No es Dios de muertos sino de vivos

Marcelino y Pedro, Santos

Memoria Litúrgica, 2 de junio

Mártires

Martirologio Romano: San Marcelino, presbítero, y san Pedro, exorcista, mártires, acerca de los cuales el papa san Dámaso cuenta que, durante la persecución bajo Diocleciano, condenados a muerte y conducidos al lugar del suplicio, fueron obligados a cavar su propia tumba y después degollados y enterrados ocultamente, para que no quedase rastro suyo, pero más tarde, una piadosa mujer llamada Lucila trasladó sus santos restos a Roma, en la vía Labicana, dándoles digna sepultura en el cementerio «ad Duas Lauros» ( c. 304).

Breve Semblanza

Muchísimas veces en la historia se ha confirmado el dicho: “El hombre propone y Dios dispone”, es decir, que a menudo Dios “dispone” lo contrario de lo que el hombre se ha “propuesto”. Fue lo que sucedió con los santos Marcelino y Pedro. San Dámaso, casi adivinando su misión de transmitir la memoria de innumerables mártires, como él mismo dice, escribió a un niño la narración del verdugo de los santos Marcelino y Pedro. El “percussor” refirió que él había dispuesto la decapitación de los dos en un bosque apartado para que no quedara de ellos ni el recuerdo: incluso los dos tuvieron que limpiar el lugar que se iba a manchar con su sangre.

Los últimos tres versos, de los nueve que componen el poema 23 del Papa Dámaso, informan que los “santísimos miembros” de los mártires permanecieron ocultos durante algún tiempo en una “cándida gruta”, hasta cuando la piadosa matrona Lucila llevada por la devoción, les dio digna sepultura. El martirio se había llevado a cabo en donde hay se encuentra Torpignattara, a tres millas de la antigua vía Labicana, la actual Casilina. Constantino edificó ahí una basílica, cerca de donde reposaban los restos de su madre santa Helena, antes de que el emperador los hiciera llevar a Constantinopla. Más tarde fue violada por los Godos, y entonces el Papa Virgilio la hizo restaurar e introdujo los nombres de los santos Marcelino y Pedro en el canon romano de la Misa, garantizando así el recuerdo y la devoción por parte de Los fieles.

En Roma hay una basílica dedicada a los santos Marcelino y Pedro, edificada en 1751 sobre una base que parece se remonta a la mitad del siglo IV y en donde parece que se encontraba la casa de uno de los santos. Una Pasión del siglo VI habla de la vida del presbítero Marcelino y del exorcista Pedro, aunque tiene mucho de leyenda. Dicha Pasión cuenta que Pedro y Marcelino fueron encerrados en una prisión bajo la vigilancia de un tal Artemio, cuya hija Paulina estaba endemoniada. Pedro, exorcista, le aseguró a Artemio que, si él y su esposa Cándida se convertían, Paulina quedaría inmediatamente curada. Después de algunas perplejidades, la familia se convirtió y poco después dio testimonio de su fe con el martirio: Artemio fue decapitado, y Cándida y Paulina fueron ahogadas debajo de un montón de piedras.

Un Dios que está vivo

Santo Evangelio según san Marcos 12, 18-27. Miércoles IX del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Jesús, gracias por este momento que me regalas para estar en tu presencia. Sólo quiero decirte que te amo. Deseo que mi vida te haga sonreír. Soy débil, Tú bien lo sabes; conoces mis miedos, mis dificultades, mis pecados… mis deseos de ser feliz. Sabes mejor que nadie que, a pesar de todos mis errores, sólo quiero amar y ser amado en plenitud. Dame la gracia de experimentar un poco más el infinito amor que Tú me tienes.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 12, 18-27

En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús algunos de los saduceos, los cuales afirman que los muertos no resucitan, y le dijeron: “Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre muere dejando a su viuda sin hijos, que la tome por mujer el hermano del que murió para darle descendencia a su hermano. Había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo se casó con la viuda y murió también, sin dejar hijos; lo mismo el tercero. Los siete se casaron con ella y ninguno de ellos dejó descendencia. Por último, después de todos, murió también la mujer. El día de la resurrección, cuando resuciten de entre los muertos, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque fue mujer de los siete”.

Jesús les contestó: “Están en un error, porque no entienden las Escrituras ni el poder de Dios. Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni los hombres tendrán mujer ni las mujeres marido, sino que serán como los ángeles del cielo. Y en cuanto al hecho de que los muertos resucitan, ¿acaso no han leído en el libro de Moisés aquel pasaje de la zarza, en que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Están, pues, muy equivocados”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Jesús, hoy me dices en este evangelio que eres un Dios de vivos y no de muertos. ¡Tú eres la vida misma! ¡Estás vivo! Parece una cosa muy trivial Jesús, pero tantas veces lo paso por alto.

He escuchado tanto de tu resurrección, que ya no me sorprende. A menudo te trato más como un muerto que como un vivo.
Con un muerto no puedo platicar a solas disfrutando un café; no puedo construir mi futuro con él; difícilmente le pediré consejo a un muerto cuando necesito tomar una decisión importante en mi vida; dudo que yo sería capaz de amar y dar la vida por alguien muerto… ¡Y tantas veces yo te he tratado igual que a un muerto!

He pasado por alto que vives en mí, que puedo dialogar contigo, que me escuchas en todo momento y que, también, me hablas a través de todo lo que sucede a mi alrededor. Tantas veces te he dejado fuera de mis planes, de mi futuro…de mi «vida»…pero ¿qué vida puedo tener lejos de quien es LA VIDA?

