La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante

Evangelio según San Juan 15,1-8. 


Jesús dijo a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. 
Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»

San Toribio de Mogrovejo

Santo Toribio de Mogrovejo, obispo (1538-1606)    

Toribio, arzobispo de Lima, es uno de los eminentes prelados de la hora de la evangelización. El concilio plenario americano del 1900 lo llamó: "la lumbrera mayor de todo el episcopado americano". Era la hora de llevar la fe cristiana al imperio inca peruano lo mismo que en México se cristianizaba a los aztecas.    Nació en Mayorga (Valladolid), el 16 de noviembre de 1538.

No se formó en seminarios, ni en colegios exclusivamente eclesiásticos, como era frecuente entonces; Toribio se dedicó de modo particular a los estudios de Derecho, especialmente del Canónico, siendo licenciado en cánones por Santiago de Compostela y continuó luego sus estudios de doctorado en la universidad de Salamanca. También residió y enseñó dos años en Coimbra.     En Diciembre de 1573 fue nombrado por Felipe II para el delicado cargo de presidente de la Inquisición en Granada, y allí continuó hasta 1579; pero ya en agosto de 1578 fue presentado a la sede de Lima y nombrado para ese arzobispado por Gregorio XIII el 16 de marzo de 1579, siendo todavía un brillante jurista, un laico, o sólo clérigo de tonsura, cosa tampoco infrecuente en aquella época.

Recibió las órdenes menores y mayores en Granada; la consagración episcopal fue en Sevilla, en agosto de 1579.    Llegó al Perú en el 1581, en mayo. Se distinguió por su celo pastoral con españoles e indios, dando ejemplo de pastor santo y sacrificado, atento al cumplimiento de todos sus deberes. La tarea no era fácil. Se encontraba con una diócesis tan grande como un reino de Europa, con una población nativa india indócil y con unos españoles muy habituados a vivir según sus caprichos y conveniencias.   Celebró tres concilios provinciales Limenses _el III (1583), el IV (1591) y el V (1601)_; sobresalió por su importancia el Tercer Concilio  Limense, que señaló pautas para el mexicano de 1585 y que en algunas cosas siguió vigente hasta el año 1900.   Aprendió el quechua, la lengua nativa, para poder entenderse con los indios.

Se mostró como un perfecto organizador de la diócesis. Reunió trece sínodos diocesanos. Ayudó a su clero dando normas precisas para que no se convirtieran en servidores comisionados de los civiles. Visitó tres veces todo su territorio, confirmando a sus fieles y consolidando la vida cristiana en todas partes. Alguna de sus visitas a la diócesis duró siete años.   Prestó muy pacientemente atención especial a la formación de los ya bautizados que vivían como paganos. Llevado de su celo pastoral, publicó el Catecismo en quechua y en castellano; fundó colegios en los que compartían enseñanzas los hijos de los caciques y los de los españoles; levantó hospitales y escuelas de música para facilitar el aprendizaje de la doctrina cristiana, cantando.

No se vio libre de los inevitables roces con las autoridades en puntos de aplicación del Patronato Real en lo eclesiástico; es verdad que siempre se comportó con una dignidad y con unas cualidades humanas y cristianas extraordinarias; pero tuvo que poner en su sitio a los encomenderos, proteger los derechos de los indios y defender los privilegios eclesiásticos.   Atendido por uno de sus misioneros, murió en Saña, mientras hacía uno de sus viajes apostólicos, en 1606.

Fue beatificado en 1679 y canonizado en 1726   Quien tenga la suerte de tener entre sus manos un facsímil del catecismo salido del Tercer Concilio Limense, aprenderá a llamar mejor evangelización que colonización a la principal obra de España en el continente recién descubierto.

