Enséñame a perseverar en el camino de la fe y del amor

EL DIOXIDO DE CLORO

La medicina no es una ciencia exacta y el conocimiento empírico es tan válido y frecuentemente más que el de laboratorio. En países que no son ricos o que tienen mayoría de pobres, como es el caso de México, la sistemática descalificación de terapias alternativas y de medicamentos baratos es una actitud contraria a la salud pública y hasta criminal.

Pero ocurre que los médicos que administran el dióxido de cloro disponen que sea en una proporción de uno a tres mililitros de esa sustancia por ciento diez mililitros de agua, esto es, menos de tres por ciento.

Dicen que no se cuenta con estudios que evalúen la seguridad y efectividad de la sustancia, lo que es otra mentira, pues en Perú, Bolivia y otros países —incluido México—, médicos responsables han aplicado la fórmula exitosamente y se supone que toda ciencia le debe dar cabida al conocimiento empírico, sobre todo cuando la medicina de patente no garantiza el éxito en un alto porcentaje de casos. EL DIOXIDO DE CLORO NO MATA CURA MALES Y CURA DE LA PANDEMIA.

Nuestra Señora de Lourdes

Memoria Litúrgica, 11 de febrero
 
Advocación Mariana

Martirologio Romano: Memoria de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes. Cuatro años después de la proclamación de su Inmaculada Concepción, la Santísima Virgen se apareció en repetidas ocasiones a la humilde joven santa María Bernarda Soubirous en los montes Pirineos, junto al río Gave, en la gruta de Massabielle, de la población de Lourdes, y desde entonces aquel lugar es frecuentado por muchos cristianos, que acuden devotamente a rezar.

Breve Reseña

Bernardita de Soubirous fue la elegida por Dios para ser testigo y mensajera de tan extraordinaria iniciativa del Creador. La Madre de Jesús, nuestra Madre también, supo como siempre enamorar a las multitudes y convocar a los pueblos de las naciones alrededor de la majestuosa imagen que de Ella se difundió.

Lourdes ha sido fuente de sanación física para mucha gente, y quizás ha sido este el milagro más visible que Dios ha realizado para confirmar y sostener la fe en la obra. Pero sin dudas que la sanación espiritual, la conversión de las almas, ha sido el fruto más extraordinario que las generaciones han manifestado como evidencia de la potencia de los actos de Dios en esta tierra.

Bernardita fue también instrumento de confirmación del Dogma de la Inmaculada Concepción, para alegría de los que amamos la pureza de María, reconocida de este modo en las propias palabras de la Reina del Cielo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Hoy, después de 150 años, las palabras de María resuenan en nuestros oídos con la misma fuerza, como un cristal puro que resuena y sacude con su timbre los tímpanos del mundo.

Gloria a Dios por Su Amor manifestado en regalo tan extraordinario. Nuestra Señora de Lourdes renueve nuestros corazones y nuestras mentes, para que emerja sonriente y esplendorosa nuestra propia conversión.
www.reinadelcielo.org

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Las dos veces que he visitado Lourdes, mi alma se ha sentido feliz. Con una felicidad que sobrepasa todos los límites de lo espiritual y trascendente.

He visitado todo lo ha habido y por haber en la gruta de las apariciones. Incluso un antiguo alumno, que pasa allá sus vacaciones haciendo el bien a la gente como camillero, me ha contado que ha visto con sus propios ojos los milagros maravillosos que hace cada día la Madre de Dios.

Fue el 11 de febrero cuando la Virgen se le apareció a Bernardita, una joven de 14 años en la gruta de Massabielle. Vio una nube dorada y a la Virgen vestida de blanco con un rosario en la mano.

Esta aparición se repitió 18 veces. El 25 de febrero fue cuando la chica escarbó en el suelo y salió un manantial de agua. Le dijo la Virgen que levantaran un templo y que rezara el rosario por los pecadores.

Comenzó a acudir mucha gente. Las autoridades eclesiásticas, comenzando por el párroco, no le daban crédito a la joven.

Era impensable que a su edad y dada su falta de cultura, supiera algo acerca del misterio del dogma de la Inmaculada Concepción, declarado así por el Papa Pío IX en 1854.