Perdóname, Jesús, porque he dejado que poco a poco la rutina, las preocupaciones y el ajetreo de la vida diaria vayan ahogando mi vida hasta reducir tu gran reino de vida a un ínfimo rincón de mi alma; tu palabra viva, a un mero libro de historia…; la vida que me has dado en mi bautismo, al puro nombre de cristiano.
Jesús, vida de mi vida, ayúdame.

Desde mi error quiero volver a ti, que eres la verdad.
Desde mi pecado, quiero tornar a ti, que eres misericordia.
Desde mi muerte, quiero regresar a ti, que eres LA VIDA… que eres Dios de vivos y no de muertos.
Conviérteme, Jesús, y quedaré convertido…hazme realmente vivir, y viviré por tu amor para ti.

«El Espíritu es el don de Dios, de este Dios, Padre nuestro, que siempre nos sorprende: el Dios de las sorpresas. Y esto porque es un Dios vivo, es un Dios que habita en nosotros, un Dios que mueve nuestro corazón, un Dios que está en la Iglesia y camina con nosotros; y en este camino nos sorprende siempre. Por eso como Él ha tenido la creatividad de crear el mundo, así tiene la creatividad de crear cosas nuevas todos los días. Él, es el Dios que nos sorprende».

(Homilía de S.S. Francisco, 8 de mayo de 2017, en santa Marta).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
?Hoy, para sacudirme la rutina, voy a llevarle un poco de comida a un pobre y lo voy a invitar a rezar.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Resucitar a una nueva vida

Les escribo estas líneas con la esperanza, que lo que les voy a contar sea útil personas que como yo, caminábamos por el mundo buscando cosas vanas, y bienestar material, sin darnos cuenta que lo material se acaba, envejece, termina...

La verdadera riqueza, la verdadera seguridad, está al alcance de tu mano, tan simple, tan cristalino, tan dulce...

Cierra tus ojos, eleva una oración a Dios y vacíate de tu vida en los brazos de Jesús, Él te lo dará todo, la fuerza y confianza para vencer los obstáculos de tu vida. Te dará la seguridad, de que nunca te soltara de Su mano dejándote a la deriva.

Él cambio en mi vida comienza hace 6 años cuando un médico me diagnostica una mío cardiopatía dilatada de dudosa evolución, ¡imagínense! Parecía que el mundo se me caía encima.
Después de algunos días, aferrándome a mi fe, y con el apoyo de mi mujer y mis hijos decidí luchar con todas mis fuerzas.

Régimen estricto, mas de 10 pastillas por día y sobre todo... las palabras de Jesús.

¡Señor aliméntame con tus palabras!.
Empecé entonces a asistir a la Iglesia de María del Rosario de San Nicolás en Avellaneda, a la iglesia del padre Fernando Abraham, también fui a ver al Padre Betancourt, en la cancha de talleres de Escalada y ahí, vi algo que me llamo poderosamente la atención, había un gran cuadro con la imagen de Jesús del que salían dos rayos del corazón, uno pálido y otro rojo.

Empecé a averiguar sobre la Divina Misericordia, me compré libros para conocer su historia, lo mismo que estampas para repartir entre amigos y familiares. Fue como si se hubiera querido quedar para siempre en mi vida para acompañarme.

Mi corazón comenzó a mejorar, cosa que llamó la atención a los médicos, si bien no se curó, la enfermedad estaba controlada.

Sin embargo, más adelante otra prueba:
Un sábado en el trabajo, a la máquina que manejo, le estalló la piedra esmeril y nuevamente ¡la tragedia!

Unos de los pedazos agujeró el techo, otro pasó al lado de la cabeza de un compañero y el otro me seccionó el ante brazo.

¿Qué querrá Dios de mí?, ¿Me cortarán la mano que colgaba de la piel sostenida por mí compañero?, ¿Resistirá mí corazón la operación y la pérdida de sangre?

Yo no sabía en ese momento que el milagro había comenzado...
Al llegar al hospital, lograron estabilizarme, y controlaron la hemorragia. Empezó una operación que duró 12 horas para reimplantarme la mano.

Dentro del quirófano, no estaba solo, me acompañaba colgado de mi cuello un rosario de La Rosa Mística y una medalla de Jesús Misericordioso.

¡El reimplante fue un éxito!.

Ya en la sala común de traumatología, llegaron los reporteros de los diarios y la televisión, yo no entendía semejante difusión, pero les decía algo muy simple, y que solo apreciamos cuando nos toca vivir una prueba dura: Que importante es poder ir al baño solo, y cuando tienes salud, no te das cuenta de nada, pero ¿saben lo importante que es poder ir al baño solo.?

¡Cuánto tiene uno para agradecerle a Dios cuando esta bien!. Y normalmente solo nos acercamos para pedirle algo.

Ese fue solamente el comienzo, luego vendrían 6 operaciones más, todo un menú quirúrgico variado para todos los gustos, cada operación era para mí como subir al Gólgota y entregarme.

Pero Dios jamás me abandonó, Jesús me alimentaba con sus palabras a través de la Biblia.

Aún después cuando perdí mi trabajo, luego de 29 años de servicio en la empresa, en donde sufrí el accidente, Dios me dio la fortaleza para seguir adelante.
Le pedí a la Virgen, Nuestra Madre, recordándole las bodas de Caná, en la que le dice a Jesús, “No tienen vino”, y yo le digo: Madre pide por mí, no tengo con que pagar las deudas originadas por el accidente y las medicinas.

Y la voz de la Virgen llegó a Jesús, y nuevamente el Señor extiende su mano y me abre el camino, poco después llegó la indemnización por el accidente que me permitió solventar mis gastos.

