Cuánto he deseado celebrar esta Pascua con ustedes

Agustín de Canterbury , Santo

Memoria Litúrgica, 27 de mayo
 
Obispo

Martirologio Romano: San Agustín, obispo de Canterbury, en Inglaterra, el cual, habiendo sido enviado junto con otros monjes por el papa san Gregorio I Magno para predicar la palabra de Dios a los anglos, fue acogido de buen grado por el rey Etelberto de Kent, e imitando la vida apostólica de la primitiva Iglesia, convirtió al mismo rey y a muchos otros a la fe cristiana y estableció algunas sedes episcopales en esta tierra. Murió el día 26 de mayo († 604/605)

Etimológicamente: Agustín = Aquel que es venerado, es de origen latino.

Breve Biografía

La Gran Bretaña, evangelizada desde los tiempos apostólicos (según la leyenda, el primer misionero que desembarcó en la isla fue José de Arimatea), había recaído en la idolatría después de la invasión de los sajones en el quinto y sexto siglo. Cuando el rey del Kent, Etelberto, se casó con la princesa cristiana Berta, hija del rey de París, éste le pidió que fuera erigida una iglesia y que algunos sacerdotes cristianos celebraran allí los ritos sagrados. Cuando el Papa san Gregorio Magno supo la noticia, juzgó que los tiempos estaban maduros para la evangelización de la isla. Le encomendó la misión al prior del monasterio benedictino de San Andrés, cuya principal cualidad no era la valentía, sino la humildad y la docilidad. Ese monje era Agustín.

En el año 597 salió de Roma encabezando un grupo de cuarenta monjes. Se detuvo en la isla de Lérins. Aquí le hablaron del temperamento belicoso de los sajones, y esto lo aterró hasta el punto de hacerlo regresar a Roma a pedirle al Papa que le cambiara de programa. Para animarlo, Gregorio lo nombró abad y poco después, casi para hacerle dar el paso definitivo, tan pronto llegó a Galia, lo hizo consagrar obispo. Continuó su viaje con breves etapas. Finalmente llegó a la isla británica de Thenet, a donde el rey fue personalmente a darle la bienvenida, por invitación de su piadosa esposa.

Los misioneros avanzaron hacia el cortejo real en procesión y cantando las letanías, según el rito recientemente introducido en Roma. Para todos fue una feliz sorpresa. El rey acompañó a los monjes hasta la residencia que le habían preparado en Canterbury, a mitad de camino entre Londres y el mar, en donde se levantó la célebre abadía que después llevará el nombre de Agustín, corazón y sagrario del cristianismo inglés. La obra de los monjes misioneros tuvo un éxito inesperado, pues el mismo rey pidió el bautismo, llevando con su ejemplo a miles de súbditos a abrazar la religión cristiana.

El Papa se alegró con la noticia que llegó a Roma, y expresó su satisfacción en las cartas escritas a Agustín y a la reina. El santo pontífice envió con un grupo de nuevos colaboradores el palio y el nombramiento a Agustín como arzobispo primado de Inglaterra, y al mismo tiempo lo amonestaba paternalmente para que no se enorgulleciera por los éxitos alcanzados y por el honor del alto cargo que se le confería. Siguiendo las indicaciones del Papa para la repartición en territorios eclesiásticos, Agustín erigió otras sedes episcopales, la de Londres y la Rochester, consagrando obispos a Melito y a Justo.

El santo misionero murió el 26 de mayo del 604 y fue enterrado en Canterbury en la iglesia que lleva su nombre.

En cada Eucaristía está el pan de vida

Santo Evangelio según san Lucas 22, 14-20. Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, Tú que eres el buen pastor que por verdes praderas me guías, Tú que eres el verdadero y eterno sacerdote que me alimentas, que me curas y que me quieres cerca de ti, te pido que me concedas la gracia de poder hacer este rato de oración a tu lado; que pueda estar atento a tus inspiraciones y abra mi corazón a lo que Tú me pidas.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 22, 14-20

En aquel tiempo, llegada la hora de cenar, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo: «Cuánto he deseado celebrar esta Pascua con ustedes, antes de padecer, porque yo les aseguro que ya no la volveré a celebrar, hasta que tenga cabal cumplimiento en el Reino de Dios». Luego tomó en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias y dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el Reino de Dios».

Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía». Después de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: «Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes». Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

En el Evangelio de hoy, san Lucas nos narra cómo el Señor se manifiesta sumo y eterno sacerdote. Nos dice cómo se va a quedar con nosotros, «Esto es mi cuerpo». Estos signos que presenta nos dejan muy claro que es su sangre que va a derramar luego en la cruz por cada uno de nosotros y que no es un simple simbolismo, sino que es su verdadero cuerpo y sangre que ofrece a Dios Padre por nosotros.