Oremos

Señor, tú que quisiste dilatar la Iglesia por medio de la actividad apostólica de santo Toribio de Mogrovejo y por su gran amor a la verdad, suscita también hoy en el pueblo cristiano aquellas mismas virtudes que resplandecen en este santo obispo, para que así la Iglesia crezca, constantemente en la fe y se renueve por la santidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Calendario de Fiestas Marianas: Nuestra Señora de Monserrat, España

La Eucaristía de la noche del 26 de abril la presidirá el arzobispo de
Barcelona, Mons. Juan José Omella; mientras que la del 27 será presidida
por Mons. Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona
La Vigilia de Santa María este año
tendrá un marcado carácter ignaciano
Las dos misas podrán seguirse a través de las TV de la Red de
Comunicación Local, además de Radio Estel (106,6FM), y de Montserrat
Radio (100,6FM) así como de Montserrat TV

Montserrat, abril de 2016. La Vigilia de Santa
María de Montserrat, que comenzará a las 21h
del próximo martes 26 de abril, tendrá un
marcado carácter ignaciano, coincidiendo con el
Año Santo Ignaciano. Constará de tres partes:
en la primera se pretende hacer vivir la
experiencia de Ignacio de Loyola en aquella
noche de vela de 1522 ante el altar de Nuestra
Señora.

A las 22h empezará la segunda parte, con la
Eucaristía presidida por Mons. Juan José
Omella, arzobispo de Barcelona, que podrá
seguirse en directo a través de las TV de la Red
de Comunicación Local, además de Radio Estel
(106,6FM), de Montserrat Radio (100,6FM/
www.montserratradio.cat) y Montserrat TV
(www.montserratcomunicacio.cat).

La característica de la Vigilia de Santa María de Montserrat es que la "Liturgia de la Palabra" está más desarrollada, ya que está compuesta por tres salmos y varias lecturas y, en el momento del Ofertorio, el P. Abad recibe la ofrenda del aceite simbólico para el mantenimiento de las lámparas que queman durante todo el año en la Basílica y que representan a todas las comarcas de Cataluña y también a movimientos e instituciones que las han ido ofrendando desde 1947.

El origen de la actual Vigilia de Santa María se remonta al año 1947, cuando se celebraron las fiestas de la entronización. En aquella ocasión, se retomó la tradición multisecular de "velar a Santa María". Fueron muchos los peregrinos y devotos que en grupo, en familia o individualmente subieron a la Basílica de Montserrat la noche del día 26 para venerar la Santa Imagen antes de ser colocada definitivamente en su nuevo trono. Los peregrinos y devotos eran recibidos por el P.  Adalbert Franquesa que, en aquel momento, era el Sacristán Mayor. Al día siguiente, día 27, tuvo lugar la solemne celebración de la Eucaristía en las plazas, en la que el pueblo catalán hizo ofrenda a la Virgen de un nuevo trono. La organización de las llamadas "fiestas de la entronización" fue a cargo de la comunidad monástica y de la Comisión Abad Oliba. Desde ese momento, la Vigilia de Santa María se ha celebrado ininterrumpidamente hasta nuestros días. Terminada la Eucaristía, la tercera parte de la Vigilia comenzará el Camarín de la Virgen, y luego continuará con la oración en la Basílica de Santa María. Este será un tiempo en silencio, con intervalos de música y textos escogidos. Esta última parte se hará con turnos de una hora y terminará a las 7h, con la Misa del Alba. El equipo de pastoral del Santuario de la Cueva de San Ignacio de Manresa será el encargado de llevar a cabo la primera y la tercera parte de la Vigilia.