El mismo Papa le dio el nombre de Basílica al templo levantado en honor de las apariciones. Estas, por fin, fueron declaradas auténticas y no pura fantasía de una adolescente ignorante.

¿Cuál es la síntesis del mensaje de Lourdes?

En primer lugar, se trata de un acto de gratitud por la definición del dogma, que se había declarado oficialmente cuatro años antes. En segundo lugar, exaltar la pobreza y la humildad, virtudes eminentemente cristianas. En tercer lugar, la importancia de la Cruz como camino para ser feliz aquí y en el más allá. Y en cuarto lugar, la clave para llevar una vida cristiana auténtica, es la oración, sintetizada en el rezo del santo rosario.

Pero lo importante, además de las curaciones físicas, es que todo el mundo sale curado en lo espiritual, siempre y cuando se vaya de buena fe.

Qué es lo que da sentido al dolor

Santo Evangelio según san Marcos 7, 24-30. Nuestra Señora de Lourdes

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Te busco y pareces no estar… Te hablo y pareces no escuchar. Señor, aumenta mi fe. Aquí estoy para hacer tu voluntad.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Marcos 7, 24-30

En aquel tiempo, Jesús salió de Genesaret y se fue a la región donde se encuentra Tiro. Entró en una casa, pues no quería que nadie se enterara de que estaba ahí, pero no pudo pasar inadvertido. Una mujer, que tenía una niña poseída por un espíritu impuro, se enteró enseguida, fue a buscarlo y se postró a sus pies.

Cuando aquella mujer, una siria de Fenicia y pagana, le rogaba a Jesús que le sacara el demonio a su hija, él le respondió: “Deja que coman primero los hijos. No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos”. La mujer le replicó: “Sí, Señor; pero también es cierto que los perritos, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños”.

Entonces Jesús le contestó: “Anda, vete; por eso que has dicho, el demonio ha salido ya de tu hija”. Al llegar a su casa, la mujer encontró a su hija recostada en la cama, y ya el demonio había salido de ella.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

Duele profundamente en el corazón cuando buscamos en Dios consuelo; cuando buscamos amor y no sólo no lo encontramos sino que parece rechazarnos… parece indiferente… Pasa desapercibido.

Muchas veces no entiendo tu silencio, Señor, ante mis palabras, ante mis reclamos y necesidades; aun ante las necesidades más puras, más humanas, más sencillas. Parece que mi pecado te repele, parece que mi miseria es tanta que tu atención no merece.

Acepto que al darme cuenta de esto muchas veces callo. No hablo más… Me refugio en la soledad…

No sé por qué algo en mí quiere seguir gritando; necesita ser escuchado y sigo recurriendo a ti… A ti que parece que no escuchas… parece que callas… parece que rechazas. Te sigo buscando como necesidad del alma que sabe que sólo en ti puede sanar, que solo en ti puede descansar.

Comprendo que el amor es necesidad. Es un camino difícil de recorrer. Comprendo que el amor, si es verdadero, viene acompañado del dolor. Ahí se purifica, se prueba, se hace verdadero.

El que persevera en el amor es el que te encuentra. El que te encuentra le da sentido al dolor; no deja de gritar de sentir necesidad, de recorrer a ti, pero siempre con la esperanza de que escucharás, que estarás conmigo aun en la más profunda soledad.

Señor, enséñame a amar. Enséñame a perseverar en el camino de la fe y del amor. No dejes que me rinda ante tu silencio… No dejes que me rinda en el camino del amor.

«Ir a lo fundamental, a no dejarle a Cristo las migajas de nuestro tiempo o de nuestra alma, sino a llevarlo todo a ese amistoso coloquio con el Señor, “estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”». (Homilía de S.S. Francisco, 28 de marzo de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Dedicaré un momento de mi día a responder estas preguntas: ¿Cómo está mi fe en Dios? ¿Cómo está mi amor a Dios?

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿Enfermedad mental o posesión demoníaca?