Ahora mi vida está dedicada a vivir con Dios, por Dios y en Dios.
Me presento en programas de radio hablando de Jesús Misericordioso con un éxito que evidentemente está en las manos de Jesús.

Más tarde el Padre Luis Kukovica representante de la Divina Misericordia en Argentina, me hace custodia de una reliquia de la vidente de Jesús Misericordioso Santa Faustina Kowalska, la cual estoy haciendo peregrinar, por muchas iglesias y hospitales, llevando el mensaje de misericordia que hoy el mundo y el hombre necesitan tanto.

Del corazón y la mano, ni me acuerdo, me dedico de lleno a la radio, peregrinar las reliquias, llevar palabras de aliento al que sufre, sembrar la esperanza al que me escucha, encender el fuego en el corazón de los tibios hablándoles de un Dios vivo, que nos está esperando con los brazos abiertos como al hijo pródigo, para sentarnos al banquete de la vida y que nos dice: “No temáis, no temáis, yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos”

Él cambió mi vida, del dolor, a la alegría.
Yo le entregué mi vida a Él y Él me dio vida y vida en abundancia.

Ojalá que al leer estas líneas también te llene a ti, en abundancia de vida.

Este es un testimonio verdadero y concreto y me hizo ver que muchas veces, debemos recorrer el camino de la cruz para poder valorar la fe, la esperanza y la confianza en un Dios Misericordioso y resucitar a una nueva vida sin miedos, sin temor al futuro, porque a lo mejor en un momento que te parece a ti el más oscuro de tu vida, se está gestando un nuevo amanecer que te iluminará y te llenará de dicha y alegría.

No hay misericordia sin corrección

El Papa reforma sanciones penales en la Iglesia.

“Apacentad la grey de Dios, gobernando no a la fuerza, sino de buena gana, según Dios” (cfr. 1 Pt 5, 2). Inicia con estas palabras del Apóstol Pedro la Constitución Apostólica "Pascite Gregem Dei" con la cual el Papa Francisco reforma el Libro VI del Código de Derecho Canónico sobre las sanciones penales en la Iglesia. La modificación entrará en vigor a partir del próximo 8 de diciembre.

“Para responder adecuadamente a las exigencias de la Iglesia en todo el mundo – explica el Papa Francisco – resultaba evidente la necesidad de revisar también la disciplina penal promulgada por San Juan Pablo II, el 25 de enero de 1983, con el Código de Derecho Canónico. Era necesario modificarla de modo que permitiera su empleo a los Pastores como ágil instrumento saludable y correctivo, y que pudiese ser usado a tiempo y con caridad pastoral, a fin de prevenir males mayores y de sanar las heridas causadas por la debilidad humana”.

El Papa recuerda que Benedicto XVI puso en marcha esta revisión en 2007, comprometiendo "con espíritu de colegialidad y de colaboración" a expertos en Derecho Canónico de todo el mundo, a las Conferencias Episcopales, a los Superiores Mayores de los institutos religiosos y a los Dicasterios de la Curia Romana. Un trabajo intenso y complejo, transmitido al Pontífice en febrero de 2020.

Francisco observa que la Iglesia, a lo largo de los siglos, se ha dado reglas de conducta "que hacen al Pueblo de Dios unido y de cuya observancia son responsables los Obispos" y subraya que "la caridad y la misericordia exigen que un Padre se comprometa también a enderezar lo que a veces se torce". Se trata de una tarea – explica – "que se debe ejercer como una concreta e irrenunciable exigencia de caridad no sólo en relación a la Iglesia, la comunidad cristiana y las eventuales víctimas, sino también hacia quien ha cometido un delito, que tiene necesidad, al mismo tiempo, de la misericordia y de la corrección de la Iglesia". En el pasado, ha causado mucho daño la falta de comprensión de la relación íntima existente en la Iglesia entre el ejercicio de la caridad y el recurso – cuando las circunstancias y la justicia lo requieren – a la disciplina sancionatoria". Un modo de pensar que ha dificultado la corrección, "creando en muchos casos escándalo y confusión entre los fieles". Así, "la negligencia de un Pastor al recurrir al sistema penal pone de manifiesto que no está cumpliendo su función de forma correcta y fiel". En efecto, "la caridad exige que los Pastores recurran al sistema penal cuantas veces sea necesario, teniendo en cuenta los tres fines que lo hacen necesario en la comunidad eclesial, es decir, el restablecimiento de las exigencias de la justicia, la enmienda del imputado y la reparación de los escándalos".

“El nuevo texto – afirma el Papa – introduce cambios de diversa índole en el derecho vigente y sanciona algunas nuevas figuras delictivas”. También se ha mejorado "desde el punto de vista técnico, especialmente en lo que se refiere a aspectos fundamentales del derecho penal, como el derecho de defensa, la prescripción de la acción penal, una determinación más precisa de las penas" ofreciendo "criterios objetivos en la identificación de la pena más adecuada a aplicar en el caso concreto", reduciendo la discrecionalidad de la autoridad, para favorecer la unidad eclesial en la aplicación de las penas, "especialmente para los delitos que causan mayor daño y escándalo en la comunidad".

La Constitución Apostólica está fechada el 23 de mayo de 2021, Solemnidad de Pentecostés.

Meditaciones del 1 al 5 de junio del Sagrado Corazón de Jesús con audio

Meditación y oración para cada día del mes de Junio, dedicado a Sagrado Corazón

Junio ha sido proclamado como el mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, para que oremos por El con fervor y entrega.

Les presentamos una meditación para orar cada día, inspirada en los nardos, esa flor que tanto agrada al Señor.