Los participantes en los turnos de vela podrán descansar en la Residencia Abad Garriga –tendrán que llevarse la cena y el saco de dormir-. Las inscripciones se pueden hacer por medio de la dirección Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o a través del teléfono 93 877 77 66 (Centro de Coordinación Pastoral). Al terminar el desayuno, los participantes podrán hacer una peregrinación a pie hasta la Cueva de Manresa, guiados por el P. David Guindulain. Y al día siguiente, miércoles 27 de abril, a las 11h, tendrá lugar la misa de la Solemnidad de la Virgen de Montserrat que, en esta ocasión, estará presidida por el arzobispo de Tarragona, Mons. Jaume Pujol Balcells. Esta Eucaristía también se podrá seguir en directo a través de las TV de la Red de Comunicación Local, además de Montserrat Radio (100,6FM / www.montserratradio.cat) y de Montserrat TV (www.montserratcomunicacio.cat). El miércoles 27 de abril, entrada gratuita al Museo de Montserrat y baile de sardanas en la plaza de Santa María. Como cada 27 de abril, el Museo de Montserrat tendrá una jornada de puertas abiertas. Se podrá visitar gratuitamente tanto la exposición permanente como las dos temporales: en la Sala Daura, Geografías emocionales, de Josep Guinovart (hasta el 22 de mayo) y, en el Espacio de arte Pere Pruna, Variaciones Rocamora, de Jaume Rocamora (hasta el 1 de mayo). Y en las plazas de Santa María, después de la misa conventual, a las 12.15h aproximadamente, habrá baile de sardanas con la Cobla Triunfal de Igualada..


La leyenda sitúa el hallazgo de la imagen de la Virgen de Montserrat hacia el año 880.1 Entonces comenzó el culto a la Moreneta, que se materializó en cuatro primeras ermitas en el siglo IX: Santa María, San Acisclo, San Pedro y San Martín. Sin embargo, el origen del monasterio es incierto: se sabe que, alrededor de 1011, un monje procedente del monasterio de Santa María de Ripoll llegó a la montaña para encargarse del monasterio de Santa Cecilia, quedando así el cenobio bajo las órdenes del abad Oliba de Ripoll. Santa Cecilia no aceptó esta nueva situación, por lo que Oliba decidió fundar el monasterio de Santa María en el lugar donde se encontraba una antigua ermita del mismo nombre (1025). A partir del 1082, Santa María pasó a tener abad propio y dejó de depender del abad de Ripoll. Esta ermita se había convertido en la más importante de todas las que existían en la montaña gracias a la imagen de la Virgen que en ella se veneraba desde el 880.

El monasterio pronto se convirtió en santuario; este hecho conllevó un aumento de los donativos y las limosnas recibidas, y permitió un crecimiento constante tanto del recinto religioso como de la influencia en el territorio. Entre los siglos XII y XIII se construyó la iglesia románica, y de esa época procede la talla de la Virgen que se venera actualmente. A finales del siglo XII, el abad regente solicitó que se permitiera ampliar la comunidad de monjes a 12, mínimo requerido para que se considerara abadía. El siguiente siglo fue el del inicio de la lucha de Montserrat para conseguir su independencia del monasterio de Ripoll. Esta independencia no llegó hasta el 10 de marzo de 1410 y fue concedida por el papa Benedicto XIII. En 1476 se construyó el claustro gótico.2

En 1493 el rey Fernando el Católico envió al monasterio 14 monjes procedentes de Valladolid y Montserrat pasó a depender de la congregación de esta ciudad castellana. Durante los siglos siguientes se sucedieron los abades tanto de la Corona de Aragón como de otras zonas de España. Ese mismo año de 1493, el fraile mínimo Bernat Boïl, antes ermitaño de Montserrat, acompañó a Cristóbal Colón en uno de sus viajes a América, lo que propició la expansión del culto a la virgen de Montserrat en ese continente, hecho plasmado en el nombre dado a una de las islas Antillas: Montserrat. En 1592 fue consagrada la actual iglesia.