Un sacerdote nos explica, las diferencias y como discernir
 
Los exorcistas reciben numerosos casos todos los días. Por ejemplo, en París los exorcistas reciben a más de 2.500 personas al año aunque de todas ellas han realizado exorcismos a 50. En muchos casos existen problemas psiquíatricos y psicológicos y una de las principales labores del exorcista es discernir quien está enfermo y en quien está actuando el demonio.
 
Sabiendo esta relación, cada vez hay más sacerdotes que empiezan a ser expertos en ambas vertientes. Es el caso del padre Mike Discroll, sacerdote ordenado en 1992 y hoy capellán del Centro Médico St. Elizabeth´s en Ottawa (Illionis) donde hay un área de salud mental con enfermos internados.
 
Con estudios universitarios en Economía, Teología Moral y Consejería Médica quiso estudiar el fenómeno de la relación entre enfermedad mental y el demonio con una tesis doctoral titulada El discernimiento de los exorcistas católicos, entre la posesión demoníaca y trastornos mentales.
 
Su labor en el hospital le ha permitido conocer mejor a las personas con enfermedades mentales para convencerle de la importancia de los cuidados espirituales para ellos puesto que se muestra convencido de que “los demonios pueden atormentar a la gente que tiene problemas mentales”.

El padre Mike Discroll habla de la enfermedad mental y de la influencia del demonio
 
Aún así arroja mucha más luz en un libro que ha publicado Demons, Deliverance, and Discernment: Separating Fact from Fiction About the Spirit World y cuyos temas habla en esta entrevista publicada por Portaluz:
 
-¿Escribir ese libro ha modificado su ministerio como capellán, su trabajo de consejería y salud preventiva?
- Las personas suelen batallar con desafíos que son una combinación de problemas mentales-emocionales y problemas espirituales que no involucran posesión. El hospital St. Elizabeth de Ottawa, donde soy capellán, tiene un área de salud mental con pacientes internados. Así es que a diario hablo con personas que enfrentan estos problemas. Escribir el libro y servir a estas personas ha reforzado en mí la certeza de que es necesario abordar ambos aspectos: el mental-emocional y el espiritual.
 
- ¿Cuáles son las dos o tres cosas que todo "católico promedio" debería considerar sobre los demonios?
- La gente debe saber que no son habituales los casos reales de posesión demoníaca. Hay una buena razón por la que la gran mayoría de nosotros nunca ha visto a una persona poseída por un demonio: rara vez ocurre. Como dijo un exorcista, no sucede al azar; usted no se despierta un día y de repente se encuentra poseído. Sucede tras construir una relación con el mal.
 
Esto nos lleva a la segunda consideración: deberían preocuparnos más las tentaciones, ya sean las de la carne, el mundo o el diablo. Ir al infierno por haber cometido pecados mortales sin arrepentirse de ellos, debería ser para nosotros algo más espantoso que la posesión.
 
En tercer lugar, lo más importante: recordar que es infinito el amor de Dios por nosotros y tener claro que no es algo complicado llegar al cielo. Debemos decir nuestras oraciones, recibir los sacramentos, practicar las virtudes y evitar las ocasiones del pecado.
 
- Usted escribe en su libro sobre los vínculos entre enfermedad mental y posesión demoníaca
- Un católico me dijo alguna vez haber escuchado que la mayoría de las personas internadas en los hospitales psiquiátricos sufrían de ataques demoníacos, en lugar de problemas de salud mental. Eso es una tontería. Si bien el diablo nos tienta a todos, especialmente en nuestros puntos débiles; las personas que cada día visito en nuestra unidad de salud mental luchan con problemas mentales y emocionales reales. Decir que esto son sólo ataques demoníacos es errado; tanto como decir que las dolencias físicas son sólo ataques demoníacos. ¿Intenta el diablo agravar nuestros problemas? Por supuesto. Es por eso que oramos pidiendo protección y fortaleza a Dios, para alcanzar la sanación de todos los trastornos, ya sean físicos, mentales, emocionales, espirituales o cualquier combinación de ellos. Dicho esto, debo mencionar que no es raro encontrar personas con trastornos mentales graves (como la esquizofrenia) afirmando oír a los demonios, ver demonios o soñar con demonios. Esto no significa que estén poseídos, aunque podría ser efectivamente el diablo quien esté molestándolos.

