«Servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios»

Sistach, con el Papa, camino del Sínodo

"Escuchad a las mujeres", piden las auditoras a los padres sinodales
Sistach aboga por mejorar la preparación al matrimonio: "Es preferible prevenir que curar"
El cardenal de Barcelona defiende la reforma de las nulidades, que "resuelve muchos problemas de conciencia"

Redacción, 20 de octubre de 2015 a las 16:03

Si vosotros, Padres sinodales, no les prestáis atención , si no las escucháis , corréis el riesgo de hacer que se sientan aún más desgraciadas, porque su familia es muy diferente de la que habláis

El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, ha propuesto ante el Sínodo de la Familia que los cursillos pre-matrimoniales se intensifiquen "en tiempo y en contenido" e incluyan un encuentro con Jesús al constatar que muchas personas que vienen a recibir esta catequesis "han dejado de lado la fe, no tienen formación religiosa, no practican, su fe tambalea un poquitín".

"Un encuentro con Jesús se hace necesario porque si no se da ese encuentro, a lo mejor es que su mentalidad no se adecúa al contenido del Evangelio", ha subrayado durante su intervención en una rueda de prensa en el Vaticano, tras finalizar la sesión de debate del Sínodo de Obispos de la Familia en el que participa.

El purpurado español ha reconocido que durante la asamblea sinodal "se ha hablado bastante de la preparación al matrimonio" y ha especificado que hay tres tipos de catequesis. La primera es la que prepara "a los adolescentes y jóvenes a través de una formación humana y cristiana para que sean aptos y capaces que tengan un garantía también matrimonio como una comunidad de vida y amor". Después ha hablado de una preparación más próxima en la que los novios "se vayan preparando para el matrimonio para compartir esa comunidad de amor". Así ha resaltado que se han dado casos en catequesis en las que las parejas han llegado a la conclusión de que no están hechos "el uno para el otro". La última sería la preparación "inmediata".

En definitiva, ha recalcado la necesidad de "evitar separaciones" a través de una preparación matrimonial más profunda. "Si llegan los divorcios, desgraciadamente llegan, qué le vamos a hacer pero hay que intentar evitarlos. Se ha puesto de evidencia que es muy importante la preparación para el matrimonio. Es preferible prevenir que curar", ha reflexionado el cardenal catalán.

Durante su intervención, Sistach ha defendido que la reforma recientemente aprobada por el Papa Francisco para agilizar el proceso de nulidades matrimoniales "resuelve muchos problemas de conciencia" y permite a parejas que se han casado y posteriormente divorciado "poder rehacer su vida no solo delante de Dios, sino también delante de la Iglesia" de manera gratuita.

"Permite que las Conferencias Episcopales ayuden a que las diócesis puedan hacer efectiva esta gratuidad para que todos los cristianos que se encuentran en situación matrimonial pues difícil puedan encontrar una solución y que no dependa del dinero, de sus bolsillos", ha enfatizado.
Sin embargo, ha explicado que toda "declaración nulidad" es el reflejo de un matrimonio fallido que "hace sufrir" pero que permite a las personas sobre todo si son jóvenes que puedan "rehacer su vida". "Las nulidades arreglan un problema a nivel de concienciasobre todo para aquellos que ya se han unido en otra relación, pero creo que el divorcio es un fracaso para los esposos", ha detallado


Sistach ha aseverado que "esta reforma armoniza plenamente la fidelidad a la indisolubilidad del matrimonio y la misericordia de la iglesia". En este sentido, Sistach ha hablado desde su experiencia como juez eclesiástico en el Tribunal de Barcelona cuando, según ha dicho, veía "sufrir a muchas familias". Así, ha explicado que esta reforma "agiliza el proceso" ya que hace ejecutiva la nulidad con una única sentencia afirmativa -si no hay apelación- y "ya pueden contraer matrimonio canónico".

Además, ha destacado que hace más breve los tiempos del proceso. Por otro lado, ha enfatizado que hay pleno respeto a la indisolubilidad del matrimonio porque "si se inicia un proceso breve y se revela que lo que parecía ser, no resulta, se pasa al proceso ordinario". Igualmente, ha subrayado que esta reforma pone en valor la "cercanía del proceso con las familias donde viven, en primera y en segunda instancia".
En todo caso, el cardenal español ha señalado que el problema de la aplicación de la reforma es que no hay personal suficiente y debidamente preparado en materia canónica en todos los tribunales eclesiásticos del mundo. Sin embargo ha explicado que "los fieles si su matrimonio es nulo tienen derecho a que se lo digan cuanto antes".

Por otro lado, y según informa el VIS, el papel de la mujer en la familia, la sociedad y la Iglesia, las diferencias culturales, la inquietud por la ética en la medicina, la situación de los familias cristianas perseguidas y también los testimonios de personas comprometidas con la catequesis familiar, dominaron las intervenciones de los auditores en el Aula del Sínodo durante las congregaciones generales del jueves 15 y el viernes, 16 de octubre, que se publican hoy.

Así, la responsable de la Organización de Mujeres Católicas en Nigeria, Agnes Offiong Erogunaye, recordó a los Padres Sinodales que las mujeres africanas son conocidas por ocuparse de sus familias, con o sin la contribución de sus cónyuges y especificó que ese papel es todavía mas fuerte frente a la insurgencia del grupo terrorista de Boko Haram porque las mujeres redoblan sus esfuerzos para que sus familias sobrevivan. 'Partiendo de mi experiencia con las mujeres en este momento difícil puedo decir con orgullo que, aunque el hombre sea el cabeza de familia, la mujer es el corazón. Cuando el corazón deja de latir la familia muere, porque el fundamento es sacudido y la estabilidad se destruye. En Nigeria, las mujeres católicas no son sólo constructoras de hogares. Son una gran fuerza a tener en cuenta cuando se trata de espiritualidad y economía, del crecimiento de la Iglesia'', afirmó Eroguyane.

