Brille la luz de ustedes ante los hombres

Medardo, Santo

Obispo, 8 de junio
 
Martirologio Romano: En Soissons (Francia), san Medardo, obispo de San Quintín, que trasladó su sede de esta ciudad a la de Noyon, desde la cual trabajó por convertir al pueblo del paganismo a la verdadera doctrina de Cristo. († 560)

Breve Biografía
 
Los datos históricos sobre su persona y obra están en la penumbra, hay penuria de historia fiable y, por el contrario, contamos con abundancia de fábula.

Una antigua leyenda cuenta que siendo niño Medardo fue protegido de la lluvia por un aguila gigante, hecho que es usado frecuentemente en su iconografía. Por ello es que los franceses de la Edad Media recurrieran a él para pedir lluvia y verse libres de pedrisco, y posteriormente toda Francia le invocara contra el dolor de muelas por tomarle como protector contra este mal; de hecho, se le representa con una amplia sonrisa que deja ver sus hermosos dientes, y quedó para la cultura popular el dicho:

«ris qui est de saint Médard - le coeur n’y prend pas grand part» (En la risa de san Medardo - el corazón no toma mucha parte).

Nació en Salency de padre franco y madre galorromana cuyos nombres aportados por la imaginación posterior son Néctor y Protagia. Dicen que estudió en la escuela episcopal de Veromandrudum, lugar que sitúan cerca de la actual Bélgica, en donde hay recuerdos históricos para los hispanos por la victoria de Felipe II en san Quintín -Saint Quentin- que nos valió el Escorial. Ya como estudiante se distinguió -según las crónicas- por su caridad limosnera dando a algún compañero famélico su comida y a un peregrino caminante un caballo de la casa paterna.

Con estos antecedentes se ve natural que se decida por la Iglesia y no por las armas. Se ordena sacerdote y de nuevo la fábula lo adorna con corona de actos ejemplares, aleccionadores y moralizantes para adoctrinar a los amigos de lo ajeno sobre el respeto a la propiedad: unos desaprensivos que robaron uvas y no supieron luego descubrir la salida de la viña sirven para demostrar que el pecado ciega; de los ladrones de miel en las colmenas propiedad de otros y que fueron atacados por el enjambre saca la conclusión que el pecado es dulce al principio, pero después castiga con dolor; de aquel que, merodeando, se llevó la vaca del vecino y cuyo campanillo no dejó de sonar día y noche hasta su devolución dirá que es el peso de la conciencia acusadora ante el mal.



Y es que el tiempo de su vida entra dentro de las coordenadas del lejano mundo merovingio. Meroveo, rey de los francos, ha prestado un buen servicio a Roma peleando y venciendo a Atila (541), Childerico ha comenzado a poner las bases de un reino al que Clodoveo dará unidad política y religiosa cuando se convierta al catolicismo por ayuda de su esposa Clotilde y del obispo Remigio, después de las batallas de Tolbías (496) en la que venció a los francos ripuarios y alamanes y de Vouille (507) apoderándose de los territorios visigóticos con la expulsión de los arrianos. Ni la conversión de Clodoveo -que siempre apreció los dictámenes de su talento político más que los de su conciencia- ni la de sus francos consiguió un súbito cambio al estilo de vida cristiana; hizo falta más bien la labor callada y paciente de muchos para mejorar a los reyes, al ejército y a los paisanos.

A Medardo lo hacen obispo a la muerte de Alomer; con probabilidad lo consagra Remigio. Y se encuentra inmerso en el difícil y cruel mundo de restos de paganismo con resistencia a la fe; deberá luchar contra la superstición de sus gentes, contra la ignorancia, las duras costumbres, la haraganería, rapiña y asesinatos. A ese amplio trabajo evangelizador se presenta Medardo con las armas de la bondad y de la comprensión más que con el báculo, el anatema o el látigo. Por ello la fuente popular que describe graciosamente su persona y obra la adorna, agradecida, con el aumento de detalles que la fantasía atribuye al santo con la bien ganada fama de bondad. Detrás de la narración ampulosa que hacen los relatos se descubren, entre el follaje literario, los enormes esfuerzos evangelizadores de los -sin organización aún, ni derecho- primitivos francos.

Murió en torno al año 560 y sus restos se trasladaron a la abadía de Soissons donde le veneraron durante toda la Edad Media los ya más y mejores creyentes francos.
 
No sólo me invitas a ser luz sino que me dices que soy luz

Santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16. Martes X del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

?Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Ante los caminos obscuros de la vida; ante aquellos callejones sin salida… ante todo aquello, sé Tú mi luz.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.

Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa.

Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

A veces no es fácil comprender que soy más feliz, no cuando obtengo algo para mí, sino cuando doy algo de mí…; cuando me doy a mí mismo es entonces cuando soy feliz.

Dar aun cuando no se tiene; consolar aun cuando no hay nadie que me consuele; hacer reír cuando por dentro lo único que quiero es llorar; es lo que me hace feliz… sé que no es fácil de explicar.

Me invitas a ser luz de este mundo. A iluminar los caminos obscuros; descubrir los tesoros escondidos… Me invitas a ser luz para alumbrar aquella imagen que ya en sí es bella sólo para resaltar su belleza. Como luz al final del túnel que indica una salida… un lugar a donde hay que llegar.

Señor, no sólo me invitas ser luz; me dices que soy luz. Luz que debe estar apagada…luz que necesita estar encendida para guiar, para reconocer… para caminar, para iluminar. Luz que no se ilumina a sí misma, sino que sale de sí, se dona, se da.

Sé Tú mi luz, Señor, para que yo pueda ser luz. Tú eres esa luz que no sólo se necesita para vivir… sino para realmente vivir, para ser feliz.

«Estas palabras subrayan que nosotros somos reconocibles como verdaderos discípulos de Aquel que es la Luz del mundo, no en las palabras, sino de nuestras obras. De hecho, es sobre todo nuestro comportamiento que —en el bien y en el mal— deja un signo en los otros. Tenemos por tanto una tarea y una responsabilidad por el don recibido: la luz de la fe, que está en nosotros por medio de Cristo y de la acción del Espíritu Santo, no debemos retenerla como si fuera nuestra propiedad. Sin embargo estamos llamados a hacerla resplandecer en el mundo, a donarla a los otros mediante las buenas obras. ¡Y cuánto necesita el mundo de la luz del Evangelio que transforma, sana y garantiza la salvación a quien lo acoge! Esta luz debemos llevarla con nuestras buenas obras». (Ángelus de S.S. Francisco, 5 de febrero de 2017).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Intentaré hoy ser luz para aquellos que me rodean poniéndome a su servicio en alguna necesidad que tengan.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Si la sal se vuelve sosa...

Un mensaje que viene de Dios y que transforma el mundo con la fuerza humilde y firme de un poco de sal.

Cristo vino para ofrecer la salvación, para anunciar el Reino, para perdonar los pecados. Reunió a un grupo de discípulos. Constituyó a algunos de ellos como Apóstoles. Les envió a predicar.

Tras su Muerte y Resurrección, la venida del Espíritu Santo llevó a su punto culminante el nacimiento de la Iglesia. Desde entonces la sal está presente y actúa en un mundo necesitado de salvación y de esperanza.

Pero si la sal se vuelve sosa (cf. Mt 5,13)... El peligro existe. Ya en los primeros siglos hubo cristianos que quedaron atrapados por la mentalidad de este mundo y se apartaron del Evangelio. Buscaron sus propios maestros, dejaron que la presunción o las ideologías dominaran sus corazones, y surgieron herejías que dañaron a miles de corazones.

La historia de la Iglesia católica está marcada por el gesto de tantos bautizados que un día dejaron de mirar al Maestro, se apartaron del Papa y de los obispos que enseñan la verdadera doctrina católica, y buscaron sus propios intereses, no los de Cristo (cf. Flp 2,12; 1Co 1,17).

También hoy no resulta difícil encontrar a quienes dejan a un lado el Credo y los concilios, desde el primero (Éfeso) hasta el último (Vaticano II), y que elaboran sus propios “catecismos personales”. O quienes interpretan la Biblia según teorías incompatibles no sólo con la fe, sino con la sana filosofía. O aquellos que pactan con una modernidad enfermiza y acogen ideas propias de los hijos de las tinieblas.

La lista de errores ha sido y es desoladora. Unos, por falta de preparación. Otros, por deseos de aparecer y de ser aplaudidos por los hombres. Otros, simplemente, para sumarse a proyectos mundanizantes que nada tienen que ver con la fe católica, porque piensan de un modo semejante al de los modernistas condenados por san Pío X. Otros, porque suponen que serán acogidos si aceptan lo que ya tantos otros han aprobado: abortos, eutanasias, matrimonios que no lo son, y una larga lista de desórdenes morales y de atentados contra la justicia.

Mientras, millones de hombres y mujeres esperan la llegada de la sal verdadera, la que conserva, la que limpia heridas, la que perdona pecados, la que introduce en el dinamismo pascual de muerte y resurrección con Cristo.