Algunos terapeutas me han preguntado sobre esto. Mi parecer es que los demonios pueden atormentar a la gente que tienen problemas mentales serios porque otros no les creerán. Otros suelen pensar que es sólo el trastorno mental; pero podría ser mental y espiritual. Es importante abordar ambas luchas. Proporcionar consejería, medicamentos -para ayudar con los problemas mentales-, y también orar por ellos, fomentar una buena vida del espíritu que ayude en la lucha espiritual.
 
- Usted advierte a los católicos contra la dependencia excesiva de quienes llama "profesionales de la liberación". ¿Podrían explicar un poco más sobre esto?
- El Catecismo de la Iglesia Católica no define la ‘liberación’; no existe libro oficial de la Iglesia o ritual sobre la liberación; y no hay un título oficial u oficina del "ministerio de la liberación".
 
Si una persona dice que participa en la liberación… argumentando escuchar lo que la gente le dice sobre sus luchas espirituales y que luego ora por ellos, eso es genial. Pero algunos afirman tener habilidades especiales de liberación o dones, métodos especiales de liberación y oraciones especiales de liberación. Me mantendría alejado de toda esa parafernalia. Algunos santos tenían gran poder para expulsar demonios, pero siempre evitaban atraer la atención. Desconfío de quienes publicitan sus demandas de dones espirituales.
 
(…) Cuando escucho a personas que no son sacerdotes dando órdenes a los demonios, diciendo cosas como: "¡En el nombre de Jesucristo, ordeno que te vayas!", me parece demasiado dramático, e incluso orgulloso. Creo en lo humilde: pedirle ayuda a Dios, a los ángeles o santos. Creo que Dios honrará esa humildad y el diablo la odiará.

Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes

Cada 11 de febrero miles de peregrinos conmemoran la primera aparición de María a Santa Bernardita.
 
La pandemia de COVID-19 ha cambiado también el desarrollo de las peregrinaciones. De hecho el martes 11 de febrero del año pasado, en la solemnidad de Nuestra Señora de Lourdes, Monseñor Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, presidía la misa internacional en la basílica de San Pío X a partir de las 10 de aquella mañana. En un artículo publicado en el Boletín N. 343 de la Asociación Médica Internacional del Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, órgano oficial de la Oficina de las Constataciones médicas de Lourdes, Monseñor Fisichella exponía a partir de la Carta apostólica del Papa Francisco, Sanctuarium in Ecclesia, una reflexión sobre el papel del Santuario de Lourdes en la nueva evangelización, y de modo particular el carisma de las personas enfermas:

“Siguiendo las palabras del Señor hemos privilegiado siempre todo lo que el mundo ha rechazado por inútil o poco eficaz. Los enfermos crónicos, moribundos, marginados, personas discapacitadas y todo lo que representa frente al mundo la falta de futuro y esperanza, encuentran el compromiso de los cristianos. Tenemos ejemplos que nos encaminan con fuerza a la santidad de los hombres y mujeres que han hecho de este programa el anuncio concreto del Evangelio de Jesucristo y el inicio de una verdadera revolución cultural”.

“Frente a esta santidad – leemos – desaparecen todas las excusas posibles. La utopía cede el paso a la credibilidad, la pasión por la verdad y la libertad son sintetizadas en el amor entregado sin pedir nada a cambio”. Y en este marco, “la valiosa asistencia ofrecida por numerosos médicos y enfermeros en el Santuario de Lourdes retoma todo su sentido como una verdadera proclamación cristiana, tomando seriamente en consideración la dignidad de cada persona”. Comprender la presencia de Cristo.

El Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización recordaba también que “no podemos hacernos evangelizadores de repente, ni dar un sentido al sufrimiento de la noche a la mañana. Todo eso necesita una preparación que crece y madura con la fe en el misterio de la participación activa y real del misterio de Cristo y la vida de comunión con él que nos ofrece el bautismo. Esta perspectiva nos permite mirar cada enfermo que se convierte en peregrino a través de la fe, para comprender la presencia de Cristo que pide ayuda y ofrece a cambio su amor salvador.