Oremos para que el Sagrado Corazón de Jesús aumente nuestra fe.

Recordemos que es el primer viernes el que se dedica a la celebración del Sagrado corazón y el primer sábado de mes el cual es consagrado a nuestra Madre la Virgen Maria.

Nardo del 1ro de Junio:

¡Oh Sagrado Corazón, Luz en este mundo de oscuridad!


Meditación: Corazón Sagrado, enllagado y martirizado por nuestros pecados, sé nuestra Luz para vivir sólo en Ti, y así poder seguir nuestro camino para llegar un día a habitar junto al Padre Celestial

Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús! ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Que sepamos plasmar en nuestro pobre corazón, lo que nos enseñó el Hijo de Dios. Meditemos cuán poco sabemos de El.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

Nardo del 2 de Junio

¡Oh Sagrado Corazón, Llama ardiente!


Meditación: El Corazón de mi Jesús tanto amó, que en llama de fuego se presentó para purificar, para salvar, para amar…¡Pero quién lo ha de mirar!. Si muchos lo llegamos hasta a despreciar, a no buscar, a ignorar, pues no queremos que nos venga a señalar las miserias y tibiezas que nuestro pobre corazón encierra. Seamos ardientes amantes de Cristo, consumidos por el Fuego de Su Amor, para poder así limpiar nuestro corazón y llegar a servir a nuestro Dulce Señor.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Hagamos una buena confesión, ofreciéndosela al Sagrado Corazón de Jesús.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

Nardo del 3 de Junio:

¡Oh Sagrado Corazón, refugio del Niño Dios!


Meditación: En una Doncella latía un Pequeño que renovaría la tierra vacía, ya que en ella sembraría semillas para llenarla de Vida. Aquel pequeño Corazón era el Sol que con Su calor nos enseñaría lo que es el Amor, con Su Luz a no perdernos en la oscuridad, con Su Omnipotencia a aumentar nuestra Fe, con Su silencio el valor de hacernos pequeños y con Su Presencia la Única Senda, pues El es el Rey.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Comulguemos pidiéndole al Señor tener un corazón pequeño, y que sea El nuestro único sustento.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

Nardo del 4 de Junio:

¡Oh Sagrado Corazón, cuan manso y humilde sos!


Meditación: ¡Ay! de nosotros los hombres, todos queremos ser SEÑORES, si, con mayúsculas…no queremos ser pequeños, debemos competir, ser los mejores, hinchar nuestro corazón de orgullo, llenarnos de vanidad. Ser manso…eso es de débiles, de aquellos que poco saben, que no poseen imagen. Pero a pesar de eso, sabes Señor, te lo digo al oído, con vergüenza: "Yo soy cristiano, he sido bautizado…".
¡Oh! mi Dulce Señor, cuanto te he profanado si estoy lleno de estos pensamientos mundanos. Tú, el Corazón más humilde y el más sublime, el más manso, el Todopoderoso. Tú nuestro Dios hermoso, mi Dulce Esposo. Me olvidé de Tu Imagen, por ser yo la imagen de un dios pagano, de aquel que produce el escarnio de lo que Tú en mi pusiste de santo. ¡Perdóname Señor!.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Ofrezcamos una jornada de silencio, comparando la vida de Jesús con la nuestra.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

Nardo del 5 de Junio:

¡Oh Sagrado Corazón, qué tierno sos!


Meditación: Dicen que una vez la Santísima Virgen a un niño se le presentó, le habló del Amor y de su Corazón, pero el niño que sorprendido la escuchaba se atrevió a preguntarle por el Niño Dios. De tal modo, una conversación parecida a ésta se escuchó:

Perdón, Virgen María, ¿pero si voy al Cielo voy a poder jugar con el Niño Jesús?. La Virgen sonriendo contestó: "Sí, en el Cielo se te da todo lo que buscas con un corazón de niño". El pequeño prosiguió: ¿Al fútbol también podré jugar con El?. La Virgen contestó: Si así lo deseáis... El niño: Ah, pero siempre va a ganar Jesús, porque El es el mejor, es Dios. La Virgen, llena de ternura, contestó: "No, mi amor, porque en el Cielo no hay competencia y mi Jesús siempre deja ganar…". A lo que el niño, poniéndose a llorar respondió: "Entonces yo no quiero ganar, sólo quiero ser como Jesús...".
¡Qué lección la de la Madre de Dios!. Ella nos muestra la humildad y la ternura del Corazón de Su Hijo, que todo nos da, nos deja hasta querer ¨ganar¨ para que podamos aprender a ser como El, y ver que el Rey, todo Poder, trabaja en la pequeñez. ¿Qué nos queda entonces a nosotros?.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Que tratemos de ser niños guiados por la voz de nuestra Madre, practicando la humildad.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

¿Puedo donar mis órganos, qué dice la Iglesia?

Donación de órganos: acto de amor

Cada día se hace más necesaria la disponibilidad de órganos para trasplantes. Mucha gente no está enterada de lo importante que es donar sus órganos para poder dar vida o prolongar la vida de otras personas. Diversas instituciones han colaborado para incrementar el número de donantes sin embargo todavía existe un insuficiente número de personas que donan órganos comparado con la gran demanda. La doctrina de la Iglesia católica respalda y estimula la generosidad de los donantes dentro de un contexto apropiado.