Por su parte, la estadounidense Sor Maureen Kelleher, citando el Instrumentum Laboris donde se escribe que la Iglesia debe infundir en las familias un sentido de pertenencia eclesial, un sentido del ''nosotros'', en el que ningún miembro se olvida y todos deben ser alentados a desarrollar sus capacidades para realizar su proyecto de vida al servicio del Reino de Dios, lanzó un llamamiento a la Iglesia, '' mi familia -dijo- a responder al desafío de inculcar en nuestra familia, la Iglesia, un sentido del ''nosotros'', para animar a cada persona - hombre o mujer que sea- a desarrollar sus habilidades para servir al Reino de Dios. Pido a nuestros líderes de la Iglesia que reconozcan cómo muchas mujeres que se sienten llamadas a ponerse al servicio del Reino de Dios no encuentran un lugar en nuestra Iglesia. A pesar de sus grandes dotes no pueden llevar sus talentos a las mesas de toma de decisiones y de planificación pastoral. Tienen que ir a otros lugares para estar al servicio de la construcción del Reino de Dios. En 1974, en el Sínodo sobre la Evangelización, una de nuestras hermanas, Sor Margarita María, fue una de las dos monjas designadas por la Unión de Superiores Generales. Hoy, 40 años después, somos tres''.

''La iglesia necesita escuchar a las mujeres...porque solo en la escucha mutua actúa el verdadero discernimiento -subrayó Lucia Scaraffia, profesora de Historia Contemporánea en la Universidad de Roma- Las mujeres son las grandes expertas de la familia: si salimos de las teorías abstractas, habría que dirigirse especialmente a ellas para saber que hacer, como sentar las bases de una nueva familia, abierta a la relación con todos sus miembros, y no fundada ya sobre la explotación de la capacidad de sacrificio de la mujer, sino que asegure a todos un alimento afectivo solidario. En cambio, tanto en el texto como en las contribuciones, de las mujeres, de nosotros, se habla muy poco. Como si las madres, hijas, abuelas, esposas, es decir, el corazón de la familia, no formasen parte de la Iglesia, de esa Iglesia que abarca el mundo, que piensa, que decide. Como si se pudiera continuar -incluso con respecto a la familia- fingiendo que no existen mujeres. Como si se pudiera continuar olvidando la nueva mirada, la nueva y revolucionaria relación que Jesús tenía con las mujeres''.


'Muy diferentes son las familias en el mundo, pero en todas son las mujeres las que juegan el papel más importante y decisivo para garantizar su solidez y su duración. Y cuando se habla de familias no se debería hablar siempre y solo de matrimonio; crece el número de familias con una madre sola y sus hijos. Son las mujeres, de hecho, las que se quedan con sus hijos, aunque estén enfermos, o discapacitados, o sean el resultado de una violencia. Estas mujeres, estas madres, casi nunca han seguido cursos de teología, a menudo ni siquiera están casadas, pero dan un maravilloso ejemplo de conducta cristiana. Si vosotros, Padres sinodales, no les prestáis atención , si no las escucháis , corréis el riesgo de hacer que se sientan aún más desgraciadas, porque su familia es muy diferente de la que habláis. Vosotros, habláis demasiado pronto de una familia abstracta, una familia perfecta que no existe, una familia que no tiene nada que ver con las familias reales que Jesús encuentra o con las que habla. Una familia tan perfecta que no parece necesitar ni su misericordia, ni su palabra: "No he venido para los sanos, sino para los enfermos, no para los justos sino para los pecadores."

Suscita siempre atención la cuestión de los matrimonios mixtos, como expuso el reverendo Garas Boulos Garas Bishay, párroco de Santa María de la Paz en Sharm El Sheik (Egipto), que manifestó su preocupación por un fenómeno socio cultural muy difundido en las zonas turísticas como en la que él vive, es decir ''los matrimonios mixtos entre mujeres cristianas, procedentes de Rusia y Europa con hombres musulmanes. La sharia islámica -especificó- autoriza solamente a los hombres de religión musulmana que se casen con mujeres de otra religión y nunca viceversa. Ciertamente ese fenómeno, con el movimiento demográfico de masas y el número creciente de refugiados y migrantes que tienden a establecerse en Europa, no afecta solamente a los países de mayoría islámica o a las zonas turísticas, sino que inevitablemente afectará también a Occidente y por eso merece ser estudiado y afrontado seriamente. Se trata de familias de moral mixta y de doble pertenencia cultural y religiosa...No hay que olvidar que el derecho islámico autoriza la poligamia y el Corán obliga a los padres a la educación islámica de los hijos...Hay una antropología cultural y religiosa profundamente diversa que puede suscitar graves crisis en la pareja, hasta llevarla a fracturas irreparables y a consecuencias que recaen gravemente en los hijos''.

De diversidades culturales habló también Maria Harries que se ocupa de los Servicios Sociales Católicos en Australia, poniendo como ejemplo la condición de los aborígenes, el grupo más marginado, compuesto por muchos grupos lingüísticos diferentes, portadores a su vez, de diferentes tradiciones familiares. ''Para la mayoría de ellos es ajena la idea de familia presentada por la enseñanza de la Iglesia. Para algunos, el sistema matrilineal significa que tienen muchas madres. El niño se cría en un grupo de parentesco, no con una madre y un padre. Las mujeres desempeñan un papel dinámico en su mundo parental y esperan que sean visibles. En palabras de uno de los líderes aborígenes: "Al no tener visibles a las mujeres en el altar y en la vida de nuestra Iglesia, estamos ocultando de la vista a nuestras madres, hermanas e hijas''. Al recibir el Evangelio piden que nuestra Iglesia no los colonice como hicieron los antepasados de nuestra nación. El desafío para nuestra Iglesia es incorporar formal e institucionalmente el diálogo intercultural y adoptar sistemas con los australianos indígenas que honren y no violen su cultura''.

Harries, que ha trabajado durante cuarenta años con personas que han sufrido abusos sexuales en las familias, de los cuales veinte también con las víctimas de abusos por parte del clero, recalcó que ''todo abuso sexual está relacionado con el abuso de poder. ... La evidencia horrible de abuso de niños en familias e instituciones y nuestra incapacidad para responder adecuadamente ha ocasionado a la Iglesia en Australia y por supuesto en otros lugares un dolor muy profundo....En palabras de Francisco, mientras todos rezamos para ''recibir la gracia de la vergüenza" , necesitamos formas locales y colectivas de dar una respuesta a estas víctimas y a sus familias y cada uno, en nuestra agonía personal, debemos escuchamos unos a otros muy profundamente. Partiendo de nuestros fracasos y del dolor que los acompaña, tenemos la oportunidad de aprender colectiva y quizás incluso doctrinalmente, y de volver a tomar contacto y acompañar a las miles de familias que hemos perdido''. 


