"¿No es este el hijo del carpintero?"
- 01 Agosto 2014
- 01 Agosto 2014
- 01 Agosto 2014
Los tres deseos
No entendía nada, pero tampoco ya lo necesitaba, porque una sensación de paz infinita me invadió
Estaba paseando por una desierta playa, cuando en mi ensimismamiento tropecé con lo que parecía ser una antigua lámpara de aceite. Entonces, recordando el cuento de "Las mil y una y noches", procedí a frotarla, a ver si de ella salía un genio de esos que te conceden tres deseos.
Efectivamente, tras unos minutos de abrillantado, salió una especie de humo blanco que, poco a poco, adoptó la imagen de un genio, el cual no tardo en conminarme para que le pidiese tres deseos.
Mi primer deseo consistió en pedirle no volver a ver sufrir a nadie más en el Mundo. Y el genio me dejó ciego.
Un tanto molesto y receloso, le pedí no volver a oír nunca más los lamentos y quejidos de todos aquellos, especialmente niños, que sufren hambre y sed de pan y justicia. Y el genio me volvió sordo.
Finalmente, le pedí mi último deseo: Comprender el porqué del dolor en el Mundo.
Entonces una especie de nube me envolvió, y arrastrándome como un torbellino me depositó en lo alto de un monte, en donde había un hombre crucificado que con compasión me miraba a los ojos.
En ese momento me di cuenta que había recuperado el sentido de la vista y el oído, Pero no oía nada; tan solo el viento. Mientras, mi vista recién recuperada, permanecía cautiva por la compasiva mirada del Crucificado.
¡Compasión! ¡Aquel que tanto dolor estaba sufriendo, me miraba a mí con compasión!
No entendía nada, pero tampoco ya lo necesitaba, porque - en ese momento - una sensación de paz infinita invadió todo mi ser, haciéndome sentir más vivo que nunca. Fue como un despertar; como el salir de un mal sueño; de una triste película en blanco y negro; de un drama del que yo era actor y espectador al mismo tiempo.
Ahora he vuelto a desempeñar mi papel; el rol que me ha tocado interpretar en esta tragicomedia que es la vida; triste film en blanco y negro. Pero ya no es como antes; todo ha cambiado. Porque ahora, cuando el dolor ajeno o propio se aferra a mi garganta, ya no intento comprender el por qué; simplemente cierro los ojos y busco su mirada... la mirada de aquel Crucificado que mirándome a los ojos pudo dar paz a mi alma.
Evangelio según San Mateo 13,54-58.
Al llegar a su pueblo, se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. "¿De dónde le viene, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?". Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. Entonces les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia".
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.
San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Sermón 51, §19-20 y 30
"¿No es este el hijo del carpintero?"
La respuesta del Señor Jesucristo: Convenía que yo me ocupara de las cosas de mi Padre (Lc 2,49), no indica que la paternidad de Dios excluya la de José. ¿Cómo lo probamos? Por el testimonio de la Escritura, que dice así: Y les respondió: ¿No sabíais que conviene que yo me ocupe de las cosas de mi Padre? Ellos, sin embargo, no comprendieron de qué les estaba hablando. Y, bajando con ellos, vino a Nazaret y les estaba sometido (v. 51)… ¿A quiénes estaba sometido? ¿No era a los padres? Uno y otro eran los padres… ellos eran padres en el tiempo; Dios lo era desde la eternidad. Ellos eran padres del Hijo del hombre, el Padre lo era de su Palabra y Sabiduría (1 Co 1,24), era Padre de su Poder, por quien hizo todas las cosas. […]
Ya he hablado bastante sobre por qué no debe preocupar el que las generaciones se cuenten por la línea de José y no por la de María: igual que ella fue madre sin concupiscencia carnal, así también él fue padre sin unión carnal. Por tanto, desciendan o asciendan por él las generaciones. No lo separemos porque careció de concupiscencia carnal. Su mayor pureza reafirme su paternidad, no sea que la misma santa María nos lo reproche. Ella no quiso anteponer su nombre al del marido, sino que dijo: Tu padre y yo, angustiados, te estábamos buscando (Lc 2,48). […]
¿Acaso se le dice: "Porque no lo engendraste por medio de tu carne"? Pero él replicará: "¿Acaso ella le dio a luz por obra de la suya?". Lo que obró el Espíritu santo, lo obró para los dos. Siendo —dice— un hombre justo, dice el evangelista Mateo (1,19) justo era el varón, justa la mujer. El Espíritu Santo, que reposaba en la justicia de ambos, dio el hijo a ambos.
San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia
Obispo y doctor (1696-1787). Casi todos los Santos traen un "mensaje" para la Iglesia y surgen cuando el pueblo de Dios los necesita. San Alfonso María de Ligorio ha legado a la Iglesia un mensaje que no pasa de moda y que siempre es de palpitante actualidad:
1) Profunda vida y sabia doctrina sobre la oración.