El Papa Francisco

Y ayer, al saludar a los fieles que siguieron a través de los medios de comunicación la catequesis semanal en el ámbito de la Audiencia General, el Papa Francisco recordó la celebración de la fiesta de hoy, de Nuestra Señora de Lourdes, Patrona de los enfermos. Y lo hizo con esta invitación:

“Pidamos por su intercesión que el Señor conceda la salud de alma y cuerpo a todos los que sufren a causa de alguna enfermedad y de la actual pandemia, y fortalezca a quienes los asisten y acompañan en este tiempo de prueba que atraviesan en sus vidas”.

Además, "Dar al que sufre el bálsamo de la cercanía" es el título del Mensaje que el Papa Francisco envió para esta Jornada mundial.Mensaje del Santo Padre Francisco para la XXIX Jornada Mundial del Enfermo

La relación de confianza, fundamento del cuidado del enfermo.

Por: Papa Francisco | Fuente: Vatican.va

Queridos hermanos y hermanas:

La celebración de la 29.a Jornada Mundial del Enfermo, que tendrá lugar el 11 de febrero de 2021, memoria de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes, es un momento propicio para brindar una atención especial a las personas enfermas y a quienes cuidan de ellas, tanto en los lugares destinados a su asistencia como en el seno de las familias y las comunidades. Pienso, en particular, en quienes sufren en todo el mundo los efectos de la pandemia del coronavirus. A todos, especialmente a los más pobres y marginados, les expreso mi cercanía espiritual, al mismo tiempo que les aseguro la solicitud y el afecto de la Iglesia.

1. El tema de esta Jornada se inspira en el pasaje evangélico en el que Jesús critica la hipocresía de quienes dicen, pero no hacen (cf. Mt 23,1-12). Cuando la fe se limita a ejercicios verbales estériles, sin involucrarse en la historia y las necesidades del prójimo, la coherencia entre el credo profesado y la vida real se debilita. El riesgo es grave; por este motivo, Jesús usa expresiones fuertes, para advertirnos del peligro de caer en la idolatría de nosotros mismos, y afirma: «Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos» (v. 8).

La crítica que Jesús dirige a quienes «dicen, pero no hacen» (v. 3) es beneficiosa, siempre y para todos, porque nadie es inmune al mal de la hipocresía, un mal muy grave, cuyo efecto es impedirnos florecer como hijos del único Padre, llamados a vivir una fraternidad universal.

Ante la condición de necesidad de un hermano o una hermana, Jesús nos muestra un modelo de comportamiento totalmente opuesto a la hipocresía. Propone detenerse, escuchar, establecer una relación directa y personal con el otro, sentir empatía y conmoción por él o por ella, dejarse involucrar en su sufrimiento hasta llegar a hacerse cargo de él por medio del servicio (cf. Lc 10,30-35).

2. La experiencia de la enfermedad hace que sintamos nuestra propia vulnerabilidad y, al mismo tiempo, la necesidad innata del otro. Nuestra condición de criaturas se vuelve aún más nítida y experimentamos de modo evidente nuestra dependencia de Dios. Efectivamente, cuando estamos enfermos, la incertidumbre, el temor y a veces la consternación, se apoderan de la mente y del corazón; nos encontramos en una situación de impotencia, porque nuestra salud no depende de nuestras capacidades o de que nos “angustiemos” (cf. Mt 6,27).

La enfermedad impone una pregunta por el sentido, que en la fe se dirige a Dios; una pregunta que busca un nuevo significado y una nueva dirección para la existencia, y que a veces puede ser que no encuentre una respuesta inmediata. Nuestros mismos amigos y familiares no siempre pueden ayudarnos en esta búsqueda trabajosa.

A este respecto, la figura bíblica de Job es emblemática. Su mujer y sus amigos no son capaces de acompañarlo en su desventura, es más, lo acusan aumentando en él la soledad y el desconcierto. Job cae en un estado de abandono e incomprensión. Pero precisamente por medio de esta extrema fragilidad, rechazando toda hipocresía y eligiendo el camino de la sinceridad con Dios y con los demás, hace llegar su grito insistente a Dios, que al final responde, abriéndole un nuevo horizonte. Le confirma que su sufrimiento no es una condena o un castigo, tampoco es un estado de lejanía de Dios o un signo de su indiferencia. Así, del corazón herido y sanado de Job, brota esa conmovida declaración al Señor, que resuena con energía: «Te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos» (42,5).