Brenda Kim Nayoug se refirió a lo que en Corea del Sur llaman Generación Sampo, o sea, la que se salta el noviazgo, el matrimonio y los hijos. ''Muchos jóvenes de la nueva generación -explicó- han renunciado a estas tres cosas por presiones sociales y problemas económicos. Debido al paro muchos se ven obligados a aplazar su matrimonio y olvidan que el matrimonio es una llamada de Dios''. ''Queridos Padres -exclamó- la vida de casados es un largo camino. Puede haber múltiples posibilidades de perderse o de herirse en ese viaje de vida, por eso la Iglesia debería abrirse y acompañar a las personas verdaderamente en las varias etapas de su vida matrimonial, enseñándolas a no renunciar sino a encontrar la belleza de la familia cristiana''. Otro tema recurrente en las intervenciones fue el de la sexualidad conyugal y la ética en la medicina. El pediatra peruano Edgar Humberto Tejada Zeballos dijo al respecto: ''Hay parejas que creen que el tener un hijo es un derecho, sin tener presente que los hijos son un don de Dios, y acuden así a medidas que además de ser un atentado contra la moral, cuestan la vida de inocentes, tales como la fecundación in vitro, en cuyos procedimientos muchos embriones son eliminados, son quemados, son congelados o se comercializan. Acuden también a los vientres de alquiler y a otras medidas eh? denegadas de moral, trayendo como consecuencia un gran número de embriones sacrificados sin misericordia o usados en experimentos, o congelados. Santo Padre, creo que en el documento de trabajo, en los numerales 140 y 141 se podrían mencionar claramente estas amenazas a la vida y a la familia, y asi poder tal vez hacer llegar estos conocimientos a muchos cristianos que quizás por ignorancia cometen estas inmoralidades''. Entre los auditores se encontraba también el matrimonio romano formado por Patrizia y Massimo Paloni del Camino Neocatecumenal, con doce hijos, en misión en Holanda para anunciar el Evangelio en las que definieron ''periferias existenciales de Europa''. Ambos expresaron su gratitud al beato Pablo VI por la encíclica Humanae Vitae que les hizo entender que ''la paternidad responsable no es decidir el número de hijos, sino más bien ser conscientes de la grandeza de colaborar con Dios en la creación de hijos para la eternidad''. ''Todos los días -afirmaron- vemos a nuestro alrededor tantos sufrimientos, separaciones, abortos, personas solas y sin esperanza. El mundo espera el testimonio de la familia cristiana y estamos convencidos de que la salvación de la humanidad pasa a través dela familia cristiana... Como hemos experimentado la comunidad cristiana salva a la familia y la familia salva a la Iglesia''. Sor Berta María Porras Fallas, de Costa Rica, insistió al respecto en la necesidad de la formación para la ''realización vocacional'' y propuso tres ejes prioritarios en la pastoral de los jóvenes. ''Primero, amar en discernimiento, con los temas formación para el discernimiento y discernir la misión. Segundo, amar en pareja, hombre y mujer, con los temas hombre y mujer los creó y el análisis de los desafíos actuales. Tercero, amar en donación sexual. Temas: sexualidad humana como un bien, el amor conyugal y atreverse a amar''. Por último, la pareja Marqus Odeesho, en nombre de las familias cristianas en Iraq, contó como los cristianos de Nínive se vieron obligados de la noche a la mañana a dejar sus tierras, sus trabajos, sus recuerdos, sus escuelas y todo lo que había sido suyo. ''Fue una experiencia durísima -dijeron- Solo las palabras de Jesús: ''Bienaventurados los que padecen persecución a causa de la justicia porque de ellos es el Reino de los Cielos'' nos consolaban. Entonces empezamos a escuchar el testimonio de otras familias desplazadas que nos decían que a pesar de los sufrimientos y la aspereza del desplazamiento, la cercanía a la Iglesia les ayudaba y sentían que su fe se reforzaba y maduraba, así comenzamos a compartir actividades espirituales...Hoy los retos continúan, hay secuestros, bombardeos, saqueos y terror. Pero, a pesar de esta situación, hay todavía muchas familias comprometidas con su tierra y su Iglesia, que dan testimonio de su fe y piensan que esta persecución aportará frutos a la Iglesia de Cristo, como sucedió con la Iglesia primitiva cuando difundía la Buena Nueva''.

Evangelio según San Lucas 12,39-48. 

Jesús dijo a sus discípulos: "Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada". Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?". El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si este servidor piensa: 'Mi señor tardará en llegar', y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles. El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más." 

San Fulgencio de Ruspe (467-532), obispo en África del Norte Sermón I, 2-3; CCL 91 A, 889

«Servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios»

Para precisar el cometido de los servidores que ha colocado a la cabeza de su pueblo, el Señor dice esta parábola en el Evangelio: ¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el Señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, cuando llegue, encuentre haciéndolo así» (Lc 12, 42-43)... Si nos preguntamos por esta medida de trigo, san Pablo nos dice: «Es la medida de la fe que Dios os ha otorgado» (Rm 12,3). Lo que Cristo llama medida de trigo, Pablo dice medida de la fe, para enseñarnos que no hay otro trigo espiritual que el venerable misterio de la fe cristiana. Esta medida de trigo os la damos en nombre del Señor cada vez que, iluminados por el don espiritual de la gracia, os hablamos según la regla de la verdadera fe. Esta medida, la recibís por los administradores del Señor cada día que escucháis de boca de sus servidores la palabra de verdad.

Que sea nuestro alimento esta medida de trigo que Dios nos distribuye. Sea el alimento de nuestra buena conducta para llegar a la recompensa de la vida eterna. Creamos en el que se da a sí mismo como alimento a nosotros para que no desfallezcamos en el camino, y que se reserva como nuestra recompensa para que encontremos el gozo en la patria. Creamos y esperemos en él; amémosle sobre todo y en todo. Porque Cristo es nuestro alimento y será nuestra recompensa. Cristo es el alimento y el consuelo de los viajeros en el camino; saciedad y exultación de los bienaventurados en su descanso.