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica en el n. 2296:

¨El trasplante de órganos no es moralmente aceptable si el donante o sus representantes no han dado su consentimiento consciente. El trasplante de órganos es conforme a la ley moral y puede ser meritorio si los peligros y riesgos físicos o psíquicos sobrevenidos al donante son proporcionados al bien que se busca en el destinatario. Es moralmente inadmisible provocar directamente para el ser humano bien la mutilación que le deja inválido o bien su muerte, aunque sea para retardar el fallecimiento de otras personas¨

Para ilustrar el tema vamos a citar a los dos Papas anteriores

El Papa Juan Pablo II, ahora canonizado,  al recibir a los participantes del XVIII Congreso Internacional de la Sociedad de Trasplantes, defendió la donación de órganos, pero señaló enérgicamente que la clonación para esos efectos es totalmente inaceptable desde el punto de vista moral.
 “También en esta materia, el criterio fundamental de valoración debe ser la defensa y la promoción del bien integral de la persona humana, según su peculiar dignidad”.

Donación de órganos: acto de amor
Tras calificar la donación de órganos como “un auténtico acto de amor”, san Juan Pablo II, puso de relieve que el cuerpo humano “no puede ser considerado únicamente como un complejo de tejidos, órganos y funciones, sino que es parte constitutiva de la persona”.

Por eso, dijo el Papa “toda tendencia a comercializar los órganos humanos o a considerarlos como unidades de intercambio o de venta, resulta moralmente inaceptable, porque a través de la utilización del cuerpo como 'objeto', se viola la misma dignidad de la persona”.

San Juan Pablo II destacó también la importancia de que la persona que done los órganos sea adecuadamente informada, de modo que decida libremente y en caso de imposibilidad, se requiere “un eventual consenso por parte de los parientes”.

Un punto clave: ¿Cuándo está muerto el ser humano?

Los órganos vitales sólo se pueden extraer del cuerpo de un individuo “ciertamente muerto”. Aquí nace, dijo, “una de las cuestiones más debatidas en los círculos bioéticos actuales”, el problema de “la constatación de la muerte”. En este sentido, añadió el Santo Padre, “es oportuno recordar que existe una sola ‘muerte de la persona’, consistente en la total desintegración de aquel complejo unitario e integrado que es la persona en sí misma”.

“La muerte de la persona entendida en este sentido radical es un evento que no puede ser directamente verificado por ninguna técnica científica ni metódica empírica. Pero, la experiencia humana enseña también que la muerte de un individuo produce inevitablemente signos biológicos”.

El reciente criterio de constatación de la muerte, el de la “cesación total e irreversible de toda actividad encefálica, si es aplicado escrupulosamente, no aparece en contraste con los elementos esenciales de una correcta concepción antropológica”, dijo el Pontífice; y señaló que “sólo cuando existe esta certeza es moralmente legítimo iniciar los procedimientos técnicos para extraer los órganos que hay que trasplantar, previo consenso del donante o de sus legítimos representantes”.

“Lista de espera” de órganos

El Papa comentó otro problema, el de “la atribución de los órganos donados mediante las listas de espera o la asignación de prioridades”. El Pontífice destacó que desde el punto de vista moral, un principio de justicia obvio exige que estos criterios “no sean discriminatorios (basados en la edad, sexo, raza, religión, condición social) o utilitaristas. Para determinar quién tiene la precedencia en la recepción de órganos hay que atenerse a valoraciones inmunológicas y clínicas”.

¿Qué dijo Benedicto XVI?

Cuando era el Cardenal Ratzinger (Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe):

«Donar los propios órganos es un gesto de amor moralmente lícito siempre que sea un acto libre y espontáneo».

El entonces  Cardenal, confiesa que forma parte de una asociación de donantes de órganos, mientras subraya la contrariedad de la Iglesia ante cualquier forma de procreación artificial. «Poner a disposición, espontáneamente, partes del propio cuerpo para ayudar a quien tiene necesidad es un gesto de gran amor. No es así, en cambio, el caso de la fecundación artificial de los embriones, que no prevé el acto de amor entre cónyuges.

Es aleccionador recoger parte de una entrevista al Cardenal Ratzinger:

P.- Cardenal Ratzinger, ¿es siempre moralmente lícito donar los propios órganos?
R.- Cierto que es lícito incorporarse, espontáneamente y con plena consciencia, a la cultura de los transplantes y de la donación de órganos.  Por mi parte, sólo puedo decir que he ofrecido toda mi disponibilidad a dar, eventualmente, mis órganos a quien tiene necesidad.
P.- ¿Esto quiere decir que está incluso inscrito en una asociación de donantes?
R.- Sí, hace años que me inscribí en la asociación y llevo siempre conmigo este documento en el que, además de mis datos personales, está escrito que estoy   dispuesto, si se da el caso, a ofrecer mis órganos para ayudar a cualquiera que tenga necesidad: es simplemente un acto de amor.
P.- ¿Qué significa para un cristiano ofrecer el propio cuerpo para transplantes?
R.- Significa tantas cosas juntas. Pero, sobre todo, significa cumplir, repito, un gesto de altísimo amor hacia quien tiene necesidad, hacia un hermano en dificultad. Es un acto gratuito de afecto, de disponibilidad, que cada persona de buena voluntad puede realizar.

El tabaco, un venenoso placer

Cuando una persona ha desarrollado serios trastornos físicos relacionados con el consumo de tabaco, su dependencia es tan fuerte que es incapaz de dejarlo.

¿QUIÉN CONSUME A QUIÉN?

El tabaquismo es el consumo persistente de tabaco. El ingrediente activo del tabaco es la nicotina, una sustancia alcaloide, que normalmente produce el cuerpo humano y que deja de producirla cuando uno fuma. De ahí que la adicción esté vinculada a cubrir esa carencia a través del cigarro.