El sumo y eterno sacerdote que hoy vemos ofreciéndose como sacrificio, pero también dando ejemplo para la posteridad, ya no es la prefiguración del sacerdocio, sino que es el Sacerdote, es de Él que emana toda gracia y bendición. Es en la cruz donde lo vemos como sacerdote, altar y víctima y ese mismo momento lo vivimos en cada misa, ya que en cada eucaristía somos participantes de ese sacrificio ahora incruento.

Pidamos al Señor la gracia de poder ver en cada Eucaristía este gran regalo que nos hace y ser verdaderamente agradecido por tan inmenso don. Que en cada visita eucarística podamos reconocer, en lo más profundo de nuestro corazón, su presencia amorosa y misericordiosa que nos cubre y nos llama a la conversión todos los días, para ser cada vez un poco más santos y acercarnos a cada Eucaristía con un corazón dispuesto a recibir al verdadero Dios y verdadero hombre que se hace carne, por nosotros y para nuestra salvación.

«La Eucaristía es “Pan partido para la vida del mundo”. Es Sacramento de comunión, que nos hace salir del individualismo para vivir juntos el seguimiento y nos da la certeza de que lo que tenemos, lo que somos, si es tomado, si es bendecido y si es entregado, con el poder de Dios, con el poder de su amor, se convierte en pan de vida para los demás». (Cf Homilía de S.S. Francisco, 9 de julio de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy, buscaré hacer una comunión espiritual ofreciéndola por las personas que no conocen a Jesús.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Celebrar a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote.

Cristo es el único Salvador del mundo. De un modo personal, profundo, quiere ser, también, mi Salvador.
 
Nuestro corazón está herido por el pecado, nuestra mente vive dispersa en mil distracciones vanas, nuestra voluntad flaquea entre el bien y el mal, entre el egoísmo y el amor.

¿Quién nos salvará? ¿Quién nos apartará del pecado y de la muerte? Sólo Dios. Por eso necesitamos acercarnos a Él para pedir perdón.

Pero, entonces, "¿quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?" Sólo alguien bueno, sólo alguien santo: "El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura" (Sal 24,3-4).

Sabemos quién es el que tiene las manos limpias, quién es el que tiene un corazón puro, quién puede rezar por nosotros: Jesucristo.

Jesucristo puede presentarse ante el Padre y suplicar por sus hermanos los hombres. Es el verdadero, el único, el "Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec" (Hb 5,10; 6,20). Es el auténtico "mediador entre Dios y los hombres" (1Tm 2,5), como explica el "Catecismo de la Iglesia Católica" (nn. 1544-1545).

Cristo es el único Salvador del mundo. De un modo personal, profundo, quiere ser, también, mi Salvador.

Celebrar a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, nos llena de alegría. El altar recibe la Sangre del Cordero. El Sacerdote que ofrece, que se ofrece como Víctima, es el Hijo de Dios e Hijo de los hombres. El Padre, desde el cielo, mira a su Hijo, el Cordero que quita el pecado del mundo, el Sumo Sacerdote que se compadece de sus hermanos.

El pecado queda borrado, el mal ha sido vencido, porque el Hijo entregó su vida para salvar a los que vivían en tinieblas y en sombras de muerte (cf. Lc 1,79).

Podemos, entonces, subir al monte del Señor, acercarnos al altar de Dios, participar en el Banquete, tocar al Salvador.

Como en la Última Cena, Jesús nos dará su Cuerpo y su Sangre. Como a los Apóstoles, lavará nuestros pies, y nos pedirá que le imitemos: "Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve” (Lc 22,27). “Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros” (Jn 13,15).

Ese es nuestro Sumo Sacerdote, el Cordero que salva, el Hijo amado del Padre. A Él acudimos, cada día, con confianza: "Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado.

Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna" (Hb 4,15-16).
 
Cuarto Dogma: La Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos

El cuerpo sin vida de la Virgen María no estuvo sujeto a la corrupción, también triunfó sobre la muerte y su glorificación, a imitación de su Hijo.

De la constitución apostólica Munificentíssimus Deus del Papa Pío XII

Con esta constitución apostólica, el Papa Pío XII proclamó el dogma de la Asunción el 1ro de Noviembre de 1950.