San Malco de Maronea

San Malco, monje. Conmemoración de san Malco, monje, del que san Jerónimo expuso por escrito el testimonio de su ascesis y de su vida en Maronea, cerca de Antioquía de Siria.

Los datos que poseemos sobre san Malco proceden de san Jerónimo, quien afirma haberlos oido de labios del propio santo. Hallándose en Antioquía, hacia el año 375, san Jerónimo visitó la ciudad de Maronia, que distaba unos cincuenta kilómetros, y conoció allí a un anciano muy piadoso llamado Malco (Malek). Interesado por lo que había oído contar sobre él, san Jerónimo interrogó personalmente a Malco, quien le refirió su historia. Había nacido en Nísibis y era hijo único. Desde muy joven, determinó consagrarse enteramente a Dios. Como se sintiese inclinado a casarse, huyó inmediatamente al desierto de Kalkis para reunirse con unos ermitaños. A los pocos años, se enteró de la muerte de su padre y pidió permiso a su abad para ir a consolar a su madre. El abad no vio con buenos ojos el proyecto y advirtió a Malco que se trataba de una sutil tentación del demonio. Malco insistió en que había heredado de su padre algún dinero con el que pensaba contribuir al ensanchamiento del monasterio, pero el abad, que era un hombre de Dios y sabía a qué atenerse, no se dejó persuadir y rogó a su joven discípulo que renunciase al proyecto. Sin embargo, Malco pensó que tenía el deber de ir a consolar a su madre y partió en contra de la voluntad de su abad.

La caravana en la que viajaba Malco fue atacada por los beduinos, entre Alepo y Edesa, y uno de los cabecillas lo tomó prisionero junto con una joven y condujo a ambos al corazón del desierto, más allá del Eufrates. Alli Malco se vio obligado a pastorear los rebaños del beduino, cosa que no le desagradaba. Naturalmente no le gustaba vivir entre gentiles, bajo el terrible sol del desierto al que no estaba acostumbrado. Pero, como él decía: «parecíame mi suerte muy semejante a la del santo Jacob y a la de Moisés, ya que ambos habían sido pastores en el desierto. Me alimentaba de dátiles, queso y leche. Oraba incesantemente en mi corazón y solía cantar los salmos que había aprendido entre los monjes». El amo de Malco, que estaba muy satisfecho con él, pues los esclavos no eran ordinariamente tan obedientes y fáciles de manejar como aquel prisionero, decidió buscarle una compañera. Un miembro de una tribu errante del desierto no podía comprender que un hombre determinase libremente permanecer célibe, ya que los jóvenes que aún no se habían casado, estaban obligados a vivir como criados en la tienda de otro hombre, puesto que únicamente las mujeres podían hacer los trabajos domésticos para atender a los hombres. Cuando el beduino ordenó a Malco que contrajese matrimonio con su compañera de cautiverio, éste se alarmó, dado que era monje y sabía que la joven era casada. Sin embargo, según parece, la joven no se oponía al proyecto. Pero cuando Malco declaró que estaba dispuesto a suicidarse antes que contraer matrimonio, la joven, herida en su amor propio (pues la naturaleza humana es siempre la misma a través de los siglos), le dijo que no tenía el menor interés por él y que podían simplemente fingir que estaban casados para complacer a su amo. Así lo hicieron, por más que la situación no satisfizo del todo a ninguno de los dos. Malco confesó a san Jerónimo: «Llegué a querer a esa mujer como a una hermana, pero sin poder tenerle la confianza que se tiene a una hermana».

Un día en que Malco se entretenía en observar un hormiguero, se le vino a la cabeza la idea de que la vida ordenada y laboriosa de los monjes se asemejaba mucho a la de una colonia de hormigas. Ese recuerdo le entristeció mucho, pues recordó cuán feliz había sido entre los monjes. Aquélla misma noche, al volver del pastoreo, dijo a su compañera que estaba decidido a huir. Ella, que quería también ir a reunirse con su marido, resolvió partir con Malco. Así pues, ambos huyeron juntos una noche, llevando sus provisiones en dos pellejas de cabra. Inflando las pellejas, consiguieron atravesar el Eufrates. Pero, al tercer día de marcha, divisaron a su amo y a otro hombre, que venían en su busca, jinetes en sendos camellos. Inmediatamente se escondieron cerca de la entrada de una caverna. El amo de Malco, imaginando que se habían refugiado allí, envió a su compañero a buscarlos. Como éste no volviese, el beduino penetró en la caverna y tampoco volvió a salir. ¡Cuál no sería el asombro de Malco y su compañera cuando vieron salir de la caverna una leona con su cachorro en el hocico y dentro encontraron a los dos beduinos muertos! Inmediatamente se apoderaron de los camellos y partieron con la mayor rapidez posible.

Al cabo de diez días, llegaron a un campamento romano en Mesopotamia. El capitán, a quien refirieron su historia, los envió a Edesa. San Malco retornó más tarde a su ermita de Kalkis y fue a terminar sus días en Maronia, donnde le conoció san Jerónimo. Su compañera de cautiverio no consiguió encontrar a su marido. Entonces, acordándose del amigo con el que había compartido tantas penas y que la había ayudado a escapar, fue a establecerse cerca de él, sin impedirle el servicio de Dios y de sus prójimos. Ambos murieron a edad muy avanzada.

En Acta Sanctorum, oct., vol. IX, puede verse el texto de san Jerónimo ampliamente comentado. Un monje de Canterbury, Reginaldo (quien falleció hacia 1110), compuso varios poemas sobre san Malco; cf. The Oxford Book of Medieval Latin Verse (1928), pp. 73-75, y p. 221, núm. 50. En Classical Bulletin, 1946 (Saint Louis, U.S.A.), pp. 31-60, puede verse el texto y una traducción inglesa. Dichos poemas son de poco valor histórico, ya que fueron compuestos probablemente con miras a la edificación. 
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

La historia de la Virgen de la Nube
Una devoción estrechamente relacionada a la historia de Ecuador y Perú, que rinden su tributo de amor a María en esta advocación

Nuestra Señora de la Nube es una advocación mariana del Ecuador. La imagen de la Virgen María, se presenta como una reina, en su mano derecha sujeta un cetro; la azucena representa su coraza y el olivo su fruto, símbolo de su vinculación con Israel; su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús que lleva al mundo en sus manos. Le sirve de pedestal la luna y las nubes.