3. La enfermedad siempre tiene un rostro, incluso más de uno: tiene el rostro de cada enfermo y enferma, también de quienes se sienten ignorados, excluidos, víctimas de injusticias sociales que niegan sus derechos fundamentales (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 22). La pandemia actual ha sacado a la luz numerosas insuficiencias de los sistemas sanitarios y carencias en la atención de las personas enfermas. Los ancianos, los más débiles y vulnerables no siempre tienen garantizado el acceso a los tratamientos, y no siempre es de manera equitativa. Esto depende de las decisiones políticas, del modo de administrar los recursos y del compromiso de quienes ocupan cargos de responsabilidad. Invertir recursos en el cuidado y la atención a las personas enfermas es una prioridad vinculada a un principio: la salud es un bien común primario. Al mismo tiempo, la pandemia ha puesto también de relieve la entrega y la generosidad de agentes sanitarios, voluntarios, trabajadores y trabajadoras, sacerdotes, religiosos y religiosas que, con profesionalidad, abnegación, sentido de responsabilidad y amor al prójimo han ayudado, cuidado, consolado y servido a tantos enfermos y a sus familiares. Una multitud silenciosa de hombres y mujeres que han decidido mirar esos rostros, haciéndose cargo de las heridas de los pacientes, que sentían prójimos por el hecho de pertenecer a la misma familia humana.

La cercanía, de hecho, es un bálsamo muy valioso, que brinda apoyo y consuelo a quien sufre en la enfermedad. Como cristianos, vivimos la projimidad como expresión del amor de Jesucristo, el buen Samaritano, que con compasión se ha hecho cercano a todo ser humano, herido por el pecado. Unidos a Él por la acción del Espíritu Santo, estamos llamados a ser misericordiosos como el Padre y a amar, en particular, a los hermanos enfermos, débiles y que sufren (cf. Jn 13,34-35). Y vivimos esta cercanía, no sólo de manera personal, sino también de forma comunitaria: en efecto, el amor fraterno en Cristo genera una comunidad capaz de sanar, que no abandona a nadie, que incluye y acoge sobre todo a los más frágiles.

A este respecto, deseo recordar la importancia de la solidaridad fraterna, que se expresa de modo concreto en el servicio y que puede asumir formas muy diferentes, todas orientadas a sostener al prójimo. «Servir significa cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo» (Homilía en La Habana, 20 septiembre 2015). En este compromiso cada uno es capaz de «dejar de lado sus búsquedas, afanes, deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de los más frágiles. […] El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su projimidad y hasta en algunos casos la “padece” y busca la promoción del hermano. Por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a personas» (ibíd.).

4. Para que haya una buena terapia, es decisivo el aspecto relacional, mediante el que se puede adoptar un enfoque holístico hacia la persona enferma. Dar valor a este aspecto también ayuda a los médicos, los enfermeros, los profesionales y los voluntarios a hacerse cargo de aquellos que sufren para acompañarles en un camino de curación, gracias a una relación interpersonal de confianza (cf. Nueva Carta de los agentes sanitarios [2016], 4). Se trata, por lo tanto, de establecer un pacto entre los necesitados de cuidados y quienes los cuidan; un pacto basado en la confianza y el respeto mutuos, en la sinceridad, en la disponibilidad, para superar toda barrera defensiva, poner en el centro la dignidad del enfermo, tutelar la profesionalidad de los agentes sanitarios y mantener una buena relación con las familias de los pacientes.