El siglo XIX fue especialmente trágico para Montserrat: a primeros de siglo fue incendiado dos veces por las tropas napoleónicas, en 1811 y en 1812. El monasterio fue saqueado e incendiado, y se perdieron muchos de sus tesoros. A mediados de siglo, en 1835, la abadía sufrió la exclaustración debido a la desamortización de Mendizábal. La exclaustración duró poco, y en 1844 se restableció la vida en el monasterio. La congregación de Valladolid había desaparecido, por lo que Montserrat se convirtió de nuevo en independiente. El monasterio entero tuvo que ser restaurado, puesto que incendios, saqueos y exclaustraciones dejaron en pie poco más que las paredes. En 1880 se celebró el milenario de Montserrat, y el 11 de septiembre de 1881, coincidiendo con la fiesta nacional catalana, el papa León XIII proclamó a la Virgen de Montserrat patrona de Cataluña, señalando el 27 de abril como fecha de conmemoración propia. Da fe de ello el bajorrelieve y la inscripción situados en la fachada principal de la iglesia.
Durante la Guerra Civil Española el monasterio volvió a ser cerrado y pasó a depender de la Generalidad de Cataluña, presidida por Lluís Companys. Entre hermanos y sacerdotes, un total de 23 religiosos de la Abadía fueron martirizados en los tres años que duró la persecución religiosa. En 1947 se celebró la ceremonia de entronización de la Virgen. En 1958 se consagró el altar mayor de la basílica, y en 1968 se finalizó la nueva fachada del monasterio.

En los últimos años de la dictadura franquista el monasterio se convirtió en un símbolo catalanista, y se produjeron numerosos actos en contra del régimen, destacando el encierro en 1970 de 300 intelectuales en reivindicación de los derechos humanos y en protesta por el proceso de Burgos.3 En la democracia, Montserrat ha seguido siendo el epicentro de la religiosidad catalana. En 1982 el papa Juan Pablo II visitó Montserrat.

Desde finales del siglo XIX el monasterio de Santa María de Montserrat no ha dejado de crecer y, hoy por hoy, contiene una de las mejores bibliotecasde España. La comunidad actual está formada por unos 80 monjes, lo que la convierte en uno de los cenobios más importantes del mundo. Además, en el monasterio residen los niños que componen la Escolanía de Montserrat, considerada la escuela de canto de más antigüedad de Occidente, ya que fue fundada en el siglo XIII.

Véase también: Anexo:Abades de Montserrat

El monasterio

El conjunto del monasterio está formado por dos bloques de edificios con funciones distintas: por un lado la basílica con las dependencias monacales; y por otro los edificios destinados a atender a peregrinos y visitantes. Estos últimos incluyen diversos restaurantes, tiendas y una zona de alojamiento.


Claustro de la Santa Cueva.

Vida monástica

El monasterio de Santa María de Montserrat, como cualquier otro conjunto religioso, consta de dos partes diferenciadas que se complementan. La parte arquitectónica y artística y la parte espiritual y religiosa. En Montserrat esta última parte está definida por la orden de monjes que rige el monasterio, la Orden Benedictina, concretamente de su Congregación Sublacense; esta congregación está dividida en provincias. Montserrat pertenece a la Hispánica, provincia de la que es su principal cenobio. La comunidad de Montserrat es de unos 80 monjes que se mantiene al frente del monasterio por más de 1.000 años, que basa su práctica en la Regla de San Benito y en la oración litúrgica, y cuyo lema es «Ora et Labora». Para San Benito, como bien lo define en prólogo de su Regla, un monasterio es «una escuela al servicio del Señor». Esto hace que el monasterio sea la base fundamental de la existencia de la comunidad cuyos vínculos deben llegar a ser afectivos al grado de familiares. El monasterio debe hacer fácil, natural y flexible la relación con Dios.

Los benedictinos practican la vida contemplativa, que es la que da prioridad y preferencia al ejercicio de la oración y se establece como un ideal puro de vida cristiana. La relación del hombre con Cristo, la que busca el monje de Montserrat, viene señalada en tres ocasiones en la Regla de San Benito;

Nada anteponer al amor de Cristo (Reg. cap. IV).
Los que nada estiman tanto como Cristo (cap. V).
Nada absolutamente prefiera a Cristo (cap. LXXII).

La relación debe ser muy personal, muy directa llegando a la intimidad. Los monjes benedictinos han de ser hombres de fe, disfrutando del gozo de la misma y hombres de oración, que se opongan al activismo y a la agitación, haciendo de la oración el más alto valor religioso. Se cultiva la caridad entendida como el amor a Dios y la convivencia fraternal.