2) Devoción tierna y transformante a la Sagrada Eucaristía.
3) Filial devoción a la Virgen María. Mensajes todos estos prolongados hasta nosotros por dos conductos: Su vida y sus preciosas Obras, y por medio de sus hijos los Redentoristas que heredaron su espíritu. Perteneció a una familia noble napolitana. A los siete años ya lo ponen a estudiar las letras clásicas. A los doce se matricula en la universidad y a los dieciséis ya es investido con la toga de doctor en ambos Derechos. Estudia las lenguas modernas, esgrima, arte, música y pintura que después le servirá todo esto para su apostolado.
Su padre le había preparado un ventajoso y lujoso matrimonio, pero Alfonso abrazó el camino de seguimiento de Cristo en el sacerdocio. Se ordenó sacerdote en el año 1726. Aquel mismo día hizo este propósito: "La Iglesia me honra concediéndome este don, yo procuraré honrar a la Iglesia trabajando incansablemente por ella, con mi pureza, con mi santidad".
Se entregó a recorrer toda Italia predicando Misiones populares y escribiendo preciosos tratados sobre todos los temas que sabía interesaban al pueblo fiel: Moral, Catecismos, Sermones, Visitas al Santísimo, Tratados sobre la Virgen María. Las Glorias de María será su obra inmortal juntamente con sus tratados de Teología Moral en la que hasta ahora goza de una gran autoridad. El año 1732 funda la Congregación de los Redentoristas para que sigan su obra.
A sus 66 años el Papa Clemente XIII le obliga a aceptar ser obispo de Santa Águeda de los Godos. Es un padre y un Pastor maravilloso. No pierde un instante por formar a los demás y por santificarse él. El Padre bueno le llama a sus 91 años, el 1 de agosto de 1787.
Oremos
Dios nuestro, que propones constantemente a tu Iglesia nuevos modelos de vida cristiana, apropiados a todas las circunstancias en que puedan vivir tus hijos, concédenos imitar el celo apostólico que desplegó el santo obispo Alfonso María de Ligorio por la salvación de sus hermanos, para que, como él, lleguemos también a recibir el premio reservado, a tus servidores fieles. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
1 de agosto 2014 Viernes XVII Jr. 26, 1-9
Jeremías es enviado al atrio del templo para decir: «... a la gente de todas las ciudades de Judá», que se convirtieran, de otro modo, desaparecería el templo. Esto indignó a los sacerdotes y otros que escucharon Jeremías y lo amenazaban diciéndole: "Te vamos a matar ...» has sentido amenazado a causa de tu fe? Hay creyentes que lo están. ¿Qué harías tú en este caso? Señor, que el miedo no me coma la fe. HOY ES PRIMER VIERNES DE MES DEDICADO AL CORAZON DE JESUS .
Jesús en Nazaret
Mateo 13, 54-58. Tiempo Ordinario. En ningún lugar es un profeta peor recibido que en su propia casa.
Oración introductoria
Señor Jesús, en ese pasaje del Evangelio veo reflejada mi tendencia a ponerte límites, a no confiar plenamente en que Tú quieres y puedes estar presente en mi oración. Ante mi debilidad, ante la distracción, necesito de tu gracia para que nunca más desprecie la intimidad que puedo llegar a tener contigo en la oración.
Petición
Ven, Espíritu Santo, llena mi corazón con el fuego de tu amor.
Meditación del Papa Francisco
Algo parecido ocurre en nuestras relaciones con Dios. Cuando nosotros no lo escuchamos, no seguimos su voluntad, cometemos actos concretos en los que mostramos falta de confianza en Él – y esto es pecado –, se forma como un nudo en nuestra interioridad. Estos nudos nos quitan la paz y la serenidad. Son peligrosos, porque varios nudos pueden convertirse en una madeja, que siempre es más doloroso y más difícil de deshacer. Pero para la misericordia de Dios nada es imposible. Hasta los nudos más enredados se deshacen con su gracia. Y María, que con su "sí" ha abierto la puerta a Dios para deshacer el nudo de la antigua desobediencia, es la madre que con paciencia y ternura nos lleva a Dios, para que él desate los nudos de nuestra alma con su misericordia de Padre. (S.S. Francisco, 12 de octubre de 2013, Jornada Mariana del Año de la Fe).
Reflexión
"En ningún lugar es un profeta peor recibido que en su propia casa". Aquellos que buscan con sinceridad a Dios, aquellos que lo han dejado todo para conocerlo y amarlo, son testigos del rechazo que producen al hablar del tesoro que han descubierto.