¿Encontrarán en nosotros corazones creyentes y preparados, lámparas encendidas de quienes desean brillar con la luz de Cristo? La pregunta estremece, mas no debemos temer: la Iglesia ha pasado por oscuridades desoladoras en tantos momentos de su historia, pero la fidelidad de corazones abiertos a la gracia y fieles a la fe, ha permitido que la nave de la Iglesia superase tormentas y transmitiera a cada generación un mensaje que viene de Dios y que transforma el mundo con la fuerza humilde y firme de un poco de sal.
 
El Papa a la comunidad sacerdotal de San Luis de los Franceses

Al recibir esta mañana a la comunidad sacerdotal de San Luis de los Franceses de Roma.

Al recibir esta mañana a la comunidad sacerdotal de San Luis de los Franceses de Roma, el Papa Francisco agradeció a su Rector, Monseñor Laurent Bréguet, las amables palabras que pronunció en nombre de los presentes. A todos ellos, el Santo Padre les dijo que “en una sociedad marcada por el individualismo, la autoafirmación y la indiferencia, ustedes hacen la experiencia de vivir juntos con sus desafíos diarios”. Y añadió:

Fraternidad variegada y solidaria en el corazón de Roma

Su casa, situada en el corazón de Roma, con su testimonio de vida, puede comunicar a las personas que la frecuentan los valores evangélicos de una fraternidad variegada – es una linda ensalada de frutas, ¿eh? – variegada y solidaria, especialmente cuando alguien está pasando por un momento difícil. En efecto, su vida fraterna y sus diversos compromisos son capaces de hacer sentir la fidelidad del amor de Dios y su cercanía. Un signo, una señal, ¿no?

Año dedicado a San José

Por otra parte, teniendo en cuenta que este año está dedicado a San José, el Santo Padre los invitó a “redescubrir el rostro de este hombre de fe, de este padre tierno, modelo de fidelidad y de abandono confiado en el proyecto de Dios.José nos enseña a tener fe en Dios

Además, citando el n. 2 de la Carta apostólica Patris corde, Francisco les dijo:

“También a través de la angustia de José pasa la voluntad de Dios, su historia, su proyecto. José nos enseña así que tener fe en Dios comprende también creer que Él puede obrar incluso a través de nuestros miedos, nuestra fragilidad, nuestra debilidad”.

“Con José – prosiguió diciendo el Papa – estamos llamados a volver a la experiencia de los actos sencillos de acogida, de la ternura, del don de sí mismo”. A la vez que les recordó que: “En la vida comunitaria, siempre existe la tentación de crear pequeños grupos cerrados, de aislarse, de criticar y hablar mal de los demás, de creerse superiores, más inteligentes.

“Chismorrear, es un hábito de los grupos cerrados, un hábito incluso de los sacerdotes que se convierten en solterones: van, hablan, cotillean... No ayuda. Déjalo ir. Mirar y pensar en la misericordia de Dios. ¡Y esto nos perjudica a todos! No está bien”.

Acogerse siempre recíprocamente como un don

Por esta razón el Santo Padre los animó a que “se acojan siempre unos a otros como un don”. Puesto que “en una fraternidad vivida en la verdad, en la sinceridad de las relaciones y en una vida de oración podemos formar una comunidad en la que se respira el aire de la alegría y la ternura”.

Prepararse para sus futuros deberes de pastores

Y los invitó “a vivir los preciosos momentos de convivencia y oración comunitaria en una participación activa y gozosa”. Porque como dijo el Papa:

“El sacerdote es un hombre que, a la luz del Evangelio, difunde el gusto de Dios a su alrededor y transmite esperanza a los corazones inquietos. Los estudios que realizan en las distintas Universidades romanas los preparan para sus futuros deberes de pastores y les permiten apreciar mejor la realidad en la que están llamados a anunciar el Evangelio de la alegría”.

Despojarse de sí mismos poniendo a Dios en el centro

El Papa también les dijo que ellos no van a aplicar teorías en su ámbito “sin tener en cuenta el entorno en el que se encuentran, así como las personas que se le confían”. Y con un concepto que expresó en su homilía del 28 de marzo de 2013, Francisco les dijo: “Deseo que sean ‘pastores con olor de ovejas’, personas capaces de vivir, de reír y de llorar con su gente. En una palabra, de comunicarse con ella”. A lo que añadió espontáneamente:

“A mí me preocupa cuando se hacen reflexiones, pensamientos sobre el sacerdocio, como si fuera una cosa de laboratorio: este sacerdote, aquel otro sacerdote... No se puede reflexionar sobre el sacerdote fuera del santo pueblo de Dios. El sacerdocio ministerial es consecuencia del sacerdocio bautismal del santo pueblo fiel de Dios. Esto, no lo olviden. Si ustedes piensan en un sacerdocio aislado del pueblo de Dios, eso no es sacerdocio católico, no; ni tampoco cristiano”.