Tomado de la Liturgia de las Horas del 15 de Agosto. (AAS 42 [19501, 760-762. 767-769)

Tu cuerpo es santo y sobremanera glorioso

Los santos Padres y grandes doctores, en las homilías y disertaciones dirigidas al pueblo en la fiesta de la Asunción de la Madre de Dios, hablan de este hecho como de algo ya conocido y aceptado por los fieles y -lo explican con toda precisión, procurando, sobre todo, hacerles comprender que lo que se conmemora en esta festividad es, no sólo el hecho de que el cuerpo sin vida de la Virgen María no estuvo sujeto a la corrupción, sino también su triunfo sobre la muerte y su glorificación, a imitación de su Hijo único, Jesucristo.

Y, así, san Juan Damasceno, el más ilustre transmisor de esta tradición, comparando la asunción de la santa Madre de Dios con sus demás dotes y privilegios, afirma, con elocuencia vehemente:

"Convenía que aquella que en el parto había conservado intacta su virginidad conservara su cuerpo también después de la muerte libre de la corruptibilidad. Convenía que aquella que había llevado al Creador como un niño en su seno tuviera después su mansión en el cielo. Convenía que la esposa que el Padre había desposado habitara en el tálamo celestial. Convenía que aquella que había visto a su hijo en la cruz y cuya alma había sido atravesada por la espada del dolor, del que se había visto libre en el momento del parto, lo contemplara sentado a la derecha del Padre. Convenía que la Madre de Dios poseyera lo mismo que su Hijo y que fuera venerada por toda criatura como Madre y esclava de Dios."

Según el punto de vista de san Germán de Constantinopla, el cuerpo de la Virgen María, la Madre de Dios, se mantuvo incorrupto y fue llevado al cielo, porque así lo pedía no sólo el hecho de su maternidad divina, sino también la peculiar santidad de su cuerpo virginal:

"Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo él santo, todo él casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que esté exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y participe de la vida perfecta."

Otro antiquísimo escritor afirma:

"La gloriosísima Madre de Cristo, nuestro Dios y salvador, dador de la vida y de la inmortalidad, por él es vivificada, con un cuerpo semejante al suyo en la incorruptibilidad, ya que él la hizo salir del sepulcro y la elevó hacia si mismo, del modo que él solo conoce."

Todos estos argumentos y consideraciones de los santos Padres se apoyan, como en su último fundamento, en la sagrada Escritura; ella, en efecto, nos hace ver a la santa Madre de Dios unida estrechamente a su Hijo divino y solidaria siempre de su destino.

Y, sobre todo, hay que tener en cuenta que, ya desde el siglo segundo, los santos Padres presentan a la Virgen María como la nueva Eva asociada al nuevo Adán, íntimamente unida a él, aunque de modo subordinado, en la lucha contra el enemigo infernal, lucha que, como se anuncia en el protoevangelio, había de desembocar en una victoria absoluta sobre el pecado y la muerte, dos realidades inseparables en los escritos del Apóstol de los gentiles. Por lo cual, así como la gloriosa resurrección de Cristo fue la parte esencial y el último trofeo de esta victoria, así también la participación que tuvo la santísima Virgen en esta lucha de su Hijo había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal, ya que, como dice el mismo Apóstol: Cuando esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: "La muerte ha sido absorbida en la victoria."

Por todo ello, la augusta Madre de Dios, unida a Jesucristo de modo arcano, desde toda la eternidad, por un mismo y único decreto de predestinación, inmaculada en su concepción, asociada generosamente a la obra del divino Redentor, que obtuvo un pleno triunfo sobre el pecado y sus consecuencias, alcanzó finalmente, como suprema coronación de todos sus privilegios, el ser preservada inmune de la corrupción del sepulcro y, a imitación de su Hijo, vencida la muerte, ser llevada en cuerpo y alma a la gloria celestial, para resplandecer allí como reina a la derecha de su Hijo, el rey inmortal de los siglos.

La Asunción de María.

Audiencia General del Santo Padre Juan Pablo II: del 9 de julio de 1997.

La tradición de la Iglesia muestra que este misterio "forma parte del plan divino, y está enraizado en la singular participación de María en la misión de su Hijo".

"La misma tradición eclesial ve en la maternidad divina la razón fundamental de la Asunción. (...) Se puede afirmar, por tanto, que la maternidad divina, que hizo del cuerpo de María la residencia inmaculada del Señor, funda su destino glorioso".

Juan Pablo II destacó que "según algunos Padres de la Iglesia, otro argumento que fundamenta el privilegio de la Asunción se deduce de la participación de María en la obra de la Redención".