El malestar psicológico producido por el consumo excesivo de tabaco, suele presentarse con una leve ansiedad, una sutil culpa o vergüenza, el desarrollo de una pauta secreta de uso del tabaco o la aparición de un estilo de contraataque colérico que defiende la sustancia y critica a sus oponentes.

Los síntomas más comunes son: irritabilidad, inquietud, flojedad, alteraciones del sueño, alteración gastrointestinal, dolor de cabeza, pérdida de concentración y memoria, ansiedad y, ocasionalmente, un aumento del apetito.

OTROS EFECTOS

• La nicotina aumenta el peristaltismo intestinal, lo cual hace que muchos fumadores se sirvan del cigarro como laxante.

• Causa indigestión, estreñimiento e incluso colitis crónica (inflamación del tubo intestinal); úlcera péptica; mitigar o suprimir el apetito; inhibe la producción de jugo gástrico y aumentar los niveles de azúcar en la sangre.

• Puede provocar efectos graves al corazón y al sistema circulatorio; produce tos; aumenta también la gravedad de la tuberculosis y de otras infecciones de las vías respiratorias.

LAS CONSECUENCIAS DE FUMAR

• El peligro de muerte es 70% más alto para los varones y mujeres que consumen cigarros que para los que no fuman.

• El riesgo de muerte por bronquitis crónica y enfisema es de tres a 20 veces mayor, según la edad del fumador y la cantidad total fumada.

• El riesgo de muerte por enfermedad de las arterias coronarias aumenta 70% en los fumadores.

• Cuanto mayor es el número de cigarros fumados diariamente, tanto mayor es el índice de mortandad.

• Para los varones que fuman menos de 10 cigarros al día, el índice de mortalidad es 40% mayor que para los no fumadores; para los que fuman de 10 a 19 cigarros al día, es 70% más alto; y para los que fuman 40 cigarros al día o más, 120% más alto.

• La expectativa de vida entre los varones se reduce a un promedio de ocho años en el caso de los fumadores fuertes (más de dos cajetillas diarias).

• La expectativa de vida entre los varones se reduce a un promedio de cuatro años en el caso de fumadores moderados (menos de media cajetilla diaria).

• El riesgo es mayor para los que empiezan a fumar a una edad temprana.

¿POR QUÉ SIGUE FUMANDO LA GENTE?

Fumar no proporciona beneficio fisiológico alguno, pero proporciona cierta clase de satisfacción emocional. La gente joven tiene la impresión de que los hace sentirse mayores. Así, por lo que sea, parece que fumar hace sentir bien a la gente.

Una parte del aumento en el consumo de cigarros se debe a que nos hemos recuperado, hasta cierto punto, del miedo al cáncer. O bien, tratamos de convencernos de que las pruebas son estadísticas y, por consiguiente, no son absolutamente concluyentes. O se confía en que los cigarros con filtro protegen más. O no nos preocupamos, simplemente, y nos gusta demasiado fumar para abandonarlo definitivamente.

¿CUÁNDO SE EMPIEZA A FUMAR?
La tendencia en años recientes ha consistido en un descenso ligero del hábito de fumar entre los muchachos y un aumento relativamente constante entre las muchachas. La razón de ello es de carácter social.

Hubo un tiempo en que fumar era un privilegio masculino y se consideraba como poco femenino o peor en las mujeres. Esta distinción ha desaparecido con los años. Los hábitos de fumar de la mujer se han ido acercando cada vez más a los del hombre.

Hoy los niños tienen muchas más probabilidades de fumar si sus progenitores, sus hermanos y hermanas mayores, fuman, y si lo hacen también sus amigos.

El hábito de fumar empieza a edades más tempranas entre los niños que tienen objetivos más bajos, menos capacidad y menores logros. Hay excepciones, ya que muchos niños de progenitores que fuman no se convierten, afortunadamente, en fumadores; en tanto que algunos hijos de no fumadores, desafortunadamente, sí lo hacen.

TIPOS DE FUMADORES
Los motivos por los que cada individuo fuma son muy variados. Algunos no son fáciles de distinguir. Se dan casos en que algunos fumadores ni siquiera tienen idea de lo que los lleva a fumar.

Aunque muchos fumadores lo hacen por costumbre, hay otros motivos de tipo sociológico, como son los efectos de la propaganda de las compañías tabacaleras en la radio y la televisión.

Otros motivos son psicológicos, y también los hay de tipo fisiológico. Por ello, conviene saber cuáles son los motivos que impulsan a una persona a seguir fumando:

• El fumador psicosocial. Es el que recibe recompensas de tipo social y psicológico. Para él, fumar es un símbolo de fuerza, de precocidad, de atractivo sexual y de sofisticado buen gusto. Se trata, en su mayoría, de adolescentes y jóvenes.

• El fumador sensorial y táctil. Existen numerosas sensaciones de tipo placentero que motivan a estas personas: la apariencia y la textura de las cajetillas, las sensaciones de tener el cigarro en la mano y en la boca, el olor del tabaco, el proceso de encender los cigarros, inhalar y contemplar luego el humo cuando exhalan.

Si se agrega el sabor y hasta los sonidos, tenemos una amplia gama de sensaciones y movimientos que forman una especie de ritual en el que se sumergen algunos fumadores.

• El fumador que busca placer. La mayoría de los fumadores ocasionales y moderados (menos de 20 cigarros al día). Cuando fuman, buscan la relajación y el placer. Lo hacen, casi siempre en momentos de descanso, cuando pueden gozar del cigarro: después del trabajo, como premio, para aumentar el placer de las fiestas, para acompañar el café o la bebida alcohólica.