Los monasterios benedictinos solo mantienen lo principal:
•    Estabilidad, contra el peregrinar de los monjes andariegos.
•    Vida en común, contra el egoísmo del aislamiento.
•    Un abad, como principio activo de autoridad.
•    Un orden en la vida.

Junto a la caridad, la disciplina es una de las directrices importantes. La caridad, propiciada por la vida en común, es el amor al prójimo y lucha contra el egoísmo. La disciplina se eleva contra el protagonismo y la originalidad, concretándose en la obediencia y el cumplimiento de la Regla. De estas directrices nacen los tres votos que profesan los monjes benedictinos:
•    Estabilidad: Permanencia y perseverancia en un monasterio.
•    Conversión de costumbres: Que la entrega a Dios sea real y no una pura fantasía.
•    Obediencia según la Regla: Sometiéndose a la autoridad de un jefe.

El voto de Obediencia según la Regla solo puede llevarse a cabo con la figura del abad. El abad debe ser «la representación de Cristo en el monasterio». Gobierna el mismo en sus tres vertientes, la espiritual, la docente y la de gestión.

Para que estos objetivos que se persiguen en la vida monástica puedan llevarse a cabo es imprescindible el silencio. El silencio es el que permite, en la oración, oír a Dios.

La oración culmina con el Oficio Divino y la Sagrada Liturgia, donde la Eucaristía es el centro. La oración es el centro de la vida benedictina.

La vida de un monje está basada en la caridad fraterna, sin caridad no se pude mantener la relación fraternal de la vida monástica ni la entrega a Dios. La Regla dice:

Este es el celo que con ferventísimo amor ejercitarán los monjes, es decir: que se prevengan unos a otros con honores; súfranse pacientísimamente los defectos del alma y cuerpo; préstense a porfía obediencia mutua; ninguno busque su propia utilidad, sino más bien la del otro; tribútense una casta caridad fraterna.

La búsqueda de Dios por medio de Cristo pasa por la Pasión, por la mortificación que el monje debe seguir. Mortificación espiritual que significa «la renuncia voluntaria a la propia voluntad».

El rechazo de la riqueza, de los bienes materiales que estorban el camino de hacia Dios da como resultado la pobreza. La consecuencia de esta pobreza es el trabajo necesario para el mantenimiento de la vida. El trabajo es el elemento más contribuyente al equilibrio de la vida benedictina.

La dirección espiritual y la instrucción litúrgica son las formas de apostolado que una comunidad benedictina ejerce. Esto se concreta en la apertura de la iglesia monástica a quien quiera integrase en la oración colectiva y el monasterio a quien busque un ambiente de paz y serenidad.



Fachada principal de la basílica.

La basílica de Montserrat

La basílica de Montserrat se comenzó a construir en el siglo XVI y fue reconstruida por completo en el siglo XIX (año 1811) después de la destrucción en la guerra de la Independencia. En 1881 el papa León XIII le otorgó la condición de basílica menor. La fachada se realizó en 1901, obra de Francisco de Paula del Villar y Carmona en estilo neoplateresco, con relieves escultóricos de Venancio y Agapito Vallmitjana.

Después de la Guerra Civil se construyó una nueva fachada, obra de Francesc Folguera y decorada con relieves escultóricos de Joan Rebull (San Benito, Proclamación del dogma de la Asunción de María por Pío XII y San Jorge, con una representación de los monjes que murieron durante la Guerra Civil), así como la inscripción Urbs Jerusalem Beata Dicta Pacis Visio («Feliz ciudad de Jerusalén, denominada visión de paz»). Al pie del friso con el relieve de San Jorge está esculpida la frase Cataluña será cristiana o no será, atribuida al obispo Josep Torras i Bages, que ha sido asumida como lema del catalanismo político de raíz católica.