"El Concilio Vaticano II, recordando el misterio de la Asunción en la Constitución Dogmática sobre la Iglesia (Lumen Gentium), hace hincapié en el privilegio de la Inmaculada Concepción: precisamente porque ha sido ´preservada libre de toda mancha de pecado original´, María no podía permanecer, como los otros hombres, en el estado de muerte hasta el fin del mundo. La ausencia de pecado original y la santidad, perfecta desde el primer momento de su existencia, exigían para la Madre de Dios la plena glorificación de su alma y de su cuerpo".

El Papa señaló que "en la Asunción de la Virgen podemos ver también la voluntad divina de promover a la mujer. De manera análoga con lo que había sucedido en el origen del género humano y de la historia de la salvación, en el proyecto de Dios el ideal escatológico debía revelarse no en un individuo, sino en una pareja. Por eso, en la gloria celeste, junto a Cristo resucitado hay una mujer resucitada, María: el nuevo Adán y la nueva Eva".

Para concluir, el Papa aseguró que "ante las profanaciones y el envilecimiento al que la sociedad moderna somete a menudo al cuerpo, especialmente al femenino, el misterio de la Asunción proclama el destino sobrenatural y la dignidad de todo cuerpo humano".

Adaptado de: Vatican Information Services VIS 970709 (350)

Dogma

Los dogmas marianos, hasta ahora, son cuatro:
•    María, Madre de Dios
•    La Virginidad Perpetua de María
•    La Inmaculada Concepción
•    La Asunción de María.

El Papa Pío XII bajo la inspiración del Espíritu Santo, y después de consultar con todos los obispos de la Iglesia Católica, y de escuchar el sentir de los fieles, el primero de Nov. de 1950, definió solemnemente con su suprema autoridad apostólica, el dogma de la Asunción de María. Este fue promulgado en la Constitución "Munificentissimus Deus":

"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".

¿Cual es el fundamento para este dogma?

El Papa Pío XII presentó varias razones fundamentales para la definición del dogma:

1.    La inmunidad de María de todo pecado: La descomposición del cuerpo es consecuencia del pecado, y como María, careció de todo pecado, entonces Ella estaba libre de la ley universal de la corrupción, pudiendo entonces, entrar prontamente, en cuerpo y alma, en la gloria del cielo.

2.    Su Maternidad Divina: Como el cuerpo de Cristo se había formado del cuerpo de María, era conveniente que el cuerpo de María participara de la suerte del cuerpo de Cristo. Ella concibió a Jesús, le dio a luz, le nutrió, le cuido, le estrecho contra su pecho. No podemos imaginar que Jesús permitiría que el cuerpo, que le dio vida, llegase a la corrupción.

3.    Su Virginidad Perpetua: como su cuerpo fue preservado en integridad virginal, (toda para Jesús y siendo un tabernáculo viviente) era conveniente que después de la muerte no sufriera la corrupción.

4.    Su participación en la obra redentora de Cristo: María, la Madre del Redentor, por su íntima participación en la obra redentora de su Hijo, después de consumado el curso de su vida sobre la tierra, recibió el fruto pleno de la redención, que es la glorificación del cuerpo y del alma.

La Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y asegurada para nosotros. La Asunción es una señal y promesa de la gloria que nos espera cuando en el fin del mundo nuestros cuerpos resuciten y sean reunidos con nuestras almas.
 
Aborto y salud de la mujer: un caro precio

Muchas mujeres, observa el estudio, ni anticipan ni entienden la severidad de los problemas que pueden llegar a sufrir.

Altos índices de cáncer de pecho e infertilidad, según datos médicos. Los efectos del aborto sobre la salud de las mujeres son tema de encendido debate.

Algunas estimaciones

El asunto fue discutido a inicios de este año por un grupo de 100 científicos expertos, reunidos por el National Cancer Institute del gobierno federal de Estados Unidos. La mayoría de los participantes opinaban que una mujer que termina con su embarazo no hace frente a grandes riesgos de cáncer de pecho, informaba el Chicago Tribune el 27 de febrero.

Los investigadores afirmaron que la mayoría de los primeros estudios sobre la relación entre aborto y cáncer de pecho sufrían de un error conocido como diagonal de memoria. Esto significa que es probable que muchas de las mujeres sanas mintieran en las investigaciones sobre el hecho de que hubieran tenido abortos, mientras que resultaba más probable que respondieran honestamente sobre el cáncer de pecho. Sin embargo, los investigadores convenían en que llevar a término un embarazo en edad temprana reduce el riesgo de que una mujer sufra cáncer de pecho a lo largo de su vida.