• El fumador que busca estimulación. Este fumador utiliza los efectos de la nicotina para activarse o avivarse, mientras está trabajando u ocupado en algo. Se utilizan los cigarros como estimulante. Se buscan las sensaciones de alerta.

Hay quien piensa que el cigarro lo ayuda a concentrarse y pensar mejor. También se dice que el cigarro disminuye el hambre, el sueño y la fatiga. Que alivia un poco el aburrimiento.

• El fumador que intenta calmarse. Algunos fuman con la esperanza de aliviar sensaciones desagradables, de tensión o ansiedad. Es común que las personas nerviosas fumen intentando calmarse.

• El fumador adicto. Este tipo de fumador ya no disfruta el tabaco, sino que fuma para evitarse los malestares de la abstinencia, haciendo de este hábito una necesidad marcada. Su organismo se ha acostumbrado a la nicotina. Ya no tiene en cuenta las circunstancias, fuma continuamente, durante todo el día, para mantener un alto nivel de nicotina en su cerebro.

• El fumador automático. Es el que enciende un cigarro tras otro, incluso cuando no se ha terminado de consumir el que estaba fumando. Son personas que no ven que el cigarro está a punto de quemarles los dedos. No se dan cuenta de que son ellos quienes prenden los cigarros, y se sienten muy molestos e inquietos cuando no tienen un cigarro encendido entre sus dedos.

¿QUÉ SE PUEDE HACER?

Si de todas maneras las personas insisten en fumar, es aconsejable que utilicen las siguientes recomendaciones, hechas por especialistas en el tema:

• No inhale el humo.
• No fume los cigarros hasta el final.
• No vuelva a encender las colillas apagadas, están cargadas de nicotina.
• Los filtros y las boquillas pueden atenuar los efectos.
• Elija una marca baja en alquitrán y nicotina.


Resulta muy difícil afirmar, de modo inequívoco, si es menos peligroso fumar puros o pipa que cigarros.
Los puros y las pipas tienen un área de mayor encendido, son más calientes y desprenden más nicotina que los cigarros. Además, el contenido de tabaco del puro es de aproximadamente cinco cigarros o tres pipas.

En cambio, si se aceptan verdaderamente los peligros del fumar y se quiere dejarlo, o si su médico le dice que debe dejarlo, entonces existen varias formas para hacerlo.
Lo primero es averiguar qué tipo de fumador se es. Se encontrará acaso que se puede bajar de una cajetilla de cigarros a un cigarro al día, o de fumar continuamente la pipa a sólo una pipa después de las comidas. Fumar poco disminuye los daños a la salud.
Pero, si se tiene alguna complicación, los mejor es dejar de fumar por completo. Algunas personas encuentran, para su propia sorpresa, que pueden dejar de fumar sin gran dificultad, decidiéndose simplemente a hacerlo.

TRATAMIENTO

El tratamiento efectivo contra el tabaquismo depende de la información precisa, de evitar el moralismo y de las actitudes valorativas, de comprensión y una conducta de apoyo.
• Los contratos escritos para la interrupción del consumo de tabaco pueden ser útiles.
• La sustitución por otras actividades, durante los momentos en que tradicionalmente se fuma, pueden proporcionar fuentes de diversión.
• Recurrir a técnicas de relajación y practicarlas diariamente.
• Deben eliminarse los instrumentos necesarios para fumar y todas las fuentes próximas de tabaco.
• Apoyarse en amigos que han conseguido dejar de fumar es favorable.
• El chicle y los aerosoles de nicotina pueden ser sustitutos de la nicotina contenida en el tabaco.
• Pueden resultar de gran ayuda algunos tipos de psicoterapia.
• Se debe anticipar que serán precisos repetidos esfuerzos.


EDUCAR LA VOLUNTAD
El problema del tabaquismo no es delimitar o definir si fumar es un placer, una costumbre, un hábito, un vicio o una enfermedad. El verdadero problema está en lograr plena conciencia de que es perjudicial para la salud; los jóvenes son las presas más fáciles del tabaquismo y esta nociva actividad está llevando a algunas personas a terminar de manera más rápida con su existencia.

El reto, si decidimos asumirlo, consiste en educar nuestra voluntad, proponernos realmente un cambio de actitud y llevar a cabo el esfuerzo necesario para lograrlo. Si es que no queremos ver que nuestra vida se va consumiendo poco a poco, al igual que un simple cigarrillo, por muy largo que éste sea.

DATOS CURIOSOS
Las ventajas y los inconvenientes atribuidos al tabaco han sido numerosos y variados. Se creía que la planta poseía poderes curativos tan milagrosos que se designaba comúnmente como “hierba santa”.

En 1959, el Dr. Everard recomendó en Londres el uso de hojas, extractos, ungüentos, polvos y lociones de tabaco, para curar una lista casi interminable de dolencias humanas, que comprendían jaquecas, sordera, dolor de muelas, resfriado, dolor de estómago, quemaduras, heridas, parásitos y mordeduras de perro rabioso.

El Dr. Tobias Verner expresó, en 1620, su gran desconfianza acerca del tabaco, diciendo que secaba el cerebro, oscurecía la visión, viciaba el olfato, embotaba y debilitaba tanto el apetito como el estómago, que trastornaba los humores y los espíritus, corrompía el aliento, inducía el temblor de los miembros, resecaba la tráquea, los pulmones y el hígado y chamuscaba el corazón.
Los turcos impusieron la pena de muerte por fumar, y el emperador de Rusia ordenó que a los fumadores se les cortara la nariz.