Dice esta historia que en 1696, el obispo don Sancho de Andrade y Figueroa de Quito estaba enfermo y desahuciado por lo que el pueblo de Guápulo, de gran devoción a la Virgen María, decidió organizar una novena por su salud; una procesión del Rosario salió camino a la catedral el 30 de diciembre y de repente una imagen de María apareció, formada por las nubes. Cerca de 500 personas fueron testigos del maravilloso hecho, mientras el obispo se curó repentinamente.

La aparición
En la tarde del 30 de diciembre fue sacada en procesión de rogativa con el acompañamiento de unas quinientas personas. A eso de las 4:45 de la tarde, habiendo llegado al final del pretil de San Francisco, al concluir la segunda decena del rosario, se hizo la señal con la campanilla para que todos se arrodillasen para entonar el “Gloria Patri”. De repente, se vio claramente en el cielo, en dirección al caserío de Guápulo, una figura formada por nubes, de gran tamaño.

Fue entonces que el presbítero José de Ulloa y la Cadena, capellán del Monasterio de la Limpia Concepción de Quito, exclamó a voz en cuello: “¡La Virgen, la Virgen!”, y todos volvieron la mirada hacia el lugar señalado, viendo nítidamente sobre los aires, la figura de María Santísima dibujada por las nubes: “Estaba la imagen de pie sobre otra nube más oscura y densa que le servía como pedestal o trono. Llevaba corona en las sienes y en la mano derecha un ramo de azucenas a manera de cetro. Con la izquierda estrechaba al Divino Niño Jesús, hacia quien tenía dulcemente inclinada la cabeza. Sobre los cabellos y espalda flotaba un airoso velo formado igualmente de una nube. Vestía una cándida túnica de sencillos y ondulantes pliegues, media oculta por un manto de amplitud majestuosa y regia”.
La aparición duró lo suficiente para que todos pudieran darse cuenta perfectamente de ella y, terminada la procesión, muy a la usanza española, se levantó un acta. En ella, declara la máxima autoridad local: el Presidente de la Audiencia y otros testigos calificados, como consta en el proceso que hasta hoy se conserva en el Archivo Arzobispal de Quito.

El pueblo católico del Ecuador rinde su tributo de amor a María, con la advocación de Virgen de la Nube.

La fiesta de la Virgen de la Nube reúne a los migrantes
Al iniciar cada año, concretamente, cada primero de enero miles de creyentes de Ecuador y del exterior llegan a la ciudad de Azogues para venerar y participar de todos los actos preparados por los franciscanos, entre los que se destaca la procesión.

La devoción por la Virgen de la Nube de Azogues no tiene fronteras. Los feligreses llegan de todas partes del país y del extranjero para agradecer por los favores recibidos. En la romería los ecuatorianos que viven en el exterior, regresan para agradecer los favores recibidos. La festividad religiosa es una tradición desde 1912.
Los confesionarios se repletan. La afluencia se incrementa cada primero de enero. En esa fecha, la iglesia no da abasto para recibir a los miles de fieles que la visitan y los hermanos franciscanos, con el apoyo de religiosos de otras comunidades, confiesan en esta festividad de la Virgen a miles de penitentes.

Nuestra Señora de la Nube en Perú
En el Perú, como un homenaje a la cuna de nacimiento de sor Antonia Lucía del Espíritu Santo, se decidió colocar este lienzo para acompañar al Señor de los Milagros en la parte posterior de las andas sagradas el 20 de octubre de 1747. Ambas salen en procesión multitudinaria en Lima en el mes de octubre. Muestra a sus pies, en posición orante al obispo favorecido de su mano, Sancho de Andrade y Figueroa, y sobre el terreno se observa una pequeña iglesia, que algunos identifican como la parroquia de Guápulo o el santuario de Las Nazarenas.

Si bien la creencia popular ubica a la Virgen de la Nube como un culto de 1800, la Madre Antonia, fundadora del monasterio de Las Nazarenas y ecuatoriana de nacimiento, habría traído la devoción en el siglo XVII. En esa época circularon también en el Ecuador muchos óleos retratando a esta Virgen y uno de ellos podría haber llegado al Perú.

Luis Fernando Figari, con Benedicto XVI

Luis Fernando Figari, sancionado por la orden a una vida de retiro en Roma
El Sodalicio reconoce los hechos y pide perdón a las víctimas de su fundador

"Rechazamos con firmeza estas acciones", asegura un comunicado de la congregación. El movimiento laico católico Sodalicio de Vida Cristiana, pidió perdón a quienes fueron víctimas de abusos por parte de jerarcas de esa comunidad religiosa reconocida oficialmente por El Vaticano desde 1997, según un comunicado difundido el lunes en Lima.

El Papa, en la audiencia

"Libertad y fidelidad no se oponen, al contrario se sostienen"
Papa: "Es necesario restituir el honor social a la fidelidad del amor"
"Ninguna otra escuela puede enseñar la verdad del amor, si la familia no lo hace"

José Manuel Vidal, 21 de octubre de 2015 a las 10:30

Y rezamos por los padres del Sínodo: el Señor bendiga su trabajo, realizado con fidelidad creativa

(José M. Vidal).- Audiencia papal en la recta final del Sínodo de la familia.Con un canto deFrancisco "a la fidelidad conyugal". Una fidelidad que, según el Papa, no se opone a la libertad y a la que hay que "restituir honor social", porque "ninguna otra escuela puede enseñar la verdad del amor, si la familia no lo hace". Lectura del Salmo 98 "Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su misericordia y de su fidelidad en favor de la casa de Israel..."