Esta fachada antecede a la iglesia propiamente dicha, a la que se accede a través de un atrio; aquí se encuentran los sepulcros de Juan II de Ribagorza y de Bernat II de Vilamarí (siglo XVI), así como varias esculturas: San Juan Bautista y San José, de Josep Clarà, y San Benito, de Domènec Fita; y pinturas:Visita a Montserrat de los Reyes Católicos y Visita a Montserrat de don Juan de Austria, de Francesc Fornells-Pla. La plaza que antecede a la iglesia (llamada del Abad Argerich) está decorada con esgrafiadosde Josep Obiols y del fraile Benet Martínez, que representan la historia de Montserrat y las principales basílicas del mundo, así como diversas esculturas: San Antonio María Claret, de Rafael Solanich; Juan I de Aragón y San Gregorio Magno, de Frederic Marès; y San Pío X, de F. Bassas. En un lateral se encuentra el baptisterio (1958), con un portal esculpido por Charles Collet, y en el interior unos mosaicos realizados por Santiago Padrós y un dibujo del Bautismo de Jesús de Josep Vila-Arrufat. Junto al baptisterio hay una escultura de San Ignacio de Loyola, obra de Rafael Solanic.4

La iglesia es de una sola nave, de 68,32 metros de largo y 21,50 de ancho, con una altura de 33,33 metros. Está sostenida por unas columnascentrales, con tallas realizadas en madera por Josep Llimona, que representan los profetas Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel. En la cabecera está situado el altar mayor, decorado con esmaltes de Montserrat Mainar, que representan diversas escenas bíblicas, como La última cena, Las Bodas de Caná y La multiplicación de los panes y los peces. La cruz sobre el altar es obra de Lorenzo Ghiberti, del siglo XVI. Sobre el altar se halla un cimboriode forma octogonal. En el presbiterio se encuentran diversas pinturas de Alexandre de Riquer, Joan Llimona, Joaquim Vancells, Dionís Baixeras y Lluís Graner.5


Fachada nueva, con relieves de Joan Rebull.

Justo encima del altar mayor se sitúa el camarín de la Virgen al que se accede después de atravesar una portalada de alabastro (Puerta Angélica) en la que aparecen representadas diversas escenas bíblicas, obra de Enric Monjo. Los mosaicos sobre las paredes representan a las Santas Madres (izquierda) y las Santas Vírgenes (derecha), obra del fraile Benet Martínez. A continuación viene la Sala del Trono, obra de Francesc Folguera, decorada con pinturas de Josep Obiols (Judit que corta la cabeza a Holofernes, Boda de Ester con el rey persa Asuero) y Carlo Maratta(Nacimiento de Jesús); también se encuentra aquí la Fuente de la Virgen, con relieves de Charles Collet representando milagros de Jesús. El Trono de la Virgen es de plata repujada, obra del orfebre Ramon Sunyer, con dos relieves diseñados por Joaquim Ros i Bofarull que representan laNatividad y la Visitación, y una imagen de San Miguel de Josep Granyer; aquí se expone la talla de la Virgen, del siglo XII, sobre la que se sitúan unos ángeles que sostienen la corona, el cetro y el lirio de la Virgen, obra de Martí Llauradó, cubiertos por un baldaquino. La Sala del Camarín es una capilla circular con tres ábsides, construida entre 1876 y 1884 por Villar y Carmona —con la colaboración de su ayudante, un joven Antoni Gaudí—; la bóveda está decorada por Joan Llimona (La virgen acoge a los Romeros), y las figuras de ángeles y la escultura de San Jorge son de Agapito Vallmitjana, mientras que las cristaleras son de Antoni Rigalt i Blanch.6 La salida del camarín se realiza por el Camino del Ave María, donde es habitual realizar ofrendas en forma de velas y cirios; aquí destaca una estatua del Ángel de la Anunciación de Apel·les Fenosa, así como una mayólica cerámica representando a la Virgen, obra de Joan Guivernau.7