Ahora aumenta la frecuencia y afecta a las jóvenes pero se silencia

Pero esta reunión no puso fin al debate ni mucho menos. La Cámara y el Senado de Texas han aprobado recientemente una ley que mandaba a los doctores informar a las mujeres que querían abortar sobre el nexo entre el procedimiento abortivo y un aumento del riesgo de cáncer de pecho, informaba el 5 de junio el Washington Times. La Women’s Right to Know Act del estado obliga a quienes realizan el aborto a informar a las mujeres verbalmente o por escrito del riesgo potencial de aborto-cáncer de pecho, además de sobre todos los demás problemas asociados con el aborto y el embarazo. La ley también fija un periodo de 24 horas de espera después de que las mujeres que quieran abortar hayan sido informadas.

Ha levantado críticas la falta de claridad de los expertos reunidos por el National Cancer Institute. En un artículo de la edición para el Verano de 2003 del Journal of American Physicians and Surgeons, Karen Malec cita numerosos estudios que identifican el nexo entre aborto y cáncer de pecho. Malec es presidenta de la Coalition on Abortion/Breast Cancer.

Observaba que en 1973, el año en que fue legalizado el aborto en Estados Unidos, la incidencia de cáncer de pecho era de 82,6 por 100.000, y era considerado una enfermedad de las mujeres mayores. En 1998, la incidencia de cáncer de pecho había aumentado en más de un 40% –hasta los 118,1 por 100.000– y se había convertido en una enfermedad de las mujeres jóvenes.

Malec acusaba a muchas autoridades y medios de no informar a la gente del riesgo acrecentado de cáncer de pecho porque la cuestión es motivo de controversia, o porque no querían debilitar la posición abortista. Indicaba que hacía tres años, un antiguo editor del Journal of American Medical Association, el Dr. George Lundberg, decía a un entrevistador que el aborto y el tabaco eran «temas sensibles» que han estado durante años en la lista de «intocables» de la American Medical Association.

Múltiples estudios confrontados

El libro del 2002 del de Veber Institute for Bioethics and Social Research, con sede en Canadá, aportó más evidencias sobre el nexo entre aborto y cáncer de pecho. «Women’s Health After Abortion» (La Salud de las Mujeres tras el Aborto) de Elizabeth Ring-Cassidy y Ian Gentiles, se basa en la información contenida en más de 500 libros y estudios científicos publicados durante los últimos 20 años.

El libro observa que, de 14 estudios llevados a cabo en Estados Unidos, 13 mostraban un aumento en el riesgo de cáncer de pecho en las mujeres que habían abortado. A nivel mundial, 27 de 33 estudios muestran un aumento del riesgo. Un meta-análisis de 1996 sobre estudios ya publicados, llevado a cabo por el Dr. Joel Brind y el bioestadístico Vern Chinchilli, recogió datos de 28 informes. Encontraron que había un aumento del 30% en el riesgo de cáncer de pecho tras un aborto. Aunque aquel estudio levantó fuertes críticas, «Women’s Health After Abortion» observaba que con el tiempo había sido aceptado. En el 2000 una revisión del estudio por el Royal College of Obstetricians and Gynecologists británico concluía que no tenía errores metodológicos importantes.

Otros peligros importantes son consecuencia de un aborto inducido «Derecho a saber»

El cáncer de pecho no es el único problema médico asociado al aborto. «Women’s Health After Abortion» informa de que también se asocia el aborto con el embarazo ectópico, la perforación uterina, la enfermedad inflamatoria pélvica, cánceres del sistema reproductivo, e infertilidad. Existen algunos «elementos dentro de la institución de investigación y médica según los cuales la consideración suprema parece ser preservar la imagen del aborto como algo simple, seguro y fácilmente disponible para las mujeres», informa el libro. «Si existe un derecho a elegir, también existe un derecho a saber», añade.

Otro problema es el impacto del aborto en los embarazos que vengan después. La lesión de la cérvix puede llevar a abortos espontáneos tardíos, y el daño al útero puede crear problemas en la implantación de embarazos futuros. También es resultado del aborto el nacimiento prematuro, como testifican 20 estudios llevados a cabo en siete países desde 1973 a 1999. Uno o más abortos inducidos pueden conducir a un aumento de más del 30% de la posibilidad de nacimientos prematuros. Los nacimientos prematuros tienen lugar no sólo por el daño físico al sistema reproductivo, sino también por las infecciones a que dan lugar los abortos.