Algunas frases de la catequesis del Papa
"Toda la realidad familiar está fundada sobre la promesa"
"La familia vive de la promesa de amor y de fidelidad que se hacen el hombre y la mujer"
"Compartir las penas y las alegrías"
"Una familia que se cierra sobre sí misma es una contradicción"
"La fidelidad a la promesa de la vida familiar aparece debilitada"
"Buscar la propia realización es exaltado como un principio innegociable de la propia felicidad"
"El amor, como la amistad, deben su fuerza y su belleza al hecho de que generan un vínculo sin quitar la libertad"
"Sin libertad no hay amistad ni amor ni matrimonio"
"Libertad y fidelidad no se oponen, al contrario se sostienen"
"Hay inflación de promesas no mantenidas"
"La fidelidad es una promesa que crece en la libre obediencia a la palabra dada"
"La fidelidad es una esperanza que quiere ser cultivada en común"


"Hablando de fidelidad, me viene a la mente lo que cuentan nuestros ancianos: aquellos tiempos en los que, para un acuerdo, era suficiente un apretón de manos...Había fidelidad a la promesa". "La fuerza y la persuasión de la fidelidad es un milagro. El honor a la palabra dada. La fidelidada a la promesa no se puede comprar ni vender"
"Es necesario restituir honor social a la fidelidad del amor conyugal"
"Es necesario sustraer a la clandestinidad el diario milagro de millones de hombres y mujeres que regeneran su fundamento familiar"
"Ninguna otra escuela puede enseñar la verdad del amor, si la familia no lo hace".
"Ninguna ley puede imponer la belleza de la herencia de este tesoro de la dginidad humana, si el vínculo personal entre amor y generazión no la inscribe en nuestra carne".
"La misma Iglesia encuentra aquí una bendición a custodiar"
"Que Dios nos conceda estar a la altura de esta promesa"
"Que el Señor bendiga el trabajo de los padres sinodales, desarrollado con fidelidad creativa y con la firme esperanza de que el Señor es el primero en ser fiel a sus promesas".

Texto completo del saludo del Papa en español
Queridos hermanos y hermanas:

Reflexionamos hoy acerca de la fidelidad a la promesa de amor entre el hombre y la mujer sobre la cual está fundada la familia, y que lleva en sí el compromiso de acoger y educar a los hijos, cuidar de los padres ancianos y de los miembros más débiles de la familia, ayudándose mutuamente a desarrollar las propias cualidades y a aceptar las limitaciones.

En la actualidad, algunos factores como la búsqueda a toda costa de la propia satisfacción, o la exaltación innegociable de la libertad, han debilitado la fidelidad a esta promesa, deshonrando la fidelidad con el incumplimiento de las promesas o siendo muy indulgentes con la inobservancia de la palabra dada. Es necesario restituir el honor social a la fidelidad del amor, sabedores de que la fidelidad del hombre a la promesa depende siempre de la gracia y de la misericordia de Dios, y de que el vínculo que se crea por el amor o la amistad es bello y nunca destruye la libertad. Al contrario libertad y fidelidad se sostienen mutuamente tanto en las relaciones interpersonales como en las sociales.

La familia juega un papel muy importante en todo esto, pues, mediante el amor y la generación, se convierte en transmisora de esa sorprendente obra maestra de humanidad que es la fidelidad, vivida como una bendición perenne de Dios, y que expresa también de forma misteriosa la relación de Cristo con la Iglesia.

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Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Los invito a rezar por los Padres del Sínodo, que el Señor bendiga su trabajo, desarrollado con fidelidad creativa y con la firme esperanza de que el Señor es el primero en ser fiel a sus promesas. Que Dios los bendiga.


Texto completo de la catequesis del Papa

Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
En la meditación pasada hemos reflexionado sobre las importantes promesas que los padres hacen a los niños, desde que ellos son pensados en el amor y concebidos en el vientre.

Podemos agregar que, mirando bien, la entera realidad familiar está fundada sobre la promesa, a pensar bien esto, la realidad familiar está fundada sobre la promesa: se puede decir que la familia vive de la promesa de amor y de fidelidad que el hombre y la mujer hacen el uno a la otra. Esta implica el compromiso de acoger y educar a los hijos; pero actúa también en el cuidado de los padres ancianos, en el proteger y cuidar los miembros más débiles de la familia, en el ayudarse el uno al otro para realizar las propias cualidades y aceptar los propios límites. Y la promesa conyugal se amplía al compartir las alegrías y los sufrimientos de todos los padres, las madres, los niños, con generosa apertura en la humana convivencia y el bien común. Una familia que se encierra en sí misma es como una contradicción, una mortificación de la promesa que la ha hecho nacer y la hace vivir. No olviden nunca. La identidad de la familia siempre es una promesa que se alarga y se alarga a toda la familia y a toda la humanidad.

En nuestros días, el honor de la fidelidad a la promesa de la vida familiar aparece muy debilitada. Por una parte, por un derecho mal entendido de buscar la propia satisfacción, a toda costa y en cualquiera relación, es exaltado como un principio no negociable de la libertad. Por otra parte, porque se confían exclusivamente a la obligación de la ley los vínculos de la vida de relación y del compromiso por el bien común. Pero, en realidad, ninguno quiere ser amado solo por sus propios bienes o por obligación. El amor, como también la amistad, deben su fuerza y su belleza a este hecho: que generan un vínculo sin quitar la libertad. El amor es libre, la promesa de la familia es libre, y esta es la belleza. Sin libertad no puede haber amistad, sin libertad no hay amor, sin libertad no hay matrimonio.

Por lo tanto, libertad y fidelidad no se oponen la una a la otra, más bien se sostienen mutuamente, sea en las relaciones interpersonales, sea en las sociales. De hecho, pensamos a los daños que producen, en la civilización de la comunicación global, la inflación de promesas incumplidas, en varios campos, ¡y la indulgencia por la infidelidad a la palabra dada y a los compromisos adquiridos!

Si, queridos hermanos y hermanas, la fidelidad es una promesa de compromiso autocumplida, creciendo en la libre obediencia a la palabra dada. La fidelidad es una confianza que "quiere" ser realmente compartida, y una esperanza que "quiere" ser cultivada juntos. Y hablando de fidelidad me viene a la mente aquello que nuestros ancianos, nuestros abuelos cuentan "ay aquellos tiempos" cuando se hacía un acuerdo, un apretón de mano, era suficiente, porque había la fidelidad a las promesas y esto que es un hecho social también tiene el origen en la familia en el apretón de manos del hombre y de la mujer para ir hacia adelante juntos toda la vida.