Precisamente esta relación con la persona enferma encuentra una fuente inagotable de motivación y de fuerza en la caridad de Cristo, como demuestra el testimonio milenario de hombres y mujeres que se han santificado sirviendo a los enfermos. En efecto, del misterio de la muerte y resurrección de Cristo brota el amor que puede dar un sentido pleno tanto a la condición del paciente como a la de quien cuida de él. El Evangelio lo testimonia muchas veces, mostrando que las curaciones que hacía Jesús nunca son gestos mágicos, sino que siempre son fruto de un encuentro, de una relación interpersonal, en la que al don de Dios que ofrece Jesús le corresponde la fe de quien lo acoge, como resume la palabra que Jesús repite a menudo: “Tu fe te ha salvado”.

5. Queridos hermanos y hermanas: El mandamiento del amor, que Jesús dejó a sus discípulos, también encuentra una realización concreta en la relación con los enfermos. Una sociedad es tanto más humana cuanto más sabe cuidar a sus miembros frágiles y que más sufren, y sabe hacerlo con eficiencia animada por el amor fraterno. Caminemos hacia esta meta, procurando que nadie se quede solo, que nadie se sienta excluido ni abandonado.

Le encomiendo a María, Madre de misericordia y Salud de los enfermos, todas las personas enfermas, los agentes sanitarios y quienes se prodigan al lado de los que sufren. Que Ella, desde la Gruta de Lourdes y desde los innumerables santuarios que se le han dedicado en todo el mundo, sostenga nuestra fe y nuestra esperanza, y nos ayude a cuidarnos unos a otros con amor fraterno. A todos y cada uno les imparto de corazón mi bendición.

Roma, San Juan de Letrán, 20 de diciembre de 2020, cuarto domingo de Adviento.

Francisco
 
4 Celebrar el carnaval sin perder la moral ni la dignidad

A ello nos alienta el Arzobispo de Panamá
 
El Arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa, alentó a los fieles a celebrar la fiesta de carnaval sin “perder la moral, la dignidad”, pues “la fiesta en sí no es mala”.

En declaraciones a TVN, el Prelado precisó que “lo malo es cuando permitimos que acontecimientos o fiestas como esta nos hagan perder la moral, la dignidad mía como humanos”.

Al caer en esos males, advirtió, “dañamos la fiesta”, que tradicionalmente se realiza entre los últimos días de enero y los primeros de febrero hasta antes del Miércoles de Ceniza.

“Hay lugares donde se puede festejar en familia, sanamente”, aseguró.

“Una fiesta no me puede hacer a mí perder el control de mi vida en todos los aspectos”, reiteró.

El Arzobispo también se refirió a la Cuaresma que comenzará el 14 de febrero, con el Miércoles de Ceniza, y destacó que en este tiempo “ayunar del mal es la mejor penitencia”.

“Ayunar de nuestra lengua y nuestros dedos para que no compartan cosas sin pensar y rieguen información falsa”, señaló.

¿Errores y aciertos al escoger pareja?

Al elegir pareja, recuerda que esa es la persona que va a educar a tus hijos y que estará contigo siempre
 
Dicen que “uno no manda en las cosas del amor”, que “el amor llega a su momento”, y hasta que “el amor es ciego”. Estos dichos populares son ciertos en el sentido que el amor no es algo que se pueda inducir, ni mucho menos forzar a que pase. Pero también es cierto que el amor es una entrega que supone nuestra libre decisión.

Al conocer a una persona, nos atraen de ella algunas de sus características: su físico, su carácter y hasta su manera de resolver esta o aquella situación. Pero, ¿pueden estas características que nos atraen ser la prueba suficiente para considerar a esa persona como la pareja para el resto de nuestras vidas?

Con el objetivo de ayudarte en tu búsqueda y discernimiento, queremos que consideres los siguientes consejos:  