También les pidió: “Despójense de sí mismos, de sus ideas preconcebidas, de sus sueños de grandeza, de su autoafirmación, para poner a Dios y a las personas en el centro de sus preocupaciones cotidianas”. Y hablando libremente agregó:

“Para poner al santo pueblo fiel de Dios [en el centro], ser pastores: pastores. ‘No, yo querría ser sólo un intelectual, no pastor’: pero, pide la reducción al estado laico, te hará mejor, y sé un intelectual. Pero si eres sacerdote, sé pastor. Serás un pastor, en muchas formas de hacerlo, pero siempre en medio del pueblo de Dios. Lo que Pablo recordó a su amado discípulo: ‘Acuérdate de tu madre, de tu abuela, del pueblo, que te enseñaron’. El Señor dice a David: ‘Te he elegido de atrás del rebaño’, de ahí”.

Por último, el Obispo de Roma invitó a estos queridos hermanos sacerdotes a que tengan siempre grandes horizontes, a que sueñen  con una Iglesia totalmente al servicio, con un mundo más fraterno y solidario. Y que tengan en cuenta que “sólo permaneciendo arraigados en Cristo podrán experimentar una alegría que los mueva a ganar corazones”. Porque como les dijo el Papa:

La gratitud es siempre un arma poderosa

Tras invitarlos, a cultivar la gratitud al Señor por lo que son los unos para los otros, con sus propias limitaciones, fragilidades, y tribulaciones, el Papa les recordó que “siempre hay una mirada amorosa que se posa sobre ellos y que les da confianza”. La gratitud "es siempre – agregó el Santo Padre – un arma poderosa", tal como lo escribió en su Carta a los sacerdotes con motivo del 160 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney, del 4 de agosto de 2019. Arma que “nos permite mantener encendida la llama de la esperanza en los momentos de desánimo, soledad y prueba”. “Encomiendo a cada uno de ustedes, a sus familiares, al personal de su casa, así como a los miembros de la Parroquia de San Luis de los Franceses, a la intercesión de la Virgen María y a la protección de San Luis. Los bendigo de corazón, y les pido por favor que no se olviden de rezar por mí”.

El padre Landousies

Llegado a este punto el Papa explicó que tiene necesidad de sus oraciones, porque su ministerio no es fácil. “Y en los libros de espiritualidad – dijo – hay un capítulo – en algunos libros, pero pensemos en San Alfonso María de' Ligorio y en muchos otros – un capítulo sobre un tema y después un ejemplo, y algunos dicen: ‘Donde se prueba lo he dicho con un ejemplo’, y ponen un ejemplo de vida. Hoy, antes de que ustedes entraran, el padre Landousies  me dijo que a finales de junio dejará este cargo aquí, en la Curia: él ha sido mi traductor de francés durante mucho tiempo. Me dijo que se iría, que lo echaron: eso es importante, ¿no?”.Tras las risas de los presentes, Francisco prosiguió: “Pero me gustaría, de lo que he dicho, hacer un resumen en su persona. Un ejemplo. He encontrado en él el testimonio de un sacerdote feliz, de un sacerdote coherente, un sacerdote que fue capaz de convivir con mártires ya beatificados – a los conoció uno a uno – y también de vivir con una enfermedad de la que no se sabía qué era: con la misma paz, con el mismo testimonio.“Y aprovecho esto públicamente, también delante de L'Osservatore Romano, delante de todos, para agradecerle su testimonio, que tantas veces me ha hecho bien. Su forma de ser me ha hecho bien. Él se irá, pero va a hacer el ministerio en Marsella, y hará tanto bien con esta capacidad que tiene de acoger a todos; pero deja aquí el buen olor de Cristo, el buen olor de un sacerdote, de un buen sacerdote. Así que ante ustedes, gracias, gracias por todo lo que has hecho”.

Los océanos: Prioridad del Papa para la oración de septiembre

El Papa Francisco orienta su intención de oración hacia la protección de los mares y los océanos, "muchos de ellos amenazados hoy por diversas causas"

Nuestra solidaridad con la “casa común” nace de nuestra fe

En El Video del Papa del mes de septiembre, Francisco hace un llamado de atención sobre los espacios que “contienen la mayor parte del agua del planeta y también la mayor variedad de seres vivientes”: los mares y océanos. Preocupado por el estado actual de muchos de ellos, pide a todos los católicos que recen y actúen para que los políticos, los científicos y los economistas trabajen juntos en medidas de protección.