Alrededor de la nave central se encuentran varias capillas: a la derecha, la de San Pedro, con la imagen del santo de Josep Viladomat (1945); la de SanIgnacio de Loyola, de Venancio Vallmitjana, con una pintura del santo de Ramir Lorenzale (1893); la de San Martín, obra de Josep Llimona, con las imágenes del santo de Tours, San Plácido y San Mauro (1898); la de San José de Calasanz, con un retablo de Francesc Berenguer (1891); y la de San Benito, con una pintura del santo fundador de la Orden Benedictina de Montserrat Gudiol (1980). A la izquierda se hallan: la capilla de Santa Escolástica, con esculturas de Enric Clarasó y Agapito Vallmitjana (1886); la del Santísimo, obra de Josep Maria Subirachs (1977), con una singular imagen de Cristo realizada en negativo, donde solo se ven la cara, las manos y los pies, con una luz que le ilumina el rostro; la de la Sagrada Familia, donde destaca el cuadro La huida a Egipto, de Josep Cusachs (1904); la del Santo Cristo, con una imagen de Josep Llimona (1896); y la de laInmaculada Concepción, obra modernista de Josep Maria Pericas (1910), con una vidriera de Darius Vilàs.8

La basílica fue restaurada entre 1991 y 1995 por Arcadi Pla i Masmiquel.

El órgano



Interior de la basílica.

El órgano de la iglesia de Montserrat data de 1896 y en 1957 se trasladó al presbiterio. Este órgano está muy deteriorado. El órgano nuevo fue inaugurado en al añó 2010 y sigue el diseño propio de los órganos catalanes que se ubican a un costado de la Iglesia. Es una obra importante de artesanía musical catalana que sitúa a Montserrat a un nivel musical internacional.

Este órgano está proyectado por Albert Blancafort, construido por Blancafort, orgueners de Montserrat y financiado por suscripción popular y la obra social de la Caixa de Penedes.

El órgano va ubicado en el lateral de la nave, como es tradicional en Cataluña, ofreciendo una muy buena sonoridad en todo el templo.

Las características del instrumento son:9’63 registros.
•    4.230 tubos.
•    4 teclados manuales de 58 notas.
•    1 teclado de pedal de 32 notas.
•    Transmisión mecánica.
•    12,5 m de altura, 5,5 de anchura y 4 de fondo.


La Virgen de Montserrat


La Moreneta

 Según la leyenda, la primera imagen de la Virgen de Montserrat la encontraron unos niños pastores en el 880. Tras ver una luz en la montaña, los niños encontraron la imagen de la Virgen en el interior de una cueva. Al enterarse de la noticia el obispo, intentó trasladar la imagen hasta la ciudad de Manresa pero el traslado fue imposible ya que la estatua pesaba demasiado. El obispo lo interpretó como el deseo de la Virgen de permanecer en el lugar en el que se la había encontrado y ordenó la construcción de la ermita de Santa María, origen del actual monasterio.

La imagen que en la actualidad se venera es una talla románica del siglo XII realizada en madera de álamo. Representa a la Virgen con el niño sentado en su regazo y mide unos 95 centímetros de altura. En su mano derecha sostiene una esfera que simboliza el universo; el niño tiene la mano derecha levantada en señal de bendición mientras que en la mano izquierda sostiene una piña.

Con excepción de la cara y de las manos de María y el niño, la imagen es dorada. La Virgen, sin embargo, es de color negro, lo que le ha dado el apelativo popular de «la Moreneta» ("la Morenita"). Aunque se ha afirmado en ocasiones que el origen de este ennegrecimiento está en el humo de las velas que durante siglos se han colocado a sus pies para venerarla, lo cierto es que en toda Europa se veneran vírgenes que no son blancas y de distintos orígenes raciales (por ejemplo, la Virgen de la Peña de Francia, en Salamanca o la Virgen de la Candelaria en Tenerife, y en México la Virgen de Guadalupe).

El 11 de septiembre de 1881, el papa León XIII declaró oficialmente a la Virgen de Montserrat como patrona de Cataluña. Se le concedió también el privilegio de tener misa y oficios propios.

Su festividad se celebra el 27 de abril.

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