También se ha encontrado un nexo entre el aborto y los embarazos ectópicos, cuya incidencia ha aumentado notablemente en los últimos años. Cinco estudios revisados en el libro muestran que hay un aumento de 2 a 13 veces en el riesgo de embarazo ectópico tras un aborto inducido. También se ha detectado un aumento en los índices de infertilidad y aborto espontáneo entre las mujeres que han abortado sin haber dado antes a luz, dice el libro.

Sería deseable que la mujer supiera

El peligro a la salud puede llegar al punto de causar la muerte. El libro observa que hay dificultades significativas en la obtención de estadísticas fiables sobre este tema debido a las inconsistencias en el registro de la información. Sin embargo, se citan datos de Finlandia, que mantiene un cuidadoso registro de nacimientos, muertes y abortos.

El índice de mortalidad materna es cuatro veces más alto, tras el aborto, para las mujeres que han abortado en comparación con las que dan a luz, alcanzando un 100,5 por cada 100.000 mujeres. Esto contradice la idea ampliamente repetida de que el aborto es más seguro que el parto. Los datos finlandeses también muestran que las mujeres que tienen un aborto inducido tienen tres veces más propensión al suicidio, durante el año posterior, que las mujeres que dan a luz.

Otro libro que recoge muchas referencias sobre el tema del aborto y la salud es el de Thomas Strahan «Detrimental Effects of Abortion: An Annotated Bibliography with Commentary» (Efectos Perjudiciales del Aborto: Una Bibliografía Anotada con Comentario). La tercera edición, publicada en el 2001 en Acorn Books en asociación con el Elliot Institute, contiene más de 1.200 referencias bibliográficas agrupadas en 140 categorías.

La ruptura psicológica es demasiado importante Dolor acallado

El daño del aborto no se limita a los efectos físicos. El trauma psicológico puede afectar a las mujeres durante muchos años tras un aborto. Uno de los últimos estudios que examinan esta cuestión es el de Teresa Burke, fundadora de Rachel’s Vineyard, organización de asistencia curativa tras el aborto, llevado a cabo en colaboración con David Reardon, director del Elliot Institute. En su libro, «Forbidden Grief: The Unspoken Pain of Abortion» (Pena Prohibida: el Dolor no manifestado del Aborto), relatan los traumas sufridos por muchas mujeres, y ofrecen consejo sobre cómo superar estos problemas.

Muchas mujeres, observa el estudio, ni anticipan ni entienden la severidad de los problemas que pueden llegar a sufrir. El aborto no puede simplemente «hacer retroceder el reloj», haciendo volver a las mujeres al momento anterior a estar embarazadas, explican los autores. Mientras puede tener un sentido de liberación a corto plazo, un aborto siembra semillas de problemas a largo plazo.

El aborto, explica el libro, toca tres temas centrales del concepto que tiene de sí misma una mujer: su sexualidad, su moralidad y su identidad maternal. También implica la pérdida de un hijo. «Pocas mujeres identifican todos estos problemas antes de abortar», escriben los autores. Estos problemas sin resolver suelen salir a la superficie más adelante, afirman.

Un factor que contribuye a estos problemas es que la mayoría de los consejeros de las clínicas abortistas promueven la falsa expectativa de que, con el aborto, hay pocos riesgos psicológicos, si no ninguno. Una razón de esto, afirman los autores, es el interés financiero de la clínica en vender los abortos. El verdadero precio de la intervención, trágicamente, puede no ser evidente hasta que es demasiado tarde.

Treinta días de oración a la Reina del Cielo. Flores del 26 al 31 mayo

Devoción a la Virgen a lo largo del mes de mayo con audio

Flor del 26 de mayo: María, salud de los enfermos

Meditación: María ama, María consuela y cubre con su Manto de amor, otorgando la curación del alma y del cuerpo a sus hijos enfermos. Intercede ante el Señor para nuestra sanación. Sino siempre se cura el cuerpo, es porque no nos conviene, pero María nos ayuda y conforta aliviando el dolor y sanándonos el alma con sus bellas lágrimas.

Oración: María salud de los enfermos, no sólo del cuerpo, sino de todos los que no tenemos un corazón bueno. Madre de todos los dolores, de los más atroces, sánanos en cuerpo y alma para que prestemos a Dios alabanza. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Orar a María por la salud de un enfermo, pidiendo su poderosa intercesión para su sanación física y espiritual.