La edición del Video del Papa de este mes ha supuesto una coproducción entre Yann Arthus-Bertrand y su equipo de Hope Production, la agencia La Machi – Comunicación para las Buenas Causas y Vatican Media. Cabe destacar la trayectoria cinematográfica y fotográfica de Yann Arthus-Bertrand, que siempre ha estado orientada al cuidado del planeta y de los océanos.

Además, este video se lanza en el marco del Tiempo de la Creación, la celebración anual y global que une a cristianos de todo el mundo. Este año, se desarrollará desde el 1 de septiembre hasta el 4 de octubre.

Plásticos amenazan los océanos

Actualmente, 13 millones de toneladas de plástico se filtran en el océano cada año, lo que provoca, entre otros daños, la muerte de 100 mil especies marinas. La gravedad no reside únicamente en el hecho de que la mayoría de los plásticos quedan intactos durante décadas o siglos después de su uso. Además, aquellos que se deterioran acaban convirtiéndose en microplásticos, que tanto peces como otros animales marinos terminan consumiendo.

Cadena alimentaria contaminada

Esto pone en marcha una cadena alimentaria contaminada mundial. En sus “Objetivos de desarrollo sostenible”, la ONU se ha propuesto distintas metas para contrarrestar esta situación, conscientes de que los océanos proporcionan recursos naturales fundamentales como alimentos, medicinas, biocombustibles y otros productos; contribuyen a la descomposición molecular y a la eliminación de los desechos y la contaminación; y sus ecosistemas costeros actúan como amortiguadores para reducir los daños causados por las tormentas.

Este Video del Papa aborda el grave desafío de proteger los océanos. El fitoplancton oceánico es responsable de la producción de más de la mitad del oxígeno del planeta, por lo que se puede afirmar que los océanos son unos de los pulmones del mundo. Para afrontar la gestión injusta de los mares, hace falta un “enfoque interdisciplinario” que no puede dejar de lado a la persona humana.

Red Mundial de Oración del Papa

El P. Frédéric Fornos, SJ, Director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa (incluye el Movimiento Eucarístico Juvenil) recuerda que el año pasado, para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación (#SeasonOfCreation), el primero de septiembre, Francisco llamó a proteger los ecosistemas marítimos y “ante esta emergencia —subrayó el Papa— estamos llamados a comprometernos con mentalidad activa, rezando como si todo dependiese de la Providencia divina y trabajando como si todo dependiese de nosotros”.

El P. Fornos dijo que este mes de septiembre, Francisco invita a orar y actuar por la protección de los océanos, y de manera especial llama a los católicos a recordar que “nuestra solidaridad con la ‘casa común’ nace de nuestra fe. La Creación es un proyecto del amor de Dios a la humanidad”.

Yann Arthus-Bertrand, codirector del video del Papa: actuar para cuidar los océanos

El periodista y fotógrafo medioambientalista francés, Yann Arthus-Bertrand, reconocido por su larga trayectoria cinematográfica dedicada al cuidado del planeta, se pone detrás de las cámaras para codirigir la edición de septiembre de ‘El Video del Papa’, centrada en la protección de los mares y océanos.

“Creo que la solución para salvar el planeta será espiritual”, ha comentado Yann Arthus-Bertrand. “Es por ello un gran honor unirme al Papa Francisco en este llamado oficial y global para la acción. Comparto absolutamente sus valores y la visión que ha descripto en Laudato Si’. Es un orgullo para mí que juntos actuemos para abordar la cuestión vital de la protección de los entornos oceánicos”.

El Video del Papa sobre la protección de los océanos pide movilizarse por aquellos responsables de su protección y llama a todos los católicos a rezar y recordar que “nuestra solidaridad con la ‘casa común’ nace de nuestra fe”. Francisco centra su mirada en la importancia de la Creación, “que es un proyecto del amor de Dios a la humanidad”.

Los pecados contra la verdad

La mentira se relaciona con otros pecados que lesionan la verdad

A la verdad se oponen varios pecados:

1. LA MENTIRA

La mentira propiamente dicha. Consiste en decir una falsedad con intención de engañar, es decir, para inducir a error al que tiene el derecho de conocer la verdad. La gravedad se mide por la naturaleza de la verdad que deforma, por las circunstancias, por las intenciones del que la comete, por los daños padecidos por los que resultan perjudicados. Llega a ser mortal cuando lesiona gravemente las virtudes de la justicia y la caridad.