Papa Francisco: Jesús reza por nosotros

Antoine Mekary | ALETEIA

"Sostenidas en la oración de Jesús, nuestras tímidas oraciones se apoyan en alas de águila y se elevan al cielo": lo aseguró el Santo Padre en la Audiencia General de el miércoles 2 de junio, en su catequesis dedicada a la oración. Francisco exhortó a no olvidar que Jesús reza por nosotros al Padre, "aún en el momento de la prueba y en el momento del pecado"

Nunca dejar de confiar en Jesús, porque Él reza por nosotros ante el Padre: lo aseguró el Papa Francisco en la Audiencia General del miércoles 2 de junio, presidida en el Patio de San Dámaso del Vaticano. En su catequesis dedicada a la oración, precedida por la Lectura del Evangelio de San Lucas, (22,28-29) se refirió a la importancia de la oración en la vida de Jesús y en su relación con los discípulos.

Jesús siempre dispuesto a esperar la conversión del discípulo

Haciendo presente que eligió a sus discípulos tras una noche de oración y diálogo con el Padre, a pesar de los errores y las caídas que ellos mostrarían en el futuro, el Santo Padre puso en evidencia cómo Él esperó con paciencia su conversión rogando a Dios por ellos, para que permanezcan a su lado en las pruebas y no pierdan la fe. Esto porque el Maestro, “así como los recibió del Padre tras Su oración, así los lleva en Su corazón”, también en sus errores y caídas.

Es impresionante saber que, en el momento del desfallecimiento, el amor de Jesús no cesa. “Pero Padre, si estoy en pecado mortal, ¿el amor de Jesús sigue ahí? – Sí – ¿Y Jesús sigue rezando por mí? – Sí – Pero si he hecho cosas feas y cometido muchos pecados… ¿Jesús sigue amándome? – Sí”. El amor de Jesús, la oración de Jesús por cada uno de nosotros, no cesa, no se detiene, al contrario, se hace más intensa y nosotros estamos en el centro de su oración. Esto debemos tenerlo siempre presente: Jesús está rezando por mí, está rezando ahora ante el Padre y le está mostrando las heridas que trajo consigo, para hacer ver al Padre el precio de nuestra salvación. Es el amor que nutre por nosotros. Y en este momento cada uno de nosotros piense: ¿Jesús está rezando por mí? Sí. Esta es una gran seguridad que debemos tener.

Algunas imágenes de la audiencia (Galería)

Rezar intensamente, Jesús no nos abandona

Jesús espera “con paciencia” la conversión de los discípulos y “ruega” por ellos al Padre, “para que permanezcan a su lado en las pruebas y no pierdan la fe”. Lo hace, recordó el Papa, “en un momento crucial de su camino”, es decir, en la verificación de su fe, cuando les dice: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?».

Haciendo presente cómo “las grandes decisiones» de la misión de Jesús están siempre precedidas por la oración «intensa y prolongada”, y no por una oración pasajera, afirmó que Jesús es el «modelo perfecto de la persona que ora», pero que además «quiere que aprendamos a orar como Él, y nos lo enseña con sus palabras y su ejemplo».

Siguiendo con el repaso del Evangelio, el Santo Padre señaló que aunque «la verificación de la fe» de los discípulos parecía ser una meta fue “un punto de partida renovado” para ellos porque, “a partir de entonces, fue como si Jesús «subiera de un tono en su misión», hablándoles abiertamente de su pasión, muerte y resurrección. Y en esta perspectiva de la Pasión, muerte y Resurrección de Jesucristo, “que suscita instintivamente repulsión, tanto en los discípulos como en nosotros que leemos el Evangelio”, es cuando la oración “es la única fuente de luz y fuerza”. De ahí que, según el Sumo Pontífice, sea necesario «rezar más intensamente, cada vez que el camino se hace cuesta arriba”.

Jesús nos asegura que, aún cuando sintamos que nuestras oraciones parezcan vanas o ineficaces, Él no nos abandona, está siempre a nuestro lado. Reza en nosotros y con nosotros. Intercede a nuestro favor, nos alienta a que perseveremos en la oración, sobre todo en los momentos más difíciles de nuestro camino, porque es su oración la que hace que nuestras humildes peticiones sean eficaces y lleguen al cielo.
En la manifestación anticipada ante Pedro, Santiago y Juan de la gloria del Señor, que tuvo lugar en la oración (cfr. Lc 9,28-31) surge una “Palabra clara” para los discípulos, a saber, la voz del Padre que les dice: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escúchenlo».

De la oración surge la invitación a escuchar a Jesús, siempre desde la oración.

Seamos conscientes, Jesús reza al Padre por nosotros

El Papa Francisco finalizó su catequesis pidiendo hacer un ejercicio de memoria: recordar que “Jesús reza” por nosotros.

Jesús no sólo quiere que recemos como Él reza, sino que nos asegura que, aunque nuestros intentos de oración fuesen completamente vanos e ineficaces, siempre podemos contar con su oración. Debemos ser conscientes: Jesús reza por mí.

No olvidemos que lo que nos sostiene a cada uno en la vida es la oración de Jesús por cada uno de nosotros, con nombre, apellido, ante el Padre, mostrándole las llagas que son el precio de nuestra salvación.

“Aunque nuestras oraciones fueran sólo balbuceos, si estuvieran comprometidas por una fe vacilante, nunca debemos dejar de confiar en Él: yo no sé cómo rezar, pero Él reza por mí.”

En el saludar a los fieles de lengua española, invitó a pedir al Señor en este mes de junio dedicado al Corazón de Jesús, y también en vísperas celebrar la Solemnidad del Corpus Christi, que nos conceda tener un corazón orante, lleno de confianza y audacia filial, así también como la gracia de permanecer siempre unidos a Él y también unidos entre nosotros por la participación en el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre.

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