Es difícil para los hombres ver que alguien, que antes era como ellos, es ahora un reflejo de bondad, una persona que ha cambiado para bien. ¿Por qué, por qué les cuesta tanto aceptarlo? Tal vez sea porque en ese nuevo hombre ven a alguien que ellos mismos podrían imitar y seguir si se esforzaran. El problema es que muchas veces el esfuerzo es lo que menos gusta y por ello creen que el cambio es una mentira o simplemente no quieren pensar más en él.
Los hombres de Nazaret no creen en la misericordia divina que ha podido cambiar al hijo de un carpintero en un maestro de la verdad. De alguna manera, esto sería como si no creyesen que el simple pan se hubiese convertido en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Se puede aprender de esta lección que cada Santa Misa es como una oportunidad de ponernos en el lugar de esos hombres y mujeres, y de darle una gran bienvenida a Jesús en nuestras almas que son como ese Nazaret que Él tanto ama y en el que quiere obrar muchos milagros.
Propósito
Diariamente, pedir que sepa conservar y acrecentar el don más precioso que tengo: mi fe en la Santísima Trinidad.
Diálogo con Cristo
Señor, es tan grande tu bondad y misericordia que absurdamente llego a «acostumbrarme» a ellas, perdiendo así la capacidad de maravillarme continuamente de la grandeza de tu amor. Tú siempre dispuesto hacer grandes cosas en mi vida, yo distraído en lo pasajero. Por eso no quiero, no puedo y no debo dejar pasar más el tiempo sin seguir con confianza y valentía las inspiraciones de tu Espíritu Santo. Con tu ayuda, sé que lo voy a lograr.
Si quieres puedes curarme.
Sabes que quiere y sabes que puede; por eso de un momento a otro sentirás sanos tu cuerpo y tu alma si tienes fe.
Si quieres puedes curarme
Esta breve y sincera oración quería decir muchas cosas a Jesús: "¿Qué te cuesta, qué le cuesta a quien ha creado un mundo de la nada curar un cuerpo enfermo?"
Hoy te presentas ante Él con el cuerpo y el alma enfermos: Eres la impotencia suplicante de rodillas ante el que lo puede todo. Si quieres... ¿Querrás? ¿Tendrás que pensar mucho si devuelves la salud a un desgraciado? ¿Puede tu amor resistir que un alma salida de tus manos en un gesto de amor, se pierda para siempre? ¿Querrás? ¿Puedes curarme?
Más que decírselo a Él, que lo sabe muy bien, debes decirlo y gritarlo a ti mismo, para estar cada vez más seguro de que puede, de que no le cuesta. Si te piden fe, di que la tienes; no tienes salud pero tienes fe, toda la que necesita el milagro para hacerse realidad, pero auméntala hasta que se convierta en un grano de mostaza; entonces moverás montañas.
Si quieres, puedes curarme. Sabes que quiere y sabes que puede; por eso de un momento a otro sentirás sanos tu cuerpo y tu alma. Quiero, queda limpio" esas palabras anhela tu alma.
Y quedó curado el leproso. Así quieres quedar tú curado, el otro leproso del alma. Quieres sentirte limpio y puro, sentir tu alma de niño, como cuando salió de sus manos un día que te amó infinitamente.
El Papa almuerza en la curia jesuita en la fiesta de San Ignacio
El santo Padre Francisco acudió ayer a la curia jesuita en Roma, para festejar el día de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Un encuentro que se dio "en un clima hogareño de alegría, amenidad y sencillez", indica la noticia de Radio Vaticana.
El Superior General de la Compañía de Jesús, el padre Adolfo Nicolás, había invitado al Santo Padre a compartir la comida de la fiesta de San Ignacio y Francisco confirmó su presencia en la víspera. El Papa "fue recibido con gran entusiasmo cuando llegó para compartir un momento de distensión y celebrar al fundador de los jesuitas". Durante la comida, en la mesa con el Papa se encontraban el Padre General, el Superior de la Comunidad, el padre Rodríguez, de Colombia, y el padre Gismondi, de Argentina.
"Fiesta de San Ignacio, almuerzo con el Santo Padre", titula la página web de la curia jesuita romana la sección donde han subido las fotografías tomadas durante la visita de Francisco.
El Papa se entretuvo con la comunidad en el comedor y después subió a la sala de comunidad para compartir un café, conversando amablemente y saludando a cada uno, asegura la nota redactada en la página web.
Asimismo, informan que durante el almuerzo estuvieron presentes también los siete hermanos del padre Paolo dall 'Oglio, jesuita italiano secuestrado hace un año en Siria. Con ellos el Papa "ha intercambiado palabras de agradecimiento y aliento". También estaban presentes un grupo de escolares del EJIF (Jesuitas Europeos en Formación) que en estas semanas tienen su encuentro anual, este año en la Curia General.