Con la mentira se relacionan otros pecados que lesionan la verdad; son los siguientes:

a) La falsificación de documentos y otros escritos. Es una mentira cualificada y de graves consecuencias. Muchas veces acompaña al pecado de fraude, es decir, cuando con la falsificación, se adueña del bien ajeno y simula el derecho. En este caso, a la mentira se suele añadir el abuso de un cargo o de una relación contractual. El que comete fraude está obligado a reparar el daño cometido, cuando pudo y debió preverlo.

b) La simulación. Es la mentira que se verifica con los hechos. Por ejemplo, el obrero que, ante la mirada del jefe, simula estar trabajando. No toda simulación es pecado: es pecado simular una acción mala por la mentira y el escándalo que con ello se da al prójimo; pero no lo es cuando se oculta con ella lo que debe permanecer oculto (como un secreto) o un pecado ya cometido, con el fin de evitar el escándalo del prójimo[1].

c) La hipocresía. Es una simulación especial que consiste en aparentar exteriormente lo que no se es en realidad. Se opone a la veracidad, y puede ser mortal o venial, según sea su objeto, su fin o las circunstancias que la acompañen.

d) La mentira periodística. Tiene una gravedad particular por ser mentira cualificada (es decir, de quien tiene por oficio publicar la verdad) y por la repercusión pública. De hecho puede ser responsable de falsas expectativas, falsos miedos; puede empujar a que alguien tome decisiones perjudiciales basándose en las noticias que ha escuchado o leído. Cuando tales mentiras quitan la fama equivale a la calumnia, particularmente grave por la publicidad dada al hecho. El que realiza tal obra está obligado a la reparación pública.

e) La restricción mental ilícita. No sólo es lícito sino también obligatorio el ocultar la verdad cuando su comunicación causaría daño a los oyentes o a otros. Si bien uno debe decir la verdad, no está obligado, en algunas circunstancias, a decir toda la verdad.

Esto suele hacerse mediante la restricción mental. Sin embargo, hay que distinguir varios fenómenos que tienen cierta semejanza entre sí pero no la misma moralidad.

- La «anfibología», es decir, el recurso a una expresión o frase equívoca, de doble sentido, cuyo verdadero significado conoce sólo quien la dice, pero que el oyente tomará casi seguramente en otro sentido. Por ejemplo, si alguien dice «le digo que no lo sé», no pretendiendo decir que no sabe algo sino «le digo las palabras siguientes: que no lo sé». Es algo ilícito y equivale a una mentira.
- La «restricción mental estricta»: es una especie de anfibología que consiste en trasladar con la mente una expresión o frase a un sentido distinto del que se desprende de la significación obvia de las palabras, pero en el cual no hay ningún rastro o indicio por donde pueda descubrirse la verdad. Así por ejemplo, si alguien dice «no he cometido tal falta» añadiendo interiormente «cuando tenía cinco años», o «vi Roma» añadiendo en su mente «en fotografías». En este caso jamás es lícita.
- La «restricción mental remota o lata», es como la anterior, pero queda alguna rendija por donde puede vislumbrarse la verdad. Hay que decir que es ilícita sin causa justa, pero puede ser lícita con causa justa y proporcionada:
 
* ilícita sin justa causa: porque si bien el prójimo podría descubrir la verdad si prestara atención al verdadero significado, sin embargo, ordinariamente no la presta y sufre un verdadero engaño.

* lícita con causa justa y proporcionada: porque en tal caso es una aplicación del voluntario de doble efecto. En este caso, el efecto bueno y querido es la guarda de un secreto (profesional, natural, sacramental) o el evitar un daño mayor, etc.; el efecto malo permitido es el engaño de la otra persona. ¿Cuándo hay causa justa y proporciona¬da? En general, siempre que sea obligatorio ocultar la verdad o cuando el prójimo formula imprudentemente una pregunta a la que no tiene ningún derecho[2].14:06
En general hay que desaconsejar el uso de la restricción mental por lo fácil que es engañarse sobre la existencia de causa proporcionada e incurrir en mentiras auténticas.

2. También se oponen a la verdad los pecados que lesionan la fama del prójimo

Estos son:

a) Juicio temerario. Consiste en admitir, incluso tácitamente, como verdadero, sin tener para ello fundamento suficiente, un defecto moral en el prójimo.

b) Maledicencia. Consiste en manifestar los defectos y las faltas de otros a personas que los ignoran, sin una razón objetivamente válida.

c) Calumnia. Consiste en dañar la reputación del prójimo afirmando cosas falsas o dando ocasión a juicios falsos respecto del mismo, mediante palabras contrarias a la verdad.

d) El falso testimonio. Consiste en una afirmación contraria a la verdad sobre el prójimo (calumnia) realizada ante un tribunal. Si además es pronunciada bajo juramento se denomina perjurio. Puede tener como intención condenar a un inocente o disculpar a un culpable o aumentar la sanción en que ha incu-rrido el acusado.