La fidelidad a las promesas son ¡una verdadera obra de arte de humanidad! Si miramos a su audaz belleza, estamos asustados, pero si despreciamos su valiente tenacidad, estamos perdidos. Ninguna relación de amor -ninguna amistad, ninguna forma de querer bien, ninguna felicidad del bien común- alcanza la altura de nuestro deseo y de nuestra esperanza, si no llega a habitar este milagro del alma. Y digo "milagro", porque la fuerza y la persuasión de la fidelidad, a pesar de todo, no terminan de encantar y de sorprendernos. El honor a la palabra dada, la fidelidad a la promesa, no se pueden comprar ni vender. No se pueden obligar con la fuerza, y ni siquiera, y ni si quiera, cuidar sin sacrificio.

Ninguna otra escuela puede enseñar la verdad del amor, si la familia no lo hace. Ninguna ley puede imponer la belleza y la herencia de este tesoro de la dignidad humana, si el vínculo personal entre amor y generación no la escribe en nuestra carne. Hermanos y hermanas, es necesario restituir honor social a la fidelidad del amor. Es necesario sustraer a la clandestinidad el milagro cotidiano de millones de hombres y mujeres que regeneran su fundamento familiar, del cual cada sociedad vive, sin estar en grado de garantizarlo en ningún otro modo. No por casualidad, este principio de la fidelidad a la promesa del amor y de la generación está escrito en la creación de Dios como una bendición perene, a la cual está confiado el mundo.
Si san Pablo puede afirmar que en el vínculo familiar está misteriosamente revelada una verdad decisiva también para el vínculo del Señor y de la Iglesia, quiere decir que la Iglesia misma encuentra aquí una bendición de cuidar y de la cual siempre aprender, antes de enseñarla y disciplinarla. Nuestra fidelidad a la promesa está aún siempre confiada a la gracia y a la misericordia de Dios. El amor por la familia humana, en las buenas y en las malas, ¡es un punto de honor para la Iglesia! Dios nos conceda ser a la altura de esta promesa. Y rezamos por los padres del Sínodo: el Señor bendiga su trabajo, realizado con fidelidad creativa, en la confianza que Él en primer lugar, el Señor, Él en primer lugar, es fiel a sus promesas. Gracias.

Fiel y prudente a la Voluntad de Dios
Lucas 12, 39-48. Tiempo Ordinario. Cumple tu misión en la vida. ¿Cómo?...cada uno ha de descubrirlo con la oración y la lucha.

Oración introductoria
Padre ayúdanos a vivir nuestras vidas de modo que dejemos espacio al Espíritu en un mundo que quiere olvidar a Dios, rechazarlo incluso en nombre de un falso concepto de libertad.

Petición
Dios mío, ayúdame a usar los dones que se se me han dado.

Meditación del Papa Francisco
Representa una responsabilidad. Y Jesús ha dicho: "Al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más". Por lo tanto, preguntémonos: en esta ciudad, en esta Comunidad eclesial, ¿somos libres o somos esclavos, somos sal y luz? ¿Somos levadura? O ¿estamos apagados, sosos, hostiles, desalentados, irrelevantes y cansados?

Sin duda, los graves hechos de corrupción, surgidos recientemente, requieren una seria y consciente conversión de los corazones, para un renacer espiritual y moral, así como un renovado compromiso para construir una ciudad más justa y solidaria, donde los pobres, los débiles y los marginados estén en el centro de nuestras preocupaciones y de nuestras acciones de cada día.

¡Es necesaria una gran y cotidiana actitud de libertad cristiana para tener la valentía de proclamar, en nuestra Ciudad, que hay que defender a los pobres, y no defenderse de los pobres, que hay que servir a los débiles y no servirse de los débiles! (Homilía de S.S. Francisco, 31 de diciembre de 2014).

Reflexión. Uno de los aspectos más chocantes del cristianismo es su concepción de la vida como una misión. En el cristianismo no rige eso del «come y bebe que la vida es breve» ni el «vivir a tope» entendido como aprovechar cada instante para conseguir más placer y más bienestar.
Cristo nos presenta la vida como una misión: «estar al frente de la servidumbre para darle a tiempo su ración» de la cual tendremos que dar cuenta. La vida es una misión. Venimos a la tierra para algo, y ese algo es tan importante que de él depende la felicidad eterna de otras personas. Ese «dar de comer a la servidumbre» es el testimonio que Cristo quiere que durante el tiempo que tiene dispuesto concederme en la tierra. El famoso psiquiatra vienés Víctor Frankl, cuando habla de los casos que se le presentan de enfermos con depresión que ya no encuentran ninguna razón para vivir, que no esperan nada de la vida ni del mundo, se percata de que quizás puede faltar una pregunta esencial y es preguntarse acerca de qué espera el mundo de mí.

Porque, aunque tengamos razones para abandonar no tenemos razón, pues la vida espera algo de nosotros y tenemos una misión en este mundo. Una misión que lleva nuestro nombre y nadie más puede hacer. Si no la hacemos nosotros nadie lo va a hacer. Hemos de descubrir cuál es nuestro camino y cuál es nuestra misión. La salvación del mundo y de las almas tienen muchos matices, la gracia es única pero las formas de alcanzarla son múltiples, por eso nuestra existencia no es casual, ni insignificante.

Propósito. Tenemos que salvar el mundo, sí, pero ¿cómo?, cada uno de una forma diferente que ha de descubrir con la oración y la lucha.

Diálogo con Cristo. Padre mío, ayúdame a ser un servidor fiel y prudente. Me has dado unos talentos que implican gran responsabilidad. Te pido perdón por todas las veces en que no he sabido corresponder a tu confianza. Te prometo que me esforzaré por ser un buen discípulo y misionero de tu amor; sé que con tu gracia puedo ser fiel y servir a todos aquellos que has puesto a mi cuidado.

María, ahora es todo luz. Rosario. Primer Misterio Glorioso

Meditaciones mes del Rosario. Primer Misterio Glorioso. La Resurrección. María, ayudanos a resucitar con Jesús.