Flor del 27 de mayo: María Rosa Mística

Meditación: ¡Quien puede dejar de admirar la perfección de la Rosa que el Señor nos dio!. De pequeña un capullo tierno bajado del Cielo que guardaba silencio y era la alegría de los que con Ella vivían. Al Templo la entregaron no sabiendo que Ella era un Templo Sagrado. Llena de pureza crecía, y aquella Virgen Bendita a Dios le consagraba su vida, sin advertir que el Señor su alma inmaculada miraba, haciéndola Su Esposa amada. La Rosa más hermosa se abría y en su corola escondido estaría el Mesías. Nueve meses los perfumes de aquella Flor abrigarían al Redentor, para darle permanentemente su amor como eterna oblación. Aquella pequeña Rosa excelsa nos guía como Rosa Mística, pues es María Madre de la Iglesia.

Oración: ¡Oh María Rosa Mística, preciosísima!. Muéstranos la pureza de corazón para agradar a Dios como lo hiciste vos, y haznos templos perfectos del Espíritu Santo para que seamos por El guiados. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Colocar en cada hogar un pequeño altar consagrado a María, como regalo a Su Hijo que busca que la amemos como El la ama.

Flor del 28 de mayo: María, Reina de los apóstoles

Meditación: “Pondré enemistad entre ti (satanás) y la Mujer (María), entre tu linaje y el suyo; y Ella te aplastará la cabeza” (Génesis 13,15). El apostolado ha de hacerse en lucha contra el diablo y los suyos, lo que origina persecuciones a toda la Iglesia, tanto en su cuerpo como en cada familia o individualmente. Somos los apóstoles que San Luis de Montfort señaló para este tiempo, que sólo dispone el Eterno. Sin embargo, la Reina y Capitana del pueblo de Dios dará la victoria a sus seguidores leales que la obedezcan y perseveren en el combate.

Oración: ¡Oh María Reina de los apóstoles!. Tú que haz enseñado, protegido y alentado a los apóstoles de todos los siglos, haz que seamos soldados leales y valientes de tu ejército, siendo apóstoles de tu Divino Hijo y propagando los mensajes del Reino, para que todos lleguemos al Cielo, con el Triunfo de tu Corazón Inmaculado y la vuelta de Cristo Resucitado. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Comprometerse a ser un fiel soldado de María, Capitana del ejercito de Jesús. Colocar los deseos de Dios por encima de las necesidades propias, con María como puente seguro y firme frente a las preocupaciones de cada día.

Flor del 29 de mayo: María, Reina del Santísimo Rosario

Meditación: “Dios te salve, llena eres de gracia, el Señor es contigo” (Lucas 1,28). El Arcángel San Gabriel fue quien comenzó el Rosario, pero el Espíritu Santo nos ha manifestado a través de los místicos que todo lo que proviene de la boca de los enviados celestiales (ángeles, santos y la misma Virgen) viene de la Voz de Dios, de tal modo que el mismo Dios fue quien lo inició. A María, la Reina de nuestro corazón, la Reina de las rosas, presentémosle como regalo un ramo de Avemarías. La oración a María, Medianera e Intercesora, va dirigida por su medio a Dios; le pedimos “ruega por nosotros pecadores” para que su oración se una a la nuestra y le de valor. Ella siempre responde ”ruego por vosotros pecadores”, ya que la oración es el diálogo sublime de la pobre criatura con su Señor. Nuestra oración, en manos de María, es presentada ante el Trono de Dios como un delicado perfume, entregado por la criatura más perfecta que existió, ¿y qué no puede obtener ése Purísimo Corazón del Corazón del Amor…?.

Oración: ¡Oh María, Reina del Santo Rosario!. Enséñanos a rezar de corazón como lo hiciste vos, y a prestar eterna alabanza a nuestro Señor. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Rezar un Rosario pidiendo se derrame sobre nosotros el Espíritu Santo, y por las intenciones de la Virgen.

Flor del 30 de mayo: María Reina de la Paz

Meditación: “Reina de la Paz,…da al mundo la Paz en verdad, en la Justicia y en la Caridad de Cristo” (Pío XII, 1942, Consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María). “Ella dio a Luz al Príncipe de la Paz” (Isaías 9,5). La Paz, bendición del Salvador, no es la del mundo, pues el seguirle es persecución (conforme a Mateo 10,34-39). Es la Paz del corazón que quita la angustia y el temor, es fruto del Espíritu de Dios que habita en nuestro corazón y nos anticipa la alegría de la esperanza de quien a Dios da su alma (conforme a Juan 14,26-28). En Fátima, María nos prometió que “al final mi Corazón Inmaculado triunfará y vendrá un tiempo de Paz”. Todo está cercano, pero Dios está esperando al hombre, para que vuelva a Su lado, para que haga la paz con El. Sometiéndose a Su Santa Voluntad, haciendo penitencia por los pecados de ésta pobre tierra que está desierta, y oración para reparar y volver todos al Padre Celestial. Confesemos nuestros pecados para tener un corazón sano y ofrezcamos la Santa Comunión por la conversión.

