esta relación puede enriquecerse mediante la ayuda para el cultivo y crecimiento personal de la niñera, considerando que, en la mayoría de los casos, es la madre la que tiene mayor preparación. También hay que convencerse de que no se le está haciendo un favor dándole este trabajo. No es sólo un intercambio mercantil o laboral como el que se recibe en la oficina. Es algo más poderoso. Es una relación de ida y vuelta que tiene como eje central lo que más se ama y, por lo mismo, debe estar nutrida de caridad y respeto.

En definitiva, es una relación interpersonal. Son personas las involucradas. Cada una con su rol. La madre es la madre. La niñera es la niñera. Desde su posición ambas son importantes en el corazón del niño. Cada una, desde su lugar, sabrá dar lo mejor. Para ayudar al niño, para crecer como ser humano y para aprender a acoger al otro como un hijo de Dios, que es lo que, finalmente, define nuestra verdadera naturaleza y nos hace ser un real ejemplo de virtud para los más pequeños.

Preces

La luz del nuevo día nos lleva a elevar nuestra mirada a Dios, de quien procede todo bien:

R/MSeñor, que tu palabra ilumine nuestros pasos.

Para que la Iglesia goce de la libertad necesaria para anunciar tu reino.MR/

Para que los gobernantes encuentren soluciones al problema del paro.MR/

Para que durante esta jornada crezca nuestra conciencia de que estás junto a nosotros.MR/

Intenciones libres

Padre nuestro…

Oración

Señor, que santa Águeda, virgen y mártir, nos alcance tu perdón, pues ella te agradó siempre por la fortaleza en el martirio y por el mérito de su castidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

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