Puede ver la explicación de algunos de estos pecados en el Catecismo. nn. 2475-2487.

Meditaciones del 6 al 10 de junio del Sagrado Corazón de Jesús con audio

Meditación y oración para cada día del mes de Junio, dedicado a Sagrado Corazón

Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Nardo del 6 de Junio:

¡Oh Sagrado Corazón, valiente y obediente!

Meditación: Oh Delicioso Señor, que nos enseñaste desde Tu ímpetu juvenil a combatir, cuando a Tu Madre confiaste, a Tus dulces doce años, que a los doctores explicabas las cosas de Tu Padre. Eras apenas un niño, pero en Ti el Amor había vencido a todo temor, ya que cumplías con obediencia el Querer de Quien te había enviado. No importaban los escarnios, las burlas ni tu pequeñez, pues la Sabiduría y el Amor habían de vencer. ¡Que vergüenza la de mi pobre alma siempre llena de temor para defender las cosas de mi Dios, tanto con la voz como con el testimonio que doy! ¿Y no es el miedo acaso falta de Fe?, pues yo nada soy, todo lo es y lo hace el Señor. Entonces si El habita en mí, y me hace vivir, sólo tengo que servir para llegar a ser un instrumento y un puente hacia el Cielo.

Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Seamos discípulos del Señor haciéndolo conocer más y más, prediquemos a un hermano para que pueda encontrar a Cristo en su corazón.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

Nardo del 7 de Junio:

¡Oh Sagrado Corazón, qué sensible y sencillo sos!

Meditación: Me parece entrever por una ranura de la casa de Nazaret a un Joven trabajador que con habilidad modelaba un rústico trozo de madera; en el aire se percibe un rico olor a viruta fresca…parece absorto. De repente y ante una suave voz levanta Su cabeza…es el Rostro de Mi Señor, que diligente y obediente responde al llamado de Su Madre. En la otra habitación, en su lecho un anciano agonizante respira agitadamente…es el pobre papá José. En la Mirada Amorosa de aquel Joven Niño se reflejan tanto amor, tanto dolor, tanta paz. Entre tiernos cuidados y santas lágrimas José inicia su marcha, hasta que se abra la Puerta de la Morada Santa.

¿Somos capaces de imitar la sencillez y el amor que el Señor prodigó a todos los que tocó en Su vida terrena?. ¿O escapamos en el mundo de hoy del cuidado de los ancianos y necesitados?. Justificándonos en que tenemos nuestro trabajo y en que no podemos angustiarnos tanto, ni siquiera podemos dar una sonrisa para aquel que agoniza. ¡Tenemos que vivir…vivir para morir!. Amar de verdad es dar todo hasta desgarrar nuestro mísero corazón en ofrenda al Señor, como lo hizo el Redentor.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla:Demos cuidado y amor a un anciano necesitado, como lo hizo y lo hace el Señor.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

Nardo del 8 de Junio

¡Oh Sagrado Corazón, que enviaste al Espíritu Santo!

Meditación: Jesús que nos enviaste tu Santo Espíritu, que nos permitiste por Tu inmenso Amor ser templos del mismo Dios, para así vivir en Ti y recibir a la Divinidad en nuestra pobre casa, llenándola de gracias. Que seamos vasijas de barro, purificadas por el Fuego ardiente de Dios, para que Sus dones se derramen en nuestras almas. ¡Oh que sublime posesión sería ésta, ser poseídos por el Espíritu Divino que nos guía y renueva como verdadera Iglesia!.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla:Pidamos la efusión del Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros y sobre toda la Iglesia.
"Ven, Espíritu Santo, ven, por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, Tu Amadísima Esposa, ven¨" (se repite tres veces).

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

Nardo del 9 de Junio

¡Oh Sagrado Corazón, fuente inagotable de amor!