No dudo que la primera aparición fue para ti, Madre Corredentora. ¡Qué distinto del Cristo deshecho sobre tus brazos en el Calvario, Ahora es todo de luz. Le quedan cinco heridas, pero heridas de amor. Lo abrazas todavía con cuidado, temiendo hacerle daño por las heridas del Viernes. Tu mente no se hace a la idea de que se curen tan pronto tan terribles heridas. El dolor había sido tan profundo que necesita mucho tiempo para curarse.

Tan honda y despiadadamente había entrado la espada en tu alma que extraerla supuso un esfuerzo impresionante. ¿Es posible en tan corto espacio de tiempo pasar del abismo de dolor al abismo de gozo? ¿Qué te dijo tu hijo resucitado? Lo adivinamos: “¡Gracias, Madre, por tu ayuda, por tu oración, por tu presencia. Gracias a mi Madre pude realizar la redención. Gracias, porque no sólo me ayudaste a nacer, sino también a morir”.

Jesús, una vez resucitado, resucita a los apóstoles: A Pedro le cura el temor mortal de sus negaciones mediante una aparición a él solo. A los dos de Emaús les hace exclamar: “¿No ardía nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” A Tomás le arrancó su racionalismo infundiéndole la fe. María completa la tarea. Me la imagino muy bien animando con sus mejores formas a Pedro, haciéndole ser humilde pero confiado.

¡Qué palabras diría a Tomás, el incrédulo, Ella que había aprendido a creer heroicamente, aquella Mujer de la que se dijo: “Dichosa Tú que has creído”. Ella completaría la explicación de la Escritura a Cleofás y a su amigo, al narrarles cómo Ella llevaba años meditando en su corazón los misterios de Jesús.

Jesús se les aparecía de vez en cuando iluminándolos como un relámpago en la noche; pero luego les dejaba el vacío de su ausencia. María era una luz de día y de noche: A todas horas disponible, para responder a todas las preguntas, para iluminar las conciencias, para fortalecerles en la futura vida apostólica. La presencia y solicitud de María fue algo único, irrepetible en la vida de los apóstoles.¡Qué envidia de la buena!

María ya no era la mujer discreta y oculta que dejaba actuar a su Hijo. Ahora Ella comenzaba a ejercer su plena maternidad sobre la Iglesia niña, comenzaba a ser Madre de la Iglesia.

Resucítanos, Oh Madre, como a los primeros apóstoles; acompáñanos ahora que lo necesitamos como entonces o más que entonces; sigue ejerciendo tu maravillosa y oportuna maternidad sobre estos hijos tuyos que deben vivir rodeados de lobos y de constantes peligros. Oh Madre bendita de la Pascua, infúndenos la alegría de vivir, de ser tuyos y de Jesús de tal forma que llenemos de alegría pascual al mundo entero.

Celina (Celia o Cilina) de Laon, Santa. Madre de San Remigio, 21 de octubre

Martirologio Romano: En Laon, ciudad de la Galia, santa Cilina, madre de los santos obispos Principio de Soissons y Remigio de Reims (post 458).

Etimología: Celina = que viene del cielo, viene de la lengua latina
Lo mismo que Santa Silvia, madre del Papa Gregorio el Grande, y muchas otras madres de santos que también alcanzaron la santidad, Celina fue famosa a causa de su hijo, puesto que dio al mundo ese gran santo, Remigio o Remi, obispo de Reims.

De acuerdo con el pseudo Venancio Fortunato, Celina y su esposo pertenecían a la nobleza. En cierta ocasión, un monje llamado Montano, que tres veces consecutivas había recibido un aviso celestial en sueños, vaticinó a Celina que daría a luz un hijo que llegaría a ser un hombre de grandísimos méritos. A su debido tiempo, Remigio vino al mundo.

Hinemar de Reims complementó estos datos tan escasos en el siglo nueve: Celina y Emilio, su marido, habían tenido dos hijos: Principio, quien llegó a ser obispo de Soissons, y su hermano Emilio, quien a su vez tuvo un hijo, Lupo, sucesor de su tío Principio en la sede de Soissons, a la que gobernó hasta la muerte de Remigio (Duchesne, Fastes Episcopaux, vol. III, 1915, pp. 89-90).

Cuando el monje Montano anunció el nacimiento del niño, Celina quedó desconcertada, puesto que tanto ella como su marido ya eran entrados en años. Pero Montano, que era ciego, reiteró su profecía y aun agregó estas palabras: "Cuando hayas parido al niño cuyo nacimiento te anuncio, me frotarás los ojos con unas gotas de la leche de tus pechos y así recuperaré la vista". Fue el propio Remigio, a los pocos días de nacido, quien puso su manecita mojada con la leche del pecho de su madre, en los ojos de Montano, y éste obtuvo la gracia de volver a ver. Hinemar hace la advertencia de que, al nacer, Remigio quedó limpio de toda culpa por obra del Espíritu Santo. Había sido concebido "en la iniquidad, como todo hombre", pero contrariamente a lo que sucede en la condición humana, "su madre no lo parió en los delitos de la prevaricación, sino en la gracia de la remisión". Por esa razón, Remigio se asemejaba a San Juan Bautista (Luc. 1, 15) y a Isaac (Gen. XVII, .Nació en el país de Laon y se le impuso el nombre de Remigio porque estaba destinado a regir, a dirigir la nave de su Iglesia a merced de las olas tempestuosas y también sería el "Remedio" (otro significado de su nombre) tconra la justa cólera de Dios o bien contra la ferocidad de los paganos.

Luego de cursar breves estudios en los que destacó sobremanera, Remigio tuvo deseos de imitar el ejemplo del monje Montano, se retiró al convento y se separó para siempre de Celina. De acuerdo con uno de los párrafos del testamento de San Remigio, su madre había sido sepultada en Labrinacum (Lavergny), cerca de Laon, en el Aisne. La traslación de sus restos a Laon, según Molanus y Vermeulen, los editores del Martirologio de Usuardo (ed. Du Sollier, Anvers, 1714, p. 194) tuvo lugar un 5 de abril.

Actualmente, en la diócesis de Reims se conmemora a Santa Celina el 22 de octubre.

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