•    Evita que la presión social de amigos y parientes te induzca a casarte: Frases como “vamos a hacer una rifa a ver si ya sales”, “te estás quedando para vestir santos”, “si te sigues tardando, vas a tener nietos en lugar de hijos”, entre otras, pueden crearnos malestar y hacernos creer que de verdad debemos “apurarnos”. Sin embargo, por más buena voluntad de nuestros parientes y amigos, esa no es la razón para decidirnos por una persona. Por el contrario, podría inducirnos a tomar una decisión que nos lleve al fracaso. Mantén una actitud positiva, toma las cosas con calma y date el tiempo que necesitas parabuscar y escoger la persona que mereces. Dios puede ser tu gran ayuda en esta búsqueda.
•    No escojas a alguien seducido sólo por su apariencia física: Cuantas veces no hemos oído “por su belleza, a éste o a ésta se le perdona todo” ó “De la vista nace el amor”, pero usar la belleza como único método de selección es altamente riesgoso. Es natural que lo bello y agradable nos atraiga. Sin embargo, además de ser una característica pasajera, también es cierto que, una vez nos acostumbremos al físico de la otra persona, lo que realmente nos retiene a su lado son las características que nos permitan admirarla y no sólo desearla: los valores que tenemos en común, su capacidad de amar, su inteligencia, etc... Como solía decir mi papá: “Al elegir pareja, recuerda que esa es la persona que va a educar a tus hijos y que estará contigo el resto de tu vida”.
•    Debes escoger a la persona con la cual encuentres mayor afinidad. Es decir, debes decidirte por alguien con quien puedas realmente compartir lo que eres: tus gustos, tus valores; tu forma de ver la vida. Para descubrir el grado de afinidad con tu pareja, la mejor técnica es el diálogo. Pregúntale a tu pareja, por ejemplo: ¿cuál es tu punto de vista en este o aquel tema?, ¿cuáles son tus metas a largo mediano y corto plazo?, ¿cómo es tu vida familiar?, ¿cuál es tu concepto de familia?, ¿qué importancia tiene para ti la espiritualidad?, ¿qué religión practicas?, ¿qué opinas del matrimonio?, etc.
•    Creer que tu pareja te dará la felicidad que buscas es un gran error: No podemos basar nuestra felicidad en otra persona. La felicidad es un sentimiento personal, una forma de asumir la vida que depende sólo de nosotros mismos y de nuestradisposición a ser felices. Por eso pensar que mi felicidad depende de otro no es realista. Es mejor decir, “Soy feliz a su lado porque puedo hacerlo o hacerla feliz.” Al dar lo mejor de nosotros mismos por el bien del otro encontraremos virtudes y cualidades que ni nosotros mismos sabíamos que teníamos. Así, dando, nos  vamos haciendo seres más maduros y completos.


•    Recuerda: “La pareja perfecta no existe, la pareja perfecta soy yo”. Esto no significa que de hecho ya soy todo lo que debo ser. Cada cual debe madurar e irse adaptando a los cambios de la vida. Así que no te tortures ni seas duro e inflexible en el camino de elegir a tu pareja. Sé suficientemente humilde para saber que como tu, también la otra persona está en proceso. Cuenta además con el hecho que hay hábitos, costumbres y temperamentos que una persona nunca podrá cambiar. Y mientras esas realidades no sean destructivas para nosotros o para los hijos estamos invitados a, por amor, acogerlas con aceptación y respeto. Esto te hará más tolerante y traerá paz a tu relación.

Hoy, recordando a la Virgen María de Lourdes, celebramos la Jornada Mundial del Enfermo. Invoquemos a Jesús diciendo:
R/MSeñor, tú eres el médico de nuestras almas.
Te pedimos por todos los miembros de la Iglesia,
– para que sepamos acompañar a los enfermos.MR/
Por los que viven en países pobres,
– haz que no les falte ayuda para poder garantizar asistencia sanitaria a los más desfavorecidos.MR/
Por todos los que cuidan a los que están impedidos física o psíquicamente,
– para que experimenten, en medio de su dedicación y esfuerzo, alegría y paz.MR/
Por los médicos, enfermeros y sanitarios,
– que tengan el reconocimiento necesario y respeten siempre la dignidad de los pacientes.MR/
Por todos nosotros, que recordando la providencia de Dios sepamos ponernos en todo momento en sus manos,
– agradeciendo los dones de la salud y confiando cuando nos veamos afectados por el dolor o la debilidad.MR/
Dios todopoderoso y eterno, humildemente acudimos a ti al empezar el día, a media jornada y al atardecer, para pedirte que, alejando de nosotros las tinieblas del pecado, nos hagas alcanzar la luz verdadera que es Cristo. Él, que vive y reina contigo.

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