Meditación: Jesús tanto nos amó que no sólo hasta Su última gota de Sangre derramó, obedeciendo la Voluntad del Padre que lo envió, sino que también desde la Cruz nos dejó a Su Santísima Madre, a la más Bella Mujer que jamás existiría, para que sea nuestra guía. En Pentecostés, Ella, confirmando su apostolado, está reunida con los discípulos esperando la venida del Paráclito, cumpliendo así con lo señalado por su Divino Hijo. Así la Criatura más Perfecta, la Inmaculada, la Llena de Gracia, se convierte en Madre de la Iglesia, participando del misterio de la Corredención. Ella ve con dolor y con amor todas las asechanzas, tropiezos y persecuciones que el enemigo prepara frente a nosotros, interponiéndose para nuestra protección como la Mujer Vestida de Sol, y señalando el camino del regreso de Cristo.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Recemos el Rosario a la Santísima Virgen, para que sea nuestra protectora y nuestra guía.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
 
Nardo del 10 de Junio

¡Oh Sagrado Corazón, modelo de virtudes sos!

Meditación: Jesús, que desde pequeño fuiste perfecto, que corrías y cantabas dando al mundo esperanza, pues ya se acercaba la Primera Santa Pascua. La Luz del Sol se ocultaba en Tu interior, cubierta con pétalos de humildad y obediencia al Creador. ¿Por qué no entendemos los hombres que tenemos que imitarte, que es un honor llevar Tu imagen, y que debemos dejarnos modelar por Tus Benditas Manos de Carpintero, para llegar a ser a semejanza de Nuestro Maestro?. ¡Qué honor el nuestro!. Pero qué bajo que caemos, pues cuan pocos son los que quieren ser como Cristo, Nuestro Rey Divino. Cambiemos nuestro pobre corazón por Su Sagrado Corazón, sabiendo que recibiremos todos los gozos, pues así el Señor habitará en nosotros, y tendremos la dicha de participar en la Santa Llaga, pues la humanidad hoy le clava nuevamente en Su Sagrado Corazón la lanza.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Leamos la Santa Palabra para conocer más profundamente cómo es Nuestro Señor, y así llegar a ser Su imitación.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
 
El Papa: El testimonio cristiano es ser sal y luz para los demás

Homilía de Francisco en la Casa Santa Marta: Con pocas cosas nuestras, Dios hace milagros, hace maravillas


Ser sal y luz para los demás, sin atribuirse méritos. Este es «el sencillo testimonio habitual», la «santidad de todos los días»,  a la que está llamado el cristiano. Lo subrayó el Papa el 12 de junio de 2018 en la homilía de la misa en la Casa Santa Marta del Vaticano.

El testimonio más grande del cristiano es dar la vida como hizo Jesús, es decir, el martirio.

Pero hay también otro testimonio, el de todos los días, que empieza por la mañana cuando se despierta, y termina por la noche cuando se va a dormir.

“Parece poca cosa”, pero el Señor “con pocas cosas nuestras hace milagros, hace maravillas”, dice Francisco.

Testimonio humilde.

Por tanto, hay que tener esta actitud de “humildad”, que consiste en buscar solo ser sal y luz. Sal para los demás, luz para los demás, porque la sal no se da sabor a sí misma, siempre está al servicio. La luz no se ilumina a sí misma, está siempre al servicio. Sal para los demás.

Sal pequeña que ayuda a las comidas, pero pequeñas. En el supermercado, la sal no se vende a toneladas, no … Enpequeñas bolsas; es suficiente. Y además, la sal no se vanagloria de sí misma porque no sirve en sí misma. Está allí para ayudar a los demás: ayudar a conservar las cosas, a dar sabor a las cosas. Testimonio sencillo.

Seamos anónimos

Ser cristiano cada día significa, por tanto, ser como la luz que –reafirma el Papa–: “está para la gente, está para ayudarnos en las horas de oscuridad”.

El Señor nos dice así: “Tú eres sal, tú eres luz”- “Ah, ¡es verdad! Señor, es así. Atraeré a mucha gente a la iglesia y haré …” – “No, así harás que los demás vean y glorifiquen al Padre. Ni siquiera se te atribuirán méritos.

Nosotros cuando comemos no decimos: “¡Ah, qué buena la sal!”, ¡No!: “Buena la pasta, buena la carne, buena …”. No decimos: “Buena la sal”.

De noche cuando vamos por la casa, no decimos: “Buena la luz”, no. Ignoramos la luz, pero vivimos con esa luz que ilumina. Esta es una dimensión que hace que nosotros los cristianos seamos anónimos en la vida.

“No somos protagonistas de nuestros méritos”, subraya en conclusión el Papa, así que no hay que hacer como el fariseo que da gracias al Señor pensando que es santo.

Y una bella oración para todos nosotros, al final del día, sería preguntarse: “¿He sido sal hoy? ¿He sido luz hoy?”. Esta es la santidad de todos los días. Que el Señor nos ayude a comprender esto.

PAXTV.ORG