Oración: ¡Oh María, Reina de la Paz!. Enséñanos a orar y reparar a través de tu Inmaculado Corazón, para así alcanzar la Redención, trayendo a la tierra el Reino de Dios. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Ayuno en reparación de los pecados y las ofensas al Santísimo Sacramento del Altar.

Flor del 31 de mayo: María Reina del Cielo
Fiesta de la Visitación de la Virgen

Meditación: “Apareció en el cielo una gran señal: una Mujer vestida de Sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Apocalipsis 12,1). Ha sido coronada Reina del Cielo la Madre del Señor de cielos y tierras. Esposa de Dios y Madre del Redentor, quien aquí en la tierra Le demostró obediencia y siempre Su consejo contempló, ¿cómo no podremos nosotros no ser sus esclavos y servirle junto a ángeles y santos?. “En la Iglesia todos están llamados a la santidad, pues ésta es la Voluntad de Dios: vuestra santificación (conforme Primera Tesalonienses 4,3 y Efesios 1,4). María se entregó a ésta Voluntad Divina y será verdaderamente Madre y Reina nuestra si buscamos responder a su llamado de santidad. No la hagamos llorar más por los pecados que en el mundo hay, sino que entreguemos nuestra voluntad para sólo por Ella trabajar.

Oración: ¡Oh María, Reina del Cielo y de nuestro corazón!. Haznos esclavos de tu amor para hacer la Santa Voluntad y llegar a la Patria Celestial. Que tengamos la humildad de la violeta, y estemos vestidos como ella, de penitencia. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Recitar el Regina Coeli (Reina del Cielo):

Reina del cielo, alégrate, aleluya,
porque El que mereciste engendrar, aleluya,
resucitó como lo había dicho, aleluya.
Ruega por nosotros a Dios, aleluya.
Regocíjate y alégrate, Virgen María, aleluya,
porque verdaderamente resucitó el Señor, aleluya.

Oración por las personas con cáncer
 
Una oración de intercesión sencilla y poderosa

El cáncer es un mal contra el que se puede luchar de muchas maneras. Una de ellas, más poderosa de lo que podemos creer, es sencillamente orar con fe. Reza esta oración por las personas que sufren esta enfermedad:

Señor Jesús,

extiende tu mano y tócame, pon tu mano y cúrame.
Ten piedad de las personas enfermas de cáncer,
bendícelas y santifícalas.
Bendice y santifica el tratamiento contra el cáncer.

Señor Jesús,

ayuda a las personas que no pueden hacer el tratamiento para combatir el cáncer.
Ayuda a las personas que están haciendo el tratamiento contra el cáncer y por algún motivo el tratamiento ha sido interrumpido.
Bendice y santifica los medicamentos que estos enfermos están usando o necesitan usar. Bendice y santifica las quimioterapias, las radioterapias y las cirugías a las que se tienen que someter los enfermos.

Señor Jesús,

derrama tu preciosa sangre sobre los cánceres, los tumores, las metástasis y destrúyelos para que no vuelvan nunca. Amado Jesús, derrama la justicia divina con todo el rigor sobre las personas que de alguna manera están interfiriendo con el tratamiento de los enfermos de cáncer. Bendice y santifica a los médicos, y sus aparatos y equipos para tratar a las personas con cáncer.

Señor Jesús,

concede la curación y liberación, sanación interior a las personas que heredaron el cáncer genéticamente. Libera y sana a las familias que tienen varios casos de cáncer confirmado. Señor, rompe y destruye ese yugo hereditario maligno. Derrama tu preciosa sangre sobre el cuerpo, la mente, el alma, el espíritu y sobre la herencia de todas las personas que tienen cáncer.

Señor Jesús,

revienta este maldito cáncer, que ya ha destruido a muchas familias. Exorciza a los enfermos con cáncer, concédeles la salud y la libertad de hijos de Dios.

Oh, gloriosa Madre Santísima,

Madre de Nuestro Señor Jesucristo, ten piedad de los enfermos con cáncer,
intercede por ellos ante tu Hijo Jesús,
alivia los terribles dolores causados por este maldito cáncer
y dales paciencia hasta alcanzar la completa curación y liberación del cuerpo, de la mente y del espíritu,
por intercesión de todos los ángeles y santos del cielo.

Por nuestro Señor Jesucristo, en la unidad del Espíritu Santo.

Amén

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